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InVet

On-line version ISSN 1668-3498

InVet vol.15 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dec. 2013

 

COMUNICACIÓN BREVE

Seropositividad a Coxiella burnetii (agente de la fiebre Q) en caninos domésticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Cicuttin, G.L.1; Lobo, B.2; Anda, P.2, Jado García, I.2

1Sección Serología y Pruebas Biológicas - Instituto de Zoonosis Luis Pasteur (IZLP) - Ministerio de Salud, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Av. Díaz Vélez 4821, CP 1405, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
2Laboratorio de Espiroquetas y Patógenos Especiales - Centro Nacional de Microbiología - Instituto de Salud Carlos III - Madrid, España.

Correspondencia e-mail: Gabriel Cicuttin gcicuttin@gmail.com

Recibido: 01/11/2012
Aceptado: 09/12/2013


Resumen

La fiebre Q es una zoonosis de amplia distribución mundial, causada por Coxiella burnetii. Habitualmente está asociada con el contacto con ganado bovino, ovino y caprino, y en zonas urbanas se ha demostrado la importancia de perros y gatos en su transmisión. En Argentina existen pocos datos sobre prevalencia en caninos domésticos. El objetivo del presente trabajo fue detectar anticuerpos contra C. burnetii en caninos domésticos procedentes de distintos barrios con necesidades básicas insatisfechas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Se estudiaron por inmunofluorescencia indirecta 123 sueros caninos. El 15,4 % de los caninos resultaron positivos a un título IgG ≥ 1/50, mientras que sólo el 2,4 % presentó títulos IgG ≥ 1/200. Estos resultados sugieren la circulación de este patógeno, siendo necesario ampliar el estudio al resto de zonas de la CABA y de Argentina, así como evaluar las posibles fuentes de infección de los animales.

Palabras clave: Fiebre Q; Coxiella; Caninos; Argentina.

Seropositivity to Coxiella burnetii (Q fever agent) in dogs of the Buenos Aires city

Summary

Q fever is a worldwide zoonotic disease caused by Coxiella burnetii. It is usually associated with contact with cattle, sheep and goats, and in urban areas highlights the importance of dogs and cats, in its transmission. There are few studies of prevalence in dogs from Argentina, so we conducted a serological survey for C. burnetii in domestic dogs from different poor neighborhoods of the Buenos Aires. IgG titers were determined by indirect immunofluorescence in a total of 123 serums. A 15.4% of the dogs tested positive at a titer ≥ 1/50, of which only a 2.4 % presented titers ≥ 1/200. These results suggest the circulation of this pathogen in the analyzed population. It is necessary to extend this study to other areas of CABA and of Argentina, and to assess the possible infection sources of animals.

Key words: Q fever; Coxiella; Dogs; Argentina


Introducción

La fiebre Q es una zoonosis de distribución mundial, a excepción de Nueva Zelanda, causada por Coxiella burnetii. Este patógeno es un cocobacilo Gram-negativo pequeño (0,2 a 0,4 μm de ancho, 0,4 a 1 μm de largo), intracelular obligado, perteneciente a la familia Coxiellaceae (orden Legionellales)18. La infección en humanos se puede presentar en forma de brotes o casos esporádicos, siendo algunas zonas consideradas endémicas. Está habitualmente asociada con el contacto con ganado bovino, ovino y caprino, a través de la inhalación de aerosoles formados a partir de material infectado (especialmente productos del parto) y contacto con otros productos (cueros, lanas y en menor medida, leche)1,11,18. Aunque se estima que los aerosoles infectados pueden alcanzar una distancia de 5km desde la fuente de infección, a raíz de la descripción de brotes en zonas urbanas se ha comprobado la importancia de los animales de compañía (perros y gatos)10,12. Los antecedentes de casos humanos debidos a transmisión desde caninos domésticos han estado relacionados generalmente con el contacto con perras parturientas, cachorros recién nacidos y, especialmente, cachorros muertos a los pocos días de nacer6,16.
La enfermedad en humanos tiene un periodo de incubación de 1 a 3 semanas y en la mayoría de los casos se presenta como un síndrome febril, que puede ir acompañado de neumonía atípica y/o afectación hepática1,11,18,24. Entre el 1 y 5% de los casos la enfermedad se hace crónica siendo la endocarditis la manifestación clínica más frecuente, habiéndose descrito también osteomielitis, hepatitis crónica y fallo multisistémico9,15. Las infecciones en perros y gatos suelen ser subclínicas, pudiendo ocurrir abortos o muerte prematura de los cachorros infectados13.
C. burnetii posee variantes antigénicas de fase relacionadas con los determinantes presentes en su membrana externa. La fase I es la forma virulenta que corresponde al determinante liso del lipopolisacárido (LPS) y se encuentra en los animales infectados, artrópodos y humanos. Por el contrario, la fase II es avirulenta y sólo se obtiene después de sucesivos pasajes en huevos embrionados o cultivos celulares11,18. Estas consideraciones son muy importantes para el diagnóstico serológico y tratamiento de la enfermedad.
La inmunofluorescencia indirecta (IFI) es la técnica de referencia para el diagnóstico de fiebre Q, siendo sensible y específica1,10,11,18. En humanos, además de la seroconversión de muestras recogidas en fase aguda y convaleciente, se utiliza un título aislado de IgM (valor de corte recomendado entre 1/40 y 1/64) para considerar un caso como positivo. Durante la enfermedad aguda, los anticuerpos IgG aumentan sólo frente al antígeno de fase II, mientras que en la enfermedad crónica se observan niveles elevados frente a las dos fases1,18,20. Es importante destacar que en los perros, los títulos de corte no están bien definidos y varían según los estudios publicados13.
El objetivo de nuestro estudio fue determinar la presencia de anticuerpos frente a C. burnetii en caninos domésticos procedentes de distintos barrios con necesidades básicas insatisfechas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Materiales y métodos

Durante el período comprendido entre abril de 2002 y junio de 2003 se recolectaron muestras sanguíneas de caninos domésticos mayores de 8 meses de barrios con necesidades básicas insatisfechas (NBI), pertenecientes a las áreas de influencia de los Centros de Salud y Acción Comunitaria Nº 5 (Villa Nº 15 -Ciudad Oculta-), Nº 24 (Villa Nº 3, Barrio Ramón Carrillo I y II, Villa Nuestra Señora de Fátima y Barrio Los Piletones) y Nº 30 (Núcleo Habitacional Transitorio Zabaleta y zonas aledañas de Villa Nº 21) de la CABA. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDE C), los hogares con NBI son los hogares que presentan al menos uno de los siguientes indicadores: hacinamiento (mas de tres personas por cuarto), vivienda (habitan en una vivienda de tipo inconveniente, como pieza de inquilinato, pieza de hotel o pensión, casilla, local no construido para habitación o vivienda móvil), condiciones sanitarias (no tiene ningún tipo de retrete), asistencia escolar (tiene al menos un niño en edad escolar de 6 a 12 años que no asiste a la escuela) y capacidad de subsistencia (tiene cuatro o mas personas por miembro ocupado, cuyo jefe no haya completado el tercer grado de escolaridad primaria). La población con NBI es aquella que vive en hogares con NBI.
Con el permiso de los propietarios de los animales, la muestra sanguínea se extrajo por punción de vena yugular o cefálica, posteriormente se centrifugó y el suero recolectado se conservó a -20ºC hasta su utilización. De cada animal se registraron las variables de procedencia, edad, sexo y raza.
La serología fue realizada mediante la técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFI) con antígeno comercial para fase II de C. burnetii "Bulk antigen for diagnosing Q-Fever by IFA 1" (Dolfinin, Bratislava, Slovak Republic), siguiendo las indicaciones del fabricante. Se utilizaron dos diluciones para el cribado (1/50 y 1/200), realizadas en tampón PBS (fosfato sódico 10mM, NaCl 140 mM, pH 7,2), considerándose como expuesto un animal con un título de 1/50.

Resultados

Se recolectaron un total 123 muestras sanguíneas de caninos domésticos, siendo el 54,4% hembras, el 46,7% ≤ 2 años de edad y en su mayoría de raza indefinida (90,2%).
La IFI para C. burnetii (fase II) resultó positiva en un 15,4% a un título ≥ 1/50 y solamente el 2,4% presentó títulos ≥ 1/200. En cuanto a la edad, 17 de los 19 perros con título ≥ 1/50 tuvieron menos de 3 años, al igual que los 3 animales con títulos ≥ 1/200. La seropositividad con título ≥ 1/50 fue similar para hembras y machos, mientras que el 89,5 % de los positivos a ese título eran de raza indefinida (Tabla 1).

Tabla 1. Seropositividad por IFI para C. burnetii por sexo y edad

 

Discusión

En la República Argentina, la fiebre Q fue muy estudiada en las décadas del 50-60 del siglo pasado, detectándose casos humanos agudos y seropositividad especialmente en obreros de frigoríficos y tambos, así como en bovinos, porcinos y caninos2,4,19,22,23. En años más recientes, se notificó un brote en cabras en la región de Entre Ríos, en animales procedentes de Uruguay, que afectó a 10 personas relacionadas con el establecimiento, y posteriormente, se detectaron 41 cabras seropositivas en 30 establecimientos de la provincia de Buenos Aires8,24. En zonas urbanas, un estudio realizado en garrapatas del complejo Rhipicephalus sanguineus de CABA no detectó genoma del género Coxiella7, mientras que en felinos domésticos del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se halló baja seropositividad21. Recientemente se ha realizado un estudio serológico en caprinos de distintos establecimientos nacionales, encontrándose un 0,22 % de animales positivos25.
La seropositividad en caninos domésticos es muy variable entre las distintas regiones del mundo y poblaciones específicas estudiadas, siendo generalmente mayor en perros sin propietario, y dependiendo del criterio utilizado para definir un resultado como positivo (la mayoría de los estudios realizados utilizan títulos de corte de 1/40, 1/50 ó 1/64)13. El nivel de seropositividad en caninos domésticos que hallamos (15,4 %) se encuentra dentro del rango de estudios similares en distintas regiones del mundo. Sin embargo, los distintos criterios utilizados se reflejan en una gran diferencia de seroprevalencias, desde un 48 a 66% en EEUU13, 15% en Japón13, 15,9% en Egipto5, 1 a 32% en distintos países europeos3,5, hasta 0% en Canadá17,26 y Nueva Zelanda14.
En Argentina se encuentran solo dos estudios en caninos. En 1962, se encontraron 18/19 perros positivos mediante la técnica de fijación de complemento y 16 perros fueron positivos a la prueba palpebral de hipersensibilidad22, y en 2007 no se detectó seropositividad en caninos domésticos del AMBA21. La diferencia respecto a nuestros hallazgos se debe probablemente a la diferente población canina estudiada, la cantidad de muestras procesadas y la distinta metodología utilizada. En nuestro caso, la gran mayoría de los animales seropositivos eran jóvenes, aunque es importante destacar que en estos barrios con NBI la población animal está sometida a una renovación continua debido a un exceso de muertes prematuras.

Conclusión

La seropositividad para C. burnetii hallada indica una exposición de los animales al patógeno, y por tanto, un riesgo de posible transmisión al hombre, más si se tiene en cuenta que en estos barrios con NBI existe una estrecha relación humano-animal. En cualquier caso, para evaluar el potencial riesgo para la Salud Pública, habría que analizar las posibles fuentes de infección (alimentación con productos cárnicos o lácteos de rumiantes domésticos, roedores urbanos, aves, transmisión por garrapatas, etc.), así como ampliar el estudio a caninos del resto de CABA y otras áreas urbanas de Argentina.
Se necesita una mayor interrelación entre los servicios de salud humana y veterinaria para poder determinar la importancia de la fiebre Q, una enfermedad ampliamente estudiada en las décadas del 50-60, pero que notoriamente apenas aparece mencionada en la bibliografía argentina contemporánea.

Agradecimientos: Este trabajo ha sido posible gracias a la colaboración de los residentes de la Residencia de Veterinaria en Salud Pública en los años en que fue realizada la toma de muestras.

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