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Interdisciplinaria

versión On-line ISSN 1668-7027

Interdisciplinaria vol.35 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul. 2018

 

ARTÍCULOS

Diferencias en la aplicación de estrategias de afrontamiento adolescente entre alumnos hombres y mujeres del nivel medio superior*

Differences in the implementation of adolescent coping strategies between men and women students upper level environment

 

Rosalinda Guadarrama Guadarrama**, Vanessa Mendoza Carmona***, Octavio Márquez Mendoza****, Marcela Veytia López***** Iván Martín Padilla Gutiérrez******

*Proyecto financiado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX).
**Doctora en Ciencias Sociales. Profesora de Tiempo Completo en el Centro de Investigación en Ciencias Médicas de la UAEM, Profesora del Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Tipo Superior, Miembro del Cuerpo Académico de Bioética y Salud Mental y Catedrática de la Maestríaen Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la UAEMEX y en la Licenciatura de Psicología y Trabajo Social de la Facultad de Ciencias de la Conducta (UAEMEX). E-Mail: rossygma@hotmail.com
***Estudiante del 9° semestre de la Licenciatura en Psicología en la Facultad de Ciencias de la Conducta en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX).
****Doctor en Ciencias y Doctor en Humanidades. Profesor de Tiempo Completo en el Centro de Investigación en Ciencias Médicas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX) y Profesor del Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Tipo Superior, Catedrático del Doctorado en Humanidades y del Doctorado en Ciencias de la Salud ambos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX) y Catedrático a Distancia de la Maestría en Ética de la Investigación de Flacso-Argentina.
*****Doctora en Ciencias de la Salud. Profesora de Tiempo completo en el Centro de Investigación en Ciencias Médicas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Profesora del Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Tipo Superior, Miembro del Cuerpo Académico de Bioética y Salud Mental, Catedrática del Doctorado y de la Maestría en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la y de la Licenciatura de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Conductade la UAEMEX.
******Estudiante del 9° semestre de la Licenciatura en Psicología en la Facultad de Ciencias de la Conducta en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX).
Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX).


Resumen

La adolescencia está caracterizada por cambios tanto físicos como psicológicos y tiene como resultado la identidad y la madurez requeridas para la edad adulta. Los adolescentes inician una etapa de situaciones a las cuales deben dar respuesta, siendo el contexto escolar solo uno de los escenarios en los cuales ellos manifiestan su forma de afrontar las problemáticas o situaciones cotidianas. El afrontamiento ha sido estudiado por diversos autores. Esta investigación está sustentada en la propuesta de Frydenberg y Lewis (1993) que postula al afrontamiento como un proceso cognitivo y afectivo que permite a la persona responder de manera particular a un estímulo y esta respuesta a su vez le permite la adaptación social de acuerdo a su contexto.
El objetivo del estudio realizado fue comparar los estilos y las estrategias de afrontamiento adolescente de acuerdo al sexo. Se trabajó con una muestra de estudiantes del nivel medio superior de una escuela pública del Estado de México (México). El rango de edad fue de 15-16 años con un promedio de 15.28 +- .48, siendo 268 hombres y 367 mujeres. Se aplicó la Escala de Afrontamiento para Adolescentes de Frydenberg y Lewis (1993). Los resultados presentan diferencias significativas en los estilos con respecto al sexo, ya que en los hombres es el estilo que presenta las medias más altas, y un puntaje de 70 a 89 indica que éste se emplea a menudo. También se encontraron diferencias en algunas de las estrategias de afrontamiento. Lo anterior permitió concluir que en los adolescentes la manera de afrontar sus problemas está relacionada con sus vivencias pasadas y el afrontamiento es una manera de autorregulación, corroborando así las diferencias del uso de afrontamiento entre hombres y mujeres adolescentes.

Palabras clave: Afrontamiento; Estilos; Estrategias; Adolescencia; Autorregulación.

Abstract

Adolescence is the stage that is characterized by both physical and psychological changes that will result in the identity and maturity required for adulthood. The adolescents begin a stage of situations to which to respond, being the school context only one of the scenarios in which they manifest their way of facing the problems or everyday situations. In this,as in all contexts, adolescents need to have personal resources that allow them to cope with problems and reduce stress.
Coping has been studied from several authors, so this research is based on the proposal of Frydenberg and Lewis (1993) which postulate coping as a cognitive and affective process that allows the person to respond in a particular way to a stimulus and this answer in turn will allow you or not the social adaptation according to its context. It has been pointed out that while coping is dynamic, not all forms of coping can be the best, everything will depend on the moment and what is faced. However, the more unproductive the ways of coping, the mental health of the adolescent and of every individual will be negatively affected.
The coping for Frydenberg and Lewis (1993) is divided in three same styles that derive in 18 strategies. Coping is considered with reference to the problem as the type of coping that allows to give solution and to diminish the tension. With respect to coping with others this will allow the search for support in others that allow to decrease the tension and with that to pretend the problem. And finally the non-productive coping that refers to only reducing tension but not solving the problem and even leads to self-incrimination.
The objective of the study was to compare styles and strategies of adolescent coping according to sex. For this purpose we worked with a sample of students of the upper middle level of public school of the State of Mexico, Mexico. The age range was 15-16 years with an average of 15.28 +- .48, with 268 men and 367 women. The Frydenberg and Lewis Teen Coping Scale (1993) was applied. The results showed significant differences in problem solving and non-productive styles. While the reference style to others did not differ in sex, differences were found in some coping strategies, noting that women employed more non-productive strategies than men, and it was corroborated that men tended to To employ more strategies that correspond to the problem-solving style, as is the case of physical distraction and relaxing amusements that has been a factor reported in several studies.
This allowed us to conclude that in adolescents the way to face their problems is related to their past experiences and coping is a way of self-regulation. Corroborating the differences in the use of coping among adolescent men and women. In addition to allowing new lines of research to be proposed that favorably impact not only on the school context of the student but in all its surroundings. Considering that if the confrontation is not unique and static, but that this is going to be exercised according to the situation and the previous experiences, one would have to contemplate the relation with the mental health.
Pointing to this last aspect, since the theoretical contributions point out that when it is not adequately addressed, it puts at risk mental health and reflects the lack of psychological resources to handle life.
It would be necessary to investigate more about the social demands of gender role, since when differences are found between men and women, this becomes a factor worthy of being studied, but no longer as being a man or a woman but about the behaviors allowed according to the role of socially assigned gender.

Key words: Coping; Styles; Strategies; Adolescence; Self-regulation.


Introducción

La adolescencia es la etapa entre la niñez y la edad adulta que se inicia con los cambios puberales y que se caracteriza por cambios biopsicosociales (González, 2005). Estos cambios generan crisis, conflictos y contradicciones, mayormente positivos. No es solamente un período de adaptación a los cambios corporales, sino una fase de grandes determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y social (Pineda & Aliño, 2002). Por ello, los adolescentes requieren contar con estrategias conductuales y cognitivas para lograr una adaptación y transición efectivas, ya que las exigencias psico-socioculturales les produce estrés, generando respuestas para el desarrollo de estrategias de afrontamiento (Frydenberg & Lewis, 1991).
El afrontamiento en la adolescencia determina la forma con la cual se adaptan los individuos activamente a las circunstancias (Monat & Lazarus, 1991). Tomando en cuenta que en el ámbito escolar existe sometimiento a un ambiente altamente competitivo (González, 2005), resulta importante el estudio de la capacidad de afrontamiento en adolescentes escolarizados del nivel medio superior. Ya que como lo han señalado Johnson, D. y Johnson, R. (2002), afrontar activamente la adversidad y el estrés dentro del contexto académico y en cualquier otro, influye positivamente en la vida saludable de los adolescentes. Además el afrontamiento es el reflejo de los recursos y habilidades sociales del individuo como así también de su cultura, vida personal y el nivel de dificultad percibido en una situación conflictiva (Monat & Lazarous, 1991), lo que determinará el uso de las estrategias de afrontamiento.
Johnson, D. y Johnson, R. (2002) definieron al afrontamiento como los esfuerzos cognitivos y conductuales dinámicos que el individuo emplea para hacer frente a los problemas. Lo que permite aseverar que el afrontamiento no es único sino que existen diferentes estilos y estrategias de afrontamiento.
En este sentido Frydenberg y Lewis (1993) han señalado que las estrategias cognitivas y afectivas son la base del afrontamiento, en los adolescentes como en cualquier persona. Estas le ayudan a responder de manera particular ante un estímulo, para lograr el equilibrio personal y social, aunque no siempre se llegue a una solución, ya que actúan en dos direcciones: la acción o la pasividad. Así Casullo y Fernández (2001) agregan que esta capacidad de actuar está en función del contexto y lo que se busca es reducir las condiciones desencadenantes.
Por su parte, Frydenberg y Lewis (1993) señalan la diferencia entre estilos de afrontamiento y estrategias de afrontamiento. Hablan de estilos de afrontamiento como variables disposicionales que influyen en la elección de las estrategias de afrontamiento, y de las estrategias de afrontamiento como acciones concretas y específicas puestas en marcha para enfrentar la situación.
La taxonomía de Frydenberg y Lewis (1993) propone tres estilos, cada uno de ellos con sus distintas estrategias: afrontamiento dirigido a resolver el problema, afrontamiento en relación con los demás y afrontamiento improductivo. El primero se refiere a abordar de manera directa las dificultades, mientras el segundo buscar el apoyo de otros a partir de sus preocupaciones y el tercero se refiere a usar estrategias que no permiten al adolescente dar solución al problema. De esta taxonomía se deriva la escala de estrategias de afrontamiento publicada por estos mismos autores en 1993, lo que ha permitido desarrollar investigaciones buscando la diferencia entre hombres y mujeres. En 1991 Frydenberg y Lewis encontraron que las mujeres buscan más apoyo social y tienden a focalizarse en las relaciones más que los hombres.
En un estudio realizado por Figueroa y colaboradores (2005) se encontraron diferencias en el uso de estrategias de afrontamiento entre hombres y mujeres de Tucumán (Argentina). Las estrategias de afrontamiento que más presentaron las mujeres fueron: hacerse ilusiones, buscar apoyo social, buscar apoyo espiritual, autoinculparse, la estrategia de falta de afrontamiento y reducción de la tensión. Por su parte loshombres manifestaron mayor empleo dedistracción física e ignorar el problema. Eneste mismo año, Fantin, Florentino y Co-rreché reportaron también diferencias por sexo: los hombres presentaron más distracción física e ignorar el problema, mientras que las mujeres mostraron mayor búsqueda de apoyo social, concentrarse en resolver el problema, preocuparse y buscar apoyo espiritual.
Además en otra investigación conducida por González, Montoya, Casullo y Bernabéu, (2002) resultó que los hombres destacan en el empleo de la distracción física, ignorar el problema y reservarlo para sí; mientras que las mujeres buscan ayuda profesional sin embargo, utilizan más el estilo improductivo y el de relación con los demás.
Más tarde, Martín, Lucas y Pulido (2011) encontraron que las mujeres obtienen medias superiores en el afrontamiento a través del grupo y en afrontamiento constructivo; mientras que los hombres obtienen puntajes superiores en el afrontamiento a través de la distracción. Con lo que llegaron a la conclusión de que las mujeres afrontan situaciones a través del apoyo social o la búsqueda de pertenencia, o si predomina el afrontamiento constructivo se preocupan o resuelven el problema, a diferencia de los hombres que lo ignoran.
Recientemente, Viñas y colaboradores (2015) en un estudio de 656 alumnos (320 chicos y 336 chicas), de Enseñanza Secundaria Obligatoria y de edades comprendidas entre los 11 y 17 años, correlacionaron el afrontamiento con el bienestar personal, encontrando en las mujeres una correlación elevada en las estrategias de fijarse en lo positivo y en la distracción física y con ello una correlación de .36 en el afrontamiento productivo, sin embargo en auto-inculparse, no afrontamiento y reservarlo para sí mismos obtuvieron correlación negativa. En los hombres no se reportaron correlaciones elevadas, sin embargo en auto-inculparse hay una correlación negativa y a su vez en afrontamiento no productivo con -.16. Por otra parte, el no afrontamiento tiene un mayor impacto en el bienestar de las chicas.
En un estudio realizado por Morales y Moysén (2015) con 724 adolescentes (413 mujeres y 311 hombres), con un rango de edad entre 14 y 17 años, del Valle de Toluca (Estado de México) se encontró que las mujeres utilizan con mayor frecuencia las siguientes estrategias: buscar apoyo social, esforzarse y tener éxito, preocuparse, buscar pertenencia, hacerse ilusiones, reducción de la tensión, autoinculparse, buscar apoyo espiritual y fijarse en lo positivo; por el contrario los participantes varones presentaron una media más alta en ignorar el problema, buscar diversiones relajantes y distracción física, por lo que tienden a emplear con mayor frecuencia estas estrategias.
Por lo que este estudio tuvo como objetivo comparar las estrategias y estilos de afrontamiento en hombres y mujeres estudiantes de preparatoria. Ya que Frydenberg (1997) menciona la importancia de la necesidad que tienen los psicólogos, sobre el conocimiento de las estrategias de afrontamiento en la adolescencia, rescatando de estas los datos implícitos que aportan a la interpretación de la conducta adolescente, ya que da una idea de cómo el individuo enfrenta y controla a la situación, y con ello alguna alteración psicológica o somática (Del Barrio, 2003). Lo que permitirá determinar el rumbo de futuras intervenciones, que a su vez permitan a los adolescentes afrontar más productivamente sus problemas y tomar decisiones acertadas en su vida adulta.

Método

Participantes

La muestra representativa se calculó al margen de error de .05 para una población de 6.685 alumnos, resultando un total de 377 estudiantes de Preparatoria Pública.
De ahí se derivó una muestra de tipo no probabilística intencional, ya que la participación de los estudiantes fue voluntaria, toda vez que se obtuvo el consentimiento y asentimiento informado de padres y alumnos respectivamente. Obteniendo una muestra mayor a la requerida con un total de 635 alumnos, de los cuales 268 fueron hombres y 367 mujeres, con una media de edad igual a 15.28 y una desviación estándar igual a.48 años.

Instrumento

Escala de Afrontamiento para Adolescentes (ACS) Frydenberg y Lewis (1993)

Esta escala consta de 80 reactivos con cinco opciones de respuesta, que van de Nunca lo hago a Lo hago con mucha frecuencia, que permiten la evaluación de forma precisa de 18 estrategias diferentes de afrontamiento: Buscar apoyo social (As), Concentrarse en resolver el problema (Rp), Esforzarse y tener éxito (Es), Preocuparse (Pr), Invertir en amigos íntimos (Ai), Buscar pertenencia (Pe), Hacerse ilusiones (Hi), Falta de afrontamiento (Na), Reducción de la tensión (Rt), Acción social (So), Ignorar el problema (Ip), Autoinculparse (Cu), Reservarlo para sí (Re), Buscar apoyo espiritual (Ae), Fijarse en lo positivo (Po), Buscar ayuda profesional (Ap), Buscar diversiones relajantes (Dr) y Distracción física (Fi).
A su vez, estas 18 estrategias se dividen en tres estilos: Resolver el problema (REP), Afrontamiento en relación con los demás (ARD) y Afrontamiento improductivo (AFI).
Con respecto a la confiabilidad, el ACS alcanzó coeficientes de consistencia interna que oscilaron entre .62 y .87 (M = .73) en la forma específica, y entre .54 y .84 (M =.71) en la forma general (Frydenberg, 1997). Además, se encontró que las correlaciones test-retest fueron más moderadas que altas. Alrededor del 50% de los coeficientes fueron inferiores a .70 tanto en la forma general como en la forma específica. Las confiabilidades test-retest para las subescalas variaron de .49 a .82 (M = .68) en la forma específica, y de .44 a .84 (M =.69) en la forma general (Frydenberg & Lewis, 1996; 1997).
Cabe señalar que el ACS tiene un factor de corrección y al aplicarlo permite ubicar a las estrategias en un rango de no utilizadas hasta utilizadas muy frecuentemente, con normas sin distinción de sexo.

Procedimiento

Se acudió a las distintas instalaciones de las preparatorias de la UAEM y se les explicó a los alumnos el objetivo de la investigación y la participación voluntaria, en la cual no existían riesgos físicos o psicológicos al participar en dicha investigación. De igual forma se les mencionó que sus datos serían manejados de manera confidencial y solo para uso científico, teniendo acceso a ellos solo el grupo de investigación. Esto quedó expresado en una carta de consentimiento informado para los padres o tutores y de asentimiento informado para los alumnos. Luego de ello, se aplicaron los instrumentos grupalmente, dentro de las instalaciones educativas. Las indicaciones fueron verbales y se aclararon tanto las dudas grupales como individuales.
Una vez contestados los cuestionarios fueron vaciados y procesados mediante el paquete estadístico SPSS v. 17, el cual permitió obtener la comparación por sexo por medio de la Prueba t de Student, al mismo tiempo de analizar la diferencia entre varianzas de acuerdo a la prueba de Levene, todo a un nivel de significación menor o igual a .05.

Resultados

La Tabla 1 muestra la comparación de los estilos de afrontamiento en hombres y mujeres. Con respecto al estilo de afrontamiento resolver el problema se puede observar que ambos sexos lo usan a menudo, siendo inclusive el estilo más empleado, sobre todo por los hombres. Esto indica que si bien las mujeres tienden a afrontar la problemática, los hombres lo hacen en mayor medida.

 

Tabla 1. Comparación de medias de los estilos de afrontamiento de acuerdo al sexo

 

Con respecto al estilo de afrontamiento no productivo, es empleado algunas veces y sobre todo por las mujeres, observando una diferencia estadística con respecto a los hombres, lo que permite determinar que las mujeres tienden a evitar más el problema que los hombres.
El estilo de afrontamiento con referencia a otros no mostró diferencias estadísticamente significativas y es también empleado a veces, lo que permite pensar que tanto hombres como mujeres tienden a buscar ayuda en otros para solucionar el problema.
La Tabla 2 muestra la comparación de las medias según sexo de las estrategias utilizadas por los adolescentes. Se encontró que existe diferencia estadísticamente significativa en el uso de las estrategias de acuerdo al sexo, en: preocuparse (Pr), falta de afrontamiento (Na), reducción de la tensión (Rt), acción social (So), autoinculparse (Cu), reservarlo para sí (Re), buscar apoyo espiritual (Ae), buscar apoyo profesional (Ap), buscar distracciones relajantes (Dr) y distracción física (Di).

 

Tabla 2. Comparación de medias de las estrategias de afrontamiento de acuerdo al sexo

Con respecto a las estrategias Pr, Na, Rt, Cu, Re y Ae, fueron las mujeres quienes establecieron diferencias estadísticamente significativas, obteniendo medias que indican emplear rara vez a menudo preocuparse, reservarlo para sí mismo, culparse a sí mismo, y en menor medida no afrontamiento, reducción de la tensión y ayuda espiritual, en comparación con los hombres.
Por su parte los hombres marcaron diferencia estadística en acción social, buscar apoyo profesional, las diversiones relajantes y la distracción física, siendo estrategias de resolver el problema y apoyo en otros. La estrategia de distracción física es a menudo empleada por los hombres en comparación con las mujeres, quienes la emplean a veces.
El resto de las estrategias no mostró diferencias entre los sexos.

Discusión

La adolescencia es la etapa que se caracteriza por cambios tanto físicos como psicológicos que tendrá como resultado la identidad y la madurez requeridas para la edad adulta. El objetivo de esta investigación consistió en determinar la diferencia en el uso de las estrategias y estilos de afrontamiento entre hombres y mujeres estudiantes del nivel medio superior. Ellos debían contestar según su forma de actuar o reaccionar cotidianamente ante cualquier problema. De acuerdo a los resultados obtenidos se pudo observar que existen diferencias en los estilos de afrontamiento improductivo y resolver el problema, mientras que el estilo con referencia a otros no mostró diferencia entre los sexos, reforzando la idea de que los estilos y estrategias de afrontamiento difieren de acuerdo al sexo, como ya lo han señalado Figueroa y colaboradores (2005), González, Montoya, Casullo y Bernabeu (2002), Martín, Lucas y Pulido (2011), Morales y Moysén, (2015) y Viñas y colaboradores (2015).
Con respecto al estilo de afrontamiento, se pudo observar que ambos sexos usan a menudo el estilo resolver el problema, siendo inclusive el estilo más empleado, sobre todo por los hombres, contradiciendo lo reportado por Martín y colaboradores (2011), quienes habían señalado que las mujeres tienden a afrontar más productivamente. Lo anterior permite pensar que los adolescentes están afrontando activamente sus problemas, convirtiéndose en un aspecto positivo ya que se ha señalado (Frydenberg & Lewis, 1993; Johnson & Johnson, 2002; Monat & Lazarus, 1991) que cuando los adolescentes cuentan con este estilo de afrontamiento tendrán mayor salud mental, demostrando tener un cúmulo de habilidades y recursos que han ido adquiriendo y/o desarrollando a lo largo de su vida con la finalidad de hacer frente a las adversidades.
Además, se encontraron diferencias por sexo en algunas estrategias de este estilo, siendo más empleadas por los hombres, lo que indica que si bien las mujeres tienden a afrontar la problemática, nuevamente los hombres lo hacen en mayor medida, siendo ellos quienes buscan formas de distraerse de manera física y relajada, lo que lleva a afirmar que el hombre tiende a buscar en mayor medida estrategias que le permitan resolver el problema y disminuir el estrés de manera considerable, inclusive parecería que las actividades relajantes y las distracciones físicas son una estrategia muy propia del sexo, confirmando, con esta investigación, los resultados que obtuvieron Figueroa y colaboradores (2005), Fantín y colaboradores (2005), Martín y colaboradores (2011), González y colaboradores (2002), Morales y Moysén (2015) y Viñas y colaboradores (2015).
Con respecto al estilo de afrontamientono productivo, es empleado algunas veces y sobre todo por las mujeres (González et al., 2002), observando una diferencia estadística con respecto a los hombres. Esto permite determinar que las mujeres tienden a evitar más el problema que los hombres, aspecto contrario a lo obtenido por Martín y colaboradores (2001). Las adolescentes evidenciaron emplear más estrategias como preocuparse, no afrontamiento, reducir la tensión, culparse a sí misma y reservarse el problema. Esto que lleva a inferir que si bien los hombres no están exentos de emplear este estilo y estas estrategias, son las mujeres las que tienden a emplearlo con mayor frecuencia, lo que puede convertirse en un factor de riesgo para su salud mental, pues como ya lo han señalado Gonzaléz, Valdez, González-Arratia y Velasco (2012) y Morales y Trianes (2010), este tipo de estrategias se presenta asociado abajo bienestar emocional, deterioro de las relaciones sociales y poca habilidad de solución de problemas, como así también a una predicción de psicopatología.
Entonces, aspectos como preocuparse por el futuro personal y del mundo, las cosas que pasarán y guardar sus sentimientos sobre sus preocupaciones evitando que otros se enteren, se convierten en los aspectos más importantes para las adolescentes, ya que ellas se manejan como más reservadas pero a la vez más sentimentales (González et al., 2012). Se corrobora así lo señalado por Oros y Fontana (2015), las niñas tienden a ser más afectivas por una cuestión de normativa social de acuerdo a su rol sexual, desarrollando más sentimientos de compasión, ternura, gratitud y alegría. Pero esto puede convertirlas en sujetos en riesgo de presentar alguna psicopatología.
El estilo de afrontamiento con referencia a otros no mostró diferencias estadísticamente significativas y es también empleado a veces, lo que permite pensar que tanto hombres como mujeres tienden a buscar ayuda en otros para solucionar el problema. Sin embargo, al analizar las estrategias se observaron diferencias entre hombres y mujeres, lo que permitió observar que los hombres hacen mayor uso de la acción social y la búsqueda de ayuda profesional, mientras que las mujeres buscan ayuda espiritual. Nuevamente los hombres tienden a buscar estrategias que le permitan interactuar con los otros, contradiciendo los resultados obtenidos por Morales y Moysén (2015), mientras que las mujeres tienden a buscar una deidad que les ayude a resolver el problema, lo que las limita a la solución del problema desde su propia persona y no en contacto con los otros.
De lo anterior se puede concluir que si bien existen diferencias en el uso de los estilos y estrategias de afrontamiento de acuerdo al sexo de los adolescentes, la muestra estudiada de manera general y de acuerdo a los puntajes promedio, emplea mayormente estrategias encaminadas a resolver el problema, seguido en referencia a otros y por último en no afrontamiento. Siendo una fortaleza del estudio ya que viene a corroborar diversos estudios previos. Observando además que el sexo es una variable que influye en el uso de
las estrategias. Y que son las mujeres quienes buscan más el apoyo, pero también sus estrategias de afrontamiento son más individuales e internas. Mientras que los hombres buscan solucionar el problema recurriendo a aspectos externos como una forma de eliminar o disminuir el estrés.
Todo ello permite afirmar que los adolescentes hombres cuentan con mayores recursos psicológicos necesarios que les permitan adaptarse al contexto (Frydenberg & Lewis,1993; Lazarus & Folkman, 1986), pues como lo han señalado Castro Solano y Lupano Perugini (2013), los aspectos psicológicos se convierten en lo más importante con respecto a la adaptación sociocultural. Esto permite planear futuras intervenciones con una perspectiva de género.
Sin embargo, este estudio al ser transversal no permite determinar las variables que podrían influir en el empleo de los estilos y estrategias de afrontamiento. Se sugiere estudiar variables tales como la edad, la situación académica, el contexto sociocultural, así como estudios correlacionales con respecto a la salud mental tanto de tipo positivo como negativo, que permitan dar cuenta de cuáles serían los estilos y estrategias que podrían actuar como factor protector o de riesgo para la salud mental en general.
Se considera además pertinente, indagar más sobre las exigencias sociales de rol de género, ya que al encontrarse diferencias entre hombres y mujeres, este se convierte en un factor digno de ser estudiado, a partir de los comportamientos permitidos y/o exigidos de acuerdo al rol de género asignado socialmente.

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Fecha de recepción: 31 de octubre de 2016
Fecha de aceptación: 28 de diciembre de 2017

 

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