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Andes

versión On-line ISSN 1668-8090

Andes vol.24 no.2 Salta dic. 2013

 

RESEÑA

La ciudad y sus representaciones. Arte y literatura a fin de milenio. (Cuaderno de trabajo nº 2)
Rodríguez, Susana y Raquel Guzmán (Coords.),
Editorial de la Universidad Nacional de Salta, Salta
2012, 226 páginas.

Uno de los aspectos más significativo del libro que reseñamos es que surge como producto de una serie de tareas de investigación desarrolladas en el marco institucional que brinda nuestra universidad. El volumen coordinado por Susana Rodríguez y Raquel Guzmán es uno de los resultados en que se materializan los esfuerzos de un proyecto de investigación acreditado ante el Consejo de Investigación de la Universidad Nacional de Salta, que se inserta además en un recorrido de indagación de mayor aliento sostenido desde el año 2008.

La conformación interdisciplinaria del equipo de trabajo responsable fue delineando una serie de actividades que sirvieron como ámbitos de discusión e intercambio para debatir sobre la temática convocante: el "Análisis crítico del concepto de "fin de milenio" implicado en los discursos del arte". En esta serie de eventos se llevó a cabo un Foro, durante el año 2008, producto del cual se editó luego una primera publicación titulada La cultura en la transición del siglo XX al XXI. (Cuaderno de trabajo Nº 1), que también publicó la Universidad Nacional de Salta en el año 2010. Durante el año 2009, se sumó el aporte de una serie de conferencias dictadas en la ciudad de Salta por el Dr. César González Ochoa de la UNAM; mientras que en el año 2010, se llevó adelante una mesa temática en las Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana (JALLA) realizadas en Río de Janeiro, en cuyas actividades participaron investigadores de Salta, Jujuy, Buenos Aires y São Paulo. Esta última mesa temática aporta el título para el volumen que presentamos- La ciudad y sus representaciones. Arte y literatura a fin de milenio-; el mismo constituye, entonces, el aporte más reciente del mismo equipo de investigación, en el que se recogen precisamente las catorce contribuciones del libro, que fueron redactadas por varios de los participantes para los eventos antes mencionados o, en algunos casos, se elaboraron como trabajos pensados especialmente para esta publicación.

Varios elementos me parecen significativos al momento de ofrecer aquí una panorámica sobre los trabajos reunidos. El primero de ellos tiene que ver con la temática elegida: la ciudad y su relación con las manifestaciones artísticas. Desde los trabajos pioneros de José Luis Romero en Latinoamérica: las ciudades y las ideas o Ángel Rama en La ciudad letrada, diferentes disciplinas han incorporado a la vida urbana como un eje de estudio ineludible para poder acercarse a las dinámicas sociohistóricas y culturales de nuestro continente. En el marco de los estudios literarios, ha sido la misma emergencia de nuevas modalidades discursivas, en íntima relación con las prácticas particulares de los espacios urbanos, la que ha fomentado la producción de sus propias herramientas teóricas o sus abordajes interpretativos para estas innovaciones textuales que acompañaron- y acompañan- las manifestaciones culturales originadas en las ciudades latinoamericanas. La crónica modernista decimonónica, el folletín, la novela indigenista urbana, la crónica finisecular del siglo XX, el testimonio, la literatura trash, la literatura cartonera han gestado sus comienzos y derroteros de producción y circulación acompañando disímiles procesos de modernización cultural, de variaciones demográficas, de afianzamiento y expansión de los mercados de bienes simbólicos, de formación y ampliación del lectorado en una simbiosis con los procesos constitutivos de las capitales y las pequeñas ciudades de Latinoamérica, al punto que no pueden ser comprendidos en profundidad si se desconocen sus matrices de gestación urbana. La propuesta de este volumen se vincula con esta sedimentada genealogía de intereses que enraíza la crítica cultural latinoamericana.

Una peculiaridad de los trabajos es la perspectiva situada de las investigaciones, que explícitamente piensa- en la mayoría de los casos, aunque se suman también otras ciudades latinoamericanas- una numerosa variedad de manifestaciones culturales (la literatura- en sus géneros poéticos y narrativos-, las artes visuales, el arte digital, la danza, las instalaciones urbanas, entre otros) desde el enclave de la ciudad de Salta en la actualidad. La opción no implica caer en el ejercicio de la exaltación local de un costumbrismo superfluo pues, en estas investigaciones, los fenómenos analizados validan su estatus de objetos de estudio en la medida en que aceptan el diálogo que los pone en relación con procesos macro (el neoliberalismo globalizado, las variaciones contemporáneas en el terreno de lo literario, las tendencias socioculturales del presente, las aproximaciones especulativas del pensamiento contemporáneo) y permite entonces trabar lecturas integradoras y diferenciales, donde puedan atenderse tanto las sincronías con variables externas a la ciudad de Salta, como las instancias, precisamente distintivas, que aporta lo local cuando se perfila al trasluz de estas dinámicas generales que lo presuponen, lo complementan, lo destacan.

Especial atención merece, en este sentido, los esfuerzos por leer la poesía en fuerte sintonía con la representación de los espacios urbanos, tal como se advierte en los artículos de Alejandra Nallim, Raquel Guzmán y Fabio Weintraub, orientados al develamiento de estas cercanías en poetas contemporáneos canonizados- como Néstor Groppa, Juan Gelman o Carlos Drummond de Adrade- y en las promociones más jóvenes a las que pertenecen por ejemplo el jujeño Federico Leguizamón- y también los narradores Fabián Casas y Eduardo Muslip, cuyas obras analiza María Stegmayer en otro artículo del libro, o Fernando Rivera, quien es estudiado por Elisa Moyano como exponente de la nueva literatura urbana peruana. En sus recorridos, los trabajos bosquejan una geografía extendida en la que una constelación de ciudades (San Salvador de Jujuy, Salta, Buenos Aires, São Paulo, Arequipa) mapean una red de significaciones donde los sujetos articulan las vivencias de lo cercano y lo reconocible, lo mitificado y lo cotidiano, la violencia acelerada y la reconfortante estabilidad que aportan los recuerdos.

Por otra parte, en el libro no sólo interesa pensar la ciudad a partir del modo en que lo artístico se apropia de sus referentes, de sus lógicas y de sus rutinas, sino que también hay lugar para la reflexión sobre otras instancias satelitales igualmente importantes, como por ejemplo los avatares de la gestión cultural urbana. En este sentido, Ana Benedetti revisa las políticas culturales del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Salta, a partir de la experiencia de Arte 200, una muestra colectiva reciente que tuvo como eje temático el Bicentenario; mientras que Roxana Ramos estudia las derivaciones entre oficialidad cultural y discurso social contestatario, tal como fue problematizado en las derivaciones del proyecto Invención-Construcción con sesgos de intolerancia y censura. Con objetivos cercanos, los trabajo de Laura Navallo Coimbra y Mariano Gusils realizan un recorrido por la historia del Abril Cultural Salteño, tratando de reconocer las derivas sobre la concepción de intervención institucional, que puede rastrearse en un estudio diacrónico de esta institución, como así también analizar los procesos de canonización autoral y divulgación cultural, que intervinieron durante los casi cuarenta años de trayectoria sostenida de estas actividades.

El abordaje interdisciplinario me parece otro de los puntos relevante de este proyecto de investigación, en el que se pensaron y discutieron estos avances, y que tiene su correlato en la escritura de los artículos que finalmente fueron incorporados al libro. La preeminencia de esta perspectiva cruzada permite pensar los fenómenos culturales y artísticos fuera de los corsés disciplinarios. Así, se advierte por ejemplo que los tópicos sobre la banalización y el absurdo y las variaciones sobre la fugacidad a través de los cuales se bosqueja el presente, aspectos éstos que circulan con frecuencia en el discurso literario contemporáneo, tienen sus ecos y resonancias que los replican y los acompañan, en las iniciativas artísticas independientes o la institucionalización de un evento incorporado al programa de actividades de un museo.

Concluida la lectura de la compilación, una de las certezas perdurable sugiere que lo interdisciplinario es casi una exigencia para poder arriesgar reflexiones sobre las nuevas reglas que impulsan las producciones artísticas en la actualidad y sus no menos importantes formas de circulación social. En el estudio que Susana Rodríguez dedica a los jóvenes narradores salteños Carlos Varas Mora y Alejandro Luna, pueden observarse las renovadoras formas de la cibercultura, donde las lógicas del hipertexto se amalgaman con los aportes del cine gótico y las historietas orientales, en manifestaciones literarias de una desmedida fragmentación que no sólo termina mutilando cualquier figuración subjetiva y corporal sino que desvanece hasta lo irracional las percepciones actuales sobre Salta como ciudad.

Para finalizar, un último aspecto del libro que debe destacarse puede ser pensado desde la lógica de la misma formación de recursos humanos en nuestra universidad, pues del volumen participan investigadores en distintos niveles de formación. Hay aportes de docentes que tienen una dilatada trayectoria como directores de proyectos, de alumnos que se encuentran en pleno proceso de formación en dicha tarea en el ámbito de la universidad y, por último, también encontramos los aportes de personas que guardan una vinculación menos estrecha con esta esfera académica institucionalizada. Estas variaciones se advierten en los planteos realizados, en las diferentes densidades de las asunciones teóricas y en los mismos intereses que pueden a veces, por suerte, quebrar las imposiciones dogmáticas de la academia y sus discursos convencionales. En suma, la copresencia de estas perspectivas nos arroja una panorámica final donde se percibe, en latente y productiva actividad, la tarea de investigación en sus diferentes y válidas alternativas de desarrollo.

Los textos verdaderamente motivadores son aquellos que incitan a pensarnos como sujetos en la fibra más íntima- pues al fin y al cabo siempre somos una individualidad con su historia a cuestas- pero también en la esfera que nos interpela como integrantes de un colectivo. El libro que brevemente hemos reseñado colabora en ambos sentidos, porque en su panorámica expone las sensaciones de una época- la nuestra- tal como está cristalizando en las percepciones artísticas sobre la vida en algunas ciudades latinoamericanas, en donde todos tenemos una participación propia. Asoman así, como íconos recurrentes, las escalas axiológicas perecederas y móviles, un escepticismo que hiere hasta el absurdo, una realidad flotante que inquieta cada vez menos a fuerza de costumbre, matizados por la tensión entre los paradigmas artísticos tradicionales y las nuevas propuestas estéticas y la crítica punzante a las desigualdades socioculturales. Por otra parte, el volumen también nos interpela en el terreno de los colectivos, en el de la tribu académica que ve agotado su monólogo disciplinar y requiere en la solidaridad con otros gremios, en el difícil gesto de descentrar la mirada, una clave para ganar en profundidad al repensar las experiencias artísticas.

Por todo ello, resulta indiscutible que la complejidad polivalente de las representaciones artísticas y las política culturales en que son delineadas- como las que, generosamente, se analizan en esta compilación- proponen una clara incitación a seguir haciendo, a seguir problematizando y refundando nuestro presente; pues, aunque los diagnósticos parecen- a veces- poco auspiciosos, la constancia de la deliberación sobre el asunto es una huella hacia el futuro, porque sin dudas responder a un desafío artístico- y a la gestación de su reflexión inminente- significa siempre apostar por un camino que nos inquieta y nos moviliza, con vitalidad renovada, más allá de la inestabilidad de nuestros días.

 

Carlos Hernán Sosa
Universidad Nacional de Salta

 

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