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Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versão On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  n.17 San Salvador de Jujuy nov. 2001

 

Inmigración y mujer: de la marginalidad al arquetipo

Immigration and women: from marginality to an archetype

Elisa Cohen De Chervonagura *

* Universidad Nacional de Tucumán - CONICET e-mail: haradom@infovia.com.ar

RESUMEN

El movimiento migratorio que se produjo especialmente entre finales del siglo XIX y comienzos del XX entre Europa y América implicó la movilización de sistemas de representaciones colectivas y universos simbólicos que se evidencian en especial en el lenguaje testimonial de la mujer, ubicada por lo general en los márgenes de las instituciones.
Nos interesa especialmente el caso de una de ellas, ubicada en el extremo más rechazado del tejido social por ejercer la prostitución, lo cual lleva a un discurso polarizado que permite advertir cómo el imaginario social sustenta una movilidad social que presenta elementos ideológicos y que debido a ciertas características en la historia personal del personaje estudiado, se constituye en una pieza efectiva del ejercicio del poder dentro de la vida comunitaria de Tucumán.

ABSTRACT

The migratory movement produced especially at the end of the XIX and beginning of the XX Centuries in Europe and America brought about systems of collective representations and symbolic universes evidenced specially in women´s testimonial language, generally established at the margin of institutions.
We are interested in specially, one case, a woman in the furthest extreme, most rejected of the social fabric because of her being a prostitute, this leads to a polarized discourse that allows us to see that the social imaginary gives way to a social mobility that presents ideological elements that due to certain characteristics in the personal history of the subject we have studied, which constitutes an effective exercise of power within the community in Tucumán.

INTRODUCCIÓN

Cuando abordamos el estudio de producciones discursivas que dan cuenta de procesos determinantes en la conformación de las sociedades modernas, como es el proceso de inmigración registrado en América desde finales del siglo XIX, resulta imprescindible el análisis de los sistemas de representaciones colectivas, el imaginario social, los universos simbólicos y las ideologías presentes en los discursos de esa sociedad (Nota 1).
Así pues, dentro de este espectro aparecen también los arquetipos, caracterizados como modelos guías vinculados a temas míticos, y que siguiendo a Jung, pueden organizar las representaciones y percepciones colectivas en función de una determinada interpretación, y que son redefinibles, porque dependen de procesos sociales más generales tales como los desplazamientos grupales y los movimientos migratorios.
En efecto, según hemos advertido en nuestras investigaciones, el poder evocador de un nombre con suficiente fuerza simbólica, como "América", asociado a una tarea deseable como "hacer la América" y a un discurso que proyectaba un imaginario sostenedor de una visión de mundo y de un sistema de valores, fueron fundamentales para promover la partida de los inmigrantes, más aún si los acuciaba el hambre, las guerras y, como en el caso de las mujeres, se aceptaba el mandato de obediencia familiar.
De modo que en los inmigrantes de comienzos de siglo, el viaje a América sustentaba una serie de expectativas e ilusiones que se habían difundido por medio de discursos que describían una realidad social totalmente nueva en los aspectos económicos (ya que se proponían e impulsaban nuevas bases productivas) políticos (porque se prometía la participación activa en otras formas de poder) sociales (debido a que al difundirse nuevos valores y creencias se generaba una activa movilidad social) y culturales (puesto que se planteaba la posibilidad de acceder a los movimientos intelectuales generados en la ciudad, superadores de las carencias de las áreas rurales).
Por otra parte, la sociedad americana se construía como un centro de poder que intentaba legitimarse a través de los discursos institucionales, verdaderos difusores de las virtudes de un capitalismo pujante que necesitaba, por otra parte, la fuerza laboral de los grupos recién llegados.
Así el sueño americano, el American Dream, se construyó en gran parte a través de un proceso de verbalización que recurría no solo a la comunicación boca a boca o las informaciones transmitidas a través de cartas (Nota 2) o periódicos, sino sobre todo a la imagen y al discurso de la cinematografía que incorporó el estereotipo del héroe moderno triunfante ante las adversidades y que fue en gran parte responsable de la movilización de grandes contingentes a través del océano.
Por otra parte, para dominar el campo de representaciones de la realidad social basadas en el caudal simbólico, fue necesario elaborar estrategias de propagación, y por lo general el imaginario social que impulsó en Europa la idea de la inmigración americana durante los siglos XVIII y XIX, tal como nos contaron nuestros informantes, se difundió en gran medida gracias al discurso coloquial, a la comunicación oral y a la relación epistolar, géneros muy próximos que apelan a la afectividad y respaldan la circulación de un significado movilizado muchas veces a través de un ideario común.
En efecto, la imagen de una América pujante, con avenidas espaciosas, altos edificios y numerosos vehículos que se desplazaban sin cesar, constituyó un elemento recurrente en los primeros productos generados por el cine, y que fueron consumidos ávidamente por el espectador europeo, sumergido en pequeñas y aisladas aldeas.
No es casual entonces, que la Estatua de la Libertad erigida en 1886, estuviera a la vista directa de los pasajeros que entraban al puerto de Nueva York por el estrecho de Verrazano. Era todo un objeto emblemático que no solo creó un nuevo campo simbólico sino que también impulsó el imaginario tanto de los detentores del poder como de los excluidos, al representar la oferta concreta de la libertad en todas sus posibilidades: esa estatua monumental condensaba una utopía buscada por las multitudes que llegaban a las costas, y se convirtió en una imagen reproducida al infinito en los incipientes medio de comunicación.
Cabe aclarar que en los grupos judíos europeos las motivaciones de la migración eran variadas: no solo se pretendía una mejora en las condiciones económicas y jurídicas o huir de una legislación militar opresiva, sino que en el caso de las mujeres, se pretendía asegurar la vida social y económica a través del casamiento.
Así, dentro de este amplio panorama, nos interesa analizar las vías de inserción social que tuvieron algunas mujeres judías inmigrantes, que muchas veces llegaron al país llevando como único modelo impulsor, representaciones simbólicas que incluso conspiraron en su inserción a una nueva realidad .

EL IMAGINARIO SOCIAL: MODELADOR DE HISTORIAS

Consideramos como imaginario social a un conglomerado un tanto disímil que impulsa a la acción colectiva, porque proporciona elementos de percepción impulsores de la realidad social (Pintos: 1995).
En este punto, y siguiendo a Bronislaw Baczko (1984:35) agregaremos a ese concepto inicial, que los imaginarios sociales son representaciones colectivas, tipos de ideas- imágenes de la sociedad global, que tienen como función organizar y dominar el tiempo colectivo sobre el campo simbólico lo cual lleva a advertir que en la realidad histórica casi siempre memoria y esperanza colectiva se completan y alimentan entre sí.
De modo que ese imaginario, tal como se lo define, sería un esquema de interpretaciones y valoraciones que provoca en determinada comunidad la adhesión a un sistema de valores, además de moldear las conductas y conducir a los individuos a una acción común, y tiene un lugar preponderante entre las representaciones colectivas donde conviven y se intersectan ideas, ritos, modos de acción e incluso emblemas del poder.
Así el imaginario se vincula con elementos fundamentales de la conciencia humana, pero al ser de carácter social se plantea también como un fenómeno colectivo: por eso sentir, pensar y creer varía entre las diferentes sociedades a lo largo del tiempo.
De esta manera el imaginario, aseguraría a un grupo social determinado no solo un esquema colectivo de interpretación de las experiencias individuales de por sí complejas y variadas, sino también la codificación de expectativas y esperanzas, y especialmente la incorporación en la memoria colectiva de los recuerdos y de las representaciones del pasado cercano o lejano (Baczko, 1984:57).
Pero además, estas representaciones operan en la producción de visiones del futuro y en la proyección sobre éste de obsesiones y fantasmas, esperanzas y sueños colectivos en los que el éxito y la admiración positiva del resto resalte la calidad del aporte migratorio pese al poco tiempo de residencia y enfatice la fidelidad y adhesión al espacio territorial, y por la misma razón se evita sobresalir en aspectos marginales.
En efecto, si en el campo del imaginario se articulan ideas, acciones y símbolos que se construyen sobre las experiencias pero también sobre los deseos e intereses, los imaginarios se apoyarían sobre un simbolismo social amplio en el que no sólo se incorporan objetos sino también las reacciones hacia ese objeto porque introducen valores y modelan conductas colectivas.
De modo que creemos que gracias a su compleja estructura y a su tejido simbólico, el imaginario social sería una de las causales de que en la memoria colectiva de los inmigrantes , se valorase todo aporte que les permitiera formar parte importante y prestigiosa de la sociedad tanto en el plano cultural, científico o cualquier otra actividad que enfatice la capacidad y la inteligencia y que refleje una capacidad importante de integración, que en el caso del grupo migratorio judío se manifestaba en el mantenimiento de la tradición y en el aporte activo a la nueva sociedad.
Así, la comunidad judía frente al hecho de la prostitución se enuncia totalmente fracturada, porque por un lado se resalta el valor de la redención y el perdón, amparada en las fuentes religiosas tal como advertimos en los periódicos que hemos consultado, mientras que el discurso de los informantes, especialmente de algunas mujeres, refleja y conforma toda una práctica social de exclusión.
En efecto, el tema de la prostitución de mujeres judías se pudo neutralizar por el enfrentamiento abierto de los dirigentes comunitarios y de los rabinos, quienes los consideraban "tmeím" (del hebreo: impuros), situación que llevó a las prostitutas y tratantes a tener sus propios cementerios, teatros e instituciones totalmente separados de la comunidad, una actitud que se advierte aún en la actualidad donde comprobamos que incluso en el cementerio local están en lugares separados.
Por otra parte y tal como lo venimos señalamos, consideramos que el imaginario social está conformado, entre otros elementos, por creencias integradas en un sistema que se actualiza según circunstancias históricas determinadas, y que en el caso que nos ocupa tiene como elemento medular la concepción de que el bienestar se obtiene en tierras lejanas, una utopía abonada por siglos de discursos míticos sobre la riqueza americana ya surgidos desde el momento mismo del descubrimiento.
Así, por ejemplo en el caso de los grupos judíos, la migración forzada aparece como una constante frente a diferentes condiciones socio- históricas pero siempre está asociada con la búsqueda de una tierra prometida como lugar de redención y paz.
En efecto, a menudo el inmigrante sufría en el país de origen las consecuencias de una relación de dominación y opresión institucional, que se evidenciaba en el establecimiento de relaciones de poder asimétricas mantenidas sistemáticamente, lo cual no solo llevaba a una exclusión generalizada sino a la capacidad de ciertos sectores de poder de tomar las decisiones, o realizar sus intereses en detrimento del grupo minoritario que veía como única salida, la inmigración.
Quizás esta sea la razón por la que desde fines del siglo XIX, y tal como ya lo señalamos, algunos de los símbolos en los que se sustentaba la imagen de América fueran la paz, la libertad y la ilusión de revertir relaciones opresivas para no ser más un excluido.
Cabe recordar que en este punto el imaginario se aproxima al pensamiento utópico, porque un tema constante de las utopías a lo largo de los siglos y que está tiñendo el discurso migrativo, es el sueño de una sociedad perfectamente transparente cuya representación fuera la imagen fiel de la realidad. O para expresarlo mejor: las utopías explican lo que tiene que ver con las motivaciones, con fantasías que no caben en el presente del sujeto como afirma Terry Eagleton (1997:170) y que en nuestro caso era el ideal de una vida más propicia con menos desamparo y temor.
La utopía entonces, interviene en la producción de un imaginario alternativo, generado por una nueva mirada sobre el mundo mientras que simultáneamente intenta construir un modelo racional de sociedad feliz, y de esta manera no solo moviliza profundamente a los grupos sociales sino que, como señala Baczko, "ofrece estructuras de bienvenida a las esperanzas colectivas en la búsqueda de una idea moral y social, y por consiguiente contribuye como agente activo a la cristalización de sueños sociales" (1984:63).

LA VOZ DE LA MUJER: MUTACIONES, NEGACIONES Y AUSENCIAS

Abordar el tema que nos preocupa desde una perspectiva de género, nos lleva a plantear que muchas veces es la propia mujer quien como grupo dominado legitima al grupo dominante mediante su acuerdo y aceptación, especialmente si se trata de elementos materiales o simbólicos (Martín Rojo y van Dijk, 1998:178). Por lo general la mujer considera que recibe lo que le corresponde porque es lo justo, sin pensar que muchas veces estos criterios fueron establecidos para favorecer otros intereses legitimados a posteriori por las costumbres y la tradición.
Así, era común en la planificación familiar de la estrategia inmigratoria que fuera el hombre quien emigrara primero para luego traer al resto de la familia en cuando se hubiera cimentado su posición económica, incluso en ciertas circunstancias el solo hecho de tener un esposo en América, era razón suficiente para que la esposa fuera considerada en tránsito a América y por lo tanto era impulsada a emigrar, ya que formaba parte de una estructura familiar independiente de su propia familia.
De esta manera, advertimos que en los grupos inmigratorios judíos se excluía a la mujer de las decisiones importantes y existían normas implícitas que debían cumplirse (tal como la necesidad de casarse antes de cierta edad) además de temores reales al hambre, la muerte, las numerosas violaciones presentes en los "pogroms", todo lo cual impulsaba a numerosas jóvenes a emigrar incluso sin sus familias. La necesidad de viajar como un beneficio especial para la mujer se advierte en el discurso de nuestras entrevistadas quienes por lo general apelan a estrategias de legitimación de las normativas sociales tradicionales y de sus valores.
Pero si bien con el inmigrante se inicia en América un nuevo tipo de sociedad civil propia del siglo XX que desembocaría en la construcción de una identidad nacional basada fundamentalmente en la resignificación individual y social de los distintos grupos migratorios, en el caso de la mujer la marginación continuaba, porque en una sociedad básicamente patriarcal debieron soportar la exclusión política y social, sin renunciar a mantener su función procreadora y recluir sus percepciones y opiniones al espacio de la intimidad, por lo menos hasta la sanción del voto femenino.
En efecto, un enfoque de este tema desde la perspectiva discursiva, nos ofrece interesantes fuentes de reflexión porque "exige la implicación del teórico en aquello que estudia, y por otro, una mirada crítica que problematiza el propio modo de mirar buscando caminos antes no explorados"(Martín Rojo y Whitker, 1998:10)
Y aquí ya no estamos estudiando el trayecto y las vicisitudes de las mujeres comunes que llegaban a América a comienzos de siglo, sino que nos referiremos a otra migración más callada, subterránea y silenciosa, pero no menos abundante que ingresaba a las costas americanas muchas veces seducidas y obligadas. Eran las mujeres de la prostitución, que se codeaban con el hampa y que debían enfrentar no solo los riesgos de un oficio despreciado sino que constituían la escoria social, el último eslabón de una cadena que las negaba y despreciaba.
En efecto, había otro tipo de mujer judía que llegó muchas veces en forma forzosa a América para ejercer el viejo oficio. Fueron separadas y consideradas impuras entre los grupos judíos además de ser obligadas a llevar una vida marginal, y sin embargo perduran en el imaginario colectivo de la comunidad que a lo largo de los años intentó tejer tanto la leyenda negra como la reivindicatoria.
Estas mujeres, que por lo general fueron traídas mediante engaños, eran transgresoras, pero de alguna manera y hasta cierto punto, también eran independientes e intentaron construir su propio American Dream, verbalizando y actuando un imaginario en el que el estereotipo del héroe moderno puede triunfar ante las adversidades.
Así, el tema de la prostitución aparece soslayado, criticado, omitido en el discurso de los diferentes informantes que entrevistamos y, sin embargo está tratado con gran delicadeza en el discurso de la prensa, todo lo cual constituyen actitudes y conductas colectivas en las que anidan valores, e ideologías que proyectan lo mejor y lo peor en comportamientos e imágenes "reales"y no menos reales que otros principios de organización social (Ledrut, 1987:45)
Intentaremos analizar cómo se entreteje en el imaginario social de la sociedad tucumana la imagen de una prostituta judía, Malka Abraham según el discurso periodístico de los anos '50 y el testimonial de la actualidad.

MALKA ABRAHAM: LA MARCA DEL DESTINO

Entre los numerosos relatos que circulan en la comunidad judía de Tucumán, sobresale la historia de Malka Abraham, una joven que fue traída (probablemente engañada) por los tratantes de blancas a comienzos de siglo, desde Zadugora, provincia de Bucovina (Rumania)donde había nacido en 1887.
La Tzví Migdal era una organización creada especialmente para reclutar jóvenes inocentes de Europa y muchas veces mediante un casamiento fingido se las traía a América para obligarlas a trabajar como prostitutas, a lo que la joven debía plegarse luego de días de castigos y encierros
Malka fue una de estas mujeres que luego puede liberarse de la organización y llega a Tucumán, intentando trabajar en otra ocupación, pero es reconocida por lo que debe dedicarse a prestamista, si bien antes de su asesinato puede dejar mediante testamento, todos sus bienes a la escuela judía local.
Cabe aclarar que la organización mafiosa enviaba jóvenes apuestos, americanizados, con amplio dominio histriónico que llegaban hablando la misma lengua que los humildes habitantes del "shtétl", pequeñas aldeas aisladas del mundo, y así se lograba crear un circuito bastante eficaz de propagación, adaptado a la mentalidad de los receptores.
En este caso la estrategia de persuasión era la palabra y sobre todo la imagen: un joven elegante, que llega a buscar esposa entre los judíos y que ofrece llevar a América a una muchacha en medio de un mundo en guerra era probablemente lo más cercano al paraíso, y así el discurso se cubría de verosimilitud, entonces cualquier posible comentario adverso o contrario quedaba desacreditado frente a la aparente irrefutabilidad de las pruebas presentadas.
Por otra parte estos traficantes fomentaban también la idea del paraíso americano recurriendo arteramente a estructuras precisas presentadas como verdades incuestionables frente a la ingenuidad de los escuchas que no exigían el respaldo de otros recursos como alguna descripción más detallada.
Los delincuentes sabían que no necesitaban otras estrategias persuasivas en un contexto socio- histórico en el que la pertenencia a un mismo pueblo y la lengua común eran razones suficientes para creer en la palabra de la persona, porque además eran conscientes de que el imaginario compartido llenaba las ausencias informativas.
En efecto, así verificamos que "las funciones pragmáticas y persuasivas de justificación sólo tienen éxito cuando están basadas en una semántica de representación eficaz: el hablante tiene que presentarse como portavoz de la verdad y por consiguiente, tanto la representación de sí mismo como su versión de lo ocurrido han de resultar verosímiles para que las versiones alternativas de los sucesos se deslegitimen" (Martín Rojo y van Dijk, 1998:226)
De modo que estos discursos contribuyeron al ideario utópico e impulsaron el movimiento migratorio, porque a través del testimonio de los propios inmigrantes se traslucían otras voces que a modo de mecanismos intertextuales soportaban valores y modelos de diferentes tipos y que, al parecer, circulaban con la misma rapidez y efectividad con la que eran producidos
Así, el antiguo mito de la Cenicienta mezclado con otros relatos de la tradición bíblica (Ester seleccionada por el rey Asuero, Rebeca elegida por Eliezer, etc) se encarnaba en cada joven engañada, tal como lo describe una de nuestras informantes:
El traficante de blancas iba por los pueblitos, era un buen mozo bien trajeado a la última moda, que había hecho fortuna en la América y como quería casarse las casamenteras empezaban a buscar. Las mujeres se peleaban diciendo: mi hija es mejor! mi hija es mejor! Todos le creían porque iba primero a un pueblito y decía que no encontraba nada, después a otro y a otro donde vivía a lo grande y le precedía una fama de millonario En el pueblo se hacía la boda fraguada. Pero después, ya en el barco, les pegaban, las tenían sin comer y las obligaban a entrar en los prostíbulos, incluso las obligaban a mandar plata al pueblo con cartas donde decían que todo iba bien
(Lucy Shapira)
Aquí advertimos que la estrategia de legitimación discursiva se respaldaba no solo en la palabra autorizada, ya que el hablante de idish no induce a la desconfianza frente a otros hablantes del dialecto, sino en el propio discurso de los habitantes que se propagaba con la fuerza y la vitalidad del rumor a otros pueblos, llevando noticias seguramente acrecentadas por la imaginación popular.
Posteriormente, ya capturadas, las jóvenes eran obligadas a escribir cartas contando su buena fortuna hasta que luego se las hacía romper con su familia. Sin embargo muchas de ellas, también llevaban el sueño de "hacer la América", y tal como nos comentaron, sus cartas estaban llenas de eufemismos y mentiras piadosas en las que se presentaba a su amante como su marido y se contaba la supuesta protección de los nuevos parientes, todo lo cual realimentaba el mito en otras jóvenes de la región.
Una de estas jóvenes fue Malka Abraham. Malka estaba excluída de la sociedad judía y de sus instituciones, pero al donar todo su dinero para la escuela local se convierte en una pieza clave dentro de la comunidad y llega a ejercer un poder enorme al causar un verdadero cisma entre los dirigentes que culmina con la renuncia del presidente de la Kehilá, (la institución que nuclea a los judíos) quien se niega a aceptar lo que él considera dinero sucio.
Nuestros informantes (seleccionamos los más representativos) se refieren a Malka de maneras diversas, porque sus enunciados provienen del interjuego entre la memoria y el nuevo contexto que se construye con el enunciatario.
En el caso de las informantes femeninas se advierten dos actitudes contradictorias: algunas elaboran una visión positiva y compasiva y mientras que otras condenan sin producir una aproximación más real; pero ambas posturas incorporan en su discurso rasgos específicos propios del discurso femenino, tal como es el predomio de la esfera de los sentimientos.
Yo la conocí de chica porque era amiga de mi papá. Era una de las donantes anónimas de la comunidad. Varios estudiantes secundarios y universitarios estudiaron con su aporte. Daba para beneficencia. Era muy linda y distinguida
Tenía pelo blanco,ojos claros siempre vestida de negro, muy bien arreglada con sus joyas.Era muy fina y delicada con su blusita de puntillas con un alfiler de zafiros y una mariposa de brillantes en el tapado negro
Se sentía muy inferior por su pecado. Cuando no la veía nadie lloraba diciendo "Yo no tuve la culpa". Se arrodillaba y pedía perdón. El rabino Liaks tuvo una buena actitud y a veces iba a la casa de él. Estuvo a punto de matarse pero D se lo impidió.Decía "Yo soy sola como una piedra"pero cuando se deja una piedra en un lugar, deja raíces
Los de la Kehilá han sido muy infelices porque ni el nombre le han puesto bien. La enterraron de noche después de la autopsia. Todos le daban vuelta la cara cuando iba al shil (sinagoga)
(Carlota Holzman de Mesanich)
En esta informante el arrepentimiento y los actos positivos de Malka textualizan un enunciado en el que la historia se entreteje con la propia infancia de la enunciadora, y es justamente con los ojos de la niñez con los que se la retrata tanto en su faceta externa y más expuesta como la privada, y el pasado es evocado desde la intimidada de la enunciadora quien con esta estrategia intenta neutralizar los componente peyorativo y legitimar lo que considera acciones positivas desde un discurso demitificador.
Además advertimos que se valoran los hechos desde la perspectiva del enunciador, quien describe los hechos buscando una interpretación del receptor en concordancia.
Yo en el año 42/43, estaba en el banco depositado plata y lo veo al contador Enrique Shugurensky que era el administrador de esa señora con ella, y me dicen, "esa es la Malke". Yo le quería comprar una propiedad y quedamos en el precio. Quedamos en vernos en la escribanía y al entrar se le rompió la media y quería que se la pague.
Era vergonzoso para la comunidad porque era plata sucia, decían que era plata de lecho. Era gorda, petisona, bien alhajada
(David Levín)
En este testimonio resalta la selección léxica a la que se recurre para nombrar a Malka: "esa señora" donde la carga irónica encuentra su significación al vincular los elementos verbales y extraverbales.
Aquí la voz de la ausente se proyecta a través del recuerdo de un incidente casual que sintetiza una expresión mordaz de Malka con relación a su persona y al interlocutor, testigo del incidente que solo la retrata en relación con el trato comercial, pero entre los márgenes de su discurso podemos advertir que cuando se la señalan ya sabía de antes de quien se trataba.
En ocasiones la imagen femenina apunta a los aspectos marginales lo cual genera un espejo cuyo reflejo se rechaza para la autodefinición de la informante, quien expresa su subjetividad recurriendo a la perspectiva convencional, propia de la mujer que habla desde su hogar y que valora a las otras mujeres según su honra social : Solo la vi en la escribanía, era una mujer rechoncha, jodona, bien madama que hablaba cosas que les gusta a los hombres, Que vas a hablar con ella? Alta literatura? (Dora de Levín, esposa del informante anterior)
Vemos que se apela a recursos irónicos para descalificar cualquier enunciado real o virtual que podría generar Malka, negando una acción que pudiera valorizarla porque se desconocen sus méritos. Así el diálogo entre estas dos posturas extremas resulta imposible tanto en el espacio temporal del presente como el del pasado.
En ocasiones el testimonio apela a la síntesis para caracterizar al personaje que considera tuvo una vida tan indigna, al punto que no se lava ni siquiera con la donación final, porque se considera que los destinatarios finales (los niños de la escuela) no pueden contaminarse con una donante desprestigiada.
Era una mujer alta, bien puesta, que se mantenía separada, nunca la vi en la Kehilá. Cuando falleció querían que la plata fuera a la escuela, pero el presidente no lo aceptó porque decía que para la escuela menos porque alguna vez los chicos sabrían de donde venía. Las mujeres no querían ni escuchar de ella. Impura (Isaac Ditinis)
Así, en los testimonios recogidos la prostitución es representada como un sistema en el que cada aspecto colisiona con las disposiciones convencionales, y se verbalizan estereotipos tales como el de la marginada generosa o la ignorante preparada solo para ejercer su oficio.
Pero estos discursos también modelan recuerdos del pasado y proyectan hacia el futuro convicciones, (qué vas a hablar con ella? alta literatura?-nos dice una informante) y de esta manera elaboran modelos formadores de conductas, que en el tema de la prostitución se centraban en proscribir una actividad que implicaba ser caratulada de impura y soportar la marginación de todas las libertades y derechos comunitarios.
Además, si intentamos profundizar en los modos de aparición del sujeto en el texto para examinar las técnicas de optimización del contrato enunciativo, tal como lo sugieren Paolo Fabbri y Aurelia Marcarino (1988:23) advertimos que los testimonios de los entrevistados por lo general, introducen la presencia del sujeto para revalorizar su propio discurso y afirmar una veracidad garantizada. De allí la disparidad en la descripción de Malka que va desde "rubia, alta, elegante" hasta "petisona, gorda, bien madama"es decir que no se recurre a una forma de delegación, justamente porque se tiene conciencia de su papel como enunciadores testimoniales
Por otra parte, la descripción intimista de la informante que enfatiza la ropa pulcra y la elegancia de Malka, intenta no solo la adhesión por parte del receptor a una conducta que es redimida, sino la valoración e incluso la admiración a su persona, porque se recurre a estrategias estilísticas y retóricas que intentan por un lado, neutralizar la actitud opuesta de desvalorización y menoscabo y por el otro, lograr el consenso general.
De esta manera se está anulando la posible oposición entre el grupo respetado socialmente que sin embargo no cumple con su función (los de la Kehilá han sido muy infelices porque ni el nombre le han puesto bien) y la marginada, porque en estos casos, como lo indican Martín Rojo y van Dijk (1998:194) la lógica de polarización en grupos que rige un discurso entre "nosotros"y "ellos", no sólo hace necesario recalcar las supuestas características negativas de los Otros, sino insistir en que Nosotros somos fundamentalmente buenos, y por lo tanto merecedores del elogio y la valoración.
Así, estos testimonios constituyen un discurso interesante que nos permite advertir cómo el imaginario social sustenta una movilidad social que en ocasiones presenta elementos ideológicos, y si entendemos que la ideología "es la base de las representaciones sociales compartidas por los miembros de un grupo" (Van Dijk, 1999:15) serían los principios con bases ideológicas los que le habrían permitido a ciertos grupos comunitarios determinar que la actuación de Malka era rechazable, caracterizarla como negativa a pesar de su generosidad final y actuar en consecuencia.
En efecto, estos grupos actuaron según una configuración estructural determinada que les explicaba el funcionamiento de la sociedad en la que la noción de poder regulaba las prácticas sociales y las relaciones entre los grupos. Así, lo testimonial tiene una función pedagógica, pretende ilustrar y mostrar su postura pero por otro lado busca una función incitativa, ya que de cada destinatario se procura hacer un ayudante.
Pero lo propio del relato ideológico es justamente enmascarar su carácter, (Reboul, 1980:127) de modo que es preferible indicar que estos discursos tienen aspectos ideológicos, además de un carácter maniqueo con aspectos negativos o positivos totales, y aluden al arquetipo de la donante anónima, que paga con bien a quienes la marginaron y legitima su situación, o la prostituta torpe que no puede salir de sus propios límites.
Así, se advierte que los informantes tienden a desarrollar la historia de Malka en forma global mientras van argumentando sobre los hechos, para que no queden dudas sobre su versión, y con la selección de términos positivos o negativos se quiere menguar o aumentar la distancia con el objeto de referencia mediante la adopción de un estilo muy personal en el cual el emisor se responsabiliza plenamente de su discurso.
Por otra parte, y desde una perspectiva pragmática, solo una entrevistada establece una estrategia de legitimación de la condición de Malka frente a los demás, y enfatiza que el sufrimiento por la marginación no había generado resentimiento sino sentimientos positivos que se evidencian en la donación que se hace hacia la comunidad

EL RESPALDO MEDIÁTICO

Si bien Malka era conocida en el nivel de los comentarios populares y las costumbres nocturnas, es recién con su asesinato en Octubre de 1957 que asciende a un primer plano del público en general y se difunde su historia.
En efecto, la prensa local se hace eco ampliamente de este hecho delictivo y para comprender este proceso creemos importante apuntar a la construcción del sistema de representaciones utilizado, entendido como un imaginario social que por contener aspectos arquetípicos interviene en las estructuras sociales de poder.
La prensa es una de las instituciones sociales más importantes que permite que las relaciones de poder se crucen con un discurso al que no solo alimenta y reproduce, sino que llega a ser un medio casi venerado en el interior porque en muchos caso es la única palabra verosímil que llega a los ciudadanos de las zonas marginales.
En efecto, entre sus páginas advertimos cómo los códigos colectivos expresan necesidades, ilusiones y angustias de una sociedad en un momento determinado, de modo que pasa a ser casi una palabra hegemónica con capacidad de movilizar el universo de significaciones dentro del mundo social, muchas veces para mantener relaciones de dominación o como en este caso para mantener las relaciones cordiales con una comunidad minoritaria.
De allí los titulares y las numerosas elipsis con las que se alude al pasado de la víctima porque no se quiere agraviar a los miembros de la misma comunidad, y de esta manera el diario por un lado busca la legitimación de su discurso basado en su condición de constituir un canal tradicional de difusión y circulación, y por el otro, intenta neutralizar cualquier procedimiento de descalificación.
Pero las alusiones se extienden también a los que estaban cerca de ella, ya que el periódico en ningún momento cita nombres y por lo contrario, es frecuente el uso de construcciones como "algunas personas que la frecuentaban afirman que..." , lo cual lleva a suponer que podía haber habido alguien importante o conocido en medio del hecho.(No olvidemos que algunos entrevistados señalaron que ella financiaba campañas políticas y que hasta el mismo gobernador de la provincia la frecuentaba).
"Se ahonda el misterio que rodea el crimen de la anciana millonaria"señala la Gaceta el 27 de Octubre de 1957.
Así el enunciador quiere enfatizar que se trataba de una mujer que a pesar de tener un pasado turbulento no es descalificada por la prensa por su origen, que la trata con total respeto sin ninguna intencionalidad xenofóbica y por otra parte, atrae la lectura de los receptores al apelar a tres elementos medulares que suscitan el interés del público: crimen, misterio, anciana millonaria.
Posteriormente los títulos que se enuncian en la primera plana y se continúan en la sección policiales, en los días siguientes son: "No está orientada la investigación de la anciana", "Se esperan novedades sobre el crimen" "Se reunieron otros datos de la anciana asesinada"
En efecto, las expresiones que actualizan el texto referido, aparentemente no pretenden sostener relaciones de dominación sino intentar una neutralización de actitudes peyorativas y marginadoras hacia Malka, y por eso no solo se la trata con delicadeza, sino que se repite un tema muy explotado por la cinematografía y la literatura, que es el caso de la anciana millonaria de pasado misterioso que es asesinada e incluso muchas veces los artículos no agregan ninguna información nueva sino que se limitan a mantener la atención del lector.
Por otra parte, es interesante señalar que cuando se transmite información, se difunden también modelos formadores de mentalidades y de comportamientos, porque la información y la imaginación social se estimulan mutuamente para constituir una amalgama a través de la cual se ejerce el poder simbólico.
Así a menudo es suficiente la opinión de algún anónimo informante, para que se legitime el propio accionar del periódico que respeta el destino de la occisa y se apela a la intertextualidad, al proceso de citación como respaldo de una decisión que tiene como destinatario el receptor del discurso, o sea el lector común por ejemplo "Se ha señalado que si bien la extinta no gozaba de la estimación de la colectividad judía, ha merecido su perdón tanto porque así lo permite la religión mosaica al igual que la cristiana"
Desde esta perspectiva la asesinada, no es una traidora a los principios morales de la sociedad, sino que actuó obligada por las circunstancias y la prensa legitima su accionar en la ley suprema del perdón, común a la religión católica y judía, de modo que de esta manera se pretende neutralizar un accionar que podría ser controvertido.
La prensa entonces, pretende participar activamente en la construcción, transferencia e interpretación del significado amparándose en principios éticos, puesto que al haber fallecido Malka, y de una manera tan cruel, no merecería la marginación a la que se la había sometido durante toda su vida.
Entonces, al trasladar el significado originariamente atribuido a Malka, rechazable por su oficio y colocarlo en otro contexto, la prensa está interviniendo activamente en la construcción del significado, y demuestra que no se trata de una idea permanente sino absolutamente movible, tal como lo señala Magariños de Morentín (1999:10)
Sin embargo el proceso de legitimación de un discurso es lento y tiene más que ver con el acceso al poder y al fortalecimiento de la posición social del grupo que lo enuncia que con la simple aseveración de un sentimiento de simpatía y ecuanimidad, y a pesar del tratamiento de la prensa, la comunidad retrata en la actualidad a la víctima desde otra perspectiva.
En efecto, para la prensa el valor de la asesinada pasaba más por lo económico y lo delictual, por eso el sistema de representación que traduce estos valores difiere de lo que sucedía en los diferentes estratos comunitarios judíos. Así el hecho policial del asesinato de Malka se movilizó y actualizó con valores dispares en los informantes que entrevistamos y en la prensa.

CONCLUSIONES

Hemos intentado un primer abordaje al estudio de producciones discursivas que dan cuenta de procesos ocultos, negados y transformados como es todo lo que rodea al mundo de la prostitución.
"El pensamiento de la identidad intenta subsumir toda multiplicidad de lo real bajo un mismo principio. El pensamiento de la diferencia, por lo contrario procura conceptualizar la vivacidad de lo real" nos dice Foucault (1993:7)
En efecto, Malka con sus actitudes sale del pensamiento general, del estereotipo que la marginó durante toda su vida porque busca la redención mediante el aporte económico, y esto por supuesto genera inquietud, y desconcierto ya que la mirada social no podía ser equivalente a la que se construía respecto a sus colegas.
Estamos así entrando a los sustratos más inconscientes de la cultura judía, porque con esta actitud se introdujo una cuña en la comunidad que se dividió a favor y en contra con relación al hecho mismo de la donación, y constituyó una postura analizable incluso dentro de la micropolítica comunitaria porque llegó a movilizar las estructuras de la institución madre, en momentos de plena pujanza y apogeo (Nota 3)
Lo cierto es que se trató de la resistencia creativa generada por una mujer muy inteligente y audaz que buscaba su reivindicación, pero no sabemos si alcanzó a entrever que su voz pudo superar el sigilo que emanaba del poder central y fracturar su discurso monológico. Pero este crimen también permitió que tomen contacto el submundo delictivo con la cotidianeidad de la colectividad judía, y generó una verdadera movilización del significado en el mundo social cuyos remezones se sienten aun en la actualidad.
Al respecto, cabe recordar que Foucault señala que los dispositivos de poder son como redes por las que circula el poder que se ejerce y que configura un reticulado en el que todos participamos y como las ramificaciones de la red funcionan como vasos comunicantes, en caso de movilización, el poder se perturba incluso desde zonas que se suponen carentes de él (1993:9).
Por eso cabe preguntarnos: quién fue más poderoso? el presidente de la Kehilá o la prostituta marginada?. Porque en efecto, Malka fue la causante de la caída final y destitución del presidente de la institución, amparado en un acto en apariencia generoso y ético.
Lo cierto es que el poder no es solamente la capacidad de decir lo que el otro no debe hacer, que sería en última instancia una concepción jurídica, (porque siguiendo a Foucault no es solo la regla, la prohibición, la ley que marca el límite entre lo permitido y lo prohibido), sino que existen diferentes formas de dominación que tienen su propia modalidad de funcionamiento y son heterogéneas. Por eso cabe preguntarnos, cuál era la localización de Malka en la red del poder? Cómo lo ejerció, conservó e impactó en los demás?
En efecto, porque si bien la institución que detectaba el poder comunitario a nivel superficial era la Kehilá, la ley de la tradición aceptaba la redención y esto llevó al triunfo final de la marginada que al parecer ejercía un poder que se localiza en puntos importantes de la comunidad tucumana hasta el día de hoy, amparada en el imaginario que cada integrante construye y comunica desde su propia interioridad.
Además a través de estas referencias específicas dentro del vasto sistema simbólico que produce una colectividad, se reelaboran sus finalidades, se genera una representación de sí misma, se imponen creencias comunes y se fijan diferentes tipos de modelos.
En algunos aspectos, Malka pasó de ser un personaje marginal a constituirse en un arquetipo, un modelo de generosidad en búsqueda de la redención y el perdón.
Así, con su actitud final no solo reconstruyó su pertenencia a una determinada sociedad sino que también movilizó sus relaciones con ésta y con sus instituciones, mientras que simultáneamente se constituyó en una pieza eficaz del ejercicio del poder de la vida colectiva cuyos sacudones se sienten incluso en la actualidad.

NOTAS

1) El presente trabajo puntualiza algunos aspectos de una investigación mayor titulada "La narrativa oral tradicional en inmigrantes orientales" que estoy desarrollando como investigadora del CONICET.
2) Los valores que la gente esperaba encontrar en América eran fundamentalmente trabajo y libertad. Así Julio Szapu en "El camino de un inmigrante"-Grupo Editor Latinoamericano- Buenos Aires- 1985 escribe: "Un día una hermana de mi papá que vivía en Argentina le escribió que se trasladara también él a Buenos Aires, para empezar allí una nueva y más esperanzada vida.'Es un hermoso y muy acogedor país que brinda su hospitalidad y posibilidades de progresar a todos lo hombres con deseos de trabajar y gozar del sosiego y la libertad'-decía.
Otra imagen utópica vinculada al mito del progreso es la de la patria, no sólo como la tierra de los antepasados sino como lugar de asilo y de acogida para las esperanzas y frustraciones de un pueblo oprimido y en algunos testimonios se advierte la conciencia de que el viaje a América no implicaba solo un desplazamiento espacial sino también temporal porque era realmente un viaje con proyección al futuro, tal como leemos a continuación:
"Cuando llegué a Argentina tuve que estar un día en el barco porque justo era el 9 de Julio y no funcionaba migración pero después me dejaron bajar del barco, y todos estábamos muy emocionados un poco llorando, un poco riendo, mientras yo me decía: aquí yo llegué a una nueva vida, a un nuevo mundo, a construir mi futuro" (entrevista a Nejoma Werchow)
Así, en el caso de los judíos, la patria nueva se implantó en las mentalidades como el lugar modelo donde se regeneraría moral y nacionalmente a todo un pueblo hasta entonces degradado y perseguido, con instituciones políticas y sociales que reunirían lo ideal y la realidad. El imaginario entonces, proporcionaba modelos sobre lo que vendría y por eso puede proponer otras posibilidades para superar la condición opresiva.
3) El asesinato de Malka coincide curiosamente con dos episodios culminantes en la vida institucional judía de Tucumán: la inauguración de una nueva sede social luego de años de esfuerzo y la visita del embajador de Israel que por ese motivo visitaba por primera vez la provincia.

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