SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue17Semiotics and literature, separations and approachesThe laberinth look: A museum as sense space author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

On-line version ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  no.17 San Salvador de Jujuy Nov. 2001

 

Criterios linguístico-semióticos para la elaboracion de un diccionario arqueologico

Linguistico-semiotics criteria for the elaboration of an archaeological dictionary

Giovanna Winchkler *

* Museo Etnográfico - Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

RESUMEN

En la realizacion de un diccionario intervienen distintas clases de operaciones, tanto procedentes de la semiotica como de la linguística, y se originan también distintos productos, cuya caracterizacion depende de la clase de soporte. Aquí presento los elementos para navegar en el Diccionario de uso para el análisis lítico, elaborado sobre un corpus de textos arqueologicos latinoamericanos, que puede visitarse en www.winchkler.com.ar. Enumero los criterios seguidos para cada una de las etapas del trabajo (delimitacion del corpus, segmentacion de los textos, organizacion de los fragmentos segmentados en distintas definiciones, seleccion de los términos, listas alfabéticas, elaboracion de redes y entradas) y los elementos resultantes de éste (el corpus, los enunciados, las definiciones, las redes, las entradas) y concluyo con algunos comentarios sobre los aspectos más complejos de la investigacion.

ABSTRACT

Different classes of operations intervene in the making of dictionary coming from Linguistics as well as Semiotics an many products are originated in different products also, whose characterization depends on the class of support. Here I present elements to surf in the dictionary of use for a lithic analysis, done on a corpus of Latinamerican archaeological text, which can be visited in www.winchkler.com.ar. I enumerate the criteria followed for each one of the stages of this work (delimitation of the corpus, segmentation of the texts, organization of the segmented fragments in different definitions, term selections, alphabetic lists, making of networks and entrances) I conclude with some commentaries about more complex aspects of this research.

INTRODUCCIÓN

Podría decirse que en su desarrollo, la arqueología argentina no considero como una de sus prioridades el detenerse a estudiar el uso que realiza de los términos, ni para enriquecer los aspectos cognitivos del análisis lítico, ni para revisar las relaciones entre los conceptos que han ido elaborándose historicamente y a los que recurre para sus inferencias, ni para, sencillamente, clarificar la relacion entre estos conceptos y los términos. Sin embargo, la atencion que a partir de la década del sesenta se dedico a las tipologías, produjo una cantidad reducida pero densa de textos en que los términos se encuentran a veces explícitamente definidos pero, más generalmente, usados como designaciones de tipos, en clasificaciones de rasgos, de cualidades, de los estados correspondientes. Y, también, usados discursivamente, en frases muy libres, que siguen las formas del lenguaje cotidiano. El arqueologo que describía sus piezas, acudía a estos textos, en los que se le indicaba la relacion entre aspectos observables del objeto y el nombre correspondiente, a veces mediante esquemas o dibujos. Y entonces, citaba estos textos como fuente de su uso de la terminología (terminología en cuanto repertorio de términos). Estos textos pueden nutrir un valioso corpus para el estudio de tal terminología, juntamente con los habituales trabajos más generales, en los que siempre aparece algún fragmento dedicado a la descripcion "del lítico", de los "objetos líticos".
También podría decirse que esta situacion es generalizable a otros países de Latinoamérica; en algunos de ellos (como por ejemplo, México y Cuba), se realizan estudios terminologicos desde hace pocos años, en especial, siguiendo los avances de la terminología (terminología en cuanto ciencia que se ocupa del estudio de los lenguajes específicos, como los del análisis lítico, por ejemplo), que son cada vez más importantes en los países más desarrollados.
Existe, entonces, un repertorio de términos usados por los arqueologos a lo largo y a lo ancho de los países de habla castellana de Latinoamérica para describir sus piezas líticas. Términos comunes, de uso similar o diferente, términos utilizados solamente en determinados países, cuyo lugar en otros asume un término distinto; conceptos, que en algún país no existen, porque son reemplazados por otra vision de los objetos, a lo mejor más dinámica o, simplemente, distinta. Podríamos llamarlo "divergencias regionales", conscientes de las dificultades que plantea la búsqueda de resultados concretos en su estudio.
Pero no son solo divergencias regionales: las diferencias en el uso se repiten cuando se consideran los distintos textos de un mismo país y, aún, dentro de un mismo texto. La arqueología no es una ciencia formalizada (no consiste en un cuerpo internamente coherente de definiciones), ni normalizada (no hay un cuerpo de normas respecto de la relacion entre términos y conceptos); en cuanto lenguaje científico, ¿debería procurar definir todos los términos que utiliza? y ¿debería elaborar normas para su uso? Sin entrar a exigencias tan extremas como éstas, es deseable que una ciencia muestre coherencia y rigor en el uso de los términos y que se atienda al quehacer terminologico que esta actitud implica.
Esta investigacion tiene como eje más amplio el estudio del uso de los términos que se aplican en la descripcion de los objetos líticos en arqueología. En uno de sus aspectos, el que aquí interesa, se trata de suplir la carencia de un diccionario que sirva como texto de referencia en la descripcion de las piezas líticas en arqueología, especialmente de uno que muestre los distintos usos de los términos descriptivos aplicados al análisis lítico, en textos pertenecientes a distintos países de habla castellana de Latinoamérica. Que muestre el uso y sus diferencias y semejanzas, con la aptitud de funcionar como base para la búsqueda de la coherencia y el rigor eventualmente normalizantes y que también oriente al arqueologo que necesita decidir sobre el uso de un término, señalándole de qué posibilidades dispone, qué restricciones existen y qué aperturas son posibles para nuevos usos. A diferencia de los diccionarios en general, los productos de cada etapa de éste no se consideran resultados parciales, ni anexos o agregados que enriquecen el trabajo, ni tampoco, en fin, partes no comunicables. Valen como elementos que permiten el paso explícito de una etapa a otra y, de la misma manera que los criterios que se fueron desarrollando para ello y cada síntesis final o entrada, están a disposicion del usuario, en el sitio. En cuanto recuperacion de lo efectivamente dicho en los textos del corpus, mediante la aplicacion de operaciones explícitas, es también un válido punto de partida para algún otro diccionario posible.
Se trata de un trabajo predominantemente semiotico y no linguístico, porque la direccion del análisis no va de los textos hacia las categorías linguísticas, sino hacia la construccion de las características de los objetos del mundo. El lenguaje no se emplea en él para una explicacion metalinguística de las categorías analíticas, sino que son éstas las que sirven a una descripcion del objeto que lo construye en cuanto arqueologico.

DEFINICIÓN DE LOS TéRMINOS METODOLÓGICOS

Por las exigencias del análisis de los textos arqueologicos, considero necesario enunciar de qué modo he ajustado la definicion de los principales términos metodologicos utilizados en esta presentacion del diccionario.
Corpus: se refiere al conjunto de macrounidades textuales caracterizadas más abajo (al tratar la delimitacion del corpus) las cuales, a su vez, se someten a ciertas operaciones analíticas para extraer de ellas enunciados (microunidades, caracterizadas más abajo al tratar la segmentacion) bajo determinadas condiciones.
Definicion: en este trabajo de análisis del discurso no se trata de definir un término en un sistema teorico. Se trata, por el contrario, de reconocer la definicion de un término en un texto; se trata de elaborar criterios de reconocimiento de la definicion, a partir de la hipotesis de que existe una estructura textual que construye una definicion. Este reconocimiento se desarrolla más abajo, al tratar los criterios para elaborar las definiciones.
Diccionario: Este diccionario podría definirse, sin demasiada originalidad, como un repertorio de términos ordenados alfabéticamente, bajo cada uno de los cuales se presenta un bloque de texto. Bloque de texto que, en este caso, resulta del análisis de un corpus a partir de determinadas condiciones teoricas, metodologicas y operativas, las cuales se describen someramente en diversos lugares de este trabajo de presentacion del diccionario de uso. Pero también se lo podría caracterizar como el conjunto de los recursos (incluido el mencionado repertorio de términos) que permiten la realizacion de ese repertorio, mediante criterios explícitos.
Diccionario de uso: Según María Moliner (1997: IX), "de uso" se refiere a la capacidad de un diccionario (de la lengua) de orientar o guiar al usuario, de descartar el uso ilegítimo y ayudar a encaminar al usuario hacia el uso legítimo de una palabra.
En esta investigacion, y en esta tarea de elaboracion de un diccionario (terminologico, no de la lengua) a partir de un corpus, "uso" se relaciona con el método empleado, el análisis de discurso, y el punto de vista constructivista en que se basa: el discurso construye los objetos de conocimiento de la ciencia, de los cuales puede hablarse y los que pueden analizarse porque en algún enunciado constituyen una unidad terminologica (al menos, en las ciencias sociales) que se encuentra en determinada relacion funcional con los demás términos del texto. La funcion de un término en un texto es, en este diccionario, el "uso" del término en ese texto.
Discurso: el término se refiere a determinado aspecto del corpus, en cuanto materia prima del trabajo, conservando su plenitud semántica.
Entrada: se refiere a cada uno de los términos que se presentan alfabéticamente ordenados en el diccionario, y bajo cada uno de los cuales se desarrolla un bloque de texto heterogéneo (en cuanto que contiene definiciones explícitas (DE), si las hay, e implícitas (DI), así como otros tipos de observaciones metalinguísticas provenientes del análisis del texto en estudio).
Enunciado: segmento sintácticamente mínimo (frase nominal (FN) y sus eventuales modalizadores, más la frase verbal (FV) y sus eventuales modalizadores) que también semánticamente, desde el punto de vista arqueologico, puede considerarse una unidad mínima, cuyo significado no se agota en sí misma sino que se construye en funcion de los restantes enunciados de la red. Operativamente, utilizo el término en referencia a las microunidades de texto que resultan de la segmentacion, en un sentido que no contradice la definicion de Foucault (1969:140).
Término: "Desde un punto de vista semántico, los términos son unidades de referencia a una realidad, y por lo tanto están dotados de un significado que puede describirse como un conjunto de rasgos distintivos" (Cabré, 1993: 171). Considero que, en esta investigacion, el término hace referencia al texto de los arqueologos en los que se basa el análisis del diccionario de uso, y no, directamente, a una realidad externa. Y su significado es una funcion de su lugar en el enunciado; se recupera mediante determinadas operaciones.
Texto: el término se utiliza aquí cuando, para analizar el discurso, se toma en cuenta únicamente su característica de construccion gramatical sintáctica, o sea, se ha desemantizado el discurso: los elementos de la segunda segmentacion (microunidades), se trabajan operativamente como texto, para que la subjetividad o los elementos inferenciales que puedan intervenir contaminen en la menor medida posible el trabajo.

ELEMENTOS QUE COMPONEN EL DICCIONARIO

El diccionario está organizado de tal manera que sus distintas partes estén interconectadas por distintas clases de hipervínculos. Se pueden visitar cliqueando los elementos que se encuentran a la izquierda de la pantalla de inicio:
1. Una introduccion teorica y metodologica, a la que se llega cliqueando esta misma expresion y, también, desde otros lugares en los que se aluda a los criterios aplicados. El título del bloque de texto de destino es "Algunos criterios generales preliminares" y allí se exponen todos aquellos ajustes y decisiones que se tomaron en los diversos pasos del trabajo (y los que se siguen tomando, se agregarán oportunamente). Como todas las partes del diccionario, también ésta cambia a medida que aumentan los datos y/o se deben modificar aspectos locales de la metodología. No voy a transcribir aquí esos criterios, de modo que su visita complementa lo expuesto en este artículo, excepto por alguna referencia a los aspectos más generales de la realizacion del diccionario. Al final este bloque contiene algunas referencias bibliográficas generales.
2. Las referencias bibliográficas del corpus. Se trata de los textos arqueologicos utilizados para elaborar el corpus del diccionario. Se cliquea esa expresion; también a este lugar se accede desde otros, por ejemplo, desde aquellos lugares (redes, entradas), donde se citan los textos en los que se registro el término en cuestion.
3. Las entradas y definiciones correspondientes, en un texto secuencial completo, ordenadas alfabéticamente. Se llega a este recurso, cliqueando "Diccionario".
Las entradas pueden ser sustantivos, verbos, adjetivos, variando en cada caso, los criterios para su tratamiento. Cuando solo hay DE bajo la entrada, es que aún no se ha realizado la síntesis de la red; en caso de haberse realizado, y de haber, además, DE, éstas aparecen inmediatamente bajo la entrada, precedidas por el subtítulo de "Definiciones explícitas". Esta diferenciacion representa, entonces, el estado de avance del diccionario. También hay redes cuyo término (su nodo principal) no fue definido explícitamente en ningún trabajo del corpus, ni se ha realizado su síntesis aún, por lo cual su definicion no aparece en el diccionario. O sea, que en el diccionario aparecen solamente aquellos términos que han sido definidos explícitamente por al menos un autor del corpus y aquellos cuya elaboracion se ha realizado a partir de la síntesis de la red correspondiente. La lista completa de los términos que serán entradas del diccionario (ver más abajo, Los términos y Las listas alfabéticas), se obtiene cliqueando las iniciales que se encuentran al pie de la pantalla (que son permanentes independientemente de la navegacion por el sitio). Sin embargo, dependiendo del estado del corpus y de los ajustes a que haya llevado el trabajo, también estas listas alfabéticas pueden sufrir cambios (ver más abajo, Las listas alfabéticas).
El bloque bajo cada entrada contiene diversos elementos; en general, consiste en: a) las DE de los autores (ver más abajo, Las definiciones), que se transcriben con poca o ninguna modificacion. Los números que aparecen entre paréntesis al final de cada definicion, son los del enunciado correspondiente. Se mantuvo el número completo por tratarse de fragmentos que siguen más o menos textualmente lo dicho en el corpus; b) la definicion elaborada a partir de la síntesis de la red correspondiente, la cual está seguida por otros desarrollos que se refieren a los conceptos que el término permite construir, a las variaciones en el uso del término por el o los distintos autores en los que se ha empleado, ya sea en cuanto al referente, o en cuanto a la forma de enunciado (si lo han definido explícitamente, si lo han usado sin definir, si lo definieron y luego lo usaron de manera distinta, etc.). En estos desarrollos puede haber remisiones, tanto a redes como a otras definiciones, explícitas o no; c) un listado de términos que representa aquellos enunciados en los que el término de entrada aparece en un papel secundario (por ejemplo, el enunciado "La disposicion recíproca entre los retoques del borde de las lascas puede ser...", respecto del término "borde") y la pronominalizacion no resulta fructífera para integrar el enunciado a la red correspondiente a la entrada. El elemento central del ejemplo dado, sería, en cambio, "retoque". Este término es el que aparece en el listado, bajo la entrada "borde", para enviar a su propia red, la de "retoque", en la que el término en estudio ("borde" en este ejemplo), se presenta en cambio en algún nivel secundario. Al cliquear sobre cualquiera de estos términos resaltados, se llega, en general, al título de la red correspondiente y, en algunos casos, al lugar preciso en que tal enunciado aparece en la red; d) la expresion "Red semántica", sobre la cual se cliquea para ir a la red que corresponde a la entrada (ver más abajo Las entradas y las redes); e) el nombre del o de los autores de los trabajos en los cuales se presenta el término en estudio, independientemente de la calidad de esa presencia (si se incorporo a la red del término en estudio o si se presenta secundariamente en alguna otra red). Cliqueando el nombre de un autor se llega a la referencia bibliográfica que corresponde a su trabajo del corpus. Los nombres de los autores van siempre seguidos del codigo que tiene la obra en esta investigacion; este codigo es el que aparece también en las redes, indicando para cada línea de texto, el o los autores correspondientes.
4. Cada una de las iniciales al pie de la página de inicio del sitio, llevan a la lista de términos correspondiente a esa letra, ordenado, a su vez, alfabéticamente, según los criterios que pueden verse más abajo, en Las listas alfabéticas. Los términos de esas listas que estén seleccionados, remiten a una entrada del diccionario.
Los restantes hipervínculos de la página de inicio de este sitio (Enlaces, Consultas, Invitacion a enviar trabajos para su incorporacion al diccionario, Trabajos relacionados con este estudio), no necesitan aclaraciones y, por ahora, no todos están activos.

CRITERIOS Y PROCEDIMIENTOS

DELIMITACIÓN DEL CORPUS

La elaboracion del corpus adecuado a partir de un conjunto de textos arqueologicos seleccionados para este fin, es la primera de las etapas de este trabajo.
He optado por elegir los trabajos (publicados, inéditos, monografías, etc.) cuyo objetivo fuese el estudio descriptivo de los objetos líticos o bien los que dedicasen una parte extensa a ese desarrollo. En general, tienen como objetivo la elaboracion de tipologías o de clasificaciones que permitan organizar y describir los materiales. Pueden incluir normas para la descripcion, glosarios, vocabularios o aclaraciones terminologicas de mayor o menor exhaustividad y, en menor cantidad, dan cuenta del trabajo de un sitio o sitios relacionados por alguna problemática espacial (salvataje, por ejemplo) o historica y en los cuales la descripcion de los objetos líticos es solo un aspecto (aún cuando puede llegar a ser el más importante, dependiendo, por ejemplo, de la antiguedad del sitio). Estos textos difieren en tamaño (siendo la cantidad total de palabras, variable; en algún texto no llegan a 1.500, en otro, superan las 30.000), en el modo de difusion (hay trabajos inéditos; otros, están publicados), en los objetivos: clasificacion de objetos líticos, transcripcion de las intervenciones de distintos arqueologos durante jornadas de tipología lítica, manuales para la descripcion de los objetos líticos, estudios de tecnología lítica, glosarios de términos de tipología lítica, los resultados de una convencion sobre terminología lítica; también, hay informes del estudio de sitios, que se ocupan de los objetos líticos en un capítulo o dos. En suma, estos escritos dan cuenta de los materiales recogidos en un sitio, proponen normas para la descripcion de los objetos, elaboran definiciones de los términos, discuten conceptos relacionados con esas tareas, etc.
Realicé aún una seleccion interna a este conjunto de textos, buscando los fragmentos que contuviesen términos utilizados en el ámbito que interesa a este diccionario. En algunos casos, determinados capítulos, en otros, partes mayores.
Este primer acotamiento del corpus tiene en cuenta dos condiciones del discurso: a) la clase de discurso (se incluyen solo los términos que se utilizan en las descripciones y/o definiciones) y, b) el objeto de conocimiento en la construccion del referente (se incluyen solo los términos que designan objetos líticos y/o sus partes). Ha sido necesario proponer esta clase de criterios de seleccion, porque es muy difícil que, aún los trabajos específicamente orientados a la descripcion de los objetos líticos, no contengan referencias a otros aspectos de la arqueología o de la tarea del arqueologo, cuyo análisis no contribuiría sin embargo, a recuperar la terminología usada para la descripcion y definicion de los objetos líticos.
Se plantean en análisis del discurso determinadas exigencias que debe cumplir el corpus, para garantizar el rigor de la investigacion (Courtine, 1982: 21-26). Ellas se refieren a la homogeneidad, la exhaustividad y la representatividad de los textos seleccionados:
Este corpus es homogéneo en cuanto a que en él se habla del objeto lítico, casi como construccion temática. Una diferenciacion temática, que afecta la crítica de Foucault (1969: 85 passim), sería contradictoria con el enfoque teorico seguido. Es más pertinente hablar de una estrategia en la construccion del referente, una manera de hablar que excluye otras, como por ejemplo, las construcciones historicas, las descripciones que se refieren al contexto arqueologico en el que pueden organizarse las piezas, etc., e incluye lo que podría considerarse la descripcion intrínseca del objeto lítico, la cual parte de sus características descriptivas, sin entrar en sus relaciones contextuales. Interesa el discurso que construye e identifica al referente.
No puede hablarse de una exhaustividad física porque se siguen produciendo escritos arqueologicos; el diccionario se propone irlos incorporando. Es exhaustivo en la medida en que no se han dejado de lado trabajos arqueologicos por ninguna otra consideracion que no sean los criterios restrictivos que se plantean más arriba y la coyuntural disponibilidad de esas producciones.
Fundamentalmente es representativo de la arqueología latinoamericana. En cuanto al recorte temporal, se ha fijado un límite en torno de la década del '60, que es cuando en algunos países de Latinoamérica se enfatiza la atencion a ciertos aspectos, en general clasificatorios, pero a veces también descriptivos o terminologicos, de las tipologías de los materiales líticos (como por ejemplo, La Primera Convencion Nacional de Antropología, en Argentina (1964) o Ramon Dacal en Cuba (1968)). Un estudio del desarrollo de los estudios tipologicos o descriptivos en arqueología, mostraría seguramente la vigencia de buena parte de esas propuestas clásicas en lo que se refiere a la utilizacion de los términos.

SEGMENTACIÓN DE LOS TEXTOS

La metodología que considero más apta para recuperar el uso de los términos, es el análisis del discurso. Siguiendo ese método y, especialmente, las indicaciones de Magariños (1998: 233-253), el corpus se segmenta para lograr la unidad de texto que reúna las condiciones de mínimo sintáctico y semántico que pueda dar cuenta de cada término dentro de un fragmento textual considerado a los fines de la mirada arqueologica como unidad mínima de informacion. El método de Magariños se aplica con algunos ajustes atendiendo a la calidad del discurso estudiado, el cual, visto desde las ciencias formalizadas, no está formalizado ni normalizado en su uso de los términos, pero, visto desde las ciencias sociales, participa en cambio, de alguna manera, en ciertas características de discursos más formales (en cuanto a la preocupacion de algunos autores por definir los términos que usan en el texto concreto), y normalizados, en especial en su tendencia a expresarse a través de clasificaciones y tipologías, aproximándose en esto a los modos de hablar de las ciencias naturales.
En las microunidades se reproduce la diversidad que ya mencioné en relacion con el corpus, porque todos los trabajos contienen definiciones, descripciones, clasificaciones, etc., predominando en ellos simplemente alguno de esos aspectos. Entonces, a una segmentacion de los trabajos arqueologicos disponibles, editados o no, en macrounidades, se agrega una segmentacion en microunidades (o, también, enunciados) tales que satisfagan las necesidades de esta investigacion.
Cada enunciado se considera en su relacion con otros, de modo tal que los enunciados en que se habla de un término dado, constituyen un nodo en algún punto de una red semántica y ningún enunciado se agota en sí mismo. El enunciado aislado no basta para una entrada del diccionario, excepto si es una DE; en caso de que sea DI, se considera como registro de la presencia del término que define implícitamente.
Estas microunidades se forman de tal manera que cada una de ellas sea reconducible a lo dicho en el texto arqueologico original. Algunas operaciones que implica esta vuelta del texto sobre sí mismo, son: a) recuperacion de términos elididos. Incluye tanto las anáforas, como los títulos y subítulos en toda su extension, para que cada unidad de texto se mantenga en su relacion con los demás, en el texto del que se extrajo; b) normalizacion de la forma sintáctica de las unidades, de tal manera que siempre consistan en un mínimo de FN y FV. Se aplica especialmente cuando el fragmento de texto del que se va a tomar la unidad, consiste en alguna enumeracion; también se evitan los giros personales: "descartar las concepciones personalistas de los sujetos hablantes (porque quien habla lo hace desde un lugar definible)" (Carbo, 1995:42); c) recuperacion de la relacion entre determinados fragmentos de texto y los dibujos, especialmente cuando son los elementos que completan alguna enumeracion de estados (aún resta por hacer un estudio de la complicada relacion entre textos y representaciones iconicas en arqueología; no obstante, he realizado un intento desde un enfoque peirceano (Winchkler, 1997: 355-358); d) identificacion de cada enunciado con un número, de tal modo que pueda reconducirse al lugar físico del texto del que se extrajo.

LAS DEFINICIONES

Un criterio sintáctico diferencia los enunciados según que el término en estudio sea o no cabecera del enunciado. Así, se identifican las DEs cuando el término en estudio está originariamente en la cabecera del enunciado y DIs o definiciones contextuales cuando no lo está originariamente, y la pronominalizacion introducida por el analista las convierte en definiciones.
En la DE, el autor define el término expresamente y establece la conexion con el resto de la estructura sintáctica mediante un verbo copulativo ("Lasca es..."). En estos casos la reconstruccion es inmediata, en el sentido de que no hay que intervenir modificando para obtener una definicion.
Pero cuando el término en estudio no ocupa la posicion de cabecera, sino que está en cualquier otro lugar del enunciado, es necesario extraer la definicion en base a las relaciones contextuales de tal término. Hay que pronominalizar para convertirlo en cabecera de una proposicion, que se reconstruye también mediante un verbo copulativo (por ejemplo, si el término en estudio es "cara" y la microunidad de texto original es "el borde puede estar retocado sobre las caras", el enunciado reconstruido será "Caras son aquello sobre lo cual puede estar retocado el borde").
Las DE que se presentan en el diccionario bajo las entradas, se seleccionaron con el criterio adicional, conceptual, de tomar en cuenta el carácter de superordinado al que se vincula el término en estudio mediante el verbo copulativo (Pearson, 1998: 5-6; cap. 7). En estas definiciones, completas o formales, el término que se define está descripto mediante su superordinado (categoría semánticamente superior al término definido), y las características que distinguen al mismo. El esquema es "X=Y+características distintivas"; por ejemplo, "Lasca es un artefacto que...". En las DE que no entran en el paquete de las definiciones formales, no se describe el término a partir de su superordinado, sino directamente por sus propias características distintivas. El esquema correspondiente es "X=Y", donde Y tiene un contenido variable (puede ser un complemento de X, un término equivalente, etc.; por ejemplo, "Macrohuellas en el borde son rasgos lineales, daños, residuos, pátina", donde "macrohuellas" es el término en estudio, "en el borde", su modalizacion y "rasgos lineales, daños, residuos, pátina" es el contenido variable mencionado).
O sea, que puede considerarse a los enunciados o microunidades como un conjunto de DEs, que comprenden tanto definiciones formales como no formales (equivalencias por ejemplo, en el ejemplo que antecede) y un conjunto de DIs.

LOS TéRMINOS

Como puede verse, los términos no se seleccionan a priori; por hipotesis, todo lexema que se presenta en los fragmentos de texto que cumplen con determinadas condiciones para integrar el corpus, pasa a ser un término del lenguaje estudiado. Una vez organizado el conjunto de enunciados, se realizan en ellos las búsquedas (en alguna base de datos, no importa cuál) y esta accion implica ir barriendo los lexemas presentes, uno a uno para poder, luego, relacionar los enunciados que contienen a cada uno de ellos como nodo principal, para elaborar las redes. No hay seleccion de términos, pero sí algunas exclusiones: a) verbos que no se refieran a acciones propias del ámbito estudiado; b) partículas en general (como preposiciones, conjunciones), pronombres y adverbios. Otras excepciones se ven más abajo, en Las listas alfabéticas.

LAS ENTRADAS Y LAS REDES

En principio, cada término debe considerarse cabecera de un enunciado (porque es DE o porque el analista lo convierte en DI), y constituye así el nodo principal en una red, a la que da el título. Bajo este nodo principal se presentan, siguiendo criterios sintácticos, los elementos del contexto en que se presenta en los enunciados.
Pero a veces, según como viene dicho el fragmento de texto, la pronominalizacion puede producir un cierto retorcimiento en la forma del enunciado resultante; estos casos, simplemente por una cuestion de claridad y aprovechando los recursos del soporte, se solucionan creando hipervínculos (como en el ejemplo dado en el punto 3c, bajo Elementos que componen el diccionario) que muestran la relacion entre los dos términos: el de la DI (para el ejemplo, "borde") y aquél que, en un análisis linguístico, se podría considerar como la FN o su cabecera (en el ejemplo, "retoque").
De la forma de la red y de la presencia de los enunciados (o de su ausencia, o de su carencia) en la red, depende la entrada.
La entrada es la parte más sensible de este método, porque lo que en ella se pueda decir depende de como se han resuelto cada uno de los distintos pasos dados antes. La entrada es el último paso y es la síntesis de una red. Que la entrada esté realizada de determinada manera, alude a ese carácter de reescritura del texto, de esa labor de transformacion, de desbrozamiento, de mantenimiento apenas de las relaciones que importan; no es que se transcriba la red como viene. Estas relaciones están marcadas en las redes en sucesiones niveladas de nodos: el nodo principal es el propio término estudiado, y en sucesivos desniveles, contiene los diversos enunciados que hablan de él. La síntesis no es un procedimiento automático. No todos los términos se someten al mismo criterio de ordenamiento y la productividad de aplicar alguna diferencia se expone en los criterios explícitos o en notas en los distintos pasos del trabajo. Por ejemplo, la red de "borde" está dividida en tres bloques: en el primero, el término, en cuanto término simple, es aquello de lo que se habla y en este bloque, aparecen relacionados los enunciados que en el corpus constituyen DE ("el borde es...") y otros que, en cambio, desarrollan descriptivamente ciertas características del referente (por ejemplo, que el borde puede tener puntos de inflexion); en el segundo, se habla del borde en relacion con alguna de sus cualidades (por ejemplo, borde esquirlado); en el tercero, se presentan aquellas características que contiene el borde (sean partes, rasgos, cualidades, etc.), y estas características son aquello de lo que se habla (por ejemplo, las esquirladuras del borde). Entonces, esta entrada, luego de transcribir textualmente las DE de los autores, desarrollará las generalidades descriptivas del primer bloque, luego sintetizará lo dicho acerca de bordes de determinadas características y luego hará lo propio con las características que el borde contiene.

LAS LISTAS ALFABéTICAS

Las palabras de las listas se presentan organizadas alfabéticamente, en familias de palabras, en las que se sigue el orden: sustantivos, verbos, adjetivos. Una excepcion a este orden es facial, adjetivo bajo el cual se han agrupado sustantivos que solo se usan prefijados (bifaz, monofaz, unifaz, etc). Cuando solamente se ha utilizado en los textos un adjetivo, prefijado o no, la entrada es por esa forma (caso de subespiral), alfabéticamente. También puede ocurrir que un sustantivo y un adjetivo tengan la misma forma (como el caso de plano). Las palabras que en la lista de cada letra se presentan agrupadas, no necesariamente corresponden, siempre según el uso que se les ha dado en estos textos, al mismo concepto. Por ejemplo, sí están relacionados: corteza/cortex/descortezamiento/cortical en la letra C; no lo están en algunos casos: lado y lateral, por ejemplo. Lado se define en un texto como una superficie de la pieza, entre su eje morfologico y su borde; lateral está usado en general, como una de las posiciones según criterios internos o externos de orientacion de la pieza; en algún caso, se ha usado lateral como sustantivo, como sinonimo de lado: "el lateral derecho...". La autonomía con que se han usado en el corpus se trata en las entradas del diccionario.
Los verbos van en infinitivo y los sustantivos o formas sustantivadas, cuando hay dos o más con la misma raíz, van por orden alfabético (agudeza/aguzamiento//aguzar//aguda, aguzada/o).
Las palabras van en singular, aunque solo se haya usado el plural (desecho -de talla, de retoque, etc.- está casi en todos los casos en plural, el arqueologo no los representa individualmente, sino integrados a un proceso, en el cual siempre son numéricamente masivos. Sin embargo, la misma definicion es válida en cada caso, para desecho, en singular), excepto si el contexto lo exige ("Aletas (...) son las prominencias o puntos de la pieza en que se produce un estrechamiento de la base"), y con el género en se haya usado. Cuando se han usado ambas formas, las terminaciones quedan indicadas en orden alfabético (aguzada/o).
Palabras en otra lengua, no castellanizadas: si son de uso recurrente (chopper, por ejemplo, que en los textos de Argentina denomina un tipo, pero en Cuba se traduce como tajador) van como cualquiera de los otros términos del castellano. Las palabras no castellanizadas, que los textos del corpus no definen explícitamente y que usan solo alguna vez para efectuar una comparacion o para ejemplificar (blattspitzen), no aparecen en esta lista, al menos por ahora.
El diccionario incluye las definiciones de términos simples (como por ejemplo, punta) y términos compuestos (como por ejemplo, punta de proyectil), pero por las dificultades que presenta la delimitacion de estos últimos, muchos no se han integrado aún a las listas alfabéticas y es necesario ajustar algunos criterios que se han empleado en este aspecto. La necesidad de atender al muy frecuente uso de sintagmas en este lenguaje para establecer criterios rigurosos a los fines de su integracion, llevo a iniciar un trabajo (de orientacion terminologica, inspirado especialmente por: Cabré, Estopá y Lorente, 1996: 67-81; Cabré: 1993: 169 ss.) sobre tales términos compuestos o sintagmas, que se encuentra en curso. Se han intentado seguir en las listas alfabéticas, provisoriamente, y quizá con excepciones, los siguientes criterios: a) cuando las palabras que forman la expresion se usan también independientemente de ella, irá cada una en su lugar, en orden alfabético (golpe de buril: buril, golpe); b) cuando las palabras solo se presentan juntas, la expresion completa entra en la lista por la primera palabra que la forma (materia prima); c) cuando una de las palabras varía independientemente y la otra solo se presenta en la expresion, en la lista aparece solamente aquélla (punta de proyectil: punta, ya que no se ha usado proyectil de manera independiente en los textos del corpus, ni tampoco como parte de otro término complejo; en cambio, punta se presenta como término simple (punta) y como parte de varios términos compuestos: punta de lanza, punta de dardo, punta de flecha, etc.). En cambio, en el diccionario, se presentan aquellos términos compuestos que han sido definidos explícitamente en al menos un texto del corpus.
En algunas expresiones de los textos del corpus, los autores usaron guiones, de diversas maneras. En estos casos: a) cuando van a continuacion de un prefijo, se eliminan los guiones (sub-esférico pasa a subesférico); b) cuando aparecen entre las palabras en expresiones tomadas de otras lenguas, se sigue el uso que esté más generalizado en los textos arqueologicos, o bien, en caso de una diversidad en el uso, se adopta el criterio de mantener los guiones (por ejemplo, el caso de chopping-tool, en que la lectura de los distintos autores, tanto los que pertenecen a la lengua de origen, como los que son de habla castellana, no muestra un criterio uniforme); c) cuando se trata de adjetivos precedidos por negacion (no-retocado), entra a la lista bajo el término negado, o sea el adjetivo correspondiente, dado que el uso de negacion y guiones precediendo un adjetivo no es regular en el corpus (por ejemplo, no retocado y no-retocado se utilizan indistintamente, incluso por un mismo autor); d) cuando relaciona sustantivo con adjetivo o con sustantivo, la expresion así formada (que en el primero de los casos, funciona como un adjetivo: centro-basal, por ejemplo y, en el segundo, como sustantivo: percutor-compresor) se mantiene como unidad; e) cuando relaciona dos adjetivos, funciona como otro adjetivo (concavo-convexo) y por lo tanto, también se mantiene como unidad.
Hay palabras que aparecen con grafías que no son las habituales en los diccionarios de la lengua consultados (por ejemplo, prehension, con el sentido de aprehension y prension, también utilizadas en los textos del corpus y que se definen en los diccionarios de la lengua consultados de manera semejante). Son variaciones que están efectivamente usadas en los textos del corpus, y que podrían estar indicando: características regionales en el uso u opciones individuales (también, por ejemplo, cortex o cortex (Colombia y Cuba) por corteza (Argentina, etc.), rejuvenizacion por rejuvenecimiento, husiforme por fusiforme, ástil por astil, escalariforme por escaleriforme, troncadura por truncadura, etc.); desplazamientos del sentido habitual de los términos (retiro, extraccion, cuando estos verbos sustantivados designan la marca que queda en el objeto una vez que se le ha quitado parte de su masa, etc.). Eventuales errores ortográficos (como fasceta, utilizado de manera regular con el sentido de faceta, en uno de los autores) se corrigen si no hay dudas de que puedan estar indicando opciones no individuales. Las variaciones se presentarán en otra etapa del trabajo, cuando se busque identificar aquellas cuyo uso inhabitual responda a las que podrían considerarse necesidades del lenguaje arqueologico.
No se incluyen, por ahora, si no están explícitamente definidos en, al menos, alguno de los textos, los adjetivos y participios que no se consideren específicos del lenguaje y que se hayan usado una sola vez (por ejemplo, caído, usado como adjetivo), los términos que implican valoraciones estéticas (burdo, tosco) si su uso es aislado, los verbos que se refieren a acciones, salvo que se utilicen de manera recurrente y específica. Pueden tomarse como específicos al ámbito de lo lítico, los verbos que designan las acciones mediante las que se producen o usan los objetos. Muchos de tales verbos, cuando se sustantivizan, permiten hablar de formas, estados, aspectos, etc., en cuanto resultados de aquellas acciones. Un pequeño conjunto de términos constituido por verbos, verbos sustantivados, participios que funcionan como adjetivos, configuran de manera nuclear la posibilidad de representar el objeto lítico (como los que se relacionan con: acanalar, adelgazar, afilar, agotar, aguzar, alisar, astillar, biselar, burilar, desbastar, descortezar, destacar, desechar, embotar, enmangar, enastar, fracturar, golpear, lascar, percutir, presionar, retallar, retocar, tallar, etc). Por ahora, solo se han considerado aquellos cuya frecuencia de uso en los textos estudiados justifique su consideracion como término específico (como por ejemplo, conformar y formatizar, que se presentan bajo forma). En cuanto a los adjetivos, salvo en algún caso excepcional (como bifacial, por ejemplo), no se definen explícitamente en los textos del corpus, ni aparecen como aquello de lo que se habla, sino que se utilizan en esos textos para referirse a cualidades de otros elementos. Según los casos, se utilizan con el mismo sentido que en el lenguaje corriente o en la ciencia de la cual se toman.
Al igual que la mayoría de los adjetivos y verbos, ciertos sustantivos que representan rasgos como por ejemplo: aspecto, ubicacion, alto, ancho, largo, ángulo, forma, etc., pueden considerarse como en su uso cotidiano, excepto cuando se los haya definido explícitamente en algún texto. Por ejemplo, Orquera y Piana establece al iniciar la descripcion de las variables en que puede desplegarse cada rasgo, como se observa o como se mide y como se registra el mismo, realizando un desplazamiento desde la caracterizacion de cada término en su clasificacion, hacia la aplicacion de la terminología a la operacion de observacion y descripcion de los objetos. El término que representa al rasgo aparece en los enunciados como nombre, pero no considero a éstas como definiciones, sino más bien como prescripciones en cuanto a las acciones del operador que describe los objetos mediante las indicaciones y conceptos de este texto (por ejemplo, "El ángulo del bisel debe ser medido de manera perpendicular al..."), por lo cual no las considero aptas para entrar al diccionario, al menos mientras no amplíe su delimitacion en cuanto al referente.

LOS DRAMAS DEL CAMBIO

Los términos de la ciencia cambian a lo largo de su uso, en el tiempo y en el espacio. El lenguaje de la arqueología se crea y se transforma a partir de las variaciones en el uso de la lengua cotidiana de una region respecto de otras, el peso del discurso ideologico vigente en cada momento de un lugar determinado, las teorías arqueologicas más influyentes en ese momento y lugar y la diversidad en la adhesion individual a ellas...
El estudio de las variaciones regionales, especialmente en un subconjunto de la lengua general, como el que se estudia aquí, es el desafío mayor de la investigacion. Cuando términos distintos tienen un mismo referente, estamos, en cuanto a los datos, ante enunciados en los cuales esos términos distintos tienen la misma definicion (ya sea DE o DI) y, por lo tanto, se funden en una única línea de la red, donde solamente los diferencia su número de enunciado, lo cual permite decir que esos dos autores usaron esos términos para hablar de lo mismo. Pero, los términos que emplearon para ello, ¿tienen efectivamente el mismo valor también, en uno y otro caso? ¿Construyen la misma imagen o el mismo concepto? Es necesario contar con un corpus más extenso para poder decidir acerca de la validez de ciertas semejanzas y diferencias ya detectadas, en el uso, especialmente en un discurso tan libre como es el de los textos estudiados, donde la variacion en el uso de un término se puede producir incluso dentro de un mismo texto. No obstante, y con la provisionalidad del caso, tuve en cuenta este aspecto y en las entradas he aludido, en caso de haberlas, a estas variaciones porque en el sentido en que aquí empleo la expresion "diccionario de uso", este producto no puede ser otra cosa que un diccionario crítico, un diccionario del cambio. Excluyo, por hipotesis, el diccionario normativo.
Y esto lleva al segundo de los aspectos del cambio: una pequeña modificacion en el corpus (por añadido o supresion de alguna macrounidad, o por alguna correccion por ejemplo) puede llevar a cambiar consecuentemente determinados enunciados, con lo cual es posible que cambien también las redes implicadas y, por lo tanto, seguramente, cambiará también la síntesis que es la entrada y puede que haya que sacar o ingresar, DEs formales. Por esa característica de decir las cosas cada autor del corpus, a su modo, fue necesario realizar distintos ajustes en la metodología de análisis hasta hallar aquella que pudiese aplicarse a todos o bien, crear criterios explícitos que justifiquen distinto tratamiento dentro del marco teorico metodologico adoptado; por ejemplo, uno de los problemas de la segmentacion es que hay que contemplar la realizacion de enunciados a partir de fragmentos textuales de muy distinta calidad textual: unos, describen un tipo o clase (de pieza, de rasgo, de cualidad, etc.), otros, un término, y otros aún, clasifican, etc. Los textos clasificatorios ponen meramente términos en relaciones jerárquicas mediante signos tipográficos, desniveles, etc., y entonces es este ordenamiento lo que el analista interpreta para organizar sus microunidades o enunciados. Los enunciados correspondientes tienen que ser normalizados como para poder ponerse en relacion y para ello hubo que decidir por realizar ajustes; a veces, cuando ya muchas redes están realizadas y no es imposible perderse en sus vericuetos.
Para que no se pierda el lector o el que entra a consultar, para que no se sorprenda ante hipervínculos que son restos no deseados u otros, que parecen por ahora callejones sin salida, para que todos los aspectos del trabajo muestren, en cualquier momento dado en que se visite el sitio, una completa coherencia, debería, quizás, poner algún cartel del tipo de "cuidado, abismo", "vaya despacio, curva cerrada", etc., avisando que es un momento de cambio en la investigacion...O quizá sea suficiente con el aviso de que éste, como un sitio-taller, permite recuperar los rastros (y restos) de la produccion.
Al menos, cuando lo que se busca es que las operaciones vayan surgiendo constructivamente, por una parte como una exploracion abierta muy amplia y, por otra parte, sometida estrictamente a lo que va diciendo el autor. En esta ida y vuelta se proponen tentativamente modos de operar que después de un tiempo de funcionamiento, puede ser que demuestren no conducir adonde se esperaba y obligar a un regreso. Pero a veces no se puede volver a todo, no tiene sentido recomenzar cada vez y, entonces, muchas de las propuestas son hacia el futuro y otras son revision del pasado. El resultado es que los criterios y desarrollos nuevos que los nuevos problemas exigen definir enriquecen el proceso de la investigacion, a costa a veces, de duplicar algún camino, y otras, de disminuir la velocidad de avance de lo que se llama "El diccionario".
Por último, dado que considero a la arqueología como, a la vez, conjunto de textos y archivo de conceptos, de las dos maneras de encarar el estudio del lenguaje: a) a partir del estudio del uso efectivo de cada término, reconstruir el concepto, o bien, b) a partir de los términos considerados como designaciones, recuperar los conceptos designados, opto por la primera, pero valorando sin embargo la utilidad del segundo enfoque como un complemento que puede ser útil en determinados y puntuales aspectos del estudio, realizado, claro está, a partir de los resultados del primero.

BIBLIOGRAFÍA

1. CABRE, MT (1993) La terminología. Teoría, metodología, aplicaciones. Barcelona: Editorial Antártida/Empúries.        [ Links ]

2. CABRE, ESTOPA y LORENTE (1996) Terminología y fraseología. En Actas del V Simposio Iberoamericano de Terminología: Terminología, ciencia y tecnología (RITerm). México (3-8 noviembre, 1996).        [ Links ]

3. CARBO, T (1995) Lectura y sintaxis en análisis de discurso (una reflexion teorico-metodologica). En Discurso, teoría y análisis, 18: 35-71.        [ Links ]

4. COURTINE, J-J (1982). Analyse du discours politique, en Langages, 62: 5-125.        [ Links ]

5. DACAL, R (1968) Método experimental para el estudio de artefactos líticos de culturas antillanas no-cerámicas. Cuba: Academia de Ciencias de Cuba, Departamento de Antropología (Serie Antropologica, 1).        [ Links ]

6. FOUCAULT, M (1969) L' archéologie du savoir. Paris: Gallimard.        [ Links ]

7. MAGARIÑOS de MORENTIN, JA (1998) Manual operativo para la elaboracion de "definiciones contextuales" y "redes contrastantes". En Signa, Revista de la Asociacion Española de Semiotica, 7: 233-253.        [ Links ]

8. MOLINER, M (1997) Diccionario de uso del español. Madrid: Gredos.        [ Links ]

9. PEARSON, J (1998) Terms in Context. Amsterdam: John Benjamins.        [ Links ]

10. PRIMERA CONVENCIÓN NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA, Primera Parte: Lítico (Villa Carlos Paz, Cordoba, 24-29 de mayo, 1964) (1966). Cordoba: Universidad Nacional de Cordoba, Facultad de Filosofía y Humanidades, Instituto de Antropología, Publicacion XXVI (Nueva Serie, 1).        [ Links ]

11. WINCHKLER, G (1997). A triple Semiosis for the Representation of Stone Tools in Archaeology. En Semiotics around the World: Synthesis in Diversity. Proceedings of the Fifth Congress of the International Association for Semiotic Studies (Berkeley, 1994). Berlin: Mouton de Gruyter.        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License