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Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versión On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  n.20 San Salvador de Jujuy mar. 2003

 

Azul Pampa en etapas productivas

(Azul Pampa in productive stages)

Lidia Clara García*

*Instituto de Ciencias Antropológicas - Sección Arqueología UBA - CONICET - 25 de Mayo 217 - 3º Piso - CP C1002ABE - Ciudad de Buenos Aires - Argentina. Correo Electrónico: lcgarcia@arnet.com.ar

RESUMEN

   El problema que se investiga es el comienzo y desarrollo de una vida crecientemente sedentaria y productiva en la microrregión Azul Pampa, Departamento de Humahuaca, Provincia de Jujuy.
   Este trabajo específico relata una prospección realizada a lo largo y ancho de la quebrada de Sapagua, que une la de Inca Cueva con la de Humahuaca (dentro de la microrregión Azul Pampa), y que fue planteada como albergando sitios posiblemente complementarios a los de cuevas y aleros de la quebrada de Inca Cueva dentro de un modelo establecido a partir de la investigación etnoarqueológica local para los momentos iniciales del modo de vida sedentario y productor de alimentos. En estos sitios a cielo abierto se habría realizado cultivo de secano, restringido, para complementar el pastoreo llevado adelante preferentemente en la otra localidad pero que se habría continuado también aquí durante el resto del año. La caza sería una actividad presente en ambos lugares.
   Se circularon seis áreas a prospectar cuyo interés particular provenía de prospecciones previas, opiniones de colegas que nos antecedieron en las investigaciones locales y de la problemática planteada, recursos próximos, presencia de antigales que se considera pudieron tener múltiples ocupaciones, sitios con arte, etc. Presentaban distintas altitudes sobre nivel del mar a medida que nos acercábamos a Hornaditas, próxima a Quebrada de Humahuaca. Se hicieron mapeos, recolecciones de materiales de superficie, sondeos y excavaciones. Incorporamos también al registro materiales recolectados por los pobladores y revisión de colecciones oficiales.
   Se localizaron varios sitios de los considerados como «Formativos» por la tradición arqueológica del NOA, algunos de los cuales se encontraban en cercanías de despedres, con materiales supuestamente «diagnósticos» en su superficie. Aunque éstos fueron establecidos como tales para sitios muy distantes de los que nos ocupan. Se ubicaron a ambas márgenes del arroyo de Sapagua, a distintas altitudes, y se presentaron como distintos entre sí.
   Para intentar interpretar su función, buscamos algún planteo cercano a nuestros intereses que tomara este tema del patrón de asentamiento como indicativo de sistemas de asentamiento, combinando de este modo un punto de vista Histórico­Cultural que es el que ha predominado y predomina en los estudios arqueológicos del NOA Argentino, con una visión un poco más dinámica y moderna de esta cuestión.
   Los datos obtenidos, a pesar de no ofrecer material para datar , pueden tentativamente corresponderse con lo buscado, aunque la cantidad de tiempo dedicado a prospección no alcanzó para cubrir todos estos interrogantes. Los sitios a cielo abierto complementarios de los Formativos Iniciales Inferiores localizados en cuevas y aleros aún no están ubicados fehacientemente. Sólo los podemos considerar a modo de hipótesis de trabajo para guiar las investigaciones futuras.

Palabras clave: Prospección - Estructuras - Función - Complementariedad.

ABSTRACT

   The general research carried out at Azul Pampa, Humahuaca Department, Jujuy Province, is the origin and development of an increasingly sedentary and productive way of life.
   This specific paper describes a survey made along the Sapagua gorge, covering its width through six circular areas on both margins that were covered intensively. This gulch connects the Inca cueva gorge with the Humahuaca one (within the Azul Pampa microrregion), and was foreseen as holding possibly complementary sites to those placed at caves and rockshelters along the Inca Cueva gorge for the initial moments of the Formative stage. This model was stated as of local ethnoarchaeological investigations. The foreseen function for these kind of open air sites would have been restricted agriculture in unwatered lands, complementary of the herding carried out preferably at the other locality, but that would have continued also at the Alto Sapagua gorge during the rest of the year. Hunting would have been an activity carried out at both places.
   The six areas circled were selected for their interest after previous surveys, opinions of other colleagues that investigated at the place and regarding this problem before us, resources available, presence of old people villages ("antigales") that could held several successive occupations, rock art sites, etc. They appeared at different altitudes above sea level as we approached Hornaditas, near de Humahuaca gulch. We mapped, collected surface materials, made test pits and excavations. We also included mateials collected by landowners and revised official collections.
   We found several sites considered as "Formative" by the North West Argentina archaeological tradition, some of which were near heaps of stones possibly made when cleaning the fields for agriculture purposes, with supposedly "diagnostic" artifacts on their surface. The problem is that these kinds of materials were signalled as Formative for very distant areas. The sites appeared at both margins of the Sapagua stream, at different altitudes above sea level, and showed differences between them.
   In order to interpret their function, we searched for some model regarding open air sites that could be near our interests, taking this subject of the settlement pattern as indicative of settlement systems, combining in this way the prevailing Cultural-Historic model that is the preferably used in North West Argentina, with a little more dynamic and modern vision of this problem.
   Data obtained, even they did not offer organic materials to be dated, can tentatively correspond with our search, even though the amount of time dedicated for this survey was not enough to cover all these questions. The open air sites complementary with the Lower Initial Formative sites located at caves and rock shelters of Inca Cueva have not been yet authenticly found. We can only consider the illustrated and tested sites as hypothetical, in order to guide future research.

Key Words: Survey - Structures - Function - Complementarity.

INTRODUCCION

   El proyecto de trabajo general dentro del cual surgió la presente investigación tenía como objetivo el estudio de las adaptaciones de las economías cazadoras­recolectoras en el ámbito puneño y su transición o reemplazo por economías pecuarias basadas en la domesticación de camélidos. La comprensión de este cambio se consideraba crucial para el estudio del proceso cultural del NOA, ya que habría constituido la base del inicio del sedentarismo en la Puna y su borde oriental. El interés fue entonces integrar esta investigación a las de los sistemas de asentamiento, subsistencia y tecnología de cazadores-recolectores realizada por C. Aschero y H. Yacobaccio en Inca Cueva y fue planteada desde el comienzo como una investigación regional, focalizada en los inicios del Formativo, para abordar el estudio del cambio cultural. Dentro de este marco se estudiarían los asentamientos Formativos de la Puna jujeña y su borde en la zona Tres Cruces-Iturbe; previendo relacionar las ocupaciones en cuevas y aleros con sitios a cielo abierto semi-permanentes o permanentes, en campos más bajos altitudinalmente con el fin de comprender la movilidad y el uso del medio ambiente por parte de sus habitantes.
   Al momento de iniciarse estas investigaciones, las cronologías para el inicio del período Formativo en nuestro país, no iban mas allá del 600 a.C. (Núñez Regueiro, 1974:176), 500 a.C. (González, 1977:43, Raffino, 1988:65), 250 a.C. (Bárcena, 1977-78:172), o aún 00 AD (González y Pérez, 1983:37). En ese momento, se estudiaban básicamente los sitios a cielo abierto, tomando en cuenta los patrones de asentamiento como característicos de cada período y modo de vida, y se consideraba que la base de subsistencia había sido la agricultura. Las cerámicas eran analizadas sobre todo en relación a sus aspectos decorativos, en referencia a secuencias establecidas para la región del noroeste en general. La aparición de las primeras cerámicas era visualizada como producto de migraciones o influencias venidas del otras regiones. Además, para las ocupaciones con cerámica de esta microrregión, no existían dataciones absolutas.

DESARROLLO

   Se realizaron estudios etnoarqueológicos en el lugar mismo que contribuyeron al modelado sobre el funcionamiento de la microrregión Azul Pampa desde los orígenes del Formativo en adelante (García 2001). Se realizó también experimentación y análisis por difracción de rayos «X» con arcillas, inclusiones, combustibles y cerámicas arqueológicas, actuales y experimentales. Los casos evaluados fueron: Oeste del Aguilar, Tomayoc, Humahuaca, Alto Sapagua e Inca Cueva. En toda la investigación, los dos indicadores seleccionados fueron la tecnología cerámica y el uso del espacio. El bloque temporal estudiado va del 3.000 al 1.000 a.p en la microrregión Azul Pampa(García, 1998/9).

ANÁLISIS DE PASTAS CERÁMICAS

   Los estudios de lupa binocular mostraron combinaciones de conjuntos de hasta 6 inclusiones que a medida que se complejizaban eran coherentes con los datos de proveniencia y fechado. De todos modos, encontramos una altísima variabilidad. Estos análisis se combinan con las observaciones de cortes delgados al microscopio petrográfico, realizadas por la Lic. P. Solá, que confirman las observaciones de lupa. No hay pastas absolutamente comparables dentro de las más tempranas. Solamente los fragmentos San Pedro se diferencian del resto y se comparan entre sí. Y los análisis de cortes delgados al microscopio petrográfico de muestras experimentales de cerámicas realizadas con arcillas de Inca Cueva, Alto Sapagua y mezclando ambas, confirman las observaciones de los difractogramas realizados para las mismas, y su comparación con otras de la región.

CRONOLOGÍA Y USO DEL ESPACIO

   El mapa elaborado a partir de la investigación etnoarqueológica (García, 1999) para ver circuitos hipotéticos para diferentes tipos de cerámicas, y lo que las mismas pueden decir sobre organización social, puede sostenerse luego de la investigación y su puesta a prueba a través del registro arqueológico. También la vinculación con el bloque temporal, los fechados logrados y su ubicación por segmentos en el mapa inicial de Azul Pampa.
   Las conclusiones de toda la investigación etnoarqueológica y experimental para nuestra investigación arqueológica, considerando además los resultados de los estudios sobre los dos indicadores antes mencionados que retroalimentan el modelo son

a) En primer lugar, a pesar de saber que la quebrada de Inca Cueva ha sido vía de tránsito entre Puna y Quebrada desde épocas prehistóricas hasta la actualidad, no se niega la hipotética manufactura local de las cerámicas tempranas, con lo cual se apoya el hecho de ser éstos sitios de habitación.
b) Es dable que si esto fue así, se tratara de grupos de pastores o en tránsito hacia la domesticación de animales, como se expresó en el modelo inicial.
c) El territorio conocido y explotado incluía Alto Sapagua, con lo cual la complementación entre estos dos microambientes cercanos pero diferenciados se ve reforzada. Los recursos disponibles son diferentes en ambas localidades. Inca Cueva y Alto Sapagua se hallan en una zona de ecotono. Pero en tanto Inca Cueva es quebrada, Alto Sapagua posee vegas y pajonales, con una formación esteparia arbustiva. Hay mucha mayor diversidad de especies que en Inca Cueva. Alto Sapagua compone un microambiente completo dentro del ecotono en conjunto. Allí, la posibilidad de agricultura está dada (aunque su altitud es levemente menor - 3.400 m.s.n.m.) por la mayor disponibilidad de agua de riego para sus campos situados en la zona más baja, y el buen reparo de esta planicie con respecto a las zonas más altas, lo que la hace más moderada climaticamente. Actualmente, se cultivan allí vegetales microtérmicos. Por lo tanto, no se descarta la posibilidad de una economía agro-pastoril. Esta localidad es también apta para el pastoreo en la época en que en Inca Cueva los pastos no son suficientes. En este punto vale la pena recordar que el ambiente no ha variado sustancialmente en esta microrregión para el bloque temporal elegido en esta investigación de acuerdo a los estudios paleoambientales locales.

   Las hipótesis que sugieren estos experimentos son que se puede tratar de grupos pastores, con un buen conocimiento del medio ambiente y sus recursos, autosuficientes y con un nomadismo estacional.
   Por lo tanto, nuestro modelo fue que los ocupantes de los niveles cerámicos tempranos de ICa1 eran pastores semi-sedentarios que utilizaban las cuevas y aleros de Inca Cueva como puestos de altura durante parte del año, con una funcionalidad específica y de corto tiempo. Lo esperable es que las bases residenciales de actividades múltiples complementarias se encuentren en Alto Sapagua-Churque Aguada. Las implicancias de este modelo fueron puestas a prueba y hasta el momento se sostienen a través del estudio del registro arqueológico.
   En este trabajo presentamos los resultados de una prospección por áreas realizada en la Quebrada de Sapagua, para la localización de los presuntos sitios complementarios a los de Inca Cueva durante el Formativo. Esta tarea incluyó mapeos, recolecciones de materiales de superficie, sondeos y excavaciones. Incorporamos también materiales recolectados por los pobladores y revisión de colecciones oficiales. Describimos, graficamos e interpretamos la evidencia hallada.

TRABAJOS DE CAMPO EN ARQUEOLOGIA

PROSPECCIONES, SONDEOS, EXCAVACIONES Y RESCATE ARQUEOLOGICO EN AZUL PAMPA

Objetivos y antecedentes

   Un primer reconocimiento de la que iba a ser nuestra área de trabajo en Azul Pampa fue realizado con Carlos Aschero en 1984. Sin tomar a ésta como área específica de trabajo, se encuentran referencias a ella en los siguientes trabajos, correspondientes a distintos autores y épocas, desde la primera referencia de Boman, 1908: Aguerre et al., 1973, Aguerre et al.,1975, Aschero, 1975a, 1979 a y b, 1980, 1983-85, Aschero y Podestá, 1986, Casanova, 1966, Cigliano, 1965, Cigliano y Calandra, 1965, Fernández, 1968, 1968-71, Fernández Distel, 1974b. González, 1963, Pérez de Micou, 1979, Yacobaccio, 1979, 1983-85.
   Se hizo en dicha oportunidad una recorrida desde Hornaditas, subiendo la quebrada de Sapagua hasta Alto Sapagua. En dicha localidad acampamos. Se recorrió el antigal, se recolectaron cerámicas de superficie por áreas; se buscaron las fuentes de arcilla tradicionales en el cerro Alto de Sapagua y tomamos muestras. A continuación, remontamos el abra del altar hacia las nacientes de Inca Cueva, quebrada que recorrimos prospectando zonas no reconocidas del entorno de algunos de los sitios antes ubicados y/o estudiados, recogiendo materiales de superficie. Reconocimos los sitios cueva 6, cueva 5, alero 3, cueva 4, alero 2, alero 1, taller "D", cueva 1, cueva 7 y cueva 8. Finalizamos la prospección en la desembocadura de la quebrada de Inca Cueva en el río Grande (Ilustración N° 1).

Ilustración Nº 1. Quebrada de Inca Cueva. Ubicación de sitios a cielo abierto y en cuevas y aleros.

   Nuestra opinión es que esta micro-región que llamamos Azul Pampa, que cubre un radio de 15 a 20 Km. a partir de la desembocadura de la Quebrada de Inca Cueva en el río Grande (Aschero, 1988a:223) y que incluye Alto Sapagua, debe ser considerada en su conjunto. La ocupación ha sido importante por su profundidad temporal, por lo que es necesario intensificar los trabajos para ubicar los hallazgos dentro del momento que representan. Para los materiales que aparecen en terrazas o superficie, resulta necesario intensificar la búsqueda de contextos comparables en sitios estratificados para darles sentido.

La zona de Alto Sapagua

   En mayo de 1989 se realizó una campaña de prospección intensiva en las zonas de Alto Sapagua-Hornaditas con el objetivo de ubicar estructuras circulares posiblemente dispersas entre campos de cultivo delimitados por pircas. Las mismas podrían dar indicios sobre las ocupaciones semi-permanentes que como hipótesis inicial consideramos relacionadas con las ocupaciones Cerámicas Tempranas en cuevas y aleros de Inca Cueva.

Las tareas realizadas

   En base al estudio de cartas geográficas, mapas de vegetación y fotografías aéreas comunes y ampliadas, se establecieron seis áreas a prospectar. Establecimos la base en el caserío disperso de Alto Sapagua. Parte de los sitios se encuentan hacia el Oeste. Y el resto hacia el Este, más cerca de Hornaditas. La Ilustración Nº 2 muestra la ubicación de las seis áreas prospectadas marcadas en la carta Rodero (I:G:M:1:50.000).

Ilustración Nº 2. La zona de Alto Sapagua

Area 1 - Alto Sapagua norte

   Pasando el pueblo de Alto Sapagua, ascendiendo hacia el Abra del Altar, que separa este sector de la quebrada de Inca Cueva, en la margen izquierda del arroyo Sapagua, buscamos las estructuras circulares dispersas entre posibles campos de cultivo que habíamos ubicado en las fotografías aéreas. Según los pobladores del lugar, son muy antiguas. Encontramos muchas pircas destruidas y las seguimos. También acumulaciones circulares de piedras derrumbadas hacia el centro, con lo que quedan montículos difíciles de trabajar (posibles despedres). Caminamos en direcciones Norte, Sur, Este y Oeste, todo el sector. Ubicamos dos recintos circulares de piedra contiguos, el mayor de los cuales mide 8,2 mts. de diámetro en sentido E-W por 7,40 mts. en sentido N-S. Entre ambos recintos circulares, existe un pequeño recinto rectangular. Realizamos un sondeo en el centro del recinto circular grande y otros dos hacia las paredes W y S. Sondeamos también entre éste y el recinto circular chico y dentro de la estructura rectangular, en cercanía de la posible entrada. Estas estructuras se encuentran delimitadas por pircas y en proximidades de la barranca del arroyo. Lo que aparecía como significativo, fue mapeado y se realizó una recolección superficial de materiales por áreas alrededor del recinto circular grande, el más evidente dentro del principal grupo de estructuras reconocido (Ilustración Nº 3). La recolección comprendió las siguientes áreas

A1: Hasta 1 m. de distancia del recinto, en cuadrante Norte, exterior.
B1: Hasta 1 m. de distancia del recinto, en cuadrante Este, exterior.
C1: Hasta 1 m. de distancia del recinto, en cuadrante Sur, exterior.
D1: Hasta 1 m. de distancia del recinto, en cuadrante Oeste, exterior.

Ilustración Nº 3. Alto Sapagua Norte

   El área D1 presentó mucho material, y se amplió hasta 3 metros. A1 fue prácticamente estéril, pero aún así se amplió a dos metros más. B1 fue completamente estéril, aún ampliando otros dos metros. C1, también estéril, fue ampliada dos metros más, brindando entonces poca cantidad de material cerámico cerca de D1.
   La recolección superficial que se extendió desde los 3 m. de distancia de la estructura mayor hacia afuera, se acerca al recinto más pequeño. Se realizó un sondeo central del recinto más grande, el cual fue ubicado a 3,80 mts. desde la posible entrada (Sur) y a 4,20 mts. de la pared Oeste. Dio estéril.
   Se realizó un segundo sondeo de 0,50 m. por 0,50 m., como el anterior, a 1,20 mts. de la entrada hacia el SE, en el interior, junto a la pared. Le dimos una pala de profundidad (20 cm.). Dio absolutamente estéril.
   Realizamos otro sondeo de similares características en el sector interno, junto a la pared NW. También dio estéril.
   Se realizó una recolección superficial de materiales en los alrededores del recinto más chico. Apareció bastante cantidad de cerámica, con decoración negro sobre rojo, tosca y gris pulida. Las paredes de este recinto miden 0,40 m. de ancho y están formadas por varias hileras de piedra.
   Practicamos otro sondeo en el exterior, entre los dos recintos (D2) dado que era el lugar donde más material había aparecido en la superficie. Fue estéril.
   Una profundización del sondeo realizado en C0, contra la pared, del lado interno del recinto, dio estéril, pero se pudo observar que no continuaba la pared por debajo, por lo que consideramos que ha habido un proceso de erosión eólica en toda esta pampa, que las paredes se han derrumbado hacia el interior, y que lo que aparece en la superficie es el suelo del recinto.
   En cuanto al material, recuperamos gran cantidad de bordes y asas de cerámica, que sabemos que perduran más. Los pobladores hablaron de cuentas de piedra verde, que habían sido recogidas aquí.
   En la superficie alrededor del recinto chico, aparece gran cantidad de cerámica en superficie, de los tipos anteriormente mencionados, pero removiendo superficialmente el sedimento con cucharín, no aparece nada. También realizamos un sondeo dentro del recinto chico, en un ángulo, debajo de una gran laja. Estaba muy removido y no encontramos materiales. En otro ángulo parecía haber sido poceado, por el sedimento totalmente flojo, pero las piedras de la pared, muy grandes, habían caído hacia el interior y no se pudo trabajar.

Area 2 - Margen derecha del arroyo Sapagua

   Recorrimos por arriba la margen derecha del arroyo de Sapagua, para tratar de localizar las estructuras que habíamos visto en las fotografías aéreas. Encontramos una muy grande, de 12 mts. de diámetro, con piedras muy bien canteadas (Nota 1).
   El resto de lo que recorrimos en esa margen era demasiado empinado como para que hubiera estructuras habitacionales. Había sin embargo campos de cultivo actuales, con habas.
   Siempre en la margen derecha del arroyo, ubicamos un círculo de 14,20 mts. de diámetro en sentido Norte-Sur y 13 mts. de diámetro en sentido Este-Oeste, ubicado por encima del caserío de S. Méndez. Parte de la pared es doble, con la posible entrada ubicada hacia el Nor-Este. El ancho de esta abertura es de 0,80 mts. La pared tiene una doble hilera de piedras de 0,40 mts. Las piedras de la entrada tienen las siguientes medidas: 1) 0,40 mts. de base por 0,80 mts. de altura y 0,30 mts. de ancho. 2) (hacia el Norte) 0,65 mts. de base y 0,70 mts. de altura por 0,20 mts. de profundidad. Se encontró un tiesto en la parte exterior cerca de la posible entrada. Se tomaron fotografías. Se realizó un pozo de sondeo de 0,50 mts. por 0,50 mts. en el centro del recinto, con la profundidad de una pala, pero probó ser estéril.

Area 3 - Los pintados

   Se prospectó toda la zona, buscando recintos circulares. Esta zona cubre lo que llamamos Churque Asiento, Churque Aguada. Al Este se encuentra el Pukará de Hornaditas. El agua es escasa actualmente, si llega cuando llueve, llega muy poco y apenas hasta "Los Pintados". No hay campos de cultivo actuales, ni tampoco viviendas. El sitio toma su nombre de una roca con grabados conocida con ese nombre por los pobladores locales y que fuera originalmente publicada por Cigliano (Cigliano y Calandra, 1965) y luego por A. Fernández Distel, (1974b).
   Algunos de los recintos circulares en Churque Asiento, presentan materiales líticos y cerámicos en superficie, similares a los recolectados por los pobladores en el cerro Alto de Sapagua. Ubicamos un recinto de 3,34 mts. por 2,60 mts. y realizamos un sondeo en el centro, ya que en superficie no aparecía material. Dio estéril.

Pintayoc 1

   Se eligió una estructura circular en Churque Aguada. Se levantó una planta, se reticuló y se hizo un sondeo al azar. Se tomaron muestras de suelos. En el sondeo se ubicó un posible piso, por lo que se amplió la excavación a uno de los cuatro ejes del recinto para poder seguirlo. Fue completamente estéril, y al decapar pudimos comprobar que era sinuoso. Seguimos profundizando el sector del sondeo inicial, en una caja de 0,50 por 0,22 cm. hasta 35 cm. de profundidad por debajo de la base de las piedras que delimitan el recinto (Ilustración Nº 4). Fue totalmente estéril. Estos resultados concuerdan con los arriba expresados para Churque Asiento y con el resto, a través de todos los sondeos realizados en las estructuras circulares seleccionadas de las distinas áreas. Esta excavación se realizó detallada y completamente, en 1995, para verificar si los resultados anteriores negativos se habían debido a la profundidad de los sondeos. Pero se confirmó la esterilidad general.

Ilustración Nº 4. Excavación 1995. Brújula: altura del apartado. Al piso: 1,09 m.

Area 4 - La cueva

   Prospectamos la zona. Hay pobladores actuales ocupando la cueva como corral. No aparecen pircas ni estructuras circulares. En cercanía de la cueva aparecieron dos fragmentos de cerámica.

Area 5 - El sauce

   Entre Los Pintados y Alto Sapagua, sobre la margen derecha del arroyo homónimo, ubicamos unos grandes círculos en cercanía de los cuales recolectamos materiales cerámicos.
   Durante todo el camino de subida a la estructura circular desde el arroyo, pudimos observar terrazas de cultivo que no son actuales, y abundante material cerámico en superficie. Estas se observaban bien de cerca debido a la vegetación. A medida que ascendíamos, parte de las terrazas se convertían en paredones con grandes bloques graníticos. No eran de despedre. El lugar estaba en una loma desde donde se domina el río, los cerros de la otra margen y todos los campos de cultivo en todas las direcciones del cerro. En la cima, estaba la estructura. Abajo, los campos son inundables en época de creciente.
   Revisamos con cucharín todo el interior del recinto, sacando las pequeñas piedras, pero no encontramos materiales. Toda la cerámica, Negro sobre Rojo, con engobe morado o con pintura negra, aparece en los andenes que rodean el recinto. Sin embargo, no apareció cerámica en los andenes hacia el lado sur del cerrito. Tampoco en superficie dentro del recinto, ni ningún otro elemento cultural en ninguno de los cuatro sondeos practicados en el interior del mismo. Dos de los sondeos fueron practicados junto a las paredes del recinto, y se observó que a muy poca profundidad (0,20 mts.), se encontraba la base del muro. No pudimos ubicar un piso ni material cultural alguno. Suponemos que el piso está lavado. Adjuntamos la planta del recinto (Ilustración Nº 5).

Ilustración Nº 5. Área 2

Area 6 - Antigal de Alto Sapagua

Rescates

   Pudimos constatar en la campaña de 1989 que la familia Lamas se había mudado y construyó su nueva vivienda por encima de este sitio arqueológico. Allí se nos indicó que el río estaba lavando la barranca, y que aparecían cerámicas y huesos humanos. Se nos señaló una vasija que había caído a raíz de la erosión que se produce durante la época de lluvias, dejando a la vista transversalmente un fértil nivel de ocupación de color grisáceo. Consecuentemente con esto, nos acercamos a dicha barranca y procedimos a refilarla. A 0,43 mts. de profundidad aparecieron una serie de pucos, algunos rotos pero cuyos fragmentos remontan. Esta cantidad de materiales continúa apareciendo hasta los 0,63 mts. de profundidad. Aparece también material óseo. Separamos los materiales por sectores, aunque en el segundo perfil refilado, que llamamos 2, los materiales aparecen a 0,57 mts. de la superficie, y se puede observar claramente la capa fértil, y seguir su continuidad.
   Debajo de la barranca, encontramos grandes bases de ollas, asas y bordes, y se nos indicó el sector de la barranca del cual acababan de caer. Se pudo observar claramente el hueco. Al pie encontramos una gran base plana de cerámica que se había desprendido, mostrando su contenido de huesos humanos y animales. La vasija presentaba grandes asas transversales, labio evertido, siendo de factura tosca, con antiplástico grueso y sin decoración. Entre los materiales que cayeron apareció un cráneo con aparente deformación cefálica, además de dos aparentes fémures distales y de dos húmeros de adulto humano. Asociados, aparecieron materiales faunísticos.
   Rescatamos los materiales e hicimos también un nuevo reconocimiento del sitio y recolección de materiales de superficie, del perfil y del pie de la barranca, intentando un muestreo no probabilístico.
   Ordenamos así la información disponible sobre este antigal que - de acuerdo con la bibliografía – nunca fue estudiado sistematicamente (García, 1996). Desafortunadamente, no abundan para este sector oriental de la Puna, en contacto con el norte de Quebrada de Humahuaca, estudios anteriores que puedan dar luz sobre la población del área y que nos puedan servir de comparación en sus aspectos biológicos y en relación a sus aspectos culturales y económicos, con la información resultante de este hallazgo.

MATERIALES RECOLECTADOS POR LOS POBLADORES

   Además de los materiales de Alto Sapagua, mencionados arriba, incluyendo puntas de proyectil líticas de diferente tipología, cuentas y torteros similares a los recuperados en Inca Cueva cueva 5, también en Hornaditas los pobladores recuperan materiales al hacer sus casas y preparar sus campos de cultivo. Este tema ya fue mencionado por A. F. Distel, (1973:15) para el denominado poblado "A" o "pueblo viejo de Hornaditas" donde se halló una roca con petroglifos consistente en figuraciones abstractas, camélidos, un posible zorro y horadaciones (Cerámicas con figuras de camélidos con horadaciones son parte del contexto de Tulán-54).
   También se encontraron en el citado poblado piezas modeladas representando auquénidos, tricolores, tipo "Isla". En el lomo tienen pintados registros en negro. A. F. Distel vincula con el arte de la zona, en base a los relevamientos de E. Boman enInca Cueva, sugiriendo que el empleo de la policromía (rojo, blanco y negro) en forma combinada en las representaciones zoo y antropomorfas, es previo a aquéllas realizadas sólo en negro (A.F. Distel, 1976b:174-175). Ya hemos hecho referencia al "marai" en uso en la cocina del poblado actual de Hornaditas, y la enorme mano como base de la vivienda. Parte de este material es un recipiente de piedra proveniente del mismo poblado "A" (García, 1988/89).

COLECCIONES

Museos del Instituto Interdisciplinario Tilcara, Etnografico de Buenos Aires y de Humahuaca. Colección del Instituto de Ciencias Antropológicas, Sección Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, U.B.A.

   En el Instituto Interdisciplinario Tilcara hicimos una revisión de las colecciones de materiales de Chulín, taller "D", pertenecientes a la campaña de N. Pelissero de 1969. El taller tenía también materiales cerámicos en su superficie, ante alisada y negro sobre rojo. El material lítico muestra una mayoría de puntas lanceoladas realizadas en cuarcita rosada, fracturadas, salvo una que es de cuarcita verde, o sea que serían de manufactura local, y esta roca parece ser muy útil para puntas sobre hojas. En esa oportunidad, hicimos fichas de todos los materiales para su comparación con los de los niveles de excavación, pero de lo relevado no había nada comparable con los materiales de los niveles cerámicos tempranos de ICa1. También se revisaron materiales de cueva de León, así como cerámica de Huachichocana.
   En el galpón del Instituto Interdisciplinario encontramos materiales de muchos sitios, incluyendo Inca Cueva. Aparece material cerámico decorado con volutas negro sobre ante, muy parecida a la cerámica que encontráramos en el Abra del Altar. Se encuentra también otra cerámica reticulada fina y pulida negro sobre ante, fragmentos grandes negros, pequeños maíces, huesos quemados, puntas lanceoladas grandes y nódulos tabulares. La decoración de la cerámica con volutas se parece a lo relevado por A. F. Distel en el arte rupestre del Angosto de Hornaditas (1983:27 y 1976b:173). A su vez, el motivo se parece a una pieza de la colección Torres Aparicio, que proviene de la región de Inca Cueva, Zapagua, Coraya y Humahuaca.
   En Humahuaca, el Museo Arqueológico presenta en las vitrinas vasijas provenientes de Zapagua y Hornaditas, totalmente comparables con piezas de la colección Torres Aparicio que provendrían del mismo lugar. Estas piezas concuerdan con lo descripto por S. Debenedeti, (1910 a y b) en cuanto a la implantación de las asas para La Isla.
   Dentro de la colección Los Amarillos del Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires se encuentra un vaso antropomorfo de Negra Muerta, de Pucapampa, Río San Juan Mayo, donado por Don B. Muñíz Barreto, similar a los que integran ambas colecciones antes mencionadas.
   En la colección del Instituto de Ciencias Antropológicas, Sección Arqueología, de la Facultad de Filosofía y Letras, U.B.A., se encuentra una vasija recuperada por A. F. Distel del sitio Tiuiyaco (F. Distel, 1976a y 1977), con decoración tricolor, similar a la encontrada en superficie en el antigal de Alto Sapagua.

La zona Norte, noroeste y noreste de la Quebrada de Humahuaca

   Nos planteamos para esta etapa una doble búsqueda: Por un lado tratamos de identificar los puestos pastoriles, considerando esta actividad como la economicamente predominante para esta microrregión en los comienzos de la vida sedentaria. Por otro, desafiamos esta posibilidad, teniendo en cuenta la posible iniciación del cultivo desde estos momentos de cambio (Nota 2).
   Se prospectaron Antumpa, Aguas Blancas, Campo Colorado, Ovara y campo grande de Hornaditas, dentro de la microrregión Azul Pampa. Se reconocieron en esta oportunidad campos de cultivo a temporal a través de despedres, andenes de cultivo y diversos tipos de recintos. Los sitios fueron ubicados con GPS, se tomaron las altitudes sobre nivel del mar, y se vincularon con los registros pluviométricos realizados localmente por Albeck, además de observar el resto de los recursos locales.
   Tanto la quebrada de Ovara como la zona de Aguas Blancas, no registran estudios arqueológicos previos. Se realizó recolección superficial de materiales.
   En la quebrada de Ovara (paralela al sur de Churque Aguada, entre ésta y Coraya) encontramos andenes de cultivo a lo largo de manera similar a lo relevado en Sapagua. Hay despedres entre terrazas, y una circunferencia de 18 por 22 mts. con un huaqueo central, a 3.220 m.s.n.m. sobre una lomada al N. de la escuela actual, similar a la descripta anteriormente para la quebrada de Sapagua (El Sauce, Ilustración Nº 5). La prospección se realizó en siete zonas, ubicando en terrenos de cultivo al S del camino de acceso, un sitio con mucho desmoronamiento y cerámica tipo Isla, gris o marrón pulida y otra cerámica utilitaria, a 3.150 m.s.n.m. También se localizaron estructuras circulares al norte del camino, a 3.000 m.s.n.m., y despedres circulares. Encontramos un gran cono de deyección con paredes transversales, con mucho líquen, con algunas jambas derrumbadas y muchos montículos de piedras, que parecen tumbas. Bajando las terrazas encontramos predominantemente cerámica rojo pulida. Siguiendo el camino hacia la ruta encontramos varias estructuras en piedra pumícea, a 3.130 m.s.n.m. Son varias estructuras circulares, con arena como sedimento.
   En la cuesta de Azul Pampa, al E de la ruta localizamos el sitio Aguas Blancas, con una estructura circular con un pequeño rectángulo adosado, y despedres en las laderas. Acercándonos a la misma, vimos que hay agua (vega). Al otro lado, al lado de la ruta, donde empieza la subida fuerte de Azul Pampa, a 3.320 m.s.n.m. se encuentran también estructuras circulares entre posibles campos de cultivo. Encontramos una especie de plataforma con lajas de unos 3,5 mts. de altura y más de 30 mts. de largo. Llamamos a estos dos grupos de estructuras Aguas Blancas 1 y 2.
   Desde Aguas Blancas 1 y 2, seguimos subiendo y hacia el E, a unos 2 Km. detectamos un sitio muy llamativo en la ladera de un cerro. Lo llamamos Campo Colorado. Se ve dificultosamente en la fotografía aérea. La imagen desde la cuesta es de un círculo grande difuso, hasta el cual no llegamos, despedres lineales y amontonados, y una estructura circular sin material en la superficie, en el centro. Se accede a campo traviesa. El sitio se llama Campo Colorado y por ese camino se va a Negra Muerta.
   Posteriormente, realizamos una prospección intensiva por transectas en el sector Campo Grande (Hornaditas). En cuanto a materiales, fue estéril, y en cambio, se relevaron estructuras compuestas por círculos, despedres y montículos (Ilustración Nº 2, área 3).
   A partir de la prospección aquí comentada, decidimos para momentos futuros sondear un círculo en Ovara, alejado de la zona alta, un recinto en el centro de Negra Muerta, y otro en Churque Aguada. La excavación inicial (Pintayoc 1) se realizó como se informa en zona Alto Sapagua, área 3 – Los Pintados.
   A lo largo del camino hacia Quebrada de la Cueva, hacia el Este del Pukará Morado y Pueblo Viejo de La Cueva, se pueden apreciar los despedres de los canchones de cultivo, así como acequias por donde baja el agua de los cerros y en todo el fondo del valle los cultivos actuales. Se ven antiguas eras (para separar el trigo de la cáscara por pisoteo de animales, como se comentó antes). Los despedres están en las laderas, por encima de estos cultivos, y también en las partes bajas por donde pasa el camino. Se los ve con dificultad, al estar en la misma línea de visión. En algunos casos existe reutilización de los campos para cultivo actual. Todos estos rasgos se parecen mucho a lo ya relevado en Alto Sapagua (Nota 3).

RESULTADOS OBTENIDOS Y SU DISCUSION ALTO SAPAGUA NORTE, EL SAUCE, ANTIGAL DE ALTO SAPAGUA

   Toda la zona de Alto Sapagua Norte, entre 3.400 y 3.900 m.s.n.m., presenta un aspecto semejante a lo visto con S. Basílico en la quebrada de La Cueva en 1992. El patrón de asentamiento se corresponde con lo que buscábamos a partir de las observaciones en las fotografías aéreas (despedres y delimitaciones de campos, con estructuras circulares grandes y pequeñas además de rectangulares menores adosadas), pero las cerámicas que aparecen en superficie aparentan representar distintos momentos de ocupación. En el recinto menor (Ilustración N° 3) apareció mayor proporción de cerámica gris pulida que en el de tamaño mayor, aparentemente asociado, además de un sector removido con una laja, que podría tratarse de un enterratorio huaqueado. En este lugar los pobladores indicaron haber recogido cuentas posiblemente de malaquita. Este sector, que también presentó circulos grandes (14,20 por 13 mts. en parte con paredes dobles, así como el de la margen opuesta del arroyo (El Sauce, Ilustración N° 5), que mostró un posible deflector en la entrada, parecen estar mostrando un momento de ocupación Formativo Temprano, si nos atenemos a la tipología de Berberián et al.,(1988:27-28). En ese sentido, las estructuras ilustradas para Alto Sapagua Norte, así como las de Pintayoc (área 3, Ilustracíon Nº 2) y otras localizadas en el área 5 (misma ilustración), concuerdan con el tipo 1 mencionado por dicho investigador y su equipo, representado por

"unidades simples pequeñas y medianas (2 a 6m de diámetro) circulares o subcirculares que, por sus dimensiones...pueden ser consideradas puestos de ocupación transitoria relacionados con actividades agrícolas o pastoriles" (Berberián et al., 1988:27)

   Las estructuras grandes de Alto Sapagua Norte y El Sauce concuerdan con el tipo 2:

"Unidades simples grandes (más de 6 m. de díametro de lado) que por sus dimensiones, no pudieron haber sido techados en su totalidad" (op cit.:28).

   Las estructuras ilustradas para Alto Sapagua Norte (Ilustración N° 3), parecen coincidir con el tipo 3 de la citada clasificación:

"Unidades circulares compuestas. Constan de uno o más recintos circulares grandes (patios) a cuyos muros se adosan uno o más recintos circulares pequeños o medianos. Las excavaciones han identificado este tipo de unidades como estructuras de residencia ocupadas por una familia extensa cada una. Mientras que en el patio central se realizaban tareas de molienda, manufactura, etc., además de inhumar los muertos, los recintos pequeños servirían de dormitorios, cocinas, etc. El conjunto se complementa a veces (p. ej. En asentamientos de tipo B) con estructuras semi o subcirculares adosadas y que las excavaciones han identificado como corrales" (op cit.:28).

   Tenemos también las estructuras 7, montículos o despedres como se mencionó antes y las estructuras para la protección del suelo (6). Recordamos también en este punto las jambas mencionadas para la delimitación del mallín en cercanías del Abra del Altar en la zona alta de Inca Cueva (García, 1998/9). Círculos con jambas en su entrada se encuentran rambién en el Angosto de Sapagua (área 5). Lo que debemos recalcar es la falta de hallazgos contextuales en todos los sondeos y excavación practicados en el interior de todas estas estructuras por lo que su pertenencia a este estadio se considera hipotética. Sin embargo, a partir de los diferentes tipos de estructuras presentes, podríamos adscribir los hallazgos realizados a lo largo de toda la prospección en la quebrada de Sapagua, pero especialmente las áreas 1 y 2, y en menor medida 5 y 3 a los momentos tempranos de los sistemas Formativos (estadio I) establecidos por Berberián et al.,1988. En tanto, los niveles inferiores del Antigal de Alto Sapagua estarían representando un estadio II dentro de dicha tipología de sitios.

NOTAS

1)Los pobladores nos informaron que ahí se colocaban el trigo y la cebada, cuando se plantaban en el pasado en el lugar, con pasto encima y se utilizaba el círculo para separar el grano. Se trataría de una "era", por lo que no es nuestro interés ya que esta práctica, con animales, es post-hispánica. Se utilizaban las eras para trigo, habas, cebada. Pisaban con animales para separar el grano, con un piso bien delgado. Utilizaban burros o caballos, que giraban alrededor de un poste en el centro.

2) Tareas realizadas dentro del UBACYT FI-054 1994-1997 bajo dirección de la autora con co-dirección de la Dra. M. E. Albeck.

3) Esta recorrida y visita al Pueblo Viejo de la Cueva fue realizada por la autora con el Dr. A. Nielsen y la Lic. S. Basílico en 1992.

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