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Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versión On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  n.35 San Salvador de Jujuy nov. 2008

 

Enseñar creatividad. El espacio educativo

To teach creativity. The educative space

Olivia López Martínez *

* Universidad de Murcia - Campus de Espinardo s/n 30100 - Murcia.
Correo Electrónico: olivia@um.es

RESUMEN

El trabajo que presentamos se centra estudiar las características que deben reunir los pilares básicos de la creatividad: el educador, el clima o la pedagogía, porque no se trata solo de trasladar a la escuela métodos o tácticas que busquen productos novedosos y originales. Más que nunca, cuando se trata de enseñar creatividad, tanto el educador, el alumno, el ambiente, los recursos o los métodos han de ser creativos. En primer lugar el educador, como director de escena, debe tener entre sus intenciones la primera, el buscar un proceso de enseñanza-aprendizaje creativo. Enseñar creatividad es quizás una de las metas más complicadas en el sistema educativo. Porque busca fomentar lo divergente en un entorno convergente; lo indefinido en un sistema que busca transmitir lo definido y conocido. Porque exige que el educador se coloque en una posición desconocida e insegura: de desprotección, de pregunta, de incertidumbre, de desconocimiento ante lo que el alumno le va a proponer. En conclusión y de acuerdo a lo que Lowenfeld y Lambert en 1980 consideraron el aspecto más aceptado en lo referente al desarrollo de la creatividad «la mejor preparación para la creación es la creación misma».

Palabras Clave: Creatividad; Educación; Enseñanza; Mejora.

ABSTRACT

The work that we presented centers to study the characteristics that must reunite the basic pillars of the creativity: the educator, the climate or pedagogic, because it is not tried single to transfer to the school methods or tactics that look for novel and original products. More than ever, when one is to teach creativity, as much the educator, the student, the atmosphere, the resources or the methods they have to be creative. In the first place the educator, like scene director, must have between its intentions first, looking for a process of creative education-learning. To teach creativity is perhaps one of the most complicated goals in the educative system. Because it looks for to foment the divergent thing in convergent surroundings; the indefinite thing in a well-known system that it looks for to transmit the defined thing and. Because it demands that the educator is placed in a unknown and uncertain position: of desprotection, of question, uncertainty, ignorance before which the student is going to him to propose. In conclusion and according to which Lowenfeld and Lambert in 1980 considered the most accepted aspect with respect to the development of the creativity: «the best preparation for the creation is the same creation.

Key Words: Ceativity; Education; Education; Improvement.

1. INTRODUCCIÓN

En el espacio educativo, la mejora de la creatividad se ha de concretar en «una propuesta educativa dirigida al alumno, que se entrenará en procesos creativos, dando lugar a productos, en un contexto (escolar) favorecedor de creatividad».
En esa propuesta educativa, que no queremos encorsetar y llamarle «programa», va a participar cuatro variables imprescindibles: el educador, el alumno, los recursos y el clima. Cada uno de los cuatro ha de conocer a los enemigos de la creatividad, o servir de freno para que no aparezcan. Porque, al final, con la creatividad va a pasar como con las representaciones teatrales: nunca se está seguro de que va a haber sintonía entre los actores y el público. Y cada representación es diferente, como cada sesión o acto educativo es diferente.
Pocos investigadores cuestionan ya que, en mayor o menor medida, todas las personas poseen un potencial creativo. Sequera (2006) apunta que los niños son creativos por naturaleza, que más que enseñar creatividad, se trata de estimularla, de no castrarla. Refiere cómo los niños son capaces de escribir poesías sin ser poetas, o de relatar historias sin necesidad de ser escritores, de la misma forma podríamos pedirle creatividad en cualquier otra disciplina. Coincidimos con Bernal Vázquez (2006) en que toda persona cuenta con un potencial creativo innato, que hay que estimular e incidir con un tipo de educación creativa, no sólo en el ámbito escolar sino también en el núcleo familiar y social. Y no cabe esperar a estar preparado o saber suficiente en creatividad para comenzar, la mejor preparación para la creación es creación misma, lo contrario sería más bien inhibir dicha creación.
La escuela constituye un espacio, por excelencia, para el desarrollo de la creatividad de toda persona, dependiendo también de factores como: el maestro, el modelo pedagógico, el currículo escolar, planes de estudio, programas, métodos didácticos, ambiente escolar, etc. (Ferreiro, 2006).
No hay construcción del conocimiento sin creatividad, lo contrario es copiar, reproducir, observar, inmovilismo. Para Piaget, la educación significaba literalmente, formar creadores. González Quitian (2006), nos dice que la creatividad en el escenario educativo se convierte en el fundamento de lo resolutivo en los procesos de construcción del conocimiento. Es lo que hace posible la visión más allá de las fronteras del saber, siembra y cosecha los frutos de las disciplinas, que forja el pensamiento en proyectos y acciones innovadoras. Se plantea la creatividad y la educación como la mejor estrategia que dispone el ser humano para el desarrollo, dimensiones que pueden ser fortalecidas en cualquier individuo a niveles significativos dentro de un entorno y clima enriquecido e intencionado. La creatividad no es innata. Requiere de la educación y la experiencia para ser desarrollada.
Corbalán Berná y Col. (2003), nos advierte que si nos proponemos enseñar a crear, no intentemos sólo enseñar a producir. Hay que enseñar a percibir, a matizar, a estructurar, a hacer esquemas, a construir preguntas… Si deseamos educar a nuestros niños para la creatividad proponemos que sepamos entender, admirar y permitir primero su espontánea curiosidad.
En definitiva aunque, en el hombre, la posibilidad de crear es algo inherente al ser humano, debe conceptualizarse como una habilidad que mediante un entrenamiento adecuado y en un ambiente propicio puede irse desarrollando, adquiriendo conocimientos y maneras de enfocar mentalmente los proyectos (Méndez, 2006).
Quizá Torre (2006), nos resuma en sus cuatro puntos cardinales lo que significa educación creativa: ser (convicción), saber (reparación), hacer (estrategia), querer (persistencia).

2. PRINCIPIOS DE LA ENSEÑANZA CREATIVA

Cuando hablamos de enseñanza creativa, estaremos pensando en estrategias basadas en el «aprendizaje relevante», en el desarrollo de habilidades cognitivas, en una actitud transformadora, en una organización con actitudes innovadoras, flexibles y motivantes, en donde la medición toma en consideración la experiencia, la colaboración y la implicación del alumno. En definitiva, se trata de enriquecer los métodos con aquellos rasgos atribuidos a la creatividad. Logan y Logan (1980), consideran que una enseñanza creativa debe poseer los siguientes principios o características:

1. Es de naturaleza flexible, para adaptarse a las capacidades, intereses y biografías de los alumnos.
2. Utiliza métodos de enseñanza indirecta basados en la motivación, simulación, consulta y descubrimiento.
3. Es imaginativa. La imaginación alerta imprescindible en una enseñanza creativa.
4. Fomenta la combinación inteligente de materiales, medios, ideas y métodos.
5. Favorece las interacciones entre profesor, alumnos, el tema y la actividad de aprendizaje particular
6. Es de naturaleza integradora en el tratamiento de las áreas del currículo, con objeto de que los alumnos vean sus relaciones
7. Refuerza la autodirección del alumno. Máxima autodirección en un ambiente en el que se fomentan la curiosidad, la indagación, la investigación y la experimentación.
8. Implica autovaloración que, al no desarrollarse en un clima de crítica y autoritarismo, representa un papel importante en la enseñanza y el aprendizaje creativos.
9. Comporta riesgos, de ahí la importancia del apoyo de la Administración, pero también aporta recompensas.

En definitiva, podríamos decir que la enseñanza se convierte en un proceso creativo cuando el individuo ve la necesidad de mejorar sus técnicas y estrategias de enseñanza; piensa en varias alternativas a la hora de solucionar un problema; aporta experiencias pasadas, nuevos conocimientos y enfoques para solucionar un problema; tiene la intención de aplicar principios de enseñanza creativa científicamente desarrollados; utiliza lo que ha aprendido de sus estudios y experiencias educativas.
Si buscamos que la creatividad forme parte del currículum ya sea como capacidad o como actitud, debería ocurrir que (Torre, 2003):

1. Se recogiera entre los objetivos: la imaginación, la originalidad, la flexibilidad, la inventiva, el ingenio, la elaboración, la espontaneidad, la sensibilidad, etc.
2. Se planteara en cualquier contenido curricular.
3. Las estrategias docentes y actividades discentes se caracterizarán por su pluralidad.
4. Los recursos y materiales de aprendizaje han de ser tan variados como la metodología.
5. La evaluación, piedra de toque en cualquier reforma, debería: utilizar una evaluación polivalente que recoge información a lo largo del proceso; valorar las aportaciones personales de los alumnos; tomar en consideración la aplicación o transferencia a otros contextos de lo aprendido por el alumno.

Gervilla y Madrid (2003), resumen en cuatro los principios básicos que debe sustentar la escuela creativa:

1. Principio de espontaneidad: que el niño exponga con libertad sus ideas, opiniones y experiencias, lo que le llevará a mejorar su confianza y seguridad en sí mismo.
2. Principio de dialoguicidad: la libertad de exposición de las ideas y vivencias se realizará de forma recíproca entre iguales, así como entre docente y alumnos, cuidando las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo. Se recompensará el saber escuchar.
3. Principio de originalidad: el respeto por las ideas e iniciativa, al margen de lo extraño que parezcan. Ello servirá para favorecer su flexibilidad y poner en juego la tolerancia mutua y respeto entre compañeros.
4. Principio de criticismo: por el que el alumno analizará los mensajes que le llegan, dudando de la veracidad de los mismos, construyendo y enriqueciendo las propuestas. Actitud crítica que debe empezar por el propio alumno y la autodisciplina.

Estamos convencidos, que una educación más formativa, más consciente y menos funcionalista podría ser un buen andamiaje para que el individuo pudiera seguir aprendiendo a mejorar como persona, al tiempo que contribuye al mejoramiento de la vida humana (Herrán, 2003). Porque en definitiva, como dice Csikszentmihalyi el valor de la escuela no depende de su prestigio o su capacidad para enseñar a los estudiantes a enfrentarse con las necesidades de la vida sino, lo que es más importante, en qué grado es capaz de transmitir el disfrute de aprender durante toda la vida (Csikszentmihalyi, 2003).

3. PROPUESTAS DE MEJORA DE LA CREATIVIDAD

Para la mejora de la creatividad, Alonso Monreal (2000) nos sintetiza tres propuestas, partiendo de los planteamientos realizados por Nickerson sobre los elementos que podrían favorecer la creatividad, y que ya hemos referido en el presente estudio. Comenzamos por la propuesta del propio Nickerson, en ella se sugiere que para la mejora de creatividad, además de tener en cuenta que las actitudes no se enseñan con normas sino con el ejemplo, es necesario:

1. Afirmación de propósitos e intenciones. Se refiere a la necesidad de un trabajo continuo para hacer posible la creatividad.
2. Construcción de las habilidades básicas. Son necesarios tres niveles de desarrollo: adquisición de habilidades básicas como lenguaje; el aprendizaje de sistemas estructurados de solución de problemas; la ejecución de proyectos independientes autodirigidos.
3. Adquisición de conocimientos específicos de los dominios.
4. Estimulación de la curiosidad.
5. Construcción de la motivación.
6. La autoconfianza y disposición al riesgo: expresión de sus propias ideas y apoyo del éxito, interpretación de los fracasos no como una debilidad.
7. Centrarse en la pericia y propio rendimiento.
8. Fomentar creencias que apoyen la creatividad: por ejemplo la convicción de que la creatividad está determinada en gran parte por la motivación y el esfuerzo.
9. Proporcionar oportunidades de elección y descubrimiento.
10. Desarrollar habilidades de autodirección.
11. Enseñar técnicas y estrategias para facilitar el rendimiento creativo.
12. Proporcionar equilibrio entre libertad y estructura.

La segunda propuesta para la mejora de la creatividad está recogida por Amabile (1996) donde, a partir de su planteamiento ambientalista de la creatividad, señala los factores que aparecerían implicados para la mejora de la creatividad en la educación y crianza infantil:

1. Factores GENERALES:
a. Desarrollo de las habilidades de aprendizaje.
b. Métodos de enseñanza.
c. Conductas del profesor.
d. La relación e influencia de los compañeros.
e. Peligros de la educación.

2. Factores SOCIALES:
a. Socialización (las familias menos afectadas por el convencionalismo social favorecen más la creatividad). Es importante que desde pequeño los niños sean enfrentados a modelos creativos.
b. Actitudes para el trabajo.
c. Control y creatividad.
d. Los premios y recompensas.
e. Diferencias individuales.

La tercera propuesta referida al marco escolar, nos la proponen Sternberg y Lubart (1997), que señalan los siguientes requisitos:

1. Desvalorizar las notas que son un destacado motivador extrínseco.
2. Hacer de la creatividad una parte explícita del contenido para mostrar que se valora la creatividad.
3. Dar reconocimiento verbal al trabajo creativo.
4. Alentar a los estudiantes a que presenten sus trabajos en exposiciones exteriores o concursos.
5. Intentar utilizar una combinación de motivadores.

Para finalizar este apartado, es interesante atender a las diez paradojas que Brabandere y Mikolajczack (2000) considera, han de superarse para ejercitar la creatividad:

1. Fomentar la divergencia garantizando la convergencia.
2. Cuando se trata de inventar, los amplios conocimientos interdisciplinarios son una ventaja, como lo es igualmente la ausencia total de conocimientos.
3. Cabe más en dos cabezas que en una. Y más en tres que en dos. Pero, en un momento determinado, el efecto se invierte. Una multitud no inventa nada.
4. Para crear, es indispensable la comodidad. Aunque la ausencia de la misma lo es otro tanto.
5. El ordenador está tanto mejor programado cuanto que su usuario consigue desprogramarse.
6. La creatividad se libera en aquellos que pueden desactivar su sentido crítico. Ahora bien, los creativos tienen un sentido crítico especialmente desarrollado.
7. La creatividad del hombre permite la construcción de un futuro mejor. Pero el hombre nunca es más creativo que cuando se trata de destruir.
8. La ausencia de creatividad puede conducir a una empresa a la catástrofe. El exceso de creatividad puede conducirla al desastre.
9. Se desea la creatividad, para los demás.
10. La creatividad es tan antigua como el mundo y es la herramienta imprescindible para la elaboración de un mundo nuevo.

4. PILARES DELA ENSEÑANZA CREATIVA

La enseñanza para la mejora y desarrollo de la creatividad en espacios educativos ha de descansar en cuatro pilares: el maestro, el alumno, el clima educativo y las técnicas o programas creativos.

A) EL EDUCADOR

En torno al educador creativo hay dos constantes: el educador como líder y, el educador como facilitador-mediador.
La pregunta clave es, como dice Torre (2006a) es, no tanto qué aprenden los alumnos, sino qué enseño yo como educador, como docente. Se trata más de que el educador tenga claro los objetivos, las metas y los contenidos que maneja, que la cantidad de aprendizaje del alumno.
El educador tiene demasiadas facetas, pero la más importante consiste en ser un educador pensante-creativo (Gervilla (2006). La creatividad docente, se manifiesta en la importancia atribuida a las intenciones educativas, a la organización de la acción, a las actividades de aprendizaje, a la evaluación; pero sobre todo en la creación de ambientes y climas de aprendizaje (Torre, 2006a). Al educador se le pide un papel de director de escena, de facilitar el desarrollo de las potencialidades de los actores principales, los alumnos, y de las posibilidades de los recursos: tácticas, métodos y ambientes.
El educador como facilitador o mediador es aquella persona que procura un clima afectivo, reflexivo y productivo en el grupo. González Quitian (2006) adjudica al individuo el papel protagonista y constructor en los procesos de formación y aprendizaje, al tiempo que al educador le adjudica el de dinamizador, facilitador, acompañante, gestor de ambientes que enriquezcan, construyan y provoquen el acto creativo.
Los ambientes son escenarios de interacción, pero una vez más debe resaltarse la relación directa entre el interés por crear y la riqueza del ambiente. Tomando la idea de Brabandere y col (2000), el maestro como animador, frente a una idea nueva a primera vista extravagante, donde la tentación es dar media vuelta y volver a la burbuja, se ocupa de impedir la vuelta a la casilla de salida del alumno, y favorecer el retorno a la burbuja por otra vía, animando la divergencia pero garantizando la convergencia.
Las características que debe de reunir el educador creativo han sido señaladas por diversos autores en España, como Gervilla (2003d) que propone las siguientes:

1. Debe promover la flexibilidad intelectual del alumno.
2. Estimular al alumno a autoevaluar sus adelantos individuales y su rendimiento.
3. Despertar en el alumno la sensibilidad a los sentimientos y estados de ánimo de otra gente, a impresiones ópticas y acústicas y a problemas sociales, personales y escolares.
4. Tomar en serio las preguntas de los niños y recibirlas con atención.
5. Brindar al alumno la oportunidad de manejar materiales, herramientas, conceptos, ideas y estructuras.
6. Educar niños con la tolerancia para la frustración, que aprendan a aceptar fracasos.
7. Enseñar a percibir una estructura total, no sólo las partes.
8. Capacidad para vivificar la enseñanza, para dar una vida nueva y directa al material.
9. Esforzarse por descender al nivel del que aprende, regresión para identificarse con el alumno y darle a éste la posibilidad de identificarse con él.
10. Buscar la originalidad en el lenguaje.
11. Aprecia el rendimiento los alumnos.
12. Que el humor ocupe un lugar especial en su vida.

López Martínez (2001) hace hincapié, en primer lugar, en que el maestro creativo debe entender los elementos que componen la creatividad, debe saber cómo formularla, y poseer la capacidad de usar medios adecuados que consigan el éxito de las técnicas que ponga en práctica.
Decíamos que el educador creativo también actúa como líder, como líder creativo. Gervilla y Quero (2003) distingue dos bloques que el liderazgo creativo debe de buscar: el bloque del hacer y el bloque del ser.

B) EL ALUMNO

Aunque parece una trivialidad, queremos resaltar en primer lugar, que la participación del alumno en el proceso de aprendizaje es una condición necesaria. Hasta tal punto que resulta imposible aprender si el sujeto no realiza una actividad conducente a incorporar en su acervo personal bien una noción, definición, teoría, etc. Naturalmente, esto se afirma para todo tipo de aprendizaje sea o no creativo pero, en este último caso, todavía más. Nos estamos refiriendo a una actividad por parte del alumno que conduzca a incorporarle una noción, definición, etc. No hablamos de una actividad o de una participación «destructiva» (Ferreiro, 2006).
En creatividad, es importante reflexionar sobre este término, en base a las conclusiones que llegó Sternberg (1998) tras un estudio sobre las concepciones de la inteligencia, la creatividad y el conocimiento en diferentes ocupaciones. Se pidió que clasificaran una relación de conductas, en función de su importancia para los atributos de la inteligencia, la creatividad y el conocimiento. Las conductas que se juzgaban creativas, se consideraban poco acertadas, y las que se juzgaban acertadas se consideraban poco creativas. Es bastante habitual, que las personas que ponen en duda la forma de hacer las cosas, se les considere destructivas más que creativas.
Tomando como base, los atributos adjudicados a la persona que Teresa Huidobro selecciona según han sido mencionados por, al menos la cuarta parte de los autores que han investigado en creatividad, el alumno en el espacio creativo debería desarrollar:

1. Agudeza en la percepción visual/ observación.
2. Anticonvencionalismo.
3. Apertura a la experiencia.
4. Apertura al proceso primario.
5. Autoconfianza.
6. Autonomía.
7. Capacidad de concentración.
8. Capacidad de liderazgo/ influencia/ persuasión.
9. Capacidad de producción divergente (Guilford).
10. Capacidad de síntesis.
11. Capacidad para manejar símbolos.
12. Capacidad para pensar en imágenes/ imaginación.
13. Capacidad para poner orden en el caos.
14. Capacidad para reconocer analogías nuevas.
15. Competencia intelectual.
16. Curiosidad.
17. Disciplina de trabajo.
18. Disponibilidad para asumir riesgos.
19. Emotividad.
20. Flexibilidad.
21. Fluidez ideativa.
22. Fluidez verbal.
23. Foco de evaluación interno.
24. Independencia de juicio.
25. Individualismo.
26. Integración de contradicciones.
27. Intuición.
28. Motivación intrínseca.
29. No temor al desorden.
30. Originalidad.
31. Persistencia.
32. Preferencia por la complejidad.
33. Sensibilidad a los problemas.
34. Tendencia a la exploración.
35. Tolerancia a la ambigüedad.
36. Valoración de lo estético

C) EL CLIMA

Ya hemos referido la importancia que tiene el ambiente en el desarrollo o aparición de la creatividad. Por otra parte, en creatividad siempre nos estamos moviendo en escenarios de indeterminación e incertidumbre, donde ni los genes por una parte o la influencia exterior por otra, aseguran un futuro prometedor en el campo creativo. Seguramente la creatividad, llegamos a la conclusión, obedece más a condiciones externas que internas.
Quizá debamos preguntarnos en la misma línea que Dabdoub (2006), si realmente no debemos cuestionarnos tanto cómo hacer que una organización funcione mejor sino, cómo generar las condiciones propicias para que emerjan y se expresen las cualidades inherentes a los sistemas vivos, su capacidad creativa para autorregularse y para evolucionar.
Dado que en el espacio escolar se trabaja principalmente en grupo y, el crecimiento de sus miembros se favorece, entre otras cosas, por el carácter social del propio aprendizaje humano, por las múltiples relaciones interpersonales que se dan y por la complementariedad y enriquecimiento entre sus integrantes, deberemos aprovechar la escuela para encauzar esas interacciones en el propio crecimiento y desarrollo de la creatividad.
Gervilla y Madrid (2003) señala cinco dimensiones en las que un contexto educativo creativo debería tomar decisiones:

1. Aspectos valorativos. Promover un contexto de valoración a los sujetos donde se sientan seguros; un tono de respeto y aceptación a la persona y lo que hace.
2. Aspectos organizativos. Intentan generar estrategias de sistematización y efectividad en la tarea, informar, ejemplificar que el educador sea modelo de aprendizaje,…
3. Aspectos expresivos. Intentan ayudar a manifestar las vivencias, ideas o planteamientos.
4. Aspectos reflexivo-generativos. Intentan ayudar a los miembros del grupo a pensar y profundizar sobre lo hecho, lo que hacen, o lo que harán.
5. Aspectos exitosos. Intentan ofrecer experiencias o situaciones exitosas, basados en la pedagogía del éxito.

En el mismo sentido González Quitian (2006), delimita sólo tres dimensiones entre las que se construye el ambiente educativo creativo en interacción:

1. Un ambiente psicosocial. Ofrece identidad, seguridad, confianza, autonomía y libertad. Provoca capacidad de asombro. Se encuentra armonía plena de creación. Se concibe como la afectividad del contacto entre los actores sociales y de éstos con su contexto. Hay una relación si enérgica entre la organización como estructura y medio y los intereses y expectativas de los actores.
2. Un ambiente didáctico. Generoso en procedimientos autónomos, flexibles y divergentes, donde se promueva la indagación, la formulación y reformulación de problemas. Referido a los elementos y materiales educativos significativos. Que promueve la organización y participación activa.
3. Un ambiente físico. Definido como cobijo que soporta y dinamiza el ambiente psicosocial y didáctico.

Torre (2003), realzando la vertiente social de la creatividad, señala para el entorno educativo las siguientes características que lo concretan:

1. Riqueza de estímulos. La abundancia de estímulos se demuestra eficaz en el desarrollo de las habilidades cognitivas y de la creatividad.
2. Interacción y transformación. En el proceso creativo concurren una serie de interacciones entre los recursos del sujeto, lo que se pide de él y la presión del medio.
3. Polinización de ideas. Es muy importante fomentar la comunicación de ideas entre los miembros del grupo. La flor no polinizada raramente llega a dar fruto.
4. Cultivo de la creatividad. Aunque pueda desarrollarse de forma natural, la creatividad es como un grano de trigo que sólo produce riqueza cuando se cultiva. Las técnicas creativas serían los instrumentos y herramientas de apoyo. Cultivar la creatividad significa tenerla en consideración a la hora de realizar el diseño curricular de un determinado contenido o planificar actividades no escolares. La creatividad ha de estar presente en todos los componentes curriculares.
5. Obstáculos y restricciones de la creatividad. El aferrarse al plan trazado aunque los resultados sean escasos. El alumno que, influido por el deseo de alcanzar buena nota, trata de reproducir cuanto el profesor ha dicho aunque existan otros puntos de vista, está deteriorando su libertad de expresión.

D) RECURSOS METODOLÓGICOS Y TÉCNICOS

Como ya hemos referido, es a partir de la década de los años 60 del siglo pasado cuando la enseñanza del pensamiento productivo en los niños entra en la escuela. Anteriormente, a partir de la década de los años 30 y 40 fue la industria quien tiró de la investigación en creatividad, provocando el nacimiento de las primeras técnicas para el desarrollo de la creatividad. Con la década de los 30 arranca un fuerte crecimiento de la industria y se abre paso el interés y la necesidad por cultivar la creatividad.
La instrumentación de la mejora de la creatividad, se realiza según Alonso Monreal (2000) a través de:

1. Los proyectos personales. Lo importante es que cada individuo sea capaz de ponerse en marcha desde un proyecto personal.
2. Programación de las organizaciones. No cabe duda de que lo verdaderamente eficaz es el enfoque estructural habitual que tenga las escuelas, y que en ellas tanto los profesores como los métodos y objetivos sean adecuados a los planteamientos creativos.
3. Técnicas estructuradas de producción creativa. Tormenta de ideas, sinéctica, listado de atributos, Circept.

Hoy, casi todo el mundo está convencido de que es necesario desarrollar el potencial humano creativo y que, de no hacerlo, estaríamos ante un yacimiento que no explotamos. Además, se sabe que el desarrollo de la creatividad obliga a una relación diferente entre el maestro y el alumno, así como entre los mismos alumnos. En todo caso, se hace necesaria la intencionalidad manifiesta y la actuación consecuente, a partir de una teoría científica que desarrolle la creatividad.
Saturnino de la Torre está convencido de que la creatividad es ametódica, que la creatividad es el método de enseñanza en realidad, que el promover la creatividad no es otra cosa que introducir la creatividad en los métodos de enseñanza. Dicho con otras palabras, el método creativo de organizar la acción al aplicar el método didáctico. Todo ello significa para Saturnino de la Torre, un cambio de estrategia en el que el punto de origen no es el mensaje (finalidades y objetivos) sino el cliente, el alumno. Porque de qué sirve un excelente contenido si carezco de destinatarios. Cómo difundir las ideas si no tengo quien las escuche o lea. El primer paso es pues, atraer, motivar, predisponer a recibir el mensaje y en función de los intereses de los destinatarios codificar contenidos y estrategias (Torre, 2003).
Lo que ocurre es que, si bien no podemos hablar de una metodología creativa en sentido estricto, es decir, de un único método, también es cierto que, como apunta Brabandere, la puesta en práctica de métodos de creatividad requiere en sí un método. Las técnicas de creatividad demuestran su eficacia cuando se aplican a un problema concreto, muy circunscrito, y no a un problema vago y demasiado amplio. No todos los métodos convienen a todos los problemas… los métodos de creatividad no están estrictamente delimitados (Brabandere y Mikolajczack, 2000).
Gervilla y Madrid (2003) abunda en la idea de que el problema es más bien de ciertos cambios cualitativos en la atmósfera de la clase, en las conductas del profesor y de los compañeros, de un enfoque diferente en la información y una valoración de las respuestas adecuadas…
Si estamos de acuerdo en que todo aprendizaje es un proceso de construcción del conocimiento en el individuo; si ese aprendizaje pretendemos que sea creativo, todavía más necesitamos echar mano de la metodología constructivista para asegurarnos el éxito en nuestro objetivo. Gervilla (2003a) nos deja claro que para que haya un aprendizaje constructivo interno, un proceso de reorganización cognitiva, debe producirse un conflicto cognitivo. Y para que se produzca dicho conflicto el educador debe tener en cuenta:

a. La estructura cognitiva del alumno y sus conocimientos previos.
b. El ámbito afectivo, partiendo de sus necesidades e intereses y facilitando materiales potencialmente significativos

Aprender significativamente y por descubrimiento supone modificar los esquemas de conocimiento que el alumno posee. Ello implica al profesor en una gran actividad, ya que debe preparar el ambiente para establecer relaciones ricas entre los nuevos aprendizajes y los esquemas de conocimiento de existentes en el alumno sumergiendo también a éste en una intensa actividad.
Con la misma relevancia que nos hemos referido al aprendizaje constructivista, debemos hacer referencia al aprendizaje cooperativo como una teoría coherente y convincente para enseñar en condiciones a grupos grandes, organizando a sus miembros en pequeños grupos de trabajo, al tiempo que desarrollan su creatividad.
En definitiva, podríamos decir que el maestro ideal para los alumnos es un maestro creativo.
Para finalizar, y teniendo en cuenta que la creatividad está de moda, hemos de hacer referencia a todos aquellos programas comerciales que se venden destinados a aumentar la creatividad individual. La inmensa mayoría intenta potenciar tres dimensiones del pensamiento divergente: fluidez (produce tantas ideas como puedas); flexibilidad (ten tantas ideas diferentes como puedas) y originalidad (intenta producir ideas improbables) (Csikszentmihalyi, 2006).

5. CONCLUSIONES

La enseñanza de la creatividad en el ámbito educativo, tiene unas peculiaridades que hacen más ambicioso el objetivo de conseguir mejorar la creatividad.
Como dijimos en el capítulo anterior, en el espacio educativo se puede influir en todos los agentes y factores que intervienen decisivamente en la creatividad. Por contra, no nos olvidamos de la tendencia convergente del propio sistema educativo.
Tenemos muy en cuenta que la creatividad no es innata, que requiere de la educación y la experiencia para desarrollarse. Además, para que la educación o enseñanza pueda cumplir el objetivo de desarrollarla, han de darse determinadas características o requisitos en el educador, el alumno y el ambiente o clima del aula-centro.
Globalmente, todos los autores Logan y Logan (1980), Prieto Sánchez y Col (2003), Torre (2003), Gervilla y Col (2003ª), López Martínez (2001), y Navarro (2008) etc. coinciden en que la enseñanza creativa debe reunir características como:

a. La creatividad debe encontrarse entre los objetivos de enseñanza, en cualquier área curricular.
b. Ser de naturaleza flexible, tanto en materiales como en métodos y contenidos curriculares.
c. Buscar la motivación intrínseca más que la extrínseca, estimulando la curiosidad y confianza en sí mismo.
d. Fomentar la autoevaluación, que favorecerá la reflexión y la autodirección del proceso de enseñanza-aprendizaje.
e. Favorecer interrelaciones entre personas, materiales y contenidos diversos.

Por otra parte, las tres propuestas que se recogen (Nickerson, Amabile, Sternberg y Lubart), para mejorar la creatividad, hacen referencia a un conjunto de contingencias que han de confluir para asegurar cierto éxito en la mejora. Desde factores generales:

a. Habilidades de aprendizaje, métodos de enseñanza, conductas del docente, compañeros, peligros de la educación.
b. Factores sociales: socialización, actitudes, control, premios, diferencias individuales.
c. Enseñar con el ejemplo a través de: afirmación de propósitos e intenciones, construcción de habilidades básicas, adquisición de conocimientos, curiosidad, motivación, autoconfianza, pericia y rendimiento propio.
d. Fomentar creencias de apoyo a la creatividad, oportunidades de elección, autodirección, técnicas para el rendimiento creativo, equilibrio entre libertad y estructura.
e. Requisitos: desvalorizar las notas, la creatividad como contenido lícito, reconocimiento verbal al trabajo creativo, aliento para presentar los trabajos en concursos, utilizar combinación de motivadores.

No obstante, en el espacio educativo hay tres elementos decisivos en el desarrollo de la creatividad: educador, alumno y clima-ambiente.
El educador es el líder, facilitador y mediador, que va a hacer posible el que se encuentren en el espacio educativo del alumno y los demás elementos que van a favorecer el desarrollo de la creatividad. Hay coincidencia en que el educador ha de ser creativo o, como mínimo utilizar métodos y técnicas creativas.
En el alumno, la mayoría de los investigadores señala estos 10 atributos que se deberían desarrollar: agudeza en la percepción visual y observación, anticonvencionalismo, apertura a la experiencia, apertura al proceso primario, autoconfianza, autonomía, capacidad de concentración, capacidad de liderazgo/ influencia/ persuasión, capacidad de producción divergente (Guilford) y capacidad de síntesis.
El clima, tercer elemento importante que interviene en el desarrollo de la creatividad, se le otorga en ocasiones tanta importancia como a la propia persona.
Por último, decir que los recursos metodológicos y técnicas para el desarrollo de la creatividad evolucionan lentamente y, en varias ocasiones, al albur de conflictos bélicos. Es importante tener en cuenta 10 consideraciones pedagógicas que habrán de recorrer transversalmente cualquier acción educativa que pretenda el desarrollo de la creatividad: las analogías, como estrategias genuinas; el error como estrategia; el uso de las preguntas como motor de aprendizaje; la multiplicidad y variedad de tareas y actividades; desarrollo de la motivación interna; desarrollo de la focalización en la atención; desarrollo de la curiosidad; desarrollo de la actitud exploratoria; el aprendizaje significativo y, por último, la colaboración de los padres.
En resumen, y de acuerdo con Saturnino de la Torre, que en realidad la creatividad es el método de enseñanza, que el promover la creatividad no es otra cosa que introducir la creatividad en los métodos de enseñanza.

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