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Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versión On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  no.45 San Salvador de Jujuy jun. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Violencia simbólica, discursos e intercambios lingüísticos entre docentes y alumnos. Alcances y consecuencias

(Symbolic violence, discourse and linguistic exchanges between teachers and students. Implications and consequences)

Clemencia E. Postigo Caffe - Mirtha Alarcón* - Rosalba del V. Castillo *

*  Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Jujuy - Otero 262 - CP 4600 - San Salvador de Jujuy - Jujuy - Argentina. Correo Electrónico: cpcaffe@arnet.com.ar

RESUMEN

            La interrupción de los estudios universitarios es una problemática que involucra a amplios sectores de jóvenes de la población jujeña que asisten a la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) y a la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCS). Pensamos por consiguiente que es una cuestión que en tanto universitarios no podemos obviar y que requiere de la indagación y el análisis. El proyecto denominado “Violencia Simbólica en la comunicación, conflictos identitarios e interrupción de los estudios universitarios”, tiene por meta investigar cómo la violencia simbólica en los procesos lingüísticos y comunicacionales, pueden originar conflictos identitarios que a su vez suelen convertirse en verdaderos obstáculos para el conocimiento, el aprendizaje. La investigación desde la perspectiva metodológica se inscribe dentro de los denominados estudios cualitativos que autorizan a articular constantemente, en una relación dialéctica, la teoría y la empiria con la finalidad de lograr significar y comprender el tema de interés investigativo. En el presente trabajo nos proponemos reflexionar sobre una de las hipótesis acerca de los factores que generan la interrupción de los estudios en el nivel universitario. Entre nuestros supuestos de partida, seleccionamos para este trabajo, el relacionado con las diferencias de capital cultural puesto en evidencia en los intercambios lingüísticos entre docentes y alumnos de primer año. Intercambios que suelen expresar rasgos de violencia simbólica en tanto son estructurados a partir del habitus lingüístico académico. La importancia del lenguaje reside en el hecho es que es a través de él que representamos la acción y la experiencia como el producto de como interpretamos esa experiencia.
            Desde la perspectiva escolar, un discurso puede ser definido “como un sistema de posiciones reguladas” que establecen diferencias entre los campos y las teorías de la educación. La lucha de como nombrar y transformar la experiencia es estimada por Mc Laren, como uno de los problemas cruciales en la pedagogía crítica y en la lucha por el cambio social. Por ello, estimamos que el tema, indagar sobre los aspectos lingüísticos, discursivos y de intercambios entre docentes y alumnos merece ser investigado en tanto producirá conocimiento acerca de la realidad estudiantil de alumnos ingresantes.

Palabras Clave: Discursos; Intercambios; Simbólica; Violencia.

ABSTRACT

            The interruption of university studies is a problem which involves wide and various groups of young people in Jujuy, who attend National University of Jujuy and School of Humanities and Social Sciences (FHyCS). Consequently, we think that this is a problem which, as university teachers, we cannot avoid and requires investigation and analysis. The project called “Symbolic violence in communication, identity conflicts and university studies interruption”, aims is to investigate how symbolic violence in linguistic and communicative processes, can generate identity conflicts which are likely to turn into true obstacles for knowledge, for learning. From a methodological perspective, this research work is inside the field of qualitative studies which allow a permanent articulation of theory and empiricism, in a dialectic relation, theory and empiricism with the aim of signify and understand the research topic.
            In this paper we will reflect on the hypothesis about de factors which generate the interruption of university studies. Our purpose is to reflect on one of the hypothesis about the factors which provoke the interruption of university studies. Among our assumptions, we have selected, the one related to the differences in cultural background evidenced in the linguistic exchanges between first year teachers and students. These exchanges usually show some features of symbolic violence, as they are structured on an academic linguistic habit. The importance of language use lays on the fact that it is through language that we represent action and experience as the result of how we interpret that experience. From a school perspective, a piece of discourse can be defined as “a system of regulated positions” which establishes differences between the work camp and the theories of education. The struggle of how to name and transform experience is estimated by Mc Laren as one of the crucial problems of critic pedagogy and the fight for social change. For that reason, we think that the topic, to inquire about the linguistic, discourse and interchanging aspects between teachers and students deserve to be investigated as it will produce knowledge regarding the new students’ reality. 

Key Words: Discourse; Interchanges; Symbolic; Violence.

INTRODUCCIÓN

            La interrupción de los estudios universitarios es una problemática que involucra a amplios sectores de jóvenes de la población jujeña que asisten a la UNJu, y a la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCS). Pensamos por consiguiente que es una cuestión que en tanto universitarios no podemos obviar y que requiere de la indagación y el análisis.
            El proyecto denominado “Violencia Simbólica en la comunicación, conflictos identitarios e interrupción de los estudios universitarios”, tiene por meta investigar cómo la violencia simbólica en los procesos lingüísticos y comunicacionales, pueden originar conflictos identitarios que a su vez suelen convertirse en verdaderos obstáculos para el conocimiento y el aprendizaje.
            La investigación desde la perspectiva metodológica se inscribe dentro de los denominados estudios cualitativos que autorizan a articular constantemente, en una relación dialéctica, la teoría y la empiria con la finalidad de lograr significar y comprender el tema de interés investigativo.
            En el presente trabajo nos proponemos reflexionar sobre una de las hipótesis acerca de los factores que generan la interrupción de los estudios en el nivel universitario.
            Entre nuestros supuestos de partida, seleccionamos para este trabajo, el relacionado con las diferencias de capital cultural puesto en evidencia en los discursos e intercambios lingüísticos entre docentes y alumnos de primer año.
            Intercambios que suelen expresar rasgos de violencia simbólica en tanto son estructurados a partir del habitus lingüístico académico. La importancia del lenguaje reside en el hecho que es a través de él que representamos la acción y la experiencia como el producto de como interpretamos esa experiencia.
            Desde la perspectiva escolar, un discurso puede ser definido “como un sistema de posiciones reguladas” que establecen diferencias entre los campos y las teorías de la educación. La lucha de como nombrar y transformar la experiencia es estimada por Mc Laren, como uno de los problemas cruciales en la pedagogía crítica y en la lucha por el cambio social.
            Por ello, consideramos que el tema, indagar acerca de los aspectos lingüísticos, discursivos y de intercambios entre docentes y alumnos merece ser investigado en tanto producirá conocimiento acerca de la realidad estudiantil de alumnos ingresantes.

QUE SIGNIFICA HABLAR EN EL ESPACIO ACADÉMICO

            Todo acto de habla supone según la teoría bourdiana “disposiciones, socialmente modeladas, del habitus lingüístico”. Hablar significa entonces, apropiarse de estilos expresivos constituidos por el uso, y caracterizados por su posición en una jerarquía que expresa a su vez la jerarquía de los grupos sociales.
            Los intercambios lingüísticos entre docentes y alumnos en el ámbito universitario suponen una relación de comunicación entre un emisor y un receptor, pero también implica un “… intercambio económico que se lleva a cabo en una cierta relación de fuerzas entre un productor, provisto de un capital lingüístico, y un consumidor (o un mercado) apto para procurar un cierto beneficio material y simbólico” (Bourdieu, 1985).
            El discurso académico representa en quien lo posee (los docentes) una aspecto (el lingüístico) del volumen acumulado de capital cultural que el alumno debe construir durante un largo pasaje por los claustros universitarios y fundamentalmente por cada una de las cátedras de las carreras en las que ingresaron.
            Esta situación supone un reconocimiento de la legitimidad de la lengua académica como una práctica en el sentido que “… se inscribe en las disposiciones que se inculcan, insensiblemente, a través de un largo y lento proceso de adquisición, por medio de las acciones del mercado lingüístico.” (Bourdieu, 1985, p.25).
            Las habilidades lingüísticas al igual que las sociales se adquieren en la práctica y, se logran a través del proceso de aprendizaje de las normas discursivas del grupo en el que el sujeto (alumno) es producido. Es así como se va configurando, progresivamente, en el grupo de alumnos la producción de enunciados que van paulatinamente adaptándose estratégicamente a las situaciones académicas, conformando un sentido práctico no consciente de adecuación a ellas.
            Por consiguiente según la teoría bourdiana el lenguaje y, para nuestro caso el que circula en las aulas universitarias, no se constituye o construye desde sí mismo (desde la lógica y la gramática que el lenguaje supone) sino desde el sentido práctico que se pone en juego en el campo educativo universitario.
            En esta práctica se van configurando las disposiciones o habitus lingüísticos necesarios para poder interactuar en las diferentes cátedras con los docentes y con los textos.
            Es en el contexto de las cátedras y de las distintas actividades que en ella se originan en dónde se presentifica “… el campo lingüístico como un sistema de relaciones de fuerza propiamente lingüísticas fundadas en la desigual distribución del capital (…), la estructura del espacio de los estilos expresivos reproduce en su orden la estructura de las diferencias que objetivamente separan las condiciones de existencia. (Bourdieu, Ob. cit, p. 32).
            Es allí, en el contexto de las cátedras y de las acciones llevadas a cabo por los actores y agentes (docentes, auxiliares, pasante y alumnos) donde se evidencian las diferencias entre un capital necesario para la simple producción del habla corriente más o menos legítima y el capital de instrumentos de expresión, que según Bourdieu, expresan o suponen la apropiación de los recursos depositados objetivamente en los libros, bibliotecas, la gramática y los diccionarios, necesarios para producir un discurso digno de ser oficializado como discurso académico.
            Los discursos que se expresan en la universidad como parte integrante de las instituciones educativas están destinados, siguiendo la lógica bourdiana, a generar estilos legítimos y consecuentemente a “crear autoridad”. El buen uso que se desprende de la lengua académica y especializada asegura el uso particular de esta lengua y contribuye así “… a determinar el valor que los productos lingüísticos de los diferentes utilizadores de la lengua pueden recibir en los diferentes mercados- y en particular los más directamente sometidos a control directo o indirecto, -como el mercado escolar- delimitando el universo de las pronunciaciones, de las palabras o de los giros aceptables, y una lengua censurada y depurada de todos los usos populares” (Bourdieu, Ob. Cit, p.33)
            Debemos reconocer como docentes universitarios que un elemento clave de la teoría bourdiana es explicar las desigualdades educativas utilizando el concepto de capital cultural (1). Sabemos que el proceso de acumulación de capital cultural produce dividendos tanto en la escuela como en la universidad. El sistema educativo y dentro de este el universitario, ofrece una información y una formación que sólo favorece a quienes la pueden adquirir por estar familiarizados con la cultura dominante.
            Es conocido por todos, el real crecimiento masivo de estudiantes que ingresan a la universidad a consecuencia, entre otros factores, del acceso de todos los grupos sociales a la misma. A sabiendas de ello ¿cuál es el papel que debe adoptar el docente en sus intercambios lingüísticos con el alumno desposeído del capital cultural de los grupos y clases dominantes? Pensamos que se hace necesario revisar e investigar nuestras prácticas con la finalidad de evitar que tales intercambios produzcan desazón y desesperanza que lleven a la exclusión y fundamentalmente a la autoexclusión a partir de la interrupción de sus estudios.
            ¿Somos conscientes, los docentes que muchos de los discursos que circulan en las aulas son reproductores del sistema dominante? ¿Tomamos consciencia de las diferencias de capital cultural y lingüístico, cuando enunciamos discursos frente a un grupo de alumnos ingresantes a la universidad? o naturalizamos esta situación bajo el supuesto que todo sujeto que accede a las aulas universitarias es portador de un capital cultural acumulado por el cual debe apropiarse del lenguaje académico sin otra estrategia o instrumento que la escucha pasiva y acrítica.
            Es evidente que como agentes del sistema educativo estamos ejerciendo una violencia simbólica sobre ese otro, el alumno, que no es portador del conjunto de disposiciones lingüísticas (habitus) de la lengua dominante en el ámbito universitario
            Dice Bourdieu, en Razones Prácticas “La violencia simbólica es la forma de violencia que se ejerce sobre un agente social con su complicidad [...] Para expresarlo con más rigor, los agentes sociales son agentes conscientes que aunque estén sometidos a determinismos, contribuyen a producir la eficacia de lo que los determina en la medida en que lo estructuran” (Bonnewitz, 1998, p.82).
            Es necesario reconocer cómo el lenguaje analítico de los estudios de magisterio, ha producido en el enseñante efectos de formación en tanto sujetos sociales, y en consecuencia ha favorecido y determinado prácticas, ligadas a estructuras de dominación, contaminando el rol de maestro e investigador crítico.
            De acuerdo al pensamiento de H Giroux (1998,83) el elemento fundamental para superar la problemática y la teoría de la reproducción desde los actores académicos supone construir una teoría crítica de la educación con el fin de “… desentrañar las relaciones vividas que caracterizan las culturas escolares” para ello es necesario desarrollar una teoría crítica que ponga en evidencia como se produce la dominación cultural en tanto formas de representaciones y práctica social. Es necesario asimismo, descubrir “… las cualidades negativas que han devaluado al otro como objeto, en lugar de considerarlo el sujeto de la historia”.
            Igualmente y siguiendo el pensamiento de estos autores, afirmamos que de la elección del lenguaje que hacemos como educadores en la descripción, interpretación y análisis de la realidad social dependerá la interpretación de los alumnos acerca de la construcción social de la misma. (Giroux y Mac Laren, 1998).
 
LENGUAJE, EXPERIENCIA Y PRAXIS
 
            Una hipótesis de la investigación referida a como la violencia simbólica explicitada en los intercambios lingüísticos influyen sobre la subjetividad se sostiene en que el lenguaje como práctica humana y socialmente producida, nunca actúa en sí y por sí, sino en conjunción con la ubicación social de los sujetos, con sus historias, con las necesidades sociales e individuales. Sabemos que el lenguaje es constitutivo de nuestras experiencias y por tanto el problema radica en reflexionar y analizar cómo y de qué manera hemos sido insertados en el lenguaje como maestros y como estudiantes. “Ubicarnos reflexivamente en el discurso -en el lenguaje-significa teorizar nuestro papel como agentes sociales” (Mc Laren, 152). Esta reflexividad nos puede llevar a comprender que el lenguaje no sólo es estrategia (en sentido bourdiano) sino también es cooperación y donación, es reproducción, pero es también reconstrucción, reelaboración e invención.
            “En la condición de sujetos está la de productor de narraciones, narraciones que unifican sustancialmente las prácticas culturales, lingüísticas y sociales, etc..; cada producción, diría de Certeau, es una reelaboración, una redefinición de la experiencia, que implica no sólo aceptación sumisa, sino resistencia creativa” (Alonso, 124) (2)
            En este sentido pensamos que podemos revertir las desigualdades originadas en capitales culturales diferenciados y lograr como educadores analizar ¿en qué grado las prácticas escolares convencionales duplican las formaciones de interpretación ya construidas? ¿En qué medida el juego del lenguaje nos determina como estudiantes, maestros e investigadores? Asimismo, indagar ¿en qué medida somos sujetos hablados por discursos dominantes y en qué medida nos permitirnos ser agentes activamente contestatarios ante la prisión del lenguaje?
            Un supuesto del que partimos para el análisis de los intercambios lingüísticos, es tener presente que es necesario comprender que los estudiantes necesitan aprender a leer los discursos no como un proceso de sumisión hacia la autoridad, sino como un proceso dialéctico de comprensión crítica.
            Interpretar los textos universitarios debe llevar al alumno al aprendizaje de cómo elegir, cómo construir la voz y cómo ubicarse en la historia. La contrapartida es que los docentes y los investigadores educativos debemos ser capaces de reconocer las limitaciones que nos sobredeterminan como sujetos sujetados a las relaciones sociales de poder a través del lenguaje. Así nos lo advierten H Giroux y Peter Mc Laren (1998:Ob.cit, 157) “Una vez que los educadores reconozcan las múltiples formas en que son producidos por medio del lenguaje, podrán empezar a proveer a sus propios estudiantes de un lenguaje crítico que los ayudará a transformar la consciencia de su propia autoformación”.
            Para tener registro de la violencia simbólica que ejercemos en el alumno a partir de discursos pensados socialmente como legítimos, es necesario revisar las estrategias utilizadas en el discurso académico y pedagógico como así también en el intercambio lingüístico con el alumnado.
            Pensamos que, al generar escenarios en donde el alumno pueda ir asimilando estrategias que le permitan alcanzar la comprensión y el uso de un lenguaje crítico es posible evitar el abandono de los estudios.
 
EL DISCURSO PEDAGÓGICO Y SUS EFECTOS

            Para analizar las relaciones de poder así como la reproducción y el control, dentro de las relaciones sociales y culturales a través de los discursos en la institución educativa, estimamos de interés apelar y revisar la función que cumple el discurso pedagógico en Bernstein (1990), quien sostenía que la educación es un puente que autoriza al estado a ejercer su poder y le brinda a este un ambiente propicio para mantener el control y la reproducción de lo social y cultural.
            De acuerdo a este autor, el lazo que utiliza la educación y por ende la sociedad para reproducir el sistema social y las relaciones de poder es el lenguaje, código rico en significantes y significados que a través de la comunicación transmite una historia que se va construyendo y transfiriendo en el discurso pedagógico y, que a la vez, regula la producción y reproducción de las relaciones sociales.
            El uso de la noción de discurso en Basil Bernstein, también implica la noción de práctica discursiva. “Esta noción constituirá la macrodimensión de la categoría general que integra cualquier código. El discurso podría ser considerado, no como un conjunto de significados relacionados con las representaciones o referentes estáticos sino como una práctica social de producción/clasificación de significados, o una práctica que sistemáticamente forma los objetos de los cuales se habla, es decir, sus categorías […] éste puede considerarse como un dispositivo de reproducción de formas de conciencia específicas, que regulan relaciones sociales específicas tales como transmisor y adquirientes” (Díaz, 1984: 1)
            Siguiendo el pensamiento de Basil Bernstein, el código funciona como regulador de la práctica discursiva en tanto determina los significados legitimados. En relación este concepto (código) este autor afirma: “El concepto de código tiene alguna relación con el concepto de hábito de Bourdieu. Pero este último es un concepto más general, más extenso y exhaustivo en su regulación. Es esencialmente una gramática cultural especializada por condición social y campos de práctica” (Bernstein, 1990, pág. 3).
            El Discurso pedagógico “controla los significados” que se realizan en la práctica pedagógica mediante la regulación de las posiciones de los sujetos y las relaciones sociales realizadas en el contexto institucional.
            La teoría de los códigos de Bernstein, parte de las raíces sociolingüísticas para estudiar la relación que existe entre los códigos de comunicación, el discurso y la práctica pedagógica. Es por este motivo que la teoría de los códigos, según el autor, debe abordar los procesos que tienen lugar en las instituciones educativas y debe analizar las relaciones que guardan con la reproducción de las clases sociales (Bernstein, 1977).
            Así, en su artículo “Clases y pedagogías: visibles e invisibles” analiza las diferencias entre dos formas o tipos de transmisión de la educación y registraba que las diferencias en la clasificación y en las reglas de estructura de cada práctica pedagógica visible e invisible están en relación con la clase social y las expectativas de las familias que atiende la escuela (Sadovnik, 1991).
            Por otra parte, Bernstein, (Ob. cit: 1977) señala que el discurso pedagógico remite a la producción, reproducción y distribución del conocimiento oficial y cómo este se vincula con las relaciones de poder determinadas estructuralmente. Asimismo, al estudiar las prácticas pedagógicas descubre que afectan a los contenidos que se imparten en la institución educativa, y que actúan de manera selectiva sobre aquellos que logran adquirirlas. Desde esta perspectiva consideramos que el discurso pedagógico se va construyendo no sólo a partir de las relaciones sociales, sino particularmente a través de la transmisión que juega un papel de importancia fundamental en la traspaso del conocimiento y en la adquisición del mismo. La educación se transforma, por medio de este tipo de discurso, en un dispositivo de violencia simbólica en tanto legitima la autoridad pedagógica y sus formas de comunicación (portadoras de poder y control). En consecuencia los docentes a través de la práctica pedagógica, utilizamos reglas Formales de leer y escribir, que van reproduciendo las relaciones sociales de poder y la sujeción del alumno al discurso regulado.
            En este sentido, el trabajo de Bernstein, nos invita a reflexionar y cuestionar nuestras prácticas pedagógicas como modo de hacer consciente nuestra rol y función dentro del sistema educativo.
 
NUEVOS INTERROGANTES
 
            Nos interesa cerrar este trabajo con un conjunto de reflexiones para abrir nuevos análisis sobre el tema.
            Parece conveniente preguntarnos ¿Cómo analizar y explicar las prácticas reproductoras y las relaciones de poder que se ejercen en los intercambios lingüísticos dentro de las aulas universitarias? Especulamos que una de las vías necesarias, es explicitar los distintos mecanismos que regulan y se ponen en juego en los discursos y los intercambios lingüísticos dentro del ámbito universitario para desentrañarlos.
            Bourdieu en la Miseria del Mundo (1999), dice que es necesario llevar al nivel de la conciencia la invisibilidad de las prácticas académicas, particularmente agregamos, y lograr reconocer en los mecanismos de poder algunos de los elementos que favorecen la interrupción por parte de los alumnos universitarios en su primer año de carrera.
            Un interrogante que no debemos olvidar es el que señala H Giroux (Ob. cit: 1998) al analizar el papel de las escuelas en la producción y reproducción de las desigualdades sociales expresado en la pregunta ¿De qué manera la sumisión y la subordinación son introducidas en el lenguaje, en los textos (a través exclusión) y en las prácticas sociales? (expectativas reducidas) y “¿… cómo se expresa el poder dentro de las escuelas de modo que confirman a algunos grupos en tanto que niegan a otros” (Ibídem)
            Ejercer como investigadores la reflexividad constante de los hechos que acontecen en el aula universitaria, especialmente el de los intercambios lingüísticos, es uno de los requisitos pensados como indispensables para analizar el problema.
            Como docentes universitarios no desconocemos que tanto la teoría de la educación, como la teoría curricular expresadas en los intercambios lingüísticos en el ámbito universitario, no son ideológicamente neutras puesto que constituyen una construcción social vinculada a lenguaje y a intereses particulares (3). Por ello reconocemos en esta investigación la necesidad de trabajar en base a las experiencias que constituyen la vida de los alumnos universitarios; esto significa en otras palabras, indagar acerca de cómo los estudiantes se apropian de los códigos y de las experiencias culturales para conocer cómo y de qué manera lo hacen.
            Debemos preguntarnos también cómo podemos trabajar con grupos, de alumnos ingresantes a las diferentes carreras, a sabiendas que son grupos subordinados a una cultura educativa dominante que no es neutral.
            En la medida que avanzamos en el trabajo de investigación vamos descubriendo nuevos interrogantes que nos llevan a una reflexividad constante que va permitiendo reformular algunos supuestos previos y que a la vez originan nuevas estrategias para la recolección e interpretación de los datos.
            Concluimos el presente trabajo reconociendo que la hipótesis de la influencia de los discursos y de los intercambios lingüísticos entre docentes y alumnos, significa explorar el lenguaje como una herramienta de la cultura que puede ser usado para forjar y legitimar o para cuestionar y transformar las relaciones de poder y dominación cultural.

NOTAS

1) Según Enrique Luis Alonso (2002) El conjunto de determinaciones institucionales que las situaciones sociales de referencia proyectan sobre las interacciones lingüísticas y la producción discursiva son conceptualizadas por Bourdieu como un mecanismo de mercado. Los mercados de la interacción que dibuja Bourdieu no son mercados de intercambio entre valores iguales y soberanos, son situaciones sociales desiguales que llevan emparejados procesos de dominación y censura estructural de unos discursos sobre otros.
2) El capital cultural: corresponde al conjunto de las clasificaciones intelectuales, sean producidas por el sistema escolar o transmitidas por la familia. Este capital puede existir en tres formas: en estado incorporado, como disposición duraderas del cuerpo (facilidad de palabra); en estado objetivo, como bien cultural (posesión de cuadros, obras de arte etc.) y en el estado institucionalizado, es decir, socialmente sancionado por instituciones (títulos académicos).
3) En el texto Sociedad, cultura y educación, de Henry Giroux Peter Mac Laren (1998), en el artículo referido a Las políticas de educación y la cultura (p.79) Giroux, refiere a que los educadores necesitan dar a los estudiantes una voz activa en la determinación de su futuro y encontrar una noción de pedagogía que de coherencia a varios conflictos y movimientos políticos, enfocándose en los tipos de lenguajes, formas de comunicación y prácticas sociales a través de las cuales la gente aprenda acerca de sí misma y de sus relaciones con temas sobre significado, poder y lucha.

BIBLIOGRAFÍA

1 ALONSO, L (2002) Los mercados lingüísticos o el muy particular análisis sociológico de los discursos de Pierre Bourdieu. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, Spain.         [ Links ]

2 BONNEWITZ, P (1988) La sociología de Pierre Bourdieu. Bs. As. Argentina, Nueva Visión.         [ Links ]

3 BERNSTEIN, B (1977) Clases, códigos y control. (Vol. 3) Madrid España, Akal.         [ Links ]

4 BERNSTEIN, B (1990) Clases, códigos y control: La estructuración del discurso pedagógico. (Vol. 4), Madrid. España, Moratas.         [ Links ]

5 BOURDIEU, P (1985) ¿Qué significa hablar? Economía de los intercambios lingüísticos. Madrid España, Akal.         [ Links ]

6 BOURDIEU, P (1999) Intelectuales, política y poder. Bs. As. Argentina. Eudeba.         [ Links ]

7 BOURDIEU, P (1999) La Miseria del Mundo. “Post-scriptum”. Bs. As. Fondo de Cultura Económica. pp 527-543.

8 DÍAZ, M (1985) Introducción al Estudio de Bernstein. Revista Colombiana de Educación 15 (1) pp.3-24.         [ Links ]

9 DÍAZ, M (1984) A model of pedagogic discourse with special application to Colombian primary education [Modelo del discurso pedagógico con aplicación especial a la enseñanza primaria de Colombia]. Tesis Doctoral en Sociología de la Educación inédita. Universidad de Londres.         [ Links ]

10 GIROUX, H. y MC. LAREN, P. (1998) Sociedad, cultura y educación. España. Madrid, Miño y Dávila.         [ Links ]

11 SADOVNIK, AR (2001) Basil Bernstein, en Perspectivas: revista trimestral de educación comparada (París. UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol. XXXI, n° 4, diciembre pp. 687-703 ©UNESCO: Oficina Internacional de Educación.         [ Links ]

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