SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número45Muertos, aparecidos y diablos en la narrativa de Joselín Cerda Rodríguez, escritor tinogasteñoEl nacionalismo de Ricardo Rojas en tiempos del centenario (1900-1916) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy

versión On-line ISSN 1668-8104

Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac. Jujuy  no.45 San Salvador de Jujuy jun. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Academia: humor y crítica. Intercambios. Historia de dos universidades  y el arte de la ficción, de David Lodge (1)

(Academy: humor and criticism. David Lodge’s  changing places. A tale of two campuses  and  the art of fiction)

María Eugenia Orce De Roig *

*  Facultad de Filosofía y Letras - Universidad Nacional de Tucumán - Avda. Benjamín Aráoz 800 - CP 4000 - Tucumán - Argentina. Correo Electrónico: matenaor@yahoo.com.ar

RESUMEN

            La “novela académica” o “campus novel” surgió después de la Segunda Guerra Mundial, en Gran Bretaña y en EE.UU.de América, y ha ido evolucionando de acuerdo con las circunstancias contextuales. Situados en ambientes universitarios, los conflictos, intrigas y anécdotas que presenta este tipo de textos revelan, mediante la parodia, el humor, la autorreferencialidad, los avatares del diario transcurrir de docentes y estudiantes en el ámbito universitario. En este contexto poblado por este tipo de personajes, se desarrollan y entretejen las historias, que no escatiman comentarios favorables o desfavorables, sarcásticos, irónicos, acerca de la vida académica en sí –de las obligaciones y exigencias, los contratiempos, los logros  y las frustraciones que se viven a diario- y de la de quienes la construyen con su trabajo diario, hombres y mujeres que han elegido, en el mejor de los casos, pertenecer a ese ámbito de desafíos intelectuales constantes. 
            En este trabajo analizaremos y relacionaremos Intercambios. Historias de dos universidades  (1975) y El arte de la ficción (1998), de David Lodge, escritor inglés, lo que nos permitirá, mediante el análisis del discurso, percibir un interesante y fluido diálogo entre la ficción, la teoría literaria, la historia, la evolución de la literatura anglosajona, en una crítica a la academia, a la universidad.

Palabras Clave: Crítica; Ficción; Historia; Humor; Novela Académica.

ABSTRACT

            The "academic novel" or "campus novel" emerged after the World War II in Great Britain and The United States of America, and has evolved according to contextual circumstances. Located in university environments, conflict, intrigue and anecdotes representing this type of texts reveal through parody, humor, auto-preferentiality, the daily vicissitudes of teachers and students in the university context. In this context filled with this type of characters, stories are developed and intertwined avoiding favourable or unfavourable,  sarcastic, ironic comments about the academic life itself – obligations and demands, obstacles, achievements, men and women who have chosen, at best, belong to that constant intellectual challenges.
            In this paper we will analyze and relate the exchanges. Tales of two universities (1975) and The Art of Fiction (1998) by David Lodge, English writer, this allow us, by means of discourse analysis,   perceive an interesting and fluid dialogue between fiction, literary theory, history, evolution of Anglo-Saxon literature, in a criticism of the academy towards university.

Key Words: Academic Novel; Criticism; Fiction; History, Humor.

El humor nos permite vernos como somos: desfigurados.
Alfredo Bryce Echenique

            La historia del humor en la literatura es muy extensa (2) y su tradición en la novela inglesa es notable por el número de obras que figuran entre sus clásicos (3). David Lodge, en El arte de la ficción (1998), afirma que: “La novela cómica es un subgénero muy inglés, o al menos británico e irlandés, que no siempre da buen resultado fuera de sus fronteras”. Lo dicho hace hincapié en la relación del texto con su tiempo y espacio de producción, que involucra, como puede lógicamente deducirse, a la recepción, al lector. Debo reconocer que esto es cierto, pero hasta cierto punto. Si bien el efecto de comicidad es más fácil de lograr cuando el emisor y el receptor del mensaje comparten un contexto cultural, con los diferentes códigos que se ponen en juego y las diferentes maneras de escribirlos y leerlos, que permiten y/o facilitan la decodificación de las diversas instancias textuales, para un lector no británico en este caso, la tarea es más complicada que la que realiza al leer cualquier texto traducido, pero el resultado puede ser muy bueno, como sucede con su novela Intercambios. Historia de dos universidades, de 1975, texto que ha sido definido como ‘novela académica’, subgénero literario que abreva en la novela humorística.
            La novela académica (4) o “campus novel” surgió después de la Segunda Guerra Mundial, en Gran Bretaña y en EE.UU.de América, y ha ido evolucionando de acuerdo con las circunstancias contextuales (5). El texto que analizaremos se suma a otros producidos por escritores canónicos británicos como Kingsley Amis, un joven airado que escribió la primera novela académica, Lucky Jim, en 1954; Malcolm Bradbury, Tom Sharpe, y norteamericanos como John Barth y Phillip Roth, y se ubica en un punto en que el humor y la crítica, a menudo autocrítica, desenmascaran no solo el desempeño de la actividad académica, de la que el texto es producto y ante la cual reacciona, sino las miserias de la naturaleza humana.
            Situados en ambientes universitarios, los conflictos, intrigas y anécdotas que presenta este tipo de textos revelan, mediante la parodia, el humor, los avatares del diario transcurrir de docentes y estudiantes, los primeros debatiéndose entre la docencia, la investigación y sus vidas privadas, y los segundos, procurando alcanzar un título para poder ingresar en el mundo profesional.
            En este contexto poblado por este tipo de personajes, se desarrollan y entretejen las historias, que no escatiman comentarios favorables o desfavorables, sarcásticos, irónicos, acerca de la vida académica en sí –de las obligaciones y exigencias, los contratiempos, los logros  y las frustraciones que se viven a diario- y de la de quienes la construyen con su trabajo diario, hombres y mujeres que han elegido, en el mejor de los casos, pertenecer a ese ámbito de desafíos intelectuales constantes. 

LA NOVELA ACADÉMICA

            Si el lector ha transitado por las páginas de Intercambios. Historia de dos universidades y, por las de El arte de la ficción, descubrirá que para escribir aquella, David Lodge ha puesto en juego la teoría literaria que explicita en la segunda, en la que se ocupa de una serie de producciones canónicas anglosajonas de todos los tiempos, a fin de captar sus esencias, develar alguna estrategia constructiva, criticar o ensalzar alguna característica original. Muchas de las estrategias que define y ejemplifica ‘con textos clásicos y modernos’ (como sostiene en el subtítulo del texto teórico) estructuran su novela, que se puede leer como la muestra práctica de las teorizaciones que Lodge despliega en El arte de la ficción.  
            Publicada en 1975 con el título en inglés  Changing Places: A Tale of Two Campuses, fue la primera novela académica del escritor británico. Su denominación configura un intertexto que homenajea a la obra de Charles Dickens Historia de Dos Ciudades, puesto que narra las experiencias que dos docentes, uno británico y otro norteamericano, de caracteres opuestos, adquieren cuando se trasladan al país y la universidad del otro, intercambiando temporariamente y por razones muy diferentes, sus puestos de trabajo, y gozando, durante seis meses, de una oportunidad ideal para aprender sobre la cultura foránea.
            Está estructurada en seis partes, espacios donde se experimenta con la escritura mediante un interesante y fluido diálogo entre la ficción, la historia de la literatura anglosajona, la teoría literaria y la crítica a la academia, a la universidad, que se entretejen mediante la paratextualidad, la metatextualidad, la intertextualidad, el humor y la crítica. Hablamos de experimentación porque la focalización omnisciente es combinada con diferentes estrategias constructivas como la narración mediante epístolas, el monólogo interior, el pastiche, eficientemente utilizadas en la confección de esta novela multifacética.
            El texto se inaugura poniendo a los personajes en apuros desde la primerísima frase, como sostiene Lodge respecto de los diferentes comienzos de novela a que puede echar mano un escritor. Una referencia geográfica, “muy por encima del Polo Norte”; una fecha, “el 1 de enero de 1969”, la identificación de los personajes a partir de sus profesiones, “dos profesores de literatura inglesa”, y la situación límite a que están sometidos, “se aproximaban el uno al otro a una velocidad combinada de casi dos mil kilómetros por hora” inician una historia que se cierra con una situación parecida, un choque de aviones que los dos pilotos consiguen milagrosamente evitar, metáfora evidente de lo que ha sucedido en sus vidas.
            Los títulos de las partes corresponden a las diferentes etapas que superan los personajes principales, los profesores Philip Swallow, británico, y Morris Zapp, estadounidense, ambos de cuarenta años, desde que abandonan sus países.
            En la primera, denominada “En vuelo”, las historias de ambos y sus experiencias antes y durante el viaje en el avión que los lleva al otro continente y país, se narran de manera ordenada, en un diseño que recurre a la intercalación y el contraste, que el propio narrador define como una “crónica dúplex”, por medio de un metatexto que explica la situación que se narra en un intento de simultaneidad, así como las personalidades de los que la protagonizan:

[…] su cruce en el punto donde el mundo en rotación permanece inmóvil pasó inadvertido para todos, excepto para el narrador de esta crónica dúplex. Utilizo la palabra ‘dúplex’ en el sentido de ‘doble’ y en el que tiene en el vocabulario de la telegrafía eléctrica: “sistema de información capaz de transmitir y recibir simultáneamente dos mensajes, uno en cada sentido. (Lodge, 1975, 12)

            Luego de este comentario, y como si se tratara de una charla, el narrador apela de manera directa al lector, lo insta a imaginar a los personajes como imágenes especulares (6), en lo que constituye un intento de disipar la ilusión del realismo y reduce la intensidad emocional de la experiencia representada, porque llama la atención sobre el acto de narrar (7). Con ese mismo fin, en otras instancias, recurre a la narración a partir de la conciencia del personaje (8).
            Efectivamente, desde ese punto se muestran las diferencias evidentes en sus caracteres, en sus carreras docentes, en las familias que han formado: Morris Zapp y Philip Swallow instauran un claro contraste. Surgen las realidades que viven en sus lugares de trabajo, como docentes de la Universidad de Rummidge y de Euforia, respectivamente; la que han dejado en sus hogares, uno bien constituido aunque rutinario y el otro, a punto del divorcio; y los objetivos que persiguen con su intercambio (9).
            En la segunda parte, “Instalación”, se presenta a los profesores en sus destinos. Cada uno se ha ubicado en una típica vivienda de la ciudad donde está su universidad: Philip Swallow, en un lindo departamento en una “zona  deslizante”, sísmica, en el Paseo Pitágoras, en Plotino.
            Este mundo posible se construye a partir de un juego de máscaras: Swallow, un oscuro profesor que no se ha doctorado, amante de la literatura inglesa que no ha publicado nada en los últimos años, ha llegado al Estado de Euforia, EE.UU., entre los Estados de “California del Norte” y “California del Sur”, en la Bahía de Esseph (“Eseyefe”, en la traducción, que el lector puede vincular con la de San Francisco), cerca del Puente de Plata (parodia del Golden Gate Bridge), en la ciudad de Plotino, disfraz de Berkeley, donde está la Universidad de Euforia, la Eufórica, como comúnmente se la llama.
            El campus se encuentra en plena actividad académica y en estado de convulsión política por disturbios estudiantiles, debido a la idea de revolución que tiñe las actividades que se desarrollan allí, porque la historia que se narra se sitúa a fines de los convulsionados años ’60 del S XX, que implican Vietnam, la revolución sexual, el inicio del movimiento de liberación de la mujer, la lucha por los derechos de las minorías, especialmente las de los afronorteamericanos. A pesar de la contingencia enunciada, todo parece estar muy organizado.
            Morris Zapp, un destacado, productivo y soberbio profesor de literatura inglesa está en Rummidge, en un departamento en el último piso de una casa vieja y grande, cuyo único atractivo reside en que tiene calefacción central. Durante los primeros días, su principal preocupación es estar caliente, luego de haber descubierto que, dentro de su casa, el aliento se condensa al salir de su boca.
            La ciudad de Rummidge es presentada de manera muy elocuente, diciendo que “se desparrama sin gracia por las Midlands inglesas en la encrucijada de tres autopistas, veintiséis líneas férreas y media docena de canales de aguas estancadas” (Lodge, 1975, 19).
            La presentación de su universidad es escueta: está en receso, tiene un nivel económico modesto, aunque los docentes tienen hermosos despachos con excelente calefacción, detalle que se convierte, para él, en índice decisivo en el análisis sociológico que realiza de los espacios que conoce.
            Morris Zapp iba a experimentar muchas veces la misma sensación de sorpresa ante las paradojas a lo largo de las primeras semanas en Rummidge. Riqueza pública y miseria particular, no se le ocurría otra manera de definirlo. (Lodge, 1975, 74)
            En la Universidad de Rummidge, Zapp se siente la nota discordante, refrendado por el hecho de que ningún miembro del cuerpo docente que ha comenzado a retornar a sus despachos le ha dirigido la palabra a lo largo de su estancia de varios días como profesor invitado:
            Sin la menor vanidad, Morris creía que era el pez más gordo que había nadado nunca en las inmóviles aguas de aquel estanque universitario, y esperaba que lo recibieran con casi exagerados, de ser posible tal cosa tratándose de él, interés y entusiasmo […] Cuando vio que nadie se presentaba no supo qué hacer. […] Hacía tiempo que se había  acostumbrado a dejar que la acción llegara hasta él; pero allí no había acción. (Lodge, 1975, 84)
            Esta intromisión en la vida universitaria permite al narrador profundizar la crítica de los sistemas educativos que iniciara en el capítulo anterior: Rummidge nunca había dejado de ser una institución de segunda categoría en tamaño y reputación, lo que provocaba en el staff docente sentimientos de disgusto y desánimo, que los llevaba a disputarse la posibilidad de representarla en Euforia. Por el contrario, era difícil encontrar quien estuviera dispuesto a viajar a Rummidge en una misión similar. Los miembros del claustro docente de la Eufórica “no se proponían enseñar cuando iban a Europa y muchos menos en Rummidge, una institución de la que pocos habían oído hablar”. Los que iban solían ser los mediocres, anglófilos, o quienes se desempeñaban en alguna especialización extraña. En el caso de Swallow y Zapp, la cosa era diferente: éste no era mediocre y había exigido el doble del salario que le ofrecían, y se lo habían otorgado. Swallow era apenas conocido, no carecía de inteligencia ni de capacidad, pero le faltaban la ambición, la voluntad y la visión profesional que le sobraban a Zapp.
            Los sistemas educativos son presentados por medio de esas dos figuras. En EE.UU., el estudiante con iniciativa logra fácilmente una licenciatura y es cuando decide doctorarse que comienza la presión, “cuando se pule y se disciplina al estudiante mediante una serie de cursos agotadores y de exigencias rigurosas hasta que se le considera digno de ser premiado con el doctorado”. En este período han invertido tanto tiempo y dinero, que no pueden pensar en otra cosa que en completar los estudios como sea (Lodge, 1975, 21).
            En el sistema británico, el alumno tiene cuatro instancias que debe superar: a los once años, los dieciséis, los dieciocho y los veinte, cuando rinde un examen final, cuyo nombre indica que lo que ocurra después carece de importancia. El licenciado británico es un alma que se siente sola y abandonada, un ser inseguro de lo que hace y que no sabe a quién trata de complacer […] Si una vez licenciado consigue un puesto docente, no se enfrentará con demasiados problemas a corto plazo, dado que en las universidades británicas, los empleos son prácticamente vitalicios y todo el personal es retribuido según la misma escala de sueldos”. (Lodge, 1975, 92)
            El problema ocurre cuando se llega a cierta edad y puede verse que se ha perdido tiempo, que no ha progresado cuando su juventud se lo permitía. Mientras en Rummidge, donde ingresar y permanecer en la docencia es relativamente fácil, cunde el desánimo y las restricciones, en Euforia, el dinero abunda, los doctorados son imperiosos, y los docentes pueden acostarse con tantas estudiantes como quieran, pero si sus publicaciones no son satisfactorias… (10).
            Ambos contextos geográficos responden a lo expuesto en una aclaración paratextual que precede a la ficción, en la que el autor explica que aunque determinados lugares y acontecimientos se parecen a lugares y acontecimientos reales, “son localidades del mapa de un mundo cómico que se parece al nuestro sin corresponderse del todo con él” (Lodge, 1975).
            Ese “mundo cómico” de Lodge involucra la vida universitaria caricaturizada, en cuyo diseño se toman con humor tópicos serios y se tratan seriamente cosas que no lo son. Para ello y con un afán de diversión que no opaca la crítica, se construye comicidad verbal por medio del juego con el lenguaje, se exageran rasgos de personajes, de costumbres o situaciones hasta la caricaturización mediante la cual se desacraliza.
            Para el propio Lodge: Lo cómico en la narrativa parecería tener dos fuentes principales, aunque estén íntimamente relacionadas: la situación (que requiere un determinado personaje) […] y el estilo. Ambas dependen a su vez del timing, es decir, del orden en que las palabras y la información que contienen están colocadas […] (Lodge, 1998, 169
            La situación deberá consistir en algún tipo de prueba que, por ejemplo, actúe sobre el carácter del personaje: lo someterá a circunstancia donde los valores que defiende estén trastrocados, donde lo que considere inamovible se tambalee, donde deba actuar de manera contraria a lo que se espera de él. Se recurrirá para ello a los enredos amorosos, por ejemplo; a la comicidad verbal mediante el juego de palabras, la ironía, el sarcasmo; al planteo de situaciones descabelladas e inesperadas; a enfrentar al personaje con costumbres contrapuestas a las suyas.

HUMOR EN TÓPICOS SERIOS

El matrimonio

            La actitud que los personajes principales asumen respecto del matrimonio responde a sus formaciones. Mientras los Swallow se sienten asidos a una tradición y a una perspectiva religiosa sobre la que asientan su fidelidad, a pesar de experimentar los signos del desgaste del nexo matrimonial, los Zapp son frontales, se sinceran y muestran sus disidencias: su matrimonio se encuentra en ruinas.
            Ante la invitación a viajar que realiza a su familia, su esposa piensa, mientras el narrador pendiente de la situación dice:

Observó en la cara de Dèsirèe la lucha entre dos sentimientos contradictorios: el anhelo de ir a Europa y la repugnancia que sentía hacia él. Ganó la repugnancia por K.O. (Lodge, 1975, 52).

La religión

            La instancia narrativa que se presenta en el viaje que trae a Zapp a América es un claro intento de desacralizar la religión, mediante un juego con la hiperbolización.
            A poco de viajar, Zapp descubre que es el único hombre en el avión y que eso se debe a que se trata de un vuelo que transporta mujeres que van a realizarse abortos a Inglaterra, porque la ley de ese país las beneficia en ese sentido. A ello se agrega que se encuentra, entre estas mujeres, con Mary Makepeace, quien está embarazada de un sacerdote, lo que además de suscitar sorpresa y “up brows”, contribuirá al humor. Cuando Zapp conoce la historia, pregunta cuántos votos no ha roto el sacerdote y ella dice, luego de repasarlos, “Pobreza, castidad y obediencia…. Bueno, creo que aún es pobre” (Lodge, 1975, 43).

La producción intelectual académica

            Morris Zapp, de cuarenta años, está deprimido: siente que ha hecho todo lo que podía en su carrera y no encuentra  estímulos para continuar en ese camino, porque considera que lo que hiciera arruinaría una reputación impecable. Solo una idea ocupa su cabeza: quiere escribir una serie de comentarios sobre Jane Austen, que comprenderían toda su obra y en los que analizaría sus novelas una a una, diciendo todo lo que fuera posible decir de ellas. Pensaba llevar a cabo una obra exhaustiva, examinando los libros desde cualquier punto de vista concebible: histórico, biográfico, retórico, mítico, freudiano, junguiano, existencialista, marxista, estructuralista, cristiano-alegórico, ético, exponencial, lingüístico, fenomenológico, arquetípico, y todo lo que quepa imaginar de manera que, después de la publicación de cada ensayo, sencillamente no quedaría nada por decir sobre la novela en cuestión.[Quería] acabar definitivamente con la producción de más basura acerca de este tema. Los comentarios no estarían destinados al público en general sino a los especialistas, los cuales, al leerlos, descubrirían que Morris Zapp se había anticipado al libro, el artículo o la tesis que habían proyectado escribir y, muy probablemente, lo habría superado (Lodge, 1975, 55).

Seriedad en tópicos humorísticos

            Los nombres de lugares y personajes son objeto de caricaturización, se convierten en metáforas de sus particularidades y de sus temperamentos. Revisaremos algunos de ellos, porque son numerosos los ejemplos. Veamos el nombre de los personajes y de los lugares donde se instalan: Swallow y su esposa Hilary, Zapp y la suya, Dèsirèe (con hijos mellizos que, evocando a Jane Austen, se llaman Elizabeth y Darcy), Rummidge, Euforia, Plotino, Pitágoras.
            Además de haber jugado con los nombres de pila de los personajes masculinos, que combinados remiten a una conocida marca de cigarrillos (Philip Morris), relación que no es gratuita porque la afición del personaje estadounidense es el tabaco, sus apellidos los representan: swallow significa “golondrina”, pájaro que emigra en busca de climas templados, cosa que efectivamente el personaje inglés hace. En una ocasión es confundido con “sparrow”, gorrión, contracara del ave anterior porque se trata de un ave sedentaria, pero que, de todos modos, tampoco desentona con la personalidad que ha mostrado del profesor hasta ese momento.
            Hilary es ingenua, apocada, hogareña, está a la sombra de su marido, al cuidado de sus hijos; rasgos de un temperamento que provocan gracia a partir del contraste que se establece con Dèsirèe, el deseo, que representa a la mujer de los sesenta, en busca de su equiparación con el hombre, que defiende sus derechos, es abierta y frontal con sus hijos, y lee El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Cada una, a su manera, representa a su país: mientras la primera, inglesa, muestra un aplomo y tranquilidad que lindan con el aburrimiento, la segunda, norteamericana, es pura efervescencia. Sus actitudes serán respaldadas, además, con las críticas que se realizan a los sistemas educativos, a las costumbres, etc.
            Zap significa vivaz, enérgico, características que definen al personaje del profesor norteamericano, que se desempeña en Euforia, término que originariamente significa “sentirse bien” y que es explicado por el Diccionario como “sentimiento de extrema felicidad, orgullo y diversión”, denominación que condice con la sensación que experimentan los personajes educados en el sistema estadounidense.
            Por el contrario, Rummidge evoca la expresión que significa “dar vuelta las cosas y buscar algo en los rincones o pliegues, haciendo lío”, que expresa las acciones que realizará el docente allí. En alguna ocasión, se confunde el nombre con rubbish, “basura”, que expresa la opinión que tiene Swallow de ella.
            Plotino es la ciudad norteamericana donde está la universidad de Euforia. Su nombre puede deberse a una necesidad del argumento, plot, que debe anclarse, si su autor así lo quiere y, en este caso quiso hacerlo de manera evidente, en algún lugar. El nombre de la calle donde vive Swallow, Paseo Pitágoras, adquiere sentido al averiguar que este filósofo griego fundó en el año 525 A.C., una  escuela abierta a hombres y mujeres, donde la conducta discriminatoria estaba prohibida. Sus estudiantes pertenecían a todas las razas, religiones, y estratos económicos y sociales. En este caso, el humor no surge sino después de la tarea de pesquisa que debe realizar el lector si quiere alcanzar los sentidos del texto, advertido por otras denominaciones humorísticas anteriores, más obvias. En ese paseo, Swallow compartirá edificio y diversión con tres jóvenes alumnas de Euforia que viven en el departamento de abajo. La lista es mucho más amplia y divertida, pero estos ejemplos básicos ilustran lo que dijimos.
            La tercera parte de la novela, “Correspondencia”, está construida a partir de epístolas. Según Lodge, “las cartas son la crónica de un proceso que está en curso” […] “Esta escritura, estrictamente hablando, solo puede imitar fielmente otra escritura“ […] “Pero una carta ficticia es indistinguible de una carta real, por lo que ese recurso refuerza el espejismo de realidad creado por la novela” (Lodge, 1975, 46-48) (11).
            Mediante cartas, nuevamente de manera ordenada, se registran los sentimientos e impresiones que los catedráticos envían a sus esposas y las respuestas que reciben de ellas, lo que permite al lector percibir, por un lado, el afán por la conservación del vínculo por parte del inglés, y el progresivo deterioro que experimenta el del estadounidense, además de la construcción estereotipada de las esposas. Las cartas permiten al lector seguir las acciones de los personajes desde la posición de superioridad que le otorga el conocimiento de sus testimonios. Es testigo del proceso de sinceramiento de Philip con su esposa, por ejemplo, y del constante menosprecio de Zapp que expresa su esposa. 
            En la cuarta parte, “Lecturas”, la construcción de la historia está a cargo del lector, porque el texto le ofrece artículos periodísticos que se publican en los dos lados del océano, donde se mencionan hechos que contribuyen a la definición de los espacios y de las circunstancias socio-culturales en que se encuentran los profesores.
            Sabemos que, como sostiene M. Bajtín (1986), la novela es dialógica, incorpora estilos, voces, miradas sobre el mundo, que conversan incluso con otros discursos culturales. Es el caso que presentamos. Desde las miradas de los periódicos, en un pastiche, surgen los acontecimientos en que se han visto envueltos los personajes cuyas acciones seguimos. En los artículos que publican los periódicos ingleses y norteamericanos, aparecen los profesores ocupando lugares que, de acuerdo con la información que maneja el lector, no parecen lógicos: el inglés, hasta entonces tímido, respetuoso de las leyes, ha sido arrestado contraviniendo ordenanzas, y el norteamericano, seguro de sí mismo, rayano en el egocentrismo, ha sido propuesto, en reconocimiento a su buen criterio y preocupación por los demás, como mediador en un conflicto surgido a raíz de que el rector de Rummidge ha renunciado a ese cargo.
            En este capítulo se presentan, como de soslayo, los conflictos que mantienen a Euforia animada: la revolución sexual, el Movimiento de Liberación de la Mujer, el corrimiento del terreno donde está la casa en que vive Swallow, la construcción de un Jardín Popular y la opinión de los niños al respecto, el arresto y liberación de Philip. De la misma manera, se publican los conflictos con los que se enfrenta Rummidge: la lucha por la participación estudiantil en el gobierno de la universidad y la toma de la misma por los estudiantes, la construcción de una pista de autos para carreras de Fórmula 1, la caída de un tronco sobre el departamento de Zapp.   
            Sin la figura de un narrador, el discurso adopta una tonalidad y una forma narrativa diferentes, por lo que el lector debe ir entretejiendo la información para entender lo que sucede en Plotino y en Rummidge.
            El quinto tramo de la novela se denomina “Cambios” y, efectivamente, muestra aquellos que han ocurrido o están ocurriendo en ambos catedráticos debido a su exposición a un mundo nuevo para ellos.
            El texto narra episodios en que tanto Swallow como Zapp asumen posturas y toman determinaciones diametralmente opuestas a las que hubieran adoptado antes de sus permanencias en el otro país. Las relaciones extramaritales de Swallow, la actitud altruista de Zapp se van desgranando, alternándose con la elaboración mental de la carta con que el primero quiere explicar a su esposa lo que está viviendo.
            El último segmento, “Final”, adopta la forma de un guión de filmación que registra el traslado hacia Nueva York de las dos parejas que se han formado –Prof. Swallow-Désirée (esposa de Zapp) y Profesor Zapp-Hilary (esposa de Swallow)-, para charlar acerca de sus respectivos futuros. En una vuelta a una instancia relatada en el comienzo, los aviones se cruzan en el aire –es más, esta vez casi se estrellan, en lo que constituye una metaforización de sus vidas en ese momento-.
            Según Lodge, “las novelas son narraciones, y la narración, sea cual sea el medio que usa –palabras, película, dibujos- mantiene el interés del público formulando preguntas y retrasando las respuestas” (Lodge,1998, 33). Este texto retrasa las respuestas a las preguntas que se formula el lector, mediante una serie de secuencias que tienen lugar en diferentes lugares, dos aviones y dos habitaciones de hotel, en Nueva York, donde se reúnen los personajes a discutir sobre lo que harán de sus vidas luego de las experiencias que han vivido. Los dos se presentan, de manera simétrica, con la esposa del otro y como en un paso de comedia de enredo, dialogan, discuten, salen y entran de las habitaciones.
            La narración dialoga, dentro del texto, con un libro cuyo autor ni año de edición se mencionan jamás, que puede definirse como una parodia de los antiguos manuales preceptivos. Escribamos una novela, desde el título implica una invitación a construir una ficción yfuncionará como promotor de una de las historias que se narran, además de ofrecer al lector un cúmulo de conceptos básicos relativos a la escritura literaria, tan obvios que otorgan comicidad al texto, cuyas consecuencias podrá ir descubriendo a medida que avanza en la historia y en su lectura.
            Un intertexto infantil, el relato de la historia de Ricitos de Oro, con la pregunta “¿quién ha dormido en mi cama?”, sirve para presentar el conflicto. El diálogo transita por tópicos casi insignificantes así como por otros que diseñan la vida de los personajes. Se espera, a medida que avanza la acción, que sobrevenga el “final espectacular para nuestro pequeño drama”, según sostiene Dèsirèe. Pero el tiempo pasa y a pesar de que los personajes parecen haber optado, las preguntas del comienzo siguen vigentes. El final no se avizora, cuando Philip, como ha venido haciéndolo a lo largo de los capítulos, teoriza sobre la literatura y en el momento en que  dice cómo debe acabar una historia, ésta termina.

Autorreferencialidad

            Se percibe, desde el comienzo, que la novela se ha construido como homenaje a las literaturas inglesa y estadounidense, reproduciendo sus estrategias, para darles nueva vida y sentido. Es extensa la lista de autores por cuyas obras el narrador expresa su admiración y menciona por diferentes razones: W. Shakespeare, Jane Austen, Virginia Woolf, Samuel Beckett, John Milton, Jean Paul Sartre, William Coleridge, Walt Whitman, Herman Melville, Mark Twain, Francis Scott Fitzgerald son solo algunos, a partir de los cuales el narrador hace gala de un conocimiento enciclopédico amplísimo, que se complementa con el referido a la teoría literaria mediante la presentación de autores como Noam Chomsky, Ludwig Wittgenstein, Marshall McLuhan, Northrop Frye, que le permiten realizar un recorrido original de los textos que menciona y construir una obra diferente e interesante.
            A lo largo de los capítulos, se oyen diferentes voces que hablan de dos mundos personales y académicos que se relacionan y producen una serie de cambios en quienes los habitan. Las experiencias se narran mediante diferentes formas textuales, en las que el humor funciona como un filtro mediante el cual se tratan tanto temas triviales como controvertidos, con la misma desfachatez.

CONCLUSIONES

            La mirada sagaz de un profesor e investigador universitario como David Lodge permite al lector conocer la formación profesional, el desenvolvimiento, los logros y las frustraciones de dos profesores, quienes son puestos en situaciones difíciles, en una divertida comedia de enredos que involucran tanto la vida intelectual como la personal de ambos, en su evolución y en su presente.
            Cada uno, en su ámbito, representa una postura diferente ante la tarea docente y la de investigación. Cada uno es un ser humano producto de un medio socio histórico particular, que lo ha diseñado y lo condiciona. Ambos son metáforas de lo que el cambio revolucionario de una década clave en la historia de los derechos de las minorías imprimió en los intelectuales de EE.UU. y de Inglaterra, porque el texto no enfoca de manera exclusiva los tópicos mencionados; también desfilan ante los ojos del lector los años sesenta del siglo XX, con toda la impronta transgresora en los diferentes ámbitos de la cultura, cuyas huellas profundas pueden verse en el momento de producción del texto y persisten todavía.
            La vida universitaria anglosajona puede leerse gracias a que se ha escrito desde la perspectiva de un miembro de la comunidad objeto del discurso. Lodge, quien comenzó produciendo textos realistas cercanos a las producciones de los Jóvenes Airados, paulatinamente fue alejándose de ese camino y recurrió al pastiche, la parodia, la mezcla de géneros, etc. Esta novela es resultado de ese cambio y de un extenso conocimiento teórico.
            Si conoce sobre teoría literaria, la empresa del lector será rápidamente exitosa. Si no, podrá acceder, mediante la lectura de El arte de la ficción y una pesquisa personal, a los razonamientos de un estudioso que plantea interesantes interrogantes de una manera entretenida.
            Si es docente de literatura inglesa, los ensayos del texto ya mencionado refrescan planteos y problemáticas. Por su parte, la lectura de Intercambios. Historia de dos universidades se convierte en una empresa movilizadora y fructífera que renueva las conexiones intertextuales y enriquece la práctica docente, además de permitir la comparación de algunas de las experiencias narradas en el texto con las propias. Si no lo es, la incursión por los textos, además de amena, podrá servirle para ingresar en las esferas del canon de la literatura inglesa y estadounidense, entre las que se debaten las historias, en una aproximación por lo menos motivadora de nuevos acercamientos y lecturas con la finalidad de alcanzar los sentidos del texto.
            La novela se ofrece a quien quiera correr la aventura, descifrar un texto cultural que, entre muchas otras cosas, desenmascara humorísticamente posturas hasta descabelladas de quienes son los que piensan, de la academia, e induce a refigurar el sentido de la labor que llevan a cabo.
            Leídos de cualquiera de estos modos, estos ensayos y esta novela permiten que los que acepten el desafío salgan ganando.

NOTAS

1) David Lodge escritor nacido en Londres en 1935. Se doctoró en la Universidad de Birmingham, de la que fue profesor de lengua y literatura inglesas desde 1960 hasta 1987, año en que abandonó la docencia para dedicarse exclusivamente a escribir. Es miembro de la ‘Royal Society of Literature’. Ha escrito varios libros de crítica literaria y preparado ediciones de textos clásicos.
2) El humor aparece en la literatura a posteriori de las obras clásicas como una creación que se distancia de los textos oficiales y ortodoxos. Así nació en la Grecia clásica, la parodia junto a la comedia y fueron muy populares los relatos pícaros. A partir de allí, el largo camino que la actitud humorística ha recorrido ha pasado desde parodiar epopeyas y personajes, ironizar sobre diversas situaciones en la antigüedad, poner de manifiesto actitudes erradas, moralizar y educar, manifestar el ingenio y agudeza verbal, exaltar el goce epicúreo de la vida en la Edad Media; resaltar lo ameno o lo amargo de la vida, mostrar la vida del pícaro, exaltar el vivir docto, mostrar el valor curativo y terapéutico del humor (Rabelais: Pantagruel) en el Renacimiento; mostrar aspectos desde la mirada del gracioso (Cervantes:  El Quijote) jugar con el lenguaje (Shakespeare), en el período barroco; parodiar e ironizar situaciones y personajes (Moliere, Voltaire, Moratín), en el siglo XVIII; mostrar situaciones desde un humor amargo o irónico, contar la autobiografía con humor (Mark Twain) en el s. XIX; exagerar, ironizar situaciones y personajes, jugar con el lenguaje, mostrar situaciones cotidianas, en el siglo XX (GALLELLI, G. (2007).
3) […] “Desde la obra de Fielding, Sterne y Smollet en el Siglo XVIII, pasando por Jane Austen y Dickens en el XIX, hasta Evelyn Waugh en nuestro siglo. Incluso novelistas cuya intención primordial no es escribir novelas cómicas, como George Eliot, Thomas Hardy y E.M.Forster, tienen algunas escenas que nos hacen reír a carcajadas, aunque las hayamos leído más de una vez” (LODGE, D. 1998, p. 168).
4) Debe entenderse por ‘academia’ al ámbito de la educación, en especial, a la universidad. En una segunda acepción, lo académico alude al predominio de una formación intelectual, teórica más que práctica. […] un académico es quien vive pensando, elaborando teorías, pero ignora respecto del mundo real, de los problemas reales; es parte de ese grupo de intelectuales que se interesa por el avance de la ciencia, del arte, de la literatura, cuya membrecía es considerada un honor (Diccionario Longman, 1998).
5) En el caso británico, el final de la Segunda Guerra Mundial implicó la reconstrucción del país que había sido destruido no solamente en lo material sino intelectualmente. A ello se sumó la descolonización e independencia de una serie de territorios, o sea, el imperio se desmembraba. El racionamiento, la austeridad, las carencias sociales y económicas hicieron la vida sumamente difícil, por lo que, cuando llegó al poder, el Partido Laborista puso en vigencia medidas económicas y sociales que intentaron recuperar el bienestar y la prosperidad perdidos  y los conservadores que los siguieron mantuvieron esa política de consolidación del estado de bienestar. Durante la década de los cincuenta, las condiciones mejoraron el clima social y político, lo que hizo posible que jóvenes de las clases obrera y media-baja accedieran a la universidad, con lo que se evidencian signos de renovación cultural, entre otras áreas, en la literatura, en esa década y la siguiente. Aquellos que escribieron sobre estos tiempos difíciles fueron conocidos como los Jóvenes Airados (Angry Young Men) y en sus obras aparece ese mundo en constante cambio, en una novela social que se nutre del realismo y el naturalismo. A pesar de que el realismo de la novela comprometida socialmente monopoliza la novela británica de la década de los ’50, no se puede ignorar la ficción experimental que sigue produciéndose en ésa y la siguiente década, evidente en textos de Samuel Beckett, Lawrence Durrell, Malcolm Lowry, William Golding, John Fowles, para nombrar algunos.
6) […] “no resultaría sorprendente que dos hombres que intercambiaran sus puestos de trabajo durante seis meses acabaran influyendo recíprocamente en sus respectivos destinos y que en ciertos aspectos llegaran a reflejar las experiencias del otro, a pesar de las diferencias existentes entre los dos ambientes y entre los caracteres de ambos hombres y sus respectivas actitudes ante aquella situación” (LODGE, D.1975. Pág. 12).
7) Mediante esta estrategia, se pone al descubierto lo que la ilusión del realismo normalmente nos pide que olvidemos o dejemos en suspenso nuestro conocimiento de que estamos leyendo una novela sobre personajes y situaciones inventados. (LODGE, D.1998. Pág. 28-29).
8) En el capítulo “Cambios”, la narración se desarrolla alternando el diálogo entre los personajes, la narración omnisciente y la narración desde la conciencia de Philip Swallow.
9) Durante la travesía aérea, cada uno de ellos experimentará una circunstancia particular que marcará su estada en el otro continente: el inglés se encontrará con un ex-alumno que, de alguna manera, ampliará su enciclopedia cultural acerca de los EEUU.; el norteamericano saldrá beneficiado como Don Juan que es.
10) “Cuando le nombran a uno, ya no hay manera de librarse de él a menos que seduzca a una de sus alumnas u organice un escándalo por el estilo”. (LODGE, D.1975.  Pág. 22).
11) En ese mismo acto, afirma taxativamente que los personajes son ficticios por completo, “tanto en su aspecto individual como en el de miembros de instituciones”.

AGRADECIMIENTOS

            Este trabajo ha sido realizado gracias al apoyo y en el marco del Proyecto de Investigación “Estados Unidos, Gran Bretaña y Argentina: recorridos culturales y espacios textuales” de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Tucumán.

BIBLIOGRAFIA

1 BAJTIN, M (1986) Problemas de la poética de Dostoievski. México. Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

2 GALLELLI, G (2007) “La Literatura de Humor a través de la historia”. Buenos Aires. Boletín ADEP Nº 14.

3 LODGE, D (1998) El arte de la ficción. Barcelona, Península.         [ Links ]

4 LODGE, D (1975) Intercambios. Historia de dos universidades. Barcelona, Editorial Anagrama.         [ Links ]

5 EDITORIAL LONGMAN (1998) Longman Dictionary of English Language and Culture. Inglaterra.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons