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Enfoques

versión On-line ISSN 1669-2721

Enfoques vol.31 no.1 Libertador San Martín jun. 2019

 

ARTÍCULOS

La historia de la ciencia y sus interpretaciones alternativas. El caso de la economía política clásica1

History of Science and its Alternative Interpretations. The Case of Classic Political Economy

A história da ciência e suas interpretações alternativas. O caso da economia política clássica

 

Estefanía Dileo

Facultad de Ciencias Economicas, Universidad de Buenos Aires
dileoestefania@gmail.com

1 El presente articulo es el resultado del trabajo realizado en el marco de un curso de posgrado a cargo del Dr. Pablo Lorenzano. En el mencionado curso, se proponia el analisis y la discusion de la historia “oficial” de la genetica clasica, enmarcados en una discusion mas general en torno de la “interpretacion whig —o presentista— de la historia” o la “historia anacronica”. El Dr. Lorenzano, autor de extensa bibliografia al respecto, proponia la comprension de la historia de la genetica en sus propios terminos, es decir, en el contexto en el que tuvo lugar, pero con las herramientas analiticas y conceptuales disponibles para el historiador en el presente.


Resumen

La presente investigacion se propone reflexionar acerca de la relevancia de hacer historia de la ciencia, analizando los hechos del pasado en sus propios terminos, pero con el enriquecimiento que el presente le puede dar al historiador. En particular, se aborda la posibilidad de identificar la problematica que ocurre cuando el relato historico extendidamente aceptado tergiversa, en algun punto, los hechos del pasado. Para ilustrar esta problematica, se presenta el caso de la economia politica clasica. En linea con esto, la principal hipotesis del trabajo es que los sucesores de David Ricardo malinterpretaron sus desarrollos, lo cual produjo que su obra apareciera distorsionada en la historia del pensamiento economico.

Palabras claves: Historia de la ciencia; Interpretacion whig; Historia del pensamiento economico; Economia politica clasica; David Ricardo.

Abstract

The purpose of the present investigation is to think about the relevance of history of science, analyzing the facts of the past in its own terms but with the enrichment that the present can give to the historian. In particular, it explores the possibility of identifying the problem that occurs when the widely accepted historical story distorts, at some point, the facts of the past. To illustrate this problem, the case of classical political economy is presented. According to this, the main hypothesis of this paper is that the successors of David Ricardo misinterpreted their developments. In consequence, his work appears distorted in the history of the economic thought.

Keywords: History of science; Whig interpretation; History of the economic thought; Classical political economy; David Ricardo.

Resumo

A presente investigacao pretende refletir sobre a relevancia de se fazer historia da ciencia, analisando os fatos do passado em seus proprios termos, mas com o enriquecimento que o presente pode dar ao historiador. Em particular, e abordada a possibilidade de identificar os problemas que ocorrem quando a narrativa historica amplamente aceita distorce, em algum momento, os eventos passados. Para ilustrar esse problema, e apresentado o caso da economia politica classica. Em consonancia com isso, a principal hipotese do trabalho e que os sucessores de David Ricardo interpretaram mal seus desenvolvimentos; o que levou a que seu trabalho apareca distorcido na historia do pensamento economico.

Palavras-chave: Historia da ciencia; Interpretacao whig; Historia do pensamento economico; Economia politica classica; David Ricardo.


 

Introducción

Si tiene algun sentido hacer historia, este se asienta en que esa actividad no consiste en la mera recopilacion exhaustiva de datos, sino por el contrario, en la elaboracion de un relato coherente y significativo que permita explicar los acontecimientos del pasado.2 Coherente, pues —claro esta— no puede tratarse de una manipulacion de los hechos del pasado. Significativo, pues interesa la relevancia que el relato pudiera tener para el presente.
Esto mismo es plausible de aplicacion para el caso de la historia de la ciencia: la exploracion en el pasado de una disciplina interesa en tanto comportamiento humano. En otras palabras, interesa la ciencia en su dimension historica, lo cual implica no solo contemplar la ciencia en su dimension temporal, sino tambien utilizar tecnicas y metodos propios de la investigacion historica.3 Al entender a la historia como la construccion de un relato, surge la pregunta acerca del criterio para su elaboracion. Existen dos alternativas para la eleccion de la forma de hacer historia, en general, e historia de la ciencia, en particular: la perspectiva whig o anacronica y la perspectiva antiwigh o diacronica.4
La perspectiva whig o anacronica postula que “deberia estudiarse la ciencia del pasado a la luz de los conocimientos que hoy dia tenemos, y ademas teniendo presente esa evolucion, posterior, especialmente la manera en la que llego a convertirse en lo que es en la actualidad”.5 Esta perspectiva, la cual se encuentra muy difundida, es justificada teoricamente por la vision presentista de la historia y por aquellos puntos de vista que entienden que la meta final de la historia de la ciencia esta ligada con la situacion actual. Frente a esta vision, tenemos la antiwigh o diacronica, la cual postula que debe estudiarse “la ciencia del pasado a la luz de la situacion y las teorias que existian realmente en el pasado; en otras palabras, despreciar todos los acontecimientos posteriores que no pudieron tener ninguna influencia sobre el periodo en cuestion. Los acontecimientos que tuvieron lugar antes, pero que de hecho no eran conocidos en esa epoca, han de considerarse tambien como si no existieran”.6
En conclusion, por un lado, la perspectiva whig postula la evaluacion de los hechos historicos a la luz del presente. Esta perspectiva se basa fundamentalmente en la idea de que el conocimiento avanza de manera acumulativa, mientras que, por otro lado, la reaccion antiwigh critica la vision distorsionada de la historia que la misma proporciona y, en consecuencia, propone el abordaje de los acontecimientos del pasado en terminos del contexto en el que se produjeron.

Esta antinomia historiografica conduce a una muy diferente valoracion de los episodios del pasado. El historiador whig substancializa la ciencia como entidad autonoma y suprahistorica; en relacion con ella pueden evaluarse logros y fracasos del pasado. Pero tal valoracion carece de sentido para la historiografia antiwhig, que prohibe interpretar el pasado a la luz del conocimiento presente y permite evaluar logros y fracasos solo en relacion con el contexto de la epoca en que tales acontecimientos sucedieron. En ambos casos, los relatos historicos resultantes suelen ser radicalmente diferentes. La influencia de la critica antiwhig ha sido decisiva para volcar a muchos historiadores hacia la tesis del contextualismo. Bajo la guia del ideal diacronico, se han producido numerosos trabajos dotados de una gran riqueza y una razonable dosis de objetividad. Sin embargo, un enfoque diacronico estricto es utopico; todos nos encontramos inmersos en nuestro propio contexto.7

Pablo Lorenzano, autor de numerosos articulos sobre historia de la ciencia, en particular historia de la genetica, enriquece esta discusion al sostener que el historiador debe intentar “comprender el pasado en sus propios terminos (es decir, en el contexto en el que tuvo lugar), pero con las herramientas analitico-conceptuales que le proporcionan la mejor teoria de la historia y de la ciencia disponibles contemporaneamente al historiador de marras”.8
En uno de sus articulos hace referencia a una cita del filosofo e historiador de la ciencia, Canguilhem, la cual repetimos a continuacion:

En tanto un analisis critico de textos y trabajos que han sido acercados los unos a los otros mediante una interpenetracion heuristica de los tiempos, no haya demostrado expresamente que entre dos investigadores hay tanto identidad del problema y de la intencion de la investigacion, asi como identidad del significado de los conceptos fundamentales y una identidad de los sistemas conceptuales a partir de los cuales los conceptos obtienen su sentido, entonces es artificial y arbitrario e inadecuado en la autentica historia de la ciencia, colocar a dos autores cientificos en una sucesion logica de comienzo y fin o de anticipacion y realizacion.9

En su analisis de la historia de la genetica, Lorenzano encuentra que se construyo una historia “oficial” segun la cual los problemas y las intenciones de investigacion de los cientificos son considerados constantes. En funcion de esto, el autor sostiene que se ha construido una tradicion genetica que nunca existio. El trabajo de Lorenzano, centrado en el caso de la genetica, abre la reflexion acerca de la posibilidad de que lo que ocurre en la historia de dicha disciplina se replique en otras. Especificamente, asi como el estudio de la historia de la genetica, gracias al uso de las herramientas analiticas y conceptuales disponibles hoy para el historiador, le permitio al autor poner de manifiesto que el relato extendidamente aceptado tergiversaba, en algun punto, los hechos del pasado. Analogas conclusiones podrian ser obtenidas del analisis de la historia de otras disciplinas.
La propuesta de la presente investigacion es aproximar lo desarrollado por Lorenzano al caso de la economia politica clasica. En linea con esto, el siguiente apartado comienza presentando la principal hipotesis del trabajo, a saber, que los sucesores de David Ricardo retomaron sus desarrollos y los distorsionaron. A continuacion, se presenta brevemente la obra de Ricardo para exponer sus ideas, tal como aparecen en su principal escrito. Luego, se intenta mostrar como sus sucesores, tanto defensores como detractores, lo interpretaron.10
Abordar la historia del pensamiento economico, en general, y la obra de David Ricardo, en particular, en sus propios terminos, dejando de lado la idea segun la cual la ciencia avanza de manera acumulativa —subyacente en la perspectiva wigh—, es la que abre la posibilidad de poner el foco en cuestiones que vayan mas alla del estado de conocimiento actual. En otras palabras, permite estudiar a David Ricardo teniendo en cuenta cuales eran las problematicas por las cuales el se preguntaba y con que intenciones las abordaba. De esta manera, esta mirada diacronica de la ciencia (esto es, dandole relevancia al contexto de los desarrollos cientificos) permite enriquecer el estudio de la historia de las disciplinas, pues posibilita poner al descubierto hechos que no son relevantes a la luz de su estado actual. Como veremos en el caso de la obra de David Ricardo, esta perspectiva es la que permite retomar sus desarrollos en torno a la ley del valor —fundamentales para la comprension de la sociedad capitalista—, la cual no forma parte de la escuela ortodoxa de la ciencia economica en la actualidad.

El caso de la economía política clásica

Presentación del problema
Adam Smith, considerado el padre de la ciencia economica, publico La riqueza de las naciones en 1776,11 obra en la cual expuso los desarrollos que constituyeron el nacimiento de la economia politica clasica. Smith se enfrentaba a una realidad economica que estaba protagonizando profundas transformaciones en el marco de la revolucion industrial. En este contexto, se pregunto acerca de la viabilidad del nuevo orden economico. Es entonces, con esta inquietud, que se dispuso a escribir La riqueza, donde expuso la ley del valor, la cual no solo constituye la ley fundamental de la economia politica clasica, sino que es la ley que pretende explicar el funcionamiento y la cohesion de la nueva sociedad que surgia ante los ojos de Smith. En lineas generales, la ley del valor postula que los valores de cambio (precios) de las mercancias estan determinados por las cantidades de trabajo requeridas para la produccion de las mismas, esto es, el intercambio extendido y universalizado como nunca antes esta regido por la igualacion de las diferentes cantidades de trabajo que implican las mercancias en cuestion. Iniciada la tradicion de la economia politica clasica, David Ricardo publico en 1817 Principios de economía política y tributación12 retomando la ley del valor y desarrollandola mas alla de donde la habia llevado el padre de la ciencia economica. A diferencia de Smith, Ricardo escribio su principal obra con el objetivo de mostrar la necesidad de la abolicion de la ley de granos inglesa,13 la cual prohibia la importacion de productos agrarios en ese pais. A su entender, dicha ley propiciaba el encarecimiento de estas materias primas, perjudicando a la economia inglesa en su conjunto, debido a que repercutia en la disminucion de la ganancia capitalista, la cual constituye el motor de la acumulacion. Mas alla de que el objetivo de su obra se alejaba de las preocupaciones de Smith, Ricardo fue un fiel continuador de aquel autor, debido a que sus desarrollos economicos tienen tambien como sustento fundamental a la ley del valor.
Desde la publicacion de los Principios de economía política y tributación, Ricardo se convirtio en un importante referente, y su figura se volvio ineludible para el pensamiento economico de la epoca.14 Se inicio un periodo durante el cual la investigacion economica giro en torno a los desarrollos ricardianos. Mientras algunos autores lo defendieron, otros lo criticaron pues desde comienzos del siglo xix empezaron a producirse ciertas rupturas dentro de la economia politica clasica. El paradigma clasico comenzo a atravesar una crisis y se abrio un periodo de investigacion por fuera de el, durante el cual los economistas protagonizaron diversas discusiones y polemicas. La cuestion se centro en la ley del valor, eje estructurante de la economia politica clasica. Por un lado, estuvieron los defensores de Ricardo, que intentaron sistematizar su obra y por el otro, sus detractores, que fueron los antecesores de la teoria neoclasica. No obstante, ambos grupos de autores compartieron la misma lectura de la obra de Ricardo: tanto quienes se reconocieron como sus herederos como quienes se opusieron a sus ideas senalaron que lo desarrollado por Ricardo fue una teoria de costos. De esta forma, la ley del valor es borrada de la teoria ricardiana, pasando a quedar al margen de la historia “oficial”15 del pensamiento economico.16
En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo presentar una interpretacion alternativa a aquella generalmente aceptada de la obra de Ricardo. Con tal fin, la exposicion se divide en dos partes. En la primera de ellas, se reproduce brevemente el contenido del primer capitulo del texto de Ricardo, con el objeto de presentar sucintamente la ley del valor en los terminos en los que el autor la desarrollo. Luego, se retoman los escritos de los sucesores de Ricardo, con el fin de poner de manifiesto como leyeron su obra, para asi entender como se fue conformando la interpretacion que paso a formar parte de la historia “oficial” del pensamiento economico. Para la elaboracion del presente analisis, se utilizan tanto fuentes secundarias, como son los manuales de historia del pensamiento economico de Screpatinti y Zamagni17 y de Rubin,18 y los trabajos de Hollander19 y de Hamilton,20 que analizan el impacto de la obra de Ricardo en el pensamiento economico, asi como fuentes primarias, como son los textos originales de las principales obras de Smith:21 Ricardo,22 la declinacion de la economia politica clasica,23 la primera generacion de marginalistas,24 la segunda generacion de marginalistas25 y Marx.26

La teoría del valor en la obra de David Ricardo
La primera seccion del primer capitulo del texto de Ricardo se titula “El valor de un articulo, o sea la cantidad de cualquier otro articulo por el cual puede cambiarse, depende de la cantidad relativa de trabajo que se necesita para su produccion, y no de la mayor o menor compensacion que se paga por dicho trabajo”.27 De esta forma, desde el comienzo de su obra, Ricardo retomo la ley del valor expuesta por Smith, reconociendole al padre de la ciencia economica el haber definido de manera precisa la fuente originaria del valor de cambio. Tanto es asi que, en el titulo citado, Ricardo hizo especial hincapie en la forma correcta de interpretar el aporte de Smith. A continuacion, para ver esto con mayor detalle, reproducimos brevemente lo que este autor expone en el primer capitulo de su principal obra.
La ley del valor establece que la proporcion en que se intercambian dos mercancias se explica por las cantidades de trabajo relativas que cada una de ellas requiere para su produccion. En este sentido, Ricardo fue contundente al dejar de lado la compensacion que recibe el trabajador por la labor realizada. En otras palabras, las variaciones en el salario no modifican la cantidad de trabajo requerida para la produccion de las mercancias, por lo tanto, no modifican el valor de cambio de las mismas. Este punto es de significativa importancia en el desarrollo de la economia politica clasica. Esto se debe a que el planteo realizado por Smith habia sido un poco confuso en cuanto a si lo determinante del valor de cambio es efectivamente el trabajo que es necesario desplegar para la produccion de las mercancias o si, contrariamente, lo es la remuneracion al trabajo.

‘El precio real de cualquier cosa, —dice Adam Smith—, lo que realmente le cuesta al hombre que quiere adquirirla, son las penas y las fatigas que su adquisicion supone. Lo que realmente vale para el que ya la ha adquirido, y desea disponer de ella, o cambiarla por otros bienes, son las penas y fatigas de que lo libraran, y que podra imponer a otros individuos’.
‘El trabajo fue, pues, el precio primitivo, la moneda originaria que sirvio para comprar y pagar todas las cosas’. Mas aun, ‘en el estado primitivo y rudo de la sociedad, que precede a la acumulacion del capital y a la apropiacion de la tierra, la unica circunstancia que puede servir de norma para el cambio reciproco de diferentes objetos parece ser la proporcion entre las distintas clases de trabajo que se necesitan para adquirirlos’.28
Si la cantidad de trabajo, cristalizada en los bienes determina su valor en cambio, cualquier aumento de la cantidad de trabajo debe elevar el valor de este bien sobre el que se ha aplicado, asi como cualquier disminucion debe reducir su valor.29

Ricardo no solo escribio de forma mas ordenada y rigurosa, aclarando esta confusion, sino que tambien fue mas alla de los desarrollos de Smith. En linea con esto, senalo que el valor de cambio de las mercancias no solo se ve afectado por el trabajo que se les aplica de inmediato para su produccion, sino que tambien por el trabajo que se empleo en los instrumentos y medios de trabajo con los que se complementa el trabajo inmediato.

El valor de cambio de los bienes producidos seria proporcional al trabajo empleado en su produccion: no solo en su produccion inmediata, sino en todos aquellos implementos o maquinas requeridos para llevar a cabo el trabajo particular al que fueron aplicados.30

Mas alla de los avances realizados por Ricardo, el economista ingles tropezo con ciertos obstaculos que no pudo resolver y que constituyeron el caldo de cultivo para las erroneas interpretaciones que los autores del pensamiento economico hicieron de la obra del sucesor de Smith. El principal problema pendiente de resolucion del paradigma de la ciencia economica del siglo xix era la imposibilidad de conciliar la ley del valor con la igualacion empirica de las tasas de ganancia de los distintos capitales.31 Ricardo habia evadido este inconveniente desestimandolo. Debido a sus caracteristicas, esta circunstancia puede asemejarse a las dos situaciones anomalas que identifica Kuhn.32 Por un lado, un problema que debe ser resuelto (la conciliacion de la ley del valor con la igualacion empirica de las tasas de ganancia) que, por el paso del tiempo, al no encontrar solucion, se transformo en una anomalia. Por otro lado, una contradiccion: el punto al que habia llegado la elaboracion de la teoria implicaba una contradiccion entre sus postulados (la ley del valor) y lo aceptado por ella misma como una realidad factica (la igualacion empirica de las tasas de ganancia).
Frente a esta anomalia, Ricardo encontro la solucion introduciendo excepciones a la vigencia de la ley del valor. Asi, para no negar una realidad factica —la igualacion de las tasas de ganancia—, Ricardo sostuvo que las variaciones de salarios modifican el precio relativo de dos mercancias que requieren la misma cantidad de trabajo y que son producidas con capitales de igual magnitud, pero distinta composicion (proporcion capital fijo y circulante). De forma analoga, sostuvo que dos mercancias que requieren la misma cantidad de trabajo para ser producidas, pero que se diferencian por el tiempo que necesitan para ser llevadas al mercado, no pueden valer tampoco lo mismo porque implicarian distintas tasas de ganancia. En cualquiera de los casos, para Ricardo, estas excepciones eran susceptibles de ser desestimadas, debido a que solo modificaban de forma marginal la ley del valor (en un 6/7 %).

Asi pues, en este caso, los capitalistas emplean exactamente la misma cantidad de trabajo anual para la produccion de sus bienes, y sin embargo, los bienes que producen difieren en su valor, por razon de las distintas cantidades de capital fijo, o de trabajo acumulado, respectivamente utilizada por cada uno.33
El grado de alteracion del valor relativo de los bienes, ocasionado por un aumento o una reduccion del trabajo, dependera de la proporcion del capital global empleado como capital fijo. Todos los bienes que se producen con maquinaria muy valiosa, o en edificios tambien muy costosos, o que requieren un lapso de tiempo mas largo antes de llevarlos al mercado, disminuiran en su valor relativo, mientras que todos aquellos que fueron obtenidos principalmente mediante el trabajo, o que fueron rapidamente colocados en el mercado, veran aumentado su valor relativo.
Sin embargo, el lector observara que esta causa de variacion de los bienes produce efectos relativamente leves. Con un aumento de salarios tal que ocasione una reduccion de uno por ciento en las utilidades, los bienes producidos segun las circunstancias supuestas varian tan solo un uno por ciento en su valor relativo… Los mayores efectos que podrian producirse sobre los precios relativos de dichos bienes a consecuencia de salarios, no podrian exceder del 6 al 7 %, porque las utilidades no podrian, en ninguna otra circunstancia, descender en forma general y permanente por debajo de dicha proporcion.34

Los autores que siguieron, conocidos como la declinacion de la escuela clasica, tuvieron como uno de sus principales fundamentos el obstaculo con el que se enfrento Ricardo y su manera de evadirlo. La doctrina ricardiana devino en la declinacion porque incluso sus defensores solo sostuvieron partes fraccionadas e incongruentes de esta teoria.35 Sobrevino un periodo durante el cual el paradigma vigente entro en crisis y comenzo a desarrollarse investigacion extraordinaria, por fuera del paradigma. Esto se evidencia en el hecho de que se inicio un periodo durante el cual autores diversos realizaron intentos en variadas direcciones, el cual finalizo, tiempo despues, con la emergencia de un nuevo paradigma: la teoria neoclasica.
En conclusion, Ricardo habia mantenido la vigencia de la ley del valor, aunque destacando la existencia de excepciones. No obstante, como veremos a continuacion, tanto sus continuadores como sus detractores leyeron en Ricardo una teoria de costos, ignorando sus desarrollos en torno a la ley del valor.36 Interpretaron que Ricardo habia senalado que el capital invertido —a la par del trabajo— genera valor, lo cual implica la negacion absoluta de la ley del valor. Como adelantamos oportunamente, la interpretacion que los autores de la declinacion hacen de la obra de Ricardo es la que pasa a formar parte de la historia “oficial” de la teoria economica.37

La declinación de la economía política clásica y su interpretación de la obra de Ricardo
Dos de los autores de la reaccion antiricardiana fueron Samuel Bailey38 y Nassau William Senior.39 Ambos autores se opusieron a Ricardo —en quien leyeron una teoria de costos—, postulando que la determinacion del valor de cambio (precio) no corresponde al ambito de la produccion, sino que corresponde al mercado.40 Bailey sostuvo que solo se puede hablar de valor en terminos relativos, dado que unicamente denota la relacion cuantitativa en la que dos mercancias se hallan entre si como objetos de intercambio. Pero mas aun, considero que el valor de un bien es la estima que le otorgan los sujetos, desvinculando el valor de las condiciones de produccion de las mercancias. En la misma linea, Senior sostuvo que el valor depende tanto de las condiciones de la oferta como de las de la demanda. Con respecto a las primeras, las considero en tanto la limitacion que la oferta plantea a la demanda; en relacion con las segundas, las vinculo a la utilidad de los bienes demandados.

Es esencial al valor, que dos objetos sean comparados. No se puede hablar del valor de una cosa considerada aisladamente, sin referencia a alguna otra cosa. Si el valor de un objeto es su poder de compra, entonces debe haber algo que pueda ser comprado. En consecuencia, el valor no denota nada positivo o intrinseco, sino simplemente la relacion en que dos objetos se oponen entre si como mercancias intercambiables.41
Las causas que determinan los valores reciprocos de las mercancias, o, en otras palabras, las causas que determinan que una determinada cantidad de una mercancia se intercambie por una determinada cantidad de otra mercancia, deben ser divididas en dos grupos; aquellas que ocasionan que la primera mercancia este limitada en cantidad y sea util (usando esta palabra para expresar el poder de ocasionar placer y prevenir dolor), y aquellas que ocasionan estos mismos atributos a la segunda mercancia. En lenguaje ordinario, la fuerza de las causas que le otorgan utilidad a una mercancia es generalmente indicada con la palabra demanda; y la debilidad de los obstaculos que limitan la cantidad de una mercancia con la palabra oferta.42

En la vereda opuesta, el principal defensor de Ricardo fue John Stuart Mill,43 quien, no obstante, hizo una lectura de la doctrina ricardiana que se alejo de lo que habia sostenido el propio Ricardo. Stuart Mill fue una figura clave en la transicion hacia al paradigma neoclasico, pues preparo el abandono, por parte de la ortodoxia, de la economia politica clasica. Este abandono se consumaria luego con el triunfo de la segunda generacion del marginalismo. En otras palabras, puede ser considerado un autor de transicion, al cumplir un rol clave en la desintegracion de la escuela ricardiana.44

Adam Smith y Ricardo han llamado a ese valor de una cosa que es proporcional a su costo de produccion, su valor natural (o su precio natural). Con esto, querian hacer referencia al punto en torno al cual el valor oscila, y al que siempre tiende a regresar; el valor central, en torno al cual, como lo expresa Adam Smith, el valor de mercado de una cosa esta constantemente gravitando; y cualquier desviacion es una irregularidad temporal que, desde el momento en que existe, pone en movimiento las fuerzas que tienden a corregirlo.45

Dado que tanto defensores como detractores de Ricardo leyeron en el una teoria de costos, veamos hasta que punto esta lectura de la obra ricardiana se opone a lo que el propio Ricardo habia postulado. Como intentamos poner de manifiesto en el apartado anterior, la explicacion de los valores de cambio (precios) que sostuvo Ricardo era aquella consistente con la ley del valor, esto es, la proporcion en que se intercambian dos mercancias esta determinada por la cantidad relativa de trabajo necesaria para la reproduccion de cada una de ellas. Contrariamente, la teoria de costos de produccion establece que los valores de cambio de las mercancias estan determinados por la suma de las retribuciones de los factores intervinientes: el salario del trabajo, la ganancia del capital y la renta de la tierra. En consecuencia, desde este punto de vista, ante cambios en las retribuciones de los factores, se modifica el valor del producto. Esto es contrario a lo que implica la ley del valor, segun la cual el valor de una mercancia esta dado por la cantidad de trabajo necesaria para su reproduccion, valor que luego sera susceptible de division entre salario, ganancia y renta. Por lo tanto, desde esta perspectiva, por ejemplo, un aumento de salarios no aumenta el valor de la mercancia, sino que debe compensarse por la disminucion de la ganancia o de la renta.
La historia “oficial” del pensamiento economico identifica a Stuart Mill como aquel autor que intento, con cierto exito, agrupar y conciliar las doctrinas ricardianas de la declinacion que, luego de Ricardo, convivian de manera fraccionada. La bibliografia especializada suele identificar que la obra de Stuart Mill marca el fin de una era que habia comenzado con Smith.46 El manual de historia del pensamiento economico de Rubin es explicito al senalar que

[...] alrededor de la decada de 1830 comenzo el periodo de “desintegracion” de la escuela clasica. Los economistas burgueses de ese periodo repudiaron la teoria del valor trabajo desarrollada por Smith y Ricardo. Para demostrar que la ganancia no es parte del valor creado por el trabajador, ellos elaboraron nuevas teorias sobre su origen.47

Pasemos a analizar con mayor detalle la propuesta de conciliacion de Stuart Mill. Como adelantamos al principio del apartado, este autor que se presento como un discipulo de la doctrina ricardiana y se convirtio en su interpretador, le hizo decir a Ricardo lo que el mismo habia rechazado explicitamente. Especificamente, se alejo de la ley del valor y, por lo tanto, de los desarrollos hechos por el propio Ricardo, al sostener que el capital no es otra cosa que trabajo preterito; y que el trabajo crea valor en cualquiera de sus formas, sea como trabajo vivo, sea como trabajo muerto. De hecho, tomo como medida del trabajo vivo y del trabajo muerto (capital) las correspondientes retribuciones: el salario y la ganancia. Por lo tanto, la explicacion de los precios se convirtio en una teoria de costos, sacandole a Ricardo todo el contenido de la ley del valor.

Los elementos componentes del costo de produccion han sido expuestos en la primera parte de esta investigacion. El principal de ellos, y tan principal que es casi el unico, resulto ser el trabajo. Lo que la produccion de una cosa le cuesta a su productor, o a su serie de productores, es el trabajo gastado en producirlo. Si consideramos que el productor es el capitalista que hace los adelantos, la palabra trabajo puede ser reemplazada por la palabra salarios: lo que la produccion le cuesta a el, son los salarios que el ha tenido que pagar. A primera vista, de hecho, esto parece ser solo una parte de sus gastos, ya que no solo ha pagado los salarios a los trabajadores, sino que tambien los ha provisto con herramientas, materiales y tal vez edificios. Estas herramientas, materiales y edificios, sin embargo, fueron producidos por el trabajo y el capital; y su valor, como el de la mercancia a la cual sirven en su produccion, depende de su costo de produccion, el cual de nuevo se puede resolver en trabajo. El costo de produccion del pano no consiste solamente en los salarios de los tejedores; los cuales son directamente pagados por el fabricante de tela. Consiste tambien en los salarios de los hiladores y peinadores de lana, y, puede agregarse, de los pastores, todo lo cual el fabricante de tela ha pagado en el precio del hilo. Consiste, tambien, en los salarios de los constructores y fabricantes de ladrillos, los cuales han sido incluidos en el precio contractual de la construccion de la fabrica. En parte, tambien, consiste en los salarios de los fabricantes de maquinas, fundidores de hierro y mineros. Y a estos se les debe agregar los salarios de los transportistas que llevaron cualquiera de los medios y materiales de produccion al lugar donde iban a ser usados, asi como al producto mismo al lugar donde se va a vender.48

Como consecuencia de esto, los autores del pensamiento economico que leyeron a Ricardo a traves de Stuart Mill ignoraron la ley del valor desarrollada por el autor ingles. Veamos como continua la historia “oficial” del pensamiento economico para que no queden dudas de que asi fue como Ricardo fue interpretado de manera extendida y generalizada. A finales del siglo xix, aparecieron tres importantes autores: William Stanley Jevons,49 Carl Menger50 y Leon Walras.51 Sus principales obras marcaron el inicio de lo que luego se conocio como “revolucion marginalista” y estos tres autores fueron conocidos como la primera generacion del marginalismo. Cuando escribe la primera generacion de marginalistas, el paradigma clasico llevaba anos agonizando. Esta prolongada crisis constituyo el terreno para que divergentes investigaciones tuvieran lugar: por un lado, los autores de la declinacion; por el otro, los marginalistas. Finalmente, fruto de estas investigaciones extraordinarias, comenzo a gestarse el nacimiento de un nuevo paradigma: el neoclasico. No obstante, la consolidacion del nuevo paradigma ocurrio con el paso del tiempo y a traves del trabajo de varios cientificos. La primera generacion del marginalismo (Jevons, Menger y Walras) no constituyo un sistema teorico completo y sus protagonistas escribieron con una actitud beligerante y rupturista frente a la propuesta de Ricardo-Stuart Mill, esto es, una reaccion contra la teoria de costos de produccion.52 Veamos particularmente a Walras, quien fue el autor que presento las nuevas ideas de manera mas sistematica.
Walras, convencido de estar leyendo la doctrina ricardiana en la obra de Stuart Mill, senalo que no son las retribuciones de los factores las que determinan los precios, sino que es al reves. A su entender, la riqueza social es un conjunto de cosas utiles que se encuentra en una cantidad limitada. Este conjunto de cosas no solo es apropiable, sino que es intercambiable. La intercambiabilidad de la riqueza social es la que determina que las cosas utiles y escasas tengan valor de cambio (precio). Asi, la explicacion marginalista del valor de cambio es exclusivamente propia del mercado. Suponiendo un mercado de competencia perfecta, y dados los conjuntos de dotaciones iniciales (las ofertas) y de preferencias (las demandas), los precios son aquellos que vacian el mercado (esto es, aquellos que igualan cantidades ofrecidas y demandadas).

Las cosas utiles y escasas son valiosas e intercambiables, como acabamos de senalar brevemente. Una vez que las cosas escasas han sido apropiadas (y solo las cosas escasas son apropiadas, y todas ellas lo son) se establece entre todas esas cosas una relacion que consiste en la circunstancia que, independientemente de su utilidad directa, cada una de ellas adquiere, como una propiedad especial, la facultad de ser intercambiable por otras en tal y cual proporcion determinada. Si una persona posee cualquiera de estas cosas escasas, puede, al renunciar a ella, obtener a cambio cualquier otra cosa escasa que le falte. Si no la posee, no puede obtenerla salvo a condicion de renunciar a cambio alguna otra cosa escasa que posea. Y si no lo hace, y no tiene nada que ofrecer a cambio, no podra obtener lo que le falte. Tal es el hecho del valor de cambio, el cual, como la propiedad, aplica solo a la riqueza social, y a toda ella.53
Recuerde aqui que, de acuerdo con la escuela inglesa, el precio de los productos es determinado por su costo de produccion; es decir, es igual a su costo promedio en terminos de los servicios productivos… Si es el precio de los servicios lo que determina el precio de los productos, y no el precio de los productos lo que determina el precio de los servicios productivos, necesitamos saber que es lo que determina el precio de los servicios productivos. Eso es lo que los economistas ingleses se comprometen a hacer.54

Iniciada la “revolucion marginalista”, tuvo que pasar una decada para que “el nuevo mensaje teorico y metodologico pudiera ser acogido y apreciado. Despues, en la decada de 1880 y la primera mitad de 1890, estallo de repente la revolucion”.55 Fue en esos anos que se publicaron obras fundamentales

en la linea de la nueva manera de hacer ciencia economica. Y en el transcurso de una decada, se completo la revolucion. En los treinta anos siguientes, se trabajo en el perfeccionamiento y la generalizacion de las teorias. Pero ahora el viejo sistema clasico estaba muerto y enterrado, se habia consolidado una nueva ortodoxia, y… estaba claro para todos que en todo el mundo se cultivaba una unica ciencia y se hablaba un unico lenguaje; se habia impuesto el sistema teorico neoclasico.56

En el siglo xx, la sintesis de Marshall57 se consolido como una nueva ortodoxia, un nuevo paradigma. Ahondemos ahora un poco mas en el surgimiento y en la consolidacion del paradigma neoclasico para mostrar contundentemente como se afianzo la interpretacion de Stuart Mill sobre Ricardo. La consolidacion del triunfo del marginalismo se produjo luego de una segunda generacion, entre quienes se destaco Alfred Marshall. Este autor formulo una expresion madura y acabada de esta escuela del pensamiento, incorporando los desarrollos de Ricardo, tomados de la version de Stuart Mill. Recapitulemos entonces el estado de la teoria economica al momento en que Marshall escribio, en relacion con el eje de discusion de la epoca, a saber, la explicacion del valor de cambio. Por un lado, la economia politica clasica, la doctrina ricardiana, habia sido transformada de la mano de Stuart Mill en una teoria de costos. Por otro lado, los marginalistas se opusieron a la teoria de costos que asumieron que postulaba Ricardo y senalaron que lo unico relevante en la determinacion de los precios era la demanda, apoyada en la utilidad. Marshall retomo ambos argumentos: concilio a la economia politica clasica (a traves de Stuart Mill) con el marginalismo. Asi, Marshall, basandose en Stuart Mill, se reconocio un heredero de Ricardo para la teoria de la oferta y tomo a los marginalistas para la teoria de la demanda.
Algunos de los mejores trabajos de la presente generacion han parecido a primera vista ser antagonicos con los escritores anteriores; pero cuando hubo tiempo para establecerlos en su lugar apropiado, y sus bordes asperos fueron desgastados, se ha encontrado que no implican una ruptura real en la continuidad del desarrollo de la ciencia. Las nuevas doctrinas han complementado las mas antiguas, las han extendido, desarrollado y algunas veces corregido, y con frecuencia les han dado un tono diferente a traves de un cambio de enfasis; pero muy rara vez las han subvertido.58 El dano fue hecho por el habito de Ricardo de darle un peso desproporcionado al lado de los costos de produccion, al analizar las causas que determinan el valor de cambio. Pues aunque el y sus principales seguidores eran conscientes de que las condiciones de demanda jugaban un papel tan importante como las de la oferta en la determinacion del valor, no expresaron su significado con la suficiente claridad, y ellos han sido malinterpretados por todos, salvo por los lectores mas cuidadosos.59
Marshall propuso una conciliacion entre las dos explicaciones contrapuestas, senalando que su aparente incompatibilidad se debia a que ambas operan en diferentes momentos. Asi, Marshall planteo una diferenciacion temporal en su analisis: corto y largo plazo. A su entender, el marginalismo era una teoria de la demanda y operaba en el corto plazo: en el momento de mercado, cuando las cantidades ofrecidas estan dadas, las determinaciones de los precios son explicadas por la demanda, por las preferencias de los consumidores y las escaseces relativas. No obstante, consideraba que la explicacion de los marginalistas era insuficiente, pues dejaba de lado la consideracion de plazos mas largos, durante los cuales la oferta tiene capacidad de reaccion. Como los bienes que constituyen la riqueza social son bienes reproducibles, la oferta puede aumentar o disminuir, en funcion de la diferencia entre el precio de mercado y el costo de produccion. Asi, la oferta va ajustandose, haciendo que los precios de mercado coincidan con los costos de produccion. En consecuencia, para Marshall, las condiciones de oferta explican los precios en el mediano y largo plazo. Los costos de produccion, por su parte, son la suma de las retribuciones de los factores, esto es, las compensaciones por los esfuerzos de los trabajadores (por la desutilidad del trabajo) y de los capitalistas (por posponer consumo presente). De esta forma, puede verse como la recuperacion de las condiciones materiales de produccion fue en un plano totalmente distinto al que constituia la determinacion de los valores de cambio (precios) en la economia politica clasica de la mano de la ley del valor.

Conclusiones

A lo largo del presente trabajo, nos propusimos mostrar como una lectura erronea de los desarrollos de Ricardo fue consolidandose como la interpretacion “oficial” de su obra. Asi, la historia “oficial” acerca de como se fue constituyendo la escuela ortodoxa actual de la ciencia economica —la teoria neoclasica— le atribuye a Ricardo un desarrollo contrario a las ideas defendidas por el mismo. Tanto los manuales de Rubin y de Screpanti y Zamagni, como los trabajos de Hollander y de Hamilton que analizan el impacto de la obra de Ricardo en el pensamiento economico, resultan fundamentales para dimensionar lo que ocurrio en la historia de esta disciplina despues de la obra de Ricardo. Estos textos senalan que Ricardo constituyo el punto mas alto del paradigma dominante hasta ese momento: la economia politica clasica. Luego, empieza la “declinacion” o “desintegracion” del pensamiento clasico, que no constituye otra cosa que el principio del abandono del paradigma hasta entonces vigente. El periodo de crisis del paradigma clasico indujo a investigaciones extraordinarias, las cuales giraron en torno a la solucion del problema que dominaba la escena del pensamiento economico: la conciliacion de la ley del valor con la igualacion empirica de las tasas de ganancia. La ciencia economica no podia explicar los valores de cambio (precios) de las mercancias de forma consistente. Ricardo, aunque habia sostenido la ley del valor, debio enunciar excepciones a la misma porque lo constatado empiricamente lo contradecia. En consecuencia, habia un problema, irresuelto por Ricardo, al que debia encontrarsele una solucion.
De los autores que siguieron a Ricardo y lo senalaron como una referencia ineludible, sea para defenderlo o para oponerse a el, pocos sostuvieron la ley del valor. Entre quienes lo hicieron, se destaco Karl Marx60 por la formulacion cientifica del pensamiento socialista. No obstante, el desarrollo marxiano no se convirtio en una nueva ortodoxia. Es por esto que estudiosos del pensamiento economico sostienen que la historia de la ciencia economica se bifurco luego de Ricardo.61 De un lado, el pensamiento socialista —el cual mantiene la ley del valor— que no llega a consolidarse nunca como una nueva ortodoxia. Del otro, los autores que preparan el camino a la emergencia de una nueva teoria ortodoxa dentro de la ciencia economica.
Los historiadores del pensamiento economico mencionados no solo llamaron la atencion acerca de como Ricardo fue interpretado de manera extendida, sino que tambien sobre el rol ideologico que cumplio la interpretacion “oficial” de su obra.62 El sostenimiento de la ley del valor implica que el valor de una mercancia esta dado por la cantidad de trabajo necesario para la reproduccion de la misma. Por lo tanto, la totalidad del valor es “producido” por el trabajador que participa en la produccion, descontando el valor de los medios de produccion e insumos que reaparece en el valor del producto. En consecuencia, la retribucion que reciben los capitalistas, asi como los terratenientes —si hubiera participado la tierra en la produccion de la mercancia en cuestion— es una deduccion del valor creado por el trabajador. Postular la ley del valor implica entonces cuestionar la legitimidad de la retribucion de los capitalistas —y terratenientes—. En relacion con este punto, nos parece ilustrativo rescatar una cita del manual de historia del pensamiento economico de Rubin que hace hincapie en esta cuestion:

Ricardo fue lo suficientemente valiente como para reconocer abierta y directamente el conflicto de intereses entre capitalistas y trabajadores. A medida que la lucha entre estas dos clases estallo y empujo la lucha entre los capitalistas y la aristocracia a un segundo plano, los economistas burgueses comenzaron crecientemente a pasar de describir y explicar la economia capitalista a presentar una justificacion de la misma. La economia politica burguesa se convirtio crecientemente en apologetica (es decir, se propuso justificar el capitalismo) y vulgar (es decir, restringio su investigacion al estudio superficial de los fenomenos como le pudieran aparecer a los capitalistas, en lugar de indagar en la conexion interna entre ellos).63

Para finalizar, ademas de senalar que las cuestiones ideologicas pueden estar jugando un rol en como pasa a la historia “oficial” determinado autor, nos gustaria resaltar que la incursion en la historia de la disciplina, desde la perspectiva presentada, fue la que nos permitio poner esto de manifiesto. En otras palabras, entendemos que el caso presentado pone de relieve que la incursion en la historia de la ciencia desde un mirada que pretenda considerar los hechos del pasado en sus propios terminos, pero haciendo uso de las herramientas analiticas y conceptuales del presente —como es el propio desarrollo de la ciencia economica hasta la actualidad—, permitio acercarse a la construccion de un relato que tiene como ejes la pretension de ser a la vez coherente y significativo.

Notas

2 Olimpia I. Lombardi, “La pertinencia de la historia en la ensenanza de ciencias: argumentos y contraargumentos”, Enseñanza de las ciencias: revista de investigación y experiencias didácticas 15, n.º 3 (1997): 343–349.

3 Kragh Helge, Introducción a la historia de la ciencia (Barcelona, ES: Critica, 1989), 120        [ Links ]

4 Helge, Historia de la ciencia, 120.

5 Ibid., 120.

6 Ibid., 121.

7 Lombardi, “Pertinencia de la historia”, 345.

8 Pablo Lorenzano, “Notas de clase Historia de la Ciencia II”, en Maestría en Epistemología e Historia de la Ciencia (Buenos Aires, AR: Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2015), 2.

9 Pablo Lorenzano, “Hacia una nueva interpretacion de la obra de Mendel”, en Epistemología e historia de la ciencia 1997 (Cordoba, AR: Facultad de Filosofia y Humanidades, 1997), 1. Cita extraida de: George Canguilhem, “Der Gegenstand der Wissenschaftsgeschichte”, en Wissenschaftsgeschichte und Epistemologie. Gesammelte Aufsätze (Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1979), 35.

10 La problematica acerca de como los sucesores de Ricardo interpretaron su obra ha llamado la atencion en el ambito de la historia del pensamiento economico. Por ejemplo, Rubin y Kicillof coinciden en que Ricardo ha sido malinterpretado, dado que no solo quienes lo criticaron, sino que tambien quienes lo retomaron, leyeron en el algo que se alejaba de sus propios postulados. Estos autores analizan esta situacion haciendo hincapie en el rol ideologico que jugo dicha tergiversacion de la obra del economista ingles. Dejamos algunas reflexiones al respecto para mencionarlas en las conclusiones del presente trabajo [Isaak Rubin, A History of Economic Thought (Londres: Pluto Press, 1979);         [ Links ] Axel Kicillof, De Smith a Keynes: siete lecciones de historia del pensamiento económico (Buenos Aires, AR: Eudeba, 2010)].         [ Links ]

11 Adam Smith, La riqueza de las naciones (Madrid, ES: Alianza, 1994).         [ Links ]

12 David Ricardo, Principios de economía política y tributación (Mexico, DF: Fondo de Cultura Economica, 1973).         [ Links ]

13 Walton Hamilton, “The Place of Value Theory in Economics: i”, Journal of Political Economy 26, n.. 3 (marzo 1918): 217-245, http://www.jstor.org/stable/1821866; Jacob Hollander, “The Development of Ricardo’s Theory of Value”, The Quarterly Journal of Economics 18, n.. 4 (agosto 904): 455-491, http://www.jstor.org/stable/1882412.

14 Jacob Hollander, “The Work and Influence of Ricardo”, The American Economic Review 1, n.. 2 (abril de 1911): 71-84, http://www.jstor.org/stable/1814915.

15 Utilizamos el termino historia “oficial” tal como lo hace Lorenzano para el caso de la historia de la genetica. De esta forma, buscamos identificar el relato sobre la historia de la disciplina, que se encuentra ampliamente difundido y aceptado.

16 A partir de Ricardo, la historia del pensamiento economico se bifurco. De un lado, la ortodoxia —en la sucesion: declinacion de la economia politica clasica, y primera y segunda generacion del marginalismo— continuo el camino que condujo a la consolidacion de la teoria neoclasica como el nuevo paradigma predominante, dejando en el olvido la ley del valor, la cual habia sido el eje estructurante del paradigma de la economia politica clasica. Del otro, Marx prosiguio con la tradicion de la economia politica clasica —manteniendo la ley del valor— pero no sera parte de la historia “oficial” de la ciencia economica (Rubin, History of Economic Thought; Kicillof, De Smith a Keynes).

17 Ernesto Screpanti y Stefano Zamagni, Panorama de historia del pensamiento económico (Barcelona, ES: Ariel, 1993).         [ Links ]

18 Rubin, History of Economic Thought.

19 Hollander, “The Development of Ricardo’s Theory of Value”; Hollander, “The Work and Influence of Ricardo”.

20 Hamilton, “The Place of Value Theory in Economics: i”.

21 Smith, La riqueza de las naciones.

22 Ricardo, Principios de economía política y tributación.

23 Samuel Bailey, A Critical Dissertation on the Nature Measures, and Causes of Value (Londres: R. Hunter, 1825);         [ Links ] Nassau Senior, An Outline of the Science of Political Economy (Nueva York: Sentry Press, 1836);         [ Links ] John Stuart Mill, Principles of Political Economy (New York: D. Appleton And Company, 1885).         [ Links ]

24 William Jevons, The Theory of Political Economy (Londres: Macmillan and Co., 1871);         [ Links ] Menger Carl, Principles of Economics (Nueva York: New York University Press, 1871);         [ Links ] Leon Walras, Elements of Pure Economics (London: Routledge, 2003).         [ Links ]

25 Alfred Marshall, Principles of Economics (Londres: Macmillan and Co., 1890).         [ Links ]

26 Karl Marx, El Capital. Crítica de la economía política (Mexico DF: Fondo de Cultura Economica, 2000).         [ Links ]

27 Ricardo, Economía política, 9.

28 Ibid., 10.

29 Ricardo, Economía política, 11.

30 Ibid., 19.

31 Rubin, History of Economic Thought, 289.

32 Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas (Mexico DF: Fondo de Cultura Economica, 2011), 102.         [ Links ]

33 Ricardo, Economía política, 26.

34 Ibid, 27.

35 Rubin, History of Economic Thought, 289.

36 Hollander, “The Development of Ricardo’s Theory of Value”, 21.

37 Rubin, History of Economic Thought, 351.

38 Vease Bailey, Critical Dissertation.

39 Vease Senior, Science of Political Economy.

40 Screpanti y Zamagni, Historia del pensamiento económico, 102.

41 Bailey, Critical Dissertation, 5.

42 Senior, Science of Political Economy, 14.

43 Vease Stuart Mill, Principles of Political Economy.

44 Rubin, History of Economic Thought, 351.

45 Stuart Mill, Principles of Political Economy, 129.

46 Vease Hamilton, “The Place of Value Theory in Economics: I”; Rubin, History of Economic Thought.

47 Rubin, History of Economic Thought, 381.

48 Stuart Mill, Principles of Political Economy, 132.

49 Vease Jevons, The Theory of Political Economy.

50 Vease Menger, Principles of Economics.

51 Vease Walras, Elements of Pure Economics.

52 Screpanti y Zamagni, Historia del pensamiento económico, 163.

53 Walras, Elements of Pure Economics, 23.

54 Ibid., 369.

55 Screpanti y Zamagni, Historia del pensamiento económico, 157.

56 Ibid.

57 Vease Marshall, Principles of Economics.

58 Ibid., 19.

59 Marshall, Principles of Economics 71.

60 Vease Marx, El Capital.

61 Veanse Rubin, History of Economic Thought; Kicillof, De Smith a Keynes.

62 Ibid.

63 Rubin, History of Economic Thought, 381.

Recibido: 24/4/2017
Aceptado: 16/1/2018

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