Las expresiones culturales femeninas como búsqueda de identidad

Feminist cultural expressions as a search for identity

Nélida Bonaccorsi y Lidia Ozonas

Universidad Nacional del Comahue

Resumen  

En el basto mundo de la cultura, nos interesa hacer un recorte de las manifestaciones culturales de las mujeres neuquinas en la historia presente. Además de rescatar su creación, indagamos su experiencia, competencia, valorización o desvalorización de sus pares, del público y de las instituciones. De esta manera hacer visible a las mujeres como portadoras de saberes y  captar  si existe una expresión cultural diferenciada de la masculina, en qué se expresa, hasta dónde constituye una manifestación propia del mundo del sentir femenino.
Dos artistas del ámbito local nos narran sus propias vivencias e imaginarios que ilustran este artículo.

Palabras clave: Producción artística femenina; Identidad; Creación-contexto; Instituciones y formaciones.

Abstract

In the wide world of culture, we are interested in focusing on the cultural expressions of the women from Neuquén at the present history.
Not only did we save their creation but we also inquired into their experience, competence, the value or discredit of their colleagues, public or institutions.
In this way highlight the role of women as bearers of knowledge and grasp if there exist a cultural expressions different from men, in which things does it express, to which point does it constitute a self manifestation of the women's world feelings.
Two artist from the local place narrate their own experiences and imaginaries that illustrate this article.

Key words: Feminine artistic production; Identity; Context-creation; Institutions and formations.

1. Ambito social y cultural donde produce la artista

Los imaginarios en las creaciones artísticas están influenciados por el entorno social y cultural. El carácter de la relación creación-contexto refleja las inquietudes y representaciones del arte. Todo  artista no puede separar su realidad de su creación, su producción de bienes simbólicos. Por ejemplo, en las artes  plásticas sin ser específicamente una creación testimonial, hay algo, un color, un trazo, una figura que la identifica con su ámbito de su producción. Precisamente, porque el mundo que la rodea es mediador en el gusto, en el estilo, en la producción artística en general.

Pero estas influencias se diferencian según el sexo, las  mujeres artistas tendrán condicionamientos diferenciados al varón, su historia de vida, su entorno familiar- doméstico, la manipulación de elementos técnicos, la relación entre la producción, difusión y distribución están atravesado por cuestiones generizadas que diferencian a ambos sexos.

Todo análisis de la producción artística femenina requiere comprender los procesos sociales y culturales desde otra perspectiva. Entre ellas los significados estereotipados, la crítica a los enunciados sexistas imperantes en los paradigmas científicos tradicionales.

El lugar desde donde nos ubicamos para la elaboración de este artículo es la ciudad de Neuquén, capital de la provincia del mismo nombre que tiene una población de 240 mil habitantes. En los últimos 30 años ha tenido un acelerado crecimiento demográfico producto de la inmigración interna y externa  debido a su próspera economía basada fundamentalmente en la extracción del petróleo y la fruticultura. La política cultural no está tal vez al alcance de toda la población, pero hay intentos de conformación de espacios para que se propaguen eventos culturales, los artistas plásticos cuentan con una sala, la Emilio Saraco y además el Museo Nacional de Bellas Artes, cuyo patrimonio está compuesto por obras artísticas permanentes de autores  nacionales y extranjeros y por exposiciones itinerantes. En Neuquén existe un número  significativo  de artistas plásticos y la mayoría son mujeres. Entrevistamos a pintoras neuquinas para conocer  de su propia voz y en el espacio donde producen sus inquietudes, críticas, comentarios, interpretaciones de sus obras y el entorno regional.

2. Las protagonistas

La entrevista individual nos permite entrar en el mundo de significaciones de las artistas, las preguntas semiestructuradas las usamos como eje de la narración, sin embargo, en el devenir de la interlocución se abren  pautas para profundizar que enriquecen el testimonio.

Relacionamos las obras de arte de las artistas plásticas Carmen Olivetto y Cristina Vega¹  con las problemáticas actuales de la sociedad en la que viven pero también el análisis de elementos del modo de pensar la vida, la organización de la producción, su ámbito doméstico, son variables que permiten descubrir ciertas tendencias que las enmarcan en sus singularidades.

Las obras son documentos de los cuales las pintoras nos leen sus significados, que los estudiaremos y explicaremos a partir de las interpretaciones que  ellas mismas hacen de su creación. Es decir, nos ubicamos como receptoras de las reflexiones para poder interpretarlas, tratando de no influenciar desde nuestras perspectivas de enfoque.

Las expresiones culturales parecerían que debieran ser neutras, que no se distinguieran por las identidades de la autoría, sin embargo, los saberes, las experiencias y las subjetividades femeninas se vuelcan en las expresiones como sello de género.

El arte no se produce solamente con las manos, o sea las manos son una herramienta más, en el  arte se produce con el pensamiento, con la  imagen y con la experiencia de la relación con los hechos cotidianos de la vida.  El arte no se excluye de todo lo que involucra la vida de una, quizá en determinado momento aísla la situación para poder producir, pero  está continuamente  imbuído de todo esto del hacer, desde el ver para poder hacer, desde el mirar diferente, pero  son cosas simultáneas, por decirlo desde algún lugar. (Carmen)

 Lo mío fue más intuitivo. Una necesidad imperiosa de volcar todos esos sentimientos que me inundaban, generalmente empieza en la adolescencia
Siempre es algo que me lleva emocionalmente no son muy racionales mis temas. Por allí un hecho que me conmueve mucho tiempo, y lo vuelco allí. Por eso no puedo hacer algo por pedido. He intentado pero es como que me bloqueo totalmente. Si el tema me conmoviera por ahí me sale algo.
Después está la otra mirada, el hecho de la mirada plásticamente hablando de la armonía de todo el cuadro, la otra parte estética.  (Cristina)

"En el ser y el hacer" hay una simbiosis  que no se puede separar, ¿el ser diferente se imprime en el arte?

La mujer es portadora de subjetividades diferenciales no sólo condicionada por su esencia, también su entorno, su existencia.

Cuando el pintar dejó de ser terapia, cuando dejó de ser solamente emoción o catarsis empecé a entender porque una primero pensaba  que  todo  proceso creativo era un proceso de angustia, en parte lo es, pero no siempre. O sea, hay momento de no poder, eso genera angustia, de no encontrar  la imagen, de no encontrar quizá con claridad la temática,  o no saber en qué punto se para de todas esas posibilidades, hasta vas transitando distintas alternativas del hacer y después decidís. Mi mayor goce es la observación o la problemática que me produce la luz en determinado momento sobre determinadas cosas, o la situación de análisis  más que, a lo mejor, la  expresión sola. Para mi se juntan el ver, el observar, el percibir, más claramente,  con el hacer, o sea que  para mí es una fusión de dos aspectos, no es uno. (Carmen)

Nunca había pensado la diferencia  del arte de los varones y de las mujeres  pero si me pongo a analizar ahora  creo que sí, porque la mujer tiene más paciencia, con una obra yo destruyo pero después construyo un mundo creo que eso es muy femenino. También, en mis obras aparecen cosas, formas que se relacionan con útero, con huevos, nacimiento, espermatozoide, hay algo de la mujer que está dando vueltas, el cuerpo, como que aparecen cosas sin que yo las piense, cuerpos de mujeres, y algunos rostros de varones. (Cristina)

Las mujeres en su situación simbólica de inferioridad con respeto a los varones se están visibilizando en todos los espacios públicos que le han sido vedados, pero aun no en forma equitativa, el espacio del arte es uno de los ámbitos donde las mujeres  realizan esfuerzos para  instalar no sólo sus obras sino además su condición de género. Con dificultades diversas  las mujeres tratan de abrirse  camino propio en el campo del arte.

"Distribuir significa socializar" (Pollock, 2002) pero se socializa aquello que tiene valor. Justamente la desvalorización de la propia creación  por la autora o por los demás (instituciones, público sexista) impide la audacia de "mostrar" para la crítica, aprobación del "otro" y en ese otro está contenido el artista varón canonizado.

En general una artista crea para dar a conocer sus productos, en el caso concreto de las artes visuales  es uno de los objetivos aspirado. Aquí, las mujeres se percatan que deben negociar con las instituciones estatales, los intermediarios y las formaciones culturales.

Asumir una postura de artista  es entrar en un rol entrecruzado de público, modo de exhibición y de ser aceptada, valorada. Además que se las reconozca en el contexto social  para llegar a tener una imagen de creatividad de mujeres que realmente las empodere  y de ese modo  hacerse un espacio en el mundo de las producciones simbólicas. Los obstáculos que permanentemente encuentran están relacionados con la ideología sexista patriarcal que se desprenden de la tensión que provoca las convenciones sociales-culturales. La pretensión de autonomía  de las artistas se constituye en el conocimiento de las prácticas profesionales que las empodera  en la dinámica  del  juego del saber-poder. Debido a que toda producción cultural es más que el resultado de inspiraciones e imaginaciones  individuales porque "el ver-observar, percibir-hacer", es un quehacer de la producción social  del arte   en el articulado del entendimiento, sentimiento y conciencia de artista en su entorno.  

3. La experiencia y la identidad artística femenina

El concepto de experiencia lo define Teresa de Laurenti en Alicia ya no, como "un complejo de costumbres que surgen de la interacción semiótica con el mundo externo. El continuo compromiso de un ser objeto con una realidad social" (citado por Alcoff, 2001:91).

Las  experiencias artísticas diferenciadas  se muestran en un campo competitivo en que predominan vanguardias, estilos y modas. Las  mujeres se caracterizan por ser constantes, no bajan los brazos y muchas se alejan del centro de la competencia para sumergirse en  su taller con  las imágenes y colores que su imaginación les dicta.

Pienso que lo mío no está de moda, no es lo que se usa, esto es muy personal. Al principio comencé con el blanco y negro, más tarde descubrí los colores y los fui mezclando y el resultado fueron collage y pintura con mucho colorido, fue como un signo de identidad latinoamericano, así me dijeron en Suecia (Cristina).

Sin caer en el esencialismo podemos afirmar que el mundo de las mujeres diferenciado es el que le otorga una subjetividad, un imaginario, una experiencia propia  que lo plasman en sus expresiones artísticas y le imprimen un sello de identidad femenina.

En este tema de la identidad, Simone de Beauvoir (1984) opina "ella" es el Otro que no es él, la mujer se determina y diferencia con relación al hombre y no éste con relación a ella; ésta es lo inesencial. Él es el sujeto, él es lo absoluto, ella es el otro.  Este trazado en negativo es reinvertido por algunas mujeres que lo instituye como contra- identidad.

En general se define identidad como lo que es idéntico a sí, lo que persiste a través del tiempo como lo mismo, lo unificado e internamente coherente.

No obstante, la identidad de la mujer es producto de su propia interpretación y de la reconstrucción de su historia, por intermedio del contexto cultural discursivo  al que tiene acceso y lo resignifica en su imaginario femenino (Cantero Rosales 2004).

Una artista se construye en el tiempo,  crea sus obras pero a la vez va construyendo  su identidad de artista por medio de la reflexión  sobre sí misma y su obra.

Ninguna identidad cultural aparece de la nada, todas son construidas de forma colectiva sobre las bases de la experiencia, de la memoria, de la tradición (que también puede ser construida e inventada)  y una enorme variedad de prácticas y expresiones culturales, políticas y sociales.  También es cierto que "las artes se practican y sostienen en un contexto social en que existen profundas relaciones de poder, propiedad, clase y género" (Said, 2001: 39).

Si las artistas mujeres  son dejadas fuera del registro o ignoradas como parte de la herencia cultural, del canon (norma, regla)  se vuelve un filtro cada vez mas empobrecido para el conjunto de posibilidades culturales.

"En la escritura de la historia del arte,  el lugar del artista y de la mujer artista está determinados por estructuras míticas  que naturalizan un rango particular  de significados para masculinidad, femineidad, diferencia sexual y cultura". (Pollock, op. cit: 31).

Según Eli Bartra (2005) la especificidad del arte femenino  se puede visualizar desde   la condición socio-histórica de las mujeres, el lugar especifico  en que están situadas en el mundo. Además se analizan las constantes  dentro de la obra misma, tanto las formas de expresión como la temática.

¿La  relación vida.-obra es una constante en las obras de las mujeres o es una característica  la unidad de la vida, la no separación entre la vida y la obra, entre lo privado y lo público?

Las obras, creación individual o colectiva  son producto de vivencias personales, de sueños, imaginarios, lo que son o quisieran ser, como ven el mundo a partir del lugar en que se ubican en la  sociedad.  A partir de allí se puede decir que el arte femenino existe como tal. Las mujeres crean de múltiples maneras, desde su lugar de mujer o imitando el arte masculino o transgrediendo los mandatos impuestos.

Una de las explicaciones de la minoría de las mujeres en la creación artística puede  enfocarse en la división sexual del trabajo impuesta. Los varones están en el espacio público y desde allí crean. Las mujeres que han traspasado esa barrera son las que  han podido entrar al mundo de la producción artística.

 "Se ha tratado de explicar con una mirada feminista la creación artística de las mujeres Se habla de una sensibilidad femenina, de un imaginario distinto, de estilos femeninos". (Bartra, op. cit: 52)

Todo lo que se me ocurre en el día lo escribo. Cuando empiezo un  cuadro puede ocurrírseme otro, Bueno, a veces se me ocurre otra idea y comienzo otro cuadro.  Yo tardo mucho en terminar un cuadro, lo dejo descansar   mucho tiempo y lo dejo tapado y no lo miro hasta un cierto tiempo. Necesito tomar distancia luego de pasado unos días, lo miro y  tal vez  le encuentro algo para arreglar o no y lo doy por terminado. (Cristina)

Puedo incorporar  materiales diferentes y seguir siendo expresionista como soy, o sea, el medio es el color. El estilo si es por mi, como soy yo, te puedo decir que hago cinco cosas diferentes, porque soy muy geométrica en el momento de producción, en algunas producciones, y cuando la luz es el eje del conflicto mucho más naturalista. Y soy yo. Ya no peleo. Ya no me peleo conmigo misma. Como que pareciera que hay que ser una sola cosa. Bueno, acepté que soy dos en ese hacer (Carmen).

Las protagonistas están situadas en el aquí y ahora, en esta época posmoderna en que las condiciones de producción del arte admiten  la multiplicidad de experiencias estética  al unísono, es decir, permitirse abordar diversos materiales, estilos y temáticas. Consideramos que estamos ante un nuevo estilo donde combinan nuevas y tradicionales formas de expresión  en la producción de  bienes culturales, por ejemplo el montaje-perspectiva, simetría-asimetría, continuidades-discontinuidades, esto es una característica de  la emancipación de sentidos.

4. El espacio del arte, instituciones, formaciones ³

En estos tiempos "la producción para el mercado implica la concepción de la obra de arte como una mercancía, y la del artista por más que él se defina de otra forma, como una clase particular de productor de mercancía" (Raymond Williams 1994:41).

¿Interesarme vender? Ahora mas que antes, me costó mucho entender vender. Hacer una exposición cuesta dinero, si yo tuviera que elegir no sirvo. Creo que la pintura como cualquier otro arte sirve como forma de comunicarse con los demás, si una no expone, no muestra ... Yo estuve muchos años  sin vender, ni mostrar, ahora me parece bárbaro. Lo de la venta, que la obra quede para una sola persona me parece triste, en una obra se vuelca muchos sentimientos. Yo a veces tardo  mucho, todo lo que voy pensando, sintiendo y después que se lo lleve otra persona que no la conozco es como que no lo podía aceptar, bueno también fui entendiendo. Yo sentía que  otra persona se llevara algo de mí.
He hablado con muchos artistas plásticos que me han dicho cuando termina una obra ya no es más de una, siento que sí. He vendido algunas que después las he visto de nuevo. (Cristina)

 Es un tema que para mí es muy dramático. Me genera mucha angustia porque me cuesta buscar el espacio para exponer, me cuesta relacionarme con al gente que ofrece esos espacios y siempre digo que tendría que tener alguien que me haga ese trabajo, a mí déjenme pintar. Que  alguien me ubique la obra, me la traslade. Las veces que llevé, trasladé obras quede agotada. El hecho es cierto cuando uno.....,hay dos tipos de muestras la colectiva y la individual. Cuando vas a una muestra individual, de un mismo autor, es como que queda vacío durante un tiempo. Es todo un  proceso de años, o de meses, en mi caso lleva dos  a cuatro años. No expongo todo lo que hago sino lo que elijo exponer^1-2. (Carmen)

Las artistas vinculan su trabajo como parte de sus sentimientos, como reproducción de estados de ánimo, como parte de sí. Vender su obra significaría desapropiarse, deshacerse, despojarse, de su creación.

Se crea una relación entre la producción del artista y el público, el mercado. Es significativo las exigencias de libertad  del artista para crear como desee y las imperativos del mercado.

Pierre Bourdieu (1983) sostiene  que a medida que el campo artístico gana autonomía respecto de las coacciones y de las exigencias directas de las facciones dominantes de la burguesía, es decir, a medida que se desarrolla  un mercado de bienes simbólicos, las características puramente artística de los productores de bienes simbólicos  adquieren una mayor fuerza explicativa. La posición en que se encuentran los obliga a pensar su identidad estética. Esto quiere decir, adoptan una concepción independiente  o crean según los gustos del mercado que varían según las modas generales del arte. 

Yo creo que hay espacios, pero están  bastantes  reducidos, es decir yo tuve espacio, pero cuesta un poco para conseguir, la ultima exposición que hice aquí fue en el 2003. Pero cuesta bastante conseguir.
Expuse en el Saraco, me encanta, tiene espacio, luces, se puede alejar. Creo que se necesitaría más espacios para los artistas plásticos de acá  porque  hay alguna gente que se repite, se repite, pero hay otra que no ha tenido espacio nunca. Sí, tiene que ver con la audacia, generalmente de los varone)  también con el amiguismo, con el partidismo, el clientelismo. Yo noto que hay gente que expone año tras año y otros que no han conseguido nada, está bien, tal vez tendría que haber mas salas, quizás. (Cristina)

Esta experiencia de no conseguir sala porque los que emiten el juicio sobre la obra, dicen que es una obra anacrónica...No peleo, es una cuestión de prejuicio en esto de la elección de la obra, bueno,  si está dentro de lo que hoy se hace , lo de  la perfomance, las instalaciones. A mi no me interesa, no se si en el futuro, el hecho es que hoy no es mi preocupación. Hay una cuestión de moda, de  estilo, de la época y del gusto de la época y como que todas las  demás   manifestaciones caen,  carecen de importancia. Si no haces lo que en ese momento social supuestamente se debe hacer. Yo digo supuestamente porque hay otros artistas que son excelentes artistas y  que no se avienen a eso. (Carmen)

Para estas artistas los contratiempos para exponer en la ciudad de Neuquén son entre otros la falta de galerías  privadas y espacios estatales.

En el plano estatal, por ejemplo, el Museo Nacional de Bellas Artes, inaugurado hace tres años, orgullo de la ciudad por su moderna edificación y como un ámbito del arte, no es un espacio para los  locales, cuestionada permanentemente por artísticas que les interesaría exponer en este ámbito, sólo está reservada para obras de autores de renombre.  Por lo que se observa existe una política cultural estatal  desarticulada de  quienes producen bienes simbólicos. 

Recientemente, se han habilitado  lugares para exposiciones en  las sedes de colegios profesionales, resto-bar, confiterías, bibliotecas, que a las artistas les parecen válidas, porque  "por lo menos es un espacio donde la gente puede, mientras está en otra actividad, pensar o ver que alguien está haciendo algo, pero no es el espacio para mi adecuado para  una muestra, donde se necesita un entorno, una luz,  un sonido, un silencio, un espacio, una distancia, montones de  elementos que hacen a la observación de la obra." (Carmen)

Observamos que si bien  en algunos espacios privados son proclives a realizar exposiciones, pero sus salas presentan algunos inconvenientes significativos para las muestras que  las artistas antes realizaban. Entre los obstáculos se señala la iluminación inadecuada o los horarios pertinentes para que el público pueda asistir a las muestras y  apreciar las obras en todas sus dimensiones.

Si bien hay diversidad de alternativas que se ofrece ante  esta explosión de lugares,  que las artistas valoran positivamente, pero su preferencia se inclina por las  galerías clásicas de arte, en resumen,  vemos como  aceptan lo residual de la época.

Evidentemente, hay una búsqueda  de lugares por parte del  mundo artístico neuquino, no obstante reclaman  el pratrocinio del estado  para que al menos planifique  y  genere espacios  de difusión de la diversidad de la  producción local. Un emergente en este momento es la  Asociación de Artistas plásticos neuquinos, formación que tiene como fin  organizar muestras, exponer, dar cursos. Este nucleamiento  en formación indica las alternativas de salidas  de conjunto independiente del poder político estatal.

¿Cuál es el espacio y los tiempos que asignan  las mujeres para ocuparse de la producción de sus obras?  Instalan el taller en su casa, se dedican a la enseñanza y a otras actividades del ámbito público, exponen en algunas ocasiones, cuestiones que evidencian  que no pueden vivir de su producción artística. Los varones, por el contrario  separan lo doméstico con lo público y se abren al mercado de bienes simbólicos  porque han hecho del arte su medio de vida. La presente realidad histórica de una fuerte acción del mercado  y el coleccionismo inversor, invita a  los artistas a crear para la venta.

En  cambio, en la producción femenina existe un tiempo de creación supeditado al trabajo doméstico que los mandatos culturales no eximen a las mujeres, incluidas aquellas que se permiten transgredir e incursionan en las profesiones específicamente masculinas.

Uno de los dilemas  de la relación de los ámbitos privado-público es el hecho que el taller se instala en la casa, de manera que el espacio público conforma una extensión en el doméstico y el tiempo se comparte en los dos ámbitos. Esto se transforma en  lo permitido a la mujer artista para poder crear sin infringir sus mandatos, es decir cumplir con  las exigencias prácticas cotidianas. Debido a este condicionamiento, observamos que no pueden  no dedicar todo su tiempo a la creación, meterse en el mundo profesional del arte  en una palabra subsistir de su producción artística.

5. Reflexiones

Como constructo social, las preferencias, el gusto y  el estilo estético del público, reflejo de los imaginarios culturales de la época, consideran al artista como alguien que gracias a su creatividad y poder de expresión plasma obras que celebran la fantasía, la creatividad, la ingenuidad y la originalidad.

En este contexto, como en épocas precedentes  ciertas artistas  sufrieron las presiones sociales que inhibieron o deformaron la creatividad femenina. Algunas "triunfaron" a pesar de las difíciles circunstancias. Todo ha significado  más complejo, trabajoso, con un alto costo, sólo por el estigma de ser mujer.

 Las mujeres crean inspiradas desde  su subjetividad, su actividad es una catarsis o una terapia o un impulso estético creativo. Valoran su obra para que los receptores las conozcan, las observen, den su opinión y así se pueda constituir un lazo comunicacional entre la creadora y su público. No obstante, se encuentran con muchos obstáculos burocráticos y de otra índole que no les permiten cumplir con la función de la artista  que no sólo es entrar con sus obras en el circuito del mercado sino  que su producción sea parte del patrimonio cultural de la provincia.

La actividad artística en general suele estar administrada por un intercambio de prestigios entre la "elite del dinero" como la denomina Ferrari (2005)  y los artistas, -preferentemente varones-,  financiando los salones, los premios estatales y privados, dando cabida en los medios de comunicación  para publicitar las obras, etc.

Las mujeres artistas necesitarían cimentar identidades de grupo o individuales fuertes para construir un "nosotras las mujeres artistas neuquinas" que sea operativo, reivindicativo y así poder tener reconocimiento y presencia en los eventos culturales de la ciudad. Además, sin caer en la banalización ni en el victimismo, una postura en conjunto desenmascararía la falsa imagen de neutralidad que no es sino ocultamiento de una posición sexista de los varones que manejan los espacios del arte.

Nuevas cuestiones quedan planteadas, algunas serían:

-¿Qué nuevos desafíos avizoran  las artistas neuquinas?

-¿Cómo aprovechar los espacios legítimos para que se las reconozca como artistas?

-¿Cómo se puede superar la brecha entre los derechos formales y la práctica cotidiana?

-¿Cómo influir para que sean incluidas en la agenda del estado y conformen equitativamente con los varones el patrimonio cultural local?

Estos y otros interrogantes son la puerta de entrada para seguir investigando sobre el campo cultural neuquino y en especial el que transita las mujeres.

Notas

¹ Las pintoras plásticas que elegimos en esta oportunidad.  Carmen Olivetto, estudió en Buenos Aires y desde 1974 reside  en Neuquén, ha sido docente en la Escuela de Bellas Artes.
 Cristina Vega oriunda de una localidad de la provincia de Río Negro, estudió en distintos talleres en Buenos Aires y en Suecia,  donde vivió como exiliada política en los tiempos de la última dictadura militar. Vive en Neuquén desde 1984.

² El cuadro "Las angustias de Carmen" La mujer agobiada por sus penas, su carga emotiva. Cuadro que no expondría ni  vendería  porque es el reflejo del "Yo"  de un momento de mi estado de ánimo.

³ Raymond Williams (op. cit) en el capítulo "Formaciones" explica que las formaciones culturales modernas  tienen una duración  muy breve. Entre los grupos y asociaciones  la rapidez de su formación y disolución, la complejidad de las rupturas y fusiones internas pueden  resultar desconcertante.

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