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La aljaba

versión On-line ISSN 1669-5704

Aljaba v.13 n.13 Luján ene./dic. 2009

 

ARTÍCULOS

Las mujeres rurales y su participación en los escenarios productivos actuales*

Rural women and their participation in present-day production scenarios

Stella Maris Shmite

Universidad Nacional de La Pampa

Resumen

En este artículo, donde la mirada está puesta en lo rural desde la perspectiva de género, se analiza cómo a partir de las transformaciones socio-productivas emergentes en los territorios rurales se redefinen conceptos teóricos que permiten interpretar el rol de las mujeres y explicar la reestructuración de la vida cotidiana en el campo.
En un mundo rural que pasa por profundas transformaciones sociales y económicas, las mujeres participan de diferentes formas en los nuevos escenarios productivos. El estilo de vida tradicional, caracterizado por la participación en el escenario productivo al mismo tiempo que en el reproductivo, con diferentes matices de invisibilidad, está virando hacia un posicionamiento socialmente más "visible"y más autónomo en el plano productivo.
En el contexto actual de la globalización y la consecuente reestructuración de la producción de alimentos a escala mundial, se desarrollan procesos de cambio y restructuración de los territorios rurales locales. Esta transformación y modernización productiva está asociada a la ruptura del modo tradicional de participación de la mujer en el trabajo rural. Se incorporan otras formas de gestión en las unidades productivas, junto con nuevas actividades intra y extraprediales, en las cuales las mujeres asumen una forma de participación diferente, provocando una ruptura del tradicional rol de la mujer rural. Al mismo tiempo se percibe la emergencia de nuevas formas de identidad femenina relacionadas con la participación activa de las mujeres en la nueva realidad socio-productiva.

Palabras clave: Transformaciones productivas; Mujer rural; Roles tradicionales; Nuevos roles femeninos.

Abstract

This article, which focuses on rural aspects from a gender perspective, analyzes how theoretical concepts are redefined on the basis of the emerging socio-productive transformations in the rural environment, allowing for an interpretation of women roles and also for an explanation of how rural everyday life has been re-structured.
In a rural world which undergoes deep social and economic change, women take part in different ways in the new production scenarios. Traditional lifestyles characterized by women's participation both in the productive as well as in the reproductive scenario- with different shades of invisibility- are turning towards a more socially "visible"and, at the same time, more autonomous positioning at the productive level.
In the present global context, with its consequent re-structuring of food production systems at world-level, transformation and restructuration processes develop within local rural territories. These change and modernization steps are associated with a break away from women's traditional modes of participation in rural work. New management forms are introduced to the production units, together with intra-and extra land activities, in which women adopt a different mode of participation, distancing from the traditional role assigned to rural women. Also, new forms of female identity are perceived to have emerged, related to an active participation of women in the new socio-productive reality.

Key words: Productive transformations; Rural woman; Traditional roles; New female roles.

1- Introducción

Las transformaciones socio-económicas ocurridas en las décadas recientes, con los cruces de escalas (global, regional y local) propios del proceso de globalización y particularmente, vinculados con la reestructuración del sistema agroalimentario, tienen un fuerte impacto sobre la comunidad rural impulsando cambios en la vida cotidiana. Las transformaciones sociales y productivas relacionadas con el proceso de globalización tienen consecuencias en los territorios locales, dado que el territorio es el escenario sobre el cual se proyectan múltiples acciones que afectan las redes de relaciones entre los distintos sujetos, así como el rol de varones y mujeres en relación con el trabajo rural.
Desde el punto de vista metodológico, se aplicó un abordaje cualitativo que permitió indagar la participación de las mujeres en los nuevos escenarios productivos. Se realizaron entrevistas a mujeres relacionadas directamente con actividades rurales. Dichas entrevistas se efectuaron en establecimientos rurales seleccionados al azar, ubicados en los departamentos Capital, Toay, Guatraché y Conhelo de la provincia de La Pampa. Además de los datos relevados a través de la aplicación de un cuestionario semiestructurado, se tomó registro de las actividades observadas in situ. Aunque algunas de las mujeres entrevistadas manifestaron que no viven en forma permanente en el campo, el registro de la información se consideró válido porque lo que importa es la trayectoria laboral y su rol en la organización y gestión del establecimiento agropecuario.
Desde la perspectiva teórica el concepto de territorio1 resulta adecuado para analizar las transformaciones en el campo porque permite incluir en el abordaje simultáneamente, a los diversos sujetos sociales que interactúan, además de brindar claves para interpretar las transformaciones e innovaciones productivas. El territorio rural es el resultado de la construcción social de diferentes actores sociales. En él se conjugan múltiples variables (sociales, económicas, políticas, institucionales), donde la gestión y la toma de decisiones sobre los procesos productivos, adquieren un rol relevante en el "diseño"de las relaciones de género que se concretan en el espacio rural.
En los enfoques teóricos actuales, la nueva ruralidad2, intenta superar la tradicional concepción rural-urbana como antagónica y también, intenta desestructurar la visión de lo rural acotado a un sector productivo de la economía. La pluriactividad es identificada como la emergencia de nuevas actividades que tienen lugar en el medio rural, las cuales pueden ser practicadas por los sujetos tanto dentro como fuera de sus propias explotaciones agropecuarias y pueden estar o no, relacionadas con la actividad agraria tradicional. La pluriactividad es hoy la expresión más clara de lo que se denomina nueva ruralidad.
Con relación al concepto de ruralidad, María José Carneiro en su artículo "Ruralidade: novas identidades em construção", pone en discusión la noción de ruralidad en el contexto de las interacciones entre el campo y la ciudad. Propone pensar "lo rural"y "lo urbano"a parir de la perspectiva de los actores sociales que realizan esa interacción, rompiendo la dualidad, y muchas veces, la oposición entre estas dos categorías conceptuales (campo-ciudad). La autora sostiene que:

"...os efeitos da expansão da "racionalidade urbana"sobre o campo, provocada pela generalização da lógica do processo de trabalho e da produção capitalista intensificados pelos mecanismos da globalização, não possam, de forma alguma, ser tratados com negligencia, é precipitado concluir que tal processo resultaria na dissolução do agrário, e na tendência à transformação uniformizadora das condições de vida no campo"(Carneiro, 1998:53).

Por otra parte, también se refiere a investigaciones recientes realizadas en Brasil en las que señala la ocurrencia de dos fenómenos. En primer lugar, se observa que la pluriactividad, aunque es una práctica muy antigua, adquiere nuevas dimensiones, destacándose las formas de organización de la producción donde las antiguas prácticas adquieren nuevas modalidades. En segundo lugar, la creciente utilización del campo como medio de vida alternativo, incluso de recreación, por parte de los habitantes de la ciudad. Desde esta perspectiva, cambios de hábitos, costumbres y formas de percepción del mundo rural, ocurren con distinto grado de intensidad y de manera diversificada, siguiendo los intereses de los actores sociales. Esto implica transformaciones pero de ninguna manera, una ruptura definitiva del sistema social.
El propósito de esta ponencia es buscar, desde la perspectiva de género, los significados de las prácticas sociales que operacionalizan esa interacción rural-urbana y que tienen anclajes tanto en el campo como en los centros urbanos. Debemos entender la ruralidad como un proceso dinámico de reestructuración de los elementos de la cultura rural en base a la incorporación de nuevos valores, hábitos y técnicas. Tal proceso implica un movimiento con una doble dirección: por un lado, la reapropiación de elementos de la cultura rural a partir de una relectura posibilitada por la emergencia de la puesta en valor de lo rural como construcción social; y por otro lado, la apropiación por parte de la cultura urbana de los bienes culturales y naturales del mundo rural, reforzándose los vínculos en uno y otro sentido. En este proceso de restructuración y revalorización de lo rural, la participación de las mujeres es cada vez más destacada

2- La ruralidad desde la perspectiva de los estudios de género

A partir del "giro cultural"en las Ciencias Sociales y en la Geografía en particular, los estudios de geografía rural desde la perspectiva de género, incorporan el análisis de los nuevos roles y de las nuevas relaciones entre los hombres y las mujeres que interactúan en el territorio rural.
El análisis de género en lo espacios rurales contemporáneos abre un abanico de posibilidades de abordaje de la dinámica social en el campo. Según María Consuelo Díez Bedmar, el género, entendido como los atributos y comportamientos apropiados por las mujeres y los hombres; así como las relaciones entre ellos, está influenciado por la cultura. Esta autora sostiene que,

"La identidad y las relaciones de género, son aspectos fundamentales de la cultura porque dan forma a las actividades de la vida cotidiana en el seno de la familia, de la colectividad y del medio social"(Díez Bedmar; 2007:75).

En este sentido, un eje temático clave en geografía rural, transversal a todos los territorios rurales a diferentes escalas, son las relaciones sociales de género ligadas al trabajo. Desde mediados de los ochenta, los estudios de la perspectiva de género en geografía rural (García Ramón, 2006) legitiman un área de investigación: la visibilización de la mujer en los estudios rurales a partir de un análisis minucioso del rol que desempeñan en las explotaciones familiares agrarias. Más recientemente, a los estudios del trabajo se le suma el análisis de la pluriactividad en las mismas explotaciones familiares (García Ramón y Baylina Ferré, 2000) y la posición de la mujer en la generación y gestión de actividades que aportan ingresos prediales y extraprediales (Pérez, 2001; Farah y Pérez, 2004), en un contexto de cambios económicos y estrategias de reconversión productiva de las explotaciones agrarias.

3- El trabajo femenino en el campo

El espacio rural de la provincia de La Pampa es una unidad de análisis rica para el desarrollo de investigaciones que aborden las relaciones de género que emergen en los territorios rurales contemporáneos. A modo de ejemplo, se presentan algunos testimonios que corresponden a mujeres que viven y articulan relaciones de producción y reproducción entre lo rural y lo urbano, en los departamentos ubicados en el este y centro este de la provincia, correspondientes a la región denominada espacio agropecuario de mercado.
Los testimonios de mujeres rurales que se presentan a continuación, nos revelan roles femeninos que van desde situaciones más tradicionales hacia otros de mayor autonomía en la gestión y organización de actividades rurales:

Ana. Tiene 58 años. Vive con su marido en el campo. Recibió la propiedad como herencia (400 hectáreas). Sus hijos (4) estudiaron y viven en Bahía Blanca.

- ¿Qué actividad realiza en el campo?
Acá se hace de todo. Si hay que ayudar a marcar los novillos voy al corral y ayudo, si hay que sembrar también lo hice en algunas oportunidades.
- ¿Hay alguna actividad que la realice sólo Ud.?
Y...la casa, limpiar, cocinar... También las gallinas las atiendo yo.
- ¿Se realiza alguna actividad que complemente los ingresos agropecuarios?
No, en este campo se siembra y se hace ganadería solamente.
- ¿Quién se encarga de las actividades administrativas, banco, contador, etc.?
Yo no sé nada de eso... siempre se ocupó él (hace referencia al marido)
- ¿Con qué frecuencia va al pueblo o a la ciudad? ¿Cuáles son los motivos del viaje?
A San Martín que está a 10 km vamos una vez por semana más o menos. Y a Bahía Blanca que está más lejos vamos cada tanto, al médico o por trámites. También a visitar a los hijos.
- ¿Alguno de sus hijos tiene pensado venir a vivir al campo en el futuro?
No, ninguno. Ellos dicen que no vendrían a enterrarse en el campo...como nosotros.
- ¿Qué representa el campo para Ud.?
Es la vida de uno...hay mucho arraigo.

Silvia. Tiene 30 años, es casada. Vive en el campo con su esposo, dos hijos y su suegra. El establecimiento rural tiene 100 hectáreas, se hace ganadería y la actividad principal es fabricar ladrillos.

- ¿Qué actividad realiza?
De todo un poco...primero la casa y los chicos. Hay que llevarlos a la escuela.
- ¿Viaja todos los días a Santa Rosa?
Sí, es cerquita...estamos a 10 Km. Son tres viajes por día porque van en distintos turnos.
- ¿Además de la atención de los hijos, que otra actividad realiza?
Bueno...acá se trabaja en el horno de ladrillos. Hay empleados pero...hay días en que todos tenemos que ayudar, incluso los chicos, cuando hay que armar la quemada. Después se encargan los hombres. También cuando hay que cargar el camión para entregar, si hay que ayudar...no queda otra que ir a cargar ladrillos.
- ¿Qué representa el campo para Ud.?
Yo tengo mis hijos y el marido acá...y vivo así. Es tranquilo.

Irma. Tiene 58 años, es viuda y vive en el campo. Sus hijos no viven en el campo y realizan actividades que no tienen relación con lo rural.

- ¿Desde cuando está al frente de este establecimiento rural?
Hace mucho...desde los ´80.
- ¿Qué actividad realiza?
Son 2810 hectáreas en total. De esas, 2500 están alquiladas. Sólo trabajo el resto que es esté lugar, donde tengo la casa. Están separados los campos. Acá se hace ganadería.
- ¿Cuáles son sus actividades diarias?
Todas las tareas. Cuando hay que vacunar se hace, después recorrer el campo, llamar al veterinario si es necesario o al tractorista.
- ¿Tiene empleados?
Algunos...pero no son permanentes porque el campo es chico. Vienen cuando hay trabajo para hacer, se paga y listo.
- ¿El campo donde Ud. vive y trabaja, genera sus principales ingresos?
Nooo...no sé si me alcanzaría para vivir. Lo principal es el alquiler del otro campo.
- ¿No pensó en ir a vivir al pueblo o a la ciudad?
Me encanta estar en el campo, para mi...es un gusto hacer esta vida. Estoy a 15 km de Acha y a 120 de Santa Rosa, voy muy seguido, hoy el asfalto está en la tranquera del campo.

Carmen. Tiene 53 años, es viuda y actualmente no vive en el campo. Recibió el campo como herencia (800 hectáreas) y está al frente de la explotación desde 1994.

- ¿Dónde vive? ¿Qué actividad realiza?
Vivo en Winifreda que está a 20 km del campo. Igual voy casi todos los días al campo...siempre hay algo que ver: los alambrados, los animales... Si se rompe un alambre o un molino, hay que mandar a alguien a arreglarlo.
Yo soy docente. Doy clase en la escuela a la mañana. Siempre trabajé en la docencia, cuando cerraron la escuela rural que está cerca del campo, me fui a vivir al pueblo para seguir trabajando en la docencia.
- ¿Qué actividad le da mayores ingresos?
No lo sé, la docencia es un ingreso más que suma al total, a veces el campo no da nada, da pérdida por la seca en la zona. El sueldo es un ingreso fijo.
- ¿Cómo llega a hacerse cargo de la actividad del campo?
Cuando murió mi marido en el ´94, el campo había que sostenerlo para seguir viviendo.
- ¿Cambió su rol entonces?
Cambio en el sentido de la responsabilidad, pero el trabajo siguió casi igual, repartido entre la escuela y el campo.
- ¿Qué representa el campo para Ud.?
Es una forma de vida, yo prefiero la vida en el campo. A veces cuando pasan dos o tres días que no puedo venir, yo extraño. Me gusta quedarme en el campo, pero en la escuela hay que estar, es una obligación que cumplir.

Mirta. Tiene 42 años, vive en el campo con su esposo y sus padres. Por herencia, es la propietaria del campo (2500 hectáreas).

- ¿Qué actividades realiza?
Acá se hace ganadería de cría porque es un campo de monte y desde hace unos años tenemos un coto de caza.
- ¿Porqué incorporaron esta actividad?
Bueno fue complicado... yo pienso que es un modo de aumentar los ingresos. No querían hacer esto, mi papá y mi marido. Yo empecé a averiguar como era el tema, me asesoré, hice los trámites en la casa de gobierno y organicé el coto.
- ¿Quién está al frente de esta actividad?
Yo me encargo de organizar esto. Estoy en contacto con gente de Santa Rosa que se ocupa de traer extranjeros a cazar.
- ¿Qué tiene que hacer Ud. en el campo, entonces?
Preparar la comida y limpiar la casa. Atender a los visitantes. Hay dos casas en el campo. En una vivimos nosotros y en la otra se hospedan los cazadores. Yo atiendo la casa y organizo la comida, en esto me ayuda mamá. Los hombres (papá y mi marido) hacen otras tareas como acompañar a cazar, preparar los caballos para salir, etc.
- ¿Qué representa el campo para Ud.?
El campo es todo. Yo terminé el bachiller en Acha y no quise estudiar, yo quería estar en el campo. Yo no sé hacer otra cosa.
- ¿En qué cambio su vida la tarea de gestionar el coto de caza?
Me permite estar en contacto con mucha gente. Es un trabajo más y hay momentos del año que siempre hay gente para atender. Es una actividad interesante.

María. Tiene 45 años, vive en el campo con su esposo. Sus hijos (4) están estudiando y/o trabajando en Santa Rosa y en Bahía Blanca.

- ¿Qué actividades realiza?
De todo...en el campo se hace de todo. Ayudar a carnear cerdos y hacer embutidos, ayer nomás estuvimos de carneada. Hay que atender el tambo, darle de comer a los terneros. Y las tareas de la casa, limpiar, cocinar, lavar... La salida al pueblo por los mandados. Siempre hay cosas que hacer...
- ¿Cuándo fabrica los quesos?
Dos días a la semana me dedico solamente a eso, empiezo a la mañana temprano y termino a la tarde. Me encargo yo de esto.
- ¿Porqué empezó a fabricar quesos?
En el campo, cuando la Serenísima dejó de comprarnos la leche, fue muy difícil...había muchos gastos, los chicos estudiando... ¿Qué hacíamos? Nos quedamos con que teníamos toda la actividad organizada...como las vacas con control sanitario, el tambo mecánico, que es chiquito pero moderno. Entonces, como yo siempre hacía algún queso para consumo nuestro, me puse a fabricar quesos. Fui a cursos, nos asesoramos sobre normas y controles, del gobierno de la provincia nos ayudaron los técnicos para organizar la fábrica y de a poquito fui aprendiendo y hoy estamos vendiendo quesos que cumplen las normas de comercialización.
- ¿Dónde venden?
En el pueblo, pero pocos porque hay otras fábricas, y en Santa Rosa y Bahía Blanca.
- ¿Este negocio lo atiende Ud.?
No, yo atiendo cuando estoy, una o dos veces por semana. Están mis hijas acá.
- ¿Ud. se ocupa entonces de esta actividad que podemos denominar "nueva"en el establecimiento?
Sí, sí. Yo me encargo de hacer los quesos, de las ventas, los controles de bromatología, etc. y mi marido se encarga del tambo, de los animales, de la siembra de pasturas.
- ¿Siente que su rol ha cambiado?
No, siempre trabajamos los dos para sostener el campo y criar a los hijos y sobre todo para que estudien.
- ¿Podría definir qué representa el campo para Ud.?
Es una vida distinta, yo estuve siempre entre el pueblo y el campo desde que los chicos empezaron la escuela y no hay nada como vivir en el campo. Los productores tienen que volver al campo, la familia tiene que vivir en el campo. Si la mujer no está, la casa se viene abajo, no hay jardín, la casa no está igual...
No deberían construir tantas viviendas en los pueblos, la gente tiene que vivir en el campo y para eso tendrían que ayudar a construir o arreglar las casas en el campo.

4- El rol de las mujeres en la construcción social de la ruralidad

El territorio rural es complejo y heterogéneo3. La globalización del sistema agroalimentario, las formas de producción y comercialización en constante transformación, la movilidad de las personas y los productos, la mercantilización de los lugares para incorporarlos a actividades turísticas, etc., demuestran la dinámica de los cambios en los espacios rurales. En este contexto, ya no prevalecen los estudios de lo rural como sector económico (producción de materias primas) o poblacional (población rural); por el contrario, se opta por el concepto de ruralidad como construcción social, es decir,

"...la forma por la cual las personas se otorgan y otorgan a un lugar, objeto o idea una identidad atribuyéndole unas características sociales, culturales, estéticas e ideológicas particulares (Woods, 2005). (...) Se trata de un terreno extraordinariamente fértil para el desarrollo de la perspectiva de género en geografía rural ya que este "giro cultural"supone incorporar a "otros"grupos sociales en el medio rural y con ello, revisar la naturaleza y las causas de la desigualdad - y/o de las nuevas relaciones - de género en estos espacios (Little, 2002)"(Baylina Ferré y Salamaña Serra, 2006: 103).

Desde esta perspectiva, el trabajo de las mujeres en las explotaciones familiares es parte del mundo social donde se manifiestan las subjetividades. Las acciones desarrolladas por las mujeres en el ámbito del trabajo, contribuyen a la construcción de múltiples significados y representaciones que forman parte de la vida cotidiana.
Es preciso tener en cuenta que la explotación familiar agraria, en donde se insertan los testimonios presentados, es una organización socio-económica que tiene algunas particularidades. En primer lugar se caracteriza por presentar una superposición o cercanía entre la unidad de producción y la unidad doméstica; la segunda, es la superposición entre la unidad de producción y la unidad de gestión, entendiendo gestión por el proceso de toma de decisiones en torno a los recursos productivos y la administración del establecimiento. Por último, es el jefe de familia el que asume la gestión y la titularidad de la unidad de producción. En este esquema organizativo, típico de las empresas familiares agrarias, las actividades desempeñadas por las mujeres en la esfera productiva quedan solapadas por la preeminencia del rol masculino. Las actividades realizadas por las mujeres en las empresas familiares es un trabajo que engrosa la bolsa común y no reporta en forma directa y personal una remuneración, derechos sociales e identidad profesional. Sin embargo, su tarea contribuye a la vida económica de la explotación y a las vinculaciones con el entorno, de allí la importancia de las mujeres en la construcción social de la ruralidad.
Al analizar la ruralidad como construcción social, es interesante tener en cuenta el rol de las mujeres en los procesos actuales de reestructuración y diversificación económica de las áreas rurales. La mirada puesta en lo rural desde la perspectiva de género, permite interpretar comportamientos, actitudes y representaciones que contribuyen a la configuración de lo rural en un contexto de transformaciones, donde también está cambiando el rol de las mujeres.

5- Mujeres y ruralidad ¿es posible definir una identidad femenina rural?

Un tema que surge del análisis de los testimonios es la recomposición de las identidades femeninas en el contexto de las transformaciones socio-productivas del territorio rural. Las mujeres entrevistadas participan en la actividad rural en su condición de amas de casa, madres y/o esposas cumpliendo con su rol en el trabajo doméstico, pero también colaboran, organizan y/o gestionan la actividad productiva del establecimiento agropecuario.
En contraste con la posición de la mujer en un lugar de subordinación, se distingue la emergencia de otras formas de participación en el mundo del trabajo. Tal como expresa María Luisa Tarrés (1992), en contraposición de las teorías que analizan la posición de la mujer desde un lugar de subordinación, la construcción de la identidad genérica refiere al yo, la persona y la autonomía. Desde esta perspectiva se incorporan en el análisis las posibilidades de elección y el valor para cambiar los condicionamientos familiares y sociales. Esta perspectiva teórica se orienta a pensar en la mujer "...desde la diferencia, ya que la identidad está moldeada por las formas de inserción en la estructura social, por los procesos históricos"(Tarrés, 1992:43).
En el contexto de la nueva ruralidad, no solo se modifican las relaciones productivas sino también los patrones de relación entre hombres y mujeres vinculados con las actividades rurales. En este sentido, resulta interesante rescatar el testimonio de Mirta cuando describe como surgió la actividad del coto de caza:

Bueno fue complicado... yo pienso que es un modo de aumentar los ingresos. No querían hacer esto, mi papá y mi marido. Yo empecé a averiguar como era el tema, me asesoré, hice los trámites en la casa de gobierno y organicé el coto.
...
Yo me encargo de organizar esto. Estoy en contacto con gente de Santa Rosa que se ocupa de traer extranjeros a cazar.

También el testimonio de María es interesante cuando describe la incorporación de la producción de quesos:

Dos días a la semana me dedico solamente a eso, empiezo a la mañana temprano y termino a la tarde. Me encargo yo de esto.
...como yo siempre hacía algún queso para consumo nuestro, me puse a fabricar quesos. Fui a cursos,... y de a poquito fui aprendiendo y hoy estamos vendiendo quesos que cumplen las normas de comercialización...en Santa Rosa y Bahía Blanca.

Estas y otras nuevas formas de gestión y organización de actividades agrarias muestran un incipiente proceso de transformación de los patrones básicos de articulación de las relaciones de género. Estos cambios se expresan en prácticas de participación en la organización de la producción o en la autoidentificación como partícipes directas ("me encargo yo de esto", "organicé el coto") lo que muestra una división del trabajo al interior del establecimiento rural. Prácticas y experiencias de iniciativas productivas como las citadas influyen en las valoraciones culturales vinculadas con la construcción de las identidades femeninas y fundamentalmente, con la construcción como sujeto activo del sistema productivo. Tal como afirma María Luisa Tarrés (1992) cuando hace referencia a su libro La voluntad de ser, "...lleva a pensar a la mujer como actor social, y ello significa considerar lo subjetivo, lo que se siente y piensa, los significados asociados a la condición genérica en la formación del sujeto"(Tarrés, 1992:43).
La participación de la mujer en el trabajo rural en los actuales contextos de transformación productiva parece orientarse a reconocer una participación más "visible", con un rol como actor social con reconocimiento público, reconocimiento tanto familiar como del contexto social donde interactúa. Florinda Riquer Fernández plantea que "...la identidad femenina puede ser conceptualizada y visualizada no a partir de los atributos adjudicados a la femineidad o de actividades que realizan las mujeres, sino la "posición"particular que tienen en determinados contextos de interacción a lo largo de su ciclo de vida"(Riquer Fernández, 1992:60). Por lo tanto, en la medida que la mujer cambia su posición en determinados contextos de interacción espacialmente localizados y temporalmente acotados, puede cambiar su rol de subordinación tradicional y pasar a ocupar otras posiciones como equidad, autonomía, autoridad, etc. Desde esta perspectiva, la construcción de la identidad femenina no está asociada a las estructuras e instituciones, sino al ámbito de la acción e interacción social.Como las interacciones varían y las relaciones sociales también, la identidad está en un proceso constante de construcción y/o reconstrucción. Al respecto, Alicia Inés Martínez sostiene que

"...la identidad nunca está fija, tanto porque las fronteras discursivas cambian con las condiciones históricas, como porque es producto de la actividad del individuo. La identidad femenina está anclada en las condiciones de la experiencia de la mujer (...), pero también está dinamizada por el propio intento de las mujeres de ser un sujeto en esa realidad social"(Martínez, 1992:73).

Es importante considerar la posición que ocupa la mujer en una red de relaciones económicas, políticas, institucionales o simbólicas, no como receptora pasiva de las interacciones, sino como activa constructora de dicha red de relaciones. En coincidencia con F. Riquer Fernández (1992), la identidad se está en la frontera entre la conciencia individual que de ella tienen las mujeres y el campo de la interacción social en el que desarrolla su vida cotidiana.
En los territorios rurales, al igual que en otros ámbitos, comienzan a perfilarse otras formas de relaciones sociales, otras redes de solidaridad y de interacción. Se construye un espacio social en el cual están irrumpiendo nuevas relaciones sociales. Queda pendiente un análisis empírico más profundo de las redes de relaciones sociales en las que intervienen las mujeres vinculadas a las actividades rurales, y de este modo, conocer de qué modo las transformaciones sociales y productivas influyen en la construcción de la identidad femenina.

6- Reflexiones finales

En el análisis de testimonios de la participación de las mujeres en la construcción de la ruralidad en el espacio agropecuario de La Pampa, se observan distintos roles de las mujeres en las empresas familiares agropecuarias. En algunos casos se percibe una mayor visibilización de su participación en el trabajo productivo y en otros no. También es importante destacar la emergencia de una participación directa en la incorporación de "nuevas"actividades a la explotación familiar (producción de quesos - coto de caza), siempre acompañando las tradicionales actividades de domésticas de reproducción.
En los testimonios expuestos, se pueden deducir distintas características del trabajo de las mujeres rurales: desde tareas directamente relacionadas con la actividad productiva agropecuaria, ya sea con un rol de "colaboradora"o de "gestora"pero restringidas al interior de la explotación como parte de la vida cotidiana, hasta actividades más visibles social y económicamente, impulsadas por las propias mujeres, como el desarrollo de estrategias para generar otros ingresos a la explotación agropecuaria. En este sentido, estas estrategias, de acuerdo con Díez Bedmar (2007), podrían denominarse de adaptación (el caso de María) y de innovación (el caso de Mirta).
Cabe destacar que el análisis de las relaciones de género en los territorios rurales no queda restringido a lo que ocurre en el campo exclusivamente, sino que se potencia el análisis de las relaciones sociales con el entorno y particularmente, con los centros urbanos. Para los casos analizados, las actividades desarrolladas en el campo tienen una vinculación directa e incluso un anclaje importante en el centro urbano (pueblo o ciudad). El abordaje de la ruralidad justamente tiene esta característica: poder visualizar las interacciones en el territorio y poner en juego simultáneamente, el análisis de la movilidad territorial de los sujetos y sus acciones.
A partir de la aproximación que nos muestran los testimonios y las múltiples experiencias y vivencias que seguramente están presentes en el territorio rural de La Pampa, queda abierta la posibilidad de explorar y profundizar esta perspectiva y también, resulta factible la incorporación del análisis de la identidad de la mujer rural, lo que demuestra las potencialidades que tienen los estudios de género en la geografía rural a escala local.

Notas

* Avance del Proyecto de Investigación MUJERES EN LA PAMPA. Ciudadanía, identidad y estrategias de vida. Dirigido por Mgr. María Herminia Di Liscia. Aprobado por Resolución Nº 150-07 del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam.

1El territorio es una unidad espacial compuesta por una trama de relaciones sociales propia, que se articula sobre una base de recursos naturales particular, que presenta formas específicas de producción, consumo e intercambio y que está regida por instituciones y formas de organización socio-culturales, también particulares.

2Un nuevo concepto, el de nueva ruralidad, se pone en juego para tratar de englobar e interpretar las nuevas realidades que se construyen en el territorio rural en el contexto de los cambios contemporáneos. La nueva ruralidad se sustenta en la multifuncionalidad del territorio, en la incorporación de innovaciones productivas y en la importancia creciente que adquiere la generación de ingresos prediales y extraprediales agrarios y no agrarios. Recientemente se realizó en Rosario el V Congreso Rosario Activa / 2008, bajo el título "La Nueva Ruralidad. Estrategias para el Desarrollo". Allí se puso de manifiesto la existencia de complejas relaciones entre el campo y la ciudad, donde la "nueva ruralidad"trasciende las tranqueras del campo y genera lazos de interdependencia con las ciudades (Clarín Rural, 04/10/2008).

3La heterogeneidad, como sostiene S. Gómez, "se expresa en fenómenos tales como: condiciones ecológicas, diferentes escalas de producción, nivel de uso de los factores de producción, encadenamiento de los eslabones, pluriactividad y relaciones sociales internas"(Gómez, 2001:2).

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