RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

Mujeres, entre la casa y la plaza
Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 202 páginas
BARRANCOS, Dora (2008)

En la Introducción de Mujeres, entre la casa y la plaza Dora Barrancos señala algunos de los cambios principales ocurridos en la investigación histórica de las últimas décadas del siglo XX que han posibilitado no sólo la renovación del campo de la historia sino también abrir paso a la Historia de las Mujeres. La autora delinea en forma clara y sencilla las diferencias entre los conceptos género y sexo y sintetiza algunas de las principales dificultades del uso de dichos términos en distintos contextos académicos.
La descripción del ordenamiento de la vida privada en las últimas décadas del siglo XIX —principalmente sostenido en las prescripciones de la Real Pragmática— es la presentación al primer capítulo del libro. A continuación, la autora analiza Julia o la educación. Libro de lectura para niñas dedicado a la Sra. Da. María S. de Mendeville escrito por Rosa Guerra que data del año 1863. Barrancos lo define como un manual de urbanidad y fija su atención en el relato de Guerra sobre las formas de aseo y de vestido, las conductas en la escuela, las reglas de visita, las normas de la mesa, las convenciones de la correspondencia epistolar, entre otros. La importancia de rememorar ese conjunto de prácticas es que condensan sentidos y significados del comportamiento público y privado de hombres y mujeres y exponen los principales patrones de sociabilidad de la época.
La circulación y recepción del tópico feminismo en la Argentina es otro de los puntos de interés del texto y la autora resalta el papel de Ernesto Quesada quien no sólo analizó el concepto sino que acompañó el programa del feminismo en sus discursos.
Para describir la década de 1920 Barrancos recupera los aportes de tres mujeres: Alicia Moreau, Julieta Lanteri y Elvira Rawson de Dellepiane quienes, a pesar de sus diferencias, dirigieron agrupaciones preocupadas por la emancipación femenina. En efecto, desde sus participaciones en distintas instituciones (la Unión Feminista Nacional, el Partido Feminista y la Asociación Pro Derechos de la Mujer) defendían la habilitación de las mujeres en la ciudadanía, entendida ésta como el derecho al voto femenino. Otro apartado del mismo capítulo se inicia con el interés por las mujeres trabajadoras. Más allá de que Barrancos reseña las actividades propias de las mujeres en esa coyuntura y ciertas construcciones de género imperantes, un aporte de relevancia es su cuestionamiento a los modos de construir los instrumentos de recolección de datos y, entonces, la crítica más fuerte la reciben los censos de la época.
En el segundo capítulo del libro la autora presenta una síntesis de las principales transformaciones sociales ocurridas entre los años 1930 y 1955. De nuevo, la participación política de las mujeres ocupa un rol central en el texto y, en esta dirección, el recuerdo de la Junta de la Victoria —que nucleaba a las mujeres reunidas contra el fascismo— es usado para dar fuerza al argumento anterior. El discurso sobre la historia continúa alrededor de la figura de Eva Perón y, desde allí, se evocan tanto los pasos de sus seguidoras como los de aquellas antiperonistas que encontraron múltiples obstáculos en su militancia.
"Un cambio de época: casa y plaza"es el título del tercer capítulo del libro. Las primeras páginas se refieren a las transformaciones de las décadas de 1960 y 1970 y, en esa descripción, ocupa un lugar central el análisis de nuevas formas de sociabilidad femenina que se dieron, entre otros aspectos, gracias a los mayores grados de libertad que gozaron las mujeres. El inicio de la libertad sexual, la multiplicación de las ocupaciones con mujeres, la incorporación masiva de las mujeres en la universidad, son algunos de los ejemplos más salientes del período.
La lectura en clave de género que propone Barrancos es muy provocadora ya que al tomar como ejemplo la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo cuestiona por un lado, los supuestos de la docilidad de las mujeres, su debilidad y acatamiento y, por el otro, otorga nuevos significados al tránsito entre la casa y la plaza. Con la recuperación de la democracia no sólo resurgieron grupos que se identificaron con la causa de los derechos de las mujeres — con el propósito de lograr reivindicaciones igualitarias en todos los planos de la vida— sino que también se desplegaron algunas acciones estatales que acompañaron las demandas de dichos grupos. Ya en la década de 1990 el feminismo encuentra un lugar en las agendas de investigación de las universidades hecho que promueve, entre otras cosas, un nuevo espacio para la Historia de las Mujeres.
En el capítulo cuatro la autora revisa los principales acontecimientos políticos y sociales —con sus implicancias para las mujeres— que se suceden desde los años 1990 en nuestro país. El primer subtítulo del capítulo se denomina "La turbulencia neoliberal"y hace mención a la desocupación, los ajustes estructurales, el crecimiento de la pobreza, la marginación, como algunas de las notas más salientes de la época. En este contexto, Barrancos destaca la participación de las mujeres en las principales movilizaciones sociales —principalmente de protesta— del momento. Las últimas páginas del libro exponen el balance positivo de los derechos civiles y políticos que alcanzaron las mujeres durante la transición democrática. A partir de ahí, la autora va más allá y bajo el subtítulo "Y lo que falta"demanda críticamente al poder público para que avance en sus responsabilidades en materia de los derechos de las mujeres.
Por último, cabe señalar que el libro Mujeres, entre la casa y la plaza integra la colección Nudos de la historia argentina que dirigeJorge Gelman. Dicha colección tiene el propósito de acercar la historia argentina a quienes no tienen una formación académica en la disciplina y para ello convocaron a especialistas reconocidos para que escribieran libros atractivos pero a su vez teóricamente fundados. Sin dudas, el libro de Dora Barrancos no sólo cumple con ese requisito sino que al mismo tiempo provoca en el lector cierta fascinación por la perspectiva de estudio que la autora desarrolla y, es probable, que más de un lector sienta el deseo de hacer nuevas lecturas y saber un poco más sobre las mujeres en la historia argentina.

Lorena Natalia Plesnicar

Universidad Nacional de La Pampa
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas