Introducción
Cavia porcellus “cuy” es una especie originaria de la zona andina de Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia 3, que se adapta en todas las regiones solo con darle el confort que necesita. Ellos destacan cualidades como prolificidad, rusticidad y precocidad. Su carne está siendo demandada no sólo en nuestra región sino en el país entero e incluso en el extranjero, por la calidad con altos niveles de proteína (20,3%), bajo nivel graso (7,8%), por la carne tierna, jugosa y agradable al paladar, así como su exquisito sabor nacional (3,13)
Sin embargo, uno de los mayores riesgos sanitarios en las crianzas familiar y comercial es la presencia de enfermedades infecciosas, especialmente salmonelosis (1,4); la salmonelosis causa tasas de morbilidad de hasta 52.7% y elevados índices de mortalidad reportándose hasta un 95% en diversas edades o condición productiva (9 y un 8.5% de nacidos muertos.
La respuesta a las pérdidas actuales de esta enfermedad ha sido el uso de antibióticos como medida preventiva en las granjas de producción de cuyes. Además, la práctica indiscriminada de antibióticos está generando problemas de salud pública debido a la posibilidad de residuos de antibióticos en los productos y subproductos animales y al riesgo de generación de resistencia (3.
El uso de antibióticos en forma preventiva o como promotora de crecimiento motivó la búsqueda de nuevas opciones de prevención y control de problemas sanitarios gastrointestinales, siendo una de las alternativas más promisorias el uso de probióticos (3,4,9,11). Los probióticos son considerados microorganismos vivos que poseen la característica de tener efectos beneficiosos al ser consumidos o administrados en cantidades adecuadas como parte del alimento (3.
Entre los organismos probióticos más comunes figuran Lactobacillus, Streptococcus, Enterococcus, Bacillus y Saccharomyces, los cuales tienen efectos benéficos y están asociados a tres mecanismos aparentes: a) exclusión competitiva por el substrato y sitios de adhesión del epitelio intestinal, b) secreción de sustancias antimicrobianas, y c) estimulación de la inmunidad del hospedero 14.
Estos mecanismos parecen explicar no solo un efecto positivo general de los probióticos sobre un gran número de condiciones gastrointestinales en humanos, sino también sobre el comportamiento productivo de especies como pollos (3,4,12).
La explotación pecuaria pretende permanentemente obtener una tasa de natalidad elevada, excelente ganancia de peso y mayor rapidez en el crecimiento. No obstante, la mayoría de las granjas de cuyes son manejadas tradicionalmente y no llegan a cumplir con los objetivos y para lograrlos en la actualidad están utilizando los probióticos con resultados alentadores tanto para el productor como para el consumidor.
La transformación de los azucares y carbohidratos a ácido láctico, sirve como estabilizador, suprime a los microorganismos patógenos e incrementa la descomposición de la materia orgánica aumentando su degradación haciendo que sus componentes -como la lignina y celulosa- sean solubilizadas por el ácido láctico producido 8 .
Material y métodos
Realización del trabajo
La investigación se desarrolló en el Laboratorio de Microbiología Industrial y de Alimentos de la Facultad de Ciencias Biológicas y el Programa de Investigación de Pastos y Ganadería de la Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, Perú.
El trabajo se realizó con 20 cuyes (gazapos machos) destetados a los 14 ± 2 días de edad, con cepas nativas de Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus casei ais-ladas de yogures de elaboración artesanal de la ciudad de Ayacucho y levadura Sacharomices cereviseae, las que se activaron y multiplicaron las bacterias ácido lácticas y levaduras en caldo lactosado, incubándose a 37°C por 48 horas en condiciones de anaerobiosis.
Para ello se realizó una serie de diluciones consecutivas, para luego sembrar en agar Rogosa sharpe incubándose a 37°C por 24 a 48 horas. Con ello se realizó el recuento del número de células vivas/ ml, el cual se empleó en los tres tratamientos respectivamente.
Las instalaciones de la crianza de cuyes
El galpón se encuentra en el Programa de Investigación en Pastos y Ganadería, cuya área es 60 m2 y dentro están las 20 pozas que fueron construidas a base de malla metálica con columnas de madera, cuyas dimensiones son de 0,50 m de largo, 0,40 m de ancho y 50 cm de altura. En su interior se fijó un bebedero bañado con porcelana y un comedero de arcilla con capacidad de 500 ml.
Unidades experimentales
La unidad experimental fue “2 cuyes”, con lo cual se empleó un total de 20 gazapos machos destetados a los 14 ± 2 días de edad, los cuales han sido seleccionados por su tamaño y peso homogéneo.
Tratamientos
En la Tabla 1 se muestran los tratamientos que se aplicaron a cada unidad experimental, donde al alimento balanceado antes de brindar a los cuyes se pesaba la cantidad aproximada para el día, y luego se mezclaba con los microorganismos dependiendo del tratamiento propuesto.
Alimentación
La ración fue formulada y preparada en las instalaciones del Programa de Investigación en Pastos y Ganadería. La misma se muestra en la Tabla 2.
Para la alimentación de los cuyes, se pesó la cantidad aproximada del alimento para cada poza y luego se mezcló con los microorganismos para llenar a los
comederos en cada tratamiento. Además se brindó una base forrajera de alfalfa en verde equivalente al 10% del peso corporal, brindándose en dos tiempos: en la mañana y en la tarde. El alimento balanceado se brindó ad libitum o a libre discreción, pero la cantidad de alimento se incrementó de acuerdo a la edad y peso, evaluándose los parámetros evaluados.
Consumo de alimento
Se determinó por diferencia entre la cantidad suministrada durante la semana y la cantidad residual de la semana evaluada. Para tal efecto se le ofreció bajo peso una ración durante los días de consumo.
Ganancia de peso del animal en gramos
Los cuyes se pesaron cada 7 días. Para ello, a las 06:00 p.m. del día anterior el alimento balanceado se retiró de las pozas con la finalidad de que los animales sean pesados en ayunas. Con estos datos registrados, se calculó la ganancia de peso acumulado y peso final.
Conversión alimenticia
Se determinó relacionando el consumo acumulado del alimento (materia seca) y la ganancia de peso vivo acumulado de los cuyes, respectivamente para cada tratamiento.
Análisis de datos
El trabajo fue planteado bajo el diseño completamente al azar que estuvo conformado por 5 tratamientos con dos repeticiones y 2 cuyes como unidad experimental para el cual se realizó el análisis de varianza (ANOVA) con un nivel de significancia de 0,05 y para la comparación de los promedios se aplicó la prueba de contraste de Tukey. Para las tablas y figuras se usó el programa Excel.
Resultados y discusión
1.Consumo de alimento
En la Tabla 3 se observa que el análisis de varianza (p<0.05) resultó significativo para todos los tratamientos, y en la comparación del promedio indican que hubo mayor consumo de alimento con la suplementación de bacterias ácido lácticas la T1 (Lactobacillus acidophilus) con 3296.65 ± 36.27a y T2 (Lactobacillus casei con 3286.18 ± 2.55ª que son similares.
Ellos fueron seguidos con el T3 (Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus casei) con 3299.56 ± 16.55b, el T4 (Sacharomices cereviciae) 3073.01 ± 22.91b y el T5 testigo con 2859.97 ± 57.28c, esto es corroborando (Figura 1) que los microorganismos propician el mayor consumo con las bacterias acido lácticas y superan al suplementado con levaduras y al testigo.
Además se observó un consumo normal y no hubo problemas en el crecimiento de los cuyes.
Al comparar con otros editores 6 se encontraron valores de consumo menores al trabajo usando como suplementos Lactobacillus acidophilus con mejor consumo que B. subtilis. Otros afirman que la adición de Lactobacillus como probiótico no es tan eficiente para la reducción de afecciones intestinales 5.
Algunos señalan valores menores que los encontrados en consumo de materia seca con 1863 g en cuyes enteros alimentados con una ración comercial, en comparación a los cuyes alimentados con una ración local que consumieron 1932 g 7.
Otros encontraron que los cuyes consumen mayor cantidad de alimento seco si en su ración diaria existe forraje más agua de bebida (2. Por otro lado, se indica que el consumo de materia seca en cuyes con diferentes niveles de probióticos no aumenta el consumo 8.
2.Ganancia de peso del cuy
Los cuyes lograron el peso comercial (Tabla 3) a las ocho semanas de crianza (56 días) utilizando alimento suplementado con bacterias lácticas del T1 al T5 de 616.0, 555.5, 601.5, 571.5 y 587.0 respectivamente, observándose que los microorganismos suplementados influyeron positivamente en ganancia de peso de los cuyes.
El análisis de varianza resultó no significativo, si bien no se observó una tendencia de acuerdo al volumen de suplemento. Sin embargo, los tratamientos con las bacterias (Lactobacillus acidophilus) y T2 (Lacto-bacillus casei + Lactobacillus acidophilus) son los que poseen mayor diferencia numérica que los otros tratamientos.
Se observa (Figura 1) que en el T4 la respuesta no es la mejor con la levadura, que también se observó
en el consumo, al igual que en el trabajo realizado con levadura y componentes en su pared celular como la quitina, que la hace indigerible, aunque ayuda a la degradación de la materia orgánica, por ello se afirma que los microorganismos influyen en la ganancia de peso de los cuyes 8 que hace que los nutrientes están más biodisponibles en el intestino.
Otros señalan que la mayor ganancia de peso se presentó en los cuyes del T3 con 493,67 g y un peso final de 894,33 g así como la menor ganancia presentaron los cuyes del T4 con 474,25 g 6. Sin embargo, no hubo diferencia significativa entre tratamientos.
Otros 10 lograron pesos de 950,8 g, al utilizar harina de tarwi + harina de sangre + cebada + suplamín en 12 semanas de alimentación. Quintana reportó pesos de 750 g utilizando harina de cebada + bloque mineral en 10 semanas 12. Molina 8 logró en cuyes alimentados con L. acidophilus hasta 691,67 g en comparación al testigo con 628,55 g a las once semanas de investigación.
3. Conversión alimenticia
Este parámetro indica cuanto alimento consumió el animal para ganar un kilo de peso vivo, y es la relación consumo en materia seca entre la ganancia de peso, por
lo cual a menor índice mejor será la respuesta del cuy. En la Tabla 2 se muestra que la conversión acumulada a las ocho semanas para los tratamientos del T1 al T5 y fue de 5.35, 5.95, 4.76, 4.04 y 4.96 respectivamente.
El análisis de varianza resultó significativo y al someter a la prueba de contraste de Tukey el tratamiento T4 resultó ser más eficiente (Figura 2). Si bien es un resultado de eficiencia, sin embargo no es contundente puesto que puede ser que posea menor consumo y menor peso y este es un índice.
Para los otros tratamientos continúa el tratamiento T3, que es la unión entre las bacterias ácido lácticas, demostrando que estos microorganismos hacen que sea más eficiente el alimento en convertir la carne.
Un referente logró la conversión alimenticia de 5.6 a 5.7 al utilizar harina de cebada más bloque mineral y un tiempo de 10 semanas 12, mientras que otro, utilizando harina de papa en la ración alimenticia y en 8 semanas, reportó resultados inferiores. Los resultados se asemejan con los que reportaron la mejor conversión alimenticia de los cuyes 6 que fue en T2 (dieta + leva-dura), T4 (dieta + lactobacillus + levadura) con 4,6 en comparación a los T1 y T3. Los resultados obtenidos también son similares a los reportados por Jara 7, quien obtuvo conversiones de 4,5 a 6,7 en su trabajo de engorde de cuyes mejorados. A su vez, Ortiz 10 también obtuvo 4,8 a 5,7 al utilizar un concentrado local en un periodo de 13 semanas.
4.Rendimiento de carcasa
El rendimiento de carcasa es el parámetro que determina realmente cuanto de alimento se convirtió en carne, medida real que permite saber cuál alimento es mejor en rendimiento. En la Tabla 2 se observa que los resultados de los tratamientos del T1 al T5 fueron de 70.64, 72.77, 71.29, 70.13 y 69.57 respectivamente.
También se observa (Figura 4) que el mejor rendimiento de carcasa fue con el tratamiento T2 seguido del T3, que básicamente son las bacterias Lactobacillus acidophilus y la unión entre el Lactobacillus casei + Lactobacillus acidophilus.
Con ello se puede inferir que las bacterias ácido lácticas mejoran la performance de los cuyes en engorde, lo cual determinó con los trabajos efectuados (3, 9, 14), viendo como los productos o los promotores de crecimiento hicieron que se incremente el volumen de estas bacterias, en detrimento de las bacteria patógenas.
Varios peruanos 6 en 2014 reportaron que el mejor rendimiento de carcasa fue en el control con un rendimiento de 71,2% en comparación al T2 con 62,5% estadísticamente significativo.
Un ecuatoriano 8 en 2008 reportó que el mejor rendimiento de carcasa fue mayor para el tratamiento con Lactobacillus acidophilus. En el caso de Anas platyrynchos, se indicó que los mayores rendimientos de carcasa se lograron utilizando alimentados suplementados con probióticos.