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Revista iberoamericana de ciencia tecnología y sociedad

versión On-line ISSN 1850-0013

Rev. iberoam. cienc. tecnol. soc. vol.7 no.19 Ciudad Autónoma de Buenos Aires nov. 2011

 

RESEÑAS

La ciencia. Entre valores modernos y posmodernidad Gilbert Hottois
Bogotá, Editorial Kimpres, 2007, 118 páginas *

 

Por Mauricio Moltó**

** Universidad Nacional del Litoral, Argentina.

 

La ciencia. Entre valores modernos y posmodernidad es un volumen de cuatro breves artículos del filósofo belga Gilbert Hottois. El autor es profesor de filosofía en la Universidad Libre de Bruselas y especialista en bioética. Los textos están agrupados en dos secciones: la primera, llamada "La ciencia europea entre valores modernos y posmodernidad", de la cual se desprende el título del libro; y una segunda titulada "Dos conferencias sobre la ciencia y la bioética".

Si bien se presentan cuatro textos, considerando los contenidos, puede decirse que el libro está compuesto por tres escritos, ya que en la compilación se incluye la transcripción de una conferencia que versa sobre el mismo tema que Hottois desarrolla, con mayor amplitud, en el segundo texto de la publicación. En este último, retomando la relación ciencia-sociedad esbozada en el informe Ciencia, la frontera infinita, de Vannevar Bush, en el año 1948, el autor sostiene que si bien la práctica científica se encuentra aún guiada por los principios de "autonomía", "racionalidad" y "universalidad", al mismo tiempo se halla condicionada por un contexto global "multicultural". Así, de acuerdo con esta afirmación y los términos utilizados en el título de la compilación, la situación puede enunciarse de la siguiente forma: la actividad científica actual es una práctica que internamente se encuentra regulada y motivada por valores "modernos", pero se desarrolla en una sociedad "posmoderna".

La expresión "valores modernos" refiere a los ya mencionados principios de universalidad, racionalidad y autonomía de la ciencia; lo cual, en líneas generales, significa que la ciencia es una actividad objetiva y metódica, que persigue intereses propios y controla libremente sus tiempos y sus metas, y cuyos postulados son válidos en cualquier contexto temporal y espacial.

A lo mencionado anteriormente, habría que agregar la asociación directa entre ciencia con desarrollo económico y con progreso social. Retomando el modelo norteamericano de posguerra, Hottois ilustra los principios básicos de esta forma de entender la ciencia: se dedica a la investigación básica, se lleva a cabo sólo en universidades e institutos de investigación y es financiada por el Estado. Esto significa que los objetivos y los tiempos de la investigación serán establecidos por la comunidad científica, mientras que el Estado deberá proveer de financiamiento constante para la investigación. Como contrapartida, la ciencia, al extender la frontera del conocimiento, posibilitaría la invención de nuevas técnicas y productos que posibilitarán la aparición de nuevas actividades económicas, contribuyendo así a la creación de puestos de trabajo y el desarrollo social. De este modo, se postula una relación lineal entre ciencia y sociedad, o un círculo virtuoso entre Estado, ciencia, economía y bienestar social.

Luego, en base a Ciencia, la frontera infinita, el cual es crítico del modelo norteamericano y la relación lineal entre ciencia y sociedad, y data de 1997, Hottois describe brevemente las características salientes del paradigma "socioconstructivista". Esta perspectiva contrasta con el modelo de Bush desde un punto de vista ontológico, axiológico y epistemológico. Como consecuencia, la práctica científica es diferente a como se la concebía anteriormente; e igualmente diferentes son la "misión" de la ciencia, es decir, lo que ésta debe hacer, y la manera de entender la realidad estudiada y el conocimiento.

Se pasó de una mirada que postulaba a los fenómenos científicos como un dato de la realidad "objetiva" a una concepción en donde el punto de vista científico construye su objeto de estudio. Como consecuencia, no existe un punto invariable sobre el cual apoyar la idea de conocimiento, ya que éste ahora es concebido como producto de la actividad de actores sociales "interesados". Esto implica reconocer a la comunidad científica como un grupo social inmerso en un contexto histórico y cultural específico, afectado por factores psico-socio-políticos cuyos intereses trascienden la búsqueda desinteresada del conocimiento. Por lo tanto, desde este enfoque, la ciencia queda en medio de una pluralidad de actores con intereses diversos y contradictorios, en pugna por definir e imponer objetivos, tiempos, asignación de recursos, roles y demás. Es un campo de lucha con autonomía relativa sobre otras esferas de la sociedad.

El "socioconstructivismo" impacta sobre lo que la ciencia es y debe hacer; ya que ésta, ahora, es sólo una forma entre muchas de ver el mundo. Por lo tanto, los científicos deberán negociar sus objetos, tiempos y recursos con actores no científicos en posesión de intereses diversos. Teniendo en cuenta esto, Hottois habla de un sujeto "plural", "conflictivo" y "axiológicamente activo" que se contrapone al sujeto "autónomo", "racional" y "universal" que postulaba el modelo científico de mediados de siglo pasado. Dada la inexistencia de criterios comunes entre los distintos grupos en lucha por definir el rumbo de la actividad científica, la respuesta a qué investigar, cómo hacerlo y con qué finalidad, será diferente para un inversor privado, un organismo estatal, la comunidad científica, grupos religiosos u organismos internacionales. De esta forma, la necesidad de escoger genera conflicto. En este marco, el llamado "comité de ética", según Hottois, emerge como una "cuasi- institución" cuya finalidad es lograr el consenso entre puntos de vista divergentes. Así, puede pensarse esta instancia como una arena con reglas específicas que absorbe e intenta resolver el conflicto.

En la segunda parte del libro, en el texto denominado "De la filosofía de la ciencia a la filosofía de la técnica", el autor expresa su punto de vista respecto a cómo se han tratado hasta el momento en filosofía de la ciencia los problemas de la técnica. Allí sostiene que esto representa un problema para la disciplina, ya que los fenómenos que toma la filosofía son objetos cargados de sentido analizados desde el lenguaje. Por lo tanto, al ser la técnica un fenómeno material, la filosofía ha tendido a ignorarla o subestimarla. Luego de señalar esta situación, Hottois argumenta por qué cree necesario que la filosofía de la ciencia se ocupe con más detenimiento de la técnica. Básicamente, su razonamiento es que, en el estado actual de las ciencias, la técnica participa tanto o más que la teoría en definir los objetos de estudio. En disciplinas como física, química o biología, la observación y la experimentación se realizan mediante sofisticados instrumentos que median entre los fenómenos y su interpretación. De este modo, la técnica y la ciencia crean conjuntamente fenómenos nuevos.

En este marco, dada la potencia de la técnica, el autor propone pensar en cómo regular la intervención de la mano del hombre sobre la naturaleza y el hombre mismo. Sobre este trasfondo se desarrolla la bioética.

El cuarto artículo del libro tiene por título "¿Principios universales en bioética?". Allí Hottois expresa su posición respecto a las bases de esta disciplina. Ante la imposibilidad (y el peligro) de un acuerdo sobre fundamentos últimos que la sustenten, el autor sostiene que la bioética debe apoyarse sobre un "consenso pragmático"; es decir, un mínimo común de acuerdos que configuren una especie de perímetro normativo que no debería traspasarse. En consecuencia, Hottois propone como vía o procedimiento para el consenso, no el debate racional, sino una "interacción simbólica no violenta". De este modo se garantizaría que la bioética funcione como instancia de debate pacífica y ecuánime entre una pluralidad de actores provenientes de disciplinas diversas. Una vez expresada su posición, Hottois analiza brevemente el documento titulado "Declaración universal sobre bioética y derechos humanos", producto de una propuesta de la UNESCO de la cual él formó parte.

A modo de síntesis, los cuatro artículos de la publicación, en mayor o menor medida, tienen como trasfondo la axiomática científica en un contexto social global crecientemente plural. Si bien los artículos presentados en el volumen son independientes, el cuarto texto, de alguna manera, implica los contenidos desarrollados en los capítulos anteriores. El orden interno de la publicación funciona de modo tal que las premisas necesarias para la comprensión de este último texto estén desarrolladas en los capítulos precedentes. De esta manera, el lector no familiarizado con la disciplina puede comprender la relevancia y la pertinencia de la propuesta de Hottois sobre la bioética y sus fundamentos.

Notas

* En el marco del Seminario "Ciencia, tecnología y sociedad. El papel de la universidad frente a las innovaciones tecnológicas y el desarrollo económico", a cargo del Dr. Diego Pereyra. Disponible en: Proyecto CAID - "Una reflexión sociológica sobre la incubación de empresas. El caso del Parque Tecnológico Litoral Centro", Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina.

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