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Ciencia del suelo

versión On-line ISSN 1850-2067

Cienc. suelo vol.31 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2013

 

TRABAJOS

Procesos pedogenéticos en una secuencia de suelos desarrollados en cenizas volcánicas en el Noroeste de Neuquén, Argentina

 

Patricia, Broquen1*; Adriana Suárez1; Jorge Luis Girardin1 & Juan Carlos Percaz2

1  Asentamiento Universitario San Martín de los Andes, Facultad de Ciencias Agrarias-Universidad Nacional del Comahue Pasaje de la Paz 235 8370 S. M. Andes.
2  Facultad de Ciencias Agrarias Universidad Nacional del Comahue * Autor de contacto: pbroquen@yahoo.com

Recibido: 25-10-13
Recibido con revisiones: 27-09-13
Aceptado: 01-10-13

 


RESUMEN

Se realizó una investigación para estudiar las fracciones de aluminio, la acumulación de Materia Orgánica y su influencia sobre las características y procesos pedogenéticos en suelos derivados de cenizas volcánicas, región Andinopatagónica, noroeste de Neuquén, Argentina. Se seleccionaron cinco sitios en una climo-biosecuencia, desde el bosque de Nothofagus con régimen de humedad del suelo údico hasta la estepa subarbustiva-graminosa con régimen xérico. Las características morfológicas muestran suelos jóvenes con propiedades ándicas, epipedón, mólico y horizonte cámbico. La densidad aparente fue mayor a lo esperado para suelos volcánicos (de 0,90 Mg m-3 bajo bosque de Nothofagus y régimen údico a 1,3 Mg m-3 bajo estepa subarbustiva-graminosa y régimen xérico). Esta variación se relacionó significativamente con el contenido de carbono orgánico (R2 = 0,81, p <0,0001). La acidez de los suelos es de moderadamente ácida a neutra y su variación fue explicada significativamente por el pH (NaF) y el carbono orgánico en casi en un 40% (R2 = 0,39, p <0,005). Esto muestra que la acidez del suelo se relaciona con la actividad del Al y el contenido de Materia Orgánica, más que con el contenido en bases. En todos los casos el pH (H2O) fue mayor que el valor crítico de 4,9 presentando condiciones que permiten su evolución a Andosoles alofánicos. La fracción coloidal estuvo dominada por materiales alofánicos más que por Al-humus (Alp / Alo <0,5). Los valores de Sio y Alo extraíbles con oxalato ácido reflejaron un escaso grado de alteración. Estos disminuyeron al decrecer la precipitación media anual y ser el régimen de humedad del suelo xérico, siendo mayor bajo Nothofagus que bajo estepa subarbustiva graminosa, reflejando el posible efecto del tipo de vegetación junto con las precipitaciones en la alteración del suelo.

Palabras clave. Andosolización; Aluminio; Materia orgánica, Región Andinopatagónica.

Pedogenetic Processes In A Soil Sequence Developed On A Volcanic Ash Region Innorthwestern Neuquén, Argentina

ABSTRACT

An investigation was conducted to study Al fractions, organic matter accumulation and their influence on pedogenetic features and processes in volcanic ash soils in the Andinopatagonian region of NW Neuquén, Argentina. Five sites were selected in a climatic biosequence, ranging from Nothofagus forest with a udic soil moisture regime, to grass - shrub steppe with a xeric soil moisture regime. The morphological characteristics showed young soils with andic properties, a mollic epipedon and a cambic horizon. Bulk density was higher than expected for volcanic soils (from 0.90 Mg m-3 under Nothofagus forest and a udic regime to medium bulk density ~ 1.3 Mg m-3 in under gramineous shrub -steppe and a xeric regime). Buk density variation was explained by organic carbon (R2= 0.81, p < 0.0001). Near forty percent of soil acidity variation was explained by pH (NaF) and organic carbon, ranging from moderately acidic to neutral (R2= 0.39, p< 0.005). This showed that soil acidity was related to Al activity and organic matter content, rather than to base content. In all cases, pH (H2O) was higher than the critical value of 4.9 presenting conditions for its evolution to allophanic Andisols. The coloidal fraction was dominated by allophanic materials rather than Al-humus (Alp/Alo < 0.5). The acid oxalate extractable Si and Al values reflected a low rate of weathering. These values decreased when mean annual precipitation diminished and a xeric soil moisture developed; showing higher values under Nothofagus forest than under grass-shrub steppe, reflecting the possible effects that vegetation types and mean annual precipitation have on soil weathering.

Key words. Andosolization, Aluminum, Organic matter, Andinopatagonian Region.


 

INTRODUCCIÓN

Generalmente se asocia a la actividad volcánica con ''catástrofes'' lo que es cierto en tiempos antrópicos, siendo los efectos benéficos menos visibles dado que ocurren en el largo plazo. En la región y en el mundo la actividad volcánica a través de las sucesivas erupciones determinó un enriquecimiento permanente de los suelos, siendo una de sus propiedades sobresalientes su elevada productividad natural.

El término ''suelos de cenizas volcánicas'' es comúnmente usado para designar a los suelos formados sobre tefras o materiales piroclásticos tanto en el mundo (i.e.: Tan, 1985; Shoji et al., 1993; Ugolini & Dhalgren, 2002; Ta-kahashi & Shoji, 2002;) como a nivel regional en la Argentina (i.e.: Colmet Daage et al, 1988; Irisarri & Mendía, 1997; Gaitán & López, 2007). En este trabajo se utiliza el termino ''cenizas volcánica'' para nombrar los materiales piroclás-ticos acorde con los autores antes mencionados y por ser esta fracción el principal componente de los suelos estudiados (Colmet Daage et al., 1988; Irisarri & Mendía, 1997; Gaitán & López, 2007).

Luego de depositadas las tefras se alteran rápidamente y permiten la instalación de vegetación en cortos tiempos (Shoji et al., 1993; Takahashi & Shoji, 2002). No hay referencias concretas de los tiempos en que ocurre la alteración, siendo utilizado el adjetivo ''rápido'' por muchos autores (Shoji et al., 1993; Ugolini & Dahlgren, 2002; Wada, 1977; Parfitt & Wilson, 1985; Wada, 1985; Saigusa et al., 1991; Takahashi & Shoji, 2002; van Reeuwijk, 2002). En este sentido Aomine & Wada (1966) plantean que la instalación de la vegetación puede ocurrir inclusive en pocos meses luego de depositada la tefra. Por otra parte, Yamada (1980) establece los siguientes rangos de tiempo para la formación de los horizontes: 100 años para el horizonte C; de 100 a 500 años para perfiles A-C; de 500 a 1500 años para perfiles A (B) C y en tefras de más de 1500 años, perfiles A-B-C.

Las cenizas tuvieron y tienen una gran dispersión en la Patagonia, en particular en la provincia del Neuquén, las que conjuntamente con el clima dan a la zona sus principales características en cuanto al tipo de suelo, de vegetación y alta productividad (Ferrer et al., 1990; Broquen et al., 2005; Candan & Broquen, 2009).

En el NO de la provincia del Neuquén la información disponible sobre los suelos de cenizas volcánicas es muy poca y está relacionada con algunos aspectos geomórfológicos de la región, con la influencia de los factores geográficos sobre los suelos y su potencialidad forestal, pero no específicamente con la naturaleza de los suelos y su evolución. Las condiciones de relieve y dirección de los vientos dominantes determinan que los suelos desarrollados en cenizas volcánicas se encuentren principalmente hacia el oeste en zonas próximas a la cordillera de los Andes y hacia el este confinados en los sitios protegidos de la acción denudadora del viento. La vegetación arealmente dominante es la estepa graminosa y subarbustiva graminosa. La vegetación boscosa se halla localizada hacia el oeste y en forma de pequeños bosques fragmentados de Nothofagus antarctica (ñire), Nothofagus pumilio (lenga) y en menor medida Nothofagus oblicua (roble pellín) con un predominio areal del ñire comúnmente establecidos sobre suelos desarrollados en cenizas volcánicas (Ferrer et al., 1990; Marcolín et al., 1996; Bran et al., 2002).

Los suelos desarrollados a partir de cenizas volcánicas tienen propiedades únicas y comunes, las que reflejan las características del material parental y su grado de meteorización -materiales amorfos y paracristalinos- junto con los altos contenidos de materia orgánica (Shoji et al., 1993; Broquen et al., 2005; Gaitán & López, 2007). El Al y Fe activos, la materia orgánica y la carga variable son los atributos más prominentes que regulan su evolución. Un adecuado conocimiento de los procesos que en ellos ocurren es fundamental para lograr un manejo apropiado que permita un uso ecológico y productivamente sustentable. El objetivo de este trabajo es: a) estudiar las fracciones de Al, la materia orgánica y, b) su influencia en los rasgos y procesos pedogenéticos, en una climo-biosecuencia de suelos desarrollados en cenizas volcánicas en la Región Andinopatagónica, NO de la provincia del Neuquén.

MATERIALES Y MÉTODOS

Zona de estudio, Sitios y Suelos

La zona de estudio se encuentra en el noroeste de la provincia del Neuquén (departamento Minas) y se caracteriza por la presencia de la Cordillera Norte y la Cordillera del Viento con altitudes entre 2000 y 3000 m, descendiendo paulatinamente hacia el este hasta los 600 m (Fig. 1). Las precipitaciones están concentradas en el invierno, abarcando un rango oeste a este entre los 2500 mm en proximidades de la Laguna de Epulaufquen y 600 mm en las proximidades de la Ciudad de Andacollo. La temperatura media anual es de 10-12 ºC. El material original de los suelos está dominado por cenizas volcánicas holocénicas (AIC, 2010; Ferrer et al., 1990; Marcolín et al., 1996; Bran et al., 2002).


Figura 1. Área de estudio y ubicación de los sitios de estudio (p1, p2, p3 p4 y p5).
Figure 1. Study area and location of study sites (p1, p2, p3 p4 and p5).

Se seleccionaron cinco sitios con suelos derivados de cenizas volcánicas, ubicados en un transecto con dirección aproximada NO-SE, abarcando desde el bosque húmedo a la transición a la estepa. Los sitios fueron nombrados como p1, p2, p3, p4 y p5, ubicados de la siguiente manera: p1, p2, p3 en la Región Andina subhúmeda montañosa, p1 y p2, con vegetación boscosa de Nothofagus antarctica (NA) y p3, con vegetación de estepa subarbustiva graminosa (ESG); p4 y p5 en la Región Extrandina de planicies, colinas y serranías con vegetación de ESG. El sitio del extremo NO fue p1, con 2500 mm precipitación media anual (PMA) y 8,7 ºC de temperatura media anual (TMA) (AIC, 2010) y régimen de humedad del suelo údico. El sitio del extremo SE fue p5, con 564 mm de PMA con 12,6 ºC de TMA (AIC, 2010) y régimen de humedad del suelo xérico (Fig. 1).

Los suelos se describieron -uno en cada sitio- según las normas del USDA (1998) tomando como sección control de las propiedades ándicas hasta el horizonte C o en su defecto hasta una profundidad de 1,20 m. Los suelos de los extremos del transecto (p1 y p5) se clasificaron según el Soil Survey Staff (1999). Dada la alta estabilidad de la estructura, la textura no pudo ser determinada por los métodos comunes por lo que se utilizó el término ''aparente'' acorde con el Soil Survey Staff (1993) para nombrar las texturas a campo (Wada, 1977; Wada, 1985; Shoji et al., 1993). Se tomaron muestras compuestas por horizonte para análisis y no disturbadas para la medición de la densidad aparente. Se realizó el test de Fieldes a campo y laboratorio a modo de estimar el Al activo (Fieldes & Perrots, 1966).

La densidad aparente fue determinada y expresada en términos de peso seco del suelo. La retención hídrica a 1,5 MPa fue determinada por triplicado con el plato a presión. El pH fue medido con el electrodo de vidrio en agua (1:1 v/v; en KCl 1N (1:2,5 p/vp) y en NaF (1:50 p/v) (SAMLA, 1996). La retención de fosfato (Ret-P) fue medida acorde con Blakemore et al. (1987). El carbono orgánico total (Corg.) se determinó con el Analizador de Carbono LECO (Swift, 1996) y el nitrógeno total (N) se determinó por Kjeldahl (SAMLA, 1996). Las bases de cambio fueron extraídas con acetato de amonio 1M y determinadas por espectroscopia de absorción atómica (Sumner & Miller, 1996).

Los principales procesos pedogenéticos en los suelos derivados de cenizas volcánicas son la formación de materiales amorfos (no-cristalinos y para-cristalinos) y la acumulación de materia orgánica (Ugolini & Dahlgren, 2002) y fueron nombrados como alofanización por Duchafour (1968). El Al, Fe y Si se determinaron por métodos extractivos con oxalato ácido de amonio (Alo, Sio) y con pirofosfato de sodio (Alp) y leídos por espectroscopia de absorción atómica; permiten caracterizar los componentes amorfos o pobremente cristalinos de la fracción arcilla, estimar el grado de alteración de las cenizas volcánicas y la alofanización -formación de alófano e imo-golita-. El Alo incluye: Al en alófano e imogolita; Al-humus; Al intercambiable, y el Alp el de la fracción Al-humus (Mizota & van Reeuwijk, 1989; Shoji et al. , 1993; van Reeuwijk, 2002). Por otra parte, se considera que cuando mayor es el contenido en Alo y Sio mayor es la meteorización del material piroclástico (Tan, 1985; Shoji et al. , 1993). El contenido de Si en alófano y el porcentaje de alófano en la fracción ''tierra fina'' se estimó en base a Parfitt & Wilson (1985) aplicando la ecuación de Mizota & van Reeuwijk (1989). En los dos sitios de los extremos del transecto se determinó el Alo, Sio y Alp; se compararon las medias de las variables determinadas agrupándolas por tipo de vegetación y/o por régimen hídrico del suelo. La posible relación entre variables se analizó a través de regresión simple y múltiple (Stepwise, modalidad Forward).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

De la morfología de los suelos se desprende que son todos jóvenes, poco diferenciados con secuencia de horizontes O-A-Bw-2C bajo NA y A-Bw-2C bajo ESG. Son profundos a moderadamente profundos, color oscuro en superficie (10YR 2/1, 10YR 2/2), tornándose más claros en profundidad (10YR 3/2, 10YR 3/3, 10YR 3/4). Presentaron propiedades ándicas, epipedones mólicos o úmbricos y horizontes cámbicos. Las texturas aparentes son gruesas (arena y limo aparentes) con abundante lapilli en todo el perfil, no adhesivos, no plásticos, de débil a moderadamente untuosos (Soil Survey Staff 1999) (Tabla 1).

Tabla 1. Principales características ambientales y morfológicas de los suelos.
Table 1. Major environmental and morphological soil characteristics.

El Corg. es alto en aquellos con NA y régimen údico (p1, p2), lo que es esperable para Andisoles y es bajo con ESG y régimen xérico (p4, p5) (valores promedio p1, p2: 51,6 g kg-1; p4, p5: 11,1 g kg-1), siendo esta diferencia altamente significativa (F= 17,865, p< 0,0001). Los aportes de materia orgánica bajo NA ocurren principalmente desde la superficie, como en todo sistema boscoso, mientras que bajo ESG el mayor aporte es subsuperficial por el aporte de masas radiculares de gramíneas, lo que se observa en la distribución del Corg. con la profundidad (Tabla 2).

Tabla 2. Propiedades seleccionadas de las muestras de los suelos del extremo NO (p1) y SE (p5) del transecto.
Table 2. Selected properties of soil samples from the NW (p1) and SE (p5) transect boundaries.

Las diferencias en la materia orgánica se reflejaron en diferencias en el color siendo una expresión morfológica del proceso de melanización. El horizonte A es más oscuros (negro y pardo muy oscuro 10YR 2/1, 10 YR2/2) bajo NA que bajo ESG (pardo muy oscuro y pardo grisáceo muy oscuro 10YR 3/2, 10YR3/3) donde los contenidos de materia orgánica son menores. Considerando el sitio p3, también con vegetación de ESG pero bajo régimen údico y con valores de cobertura vegetal entre 60 y 70%, se observaron valores de Corg. (11,1 g kg-1) similares a aquellos de los sitios con régimen xérico (p4, p5). De lo antedicho se desprende que las diferencias en el contenido de materia orgánica del suelo son determinadas principalmente por el tipo de vegetación, grado de cobertura y forma de aporte y en segundo término por las PMA y el régimen de humedad del suelo (Tabla 2 y 3).

Tabla 3. Valores medios de propiedades seleccionadas de las muestras a nivel del perfil de suelo (p1, p2, p3, p4, p5).
Table 3. Average values of some soil profile properties from samples taken in five sites (p1, p2, p3, p4, p5).

En los sitios con ESG y bajas coberturas vegetales se encontraron especies que indican sitios degradados cuyas causas son atribuidas principalmente al sobrepastoreo tales como Stipa speciosa. Trin. (coirón amargo), Mulinum spinosum Pers. (neneo), Acaena splenden (acaena), Eringium paniculatum Camb. et Domb. (cardoncillo), Oxalis valdiviense Barn. (vinagrillo), Rumex acetosella (vinagrillo), Senecio sp. (senecio) (Bonvissuto et al., 1993).

Los valores de densidad aparente (Da) fueron menores bajo NA y régimen de humedad del suelo údico que bajo ESG y régimen xérico (Tabla 3). Acorde con varios autores la Da en suelos desarrollados en cenizas volcánicas disminuye con el incremento de la meteorización. Estos suelos desarrollan una estructura porosa en la que contribuye principalmente la presencia de materiales no cristalinos y la materia orgánica. Los menores valores de Da correspondieron a los suelos bajo NA y los mayores bajo ESG, siendo esta diferencia altamente significativa (F= 49,7, p<0,0001). Esto fue acompañado por un mayor contenido de Corg., mayores valores de pH (NaF), Alo y de Sio (Tablas 1, 2 y 3). La posible influencia de la materia orgánica y de la meteorización sobre la Da a nivel del perfil del suelo se analizó a través del análisis de regresión simple y múltiple.

Al analizar los datos de las muestras de todos los horizontes de los suelos en los cinco sitios, se encontró que la Da se explica en un 87% por el Corg. (R2 = 0,87, p < 0,0001) y solo en un 30% por el pH (NaF) (R2= 0,33, p < 0,016). Cuando se analizaron las variables en forma conjunta, a modo de considerar las interacciones, se encontró que ingresó como única variable el Corg. (R2= 0,81, p < 0,0001). De lo antedicho se desprende que la Da se explica principalmente por las variaciones en el contenido de materia orgánica, más que por el Al activo estimado por el pH (NaF). Siendo el Corg. una variable integrativa es necesario considerar otras variables que también pueden influir en las diferencias en la Da tales como, la cantidad y el arreglo del espacio poroso de origen biológico, lo que deberá estudiarse en futuras investigaciones.

Los valores de pH (H2O) abarcaron un intervalo desde medianamente ácidos a neutros, sin evidencias de un patrón claro de comportamiento, mostrando sólo una leve tendencia a incrementar hacia el este (Tablas 2 y 3). Existe la opinión de que una disminución de la acidez del suelo se relaciona con un incremento en las bases lo que probablemente se corresponde con una disminución en las precipitaciones, pero esto no se refleja en los datos obtenidos. Los valores del total de bases no muestran ninguna relación con la variación de la acidez del suelo. El total de bases fue bajo en los suelos de todos los sitios (promedio a nivel del perfil del suelo: 7,5 cmol (+) kg-1). Aproximadamente el 70% del total de bases corresponde al calcio y los resultados no muestran un incremento del total de bases en los sitios con menores precipitaciones. Estos resultados son acordes a Broquen et al. (2005) quienes encontraron que la acidez del suelo estuvo determinada por la actividad del aluminio y el contenido de materia orgánica, más que por las variaciones en las precipitaciones.

El rango del pH (H2O) > 5 a nivel del perfil del suelo, nos indica que el pH de la solución del suelo es regulado por el sistema H2O/CO2 a través de la formación y disociación del ácido carbónico, siendo tanto un dador como un aceptor de protones. Por otra parte al ser el pH (H2O) > 5,5, y el pH (KCl) > 5 indica que el mecanismo principal de tamponación de estos suelos estaría gobernado por el intercambio catiónico y los silicatos del suelo más que por el Al (Robarge & Jonhson, 1992) (Tablas 2 y 3).

En suelos con dominio de carga variable, la diferencia entre el pH (H2O) y el pH (KCl) (Δ pH) indica si la carga neta es electro positiva o negativa ( Δ pH >0: carga negativa, Δ pH < 0: carga positiva). En promedio los valores del pH (KCl) fueron 1,06 menores que el pH (H2O), indicando el dominio de carga neta electronegativa en todos los horizontes (Tan, 1998) (Tablas 2 y 3).

Andosolización y propiedades ándicas

La andosolización de materiales parentales volcánicos involucra la rápida meteorización de la ceniza volcánica y la formación de alófano, ferrihydrita e imogolita así como la acumulación de materia orgánica formando complejos con Al, Fe y Si, siendo estos los procesos pedogenéticos dominantes (Ugolini & Dalhgren, 2002).

El concepto central de los Andisoles es el de los suelos desarrollados generalmente a partir de cenizas volcánicas cuya fracción coloidal está dominada por materiales amorfos o paracristalinos o por el complejo Al-humus (Soil Sur-vey Staff, 1999). El primer criterio para definir las propiedades ándicas aplica para los suelos formados bajo régimen de humedad údico, con una alta alteración inferida del Alo+1/ 2 Feo (> 2%), alta retención de fosfato (> 85%) y baja densidad aparente (< 0,9 Mg m-3). El segundo criterio es utilizado para suelos menos alterados, vítricos, con valores de retención de fosfato (> 25%) requiriendo un porcentaje mínimo de vidrio volcánico (>15%) lo que se refleja en el alto contenido de lapilli en todo el perfil del suelo (Takahashi & Shoji, 2002). Todos los suelos presentan propiedades ándicas y se clasifican como Andisoles. Tanto en p1 como en p5 se observa un incremento de la alteración con el incremento de la profundidad del suelo lo que se refleja en los valores de Alo+1/2 Feo.

Como se planteara en la introducción, los silicatos no cristalinos se forman masivamente durante las primeras etapas de alteración. La materia orgánica, el Al y Fe activos y la carga variable son las cualidades predominantes que controlan las reacciones químicas de estos suelos.

La meteorización se estimó a partir de los valores de Alo y Sio (Shoji et al., 1993). El Alo fue mayor bajo NA (p1, p2) que bajo ESG (p3, p4, p5) encontrándose el valor más bajo en p5, lo que evidencia una mayor alteración del material de origen bajo NA y con mayor PMA que bajo ESG tanto bajo régimen údico cómo xérico (Tablas 1 y 2). De esto se puede inferir una cierta influencia de la vegetación sobre la meteorización, siendo probablemente mayor bajo NA que bajo ESG. Esto puede ser atribuido a las diferencias entre el tipo y cantidad de materia orgánica incorporada al suelo, tal como ocurriera en los sitios analizados en el SO de la provincia del Neuquén (Broquen et al., 2005; Broquen & Candan, 2008); donde la relación carbono en ácidos fúlvicos con el carbono en ácidos húmicos (AHc/AFc) fue menor bajo NA que bajo ESG. La menor relación AHc/AFc indica una mayor reactividad de la materia orgánica debido al mayor número de grupos funcionales de los AF los que pueden ser responsables del grado de meteorización (Broquen & Candan, 2008). Por otra parte, como es esperable los sitios con mayores valores de Alo y de pH (NaF) presentaron los mayores valores de retención de fosfato (Tablas 1, 2 y 3).

La formación de complejos Al y Fe-humus, alófano e imogolita es en gran medida gobernada por el pH (H2O) del suelo y se produce a medida que este disminuye. La formación de alófano e imogolita ocurre a pH (H2O) > 4,9 existiendo una relación inversa con la formación del complejo Al-humus (Shoji et al., 1982; Shoji & Fujiwara, 1984). Esto determina la composición binaria de los Andisoles, donde se encuentran simultáneamente compuestos amorfos y el complejo Al-humus. En todos los casos el valor del pH (H2O) fue mayor al valor crítico para los suelos derivados de cenizas volcánicas (pH (H2O) > 4,9) indicando condiciones para su evolución hacia Andisoles alo-fánicos. La composición relativa de la fracción coloidal se estimó a partir de la relación Alp/Alo siendo 0,5 el valor utilizado para separar complejos Al-humus (Alp/Alo < 0,5), de materiales alofánicos (Alp/Alo > 0,5) (Mizota & van Reeuwijk, 1989; Saigusa et al., 1991).

En todos los casos la relación Alp/Alo fue menor que 0,5, mostrando que la fracción coloidal estuvo dominada por materiales alófanicos donde el Al orgánicamente ligado no fue la forma dominante. El alófano considerado se estimó a partir del Alo y Sio (Parfitt & Henmi, 1982) siendo mayor en p1 que en p5, con una cierta tendencia a incrementar en profundidad. Los mayores valores del alófano estimado se encontraron en aquellos suelos con mayores contenidos de materia orgánica. Estos resultados podrían indicar que la hipótesis antialofánica presentada por Shoji et al. (1993) no aplicaría en estos suelos, tal como se planteara para el SO del Neuquén (Broquen et al., 2005).

Los valores de aluminio más la mitad del hierro extraídos con oxalato ácido (Alo + 1/2 Feo) incluyen al aluminio y al hierro provenientes de alófano, imogolita y ferrihydrita, además del que está complejado con las sustancias húmicas (Leamy et al., 1988). Estos variaron de 2,1 a 3,8% bajo régimen údico y de 2,5 a 0,2% con régimen xérico, destacándose las cantidades más altas en los suelos con régimen údico y vegetación de NA y los más bajos en aquellos con régimen xérico y ESG (Tablas 1 y 2).

Los procesos anteriormente descriptos involucran la acumulación de Al, Fe y carbono en el horizonte A, no encontrándose rasgos de lixiviación de esos componentes hacia el horizonte B. La formación del horizonte B está dominada por una meteorización ''in situ'' de las cenizas volcánicas, cuyo color está dado por un cierto dominio de ferryhidrita-estimada por Feo- comprendido en el proceso de andosolización (Shoji et al., 1993; Ugolini & Dalhgren, 2002).

CONCLUSIONES

El cambio de régimen hídrico údico con vegetación boscosa de Nothofagus antarctica a régimen xérico con vegetación de estepa subarbustiva graminosa resultó en 1) i) un cambio del contenido de materia orgánica de alto a bajo, acompañado respectivamente por el proceso de melanización y empardecimiento; ii) un cambio de bajas a medias densidades aparentes. Las diferencias en la densidad aparente de los suelos con régimen xérico y vegetación de estepa comparada con aquellas con régimen údico y vegetación boscosa se relacionaron con la menor incorporación de materia orgánica y menor grado de alteración de las cenizas volcánicas. 2) El grado de alteración del material original fue menor con régimen xérico. Se encontraron evidencias de un posible efecto de las diferencias en el tipo de materia orgánica acumulada sobre la meteo-rización del suelo, siendo mayor bajo Nothofagus antarctica que bajo estepa subarbustiva-graminosa. 3) En todos los casos el valor del pH (H2O) fue mayor al valor crítico para los suelos derivados de cenizas volcánicas indicando condiciones para su evolución hacia Andisoles alofánicos, donde la fracción coloidal estuvo dominada por materiales alófanicos y el Al orgánicamente ligado no fue la forma dominante. El contenido de alófano estimado fue mayor en los suelos con altos niveles de Corg, resultando ser contrario a la hipótesis anti-alofánica que indica que la formación de Al-humatos no permite la síntesis de alófano.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece la valiosa colaboración de la Téc. Ftal. Verónica Pellegrini en las actividades de campo y laboratorio, al estudiante avanzado de la carrera de Técnico Universitario Forestal (AUSMA-FCA-UNCo) Diego Gierega por su colaboración en las tareas de campo, a la Téc Ftal Romina Gonzalez Musso por la confección del mapa de ubicación y digitalización de los puntos de muestreo; a la Mg Gabriela Tavella quien corrigió la sintaxis y gramática del Abstract. Expresamos nuestra gratitud a los diferentes establecimientos públicos y privados quienes permitieron instalar nuestros sitios de estudio. Este trabajo fue financiado con fondos del proyecto de investigación de la Universidad Nacional del Comahue, ''Problemática del uso forestal de la tierra, su relación con la sustentabilidad, oeste del Neuquén, Argentina'' código Nº 04 S014.

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