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Cuadernos de antropología social

On-line version ISSN 1850-275X

Cuad. antropol. soc.  no.41 Buenos Aires July 2015

 

ARTÍCULOS

Estética y medios de comunicación: estrategias para la acción política de la dirigencia de una organización de colonos yerbateros de Misiones

Delia Ramírez*

 

* Licenciada en Comunicación Social (UNaM), Magister en Ciencias Sociales (UNGS-IDES). Estudiante de Doctorado en Antropología Social (PPAS-UNaM-CONICET). Investigadora del Programa de Estudios Rurales y Globalización (PERyG-UNSAM). Correo electrónico: deliaramirezf@gmail.com.

Fecha de recepción: noviembre de 2013. Fecha de aprobación: abril de 2015.

 

Resumen

El siguiente artículo intenta comprender cuáles son las formas de acción política que asume la Asociación de Productores Agrícolas de Misiones (APAM) para visibilizar sus demandas y resolver los problemas que se presentan. En un contexto de descapitalización de los sectores medios de la agricultura de Misiones, cuya economía se basa principalmente en el cultivo tradicional de la yerba mate, la dirigencia de APAM que asume la representación del sector recurre a diferentes estrategias de acción política que se presentan como disputas en el campo de lo político y lo económico. Son esas estrategias y recursos las que aquí se van a clasificar, describir y desarrollar. El abordaje etnográfico se realizó con el objeto de estudiar las prácticas y las narrativas de los sujetos en la reconstrucción de sus trayectorias de vida. En el análisis, dos variables resultan de importancia: los medios de comunicación como herramientas que los actores recuperan para la acción políticay la estétic como parte de una narrativa que se dirige a situar demandas en la escena pública.

Palabras clave: Acción política; Colonos; Estrategias; Recursos; Disputas

Aesthetics and Media: Strategies for the political action of leadership of a yerbaterofamily farmers organization in the province of Misione

Abstract

This article attempts to understand the different political actions that the Asociación de Productores Agrícolas de Misiones (APAM) uses to visibilize their demands and solve the problems they must face. In a context of decapitalization of the middle class agricultural sector, which based its economy on the traditional cultivation of yerba mate, the leadership of APAM -that assumes their representation- uses diverse strategies as forms of political action. These actions are presented as disputes in the political and economical fields and this paper classifies, describes and discusses these strategies and resources. An ethnographic approach was used to study the practices and narratives of subjects in the reconstruction of their life trajectories. Two variables stand out in the analysis developed: media as tools used by actors for political action and aesthetics as part of a narrative that seeks to situate demands in the public scene.

Key words: Political action; Family farmers; Strategies; Resources; Disputes

Estética e mídia: estratégias e recursos para a ação política da liderança da organização dos colonos ervateiros em Misiones (Argentina)

Resumo

O seguinte artigo tenta entender quais são as formas de ação política que assume a Associação dos Produtores Agrícolas de Misiones (APAM) para visualizar suas demandas e resolver os problemas que enfrentam. Em um contexto de capitalização em setores médios da agricultura de Misiones, cuja economia é baseada principalmente no cultivo tradicional da erva mate, a liderança da APAM que assumiu a representação do setor utiliza as diferentes estratégias como formas de ação política as quais se apresentam como brigas no campo da política e da economia. São essas estratégias e recursos as que irão classificar-se, descrever-se e desenvolver-se no texto a seguir. Usamos uma abordagem etnográfica, a fim de estudar as práticas e narrativas dos sujeitos na reconstrução das suas trajetórias de vida. Na análise, duas variáveis são de importância: os meios de comunicação como ferramentas dos atores para a ação política e a estética, como parte de uma narrativa que é direcionada para colocar exigências na cena pública.

Palavras-chave: Ação política; Colonos; Estratégias; Recursos; Disputas

 

 

1. Introducción

En las dos últimas décadas, la globalización ha generado intensas transformaciones en la agricultura argentina, tanto en la estructura agraria y en la organización del trabajo como en la matriz económica (Gras y Hernández, 2009, 2013). Más allá de los rasgos comunes del proceso global, ha tenido un impacto específico en cada territorio.

En Misiones, los procesos de globalización de la agricultura se definen básicamente por dos movimientos: a) el avance de la actividad forestal intensiva con la inserción de una empresa transnacional y el fomento por parte de las políticas públicas que instalan a dicha actividad como "estratégica"; b) el repliegue de la tradicional actividad yerbatera en la agenda del Estado y los cambios institucionales que terminan por favorecer la concentración de la renta en favor de las capas industriales (Ramírez, 2011a, 2013; Chifarelli, 2010).

La actividad yerbatera se vio particularmente afectada por el decreto de desregulación económica Nº 2284/1991 que disolvió la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM), institución que intervenía en la producción de yerba mate, liberalizando con ello esta economía regional. Esto benefició principalmente a las capas industriales, perjudicó fuertemente a los sectores medios de la agricultura e incidió en la pauperización de los sectores proletarios (Ramírez, 2011a).

Los sectores medios de la agricultura en Misiones se dedican básicamente a cultivar yerba mate. Puntualmente focalizamos aquí en sus formas de organización política frente al proceso de concentración de la renta yerbatera. Para ello tomamos el caso de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM) con el objetivo de indagar cómo la dirigencia de esta organización asume la representación del sector y así describir sus diferentes estrategias y formas de acción política que se presentan como disputas en el campo de lo político y lo económico. En este sentido, la pregunta que intentamos responder es: "¿cuáles son las formas de acción política a las que recurre APAM para visibilizar sus demandas y resolver los problemas que se les presentan?".

Respecto a la estructura de este texto, en la primera parte se presentan algunas líneas de discusión teórica y los aspectos metodológicos. Luego se describe brevemente a la APAM como organización que surge con el objeto de reivindicar las demandas de los productores de yerba mate en un contexto de concentración de la renta. Posteriormente se realiza una delineación de la dirigencia de dicha organización.

La descripción de los perfiles del núcleo dirigente de la APAM pretende dar cuenta de aspectos afectivos y personales que entran a formar parte de una trama política. Luego se desarrollan algunas estrategias relacionadas con las formas de hacer política de los sujetos analizados. Finalmente se resumen muy brevemente las dimensiones más importantes en función de reflexionar sobre las conflictivas relaciones de poder y las resistencias que se activan frente a los sectores dominantes en el campo de lo político.

 

2. Presentación de las discusiones teóricas y de los aspectos metodológicos

A continuación, intentaremos abordar sintéticamente algunas discusiones teóricas en las que se inscribe este texto.

En principio, definimos a la "agricultura familiar" como una forma de producción capitalista en el sector agrario. La diferenciación entre producción familiar y producción campesina se da a partir de las relaciones con el mercado y la acumulación de capital (Archetti y Stölen, 1975). Si bien el campesinado es también un tipo de producción estructurada por la fuerza de trabajo familiar en relación con la tierra, a diferencia de lo que aquí se entiende por agricultura o producción familiar, no tiene capacidad de acumulación de capital.

Quienes abordaron el estudio de la explotación agrícola en Argentina coinciden en señalar que, con pocas excepciones, la mayoría de las explotaciones familiares en nuestro país no admiten una caracterización en términos de unidades campesinas (Schiavoni, 1995).

Esta tradición fue retomada por la antropología rural en Misiones. Los trabajos de Leopoldo Bartolomé se inscriben en la perspectiva de Eduardo Archetti y Kristi Anne Stölen al sostener que el "colono misionero" o productor agrícola familiar conforma un tipo social agrario que recurre al trabajo familiar, al que no incluye entre los costos de producción. En las economías colonas la generación del excedente es pasible de ser reinvertido con fines productivos (Bartolomé, 1975, 1982; Schiavoni, 1995). Además, la categoría social "colono" refiere a un modelo productivo y a rasgos culturales específicos, fuertemente vinculados con la etapa de la industrialización sustitutiva de importaciones.

En este texto utilizamos el concepto "colono" para dar cuenta, específicamente, de un tipo social de agricultor familiar que acumuló capital a través de la producción de la yerba mate en las décadas de 1970s y 1980s, y que comenzó un proceso de deterioro de sus condiciones materiales a partir de la década de 1990s, interrumpiendo así el proceso de acumulación que históricamente lo había caracterizado. Esta categoría implica un ejercicio de unificación de las heterogéneas condiciones sociales y culturales del sector, tanto en sus rasgos actuales como en sus trayectorias (Ramírez, 2011a).

La sociología rural contemporánea ha observado los movimientos de descomposición y recomposición de los sectores de la agricultura familiar así como los mecanismos de integración y diferenciación de los productores (Giarracca et al., 2001; Bidaseca, 2005).

Observando el proceso de descapitalización de los sectores colonos en la provincia de Misiones, hemos optado por hablar de "subordinación" y no de "subalternidad". Esta decisión se fundamenta en la intención de focalizar en la dependencia económica del productor familiar frente a la molinería en una inferioridad de condiciones para la negociación que no necesariamente se traduce en una relación de absoluto sometimiento, ya que no se anula su capacidad de expresión ni tampoco su posibilidad de organización política.

A finales del siglo xx, la expansión agroindustrial (mayores conexiones y articulaciones de la producción primaria con las etapas de procesamiento industrial) introdujo cambios tecnológicos significativos que repercutieron en las condiciones de producción, contratación y comercialización (Berger, 2009). La emergencia de organizaciones y las diferentes formas de movilización dieron lugar a la incorporación de nuevas herramientas para el estudio de la cuestión agraria y campesina.

Los impactos de las políticas neoliberales y la emergencia de nuevas organizaciones del agro en la década de 1990s (Bidaseca, 2005) propiciaron, ante la crisis de las perspectivas estructuralistas, la búsqueda de nuevos marcos interpretativos, que fueron proporcionados por las teorías de la acción colectiva y los movimientos sociales (Tilly, 1986; Melucci, 1994; Tarrow, 1997; Mc Adam, McCarthy y Zald, 1999)

A grosso modo, mientras las teorías sobre los movimientos sociales enfatizaron la noción de "identidad" para explicar la movilización, las teorías de la acción colectiva consideraron la racionalidad estratégica como clave explicativa. Estas herramientas fueron incorporadas por la sociología rural con la intención de comprender la acción política de diversos y heterogéneos actores vinculados a los procesos de transformación del agro argentino (Giarracca et al., 2001).

En el presente trabajo consideramos a la acción colectiva como una forma de acción política, entendida como ejercicio del poder, es decir, como la posibilidad de ejercer influencias. Intentamos despegarnos de perspectivas instrumentalistas que acotan las acciones a los intereses en juego. En cambio enfatizamos en los aspectos que posicionan a los sujetos en un lugar activo en la toma de decisiones en función de un marco, como un esquema interpretativo que condensa el mundo, puntuando y codificando selectivamente objetos, situaciones, experiencias y secuencias de acciones (Tarrow, 1997; Mc Adam, McCarthy y Zald, 1999; Bidaseca 2005).

Puntualmente recurrimos al concepto de "protesta social" en la definición de Federico Schuster, quien la considera como la creación de una novedad, un quiebre, una ruptura en relación con una serie de interacciones previas. En esa dirección, el autor sostiene que la reconstrucción de una protesta social persigue la función de explicación, esto es, de "restaurar la trama de sentido entre la protesta misma y el resto del acontecer social" (Schuster, 2005: 55).

La protesta social, entendida como una forma de acción política, se refiere a "los acontecimientos visibles de acción pública contenciosa de un colectivo, orientados al sostenimiento de una demanda (en general en referencia directa o indirecta al Estado)" (Schuster, 2005: 56). Este concepto insiste en los aspectos de carácter contencioso e intencional así como en la visibilidad pública de estas acciones.1

Desde la perspectiva de Schuster, estudiar la protesta social permitiría abordar la acción en múltiples aspectos (identitarios, contenciosos, performativos y subjetivos). En este artículo abordaremos la movilización denominada "tractorazo" como un tipo de protesta que se manifiesta y materializa en el espacio público y que permite una primera aproximación a los conflictos sociales relacionados con los desplazamientos y los problemas contemporáneos del complejo yerbatero en Misiones.

Respecto a las definiciones metodológicas, la intención de investigar un caso empírico y articularlo con la complejidad de determinada realidad social responde a la necesidad de recuperar tanto experiencias individuales como sociales y, a la vez, conocer un proceso en diferentes escalas y dimensiones. Es por ello que se recurrió a un abordaje etnográfico con el objeto de estudiar las prácticas y las narrativas de los sujetos en la reconstrucción de sus trayectorias de vida y en la elaboración de datos a partir de la vida cotidiana.

La organización APAM fue tomada como caso de análisis con la intención de estudiar las formas de acción política de un sector específico de la población agrícola de Misiones: los productores familiares de la zona centro, que forman parte de una clase media rural que resiste a un proceso de descapitalización y pauperización.

El trabajo de campo se inició a finales de 2009 y finalizó en marzo de 2011. Se desarrolló en estadías de diferente duración. La mayor parte se realizó en la llamada zona centro de Misiones, con epicentro en Oberá. Este lugar no fue elegido a priori sino que el avance de la investigación permitió identificar la importancia de ese territorio en la conformación del perfil de los colonos yerbateros y la acción de sus organizaciones gremiales.

Se realizaron dos tipos de entrevistas: abiertas (fundamentalmente a informantes clave: funcionarios, cooperativistas, dirigentes de otras organizaciones agrarias, comunicadores sociales, directores del Instituto Nacional de la Yerba Mate [INYM] y técnicos) y semiestructuradas (a dirigentes y miembros de la APAM, con la intención de rastrear datos vinculados al trabajo, la explotación y la unidad doméstica). También se utilizaron entrevistas de un trabajo de campo anterior realizado en los años 2003 y 2004.

La observación participante ha sido una de las técnicas más importantes del trabajo de campo, y fue realizada con el objeto de indagar la producción de sentidos en los procesos sociales, poniendo el foco en las prácticas sociales de los actores y sus narrativas, teniendo siempre presente las eventuales marcas que genera la presencia del investigador en el terreno. Se realizaron observaciones en asambleas, reuniones y situaciones cotidianas de convivencia con los colonos yerbateros.

Por otra parte, se elaboró un corpus de más de cien noticias periodísticas en versión gráfica y digital de los diarios provinciales más importantes de Misiones publicadas entre los años 2008 y 2010. Esto permitió rastrear la presencia de la APAM en los medios de comunicación, buscando identificar la relación entre esta y la organización de colonos. Se puso el eje en conocer cuánto influyen los dirigentes de la APAM en las narrativas y en la imagen del colono yerbatero que los medios proyectan.

Por último, cabe resaltar la importancia de la información recogida en los archivos internos de la organización. Se revisaron actas, notas, comunicados elaborados por la APAM y cartas formales e informales para indagar las relaciones que se plantean en el interior de la organización y las que se establecen con los actores externos (funcionarios, instituciones, organizaciones y medios de comunicación).

 

3. Acerca de la Asociación de Productores Agrícolas de Misiones (APAM)

El cultivo principal sobre el que se ha organizado el desarrollo económico a lo largo del siglo xx en Misiones fue la yerba mate, establecido en base a unidades productivas fundamentalmente de agricultura familiar (Bartolomé, 2007). Desde la creación de la CRYM en 1935, la regulación sobre el sector fue bastante estricta, aunque no siempre se cumplieron los objetivos establecidos para asegurar un "precio justo" para los productores primarios (Magán, 2006).

Con la disolución de las entidades reguladoras como parte de las medidas del ajuste estructural definidas en la década de 1990s (Teubal y Rodríguez, 2001) se produce el desmantelamiento de la CRYM. Sin intervención estatal, se observa el crecimiento del número de plantaciones mientras que la demanda se mantenía estable. En consecuencia el precio de la materia prima comenzó una abrupta carrera descendente.

La caída del precio de la materia prima favoreció a la concentración de la renta yerbatera en los sectores mecanizados, industriales y supermercadistas, así como una acelerada descapitalización de los productores pequeños y medianos, de las cooperativas y de la mayoría de los secaderos (Gortari, 2007). En este contexto surge la APAM con el objeto de asumir la reivindicación de los productores familiares: agricultores "medios" que demandaban un "precio justo" para la materia prima de la yerba mate. La APAM se autodefine como una organización de colonos.

La APAM no surge de la escisión de otras organizaciones sino que se trata de una organización nueva que aparece de lo que ellos consideran una falta de representación para el sector. La acción política a través de la organización gremial surge como la última alternativa frente a la no viabilidad de sus actividades económicas tradicionales (Ramírez, 2011a).

Se trata de productores que poseen hasta 500 hectáreas y que, hasta la década de 1980s, se habían capitalizado a través de la yerba mate. En los buenos tiempos del "oro verde" con la capitalización de los agricultores, en forma progresiva, la organización productiva de los colonos yerbateros había dejado de estar centrada en el trabajo familiar y se había vuelto dependiente de la disponibilidad de mano de obra asalariada, contratada temporalmente para los períodos de cosecha, sin llegar por ello a convertirse en empresarios plenamente capitalistas.

La mayoría de los colonos yerbateros desarrolla actividades extraprediales (rentas de inmueble o un pequeño comercio como una despensa en su barrio), al tiempo que continúan trabajando en la explotación agrícola, desde su lugar de empleadores, en vinculación estrecha con los obreros rurales.

Una de las características más importantes de la Asociación ha sido su capacidad para posicionar sus demandas en los medios de comunicación. La cantidad y diversidad de acciones colectivas (protestas, escraches, piquetes, acampes, etcétera) que han realizado como organización durante sus primeros años permitió su consolidación y visibilidad. Las demandas presentadas al Estado (provincial y nacional) que se sostuvieron en el tiempo fueron "precio justo" y "dignidad para la familia agraria".

La demanda de "precio justo" es histórica. Ha sido el lema de la movilización que hubo en Oberá en 1936 y que terminó en masacre, por eso el episodio se conoce como "la Masacre de Oberá" o bien "la Masacre de 1936" (Castiglioni, 2005; Waskiewicz, 2007). El mismo leitmoti aparece en las luchas de la década de 1970s protagonizadas por las Ligas Agrarias y por el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) (Rozé, 1992; Ramírez, 2014).2

"Dignidad para la familia yerbatera" ha sido la consigna que introduce APAM como novedad. La "dignidad" en su narrativa se vincula a la posibilidad de vivir a partir del propio trabajo y no ser considerados como dependientes de una asistencia. La "familia yerbatera" involucra no sólo a los colonos y sus familias sino también a los obreros y a los cooperativistas, entre otros involucrados con el cultivo de la yerba mate. Esa consigna aparece ligada a la necesidad de mejores precios con la intención de incluir discursivamente a nuevos actores y apelar a legitimidades que pudieran aportar a la lucha que se realizaba mediante acciones colectivas.

APAM llevó a cabo tres grandes protestas en la capital misionera que se conocieron como "tractorazos". El tractorazo de 2001, que duró diecisiete días, persiguió una mejora en los precios de la hoja verde de yerba mate. La protesta se presentó como una novedad para los sectores urbanos. Este primer tractorazo culminó con la firma de un acuerdo que finalmente no se cumplió.

El tractorazo de 2002 duró cincuenta y tres días; se considera como la continuidad del primero. En esta segunda protesta se buscó la reglamentación del INYM3 y se realizó en el marco de una movilización mayor que articuló a diferentes sectores sociales productivos, comerciales y de la administración pública, entre otros.

El tractorazo de 2002 marca una de las etapas más importantes en la gestación de nuevos dirigentes y el fortalecimiento de APAM como representativa del sector, pues fueron principalmente los colonos de esa organización los que sostuvieron la protesta con diferentes prácticas y estrategias creativas.4

Finalmente, el tractorazo de 20075 fue el más prolongado; duró nueve meses y reclamó la creación del mercado consignatario de la yerba mate que hasta hoy día sigue pendiente, sin real concreción. Allí se destaca el fuerte compromiso de una dirigenta mujer de APAM. En los tres tractorazos la imagen de las familias de productores y de los viejos tractores instalados en el espacio público interpeló sensiblemente a los habitantes de Posadas y de las principales ciudades misioneras.

Al momento de la realización del trabajo de campo, los colonos de APAM se reunían con cierta regularidad de una vez por semana o cada diez días en la casa de su presidente en Colonia Guaraní (Oberá). Allí, en un salón destinado a las actividades de la Asociación, se evaluaban la coyuntura y las estrategias a seguir. A veces también se reunían en otras colonias para conversar con los colonos yerbateros, analizar las diferentes situaciones y problemáticas, y elaborar notas y actas que fueran elevadas luego ante los diversos organismos. Generalmente esas reuniones u asambleas en las colonias resultaban más numerosas que las ordinarias.

El cuerpo directivo de la APAM está conformado por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un prosecretario, un tesorero, un protesorero y tres vocales. Estos cargos son ocupados por productores y su duración es de un año. Las elecciones se realizan a mano alzada o mediante voto secreto (Malczewski, 2009). No fue posible determinar el número exacto de integrantes de la organización, ya que los dirigentes no pudieron precisarlo. Las asambleas eran poco numerosas (no pasaban de quince integrantes), pero al visitar las casas de los colonos yerbateros en sus chacras, varios se manifestaron como integrantes de APAM, aunque no asistían a las reuniones.

A principios de la década de 2000s, cuando ocurrieron los dos primeros tractorazos, APAM tenía cientos de adherentes en todas las colonias, pero para el año 2010 el grupo se había reducido al municipio de Oberá, en un desánimo generalizado relacionado con los bajos precios para el producto, el no cumplimiento por parte de los industriales de las normas establecidas aun con la existencia del INYM y también el surgimiento de nuevas organizaciones, como por ejemplo cooperativas, que absorbieron a los integrantes de APAM de colonias completas, como es el caso de los productores de Campo Viera.6

Tanto en el discurso como en las prácticas de los integrantes de la APAM, se observa que la principal demanda apunta siempre al precio de la materia prima. La reivindicación del precio de la yerba mate es una cuestión prioritaria en la aparición de la organización (Fabio, 2008).

El INYM, institución que se presenta como reguladora de la actividad yerbatera y que aparece luego del tractorazo de 2002, cuenta con la participación de los representantes de los diferentes gremios de la cadena yerbatera. Allí APAM participa, con muchas dificultades, y es prácticamente la voz disidente frente a los representantes de las industrias (la molinería), otros referentes del sector de la producción (cooperativas, obreros rurales, secaderos) y los representantes del Estado.

Respecto a las demás organizaciones del sector de la producción -como la Unión de Agricultores de Misiones (UDAM), Asociación de Productores de la Zona Sur (APAZUR), Federación Agraria Argentina (FAA), Asociación Rural Yerbatera Argentina (ARYA), Cámara Yerbatera Argentina (CAYA)- los dirigentes y las bases de APAM manifestaron diferencias. Los colonos yerbateros de APAM piensan que su organización es la "única" que defiende los intereses de los colonos: "APAM es la única que está luchando para que la yerba valga algo más"-sostiene EH, socio de APAM (Oberá, 2 de octubre de 2010). Esa misma percepción y afirmación se puede encontrar en declaraciones de otros colonos integrantes de la organización.

Por su parte, los referentes de las otras organizaciones reconocen la legitimidad de APAM respecto al sector al que representan y el papel decisivo que tuvieron en la consecución del INYM pero insisten en diferenciarse respecto de las formas de acción contenciosa que asume APAM:

Podemos decir que APAM, con una movida fuerte, es la que más gente reúne, aunque compañeros míos del INYM no los quieren […]. Ellos tienen mérito, por lucha, porque es la única institución que fue varias veces a Buenos Aires a reclamar por el mercado consignatario (SP, dirigente cooperativista. Eldorado, 9 de diciembre de 2009).

En ciertos momentos se observa instancias de mayor cercanía y negociación en la relación entre APAM y el Estado, por ejemplo cuando la conformación de la mesa yerbatera incluyó a integrantes del gobierno provincial y que tuvo el objetivo de incidir en el funcionamiento de la actividad en los años 2010 y 2011; pero en otros momentos -y los funcionarios entrevistados así lo han manifestado- se evidencian enfrentamientos y relaciones tensas. En este sentido, cuando se consultó al presidente del INYM sobre las relaciones entre las organizaciones gremiales, contestó lo siguiente:

Yo diría que muy buena, con excepción de algunos tiradores de bombas que existieron, existen y van a seguir existiendo; que más allá de los reclamos levantan una bandera de discordia y de no acuerdo solamente para tener una voz y los medios lo toman y hacen mucho ruido con eso (Posadas, 6 de enero de 2011).

Claramente, el presidente del INYM estaba haciendo referencia a los dirigentes de APAM, ya que son ellos los más confrontativos y los que tienen presencia en los medios de comunicación. Cuando se le preguntó concretamente por APAM, el mismo funcionario respondió que nadie desmerece la lucha y legitimidad de la organización pero sostuvo que no concuerda con los métodos de la organización, que incluyeron la toma del edificio del INYM en el año 2008, durante su gestión.

En el directorio del INYM, la discusión sobre el precio de la materia prima es una prioridad. La APAM defiende un modelo que estuvo vigente durante muchos años: productores (de diferente escala) que venden yerba mate a los industriales y con ello pueden asegurar la subsistencia e, incluso, acumular capital para ser reinvertido en la explotación. Ese modelo, en vías de desaparición, tenía al colono yerbatero como un actor económico fundamental. Los colonos representados por la APAM negocian su producto individualmente con las empresas molineras y los secaderos sobre la base de los precios establecidos por el INYM. Se trata de actores que se encuentran solos frente a situaciones de explotación institucionalizadas y de público conocimiento.

Históricamente, los colonos yerbateros participaron en condiciones de subordinación al capital agroindustrial. Su integración al mercado cumplía la función de asegurar la materia prima en condiciones regulares y a bajo costo para la industria. Durante décadas el proceso de integración vertical tuvo como consecuencia la liquidación de unidades productivas de menor peso. Sin embargo, los colonos, cuya representación ahora asume la APAM, pudieron aprovechar ciertas coyunturas favorables para expandirse. Ese proceso de expansión y de movilidad ascendente en la actualidad se encuentra interrumpido y es la existencia misma de los colonos como agentes de la cadena agroindustrial la que se encuentra amenazada.

Puntualmente, quienes integran APAM piensan que el colono yerbatero no debería intervenir en la comercialización de forma directa, tratando con el consumidor en términos personales y aislados, ni tampoco participar en un proceso de diversificación productiva. Para ellos, el colono yerbatero no debería ser un sujeto marginal de políticas sociales de subsistencia sino un actor central en la producción de alimentos. Con claridad se pueden rastrear estos elementos en el discurso crítico de un importante dirigente de APAM:

El productor brasilero es productor, el feriante de acá no es productor. Vos no sabés qué es, porque si ocupa tres días para comercializar y tres días para producir, no puede producir, porque durante los tres días que vos estás acá vendiendo tu docenita de huevos y tu kilo de lechuga, las hormigas están haciendo desastres en tu huertita, los pollos están descuidados, las vacas no se pueden ordeñar porque el tipo tiene que venir acá. El productor debe ser productor (Oberá, 17 de marzo de 2010).

Si bien APAM no toma una postura institucional, en sus opiniones personales los colonos yerbateros de esa organización no ven con buenos ojos que el colono intervenga en la comercialización del producto porque piensan que no está preparado para hacerlo. Para dar cuenta de ello, frecuentemente se remontan a experiencias en las que han sido estafados o que representaron grandes pérdidas. En las definiciones clásicas sobre el "colono", éste aparece con una limitada capacidad para participar de las negociaciones, y esto es también lo que lo diferencia del empresario agrícola.

Bajo la concepción de la APAM, los colonos yerbateros no deberían ser clasificados como "pobres"; ellos no quieren ser sujetos marginales de políticas públicas y de asistencia focalizada. Los colonos de APAM reclaman ser considerados sujetos centrales, actores económicos estratégicos en el modelo de desarrollo de la provincia.

Los colonos yerbateros de APAM consideran que el Estado debe intervenir en la comercialización, como en los tiempos de la CRYM, y hacia allí dirigen sus demandas.7 La relación del colono yerbatero con la comercialización es un tema que está en plena discusión, pues en la escena pública se produce una disputa por el "ser colono" a través de narrativas que inscriben los actores sociales.

 

4. APAM y su dirigencia: la influencia de las trayectorias personales en la definición de estrategias colectivas

Un rasgo común entre las personas que cumplen funciones relevantes dentro de la organización es su posición social. Los dirigentes de APAM también ocupan posiciones importantes en otras organizaciones de la sociedad civil (asociaciones de colectividades y cooperativas), contando con cierto reconocimiento social en sus colonias. Es posible observar, en coincidencia con lo que plantea Natalia Malczewski (2009), que ellos alcanzaron una posición económica favorable en comparación con la de otros asociados o productores de yerba mate.

Los dirigentes ejercen la representación en dos direcciones: hacia el interior y hacia el exterior de la organización. Hacia el interior, porque la relación de la dirigencia con las bases excede al momento de la acción colectiva. La trayectoria de la dirigencia de APAM relaciona a los colonos-dirigentes con la comunidad en diferentes espacios de la sociedad civil (iglesias, comisiones vecinales, clubes, cooperativas, etcétera). Ellos participan de redes y relaciones de reciprocidad cotidiana que afianzan los vínculos y fortalecen la legitimidad del dirigente en relación con los colonos representados. Hacia el exterior de la organización, en la escena pública, los dirigentes de APAM se han convertido en representantes legítimos del sector colono.

En estas dos direcciones, la imagen de los colonos yerbateros y los medios de comunicación han cumplido papeles fundamentales; la imagen porque interviene en la identificación entre colonos dirigentes y colonos representados, y porque es parte de la narrativa de los colonos yerbateros en la escena pública; los medios de comunicación porque son determinantes en el momento de situar el discurso, la acción y la imagen de los colonos yerbateros en la escena pública. Como veremos más adelante, esto no se trata de un proceso unidireccional sino que los colonos de APAM realizan esfuerzos para instalar su narrativa en los medios de comunicación.

A continuación se presentará brevemente el perfil biográfico de tres dirigentes de la organización, buscando describir las ideas antes presentadas, de manera que se pueda analizar cómo la trayectoria y la biografía de la dirigencia de APAM resultan fundamentales en la definición del perfil y la acción política de la organización.

a) HS, uno de los principales fundadores de APAM

HS es ingeniero agrónomo, cónsul de Finlandia (al igual que sus padres y abuelos) vive en Colonia Guaraní (Oberá). Si bien su vivienda está dentro de una explotación agropecuaria, sus principales ingresos provienen de las otras chacras que posee. Es decir que la unidad de explotación productiva se encuentra separada de la unidad doméstica, rasgo distintivo de las unidades con mayor capitalización. En su casa, HS tiene un salón donde recibe a los socios de la APAM y se realizan reuniones.

Aunque su padre era cooperativista, HS no tenía experiencia militante antes de participar en la APAM. Luego de la protesta de 2002 se presentó como candidato a vicegobernador en una lista de un partido provincial que no tuvo mayor trascendencia. Después de ello, no volvió a presentarse en ninguna contienda electoral pero fue director titular del INYM en representación del sector primario durante dos mandatos y fue constituyente electo en la convención que evitó la reforma de la Constitución Provincial que habilitaría la reelección indefinida del Gobernador Carlos Rovira en 2006.

HS se hizo conocer como dirigente a partir del Tractorazo de 2001 y en el Tractorazo de 2002 su imagen pública se fortaleció. En verdad, forjó su rol como dirigente a partir de su trabajo territorial con los sectores rurales de Misiones pero cuando los medios de comunicación comenzaron a entrevistarlo y a ligarlo con el campo de las audiencias, fue posicionado también como un actor político de la provincia. Esto podría explicarse por su facilidad al momento de expresarse públicamente, su actitud confrontativa en los momentos que le ha tocado lidiar con la policía y su capacidad para movilizar a las personas de su colonia y alrededores. HS se destaca por su habilidad oratoria tanto como por su aptitud para hacerse comprender con claridad.

Desde APAM estamos totalmente convencidos [de] que, si queremos luchar solamente por la yerba, vamos de fracaso en fracaso. Históricamente hemos sido derrotados, como han sido otros sectores derrotados. Es hora [de] que nos unamos y veamos qué es lo que podemos hacer en conjunto (Posadas, 24 de marzo de 2010).

Una periodista de Misiones, MS, explica que HS ha sabido identificar y apropiarse de la lógica del "aquí y ahora" propia de los medios de comunicación:

Y don HS se encarga de que en el momento que dice nosotros, en el aquí y ahora de la charla, él en algún momento hace referencia a un colectivo numérica y espacialmente determinado. Entonces te dice, por ejemplo: "jueves, nos reunimos setenta y cinco productores, y discutimos tales temas para la reglamentación". Se encarga permanentemente de referenciar su "nosotros". Eso es propio de don HS (Posadas, 7 de julio de 2010).

En cuanto a su trato con los medios de comunicación, su imagen de colono gringo, con barba y boina, resultó desde un principio atractiva para ellos; pero además puede rastrearse una habilidad para construir un discurso representativo de un sector y a la vez trascenderlo.

De los tres dirigentes destacados de la organización, HS es el único que articula en su discurso la demanda de un "precio justo" con un cuestionamiento del modelo productivo hegemónico, en relación con temas como los recursos naturales (tierra y agua) y la tecnología. En sus discursos se pueden rastrear planteos respecto al rol de la universidad, la ciencia y la tecnología; con ello el dirigente logra interpelar a las audiencias que no pertenecen al sector colono.

b) CO, un líder confrontativo

CO está en la APAM desde el principio y siempre trabajó a la par de HS. Cuando HS fue director titular en el INYM, CO tomó la presidencia de APAM. En ese lapso se preocupó por aprender los movimientos relacionados con el instituto, lo que lo posicionó como sucesor de HS en el INYM: "Siempre fui con [HS] en mi auto, en el de él, en colectivo, entonces compartíamos. […] Me contaba mucho, yo tenía acceso a las actas; desde que se crea el INYM yo estoy acompañando, entonces yo sé bien qué sucede (CO, Oberá, 17 de marzo de 2010).

Acompañando a HS, CO aprendió algunas cuestiones que tienen que ver con el rol dirigencial y con el funcionamiento del INYM. Sus conocimientos en tanto ingeniero y agricultor lo posicionan en un lugar ventajoso respecto a aspectos técnicos del sector.

A partir de 2008 se observa el fomento desde el gobierno nacional a la formación de pequeñas cooperativas. Muchas de ellas fueron creadas por colonos de APAM que dejaron de participar de esta organización gremial. CO es muy crítico hacia las personas que tomaron esa alternativa así como también lo es hacia quienes tomaron puestos de trabajo en el Estado, pues considera que han sido cooptados: "Entonces yo sé bien, desde el primer día, quién claudicó y quién no. Cuando vamos a elecciones en el INYM ya había que sacarnos. En esa época, ya comenzaron a comprar voluntades y ahí ya nos dejaron afuera, nos dejaron la suplencia", sostiene.

CO es una persona temperamental y expresiva. Su personalidad le ha traído problemas en más de una oportunidad hasta el punto de recibir cartas-documento. Si bien su puesto de director suplente en el INYM no le permitía influir en las votaciones y decisiones del directorio, él aparecía como la voz disidente en el cuerpo directivo del Instituto.

En el año 2009, CO recibió una carta documento a causa de sus dichos en los medios de comunicación, ya que había sostenido que en el INYM se estaban utilizando mal los fondos. El tratamiento de este problema recibió cobertura mediática por varios días, según lo muestran los siguientes titulares: "El INYM quiere sancionar a CO por sus críticas" (Primera Edición, 27 de noviembre de 2009); "APAM salió a respaldar los dichos de CO" (Primera Edición, 2 de diciembre de 2009). No fue la única vez que sus polémicos comentarios resultaron en titulares.

A pesar de su lugar de suplente, CO era el director del INYM más requerido por los medios en el año 2010, según se puede rastrear en los diferentes diarios provinciales. Sus testimonios evidenciaban los conflictos dentro del Instituto y con frecuencia eran tomados como titular en las noticias. A pesar de que ha sido resguardado a un lugar de marginalidad dentro del Instituto, considera que su rol es ejercer oposición y confrontación directa a los sectores industriales.

Cuando CO aparece en una asamblea nunca pasa desapercibido: de barba, sombrero brasilero y botas, su apariencia se destaca. Su imagen resulta atractiva para los medios de comunicación de la provincia ya que en su presencia se puede identificar un "hombre de campo". Es posible que CO sea consciente de ello.

El acompañamiento de su esposa ARO, quien también es ingeniera agrónoma, ha sido fundamental para él. Se ha podido constatar que las conversaciones con ella sobre temas yerbateros y su respaldo son muy importantes en el perfil del liderazgo de CO ya que en el tiempo que CO participó de la mesa del directorio del INYM en un cargo de suplente, los gastos de viáticos no le fueron cubiertos por la institución. Pero ARO considera sustancial continuar ocupando ese lugar: "a mí me afecta la salud, pero CO, yo veo que se lo banca, entonces yo le dije ‘si vos te bancás… a ustedes les costó sangre, sudor y lágrimas ocupar ese lugar, entonces no aflojen ni bajo el agua’" (Oberá, 9 de agosto de 2010).

ARO se encarga de la administración de la casa en Oberá, pero también participa de manera activa en APAM. Ella es una persona muy temperamental, con lo que incluso potencia el discurso confrontativo de su esposo. Hablando con ambos es posible identificar matices comunes. Estas son palabras de ARO, pero bien podrían ser las de su esposo CO:

Y a mí me revienta la injusticia, es algo que yo no me banco y esa tomada de pelo como yo te digo, yo le digo a CO siempre, porque desde el primer tractorazo, antes de que vinieron a ofrecerle autos, cheques, puestos… ellos creen que todo el mundo tiene precio y que vos estas pensando solamente en vos y no es así, uno quiere la solución para todo el sector" (ARO, Oberá, 9 de agosto de 2010).

ARO y CO tienen una trayectoria común vinculada a la militancia universitaria, que es parte de los recursos que CO dispone como militante y dirigente. Es decir, eso hace a su experiencia y también a su legitimidad a la hora de ser un representante gremial; pero a diferencia de CO, ARO es mucho más crítica sobre la viabilidad del modelo productivo capitalista y se inclina por el desarrollo de propuestas de la agroecología. Es sumamente interesante observar las discusiones entre ambos, ya que plantean puntos fundamentales vinculados a los diferentes modelos de desarrollo: la sustentabilidad, la capacidad de producción, las formas de uso del suelo, la comercialización y el uso de agroquímicos, entre otros temas que se encuentran en confrontación y discrepancia.

CO también tiene experiencia en espacios político-partidarios: fue candidato a diputado provincial por Argentinos por una República de Iguales (ARI) e, incluso, conoce personalmente y tiene buena relación con varios funcionarios y legisladores oficialistas y opositores; con alguno de ellos hasta guarda una relación de amistad. "La historia te va llevando" -dice para explicar las afinidades afectivas en un campo de antagonismo político (Oberá, 17 de marzo de 2010). Estas redes de afinidad con algunos actores ubicados en posiciones de poder que tiene CO (como también varios dirigentes y colonos) permiten, en determinadas coyunturas, acceder a información valiosa para su organización, y además, muchas veces, resolver problemas de la vida cotidiana.

c) RA, la dirigenta mujer

Al momento de la realización del trabajo de campo, RA era secretaria de la APAM, tarea que desempeñaba de manera prolija. Es una mujer joven, hija de colonos, casada con un hombre de profesión camionero y sin hijos.

En los últimos años ha cumplido un rol fundamental en la organización, ya que ha sido una de las principales dirigentes que sostuvo el largo tractorazo de 2007. Ella realizó sacrificados viajes a Buenos Aires para gestionar ante las autoridades nacionales cuestiones vinculadas a la política agraria yerbatera, como por ejemplo el pedido de creación del mercado consignatario concentrador de la materia prima. "Fui sola a Buenos Aires para luchar por el mercado consignatario. Dormí en Retiro, en cualquier parte"-sostiene.

Fue una de las dirigentes más entrevistadas por los medios durante el Tractorazo de 2007 y, luego de ello, acompañó a CO y HS en la mayoría de las acciones. Desde su incorporación, RA asumió las tareas burocráticas de la organización (por ejemplo, es la encargada de las actas de las asambleas) pero además aprendió rápidamente cómo desenvolverse como representante de un grupo y como comunicarse con los medios. Acompañando a HS y CO, desarrolló habilidades para expresarse con la claridad que requiere el rol dirigencial.

En sus declaraciones a la prensa, RA posiciona la cuestión de la demanda de los precios de la yerba mate con un registro de denuncia de un acuerdo entre el poder político y el económico. Esta cuestión también está presente en los discursos de los otros dirigentes. Se trata de un tema que resulta atractivo para los medios de comunicación.

La hipótesis que formulamos, en este sentido, es que en el contexto de fragmentaciones políticas partidarias de la provincia que prácticamente diluyó a la oposición con la conformación del Frente Renovador de la Concordia (una alianza entre justicialistas y radicales que viene gobernando Misiones hace más de una década), este tipo de discursos confrontativos cobran relevancia en la escena porque cuestionan el modelo productivo y la forma de gestión del gobierno nacional y provincial. Sin embargo, comprobar esta hipótesis excede a las posibilidades del presente artículo.

Respecto a la participación de las mujeres en la política gremial, la colona ARO opina que son pocas las mujeres que participan y que RA se encuentra en un lugar privilegiado porque no tiene hijos:

Hay poca gente. Esta señora que te digo que era re-loca, pero no sé si hace ese análisis político. Ella medio que se deja llevar. Le decís "¡vamos a tiramos del techo porque esto es lo que viene bien ahora!" y se tira con vos. No analiza nada. RA es de hierro, pero ella está en la mejor posición porque RA no tiene hijos, no tiene gallinas, ni perros, ni nada más que pino y yerbal. El marido es grande, está medio enfermo pero de última también la acompaña (ARO, 9 de agosto de 2010).

Por lo que se observa en el testimonio de ARO, la dirigencia también cae en una división sexista del trabajo que complica la participación de las mujeres. No obstante, ella intenta acompañar la lucha con los recursos que están a su disposición:

Capaz que si yo no tenía chicos podría acompañarlo mucho más a CO; pero mientras él está en la ruta yo estoy en casa con los chicos. Cuando podíamos íbamos todos, incluso a veces hasta los amiguitos de los chicos se iban. ¡Vamos todos al piquete! (ARO, 9 de agosto de 2010).

ARO identifica como un problema el "machismo" predominante del colono, que recluye a la mujer al ámbito de la casa:

Por lo menos es lo que se deja ver, a pesar de que a veces en la casa es la mujer y ella está todo el día ahí. El hombre está en la chacra y en la casa es ella la que gobierna todo, pero no deja su machismo de lado. A lo mejor se sienten disminuidas, no saben qué decir (ARO, Oberá, 9 de agosto de 2010).

RA, mujer, colona y dirigente agraria, resultó una construcción novedosa para los medios de comunicación que, rápidamente, la situaron en la escena mediática como una referente. En el semanario La Provincia aparece una entrevista realizada a la dirigente en el Día de la Mujer: "Siempre vamos a tener que luchar por algo"(12 de marzo de 2010). Sucede que la gran mayoría de los dirigentes agrarios son hombres; este tema resulta interesante para explorar en futuras investigaciones.

La descripción de la dirigencia que realizamos en función del argumento apunta a identificar aquellas características que disponen los dirigentes en las dos direcciones: la que estrecha a la dirigencia con sus representados y la que los convierte en actores privilegiados para ocupar la escena en relación con los medios de comunicación. Estas dos direcciones o dimensiones son fundamentales para comprender la acción política de APAM.

Cada uno de estos dirigentes, a lo largo de sus trayectorias, ha afianzado lazos con los colonos yerbateros a los que representan en sus comunidades, pero también ha sabido hallar un lenguaje y una forma de presentarse y aparecer en la escena pública. En el caso de HS se trata de una narrativa que busca interpelar a las audiencias más allá de los colonos yerbateros: "Estamos en la universidad, tenemos que plantearnos la ciencia, la tecnología, ¿para quién? ¿Para la empresa, como en este momento, o para el hombre?" (Posadas, 24 de marzo de 2010). Por su parte, CO se reivindica como opositor a las posiciones predominantes en el INYM que sienten que no responden a los intereses de los colonos: "La única piedra en el camino del INYM soy yo" (Oberá, 17 de marzo de 2010), y RA se construye como la "mujer luchadora", imagen que los medios de comunicación han contribuido a forjar.

La construcción que realizan los medios de comunicación es importante, en tanto que ejercen influencias que actúan sobre un "campo de las audiencias" (Scott, Benford y Snow, 1994) que se compone de observadores no comprometidos, aunque algunos de ellos puedan responder o informar sobre los acontecimientos que presencian. El "campo de las audiencias" está en estrecha relación con las resonancias que puedan tener las demandas de los actores sociales a través de sus estrategias y prácticas mediáticas.

Cuando los medios de comunicación abordan temas yerbateros, la APAM es uno de los actores que más aparece y sus dirigentes son de los más entrevistados. La "demanda de mejores precios para la yerba mate" es, por lejos, el tema más importante por la frecuencia en la que aparece en las notas periodísticas pero también por el lugar de relevancia en el que se las encuadra.

Las declaraciones de los tres dirigentes de la APAM aparecen citadas con frecuencia con tono de denuncia, demanda e intimación. A menudo sus voces están ubicadas en recuadros y con fotos, en los titulares, y también en las primeras líneas, volantas, bajadas y copetes. Otros temas que aparecen en relación con la APAM son la disconformidad con el INYM, sus autoridades y su directorio, las expresiones de desagrado hacia la fiscalización y el no cumplimiento de los precios oficiales, las posibilidades de realización de acciones colectivas y las demandas y gestiones por el mercado consignatario, entre otros temas.

 

5. Estrategias y recursos para la acción política.

El objetivo de las siguientes líneas es analizar algunas estrategias que forman parte de la identificación que ejerce la dirigencia de APAM y que son utilizadas en determinados momentos como recursos para la acción contenciosa. Llamamos "estrategias" a aquellas prácticas que surgen en algunas ocasiones de manera espontánea y en otras de modo planificado, que se reiteran como formas de instalar demandas del sector colono yerbatero en la opinión pública buscando interpelar a las audiencias en los medios de comunicación y generar nuevas legitimidades en el marco de una disputa política.

a) Usos de los medios de comunicación

Desde su surgimiento en el año 2001, la APAM se concibió como una organización en estrecha relación con los medios de comunicación. Esta organización asume el rol de un enunciador activo que establece diálogo con los medios con el objeto de instalar las demandas de los colonos yerbateros en la escena pública.

Durante los tractorazos las familias de los colonos yerbateros que permanecieron en las chacras estuvieron pendientes de las informaciones generalmente difundidas por la radio, ya que en aquel entonces no había tantos teléfonos celulares, con lo que había dificultades para la comunicación directa. "Todo el día estábamos pendiente de la radio" (RS, colona esposa de un dirigente, Oberá, 20 de marzo de 2010); "hubo momentos en que yo estuve muy preocupada porque sabía por la radio que había problemas en la plaza y yo no conseguía comunicarme con él y nuestra hija era bebé, usaba pañales todavía" (ARO, colona de APAM, Oberá, 9 de agosto de 2010).

Con la mediatización de la protesta, el espacio político se reconfiguró en un diálogo en la alternancia de dos escenarios: la plaza y los medios de comunicación. Los medios de comunicación sirvieron de nexo entre las chacras y la plaza 9 de Julio de Posadas. Desde un primer momento, la prensa observó la ruptura de la cotidianeidad en el espacio público generada por la ocupación por parte de productores que viven y trabajan en el campo. La plaza del centro de la capital misionera, la 9 de Julio, se presentó como el lugar legítimo para la realización de los tractorazos, por su ubicación estratégica que favorece a la llegada de los medios. En cada protesta los acontecimientos de la plaza ocuparon un lugar importante en la agenda de los diarios provinciales. La narración de los hechos se presentó en las tapas o en las primeras páginas, en espacios extensos y con fotografías, incluso a color.

Esta ruptura de la cotidianeidad llama la atención sobre dos cuestiones: a) la relación entre el campo y la ciudad: los actores del campo se desplazan hacia la ciudad; b) la tensión que se genera respecto a la "propiedad" y el "uso" del espacio público (en este caso la plaza 9 de Julio) lleva a los actores que protestan a reforzar sus argumentos en función de obtener aceptación a la hora de ocupar la plaza. Sobre esto último, podemos ver cómo durante la retirada de la manifestación de la protesta de 2002, que duró cincuenta y tres días, en sus discursos los dirigentes piden disculpas a los ciudadanos posadeños: "Quiero pedirles disculpas a Posadas por haber perturbado el normal funcionamiento y agradecerles el cariño y la solidaridad que nos han brindado" (El Territorio, 20 de julio de 2002).

Cuando se revisan las diferentes notas periodísticas se observa que el tono que asumen los dirigentes es contencioso, tal como lo muestran los siguientes fragmentos: "APAM acusa al senador Torres de ‘poner palos en la rueda’" (Primera Edición, 6 de mayo de 2008); "La producción perderá casi 200 millones de pesos según la APAM" (Primera Edición, 12 de mayo de 2008); "APAM pedirá que la sindicatura realice una auditoría al INYM" (Primera Edición, 8 de enero de 2010).

En el año 2009, durante una reunión de precios que se realizó en el mes de marzo en el INYM, CO salió disgustado por las decisiones que se habían tomado y en una entrevista radial dijo que había "200 mil razones" por las cuales los directores habían decidido ese precio, "claudicando sus principios". De esta manera, sugería que los directores titulares de la producción habrían aceptado dinero para acordar un precio para la materia prima. CO sabía de antemano con qué periodista hablaba, sospechaba cómo se haría el recorte de su testimonio y suponía qué consecuencias tendría la entrevista en los demás medios de comunicación. Poco después todos los medios estaban buscándolo para intentar continuar la polémica.

Algo similar ocurrió a principios del año 2010. Luego de que el precio de la hoja verde se definiera en $0,67 el kilo, CO salió de la reunión del directorio del INYM muy enojado. Todos los periodistas que estaban allí aguardando saber qué valores se habían decidido, se aproximaron al dirigente de la APAM con sus cámaras, grabadores y micrófonos. Firme, CO dijo a la prensa: "El INYM firmó el acta de defunción de los productores" y, con esta misma frase, la mayoría de los medios tituló la noticia.

Tiempo después, en los pasillos de su casa mientras era entrevistado en el marco del trabajo de campo de esta investigación, CO recordaba orgulloso esta anécdota como quien concretara una hazaña. CO conocía las fuerzas de sus palabras y la potencialidad de su discurso como recurso político. Con la interacción con los medios de comunicación, CO aprendió sus tiempos y lógicas. Él tiene una intuición de cómo debe dirigirse a los medios e incluso sabe cómo debe formular la oración para que la misma sea tomada como titular.

Otra cosa que pudimos comprobar analizando la documentación interna de la organización y cruzándola con las noticias publicadas en los diarios, es que en muchas oportunidades las noticias de los periódicos fueron generadas por los mismos dirigentes a través de comunicados de prensa. La fuerza que tienen los diarios provinciales no radica en sus lectores directos sino en la posibilidad de influir en la agenda de los demás medios de comunicación. Lo que sale publicado en un diario será replicado por todos los demás medios de comunicación durante el día, con lo que, si la dirigencia de APAM consigue posicionar su reclamo en un titular y más aun en la tapa de un diario, el mismo titular será reiterado por diferentes medios de la provincia durante todo un día o incluso más.

La hipótesis que formulamos es que los dirigentes de APAM disponen de una intuición sobre cómo relacionarse con los medios de comunicación que no surge en forma espontánea y fortuita sino que es parte de los conocimientos que ya disponían los dirigentes en tanto lectores regulares de los periódicos y también por el hecho de haber alcanzado estudios superiores. Esos conocimientos se transformaron en herramientas estratégicas, estrategias políticas que les han permitido posicionar su discurso en la escena pública en condiciones específicas.

El colono dirigente tiene una noción de qué cosas debe decir para que sus palabras sean retomadas con relevancia por los medios de comunicación, y cada uno de los dirigentes de APAM se ha armado su propia agenda de contactos, ya que conocen a los periodistas y tienen sus números de teléfonos y correos electrónicos.

b) Visibilización de su "imagen de colonos"

Cuando fue el segundo tractorazo, cuando llegaron a Alem, la policía había hecho una barricada y no los dejaban pasar frente a la tabacalera. Se agarraron a manguerazos y palazos que fue ahí donde el [HS] perdió su gorra, ¡su gorra sagrada! Después de eso yo le hice unas cuantas gorras a él, de verano y de invierno porque al [HS] no le pueden faltar gorras, como a [CO] no le puede faltar sombrero. Así que le hice unas cuantas gorras después de eso (ARO, Oberá, 9 de agosto de 2010).

Como hemos visto en el punto anterior, captar la atención de los medios de comunicación para conquistar la escena pública es importante, en la medida en que allí se disputa poder, en función de las legitimidades que se construyen y se reproducen en relación con los temas políticos. Ello resulta aun más importante para una organización de colonos que, por su situación de aislamiento en las zonas rurales, corren el peligro de desaparecer en la invisibilidad de las chacras, sin posibilidades de dar a conocer sus problemas.

Desde su misma imagen, la dirigencia de APAM es diferente a la del resto de los dirigentes agrarios. La barba tupida, boina o sombrero, botas en ocasiones, alpargatas en otras, cinto de cuero y eventualmente pañuelo en el cuello podrían identificar al "hombre de campo", pero esa imagen no es propia de los referentes de las demás organizaciones agrarias de la provincia.

En las ocasiones en que hay asambleas o reuniones de dirigentes yerbateros o dirigentes agrarios, fácilmente se puede identificar a los dirigentes de APAM, pues resaltan por su forma de vestir; pero en los tractorazos, cuando cientos de colonos tomaron la plaza 9 de Julio, se ha podido constatar que muchos colonos lucen prendas similares a las de sus dirigentes.

También con sus cuerpos los dirigentes ejercen la representación. Así también lo entienden otros referentes, como SP, dirigente cooperativista quien, al referirse a los colonos de APAM, señala: "Los dirigentes de APAM son arquetipos, usan barba y sombrero. La imagen tiene que ver. Ellos tienen calle, se movilizan, así consiguieron movilizar a la gente. Por eso hay que respetarlos" (Eldorado, 9 de diciembre de 2009).

Intentar interpelar a partir de una imagen implica, para la dirigencia colona, exponer el cuerpo. Con la exposición de sus cuerpos durante los tractorazos los colonos yerbateros apuntaron a interpelar al campo de las audiencias, mostrando su fragilidad (sobre todo de los más ancianos) y construyéndose como "trabajadores" en situación de "pobreza" para lo que fue muy importante mostrar las deterioradas maquinarias en el espacio urbano que sirvió de "vidriera" (Ramírez, 2005).

Didier Fassin señala que las ciencias sociales han privilegiado los estudios del cuerpo como realidad social, pero se han dedicado menos al análisis de los usos políticos del cuerpo. Este autor se interesa por abordar el uso de los cuerpos en escena y las palabras de quienes "no tienen sino esa única verdad para hacerse valer en un determinado momento de su historia" (Fassin, 2003: 50).

En cambio, en el análisis que hacemos sobre la imagen, el uso del cuerpo del colono yerbatero es una entre otras estrategias que se ponen en juego en la acción política. El cuerpo masculino de los colonos está dotado de un reconocimiento social que entra a formar parte de una configuración de una narrativa de legitimidad, que es compleja porque se compone de elementos y recursos que forman parte del pasado y del presente de los colonos.

En una oportunidad la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), que dice representar a los peones rurales, utilizó una foto de CO como tapa de su revista "Pregón Rural", año VI, número 41, marzo de 2007. En la tapa aparece CO vistiendo una camisa de trabajo color celeste; tiene las manos en la cintura, su tradicional sombrero oscuro y su barba tupida que resalta. Detrás se pueden ver plantaciones de té.

Según comentó CO, la foto pertenece a una capacitación en la que participaron personas de diferentes organizaciones. Al ver su fotografía en la tapa de la revista de la UATRE, CO se enfureció. El enojo de CO fue tal que luego de ir a la oficina de la UATRE en Posadas, intimarlos y amenazarlos con una demanda por el uso de su imagen sin su consentimiento (la fotografía podría afectar a las relaciones entre el dirigente CO y los colonos representados), escribió con lapicera roja en el bolsillo de la camisa que llevaba en la fotografía de la tapa la palabra "APAM", como si no soportara la idea de que se lo asociara con otra organización fuera de la suya.

Así, en las historias cotidianas vemos que se libran batallas simbólicas en las que se juegan reconocimientos y legitimidades. En la utilización de la fotografía del dirigente colono CO no hay sólo una imagen fuera de contexto sino también una puja entre dos gremios antagónicos que representan a actores opuestos, que tienen asimetría de recursos económicos y que disputan la escena pública y el reconocimiento social.

Estas batallas simbólicas, que muchas veces pasan desapercibidas, se suceden en simultáneo con disputas en el plano institucional (por ejemplo en el INYM, donde estos mismos referentes de diferentes gremios se encuentran sentados negociando en una mesa dentro de un marco estatal) y también en la escena pública, con la intervención de los medios de comunicación.

Cabe aclarar que aquí no se piensa lo estético como un conjunto de rasgos inmóviles sino como la posibilidad de articular una imagen con una condición social; pero los dirigentes de la APAM no se diferencian del resto de los referentes del sector productivo únicamente por su imagen sino también por una postura contestataria frente a las determinaciones del INYM y el accionar de las demás organizaciones. Todo esto forma parte, también, de una misma disputa por la representación política de los colonos -qué es un colono hoy, qué condiciones aseguran su persistencia- que se da en términos políticos y económicos pero también simbólicos y que se despliega frente al Estado o a la industria y las demás organizaciones agrarias.

Tanto en las acciones colectivas como en las noticias en los medios de comunicación, la imagen de los colonos de APAM se articula con la demanda de "precio justo": imagen y consigna pasan a referir a una misma demanda. Por eso, al referirnos a la imagen del colono yerbatero estamos hablando de una estética de la política, en la medida que también allí se juegan, tejen y disputan relaciones de poder. La imagen del colono yerbatero junto a la demanda de "precio justo" y "dignidad para la familia yerbatera" constituyen una narrativa que apunta a establecer una definición sobre la realidad.

La imagen del colono de APAM constituye un capital simbólico en la medida en que implica una posibilidad de reconocimiento en el campo económico y político. Laestética de lo político, una producción no intencional, forma parte de la construcción de identificaciones y se pone en juego como recurso en las disputas políticas, en este caso específico, en la disputa por ser colono.

Ese ser colono que viste como "hombre de campo", que pide un "precio justo" y "dignidad para la familia yerbatera" inscribe una demanda política específica: ser considerado "productor" de alimentos y no sujeto marginal de políticas sociales. Reclama al Estado ser considerado como actor central del modelo de desarrollo de la provincia, como lo fue a principios del siglo xx, en los tiempos de la colonización y el "oro verde".

Ese ser colono se reivindica como "trabajador sacrificado", narrativa a la que se aferra principalmente en los momentos de acción colectiva, intentando de esa manera distanciarse de otros actores como los "desocupados" o los "piqueteros" que eligen los mismos espacios públicos para protestar. La identificación como trabajador sacrificado de la chacra que se moviliza a la ciudad forzado por la situación se vuelve más importante aun cuando la protesta se extiende en el tiempo (recordemos que los tractorazos llegaron a durar meses) ante el riesgo de ser naturalizados y absorbidos por el paisaje de la ciudad.

En síntesis, ¿por qué pensamos que la imagen debe ser tenida en cuenta a la hora de hablar de estrategias de acción política? Porque la imagen interpela en las dos direcciones antes mencionadas: en primer lugar, ejerce un relacionamiento entre los dirigentes y las bases en términos de proximidad y reconocimiento social; y en segundo lugar, la imagen de los colonos y de sus tractores derruidos es tomada por los medios de comunicación como símbolo de la lucha yerbatera, lo que se ha podido constatar en el análisis del corpus periodístico que se ha conformado con más de un centenar de noticias que hablan de la yerba mate. En la mayoría de las oportunidades, cuando se ha habla de conflictos yerbateros, aparece la fotografía de los colonos de APAM ilustrando esas notas.

 

6. A modo de cierre

Los colonos yerbateros de la zona centro de Misiones y, más específicamente, aquellos sobre los que la APAM asume representación, forman parte de una clase media rural que resiste a un proceso de descapitalización y pauperización que compromete la reproducción del sector a nivel biográfico. El surgimiento de la APAM como actor político debe entenderse como una expresión visible de denuncia y resistencia al proceso de subordinación del colono que se profundizó con la desregulación de los años 1990s.

El análisis de sus formas de acción política apunta a identificar algunos problemas a los que se enfrenta el colono yerbatero en el escenario actual. La APAM, con su demanda de "precio justo", defiende un modelo que estuvo vigente durante años: productores de pequeña y mediana escala que, individualmente, venden yerba mate a establecimientos industriales y pueden, con ello, asegurarse la subsistencia e incluso acumular capital. No obstante, esta modalidad del "colono clásico" se encuentra en vías de desaparición.

Las relaciones de antagonismos que se tejen dentro del complejo yerbatero se insertan, a la vez, en un proceso más amplio: la pérdida de la importancia de la yerba mate con respecto a otras actividades como, por ejemplo, la foresto-industria.

Así, en las últimas dos décadas se produce un desplazamiento del modelo tradicional productivo de Misiones, históricamente asociado a la yerba mate. Dicho proceso es más evidente en el norte provincial y en el Alto Paraná, donde el sector empresarial acrecentó su control sobre los medios de producción (la tecnología) y la tierra. La yerba mate pasa a ser, así, un producto secundario en relación con otros modelos hegemónicos (en el plano nacional, el modelo sojero exportador y, en el provincial, la industria forestal).

Los colonos yerbateros se resisten al proceso de desplazamiento anteriormente mencionado mediante estrategias económicas y políticas. Estos colonos que viven de la renta de cultivos tradicionales no resultan beneficiarios directos de ninguna de las líneas de financiamiento del Estado y se resisten, por diferentes motivos, a tomar las alternativas disponibles de reconversión productiva.

Finalmente, se realizó una descripción de la dirigencia de la APAM y sus prácticas a fin de entenderlos en términos de acción política. La articulación de una estética y de un discurso específico (confrontativo y de demanda) permite ejercer una diferenciación simbólica sobre las demás concepciones de lo que el colono yerbatero "debería ser". Todo ello forma parte de una misma disputa por la representación, que se da en términos políticos y económicos pero también en un plano simbólico. La imagen y el discurso forman parte de una narrativa del colono sobre los sufrimientos, los padecimientos, el sacrificio y el trabajo alrededor de un cultivo tradicional de Misiones.

 

Agradecimientos

En memoria de los maestros Leopoldo Bartolomé y Enrique Martínez.

 

Notas

1. En Ramírez (2011b) se desarrolla una conceptualización de los "rituales de protesta" como un tipo de ritual político que constituye una puesta en escena materializada en el espacio público a partir de fuertes convenciones simbólicas en el plano de la discursividad y de las prácticas sociales.

2. En el trabajo de Ramírez (2014) se desarrolla una hipótesis sobre las relaciones de continuidad y ruptura entre las organizaciones tradicionales y contemporáneas que dicen representar a los colonos en Misiones.

3. Para conocer acerca del funcionamiento del INYM puede consultarse el texto de Ramírez (2013) La acción del Estado en una economía regional desplazada. Acerca de las conflictivas relaciones de los actores que intervienen en el complejo de la yerba mate.

4. Un análisis detallado de esta protesta se puede encontrar en Ramírez (2005) De las chacras a la plaza: el tractorazo el 2002 en Misiones.

5.El trabajo de Malczewski (2009) El Tractorazo. La protesta yerbatera en Misiones desarrolla en detalle la descripción de esta protesta.

6. En los documentos de 2010 presentados a personería jurídica se encontraban registrados como miembros de APAM alrededor de cincuenta productores de la zona centro. Actualmente el INYM registra un total de dieciocho mil seiscientos 18611 productores. www.inym.org.ar/inym/imagenes/Estadisticas/Estractos_por_has.pdf. APAM continúa siendo reconocida como la organización con más peso y legitimidad en la escena pública.

7. La visión sobre cómo debe realizarse la comercialización distancia a los colonos de APAM de la postura de los mercados alternativos, las denominadas "Ferias Francas" que lleva adelante el Movimiento Agrario de Misiones (MAM).

 

Bibliografía

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Fuentes

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Ediciones electrónicas: periódicos varios de los años 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010.

www.misionesonline.net

www.noticiasdecalle.com.ar

www.territoriodigital.com

www.primeraedicionweb.com.ar

 

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