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Cuadernos de antropología social

versión On-line ISSN 1850-275X

Cuad. antropol. soc.  no.48 Buenos Aires nov. 2018

 

RESEÑA BIBILIOGRÁFICA

Las metamorfosis del gaucho. Círculos criollos, tradicionalistas y política en la provincia de Buenos Aires 1930-1960

Casas, Matías Emiliano. (2017). Las metamorfosis del gaucho. Círculos criollos, tradicionalistas y política en la provincia de Buenos Aires 1930-1960. Prometeo Libros, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 300 pp., ISBN 978-987-574-819-4

Silvana Villanueva1

 

1 Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN). Centro Interdisciplinario de Estudios Politicos, Sociales y Juridicos (CIEP), Facultad de Ciencias Humanas. Tandil. Argentina. Correo electrónico: villanuevasilvana1@gmail.com

 

 

Desde fines del siglo XIX, el gaucho fue referenciado −en distintos momentos y por diferentes actores− como el baluarte del ser nacional argentino. Características de su figura fueron enaltecidas en la literatura y se transformaron en comportamientos, acciones y atribuciones que delimitaron la esencia de la identidad nacional. Las metamorfosis del gaucho. Círculos criollos, tradicionalistas y política en la provincia de Buenos Aires 1930-1960 constituye un aporte de gran valor para dilucidar el proceso mediante el cual se fue erigiendo esta referencia, mediante el estudio que allí se realiza de los mecanismos de construcción, de circulación y en las disputas que, en torno al gaucho, se edificaron en el período que se extiende entre 1930 y 1960.

Matías Emiliano Casas considera que la institucionalización del Día de la Tradición en la provincia de Buenos Aires, en 1939, resulta de vital importancia para dar cuenta del principal interrogante que modela su trabajo: ¿el aval político que recibió la figura del gaucho con la nueva legislación provincial conllevó a aunar los criterios sobre la interpretación de su figura o abrió nuevos campos de disputa? Al entender del autor, en el período de tiempo estudiado "se produjo un resurgimiento gauchesco impulsado por la intervención de las políticas gubernamentales −provinciales primero, nacionales después− que oficializaron la figura el gaucho como emblema nacional" (Casas, 2017, p. 17), pero esa institucionalización estuvo acompañada de importantes disputas en torno a este personaje y sus atribuciones. Su análisis dialoga con otros trabajos que han abordado las representaciones sobre el gaucho, pero principalmente con la obra El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna, de Adolfo Prieto, quien considera que la reproducción de los tópicos criollistas empieza a disminuir en la década del veinte.

Para dar cuenta de los distintos mecanismos que fomentaron la referencia al gaucho como baluarte de la tradición nacional en el período posterior a los años veinte −pero principalmente a partir de 1930− adquiere esencial importancia, para el autor, el estudio de instituciones que a su entender fueron clave en la construcción y divulgación de las prácticas gauchas: los centros tradicionalistas. Estas instituciones funcionaron como puntos de encuentro de sectores de la Iglesia católica, las Fuerzas Armadas, de los partidos políticos y del ámbito educativo.

El relato de Casas está acompañado por múltiples imágenes que acompañan el final de cada uno de los capítulos. Estas fuentes ilustran de manera significativa los medios utilizados en la divulgación de esta imagen, como publicidades, recortes periodísticos, fotografías de desfiles y celebraciones que retratan de manera contundente lo descripto en cada apartado.

El recorrido para desentrañar las metamorfosis que fueron sufriendo dichas representaciones se inicia en este trabajo con una aproximación a los personajes que, desde la literatura, fueron diagramando las principales características que aquellas asumirían. Santos Vega, Juan Moreira, Martín Fierro y Don Segundo Sombra (quien, a entender del autor, constituyó un complemento ideal para la representación del gaucho que se quería imponer en los años treinta) son considerados claves para entender el imaginario que poco a poco fue configurándose en torno al hombre de las pampas. A estas primeras interpretaciones se suma el reimpulso dado en el contexto del Centenario de la Revolución de Mayo por intelectuales como Manuel Gálvez, Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones, quienes, en distintos escritos y referencias, posicionaron al gaucho formando parte de las reivindicaciones nacionalistas. Al entender de Casas, las novelas gauchescas moldearon las características de las representaciones sobre el gaucho y marcaron el ritmo de sus metamorfosis, ya que las elaboraciones propuestas desde la literatura fueron resignificadas en las manifestaciones artísticas que convocaban a públicos diversos, como el carnaval y la música. En función de esta afirmación, se adentra en el análisis de las formas en que el gaucho y las tradiciones criollas fueron referenciados en publicaciones periódicas, pero también en actividades artísticas como el carnaval y el baile del pericón, así como en los usos que de su imagen se hicieron para la comercialización de productos por medio de la publicidad.

La recurrencia a la imagen del gaucho, así como a sus distintas características que visualiza en la década del treinta, permiten al autor abrir el camino para adentrarse en el análisis de la institución del Día de la Tradición, que se realizó en la provincia de Buenos Aires en el año 1939. La oficialización del gaucho estuvo acompañada por la expansión de las experiencias asociativas de los grupos tradicionalistas. La evocación de un pasado común, de una tradición nacional, era entendida por sus organizadores como una condición necesaria para purificar a la sociedad. Especial mención en este accionar merece la Agrupación Bases, cuya historia Casas ha reconstruido exhaustivamente, además de analizar su relevancia en la circulación de las tradiciones criollas, y especialmente por su iniciativa en instituir por ley el Día de la Tradición.

Más adelante afirma el autor que, durante la década del treinta, los círculos criollos experimentaron un auge en número, funcionamiento, consolidación y expansión, impulso que, como fuera mencionado, lejos de desacelerarse, se consolidó luego de la proclamación oficial de la efeméride. Esas asociaciones se constituyeron como bastiones de la vida gauchesca, no sólo en los escenarios camperos, sino principalmente en las ciudades próximas a la Capital Federal. Casas se adentra en la vida institucional de dos de esos círculos criollos para echar luz sobre su importancia como pilares sobre los cuales se mantuvo el culto al gaucho y a la tradición rural: el Círculo Criollo "El Rodeo" −fundado en 1939 en la localidad de Santos Lugares (partido de San Martín, al noroeste del conurbano bonaerense) − y el Circulo Criollo "Martín Fierro", de la localidad de Jáuregui (al oeste de la provincia de Buenos Aires).

Las reivindicaciones promovidas desde las asociaciones tradicionalistas tuvieron su correlato oficial en las intervenciones políticas. La pretensión de consolidar su figura como símbolo de la argentinidad fue confirmada por distintos sectores políticos. Como ilumina Casas en su investigación, la representación del gaucho fue objeto de disputas partidarias que pretendieron dirimir su adhesión ideológica. El autor se adentra particularmente en las que construyeron socialistas, conservadores, radicales y peronistas sobre este personaje. Se detiene en el período peronista para dar cuenta de las medidas gubernamentales que promulgaron la ligazón identitaria entre peronistas y gauchos, cuando estos últimos fueron identificados con el colectivo trabajador, y su figura fue utilizada para revalorizar el criollismo como expresión cultural autóctona. Como corolario de esto, en 1948 y por decreto presidencial, se nacionalizó la efeméride del 10 de noviembre que, como se dijo, había sido institucionalizada en la provincia de Buenos Aires a fines de la década del treinta.
El autor entiende que a partir de este momento se produjo, por un lado, la nacionalización del gaucho, y por otro, una peronización de la Fiesta de la Tradición.

Para finalizar su trabajo, indaga en la interacción que se produjo entre los círculos criollos y otras instituciones de gran relevancia en la sociedad, como la Iglesia católica, las Fuerzas Armadas y distintas escuelas. En su análisis, destaca que este vínculo recíproco −que se manifestó tanto en lo institucional como de manera individual (por ejemplo, con la participación en calidad de socios de miembros de las Fuerzas Armadas en los círculos criollos estudiados) − permitió la difusión de las prácticas gauchas y la persistencia de ellas. Ilustrativo de estos vínculos son las descripciones que el autor realiza sobre la reivindicación del culto mariano de los gauchos, que se traduce, por ejemplo, en las peregrinaciones a la Virgen de Luján, en la reconstrucción del vínculo entre el gaucho y la actividad militar (el gaucho soldado, el gaucho milico), la organización de visitas escolares y las participaciones artísticas de los representantes de los círculos criollos en las celebraciones que organizaban las cooperadoras escolares.

Las metamorfosis del gaucho. Círculos criollos, tradicionalistas y política en la provincia de Buenos Aires 1930-1960 reúne los resultados de distintas investigaciones y producciones académicas que Matías Emiliano Casas ha ido elaborando en torno a las representaciones sobre el gaucho y nos permite visualizar, fundamentalmente, un estado de la situación distinto al presentado por Adolfo Prieto. Por ejemplo, la preeminencia que la divulgación de las tradiciones criollas adquiere en los años treinta y en las décadas posteriores, situación que se cristaliza con la institución, primero provincial y después nacional, del Día de la Tradición. Lejos de sedimentar los debates sobre la identidad nacional y la figura del gaucho, este período se caracterizó por la proliferación de nuevas disputas alrededor de la relación de estos elementos. Por otra parte, el recorrido que se realiza en el trabajo de la vida interna de los círculos criollos da cuenta de la relevancia que estos mantuvieron en el período, en la propagación de las tradiciones criollas (específicamente de la figura del gaucho) en las distintas esferas de la sociedad, trascendiendo los cambios de gobierno.

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