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Intersecciones en antropología

versión On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol.  n.1 Olavarría ene./dic. 2000

 

Las formas familiares de producción en el agro, características y persistencia en el contexto local. El caso de la pampa bonaerense

Alicia G. Villafañe

Alicia G. Villafañe: NuRES Núcleo Regional de Estudios Sociocultural, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Antropología Social. NuRES Núcleo Regional de Estudios Socioculturales Av.del Valle 5737 (B7400JWI) Olavarría. Argentina - Email: avillafa@soc.unicen.edu.ar - alivilla@satlink.com

RESUMEN

Este trabajo analiza la heterogeneidad de situaciones que presentan las formas familiares de producción en el agro pampeano. Su objetivo es mostrar que la organización del trabajo basada en la familia, junto con ciertos rasgos o características de los productores, han contribuido a la persistencia de los mismos en el complejo contexto globalizado actual. Para lograr ese objetivo, describimos brevemente los efectos de las políticas económicas tanto a nivel global como en el sector agrario. Posteriormente categorizamos las explotaciones agropecuarias en el contexto local de acuerdo a cómo combinan los distintos factores de producción y sus estrategias productivas. En este análisis encontramos que lejos de lo que comúnmente se supone, una "lógica familiar" en el manejo de una explotación no siempre esta asociada a la extensión de la misma. Asimismo señalamos la aparición de "nuevos actores sociales" en el agro. En el trabajo de campo se utilizaron técnicas cuantitativas y cualitativas, sobre una muestra de 65 explotaciones de diversas características. En 1989-1990 se aplicó una encuesta estructurada sobre la muestra. De 1990 a 1999 se siguió la trayectoria de las explotaciones, de los productores y de sus familias utilizando entrevistas abiertas y observación participante. El trabajo concluye mostrando cuáles productores se mantuvieron a través de las profundas transformaciones de estos últimos años y porqué.

ABSTRACT

This paper examines the changes, which occur at the level of family forms of production in the Pampa region (Argentina). The objective is to describe the heterogeneity of situations that family farms experience at the moment. These situations, as well as certain features or characteristics of individual farmers, have contributed to the persistence of family farms in the complex globalized context. In order to achieve this objective, first focusing on economic adjustments affecting the global economy in the last decade, the paper examines the impact in the agricultural sector. Next, it is described the diversity of situations which agrarian family farms find themselves in the local context. The farms are categorized according to the way that organized the different production factors and follow diverse strategies. In this analysis we find that far from what is supposed, the "family logic" in the management of the farm is not associated to the size of them. Also, we describe the emergence of "new social actors" in rural context. This study was carried out through the use of quantitative and qualitative techniques. In 1989-1990 we carried out a structured survey in a random sample of 65 farms, while in the following years, 1990-1999 we followed the trajectory of the farms, of the producers and their families using open-ended interviews and participant observation. The paper concludes by examining which farmers are surviving the changes brought about by globalization and why.

1. INTRODUCCIÓN

     En varios países de la Unión Europea, así como en Canadá y Estados Unidos, las family farms se han constituido en la forma de producción dominante en la agricultura, asegurado por años una parte decisiva de la producción de alimentos, tanto para el consumo interno como para la exportación.

     Aunque el dominio histórico de una forma de producción en algunas sociedades las hace parecer casi como un fenómeno "natural", no debemos olvidar que las mismas constituyen un hecho social y que como tal no responde a una necesidad histórica absoluta (Jean y Stanek, 1987).

     En el caso de la Argentina y, concretamente en lo que se denomina la región pampeana1, las "grandes estancias" y las explotaciones que organizan la producción basándose en la mano de obra asalariada, son las que aparecen históricamente como dominantes.

     Sin embargo, a través del tiempo2, las formas familiares fueron implantándose, transformándose, asumiendo distintos roles y características lo que les permitió abrirse camino, resistir y permanecer en el complejo esquema del agro pampeano.

     Este trabajo tiene como objetivo describir, a partir de los resultados del trabajo de campo, la heterogeneidad de situaciones que puede abarcar la forma familiar de producción en la actualidad. Éstas, como ciertos rasgos o características de los productores, han contribuido para que esta forma de producción haya permanecido en el actual contexto globalizado.

     Para alcanzar el objetivo planteado y de acuerdo a nuestra concepción teórica-metodológica que exponemos en el punto 3, primero señalamos brevemente las transformaciones globales y sus consecuencias a nivel local. A continuación describimos la diversidad de situaciones y características de las formas familiares de producción en el contexto local, estableciendo cinco categorías de acuerdo a la forma en que organizan los diferentes factores de producción e implementan diversas estrategias. Asimismo y como consecuencia del contexto en el se ha desenvuelto la actividad en estos últimos años en el país, observamos el surgimiento de "nuevos actores en el agro". Finalmente analizamos cuáles de esas formas familiares persisten en el actual contexto socioeconómico.

2. TRANSFORMACIONES GLOBALES Y CONSECUENCIAS LOCALES

     La problemática que estamos planteando no puede ser comprendida si no se la incluye en el contexto de los procesos que caracterizan diferentes etapas de desarrollo del capitalismo mundial y su correspondiente régimen de acumulación de capital. Estos procesos han producido transformaciones en las sociedades locales, marcadas diferenciaciones regionales, marginando y segmentando espacios geográficos y amplios sectores sociales.

     El agro pampeano se incorpora al mercado mundial abasteciendo a los países en proceso de industrialización de materias primas y alimentos. En la década del 30' de este siglo, el modelo agroexportador de la Argentina entra en crisis y pierde vigencia.

     A nivel del comercio internacional, principalmente a partir de la Segunda Guerra Mundial, la agresiva política agroexportadora de los Estados Unidos, posteriormente de la Comunidad Económica Europea y actualmente de la Unión Europea, va dejando a los países de las características del nuestro, sin sus antiguos mercados.

     Actualmente, un nuevo orden agroalimentario mundial ha surgido bajo las órdenes de los mecanismos e instituciones de regulación global, como el FMI, Banco Mundial, GATT, que reestructuran los sistemas de la postguerra (McMichael y Mhyre 1991).

     En el caso de América Latina estas transformaciones adoptan formas dramáticas por la imposición por parte de los organismos internacionales de la implementación obligada de políticas de ajuste para pagar la deuda externa a cambio de no bloquear el flujo financiero a estos países.

     En el caso de Argentina en el sector agropecuario se puede observar lo siguiente:

     - A nivel del mercado mundial lo que Lattuada y Renold (1999) denominan "detrimento de las relaciones de intercambio entre productos primarios y elaborados". Este proceso se profundiza tanto por la política proteccionista de los países desarrollados3, como por la aparición de nuevos productos elaborados, debido al cambio tecnológico, que sustituyen el uso y demanda de productos primarios agropecuarios (Lattuada y Renold 1999).

     - A nivel del mercado interno marcadas modificaciones en la demanda de alimentos, según estratos sociales. El sector de la población de alto poder adquisitivo, consume productos procesados, con mayor valor agregado incorporado (Lattuada y Renold 1999). Como son los congelados frutihortícolas, las comidas congeladas y snacks, que son producidas por sectores en los cuales se ha efectuado la mayor inversión de capitales extranjeros en los últimos años en el país. Además, alimentos naturales como frutas y hortalizas (excluida la papa), carnes en general y lácteos. Los estratos de bajos ingresos se orientan al consumo de pan, pastas y cereales; carnes (principalmente vacuna de cortes de bajo precio) y papa (Ghezán y Mateos 1999).

     - Disminución de los ingresos de los productores de productos primarios. Vinculado con lo anterior, en un contexto de producción agropecuaria industrializada, donde las máximas posibilidades de ganancia se dan en los productos procesados-diferenciados, "los productores que sólo participan de la producción primaria, constituyen el segmento de la cadena que tiene la menor participación en el valor final del producto" (Lattuada y Renold 1999).

     - Irrupción de los hipermercados transnacionales, imponiendo sus normas de comercialización y precios en todos los rubros. En el sector de carnes esta situación se hace evidente debiendo el productor ajustarse al tipo de res solicitado, que a veces no coincide con el que está produciendo, pagándosele un precio menor al esperado.

    - Endeudamiento crítico de los productores agropecuarios. La tasa de endeudamiento "anormal", es decir, de créditos que no se pagan o se pagan de forma irregular del sector agrícola ganadero era en el período 91-93 del 58,1% (Banco Central de la República Argentina, Boletín Estadístico, 1994). En el período 97-98 el índice bajó al 25% por planes de refinanciamiento que realizó el Banco Nación, el cual otorga al campo el 44% de los créditos (Diario La Nación 24- 10-1998). Esta situación se agrava con el alto costo del crédito en la Argentina. Recientemente, en enero de 1999 se establece un impuesto que gravó los intereses bancarios con el 15%. Como ejemplo, un dirigente rural "señaló que la tasa de los préstamos en dólares del Banco Nación, que es del 12,5%, pasa a ser en los hechos del 14,7% " (Diario Clarín 2/1/99). A ésto se agrega el deterioro de los precios de los productos primarios, tanto a nivel interno como en lo externo, como subrayamos más arriba.

    - Aumento de la presión fiscal. Se establece el nuevo Impuesto a la Renta Presunta y se aumenta el Impuesto a las Ganancias del 33 al 35%.

3. LAS FORMAS FAMILIARES DE PRODUCCIÓN AGRARIA.

3.1. Antecedentes

    El destino como las características de las formas domésticas de producción en el agro ha dado lugar a clásicas discusiones en el pasado (Chayanov 1973; Marx 1965; Lenin 1973, 1975; Kautsky 1970; Wolf 1966) y se ha convertido en tema de renovado interés en el presente.

     Algunos sostienen su desaparición, como los partidarios de la hipótesis de "disappearing middle" (U.S. Department of Agriculture 1981, Edwards 1985, citados por Buttel y LaRamée 1991).

     Otros subrayan la capacidad de adaptabilidad de esta forma de producción que le ha permitido permanecer bajo diferentes formas genéricas a través del tiempo. En este sentido, podemos distinguir los trabajos sobre las "family farm" norteamericanas de Buttel (1982, 1991); de Jean y Stanek (1987, 1992) para la sociedad canadiense; para el caso francés los de Lamarche (1992) y Billaud (1987); para Brasil los estudios de Brumer y Baudel Wanderley (1992).

     En el caso argentino a partir de los años 60 se desarrolla en los niveles académicos un intenso debate sobre las explotaciones familiares. Inicialmente la cuestión estaba enmarcada en cuál era el "tipo de unidad más deseable para la expansión agraria" (Murmis 1988). El centro de la discusión, en la región pampeana en particular, fue el papel de la explotación capitalista terrateniente en la expansión de la producción agrícola, confrontándola con las explotaciones generadas a partir de una base familiar.

     Se llevaron a cabo una serie de investigaciones sobre la viabilidad estructural de este tipo de explotaciones y se confrontaron criterios para diferenciar esta forma social de producción de la forma "campesina", categorizándola como "familiar capitalizado" o "farmer" debido a su capacidad de acumulación de capital (Vessuri 1974; Archetti y Stölen 1975; Borro y Achinelli 1975; Bartolomé 1974).

    En años recientes surge nuevamente un creciente interés por el destino de esta forma de producción. Numerosos investigadores las consideran en diferentes ámbitos productivos y áreas geográficas, abordándolas desde diversos enfoques teóricos y metodológicos (Barsky 1988; Tort 1983; Tort et al. 1988; Mascali 1992; Ringuelet et al. 1992; Cloquell y Trossero 1992; Trinchero 1992; Balazote y Radovich 1992).

     Actualmente lo que se discute en distintos ámbitos, académicos y políticos, es que explotaciones agropecuarias son las "sobrevivirán" en un contexto globalizado.

     Algunos plantean que sólo podrán adecuarse a las nuevas reglas de juego las explotaciones agropecuarias que posean altos montos de capital, capacidad para obtener financiamiento y no tengan una situación de endeudamiento crítico, así como posibilidades de capacitación de sus recursos humanos y alto grado de gerenciamiento (Obschatko 1994).

     Para Lattuaday Renold (1999) la pequeña producción agropecuaria debe reconvertirse para responder a casi la "única vía de crecimiento sectorial el rubro de los productos procesados-diferenciados, con mayor valor agregado y destinado a una población con alto poder adquisitivo y mayores exigencias en calidad, presentación, etc." Esta reconversión debe ir acompañada en las condiciones de un mercado globalizado, que tiende a una agricultura industrializada, por "organizaciones económicas que puedan ser competitivas en ese escenario. En este sentido, las cooperativas se constituyen probablemente en una de las pocas opciones para conservar o aumentar su participación en el ingreso sectorial" (Lattuada y Renold 1999, lo destacado es mío).

     Por otra parte, desde el Estado a mediados de la década de los '90 se establece el Programa Federal de Reconversión Productiva para la Pequeña y Mediana Empresa Agropecuaria (Cambio Rural). El destinatario del programa según Lombardo y Tort (1999), está definido en el título del programa y se lo caracteriza con "... muy pocos indicadores cuantitativos o medibles objetivamente: un intervalo de ingreso neto generado por la explotación original y una superficie mínima, relativa al sistema agropecuario en que ella se encuadre. Nada se especifica en cuanto a la organización del trabajo, la orientación productiva, el destino de la producción o la existencia de otras fuentes de ingreso" (lo destacado es mío). La responsabilidad operativa recae en el INTA, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y los gobiernos provinciales y asociaciones de productores realizan conjuntamente el se guimiento y evaluación del programa. "La estrategia de intervención de Cambio Rural consiste en fortalecer el trabajo en grupos de productores para considerar diferentes formas de organización e identificar alternativas de acción que permitan superar la crisis económica" (INTA-SAGyP, 1994 citado por Lombardo y Tort 1999). Para ello se apoya al productor en el aspecto técnico y se lo orienta en el acceso a fuentes de financiación4.

     En los trabajos de Obstchatko (1994) y Lattuada y Renold (1999), como en los documentos en que se basa el programa "Cambio Rural" implementado por el gobierno, la forma en que organizan la producción los productores agropecuarios no aparece como un elemento importante a considerar en la capacidad de permanencia de las explotaciones agropecuarias en el contexto actual.

3.2. Aspectos teóricos

     Chayanov (1974) fue uno de los primeros autores que analizó las unidades basadas en la mano de obra familiar poniendo énfasis en las motivaciones o la lógica de los productores agrarios. Lo hizo para dar cuenta de ciertos comportamientos de los mismos que eran incomprensibles para los promotores agrarios. El problema radicaba en que determinados productores, en este caso los campesinos rusos, se comportaban de manera distinta a lo que ellos esperaban. Con el fin de comprender el funcionamiento de las unidades basadas en el trabajo familiar, Chayanov construye una teoría que se apoya en la peculiar lógica o motivación del productor "campesino". Este tendería principalmente a satisfacer las necesidades de existencia de la familia "el total de beneficios materiales absolutamente esenciales para la mera existencia de la familia" (Chayanov 1974: 47-48).

    Como se desprende del análisis que efectuaremos más adelante no podemos considerar a los productores familiares pampeanos como motivados exclusivamente por la reproducción de la fuerza de trabajo, en este caso la familia. Sin embargo este aspecto constituye uno de los elementos distintivos de la lógica de estos productores.

    F. Buttel (1982) se ocupa de otro tipo de explotaciones basadas en el trabajo familiar, las "family farm" norteamericanas, centrándose en sus aspectos estructurales e históricos. Para Buttel (1982) las 'family farm' como productoras independientes de bienes de consumo es una forma de producción, que se desarrolla y está subordinada al modo de producción capitalista, pero que se diferencia de otras formas de producción en que no se basa en el trabajo asalariado.

    Como lo señala Buttel (1982) las "family farm" jugaron un rol determinante en el desarrollo del capitalismo en los EEUU. Durante el proceso de industrialización de ese país se constituyeron en proveedoras de alimentos baratos y también satisfacieron la demanda de obreros que la industria urbana requería, debido a que por su disposición a incorporar tecnologías ahorradoras de mano de obra, expulsaba a la población rural hacia las ciudades.

     Buttel (1982) reconceptualiza a las "family farm" (f.f.) como "productoras independientes de bienes de consumo"..."en la que los productores son dueños de los medios de producción, contratan poca mano de obra o ninguna (es decir, la mayor parte de la mano de obra es proporcionada por el productor individual o por la familia del productor) y los bienes de consumo se intercambian por dinero que se utiliza para abastecer la mayor parte de la subsistencia o medios de vida de la familia... " (la traducción es mía).

     Cuando Buttel (1982) da cuenta de los factores que le permiten a este tipo de explotaciones adaptarse a períodos de inseguridad económica subraya un elemento que podemos considerar como indicativo de la motivación o de la lógica del 'farmer': la de preservar un modo de vida que proviene de su gran arraigo a la tierra y su amor por el trabajo rural. Asimismo, considera que la permanencia de esta forma de producción en el agro, en particular la cercana prevalencia universal de las 'family farm' sugiere que no puede ser explicada solamente por causas culturales o ideológicas. Se puede decir según este autor, que hay tendencias intrínsecas a la agricultura que causan que la producción doméstica sea o se convierta en una forma "normal" aún en las economías avanzadas donde la gran concentración, la producción oligopólica prevalece en todas las ramas de la producción (Buttel y La Ramée 1991).

     A los efectos de su análisis, cualquier unidad económica agropecuaria puede ser descripta como 'un sistema' que lo podemos definir como "la manera cuantitativa y cualitativa de combinar la tierra, la fuerza de trabajo y el capital..." (Chayanov 1974). En consecuencia consideraremos las distintas formas de organizar el proceso productivo de acuerdo a como se combinen los distintos factores:

     Recursos: que en sentido amplio incluirían los elementos tierra y agua en calidad y extensión.

     El Capital: que provee de herramientas o medios de producción con los cuales se actúa sobre los recursos.

     Según Chayanov (1974) la formación del capital y su renovación en una unidad económica familiar depende del grado de satisfacción de las necesidades básicas familiares. "Cuando las necesidades elementales están lejos de ser satisfechas no se puede pensar en limitar el consumo y destinar una suma considerable a la formación de capital" (1974: 238).

    Buttel (1982) cuando analiza las family farm, subraya que su capital "es en parte capital de consumo y en parte capital productivo". La casa, la camioneta y la huerta son obvios ejemplos de bienes de consumo. Por otra parte la tierra y otro capital productivo tienen utilidad como objetos de consumo por el hecho que este tipo de trabajo es un negocio y un "modo de vida".

     Trabajo: de los miembros de la sociedad que utilizando los medios de producción que pueden ser de diferente magnitud, obtienen el producto. La mano de obra es uno de los elementos organizativos de un proceso de producción.

     Asimismo, para analizar una unidad económica familiar debemos considerar el volumen de la actividad económica (Chayanov 1974) de la misma. Que implica todas las formas de actividad económica que desenvuelve la familia, tanto actividades agropecuarias (agricultura ganadería, granja, etc.) como también toda aquella que implique un ingreso complementario (trabajo en otras explotaciones, trabajo con maquinarias, etc.).

3.3. Metodología

     Como lo hemos expresado las formas familiares de producción permanecen y parecen mantenerse en casi todo tipo de sociedad así como en el agro pampeano. Este hecho puede explicarse por ciertas tendencias estructurales intrínsecas a la producción agropecuaria a las cuales se acomodaría esta forma de producción (Buttel y La Ramée 1991).

     Una explicación que complementaría la anterior tiene que buscarse en los mismos actores, que han generado y mantienen con una lógica propia, formas familiares de organizar la producción que responderían a esas tendencias estructurales de la producción agropecuaria y que les dan gran poder de adaptabilidad en situaciones cambiantes como las actuales.

     Pretendemos dilucidar la motivación o lógica que la actividad económica tiene para los farmers sin partir de supuestos acerca de la misma, a través del análisis e interpretación de sus decisiones y comportamientos concretos, de sus múltiples relaciones y actividades. Un abordaje de este tipo requiere la inmersión en el medio estudiado por un período prolongado, que tiene como objetivo no sólo relevar la información necesaria, sino principalmente cargar o darle sentido a la misma.

     La discusión que planteamos en este trabajo, tiene como base la exposición de parte de los resultados obtenidos en un programa de investigación que estamos realizando sobre las recientes transformaciones en el agro pampeano. Especialmente un estudio de caso en el cual consideramos la trayectoria en los últimos quince años de un grupo de productores agropecuarios de la zona central de la provincia de Buenos Aires5, cuyas explotaciones tienen distintas características—de acuerdo a trabajo, capital, extensión y estrategias productivas— y en los cuales observamos las transformaciones que han ido desarrollando o sufriendo en este crítico período.

     La unidad de análisis es el productor y su familia y la explotación como unidad económica productiva que puede estar compuesta por una o varias parcelas ubicadas en distintas regiones y con diferentes regímenes de tenencia, arrendadas o en propiedad. Los grupos que operan las explotaciones agropecuarias familiares serán considerados con un enfoque relacional, es decir, teniendo en cuenta las vinculaciones con otros actores sociales y sectores socioeconómicos (comercial, laboral, financiero, sindical, etc.).

     Mediante la utilización de técnicas cuantitativas y cualitativas —observación no estructurada y estructurada, entrevistas abiertas y encuesta cerrada estudiamos una muestra constituida por 65 explotaciones extraídas al azar de la Encuesta Agropecuaria de la Provincia de Buenos Aires. En el año 1989-1990 se aplicó la encuesta cerrada y en los años sucesivos se realizó el seguimiento de la trayectoria de las explotaciones, de los productores y sus familias a través de entrevistas abiertas y observación participante.

    Una última etapa, en curso, es aplicar nuevamente la encuesta cerrada a la misma muestra de explotaciones6. Esto implica que al finalizar nuestra investigación hayamos realizado un análisis diacrónico comparativo de la situación de las explotaciones en el período 1987-1999.

4. FORMA FAMILIAR DE PRODUCCIÓN Y CARACTERÍSTICAS EN EL CONTEXTO LOCAL

4.1. El Modelo ganadero

     De acuerdo a nuestra posición teórica-metodológica expuesta en el punto anterior efectuaremos una categorización de los productores de acuerdo a como organizan los distintos factores de producción y encaran diversas estrategias.

     Para hacer comprensible este proceso, así como la selección de indicadores que efectuamos para la categorización, previamente describiremos brevemente el modelo ganadero debido a que ésta es la actividad predominante en la zona que estudiamos.

     Para la cría de ganado los modelos tecnológicos difundidos combinan el manejo del rodeo con el de pasturas. Tienen como finalidad aumentar la receptividad de animales por hectárea, retener los animales el mayor tiempo posible manteniendo su engorde y controlar todos los factores sanitarios que puedan incidir en la obtención de un animal sano y fuerte. Un grupo de estas técnicas implican una mayor proporción de inversión de capital por hectárea, por ejemplo: implantación de pasturas artificiales, verdeos, fertilización, aguadas, apotreramientos, etc. Otras se refieren a la forma de criar los animales como por ejemplo estacionar el servicio, destete temprano, etc.

     Estos modelos fueron difundidos a todos los productores por igual sin tener en cuenta sus características y las de sus explotaciones, como tampoco las relaciones existentes entre ellos.

     En la zona en que hemos llevado a cabo nuestro trabajo, encontramos criadores de ganado, invernadores puros, ganaderos que efectúan el ciclo completo de cría y engorde de los animales y productores que realizan tanto ganadería como agricultura.

     Las distintas etapas del ciclo productivo ganadero requieren campos de diferentes aptitudes. La primera etapa es la "cría" de terneros, que generalmente se realiza en las tierras de peor calidad. El criador puro, vende "el ternero al destete", de unos nueve meses con un peso de 170 kg., a otros ganaderos que continúan su engorde.

     Los ganaderos que pueden retenerlos más tiempo porque tienen pasturas artificiales o mejores pastos efectúan la "recría" que es llevar el animal a un peso mayor, 240 a 260 kg. en dieciocho meses. Estos terneros o son comercializados en el mercado local para su consumo o son adquiridos por los "invernadores" que en campos de mejores aptitudes o con pasturas permanentes, los llevan a un peso de más de 400 kg. según la raza, en unos veintiocho meses.

     En el caso que el ganadero debido a las características de su explotación pueda efectuar el ciclo completo, es criador e invernador de su propia producción.

     El productor que posee campos aptos para la invernada generalmente realiza también agricultura.

4.2. Características de los productores agropecuarios y de sus explotaciones

     Deseamos señalar la heterogeneidad de situaciones que engloba el concepto de "forma familiar de producción". Aunque tienen en común cierta forma de funcionamiento, se diferencian según sus condiciones objetivas de producción, superficie, grado de mecanización, nivel técnico, capacidad financiera y, de acuerdo a ésto, variará su capacidad de reproducción, su capacidad de apropiarse de mayores medios de producción y de desarrollarlos y, por lo tanto, de permanecer en el actual contexto socio-económico.

     Con el objeto de analizar y categorizar los productores de acuerdo a la forma en que organizan la producción definiremos operacionalmente los conceptos que hemos expuesto en el marco teórico.

     Recursos: extensión y aptitud de la tierra: para el conjunto de explotaciones de la muestra distinguimos cuatro niveles de extensión de acuerdo a la cantidad de hectáreas de diversa aptitud agrícola ganadera. Para estandarizar la medición, ya que consideramos explotaciones con diferentes proporciones de calidad de suelos7, se partió del supuesto que en actividades ganaderas la generación de excedentes esté asociada más a la dotación animal que a la superficie. Los niveles de corte se traducen en términos de dotación animal, eligiendo como unidad el 'equivalente vaca' (EV). Los valores hallados quedan expresados en unidades de superficie y se considera, de acuerdo al modelo elegido, que una (1) hectárea ganadera es igual a 0,73 EV y una (1) hectárea agrícola a dos (2) EV.

     Al categorizar las explotaciones de esta manera no tenemos en cuenta solamente la cantidad de hectáreas sino también la calidad de la tierra. Esta circunstancia es imprescindible para poder comparar explotaciones con diversa aptitud de suelo.

     Las categorías de Extensión y Aptitud de la tierra, estandarizada de acuerdo a los criterios descriptos más arriba son:

E1: hasta 360 has.
E2: 361 ha. - 850 ha.
E3: 851 ha. - 1680 ha.
E4: 1681 ha. - a más

     Capital: para diferenciarlas de acuerdo a este factor tuvimos en cuenta las Mejoras, la Dotación animal, las Pasturas permanentes y no permanentes. Seleccionamos estos indicadores por estar vinculados al paquete tecnológico para ganadería, actividad predominante en la zona.

     Mejoras: Indice estandarizado (0-10) elaborado de acuerdo a la poseción de las mejoras consideradas elementales para la producción de bovinos. Se distinguieron tres niveles:

     0 - 4; 4,1 - 6,9; 7 - 10.

     Dotación Animal: cantidad de animales de diverso tipo que posee la explotación. Para estandarizar se utilizó un índice de normalización de los distintos tipos de animales que se poseen a su "equivalente en vacas" E.V.= Equivalente vaca. (Elaborado por INTA, 1982; 1984).

     Pasturas permanentes o artificiales: cuatro niveles según el porcentaje de superficie ocupada por pasturas permanentes o artificiales: 0- 10%, de 11 a 30%; de 31% a 50 %, 51% a +.

     De acuerdo a la combinación de estos tres indicadores ubicamos a las explotaciones en cuatro niveles de Capital: C1, C2, C3, C4.

     Trabajo: en cuanto al tipo de trabajo aquellas en las que tanto el trabajo físico, como el control y administración están en manos asalariadas, T 3; de las que algún miembro de la familia está comprometidos con el trabajo en la explotación, T 2 y las que la mayor parte del grupo doméstico efectúa trabajos en la explotación, T 1. Hay un grupo de explotaciones que debido a la pérdida de todo su capital o porque sus dueños son tan viejos que no pueden trabajarlas, o debido a otros motivos, han sido arrendadas en su totalidad, las consideramos en la categoría T 0.

     Consideramos que organizan familiarmente la producción, aquellas explotaciones en que al menos un miembro de la familia está comprometido en tareas físicas, de control y administración (T2) y aquellas en que la mayoría del grupo doméstico realiza esas tareas (T1).

     En el trabajo de campo encontramos casos de explotaciones de grandes extensiones (más de 1000 has.) y con gran capacidad de acumulación de capital, donde la familia ejercía el control de la misma, la administraba y aportaba gran parte del trabajo físico. Además, ante situaciones que significaban la pérdida del trabajo "familiar" en la explotación, se planteaban abandonar la actividad. La decisión era explicada en estos términos:

     "A la tierra la tiene que trabajar uno, por que al bien propio se lo pone dedicación"

     "Cuando mi hijo estaba por terminar la secundaria le pregunté que iba a hacer. Si se iba a la Universidad, yo ya sabía que tenía que hacer con el campo, porque nadie cuida lo que no es suyo..."

     "Cuando me fuí a la universidad, al poco tiempo mi viejo me llamó, me dijo que volviera que me necesitaba en el campo..."

     Generalmente se utiliza la categoría "pequeño o mediano" productor, asimilándola a la de "farmer" o a la del productor que organiza de forma familiar la producción.

     Al respecto queremos observar que "pequeño o mediano" productor es una categoría estadística, no un concepto teórico (Buttel y La Ramée 1991). Como bien señala Buttel una categoría estadística poco nos dice de las relaciones sociales que implica.

     Nosotros consideramos que esos "grandes productores" organizan de forma familiar la producción independientemente de la extensión de sus explotaciones. Queremos subrayar entonces que la "lógica familiar" en el manejo de una explotación no está asociada a la extensión de la misma.

     Si relacionamos la combinación de los factores de producción que efectúan los productores, con las actividades que realiza la familia en su conjunto y que constituirían el volumen de la actividad económica familiar, tendríamos una comprensión mayor de la heterogeneidad de situaciones que comprenden las formas familiares agrarias en el contexto local estudiado. Estas actividades son:

     . Las actividades ganaderas (ovinos, bovinos, porcinos); cría, recría, invernada. Indicadores: Ganadería: E.V. y E.V / Ha; Pastura permanente %; Area arrendada a otros para ganadería.

     . Las actividades agrícolas: Indicadores: Área Cultivada (%); Area arrendada a otros para agricultura

      . Las actividades de subsistencia: huerta, aves de corral, frutales

     . Las actividades que proveen ingresos a través de la utilización de algunos de los factores de producción, pero no en la producción agropecuaria en sí, y que:

     Comprometen el factor tierra: dan en arriendo a terceros parte de la explotación.

     Autoexplotan el factor trabajo, ya sea vendiendo su fuerza de trabajo a cambio de una atribución económica o canjeándola por la utilización de algún bien como tierra o maquinarias.

     Utilizando el capital en maquinarias, trabajando con maquinarias propias por tarifa o a porcentaje como contratista.

     Estas actividades están destinadas a cumplir ciertas finalidades y a lograr ciertos objetivos que la familia determina. Estos objetivos y finalidades están referidos a la lógica o motivación de estos productores familiares.

     De acuerdo a lo anterior, es que hemos ubicado a las explotaciones agropecuarias en los siguientes tipos:

     a. El grupo al que denominamos Compañías Familiares, está constituido por productores que trabajan extensiones que están por encima de las 850 has. y con grandes inversiones de capital. Generalmente pertenecen a dos o tres hermanos que no han dividido la tierra y la trabajan en conjunto. En ocasiones alguno de ellos tiene trabajos urbanos, son profesionales o comerciantes (productores part-time) y se ocupa del control de la explotación junto con el miembro de la familia que si se dedica full-time a la misma.

     La explotación es trabajada y administrada por miembros de la familia y además tienen personal asalariado, sobre todo para manejar los equipos de maquinas agrícolas cuando la mano de obra familiar no es suficiente. En general tienen estrategias de expansión "tomando" tierra para efectuar mas ganadería (Tabla 1. Caso 1a) o más agricultura (Tabla 1. Caso 2a). Los que "toman" tierra para agricultura son "contratistas" de maquinarias y "chacareros" 8.


Tabla 1: Compañías Familiares

     En los últimos años ha aumentado la participación de los miembros del grupo familiar en el trabajo en la explotación, por una parte debido a la necesidad de aumentar los controles sobre el proceso de producción debido a la reducción de los márgenes de ganancia o porque se han quedado sin trabajo en la ciudad. Casos similares han sido estudiados en la región pampeana (Tort 1983; Tort et al. 1988).

     b. Otro grupo de productores que podemos describir como, Explotaciones agropecuarias familiares, estrategia productiva mixta e intensiva manejan explotaciones de menor extensión que las anteriores y un alto nivel de inversión en capital. Estos farmers son "dadores" de tierra para realizar agricultura, ceden de un 20 o 30% de su tierra " a porcentaje", es decir dan a cultivar su tierra a otro productor que posee equipos de labranza y se reparten el producto de la cosecha con él (Tabla 2). El resto de la tierra la dedican a la ganadería. La mano de obra es familiar, aunque en todos los casos no está comprometida la totalidad del grupo doméstico en el trabajo en la finca y algunos de su miembros viven en la ciudades cercanas. Inclusive existen varios casos de productores de este tipo, de origen agrario, que han puesto carnicerías en los pueblos cercanos donde venden su propia producción. Esto les permite obtener mejores ganancias sobre sus animales que vendiéndolas a un intermediario.


Tabla 2: Explotaciones agropecuarias familiares, estrategia productiva mixta e intensiva

     Tanto estos productores como los que describimos en la categoría anterior, son los productores mas innovadores, consideran que producir "más y mejor" es la solución para los problemas del sector. Sin embargo, nos relatan el desaliento y la desorientación que sufren frente a las variaciones de la demanda de un mercado que no pueden preveer y sobre el cual no tienen el menor control "me gasté 80.000 dólares en aplicar el "feedlot", ahora viene el del frigorífico y me dice que no, que quiere novillos a pradera, novillos livianos, que al supermercado no le gusta que tengan demasiada grasa".

    Estos "productores innovadores" tenían una visión crítica sobre lo que les transferían los técnicos, pero parecen estar perdiendo la valoración de su conocimiento. La actitud crítica se veía reflejada en las primeras entrevistas que tuvimos diez años atrás. Cuando hablábamos sobre "cómo manejaba su campo", me contestaban, identificándome con un "técnico" lo que suponían que yo quería escuchar. Luego cuando entrábamos en confianza, expresaban lo que ellos hacían en realidad "Me dicen que destete a los 6 meses, ellos lo pueden hacer (refiriéndose a los técnicos que realizaban esa experiencia en las instalaciones del INTA) por que si el ternero estornuda hay diez veterinarios que lo atienden, yo aquí solo, en el medio del campo, hasta que llega el veterinario se me muere el ternero, yo sigo destetando a los nueve meses" y tenía razón, así me lo confirmaban veterinarios que conocían el medio.

     c. Un tercer grupo que describimos como Explotaciones agropecuarias familiares ganaderas, producción para el mercado y para autoconsumo, uso intensivo del trabajo familiar tienen tierras de inferior calidad que los anteriores pero han realizado una alta inversión de capital para desarrollar la ganadería bovina de forma intensiva (Tabla 3. Caso 1c) y varias han adoptado producciones alternativas como la cría de porcinos (Tabla 3. Caso 2c).


Tabla 3: Explotaciones agropecuarias familiares ganaderas, producción para el mercado y para autoconsumo, uso intensivo del trabajo familiar

     Cuando la familia continúa viviendo en el campo o por lo menos el matrimonio, mantienen las actividades para la subsistencia de la familia, huerta, granja y ganado ovino. Cuando se produce un excedente en estas actividades es canjeado por otros productos en almacenes o entre los vecinos. También llegan a comercializarlo en comercios del lugar.

     En general, organizan la producción de forma intensiva con un alto grado de autoexplotación de la mano de obra familiar, por ejemplo, realizando trabajos en otras fincas, como cuidadores, realizando changas, manejando las máquinas ajenas o alquilando y manejando las propias, etc. Situaciones similares vinculando estas actividades a complementar el ingreso doméstico han sido estudiados en otras zonas (Mascali 1992).

     Estos productores agropecuarios, así como a los que nos referíamos anteriormente, han generado una diversidad de estrategias para afrontar períodos de inseguridad económica o de crisis, que tienen como objetivo tanto la reproducción de la familia como la de la explotación. En función de estos objetivos, la mayoría de los productores incorporan nuevas actividades que nos son las promocionadas por el sistema económico dominante, algunas en muy pequeña escala y adaptan el paquete tecnológico difundido a las características de su explotación y a sus necesidades familiares9.

     d. Un cuarto grupo al que hemos denominado "productores retirados" es aquel que la familia ha debido arrendar la mayor parte de la tierra, ya sea por falta de capital o porque los dueños son muy viejos y no hay jóvenes que trabajen la tierra (Tabla 4). Generalmente la familia se ha reservado la casa más algunas hectáreas donde tienen un pequeño rebaño de animales. En algunos casos se está observando la vuelta de los jóvenes al hogar paterno debido a que han perdido su trabajo en la ciudad o en otros campos. Las consecuencias de este proceso aún no han sido estudiadas con detenimiento.


Tabla 4: Productores retirados.

     e. Explotaciones que no se reproducen, existen productores que han debido arrendar la totalidad de la tierra y la familia ha migrado dejando el campo. Hay siete explotaciones en estas condiciones T0, C1, E1.

4.3. El endeudamiento de los productores agropecuarios

     Ya hemos dicho que uno de los mayores problemas en el sector agrario pampeano es el endeudamiento de los productores. En el caso de los productores con los que estamos trabajando, en el año 1990 declaraban que tenían deudas 18 productores, es decir, un 27,7%.

     Considerando las categorías que describimos más arriba, donde se concentra el más alto porcentaje de productores endeudados es en la b., el 72% de los mismos. Como ya lo indicamos, éste es un grupo que se caracteriza por las grandes inversiones que han efectuado en mejoras, ganado, etc. con el objeto de aumentar su producción. Si tomamos como indicador el E.V/ha., Equivalente vaca por hectárea, podemos afirmar que ese objetivo se ha logrado ya que es de más de 0.96, considerado por los técnicos como muy bueno para este tipo de campos.

     El mismo comentario se puede efectuar para los productores de la categoría c. El 21 % de ellos está endeudado. Esos productores tienen un alto porcentaje de sus campos con pasturas permanentes, un índice de mejoras de 7 a 10 y un equivalente vaca por hectárea de más de 0,96.

     Es decir, que los productores más "innovadores" de acuerdo a los técnicos son los que más comprometido tienen su patrimonio.

     El endeudamiento de estos productores no sería preocupante si las ganancias que ellos percibieran les permitieran pagar sus créditos. La tasa de intereses de un crédito común en la Argentina es del 20 al 22% mensual en dólares y un crédito hipotecario para el campo puede llegar a conseguirse al 11% de interés mensual. Como indicamos anteriormente, debido a nuevos impuestos, "la tasa de los préstamos en dólares del Banco Nación pasa a ser en los hechos del 14,7%." (Diario Clarín 2/1/99).

     Entre enero de 1991 y diciembre de 1994, la relación entre el índice agropecuario de precios mayorista varió un 79%, mientras que para igual período el costo de la intermediación financiera fue del 380%. En ejemplos concretos esto significa que una deuda bancaria que en marzo de 1990 significaba 'un camión de novillos', unos 35 novillos, en febrero de1994 implicaba '9,7 jaulas de novillos', más de 339 novillos; es decir, diez veces más a valor de igual producto.

     Estas circunstancias ha obligado a varios productores a vender todo el ganado para pagar las deudas y arrendar la tierra o a tener que vender sus explotaciones o parte de ellas. Muchos lo han hecho a actores que no pertenecían al medio rural o a la actividad agropecuaria.

4.4. Los Nuevos actores rurales

     Hemos observado en nuestro trabajo de campo como en trabajos de otros investigadores (Lombardo y Tort 1999; Craviotti 1999; para señalar algunos), la aparición de un sector nuevo de "medianos o pequeños" propietarios que poco tienen que ver con los farmers. Son profesionales, comerciantes, dirigentes políticos que con el excedente de su actividad han comprado los campos de los que tuvieron que vender. En el caso de la muestra que estamos trabajando, las siete explotaciones que señalamos en e. como Explotaciones que no se reproducen, más otras tres de la d., Productores retirados, que estaban endeudadas y arrendadas en una gran proporción, han sido compradas por este nuevo tipo de actor rural.

     Su fuente de ingresos no es la explotación agropecuaria y de hecho efectúa continuos aportes de capital obtenido en el desarrollo de su principal actividad. Por lo tanto, sus posibilidades de mantenerse como productores agropecuarios, así como la forma en que van a organizar la producción, las estrategias productivas adoptadas y su posición frente a las innovaciones tecnológicas estarán fuertemente determinadas por esta situación.

5. CONCLUSIÓN

     En puntos anteriores nos hemos referido a la situación crítica en la que se encuentran algunos sectores de productores. Esta es reconocida tanto por el Estado, a través de la implementación del programa "Cambio Rural", como por investigadores de las cuestiones agrarias (Lattuada y Renold 1999; Obstchatko 1994; Lombardo y Tort 1999, para nombrar sólo algunos) que a su vez efectúan reflexiones acerca de las posibles alternativas que tienen estos productores. Pero en general, el debate en mayor o menor medida lo refieren a la "reconversión" y el "cambio tecnológico".

     Nosotros quisiéramos poner énfasis en la importancia que reviste "la forma familiar de organizar la producción" en la permanencia de las explotaciones, en particular, en las que tiene menores recursos naturales, pero que son explotadas intensivamente, en un contexto globalizado. Ese contexto lo hemos descripto ampliamente en la segunda sección de este trabajo. Pero quisiéramos enfatizar los elementos que lo caracterizan en el caso argentino: una economía no regulada, una política no-proteccionistas, falta de subsidios para la actividad agropecuaria, altas tazas de interés para los préstamos bancarios.

     En general, podemos concluir que la forma familiar de producción está sujeta a profundas modificaciones que son resultado de diversos procesos. Por lo tanto, no podemos limitarnos a una concepción de forma familiar de producción en la cual todo el grupo doméstico esté asociado al trabajo productivo, porque la misma nos ocultaría una serie de transformaciones que son fundamentales hoy día en el trabajo agrícola como la aparición de nuevas formas asociativas, los productores "part-time", etc. (estas situaciones son abordadas en diversos estudios sobre la forma de producción familiar como en Billaud 1987, Buttle y La Ramée 1991, Lamarche 1992).

     Asimismo, en el actual contexto el farmer no es solamente productor de alimentos. Hoy en día son comunes tanto la "pluriactividad" como diversas estrategias de subsistencia ligadas a lo doméstico, como lo hemos señalado más arriba. Asimismo, tanto en el ámbito de la "explotación" como de lo "doméstico", se desarrollan actividades no vinculadas directamente con el agro. Un ejemplo son las vinculadas al 'turismo rural', de donde los ingresos provenientes de la agricultura pueden no constituirse en la única o principal fuente de ingresos para la familia.

     En el contexto al cual nos referimos, las explotaciones que parece que pueden reproducirse y expandirse, son las que tienen bajos niveles de endeudamiento, la familia controla el proceso productivo, realizan constantes inversiones de capital, tienen recursos naturales que les permiten adoptar estrategias mixtas de producción y tener una alta productividad. Acceden con sus productos a los sectores de más altos ingresos del mercado interno y al mercado externo. Estas características poseen las explotaciones que ubicamos en la categoría a.

     Las explotaciones que no tienen buenos recursos naturales en calidad o en cantidad pero cuyo objetivo es lograr una alta producción, realizan grandes inversiones de capital para aplicar las tecnologías difundidas y logran buenos resultados. Es decir, que en estos farmers el "cambio tecnológico" aparece como un elemento relevante. Estas características tienen los productores que ubicamos en la categoría b. Pero estos productores son los que están más endeudados, como lo indicamos más arriba. El endeudamiento no sería un problema si las ganancias que perciben les permiten pagar sus créditos, pero lo elevado de las tasas de interés, el bajo precio de las commodities y la falta de control sobre el mercado ha puesto a varios de estos productores en situaciones críticas. La familia va perdiendo el control de la explotación no sólo por el endeudamiento, sino también porque la aplicación acrítica de algunas tecnologías, por ejemplo, el "feedlot", obligan a la contratación de personal asalariado en explotaciones donde la relación "fuerza de trabajo/número de animales" era antes la apropiada. Asimismo, por engordar el ganado con grano más rápidamente, se desperdician praderas realizando una utilización ineficiente de los factores de producción10.

     Los productores que por falta de capital, o de fuerza de trabajo o porque se mantienen dependientes de modelos de producción originales, se ven imposibilitados de producir las modificaciones necesarias para permanecer en el mercado, desaparecen como productores independientes.

     Por otra parte, permanecen o sobreviven, las explotaciones familiares que aunque no tienen recursos naturales en calidad y cantidad, realizan inversiones que les permiten mantener los bienes de capital y mantienen un nivel de endeudamiento acorde con su capacidad de pago. Comercializan su producción a nivel local, además del ganado vacuno, venden cerdos, corderos, aves, huevos, etc. Satisfacen la demanda local que tiene características diferentes11 a la demanda de los sectores de más altos ingresos de los grandes centros urbanos o el mercado externo.

     Tienen una forma de organizar la producción en la cual el grupo doméstico se encuentra muy involucrado y por lo tanto pueden implementar diversas estrategias en las cuales se trasluce la conservación y utilización de su conocimiento sobre la actividad agropecuaria y el medio natural en el que se desenvuelven, lo que les ha permitido encontrar soluciones alternativas a sus problemas. Transmiten a sus miembros no sólo un patrimonio económico sino también un patrimonio cultural, un "modo de vida" que les ha servido para tomar decisiones y encontrar soluciones alternativas frente a las diversas exigencias que les presenta el contexto actual.

     Estas experiencias de los productores familiares en un contexto "globalizado" que es presentado desde el sistema dominante como imparable y al que hay que adaptarse para no desaparecer, nos deben hacer recordar que éste es un proceso socialmiente construído y que la supervivencia en el mismo depende de la capacidad de reacción que posean los actores sociales para implementar respuestas adecuadas, teniendo en cuenta el fuerte condicionamiento al que están sometidos.

Notas

1. La región pampena incluye las provincias de Buenos Aires, sur de Córdoba, sur de Santa Fe, sur de Entre Ríos y este de La Pampa. Tiene 55 millones de hectáreas y pueden definirse tres zonas según su aptitud productiva: zona agrícola (norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y Sudeste de Córdoba de 7,5 millones de hectáreas; una zona ganadera, la cuenca del Salado, ubicada en el centro y este de la provincia de Buenos Aires, con 9,5 millones de hectáreas y una zona de agricultura-ganadería o "mixta" de 38 millones de hectáreas (INTA). El trabajo de campo de nuestra investigación se efectúa en el centro de la provincia de Buenos Aires, en campos con aptitud ganadera y mixta.

2. Numerosos trabajos historiográficos sobre la estructura agraria de la región pampeana se refieren al tema, al respecto Jorge Gelman "Producción y explotaciones agrarias bonaerenses entre la colonia y la primera mitad del siglo XIX. Rupturas y continuidades". Anuario IEHS N° 12, 1997, U.N.Centro, Tandil, Argentina.

3. Las políticas proteccionistas de los socios de la OECD afectan en particular los productos tradicionales de exportación argentinos, donde el ..." el subsidio representa nada menos que un 160% del ingreso del productor a precios internacionales...." (J. J. Llach, Diario La Nación 19-9-99).

4. Según datos del INTA en 1998 el Programa contaba con 1915 grupos, distribuidos en toda la Argentina, con un total de 20.560 productores. En realidad, este programa revalora la tarea de extensión del INTA, la cual había sido cuestionada por considerarse que ésta debía quedar en manos de los asesores privados. La fuerza de la crisis que plantea el nuevo modelo económico en los sectores más vulnerables de productores agropecuarios que no pueden acceder al asesoramiento privado, se impone ante los planes de desactivación del INTA (Lombardo y Tort 1999).

5. El área de trabajo de campo se extiende en la zona central de la Prov. de Buenos Aires (Argentina), pertenece a la zona mixta bonaerense, integrando la pampa húmeda (Tenencia de la Tierra, CFI 1964). Tiene 771.500 has. de superficie y su relieve se caracteriza como llanura. Tiene un 65% de sus subcuencas hidrográficas que alimentan el sistema del Río Salado. Las obras de infraestructura, principalmente los caminos, han modificado las condiciones naturales de escurrimiento del terreno lo que provoca la insuficiente evacuación de enormes caudales afectando períodicamente a las subcuencas del partido provocando graves inundaciones. El 80% de los suelos son de aptitud ganadera.

6. Los resultados de la encuesta 1999-2000 no están incorporados a este trabajo.

7. Se siguió el criterio utilizado para la estimación de la dotación de capital de unidades económicas según extensión y aptitud de tierras seguida por el Dpto. Economía del INTA Balcarce.

8. "Chacarero" es el término que se utiliza en la zona para denominar al que realiza agricultura en tierra que no es propia. La forma de contrato con el dueño de la tierra puede ser a porcentaje de la cosecha o directamente se la arriendan por año.

9. Las características de estas estrategias fueron descriptas en Villafañe (1995).

10. (Informe Ganadero 458, Bs. As. 22/10//99).

11. Ver punto 2.

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