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Intersecciones en antropología

versión On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol.  n.2 Olavarría ene./dic. 2001

 

Nuevas movilizaciones culturales rurales: la fiesta de "Santa Luisa Vive"

María Inés Píriz, Roberto Ringuelet y María del Carmen Valerio

María I . Píriz . Roberto Ringuelet . María del C . Valerio. NURES, Facultad de Ciencias Sociales, UNCPBA, Olavarría, Pcia. de Buenos Aires, Argentina. Calle 44 N° 465, 1900 La Plata, Pcia. de Buenos Aires, Argentina. E-mail robrin@netverk.com.ar

RESUMEN

Este artículo presenta un análisis centrado en el Municipio de Olavarría (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su propósito más amplio comprende las transformaciones en las pequeñas localidades rurales de la Región Pampeana (las adaptaciones y reacciones de sus pobladores) vinculadas a los cambios económicos globales y regionales. De modo específico, analizamos el ciclo histórico de crecimiento regional y conclusión de la fiesta "Santa Luisa Vive!", basada en los festejos nacionales de la independencia (9 de julio) en el poblado de Santa Luisa. Caracterizamos la fiesta en su generalidad y a partir del análisis procesual de sus elementos y de su trama organizacional considerando a los diversos sectores sociales participantes. Interpretamos asimismo este evento como una compleja estructura de sentido: como forma de interacción simbólica de cohesión y de diferenciación social, de negociación y de movilización político cultural.

ABSTRACT

This article presents us with an analysis concerning "Olavarría" Town Hall (Buenos Aires Province, Argentina). Its main purpose consists in showing the changes in the small rural areas of the "Pampean Region" (the inhabitants' adjustments and reactions) connected to the global and regional economic changes. We have specifically analyzed the historical period of local development as well as the conclusion of the festivity known as "¡Santa Luisa vive! which is part of the national celebrations of the Independence Day (july 9th) in Santa Luisa Village. We have outlined the event and looked at its elements considering the different strata that took part in it. In the same way, we have made an interpretation of this special occasion as a complex structure of sense: a symbolic interaction of both cohesion and social differentiation, and as a means of negotiation and culture-political mobilization.

INTRODUCCIÓN 1

     Este trabajo se desprende de un proyecto mayor, denominado "Proceso de transformaciones rurales de la Región Pampeana", en el marco del NURES (Núcleo de Estudios Regionales de Estudios Sociales), Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

     La investigación comienza a principios del año 1997, a partir de observar que La Fiesta de Santa Luisa Vive tomaba trascendencia regional, influyendo a otros pueblos rurales que manifestaron sus propios festejos tradicionales.

     Actualmente, la región sufre, en consonancia con el país, una situación económica de ajuste que alcanza a las actividades agropecuarias y también experimenta un cambio histórico que llevó a una retracción general de los servicios locales. En este contexto de crisis surge la fiesta de "Santa Luisa Vive" (Píriz et al. 1999).

     Podríamos distinguir dos tipos de precondiciones sociales generales, respecto de la fiesta de Santa Luisa:

     1°) Aquellas circunstancias técnicas y económicas que fueron constituyendo una nueva situación económica con nuevas limitaciones financieras y exigencias organizativas a determinadas capas de explotaciones agrarias;

     2°) La configuración histórica de un nuevo escenario re gional, en donde las localidades del interior del municipio sufrieron un achicamiento de la infraestructura comunicacional, de transportes y de servicios, con el consecuente proceso de despoblamiento, quiebra de pequeños y medianos emprendimientos productivos locales y un creciente desaliento generalizado de la población. Estos cambios fueron impregnando todo el tejido social: el sistema productivo, el hábitat y las formas familiares; modificándose las formas básicas de sociabilidad (que en la región significa incidir en relaciones sociales con cierto peso del personalismo).

     La situación desde la última década, es de una profunda crisis regional generalizada, que tiene relación con los procesos de acumulación de capital y centralización de actividades en centros extrarregionales y en ámbitos citadinos dentro de la región. A esto lo acompaña el creciente despoblamiento y restricciones en la infraestructura de comunicaciones y transportes (más allá del proceso de modernización en estos aspectos). Santa Luisa es un caso concreto del ajuste y el achicamiento. Los pequeños tambos como "El Amanecer", que consta de 160 hectáreas produciendo 200 litros de leche en invierno y 500 litros en primavera, (y que fue mecanizado hace veinte años) hoy venden la leche a la industria local "La Casiana" por un bajo precio de solamente 0,15 centavos el litro. Sus dueños expresan que hasta ahora pueden pagar los impuestos y mantener 40 vacas, pero no saben hasta cuando y que los pocos pequeños tambos familiares que hay en la zona "sobreviven". En los últimos años, asistimos a un cierto movimiento de contrarreflujo, de "vuelta al campo", que podríamos entender como parte de la crisis generalizada (Ratier 2000a).

     En un primer análisis, la fiesta "Santa Luisa Vive" se puede interpretar como una lucha simbólica ante la situación de crisis que vive la región, en donde los sujetos sociales involucrados aparecen cohesionados a través del festejo y con un pasado e identidad en "común", pero a partir de una estructura social compleja, desigual y heterogénea en donde, en ocasión de la fiesta, se entrecruzan elementos simbólicos públicos armónicos en el seno de una situación de coexistencia de diferentes esferas y niveles de poder privado y estatal.

SANTA LUISA: UNA HISTORIA LOCAL

     El pueblo de Santa Luisa está ubicado en la zona sureste y a 30 km. de la ciudad de Olavarría, contando actualmente con unos 70 habitantes estables. Se constituyó hacia finales del siglo XIX en el marco de las transformaciones regionales y a partir del establecimiento de estancias, almacenes de ramos generales, estaciones del ferrocarril y las escuelas rurales como núcleos económicos y de sociabilidad.

     En 1902 llega a la zona un joven de nombre Francisco Rodrigau, que instala el negocio de almacén conocido con el nombre "El Boliche". En este mismo año aparece el establecimiento "La Tigra", que constaba de 16 leguas, divididas en potreros, pobladas por 30.000 cabezas de vacunos y 100.000 ovejas.

     Hacia 1903 la vía férrea, junto con la Estación de trenes, se inaugura en una propiedad donada por Doña María Luisa Pourtalé de Casassus (cuyo nombre sería la base para elegir posteriormente el de la localidad instalada en el entorno). Este medio de comunicación permitió la instalación de diferentes grupos étnicos. Los españoles junto con los franceses y los italianos constituyeron los principales propietarios y productores. Los españoles se dedicaron preferentemente al tambo, los italianos a la chacra y los franceses fueron los primeros ganaderos, que desarrollaron la reproducción de las razas shorthorn y aberdeen angus de origen británico. La ganadería, junto con la siembra de cereales (trigo, maíz y girasol), en principio fueron las producciones por excelencia.

     El ferrocarril además de haber sido un medio de transporte de carga para la producción económica fue, junto con el correo, el nexo de comunicación con las otras poblaciones. El servicio de trenes pasaba diariamente hacia Bahía Blanca y Buenos Aires. Así, surgió la zona tambera de Santa Luisa y "La Tigra" que, con el correr de los años, ha ido mermando -sin llegar a desaparecer- por el cambio de rubros. Por ejemplo, algunas familias se dedicaron a la cría e invernada de vacunos shorthorn de muy buena calidad. Las explotaciones del campo se fueron diversificando y aparecieron los primeros chacareros. Entre las actividades no agrícolas, se constituyen actividades comerciales como por ejemplo una zapatillería, que comenzó con la venta y arreglos de zapatillas. Otras sociedades en el rubro comercial, como la Sociedad Colectiva en Comandita que se formaba por socios activos, solidarios y comanditarios, se establecían con el nombre del padre y de los hijos. Uno de ellos fue "don Goñi" que comenzó como empleado asalariado en una casa de comercio de ladrillos para la construcción. Con el tiempo pudo acumular cierto capital que le permitió comprar el comercio, anexando otras construcciones y su propia casa familiar. Todas estas propiedades hoy día fueron adquiridas por la Cooperativa Agraria Ltda. de Olavarría, para la sucursal en Santa Luisa.

     En cuanto a la zona de Olavarría, en el transcurso de la primera mitad del siglo XX, se instalan las grandes industrias extractivas (Alonso de Rocha 1986; Sarlingo 1993; Neiburg 1988). Un proceso de modernización expansiva se inició en la amplia región pampeana en los años 50. Fueron los tiempos de la revolución verde, de la ampliación de la red caminera y de las comunicaciones, de la electrificación rural y de la instalación de las agencias del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria .

     En el ámbito local, la educación fue incorporada por vez primera a la Escuela n° 9 que comenzó a funcionar en 1921 en el Cuartel 19, del Partido de Olavarría, más precisamente en la zona de Iturregui, en el paraje San Antonio propiedad de Luis Venier. El 4 de mayo de 1907 tenía 20 alumnos matriculados y en el año 1926 contaba con 25 alumnos y era considerada como de 4° categoría. La mayoría de los niños eran hijos de tamberos, por lo cual la asistencia no era adecuada, ya que incorporaban a sus hijos en la actividad familiar. La mayoría de los tamberos enviaban la leche a Tandil, ciudad en donde prevalece la actividad lechera. En los campos de "La Tigra" (13.000 has.) que fueron arrendados, se estableció el tambo más grande del país, con la base de 40 mil vacas lecheras. Fueron diez tamberos que se animaron a emprender la actividad a gran escala, en forma de Sociedad. Este negocio también produjo una eficaz industria ganadera, que fue como "una escuela de enseñanza práctica con todos los alicientes de un gran mercado proveedor..." (Diario El Popular 1908)

     La Sociedad Cooperadora se constituye en 1931 y se dedicó en primer instancia a reparar el inmueble y a colocar un mástil. Luego, en el año 1933, se creó la biblioteca escolar y se adquirieron 57 libros. Esta Asociación gestiona ante el Club Deportivo Santa Luisa (1938) la donación de la bandera. Este club funciona desde 1923 y fue la iniciativa de dos familias; en un principio, funcionaba en un galpón que prestaba el Ferrocarril Sur. Se practicaba básicamente el fútbol y había una familia que se dedicaba a juntar monedas para comprar los botines, las gorras blancas y las bombachas o polainas, para los jugadores. Además de ese deporte también se practicaba bowling y los franceses construyeron una cancha de tenis (Ratier 2000b; Etchichury 2000).

     En cuanto a las diversiones se rescata de los recuerdos de Fermín Goñi que los domingos se jugaban carreras cuadreras que reunían a la "paisanada" del lugar y a veces se veían obligados a cerrar las puertas del almacén para evitar peleas entre los "gauchos alcoholizados". Ocasionalmente se producían cortes de cuchillo en algún "entrevero". Estas carreras fueron suplantadas por el fútbol, que tiene su campo deportivo, parque con juegos infantiles y cancha de pelota y bochas, constituyendo en la actualidad el atractivo principal de los domingos. Los bailes se hacían en los galpones del ferrocarril, iluminados con el motor que estaba en el club. Un vagón grande hacía de cantina y otro de guardarropa. El club se fue constituyendo en un eje social organizativo fundamental de la localidad. De acuerdo al actual presidente: "el club participa activamente en toda actividad social y educativa de Santa Luisa, se practica fútbol, bochas, canasta, mus y una peña folklórica. Y el dictado de computación que se adecua a los tiempos tecnológicos, el servicio de Sibateco (TV por cable), sala de primeros auxilios y el servicio de traslado de los chicos que concurren a la escuela media de Loma Negra".

     Los núcleos sociales tradicionales como la escuela, el club y la estación del ferrocarril formaron en Santa Luisa redes de sociabilidad que sostenían el sistema de comunicación y reproducción social.

     Según el historiador francés Maurice Agulhon, la sociabilidad informal complementa la vida asociativa. Los cafés y las tabernas, la vida familiar y las plazas son algunos de los rubros tratados bajo esta categoría que llamamos sociabilidad (citado en Morell 1993). Este concepto, nos remite a la noción de asociacionismo como constructor de identidades colectivas, y analizando los espacios o núcleos de sociabilidad nos permite reconstruir las redes que los mismos sujetos van entretejiendo en la trama social.

     En este sentido, en el caso de Santa Luisa las formas básicas de sociabilidad se cristalizan en forma de asociaciones locales formales tal como clubes, asociaciones económicas y otras. Asimismo, mediante núcleos informales consolidados en espacios sociales cotidianos de encuentro y en los eventos festivos locales.

LA FIESTA DE "SANTA LUISA VIVE" Y SU PROCESO DE TRANSFORMACIÓN

     La "necesidad" de construir una fiesta comunitaria que los identifique, se expresa a través de la directora del establecimiento de la EGB (1° y 2° Ciclo): "Hace cuatro o cinco años, la idea de efectuar una fiesta, partió de la escuela. Los chicos ensayaban el desfile del 25 de mayo y allí surgió la idea de hacer un gran desfile para el 9 de julio, invitando a escuelas rurales de otras localidades. Se lo comentamos al delegado municipal, y él viene con un proyecto más ambicioso: invitar a autoridades de Olavarría, con la banda municipal y muchas cosas más".

     Por su parte, el delegado de la Intendencia también interpreta el origen de la fiesta:

     "La idea partió de la delegación, hasta ese momento nunca se dio importancia a la delegación, bueno no tengo que decirlo yo, pero la delegación no existía, todo se hacía desde el club. Bueno, empezó a tomar protagonismo la delegación, es ese año 91, yo le pedí al Intendente Eseverri, que iba a traer a los chicos para ver el desfile y luego llevarlos a "Mac Ola" y que iba a necesitar algunos pesos para cubrir esto, nunca habían visto un desfile. El Intendente dijo inmediatamente que sí y el Secretario de Cultura al otro día me llamó y me invitó... Desfilaron con los chicos y entonces fui a hablar con los padres, preparamos a los chicos, el que no tenía guardapolvo le conseguimos uno, el que no tenía zapatillas también, y bueno los cargamos y los llevamos. El 25 de Mayo, frente al Fortín, abrieron ellos el desfile, espectacular, después de allí, los llevé a "Mac Ola", tomaron chocolate, con tortas. Al otro día de llegar me estaban esperando las maestras de la zona y me dijeron: los únicos chicos que pueden desfilar son los tuyos y me dolió por que no lo hice con esa intención, sino con la intención que los chicos de aquí conocieran algo, que desfilaran, porque nunca tuvieron oportunidad, no sé "..."todos nos preguntan lo mismo, ¿Por qué surge la fiesta?, parece extraño para la gente, pero surge a partir de un desfile y de la costumbre de que cada vez que Santa Luisa ganaba al fútbol, decíamos con algunos amigos: ¡viva, viva, Santa Luisa!. Lo del desfile tiene que ver cuando una vez quise que los chicos de la escuela desfilaran en Olavarría, representando a Santa Luisa; la comunidad de Durañona se ofendió porque no les avisamos para que los chicos desfilaran, porque siempre existió la vieja rivalidad entre Santa Luisa y Durañona por el fútbol, entonces pensé... pucha podríamos tener nuestro propio desfile, donde participáramos todos los pueblos de campaña... Entonces comenzamos a trabajar para esta fiesta, con donaciones e intercambios de deportes como es de las bochas, nosotros andamos muy bien en bochas".

¿Qué sentido social le asignan los diversos actores sociales a la fiesta?

     A través de los discursos, se expresan versiones faccionales del origen de la fiesta, que confluyen en la necesidad de juntarse para festejar y construir formas de cohesión social y cultural, tanto desde el ámbito educativo como el de la Municipalidad, con la representación del delegado y la directora de la escuela como iniciadores.

     El delegado municipal sostiene respecto al significado y a los elementos simbólicos que los representarán ante toda la Región, que "la celebración Santa Luisa Vive!, en realidad lo que quiere decir es que "estamos presentes" o que estamos "haciendo patria". El logo de la fiesta salió enseguida, por medio de dibujos que los chicos hicieron en la escuela se eligió el que nos pareció mejor y más adecuado a lo que queríamos decir. En el logo está presente un tractor, un maíz y el sol y así hicimos la bandera. Otras comunidades, a partir de nuestra fiesta y la creación de la bandera, han hecho su bandera".

     En la fiesta que se desarrolló en el mes de noviembre de 1998, los discursos que los diversos actores sociales le asignan a la VI Santa Luisa Vive se vincula con los siguientes aspectos:

     "Esta fiesta significa que hay que seguir luchando como hasta ahora y que no perdamos nuestra identidad de población rural" (Directora de EGB N° 9).

     "Y para nosotros la fiesta "Santa Luisa, vive!", significa que se nos conozca más. La gente de la ciudad desconoce lo que se hace aquí. Y la gente de la ciudad viene y se entera qué hacemos todos los días. ¿Qué hacemos aquí si no vamos a la escuela?. Nada, casi nada." (Estudiantes de escuela media).

     "Yo pienso que la Fiesta es para hacerlo más alegre al pueblo, para que la gente venga" (Esposa de un alambrador de la zona).

     "Seguir luchando", "que se nos conozca más" "para que la gente venga".

     Argumentaciones como: "estamos presentes" y "seguir luchando" formulan de alguna manera esta nueva situación social regional y sentidos de movilización e identidad.

     Analizamos las semejanzas y diferencias de los festejos en el transcurso de cuatro años de duración. La estructura formal de las fiestas por lo que hemos ido observando es muy parecida, en las cuatro hay una organización semejante que pasamos a describir:

     Se organiza un almuerzo en el club, al cual se invitan a personas "relevantes" de la comunidad, tales como el comisario, la directora de la escuela, el intendente municipal, concejales, como así mismo a las delegaciones que vienen de afuera para el desfile. En la calle más importante del pueblo, se arma un palco oficial en donde están los invitados especiales encabezados por el Intendente Municipal, seguido por Secretarios de Gobierno, de Cultura y Educación, de Obras Públicas y algunos concejales; hay un relator que describe los pasos del acto. Conjuntamente a estos preparativos, llega el tren especial procedente de Olavarría, con personas que han viajado gratuitamente. A continuación, la Banda Municipal toca alguna marcha militar y seguidamente se procede al izamiento de la Bandera Nacional, a los acordes del Himno Nacional Argentino. Después, se pronuncian los discursos, siempre a cargo de un vecino del lugar y del Intendente Municipal. A continuación, se entona la "Huella de Santa Luisa", con el acompañamiento del ballet municipal y luego comienza el desfile, que es encabezado por la escuela de la localidad, seguida por otras escuelas rurales y más tarde los grupos tradicionalistas con vestimenta de gauchos. Al terminar el desfile, se organiza una tertulia en el club con baile y guitarreadas. En los cuatro festejos, el armado de una carpa inflable sirvió para la exposición de diversos productos regionales e industriales.

LA ÚLTIMA FIESTA

     En la última fiesta realizada en el mes de noviembre de 1998, se cambió de fecha por "la inclemencia del clima en el mes de julio (invierno)", lo que le asigna un tono turístico al evento.

     Según el Delegado Municipal de la localidad "la última fiesta, la del 98, nada que ver con las anteriores, que fueron fabulosas, la del 95, 96, vino mucha gente, de todos lados, pero ahora con la crisis económica que hay en el campo, cada vez cuesta más hacer una fiesta". Si las primeras cinco fiestas fueron desarrolladas el 9 de julio, la última en el año 1998 se realizó en el mes de noviembre, porque consideraron que era mejor realizarla en primavera, "pues en el mes de julio, los días de invierno son muy fríos y la gente no se acerca".

     Los preparativos de la fiesta se iniciaron el día sábado, con el armado de los stands en una Carpa, en donde se exponían artesanías, junto a maquinarias agrícolas, motos y automóviles de alto valor adquisitivo. Ya en la mañana del domingo se puede ver que la gente se va acercando y concurren a los stand de exposición de productos artesanales tales como: cerámicas, flores secas, telas pintadas; diferentes elementos hechos en soga (cuchillos, cintos, rastras, botones). El domingo, se efectuó un asado criollo, con un menú que incluía empanadas de carne, carne asada con ensalada de lechuga y tomate y de postre helado. Al almuerzo asistieron aproximadamente 300 personas, la mayoría con invitación especial de la comisión del Club. La organización del almuerzo estuvo a cargo del delegado municipal, y según una ayudante de cocina "Hay más de treinta personas que colaboramos con el Sr. Juan Carlos, hay comisiones de cuatro o cinco personas, que se dedican a hacer las empanadas, el asado, las ensaladas, el postre, otros se dedican a servir, y sí, nos ayudamos pero trabajamos muchos".

     Otra señora, miembro de la comisión del Club expresa: "Yo he participado en todas las fiestas. Le ayudo a Juan Carlos en todo lo que puedo. Soy de Santa Luisa. La veo muy linda a Santa Luisa".

     Luego del almuerzo, comienzan los preparativos para el desfile. Aproximadamente a las 16 hs. llegó el tren especial procedente de Olavarría que transportaba en forma gratuita a aquellas personas que querían participar del festejo. Este es el primer espectáculo masivo que trae a pasajeros de las diferentes localidades vecinas que vienen a participar del evento. Se instaló un palco oficial, en la calle principal del pueblo, con personalidades tales como el Intendente Municipal, la Secretaria de Obras y Servicios Públicos, el Delegado de la localidad de Recalde, el Presidente de la Cooperativa Eléctrica de Olavarría, algunos concejales municipales, el Presidente de la Sociedad Rural de Olavarría.

     Con la representación en forma de baile, por parte del Ballet Folklórico Municipal, de la canción "La huella de Santa Luisa", se reivindican los orígenes de un pasado con gente "ruda, noble y honrada" y "la risa franca de algún tambero".

     Una vez concluidos los discursos, se espera el desfile de todas las delegaciones de gauchos tradicionalistas, que exponen su ropaje, los elementos de adornos en oro, plata y soga, y fundamentalmente la raza y la elegancia de los caballos de la tropilla. Cada grupo tradicionalista presenta a jóvenes vestidas de chinitas criollas, exhibidas en sus mejores caballos en conjunto con sus abanderados que muestran cada uno su bandera alusiva al nombre del grupo. En la última fiesta de 1998 desfilaron varios centros tradicionalistas: el Centro Cultural Tradicionalista "El mangrullo", el Fortín Tradicionalista "Coronel Olavarría" cuyo presidente es el Sr. Juan Carlos Barcia de la localidad de Santa Luisa, Gauchos de 16 de Julio, Gauchos Peregrinos a Luján, Unión Tradicionalista de la Escuela N° 9 de Santa Luisa, creada en 1993. Asimismo participan del desfile una agrupación de Bomberos de Loma Negra con la última autobomba adquirida, la Banda Municipal de Olavarría, y las escuelas N° 39 y N° 66 de Durañona, y el Regimiento de Olavarría con los tanques de guerra y "tecnología de última generación".

     También desfilaron motos y un auto de época: "Gloria del recuerdo", armado con elementos legítimos de los hermanos Emiliozzi.

     Los símbolos que enarbolaban las delegaciones eran la bandera nacional y la bandera bonaerense; las delegaciones gauchescas portaban símbolos como la Virgen de Luján.

     Luego del desfile, se organizó una tertulia en el salón del club.

     Nos parece importante destacar los testimonios recogidos entre los concurrentes a la fiesta:

     "Esta fiesta es diferente a las demás por la época del año en que se desarrolla, mucha gente nos pedía que cambiáramos a una época más cálida. Pero en esta época también y en este horario, tres menos cuarto de la tarde estaba lleno. Y hoy a media hora que comience, no se ve mucha perspectiva de personas. Esta VI edición lo que tiene de nuevo es que se enmarca en el mes de la tradición y los alumnos de la escuela van a desfilar de gauchos y paisanitos, en el palco van a decir un verso y van a entregar unos mates a las autoridades."

     "Esta fiesta significa que hay que seguir luchando como hasta ahora y que no perdamos nuestra identidad de población rural".

     "En cuanto a la situación de Santa Luisa creo que todo está pasando a nivel país y todo está decayendo y la prueba está que haciendo una matrícula proyectiva, dentro de cuatro años la escuela queda unitaria, de tres docentes a un docente, en el jardín pasa lo mismo, hay nueve chicos. Y lamentablemente en el campo, cuando se va una familia, se toma a una sola persona. El campo se va a despoblar, por ejemplo la de Querandíes, que queda muy cerca de aquí". (Directora de la EGB n° 9 de Santa Luisa).

     "Nosotros somos de Santa Luisa, pero vamos a la Escuela Media N° 3 de Loma Negra. Trabajamos aquí, vamos a poner una heladería. Y para nosotros la fiesta "Santa Luisa, vive!", significa que se nos conozca más. La gente de la ciudad desconoce lo que se hace aquí. Y la gente de la ciudad viene y se entera qué hacemos todos los días. ¿Qué hacemos aquí si no vamos a la escuela? Nada, casi nada". (Estudiantes de escuela media).

     "Nosotros venimos aquí porque es una fiesta muy importante que se hace todos los años y es la primera vez que venimos. Traemos quesos de Recalde producidos en el tambo de Recalde. Somos maestras que trabajamos en el Jardín y como nuestro sueldo no nos alcanza tenemos que buscar otra cosa y salió esto". (Expositoras de quesos).

     "Yo vivo en el campo y vengo a todas las fiestas, mis hijos van a la escuela de aquí. La fiesta reúne a la gente de Santa Luisa y del lugar. Lleva mucho trabajo preparar ésto. Trabajamos 20 personas, unos se encargan de la carne, otros de la ensalada. Y nos dirige el delegado". (Señora ayudante de cocina).

     "Yo he participado en todas las fiestas. Le ayudo a Juan Carlos en todo lo que puedo. Soy de Santa Luisa.

     La veo muy linda a Santa Luisa". (Señora ex miembro de la Comisión del Club).

     "Yo pienso que la Fiesta es para hacerlo más alegre al pueblo, para que la gente venga, yo hace poco que estoy viviendo aquí. La gente es muy buena, muy solidaria" (Esposa de un alambrador de la zona).

     La exposición en una carpa inflable de productos artesanales, ya sea de adornos o alimenticios, motos de última generación (muchos productos que en el lenguaje del consumo son denominados "fashion"); máquinas cosechadoras y tractores con arados, que representan valores costosísimos, atraen a los concurrentes. Hay una contradicción plasmada en la necesidad de utilizar las mercancías que ofrece el mercado para la atracción de la gente y como expresión de "adelanto" y refuerzo del slogan "Santa Luisa Vive". No importa que de ninguna manera la mayoría de los sujetos que participan de la fiesta puedan comprarlos. De algun modo, como dice una joven vecina: "es una empresa de plenas características sociales".

     Si bien marcamos el parecido de las cuatro fiestas, podemos observar que, a la par del desarrollo de la elaboración de los festejos, se vislumbra una pérdida de sustento que se hace notar en los dos últimos años. Para afirmar la identidad local-regional y consolidar la supervivencia económica en la situación de "reconversión", una opción estratégica ha sido armar un nuevo escenario festivo mediante modernos mecanismos de espectáculo.

     La fiesta de Santa Luisa se fue transformando en una práctica social muy costosa, según el delegado municipal: "la última carpa que alquilamos salió $1000, sólo la carpa. Poniendo todos los gastos de todos, yo creo que la fiesta costaba alrededor de $10.000 y todo por un solo día. Y yo no sé, lo que le costaría al ferrocarril traer el tren, tiene un valor tremendo. Se tenía que traer los vagones desde Buenos Aires y pedir una máquina, era muy caro, muy caro".

INTERPRETACIONES

     Entendemos la fiesta como una estructura de sentido que comporta la acción social, intercambio de significaciones que hacen posible la acción común. Max Weber (1974) definió a la acción social como una actividad en la cual los agentes se proponen un sentido, con relación al cual regulan sus comportamientos recíprocos. Por lo tanto una práctica social supone una compleja estructura de integración significante, de valores y un código colectivo interiorizado (Weber 1974). Pierre Ansart (1984), por su parte, explica el sentido de las prácticas afirmando que toda sociedad crea un conjunto coordinado de representaciones, un imaginario a través del cual se reproduce y que identifica consigo mismo al grupo, distribuye identidades y los papeles y expresa las necesidades colectivas y los fines a realizar (Ansart 1984).

     La fiesta puede ser considerada un ritual, constituido por una configuración de símbolos. Un aspecto del proceso de simbolización ritual, es hacer visibles, audibles, tangibles: creencias, ideas, valores, sentimientos y disposiciones psicológicas que no pueden ser directamente percibidos. En la fiesta de Santa Luisa, están implicados varios sentidos rituales, el de carácter sagrado (misas, bendiciones) y el de carácter profano (desfiles militares, bailes folklóricos y exposición de mercancías capitalistas).

     Los rituales (en palabras de Da Matta 1979), consisten en una dramatización que condensa aspectos de la vida social poniéndolos en destaque. Crean condiciones de una conciencia de identidad común. "El rito da alas al plano social e inventa, tal vez, su más profunda realidad...de hecho, del modo en que el ritual se define por medio de una dialéctica entre lo cotidiano y lo extraordinario, estando el rito en la situación extraordinaria, se constituye por la abertura de ese mundo especial hacia la colectividad..."(Da Matta 1979:31-32, traducción de los autores).

     La construcción de las identidades regionales no apela a antiguas tradiciones culturales, dado lo reciente del poblamiento nacional estable, sino precisamente al "arraigo a la tierra" derivado de sagas migratorias familiares o de sectores sociales (tal el de los colonos o los estancieros). Las fiestas patrias se constituyeron entonces como un tipo adecuado de festejos que expresaban la integración nacional y la pertenencia de diferentes grupos de inmigrantes, ofreciendo una matriz simbólica sencilla. Tales fiestas públicas nacionales o aquellas de las fundaciones (legendarias) de los poblados sintetizan el sentido histórico del pueblo, habitante de aquellas localidades pampeanas.

     La participación de los sujetos sociales en el festejo, esta asociada a la cuestión de la construcción de identidades colectivas. De acuerdo al delegado municipal "a la gente que no es de acá les da lo mismo, que la fiesta se haga o que no se haga, uno tiene que vivir aquí y querer a esto, y querer hacer las cosas, si te da lo mismo, no es importante".

     "Para mí es un gasto terrible, yo más que rédito es un problema, ahora si te ponés a hilando fino, Santa Luisa se conoce por la fiesta, porque cualquier persona de la zona y yo lo comprobé cuando me vine a vivir aquí, nadie decía que era de Santa Luisa, daba vergüenza decir que vivían en Santa Luisa, decían que vivían en el campo, después de Santa Luisa vive!, a la gente le preguntaban la dirección y decía que vivía en Santa Luisa, a la gente le gustaba que era de Santa Luisa".

     Podemos considerar a la fiesta campesina tradicional como ruptura de lo cotidiano, su carácter participativo, su despliegue en espacios abiertos, su carácter sagrado, el énfasis en valores de uso (fiesta participativa), vinculadas al calendario agrícola religioso (Giménez 1979). En contraposición, la fiesta urbana estaría integrada a la vida cotidiana, con un carácter privatista y de participación selectiva, desarrollada en espacios íntimos, con una mayor laicización y menos sujeta a un calendario estereotipado, con un énfasis en valores de cambio (fiesta-espectáculo). Una diferencia fundamental de las fiestas pampeanas con las típicas campesinas, está en la índole religiosa de éstas últimas y en el carácter secular de las primeras, junto a los elementos mercantiles ; aunque las fiestas pampeanas que estudiamos pueden alcanzar un fuerte sentido ritual. Son altamente colectivas y pueden referirse (como el mismo festejo de Santa Luisa) a hitos del calendario político y agrario. Complejamente, la fiesta de Santa Luisa, amplió conjuntamente su sentido de espectáculo mercantil junto a la participación popular colectiva.

     En la carpa se exponían mercancías artesanales, tales como cerámica, artículos de soga, flores secas, telas, quesos, miel, facturas de cerdo. Además de estos elementos, se exhibían motos y automóviles de gran valor monetario.

     A propósito de esto, cabría reflexionar sobre los grandes cambios actuales en las relaciones sociales, en donde el Estado pierde espacio articulador que es ganado por el mercado. Dada la disminución de regulaciones generales aseguradas para toda la población, se crea una situación general que disgrega, disloca las interacciones sociales y en tal sentido resaltan las asociaciones y eventos que pueden mantener la continuidad local de la trama social.

     Ante la situación de crisis que afecta a gran parte de los sectores sociales, se puede entender, al menos en una primera aproximación interpretativa, que el espacio festivo cíclico haya sido un lugar adecuado para reafirmar la solidaridad comunitaria y sea un recurso adecuado para desarrollar una protesta simbólica regional generalizada, a su vez dentro de las pautas públicas institucionalizadas y factibles de impulsarse por los medios masivos de comunicación.

     En la fiesta Santa Luisa Vive!, se recurre al mito del pasado idílico, lo que queda representado en la sexta Fiesta en la cual una mujer ex habitante de la localidad, manifestó en un discurso un pasado maravilloso, armónico, feliz, en el que se jugaba al fútbol, asistían a bailes en el club, se reunían a conversar en los ratos libres y los niños iban contentos a la escuela. En los últimos años ese orden social fue trastocado, se producen migraciones de grupos familiares a la ciudad, desocupación rural, escasa productividad agropecuaria. Podríamos ver este mito como una leyenda, construcción imaginativa en torno a hechos efectivos del pasado. A propósito del ciclo de partidos de fútbol entre una liga de localidades vecinas, se armaban tertulias, asados, bailes y se articulaban un sinnúmero de actividades. Este fútbol de campaña fue decayendo en la última década ante actividades más restringidas como el "fútbol 5" (Ratier 2000a).

     El mito del pasado idílico de la comunidad, tiene su eficacia en cuanto revela un pasado armónico, un modelo ejemplar que todas las prácticas sociales deberían seguir, pero que también constituye el reclamo de progreso de una sociedad implementando una especie de "tradicionalismo de resistencia". Georges Balandier (1971) utiliza este concepto para analizar la reivindicación y la reelaboración de la cultura autóctona que construyeron muchas sociedades africanas en la lucha por la descolonización.

     Un sentido de la lucha simbólica, se enmarca en el contexto de nuevas formas de resistencia ciudadana cuyo objetivo fundamental consistiría en intentar la inclusión de diversos actores que con el modelo de acumulación de capital han quedado excluidos del sistema.

     A partir de los años 80, con la consolidación de los llamados "nuevos movimientos sociales", el alcance del concepto de ciudadano se amplía, vinculado a diversas demandas participativas de diversos grupos sociales. En este sentido, el ciudadano no es (sólo) aquel que emite el voto, sino todo sujeto que reclama la incorporación plena, ya sean demandas económicas (de trabajo, de salud, de educación, de vivienda), o demandas reivindicatoria de los derechos generales o específicos (derechos humanos básicos, de los jubilados, de los docentes, etc.). Este nuevo concepto de ciudadano, inscripto en sus bases en los albores de la democracia, está ligado a cuestiones tales como la construcción del sentimiento de identidad, la capacidad para trabajar con individuos diferentes, el deseo de participar en el proceso político con el fin de promover el bien público y la necesidad de limitar la concentración de poder en las sociedades modernas.

     La fiesta comunitaria Santa Luisa Vive!, entonces, puede ser vista como una manifestación de protesta simbólica en donde los sujetos reclaman que se los reconozca como ciudadanos con plenos derechos y con la posibilidad de tener un sustento económico básico. Hay asimismo una demanda explícita y más puntual que refiere a la mejora de los servicios. Esto tiene que ver con aspectos tales como la salud, apuntando a una mayor atención sanitaria con presencia de médico permanente, a una educación que integre los tres ciclos de la EGB y a la provisión de energía eléctrica.

     La escuela es una institución que se integra al sistema social de la localidad, en ella se expresan las demandas, manifestadas a través del discurso de la directora de la EGB, quien sostiene que la escuela atraviesa dificultades: "La escuela no tiene 8° y 9° año, la Dirección General de Escuelas traslada a los chicos a la escuela media de Loma Negra. Hay varios que no quieren seguir estudiando, no le ven ningún futuro a la EGB y los padres prefieren ocupar a sus hijos en el campo, aunque en realidad trabajo no hay. Hay desocupación rural, varias familias se vinieron a buscar trabajo, pero se volvieron, no consiguieron nada".

     A estos reclamos educativos, se les suman demandas de servicio eléctrico de algunos productores que, en el contexto de la fiesta, se efectivizaron a través de la presencia en el último festejo del Presidente de la Cooperativa Eléctrica de Olavarría, que provee el servicio y quien en el palco oficial manifestó:

     "Mi presencia tiene que ver con trabajos eléctricos que se están realizando en todo el ámbito rural de la zona de Santa Luisa, es orgullo para nosotros mencionar que estamos trabajando junto a la comunidad, que estamos haciendo un esfuerzo importante junto a los vecinos, a los productores rurales de la zona de Santa Luisa para poder concretar, traer a los productores ese servicio tan preciado como es la electrificación rural.

     Y por suerte desde hace unos años, desde la conducción de Coopelectric hemos modificado la idea de solamente trabajar para la ciudad, solamente trabajar para los pueblos, sino hacer algo para todo el ámbito rural. Por suerte, lo estamos logrando, hemos desarrollado varios proyectos en la zona de Espigas, Recalde, Blanca Grande, Sierra Chica, Miñana, Muñoz y también en esta zona de Santa Luisa. En el día de ayer acabamos de habilitar a un productor rural, hay doce o trece que en unos días más van a tener electrificación rural, alrededor de veinte".

     En cuanto al discurso del Intendente Municipal, las ideas centrales contribuirían a reforzar la noción de que el festejo Santa Luisa Vive!, es un acontecimiento reivindicatorio de identidades locales, frente al fenómeno de la globalización:

     "Y esto debe ser instintivo, cuando la globalización hace que habitantes conozcamos lo que sucede en todo el mundo y estemos al tanto de todas las novedades culturales. La moda se impone a lo largo y a lo ancho del planeta si cabe definirlo así. Y seguramente nuestros jóvenes se prenden rápidamente del canto de los ingleses, franceses y alemanes. La moda y la vestimenta, la marca lo va imponiendo y la universalización destruye los conceptos de nacionalidad, espacio, pueblo, de lugar, de comarca".

     Frente a estas tendencias homogeneizantes de la globalización, la fiesta es una diferencia de índole cultural y social, que se inscribe en significaciones reivindicatorias y contradictorias. La cuestión central sería entender los cambios globales, la crisis estructural, incluyendo las estrategias que van adoptando las identidades locales. El fenómeno de la globalización ha hecho impacto en el medio rural, excluyendo a los medianos y pequeños productores, más las continuas migraciones, la predominancia de los grupos de poder vinculados a grandes empresas, que tienen que ver con el procesamiento industrial o con la distribución de alimentos. Dos aspectos importantes son de destacar, uno de ellos es la concentración de la tierra en manos de capitalistas industriales y financieros; asimismo, la apertura a mercados externos y el procesamiento de la materia prima y la distribución del producto final por grandes empresas; reflejan un nuevo sistema de acumulación que trae serias consecuencias en el agro, tomando cuerpo en las manifestaciones de los movimientos sociales o movilizaciones culturales agrarias.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

     Hemos considerado que la Fiesta Santa Luisa Vive!, debía ser analizada a partir de un marco global, que se traduce en la actual crisis que sufre el agro pampeano y un marco local/regional de transformación global y en donde se pueden observar las diversas estrategias que los sujetos sociales adoptan en el marco del ajuste. En los primeros años la fiesta tuvo un período de auge, ya que la participación fue masiva, teniendo influencia en otros pueblos regionales que también crearon sus fiestas.

     En la última fiesta se observó una puesta en escena de elementos urbanos modernizadores y la aceptación contradictoria de las leyes del mercado. El ciclo histórico de la fiesta fue poniendo de manifiesto una escena de contradicción de la acción de protesta en el contexto del modelo económico neoliberal que ajusta, achica y excluye, pero simultáneamente el mismo modelo la absorbe y la resignifica convirtiéndola en expositora hacia un mercado de consumidores.

     En una reciente entrevista al delegado de la localidad, el mismo manifestó que este año -1999- no se efectuaría la tradicional fiesta Santa Luisa Vive!. Los fundamentos de la suspensión se refieren, según el funcionario, a aspectos tales como:

     "... la situación no está bien para el campo y vos vistes que todas esas cosas cuestan mucho y todo el dinero sale prácticamente de la gente de campo y hoy la gente de campo está muy mal, vos sabes bien como es el tema, (...) pero esa fiesta monumental no, ya pasó, es de otra época".

     "Y lo que pasa, que la fiesta, el que la organizaba, el que pedía y el que hacía todo era yo. Yo no trabajaba un mes en mi casa, un trabajo terrible, un gasto enorme y en mi persona también, un suponer, todas las comunicaciones, había que hablar a cada momento, las pagaba yo, por ejemplo, para conseguir el tren el año pasado, yo me tuve que ir a Buenos Aires y esos son gastos personales y molestar a mucha gente, luego el último día la gente trabaja, pero ya te digo, todo lo anterior soy yo el que tengo que andar y hablar por teléfono y decir sí te voy a dar e ir a buscarlo y no encontrarlo y volver de vuelta, e ir otro día y así continuamente, viste cuando vos no das más...".

     "La fiesta esplendorosa de los años 95, 96. Ya no va más"

     Describe la situación socioeconómica de la localidad:

     "Esto tiene que ver con la situación del campo, que está cada vez peor, cada vez queda menos gente, los tambos chicos han desaparecido, la gente con 150 o 200 hectáreas no lo puede mantener más, el pequeño desaparece y aquí el golpe de gracia para que estas cosas, lo dio la desaparición de la Cooperativa Agraria, hace pocos meses, eso fue terrible. La cooperativa era una familia numerosa pero dos empleados se tuvieron que ir, así quedó muy mal Santa Luisa..."

     De acuerdo a García Canclini (1990), los nuevos ciudadanos logran serlo dentro de relaciones asimétricas de poder, en ritualizaciones que a veces sustituyen la interacción y la satisfacción de las demandas. En Santa Luisa algunas demandas específicas se fueron satisfaciendo y, conjunta y diferencialmente, sus habitantes y vecinos a partir de los festejos, han acumulado un capital cultural efectivo (identitario, de socialización política). Con esta serie de fiestas se cumplió un ciclo (del que hicimos algunas descripciones y análisis), pero entendiendo que forma parte de un proceso inacabado, en plena transición local-global.

ANEXOS

HUELLA DE SANTA LUISA

Por la huella del campo

Llegó sin prisa

A este pago surero

de Santa Luisa

Pago de gente criolla

Noble y honrada

Urgida en el oficio

De la ordeñada

Como un cardo naciste

Junto a la vía

Sos parte de la historiade Olavarría.

Déjame que te cante

Con noble acento

Pues vives todavía

Y esto no es cuento

Repiquetear de cascos

Rodar de caballos

Silbido hecho milonga

Ruido de tarro

Mezclado con el canto

Del gaucho lero

Iba la risa franca

De algún tambero

Tu viejo club no afloja

En la porfía deleitando

A su gente

Sana alegría

Déjame que repita

Con noble acento

Santa Luisa está viva

Y eso no es cuento

Letra: Urbina Música: Lucero Pedráz

INSTITUCIONES PRESENTES ("SANTA LUISA VIVE" 1998)

Coopelectric de Olavarría

Centro Cultural Tradicionalista: "El mangrullo" (1997)

Escuela N° 39 de Durañona

Escuela N° 66 de Durañona

Regimiento de Tanque N° 2 del Ejército de Olavarría

Fortín Tradición Coronel Olavarría (el presidente es de Santa Luisa)

Gauchos de 16 de Julio

Gauchos Peregrinos

Banda Municipal

Unión Tradicionalista de la Esc. N° 9 de Santa Luisa (1993)

Bomberos de Loma Negra

Centro Cultural Tradicionalista

AUTORIDADES

Intendente de Olavarría

Secretaria de Recursos...

Presidente de Coopelectric

Presidente Sociedad Rural de Olavarría

Delegado de Recalde

SÍMBOLOS

Bandera de los Juegos Bonaerenses

Bandera Argentina

Bandera alusiva a las agrupaciones de gauchos

DESFILE

de todas las agrupaciones de gauchos,

Regimiento de tanques del ejército ("tecnología de última generación"),

de motos: "últimos modelos de ciclomotor",

de Autos de época: "Gloria del recuerdo", armado con elementos legítimos de los hnos. Emiliozzi

EXPOSICIÓN EN LA CARPA

de productos artesanales como: en cerámica, flores secas, telas (Sierras Bayas)

de productos artesanales de soga (Santa Luisa)

de productos artesanales alimenticios: quesos, miel, facturas de cerdo

NOTAS

1. Una base para la elaboración de este trabajo, fue la presentación de los mismos autores en las Jornadas Preparatorias del Congreso Mundial de Sociología Rural Rio 2000, efectuadas en la ciudad de Olavarría, Junio de 1999

REFERENCIAS CITADAS

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