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Intersecciones en antropología

versión On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol.  n.6 Olavarría ene./dic. 2005

 

Circulación, intercambio y uso de obsidianas en la costa de la provincia del Chubut (Patagonia argentina), durante el Holoceno tardío

Julieta Gómez Otero y Charles R. Stern

Julieta Gómez Otero. Centro Nacional Patagónico (CONICET). Universidad Nacional de la Patagonia. Bvard. Brown S/N, (9120) Puerto Madryn, Provincia del Chubut, Argentina. E-mail: julieta@cenpat.edu.ar
Charles R. Stern. Department of Geological Sciences, University of Colorado, Boulder, Colorado 80309-0399, EEUU.
E-mail: Charles.Stern@colorado.edu

Recibido 30 de Junio 2004. Aceptado 24 de Noviembre 2004

RESUMEN

Se presentan los resultados de un nuevo análisis de elementos traza en 26 artefactos de 19 sitios arqueológicos de la costa de la provincia del Chubut. Dieciocho sitios son del sector norte, entre las desembocaduras del Arroyo Verde y del río Chubut y el último está situado al sur, en Cabo Dos Bahías. Seis diferentes tipos de obsidiana fueron identificados; tres de ellos de fuentes conocidas: los tipos T/SCI de la fuente de Telsen y SI de la fuente Sacanana, ambas del centro-norte de la provincia del Chubut y el tipo PDAI de la fuente de Pampa del Asador, en la provincia de Santa Cruz. Los tipos de fuente desconocida son: CC? anteriormente determinado en un sitio arqueológico de Cerro Castillo, margen suroeste de la Meseta de Somuncurá; el tipo T/SCII, en principio considerado como subtipo de la fuente de Telsen, pero según estos nuevos análisis pertenece a una fuente distinta; y un tipo nuevo, MSI, cuya fuente estaría en la Meseta de Somuncurá. La información aquí presentada indica que los seis diferentes tipos de obsidiana llegaron a la costa central de Patagonia desde centros de aprovisionamiento independientes y desde distancias variables entre 100 km y 800 km.

Palabras claves: Patagonia central; Obsidianas; Procedencia; Circulación.

ABSTRACT

The results of analyses of trace-elements in twenty-six samples of obsidian from 19 archaeological sites along the Atlantic coast, between Golfo San Matías Oeste (41°55´58.8´´S) and Cabo Dos Bahías (44°54´77.9´´S) are presented as a contribution to studies of sources and distribution of obsidian in archaeological sites in central Patagonia, specifically the province of Chubut, Argentina. Six different types of obsidian occur in this collection, three of which come from known obsidian sources. Four of the samples are chemically similar to obsidian type T/SCI, which is derived from near Sierra Negra (42°21'S - 66°36´W), northeast of the town of Telsen, and is located between 100 and 235 km linear distance west of the sites along the coast in which this obsidian occurs. Five of the samples are chemically similar to obsidian type SI from the vicinity of Cerro Guacho (42°28´60´´S - 68°32´93´´W) in the zone of Sacanana, and which is found between 270 and 400 km linear distance west of the sites along the coast in which this obsidian occurs. Finally, one sample from the site Cabo Dos Bahías has chemical characteristics similar to type PDAI obsidian from Pampa del Asador, in the Andean foothills of central-south Patagonia, Santa Cruz Province. Another sample of obsidian from this same source had previously been reported from a site near Puerto Madryn, along the coast of Golfo Nuevo, 800 km from Pampa del Asador. Concerning the samples from unknown sources, five samples are of an obsidian type which also occurs commonly in sites on and west of the Meseta de Somuncurá. The source is therefore believed to lie somewhere within the area of this Meseta. This type of obsidian is tentatively called type MS1. Two samples are chemically similar to obsidian type CCI? found at the archaeological site Cerro Castillo on the western edge of Meseta de Somuncurá. Nine samples are obsidian type T/SCII, previously believed to be from the same source near Sierra Negra as type T/SCI. However, a new analysis of samples from this area indicates that it is not the source of T/SCII, and the actual source of this obsidian, which is both more abundant and more widely distributed that type T/SCI, is unknown. The data indicate that different types of obsidian reached the coast from a number of independent locations between 100 km and 800 km to the West and Southwest.

Keywords: Central Patagonia; Obsidians; Sources; Circulation.

INTRODUCCIÓN

El análisis de trazas químicas en muestras de obsidianas arqueológicas aporta valiosa información para los arqueólogos ya que posibilita hacer inferencias sobre los alcances de la circulación e intercambio prehistóricos de esta materia prima lítica. Estudios preliminares de fluorescencia de Rx (FRx) efectuados en muestras del norte de la provincia del Chubut, desde la costa atlántica hacia la precordillera andina (Stern et al. 2000), permitieron identificar tres nuevos grupos o tipos geoquímicos para Patagonia: el tipo T/SC (subtipos I y II), cuya fuente fue localizada cerca de Sierra Negra, al noreste de Telsen; el tipo S (subtipos I y II) ubicado en los alrededores de Cerro Guacho, en la zona de Sacanana; y el tipo CC? de fuente desconocida registrado en Cerro Castillo sobre la margen suroeste de la Meseta de Somuncurá. Dataciones de 40Ar/39Ar determinaron que el tipo T/SCI tiene 14,6 Ma y el tipo SI 17,8 Ma, edades que corresponden a la actividad volcánica tardía de formación de la Meseta de Somuncurá (Ardolino y Franchi 1993).

Con respecto a la distribución arqueológica, el tipo SI de Sacanana fue documentado en artefactos del valle medio del río Chubut, de Sacanana y de Cerro Castillo; los tipos T/SCI y T/SCII en Telsen y en Península Valdés (aunque el segundo fue también hallado en el valle medio del río Chubut) y el tipo CC? había sido encontrado solamente en Cerro Castillo (Stern et al. 2000). Por último, la excepción la configuró el hallazgo de un artefacto de la fuente de Pampa del Asador (tipo PDA1; Stern 1999) en las cercanías de Puerto Madryn, 800 km hacia el noreste de dicha fuente. Todos estos tipos muestran atributos que los hacen muy buenos a excelentes para la talla lítica.

En un trabajo posterior, Bellelli y Pereyra (2002) presentaron los resultados de análisis de muestras de Piedra Parada y Cholila (noroeste del Chubut) realizados mediante el método de la activación neutrónica (INAA). Esos estudios evidenciaron para ambas zonas la utilización predominante del tipo SI de la fuente Sacanana y, en menor grado, de obsidianas de tres fuentes desconocidas, llamadas respectivamente "X, Y, Z" (la "Z" corresponde al tipo CC? de Cerro Castillo) (Bellelli y Pereyra 2002). Sumada esta información a la aportada por el primer estudio de (Stern et al. 2000), la circulación de obsidianas entre los 42°S y 43°S parecía haber sido bastante limitada en distancias: en la costa solamente se habían registrado muestras de la fuente de Telsen, mientras que las de la fuente de Sacanana presentaban una distribución acotada a las mesetas interiores al oeste y sur de la misma.

A los efectos de evaluar la validez de esas tendencias se realizó un nuevo estudio en Patagonia central, esta vez focalizado sobre la costa atlántica (Figuras 1 y 2; Tablas 1 y 2). Se analizaron 26 artefactos de una muestra de 106 procedentes de 19 sitios: 18 ubicados entre las desembocaduras del Arroyo Verde y del río Chubut, área de trabajo de un proyecto dirigido por Gómez Otero (Gómez Otero 2003, Gómez Otero et al. 1999) y el restante en Cabo Dos Bahías (Castro et al. 2005) (Tabla 1). Las dataciones disponibles y/o las características tecnológicas de los materiales asociados señalaron su correspondencia cronológica con el Holoceno tardío: el más antiguo -Las Lisas Conchero 2- arrojó una antigüedad de 2600 ± 60 años 14C AP, sin calibrar (LP-868). Durante ese lapso, el sector comprendido entre Arroyo Verde y el río Chubut estuvo ocupado por grupos cazadores-recolectores con movilidad regular a lo largo del perímetro costanero y con una dieta que combinó recursos terrestres y marinos (Gómez et al. 1999; Gómez Otero et al. 2000). De acuerdo con análisis bioantropológicos de restos esqueletarios humanos, esos grupos estarían vinculados biológicamente con los indígenas históricos conocidos como Patagones o Tehuelches (Gómez Otero y Dahinten 1999). Su tecnología lítica estuvo sustentada sobre el aprovechamiento de las fuentes locales predominantes -Rodados Patagónicos y rodados marinos-, salvo en Arroyo Verde y en Cabo Dos Bahías donde también existen afloramientos de relieves volcánicos de la Formación Marifil. La calidad de las materias primas para la talla es buena a excelente en todo ese ámbito costero. Explotaron asimismo materias primas no locales como pizarras, calcedonias y sílices amorfos de filón, rocas porfídicas, hematitas y diferentes tipos de obsidianas. La presencia de artefactos confeccionados con rocas alóctonas no comunes entre los Rodados Patagónicos, como por ejemplo las obsidianas, sugiere su obtención por extracción directa en las canteras de origen y/o por intercambio.


Figura 1. Mapa de Patagonia al sur de los 41° S, indicando las áreas de estudio de este trabajo (en recuadro) y la ubicación de seis fuentes de obsidiana: Sacanana, Sierra Negra, Volcán Chaitén, Pampa del Asador y Sierra Baguales (Stern et al. 2000).


Figura 2. Distribución regional general de los tipos de obsidiana de fuentes conocidas para el Chubut: SI y T/SCI. Los números (a/b) a lo largo de las líneas indican la relación cantidad de muestras/total de muestras (datos publicados en Stern et al. (2000), Bellelli y Pereyra (2003) y datos inéditos. Los números al lado de puntos marcados sobre la costa indican los sitios muestreados: (1) Arroyo Verde 3, (2) Rincón de Elizalde 1, (3) Rincón de Elizalde 2, (4) El Riacho, (5) Punta Juan de la Piedra, (6) Istmo Ameghino 1, (7) Flechero del 39, (8) Playa Galván 1, (9) Los Abanicos 1, (10) Las Lisas C2, (11) San Lorenzo 1, (12) La Pastosa 1, (13) La Pastosa 3, (14) Caleta Valdés TT 6, (15) Salina Chica 1, (16) Los Manantiales, (17) Ecocentro F3, (18) Médano Grande, (19) El Pedral 1, (20) El Pedral 2, (21) Bajo de los Huesos, (22) Barranca Norte 1 F1, (23) Barranca Norte 4, (24) Barranca Norte 5 y (25) Cabo Dos Bahías 1.



Tabla 1. Distribución, cantidad y fuentes de obsidianas de sitios de la costa atlántica de Patagonia central (con asterisco los sitios publicados en Stern et al. 2000).





Tabla 2. Composición de elementos traza, en partes-por-millón, determinados por ICP-MS en muestras de obsidiana de la costa de la provincia del Chubut, Patagonia central, Argentina.

En este sentido, las nuevas evidencias que aquí se presentan y discuten permiten reconsiderar la visión sobre los alcances de la circulación, intercambio y uso de las obsidianas por parte de los antiguos cazadoresrecolectores de la costa patagónica central.

METODOLOGÍA

Los artefactos fueron obtenidos por medio de muestreos sistemáticos o de recolecciones fuera de muestreo efectuadas durante prospecciones y transectas. Las transectas fueron lineales, perpendiculares o paralelas a la línea de costa, realizadas por 3 a 4 personas espaciadas cada 20 m y con estaciones cada 100 pasos. Los muestreos sistemáticos se practicaron para evaluar diversidad y densidad de materiales en sitios de superficie; el área de muestreo fue de 4 m de lado y se utilizó zaranda de 3 mm de malla. Algunos artefactos de obsidiana fueron recogidos fuera de los muestreos pautados por lo tanto no se pudo calcular su proporcionalidad. De todos los sitios representados el único en posición estratigráfica fue Los Abanicos 1 Fogón 1; en este caso se realizó una excavación (Gómez Otero y Suárez 1999). En laboratorio los artefactos fueron analizados a ojo desnudo y con lupas de mano de 9x y se clasificaron tecnológicamente de acuerdo con el método tipológico de Aschero (1975, 1983). Para identificar colores y tonalidades de las obsidianas se utilizó la Rock Colour Chart (The Geological Society of America 1963).

Del total de 106 artefactos de obsidiana recogidos en los 19 sitios, 26 fueron analizados químicamente en la Universidad de Colorado (Boulder, EEUU). Las muestras fueron finamente molidas y luego disueltas en ácido. A la solución resultante se le aplicaron técnicas de ICP-MS (Inductively Coupled Plasma Emission Mass Spectrometry) para determinar elementos-traza de Rb, Sr, Ba, Th, Nb, Zr, Hf, Y, La, Ce, Nd, Sm, Eu, Tb, Yb, y Lu (Tabla 2). A su vez, un nuevo tipo de obsidiana MSI fue sometido a un estudio químico más completo en los laboratorios Acts Labs (Tucson, Arizona, EEUU; Tabla 3). También fueron analizados 42 nódulos de más de 80 recogidos tanto en los alrededores de Sierra Negra (Telsen) como en la zona de Cerro Guacho (Sacanana).


Tabla 3. Análisis geoquímicos completos de muestras arqueológicas de la obsidiana Tipo MSI.

RESULTADOS

En primer lugar, los 21 nódulos recogidos cerca de Sierra Negra resultaron del tipo T/SCI; ninguno presentó atributos asimilables al tipo T/SCII. La explicación reside en que el tipo T/SCII fue determinado originalmente a partir del análisis de un artefacto arqueológico recogido en el sitio Cañadón Salamanca 1, al pie de la Sierra Negra (ver Stern et al. 2000: Tabla 2). Por lo comprobado, se trataba de una muestra intrusiva. Por su parte, los nódulos de Cerro Guacho confirmaron su pertenencia al tipo SI.

Con relación al análisis químico de los artefactos (Tablas 1, 2 y 3), 20 de ellos presentaron composición similar a muestras del Chubut previamente analizadas: T/SCI, T/SCII, SI, CC? y uno tuvo correspondencia con el tipo PDAI de Pampa del Asador (Bellelli y Pereyra 2002; Stern et al. 2000). Cinco, de composición semejante entre sí, resultaron diferentes a cualquier otro tipo de obsidiana previamente identificada. Estudios en curso realizados por Stern sobre materiales de sitios trabajados por María Teresa Boschín, permitieron reconocer que este nuevo tipo de obsidiana apareció también en sitios del centro y noroeste de la Meseta de Somuncurá en Río Negro. Aunque la fuente de esta obsidiana es aún desconocida se presume que está situada en el corazón de dicha meseta y, por lo tanto, provisoriamente se la denomina tipo MSI (Tabla 3).

Macroscópicamente, las muestras de obsidianas recogidas muestran diversidad en brillo, textura, color y tonalidad (de acuerdo con la Rock Colour Chart) y es interesante destacar que en todos los sitios se reconoció más de una variedad; en algunos casos esto fue corroborado por los análisis químicos. Con respecto a las dos fuentes conocidas del paralelo 42° S -Sierra Negra (Telsen) y Cerro Guacho (Sacanana)- presentan diferencias notables en color, forma y tamaño de los nódulos. La obsidiana T/SCI de la zona de Telsen varía entre el negro oliva y el gris oliva, es brillante, translúcida y frecuentemente presenta bandas paralelas más claras. Sus nódulos son angulosos y aplanados pero de aristas redondeadas, lo que permite inferir que sufrieron rodamiento poco intensivo y que su fuente primaria debe estar relativamente cerca. Los tamaños mayores son de 150 mm x 50 mm x 10 mm. La obsidiana SI de Sacanana es negra, brillante, de textura lisa y muy similar en aspecto a la del tipo PDAI. Los nódulos de SI que afloran en superficie son rodados de tamaño pequeño siendo los más grandes de 47 mm x 33 mm x 33 mm, mientras que los que se encuentran en estratigrafía pueden llegar a medir 150 mm x 75 mm x 45 mm (ver Stern et al. 2000).

De las variedades de fuente desconocida la obsidiana del tipo MSI es negra y muy brillante; a veces con pequeños cristales de cuarzo en su matriz; por último, las obsidianas del tipo T/SCII y la del tipo CC?, son de color gris verdoso oscuro a negro grisáceo, brillantes y translúcidas. Cabe recordar que el tipo T/ SCII había sido inicialmente considerado como originario de la fuente de Telsen, pero a partir de este nuevo estudio se reconoció su pertenencia a una fuente aún desconocida.

Distribución de obsidianas por zonas y sitios

A los efectos de una escala comparativa mayor a la de sitio se agruparon los mismos por zonas (Figura 2; Tablas 1 y 2).

1. Golfo San Matías Oeste

Se recolectaron 47 artefactos de obsidiana de 3 sitios y se estudiaron químicamente 4. Cada uno de estos artefactos correspondió a un tipo diferente de obsidiana: T/SCI, T/SCII, MSI y SI.

1.1. Arroyo Verde 3

Sitio en superficie sobre la margen norte de la desembocadura del Arroyo Verde (Figura 2:1). Se realizó un muestreo sistemático, recuperándose dos desechos de talla: macroscópicamente uno es de color negro oliva y el otro gris oscuro verdoso. El análisis químico del primero determinó su pertenencia al tipo T/SCI. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 0,4%.

1.2. Rincón de Elizalde 1

Sitio en superficie sobre una terraza marina del Terciario a 5-7 m snm (Figura 2:2). En un muestreo sistemático se recogieron 4 artefactos: 1 raclette y 3 desechos de talla; 3 de ellos de la tonalidad negro oliva y uno gris amarillento verdoso. El último fue clasificado químicamente como perteneciente al tipo T/SCII. Una muestra de carbón de un relicto de conchero contiguo al muestreo fue datada en 2220 ± 70 años 14C AP (LP- 1348), cal 1397-1621 DC, cal 329-553 AP (2 sigmas, de acuerdo con Stuiver y Reimer 1993). La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 1%.

1.3. Rincón de Elizalde 2

Sitio en superficie sobre una terraza marina del Terciario a 5-7 m snm (Figura 2:3). Se realizó una recolección asistemática de 41 artefactos de obsidiana, 11 de ellos instrumentos y el resto desechos de talla. Macroscópicamente se identificaron distintas variedades: negra, negra muy brillante con cristales de cuarzo, gris oliva y negro oliva, siendo la última la más abundante. Un artefacto de obsidiana negra fue clasificado químicamente como perteneciente al tipo SI y otro de la variedad negra muy brillante con cristales, al tipo denominado tentativamente MSI. Como el muestreo fue asistemático no se calculó la proporcionalidad.

2. Istmo Ameghino

Se estudió químicamente un único artefacto de 2 obtenidos en una transecta paralela a la costa entre Punta Juan de la Piedra y Punta Gales, sobre la costa del golfo San José. Previamente, en otros dos sitios -El Riacho 1 M1 (Figura 2:4) sobre la costa del golfo San José y el sitio Istmo Ameghino 1 M1 (Figura 2:6) sobre la costa del golfo Nuevo- se había identificado el tipo T/SCI (Stern et al. 2000).

2.1. Punta Juan de la Piedra - Transecta Paralela (Estación 13)

Sitio en superficie en ambiente de dunas coincidente con la Estación 13 de una transecta lineal (Figura 2:5). De un muestreo sistemático se obtuvieron 2 desechos de talla de obsidiana de la tonalidad negro oliva. La determinación química de uno demostró su pertenencia al tipo T/SCII. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 1,6%.

3. Península Valdés

Se recogieron 24 muestras de obsidiana de 8 sitios, de las cuales 9 se analizaron químicamente. Las nuevas muestras pertenecen: una al tipo T/SCI, 3 a T/ SCII, 2 respectivamente a MSI y CC? y una a SI. Estas determinaciones se agregan a la de un artefacto hallado en el sitio Los Manantiales (Salina Grande) (Figura 2:15) que resultó corresponder al tipo T/SCII (Stern et al. 2000) y una de un artefacto del sitio La Pastosa 1 (Figura 2:12), que también corresponde al tipo T/SCII. Del estudio anterior y de éste resalta que aproximadamente el 50% de los ejemplares de Península Valdés son del tipo T/SCII, mientras los otros tipos presentan menor abundancia relativa.

3.1. Golfo San José

3.1.1. Flechero del 39

Sitio en superficie en ambiente de dunas en proximidades de Punta Cono (Figura 2:7). En un muestreo sistemático se recogieron 3 desechos de talla; fuera de muestreo se levantaron 17 artefactos de obsidiana. Macroscópicamente se distinguieron obsidianas de 3 tonalidades: negra muy brillante con cristales, negro oliva y gris oliva, predominando la última. Un artefacto de la variedad negra con cristales fue clasificado como MSI y uno de los grises oliva como T/SCII. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue de 1,5%.

3.1.2. Playa Galván 1

Sitio en superficie en ambiente de dunas, ubicado en las cercanías de la playa del mismo nombre (Figura 2:8). En una recolección asistemática se obtuvieron siete desechos de talla representativos de las tonalidades negra, negro oliva y gris oliva. Un artefacto gris oliva fue químicamente clasificado como T/SCII y uno negro clasificado como SI.

3.2. Golfo San Matías

3.2.1. Los Abanicos 1 Fogón 1

Fogón estratificado en acantilado activo entre 5 y 7 m snm, localizado en la estancia del mismo nombre (Figura 2:9). Una muestra de carbón fue datada en 380 ± 60 años 14C AP, cal DC 1436-1953 DC, cal AP 0- 514 (2 sigmas, de acuerdo con Stuiver y Reimer 1993) (Gómez Otero y Suárez 1999:396). En un muestreo sistemático alrededor del fogón se recogió una raclette de obsidiana negra, determinada químicamente como perteneciente al tipo MSI. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 1,6%.

3.2.2. Las Lisas Conchero 2

Conchero chato grande aflorando en superficie en un ambiente de dunas (Figura 2:10). De un muestreo sistemático se obtuvieron 9 desechos de talla: 5 negro oliva a gris oliva, 3 negros y uno gris oscuro verdoso. Uno de los artefactos de obsidiana negra fue clasificado como correspondiente al tipo CC?. Una muestra de valvas del conchero fue datada en 2600 ± 60 años 14C AP, sin calibrar (LP-868), aunque como se dataron valvas, hay que considerar el envejecimiento por el efecto reservorio. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 2,5%.

3.2.3. San Lorenzo 1

Sitio en superficie en ambiente de dunas en la estancia del mismo nombre (Figura 2:11). En un muestreo de 4 m de lado se recogió un desecho de talla de la variedad negro oliva, que resultó del tipo T/SCI. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 3,3%.

3.3. Mar abierto

3.3.1. La Pastosa 3

Sitio en superficie en ambiente de dunas en la estancia homónima (Figura 2:13). En un muestreo sistemático se colectó un artefacto de obsidiana negro grisácea, clasificado químicamente como tipo T/SCII. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 0,6%. A esto se suma la determinación química de un artefacto del sitio La Pastosa 1 que resultó pertenecer al mismo tipo (Stern et al. 2000).

3.4. Caleta

Valdés Se estudió el único artefacto recogido en la Estación 6 de la Transecta Transversal 6, que coincidió con la presencia de un gran sitio en superficie donde se realizó un muestreo sistemático.

3.4.1. Transecta Transversal 6 (Estación 6)

Sitio en superficie en un bajo, al inicio de la espiga de barrera de Caleta Valdés (Figura 2:14). Se recogió un desecho de talla de obsidiana negro grisácea clasificada químicamente como tipo T/SCII. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 0,9%.

3.5. Interior de la Península

3.5.1. Salina Chica 1 (Estancia La Laurita)

Sitio en superficie ubicado en la estancia La Laurita en la Salina Chica (Figura 2:16). De un muestreo sistemático se recogió un único artefacto color gris verdoso oscuro que corresponde al tipo CC?. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 5,2%. Previamente, en el sitio Los Manantiales de la Salina Grande (Figura 2:15) se había identificado el tipo T/SCII (Stern et al. 2000).

4. Golfo Nuevo Sur

Se estudiaron 11 muestras de obsidiana colectadas en 3 sitios, los análisis químicos de 5 de ellas determinaron la presencia de los tipos SI, T/SCI y T/SCII. Previamente, un artefacto del sitio Médano Grande (Figura 2:18), a 4 km al sur de Puerto Madryn había sido clasificado como del tipo PDAI de Pampa del Asador (Stern et al. 2000).

4.1. Ecocentro Fogón 3

Relicto de fogón con restos líticos y faunísticos asociados aflorando en superficie en un ambiente de dunas (Figura 2:17). Se estudió uno de 2 desechos de talla de la variedad gris oliva determinado químicamente como tipo T/SCI. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 6,2%.

4.2. El Pedral 1

Sitio en superficie sobre paleocordón litoral con relictos de pequeños concheros (Figura 2:19). De una recolección fuera de muestreo se obtuvieron 6 desechos de talla: 3 de la variedad negra, uno gris oliva y 2 gris oscuro verdoso. Cuatro fueron estudiados químicamente: 2 de la variedad negra resultaron del tipo SI, el gris oliva del tipo T/SCI y el gris verdoso oscuro del tipo T/SCII.

4.3. El Pedral 2

Sitio en superficie sobre paleocordón litoral con relictos de pequeños concheros (Figura 2:20). Si bien ninguna obsidiana de este sitio fue analizada químicamente, se lo incorpora a la discusión por su proximidad y similitud con el anterior y para poder llegar a comparar zonas cuyos muestreos sistemáticos sumen como mínimo 100 artefactos. Se recogieron 3 artefactos de las variedades negro oliva a gris oliva: un raspador microlítico y 2 desechos de talla. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 0,41%.

5. Costa de mar abierto entre Punta Ninfas y la desembocadura del río Chubut

Se recogieron 20 artefactos de obsidiana de 4 sitios ubicados entre 12 y 20 km al norte de la desembocadura del río Chubut; 4 fueron analizados químicamente y se reconoció la presencia de obsidianas de los tipos SI, T/SCII y MSI. No fue identificada ninguna muestra de la fuente de Telsen.

5.1. Bajo de los Huesos - Transecta Paralela (Estación 10)

En una transecta lineal paralela al tramo de costa entre Bajo de los Huesos y Barranca Norte (Figura 2:21) se recogió un único desecho de talla de obsidiana negra que correspondió al tipo MSI. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 1%.

5.2. Barranca Norte 1 Fogón 1

Relicto de Fogón en un sitio en superficie muy grande ubicado en Barranca Norte, unos 12 km al norte de la desembocadura del río Chubut (Figura 2:22). El fogón estaba asociado con restos de pinnípedos, guanacos, aves, armadillos y moluscos. Se halló un único desecho de talla de la tonalidad gris oliva determinada químicamente como T/SCII. La proporcionalidad de obsidianas en el conjunto fue del 3,3%.

5.3. Barranca Norte 4

Conchero aflorando en superficie en un ambiente de dunas (Figura 2:23). Fuera de muestreo se recogieron 5 desechos de talla, 2 de obsidiana negra (una determinada como SI) y 3 negro-oliva a gris oliva.

5.4. Barranca Norte 5

Conchero aflorando en superficie sobre el lecho de una laguna seca (Figura 2:24). En un muestreo asistemático se colectaron 12 artefactos: 2 núcleos, 2 buriles y 8 desechos de talla. Cinco artefactos eran de obsidiana negra; un artefacto gris verdoso oscuro fue clasificado como tipo T/SCII.

6. Cabo Dos Bahías

Se estudiaron dos muestras del sitio Cabo Dos Bahías 1. Se reconoció la representación de obsidianas de dos fuentes muy alejadas de esa bahía, la MSI y la PDAI.

6.1. Cabo Dos Bahías 1

Ubicado en la reserva faunística provincial del mismo nombre, frente al islote Moreno (Figura 2:25). De un muestreo sistemático se recogieron 2 desechos de talla de obsidiana negra (Castro et al. 2005); uno resultó del tipo MSI y el otro del tipo PDAI, de Pampa del Asador. La proporcionalidad de las obsidianas en el conjunto fue del 3,6%.

DISCUSIÓN

Para evaluar la antigüedad de la circulación, distribución, frecuencia y usos de las obsidianas en el área de estudio, se discutirá a continuación la información referida no solamente a los sitios presentados en este trabajo sino también a los sitios costeros publicados en Stern et al. (2000). Asimismo, se compara esos resultados con un trabajo de Gómez Otero et al. (1999) sobre Península Valdés y con el análisis lítico de dos sitios de superficie -Cañadón Salamanca 1 y Sucesión Montenegro 1- cercanos respectivamente a las dos fuentes conocidas de obsidianas del paralelo 42° S: Telsen y Sacanana. Cañadón Salamanca 1 se encuentra a los 42° 27´10.1" S y 66° 47´55.3" O, al pie de la Sierra Negra y sobre la margen izquierda de un arroyo que corre paralelo al cañadón (Figura 2). En el lecho y márgenes de ese arroyo se detectaron numerosos nódulos de obsidiana tipo T/SCI. Se realizó un muestreo sistemático y se identificaron macroscópicamente dos variedades de obsidianas: negro oliva a gris oliva y negra. Los análisis químicos demostraron la presencia de los tipos T/SCI y T/SCII (Stern et al. 2000). Sucesión Montenegro 1 se localiza a los 42°24'53,6" S y 68°48'53,6" O, a 15 km de Cerro Guacho, entre el faldeo de un cerro y un zanjón tributario del arroyo Sacanana (Figura 2; Tabla 4). Los nódulos y artefactos analizados químicamente determinaron su pertenencia al tipo SI (Stern et al. 2000).


Tabla 4. Distribución, cantidad y fuentes de obsidianas de sitios del interior cercanos a las fuentes de Telsen y Sacanana (Paralelo 42° S).

Tipos de obsidiana representados en el área de estudio

Como se mencionó antes, macroscópicamente se distinguieron distintas variedades: negro, negro grisáceo, negro oliva, gris oliva, gris verdoso oscuro y verde amarillento; algunas translúcidas y algunas más brillantes que otras. Los análisis químicos también determinaron la existencia de variabilidad en la muestra estudiada (Figura 3; Tablas 1 y 2): los tipos T/SCI, T/ SCII, SI, MSI, PDAI y CC? ("Desconocida Z" de Bellelli y Pereyra 2002). En el conjunto de todos los artefactos de los sitios costeros el más abundantemente representado es T/SCII, en un principio considerado como subtipo de la fuente de Sierra Negra en Telsen, pero ahora de fuente desconocida (Figura 4). En segundo lugar, se ubican los tipos T/SCI y SI y en orden decreciente, MSI, CC? y PDAI (Figura 4). Sin embargo, estos 6 tipos no configuran los únicos que circulaban en el ámbito de la actual provincia del Chubut; Bellelli y Pereyra (2002) dieron cuenta de la existencia de los tipos "Desconocida X" y "Desconocida Y", que no tienen correspondencia química con las obsidianas que aquí se discuten. En este sentido, sobre la base de datos propios y de Arrigoni (1999), estos autores propusieron intensificar la búsqueda de las respectivas fuentes en la cordillera. En síntesis, en esta región habrían circulado obsidianas de por lo menos 8 fuentes diferentes, solamente 3 de ellas conocidas; las 2 del Chubut (Telsen y Sacanana) y una de Santa Cruz (Pampa del Asador) (Figuras 1 y 2).


Figura 3. Valores en elementos traza Zr (Zirconium) y Rb (Rubidium) de los siete tipos de obsidiana identificados en muestras del área de estudio.


Figura 4. Representación proporcional de los distintos tipos de obsidiana en el conjunto de muestras del área de estudio.

En cuanto a la distribución (Tabla 1; Figura 4), el tipo más común en los sitios costeros, T/SCII, fue registrado también en Cañadón Salamanca 1 y en La Plumas, valle medio del Río Chubut. Dada esta distribución y su escasez en sitios alejados al oeste (Bellelli y Pereyra 2002; Stern et al. 2000) se presumió que su fuente estaría cerca del sector norte de la costa de la provincia del Chubut; quizás sobre la margen oriental de la Meseta de Somuncurá. El tipo T/SCI también está presente en la costa, pero es escaso o inexistente en sitios al oeste y sur de Telsen (Figura 2; Bellelli y Pereyra 2002; Stern et al. 2000). El tipo SI es el de más amplia distribución en todo el ámbito de la provincia del Chubut y es importante destacar que a partir de estos nuevos estudios se pudo comprobar que también había llegado a la costa (Figura 2). Llama la atención que SI, cuya fuente se encuentra entre 270 km y 400 km de la costa, muestre la misma abundancia que T/ SCI, de fuente mucho más cercana y de tan buena calidad para la talla como SI. El tipo MSI fue identificado tanto en la costa como en el centro y oeste de la meseta de Somuncurá. El tipo CC? fue identificado en la costa y en Cerro Castillo. Por último, el tipo PDAI solamente apareció en el sitio Médano Grande (Puerto Madryn) y en un sitio de Cabo Dos Bahías. Es probable que la poca representatividad de esta fuente esté vinculada con la gran distancia a que se encuentra en relación con el área de estudio.

Proporción de obsidianas en los distintos sitios y zonas

Si se consideran solamente los muestreos sistemáticos la proporción intersitio de los artefactos de obsidiana es muy exigua: 0,4% a 6,2% (Tabla 1). Los valores descienden si se comparan entre las distintas zonas (Figura 5); la que mayor proporción presentó es la zona del Istmo Ameghino con un 3%. Si además se considera que en la mayoría de las zonas y sitios se registró más de un tipo de obsidiana, resalta que los distintos tipos fueron poco accesibles o que las obsidianas tuvieron escasa importancia para la tecnología lítica de los grupos costeros del área de estudio que, por otra parte, disponían de materias primas de muy buena calidad para la talla como basaltos y sílices amorfas obtenibles localmente entre los Rodados Patagónicos y los marinos. Esta baja densidad de las obsidianas fue también registrada en la zona de Piedra Parada y en Cholila (Bellelli y Pereyra 2002). En contraste, en los dos sitios muy cercanos a las fuentes T/SCI y SI -Cañadón Salamanca 1 y Sucesión Montenegro 1, respectivamente- la proporción de obsidianas fue de 47,6% para el primero y 62% para el segundo (Figura 5; Tabla 4).


Figura 5. Proporción artefactos de obsidiana/total de artefactos en zonas analizadas del paralelo 42° S (interior y costa). Sucesión Montenegro y Cañadón Salamanca se encuentran en las áreas fuentes de los tipos SI y T/SCI respectivamente.

Cronología de la circulación de obsidianas

De todos los sitios del área de estudio los únicos datados radiocarbónicamente son Las Lisas C2, con un fechado de 2600 ± 60 años 14C AP y Los Abanicos 1 Fogón 1 que arrojó una antigüedad de 380 ± 60 años 14C AP (Gómez Otero y Suárez 1999:396). En otras zonas de la Patagonia centro-norte se registraron edades mínimas similares: 2240 ± 90 años 14C AP en Cerro Castillo (Belardi 1996:45); 3210 ± 50 años 14C AP en el área de Piedra Parada (Pérez de Micou 2002, en Bellelli y Pereyra 2002:114) y 1780 ± 80 años 14C AP en Cholila (Bellelli y Pereyra 2002:106). Estas fechas estarían indicando que la circulación de obsidianas en la provincia del Chubut se habría dado por lo menos desde el ca. 3200 años AP y perdurado hasta tiempos posiblemente posteriores al contacto con el europeo.

Consideraciones tecnológicas

Entre los 25 contextos con artefactos de obsidiana del área de estudio solamente 10 presentaron instrumentos que suman un total de 26; el resto contenía únicamente desechos de talla. Los instrumentos más abundantes son los núcleos y las lascas con retoque seguidos por los buriles, las raclettes y los raspadores (Tabla 5). No se encontraron puntas ni piezas bifaciales, aunque sí se hallaron en baja cantidad y fragmentadas o retomadas en otros sitios o zonas del área. Es altamente probable que esto tenga relación con extracciones por parte de coleccionistas, aficionados y turistas, muy frecuentes en el área de estudio por su cercanía a grandes centros urbanos de la provincia del Chubut. Precisamente, los autores de este trabajo pudieron registrar artefactos retocados de obsidiana en colecciones privadas (Colección Estancia Punta Delgada, en Península Valdés; Colección Museo Salesiano de Rawson). En contraste, la proporción y variedad de instrumentos de los dos sitios del interior cercanos a las respectivas fuentes de obsidiana es mayor y hay representación de puntas y bifaces, lo que estaría en consonancia con una superior proporción de obsidianas en los contextos líticos y con su ubicación en zonas poco pobladas y transitadas (Tabla 6).


Tabla 5. Tipos de instrumentos de obsidiana en sitios de la costa atlántica de Patagonia central.


Tabla 6. Tipos de instrumentos de obsidiana en sitios del interior cercanos a las fuentes Telsen y Sacanana (Paralelo 42° S).

Tanto los instrumentos como los desechos de talla presentan dimensiones chicas (Tablas 7 y 8): los instrumentos son pequeños a medianos-grandes y predominan los pequeños; los desechos son muy pequeños a mediano-pequeños y predominan los pequeños. En los sitios del interior el tamaño de los instrumentos no difiere de los de la costa; son pequeños y medianopequeños (Tabla 9), mientras que entre los desechos se observa mayor amplitud: los tamaños más frecuentes son los pequeños y se registraron también mediano- grandes y algunos grandes, en especial en Cañadón Salamanca 1 (Tabla 10).


Tabla 7. Atributos de los instrumentos de obsidiana del área de estudio.


Tabla 8. Desechos de talla en sitios del área de estudio (en asterisco los publicados en Stern et al. 2000).


Tabla 9. Atributos de los instrumentos de obsidiana en sitios del interior cerca de las fuentes Telsen y Sacanana (Paralelo 42° S).


Tabla 10. Desechos de talla de obsidiana en sitios del interior (Paralelo 42° S).

Con relación a la reserva de corteza (Tabla 7), su frecuencia entre los instrumentos es alta (más del 25%); aunque este porcentaje se elevó al 100% en los sitios en los que había un único artefacto de obsidiana y el mismo tenía corteza. En los contextos del interior es también importante; en Cañadón Salamanca 1 alcanzó el 47% y en Sucesión Montenegro 1, el 25% (Tabla 8). Si se compara con conjuntos de artefactos de otras materias primas registrados en sitios de Península Valdés (Gómez Otero et al. 1999) la frecuencia de corteza es inferior y no supera el 13%. La bifacialidad presentó muy bajos porcentajes entre los instrumentos: fue solamente observada en 3 artefactos con retoque marginal bifacial (Tabla 7). Sin embargo, entre los desechos de talla hay microlascas de reducción o de adelgazamiento bifacial que indican producción de piezas bifaciales. Como se mencionó previamente, esto se correlacionaría con la intensa alteración antrópica que evidencian los contextos líticos en los sitios costeros, en los que difícilmente se encuentran puntas de proyectil, bifaces o preformas bifaciales, cualquiera sea la materia prima. Por el contrario, entre los sitios del interior, Cañadón Salamanca 1 presentó 13% de bifacialidad y Sucesión Montenegro 1, 30% (Tabla 8).

Llamó la atención el alto índice de módulos laminares que según los sitios varió entre 50% y 100% entre los instrumentos (Tabla 7) y entre 20% y 40% entre los desechos (aunque en sitios como el Ecocentro F3 y Barranca Norte F1 alcanzó el 100%) (Tabla 9). En comparación, la laminaridad observada en conjuntos de artefactos de otras rocas en sitios de Península Valdés resultó bastante variable: 3% a 33% (Gómez Otero et al. 1999). Entre los instrumentos de Cañadón Salamanca 1 y Sucesión Montenegro 1 rondó el 30% (Tabla 8) y entre los desechos de talla, 12% y 4%, respectivamente (Tabla 10). Es probable que los porcentajes importantes de formas-base laminares entre las obsidianas de los contextos de la costa en estudio indiquen una optimización en el aprovechamiento de sus nódulos.

Por último, con relación a la talla bipolar, parece haber sido poco aplicada ya que solamente se registró en 2 de los 5 núcleos, en 2 lascas con retoque y en 2 microlascas (Tabla 7). En Cañadón Salamanca 1 y en Sucesión Montenegro 1 no se reconoció ninguna evidencia de bipolaridad (Tabla 8). En contraste, en algunos contextos del área de estudio los artefactos bipolares alcanzaron hasta un 33% (Gómez Otero et al. 1999), siendo más frecuente su uso en la talla de rodados de basalto. Probablemente en el caso de las obsidianas, dada su condición de vidrio volcánico y su menor tenacidad con relación al basalto, no debió ser útil la aplicación de la técnica bipolar para la extracción de formas-base. Quizás esta técnica podría haberse usado para quebrar inicialmente los nódulos más chicos; pero luego se los seguiría tallando mediante percusión controlada o presión (J. E. Moreno comunicación personal, 2004).

CONCLUSIONES

Estudios químicos realizados en artefactos de obsidiana de la costa de la provincia del Chubut (Patagonia argentina) evidenciaron la circulación de 6 tipos diferentes de obsidianas en los últimos 3000 años. Tres de ellos provienen de fuentes conocidas: Telsen, Sacanana y Pampa del Asador. Las fuentes de los demás tipos no han sido aún ubicadas, pero por la distribución de los artefactos correspondientes se presume que podrían estar localizadas en distintos sectores de la meseta de Somuncurá. Si a estos tipos se agregan otros dos identificados por Bellelli y Pereyra (2002) en Piedra Parada y Cholila, 8 tipos diferentes de obsidianas estuvieron en circulación en ese período en lo que es hoy el territorio chubutense.

La presencia de núcleos y artefactos con corteza, el predominio de desechos de talla y los tamaños de los artefactos indican que los nódulos ingresaron enteros a los sitios y allí fueron tallados exhaustivamente llevándose a cabo todas las etapas de la secuencia de producción lítica. A diferencia de los nódulos de basalto, de abundante provisión local, no se aplicó frecuentemente la talla bipolar y la producción de formas -base laminares fue muy superior. Los grupos tipológicos representados y ciertos atributos como la laminaridad y el pequeño tamaño de los artefactos coinciden con rasgos identificados en contextos tardíos de Patagonia central asimilables a la llamada fase Patagoniense (ver Aschero et al. 1978; Orquera 1987). Esto significa que el tratamiento tecnológico dado a las obsidianas no fue distinto al que se dio a otras rocas de condiciones similares para la talla, como por ejemplo las sílices coloidales. Si bien no se descartan procesos post-depositacionales naturales ni la acción humana, la proporción de obsidianas es muy baja en todos los sitios muestreados (3% de promedio sumando todos los tipos), lo que implica una tasa de depositación bajísima para esos 3000 años de circulación. Si se presume que la costa norte del Chubut fue ocupada por cazadores-recolectores cuya movilidad se dio de manera regular y preferencial dentro del ambiente costero y sus inmediaciones, esto podría deberse a:
(a) dificultades o restricciones para la obtención de las obsidianas, sea por la distancia desde la costa a las áreas fuente o porque los grupos que vivían en su cercanía controlaban su acceso; o

(b) las obsidianas no fueron indispensables o relevantes para la tecnología de los cazadores-recolectores del área de estudio.

La hipótesis (a) no parece plausible porque en primer lugar, por lo menos la fuente de Telsen estaba relativamente próxima a la costa (entre 100 km y 235 km); en segundo lugar, el registro arqueológico prueba que todos los nódulos de los distintos tipos de obsidiana circularon a distancias alejadas de las áreas fuente. Por otra parte, en trabajos de Bellelli y Pereyra (2002), Bellelli et al. (2003) y Gómez Otero (2003) se discutieron evidencias que prueban que no solamente las obsidianas circularon en el norte de la provincia del Chubut: justamente durante los últimos 3000-2000 años se habrían intensificado los intercambios de bienes, materias primas, información e ideas.

Con relación a la hipótesis (b) que plantea que las obsidianas no fueron indispensables para los grupos costeros, la explicación podría estar relacionada con la abundancia de buenas materias primas líticas en la costa. Por lo tanto, no se deberían esperar estrategias logísticas específicas para su procuramiento (sensu Binford 1980): en el contexto de la circulación normal de grupos entre distintos ambientes, las obsidianas pudieron haberse obtenido a través de trueques que incluyeran además otros rubros. Pero también pudo haber ocurrido que partidas de los grupos que se movilizaban regularmente en las inmediaciones de las áreas fuente transportaran nódulos a la costa para intercambiarlos por materias primas o bienes que solamente ese ambiente podía ofrecer: por ejemplo, conchillas de caracoles o bivalvos para elaborar chaquiras o recipientes o bien moluscos secos. A este respecto, cabe recordar la información presentada por Waselkov (1987:108-109; Cuadro 2) sobre sociedades costeras que secaban parte de la cosecha de moluscos como reserva para el comercio.

Para terminar, como dice Hughes (1998:110), los estudios geoquímicos de las obsidianas y otras rocas no solamente pueden informarnos sobre "how artifacts made from those materials found their way into an archaeological site", sino también son una excelente vía para realizar inferencias sobre comercio, intercambio y movilidad en el pasado. Acorde con lo discutido arriba quedaría pendiente explorar la presencia de materias primas y bienes propios de la costa en los sectores donde se localizan las fuentes de obsidiana de Telsen y Sacanana.

Agradecimientos

A los siguientes colegas y amigos que participaron en distintas campañas donde se ubicaron las muestras de obsidiana: Juan Bautista Belardi, Alejandro Súnico, Pablo Bouza, Vasquito Aguerrebere, Bobby Taylor, Gloria Arrigoni, Alicia Castro, Eduardo Moreno, Rolando González-José, Martín Serrán y Augusto Flores. A Alexandra Skewes y Bobby Taylor por su colaboración en la recolección de nódulos de obsidiana en Telsen y Sacanana en 2003. A María Teresa Boschín, por permitir citar datos suyos inéditos. A todas las personas que nos brindaron su hospitalidad en las campañas. A Haydée Palleres, por su apoyo en las tareas de gabinete del laboratorio de Arqueología del CENPAT. A Luis Orquera y a Eduardo Moreno por sus observaciones y sugerencias que no implican estar de acuerdo con todo los que aquí se discutió y propuso. A Mónica Berón y Liliana Manzi por sus oportunos y valiosos comentarios.

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