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Intersecciones en antropología

On-line version ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol. vol.12 no.1 Olavarría Jan./July 2011

 

ARTÍCULO

Tiestos trazadores de cerámica exótica en sitios tardíos de los alrededores de Susques (Jujuy, Puna argentina)

 

Patricia Solá

Patricia Solá. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. 25 de Mayo 221 - 3º Piso (C1002ABE) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. E-mail: patriciasola@gmail.com

Recibido 18 de noviembre 2009.
Aceptado 17 de septiembre 2010

 


RESUMEN

En cinco sitios ubicados en los alrededores de Susques, se hallaron fragmentos de cerámica que evocan producciones no locales, algunas de ellas tan distantes como las de la Quebrada de Humahuaca, la región de Yavi e incluso el Altiplano peruano-boliviano. Esos tiestos son los materiales que en el presente trabajo fueron considerados trazadores del movimiento de cerámica exótica hacia la región de Susques. Dicho material fue hallado conjuntamente con fragmentos de alfarería de tipo utilitaria, producida por grupos de pastores-cazadores que habitaron esta región de la Puna jujeña desde el período Tardío al pos Hispánico (ca. 1100 DC a 1800 DC). Su análisis resultó interesante porque, además de evidenciar la interacción entre los grupos durante la ocupación de gran parte del período Tardío, permitió especular sobre cuáles pudieron ser los probables lugares de producción y puso de manifiesto las distancias involucradas en el intercambio de esos bienes materiales. La caracterización de los tiestos se realizó mediante estereomicroscopio y microscopio de polarización y, además, las fuentes bibliográficas sirvieron como referentes complementarios de la investigación.

Palabras clave: Cerámica exótica; Caracterización petrográfica; Puna jujeña; Susques.

ABSTRACT

Indicative potsherds of exotic ceramic in late period sites of the Susques area (Jujuy, Argentine Puna). In the Susques area, various special potsherds were recovered from five archaeological sites. This ceramic looks like non local production, possibly manufactured very far from Susques, such as Quebrada de Humahuaca, the Yavi region and the Peruvian-Bolivian Altiplano. These fragments have an exotic connotation in the Susques sites and were considered as a guide of ceramic movement in this part of Northwestern Argentina. This material was found together with utilitarian ceramic of domestic production manufactured by local potters, who lived in small groups with a pastoral-hunter economic system from ca. 1100 AD to 1800 AD. The exotic potsherds in Susques could show some level of interaction between the regional groups and their analysis could also suggest the distances implicated in this pottery distribution. The previous information about the ceramic production sequences, from some of the involved regions, is limited; so this makes it difficult to establish secure matches with the identified ceramic groups. The observations were carried out by stereomicroscope and polarizing microscope, analysis supported by an exhaustive bibliographic review.

Keywords: Exotic ceramic; Petrographic characterization; Puna of Jujuy; Susques.


 

INTRODUCCIÓN

Durante siglos, diversos grupos y sociedades produjeron vasijas de barro siguiendo determinadas pautas en busca de performances que satisficieran sus necesidades. Las múltiples combinaciones producidas durante la búsqueda continua de un producto eficiente -la vasija- generaron una inmensa variedad de clases de cerámica. Si los rasgos obtenidos fueron suficientemente característicos como para identificar o ubicar, a través de los atributos discriminatorios de la cerámica (Rye 1981), el lugar de producción, entonces esa alfarería (y sus tiestos derivados) podría ser utilizada como trazadora de cerámica, en este caso, de cerámica exótica. Como en algunos sitios de Susques se recuperaron tiestos que señalaban una discontinuidad en el conjunto, su presencia se tomó como signo de intrusividad de alfarería exótica, producida en otros lugares y bajo ciertos patrones tecnológicos y decorativos no utilizados en la comarca

El objetivo inicial de este trabajo ha sido describir y aportar información sobre la cerámica que ingresó en la región durante el período Tardío. De manera colateral, su estudio ha permitido plantear que se establecieron sistemas de intercambio, quizás comparables con los que funcionaron para la distribución de obsidiana, que evidencian interacción entre los grupos (Yacobaccio et al. 2004). No obstante, las pruebas actuales son insuficientes para extender esos mecanismos y su alcance a la distribución de los materiales cerámicos. Los estudios sobre la alfarería hallada en los sitios tardíos de Susques permitieron corroborar el movimiento interno de piezas y pusieron de manifiesto la introducción de materiales cerámicos producidos en otros lugares o centros. En esta contribución, se da a conocer la naturaleza de la cerámica exótica asociada a la cerámica de manufactura local y se brindan descripciones completas que permitan correlacionarla con la alfarería producida en otras regiones. Un procedimiento analítico integral debería extender el campo de investigación e indagar sobre cuáles pudieron haber sido los factores sociales y culturales que gobernaron el arribo de esos productos a la zona de estudio, pero es un objetivo de mayor envergadura que no puede ser abordado en esta instancia de la investigación.

Este trabajo se enmarca en los proyectos de investigación que Hugo Yacobaccio viene desarrollando en la zona desde hace 20 años. Los resultados obtenidos en esta oportunidad completan un estudio anterior (Solá 2007) en el cual se analizó la alfarería producida por grupos de pastores-cazadores que habitaron en la región de Susques durante el período Tardío (Yacobaccio et al. 1997-1998). Esta alfarería utilitaria (sensu Rice 1987: 210) producida en contexto doméstico para consumo propio está representada por tiestos que denotan técnicas de manufactura diversas, desde toscas a cuidadas. Son fragmentos de cerámica que representan formas simples, producidas mayormente por superposición de rollos, con cocciones en fogones abiertos y a temperaturas relativamente bajas que generaron un rango de colores desde los marrones o castaños en diversas tonalidades (desde ante a rojizas) hasta los grises y negros; corresponderían a cocciones oxidantes y, pocas veces, neutras y reductoras. Su producción estaría vinculada con las estrategias de pastoreo y actividades de caza seguidas por los pobladores de Susques. Si bien esta alfarería exhibe baja diversidad de formas y estilos, su análisis permitió establecer diferencias en algunas etapas esenciales del proceso de manufactura (Rye 1981), en especial, las relacionadas con la elección de arenas o de roca (¿molida?) como antiplásticos (Solá 2007).

Los materiales cerámicos estudiados en esa oportunidad provinieron de siete sitios que, a partir del análisis de la secuencia de manufactura (Arnold 2000; Rye 1981), fueron agrupados en dos zonas: una al norte y otra al sur (Solá 2007: 82). El sector del norte abarca Cueva Chayal, Chayal 2 y Trojas, Chulpa Chayal y Huirunpure y el sector del sur comprende Puesto Demetria, Lapao Chico y Puesto Caliente. En estos sitios, la cerámica se halló en contexto doméstico asociada con restos de arqueofauna, artefactos líticos, diversos ecofactos y estructuras de combustión (Yacobaccio et al. 1997-1998). Las excavaciones y recolecciones de superficie aportaron tiestos que visualmente se diferenciaban de la alfarería local y mostraban cierta diversidad tecnológica como respuesta a las elecciones de los artesanos (tipo, tamaño, densidad y procesamiento de los antiplásticos, tratamientos superficiales, modos de cocción), formas representadas (e.g., aribaloides) y técnicas y estilos decorativos no registrados en la alfarería producida en Susques y alrededores. A esa muestra cerámica, integrada por 35 tiestos (NTOTAL: 635 fragmentos), se la consideró de manufactura no local y se la clasificó como cerámica exótica. Esos tiestos jugaron un rol de intrusividad en la zona y son los que han motivado esta investigación a la vez que revelaron que, en ese ambiente rural, habrían funcionado sistemas de intercambio que, en algunos casos, implicaron distancias importantes.
La revisión bibliográfica estuvo principalmente dirigida a las clases de cerámica que a priori parecían estar representadas en el conjunto analizado. Entre ellos, se consideraron los trabajos sobre la alfarería Yavi (Ávila 2005; Fernández 1978; Krapovickas 1970, 1975, 1977, 1981-1982; Krapovickas et al. 1979; Krapovickas y Aleksandrowicz 1986-1987), de Sorcuyo (Casanova 1938), de Agua Caliente de Rachaite (Ottonello de García Reinoso 1973), del río Doncellas (Alfaro 1983; Alfaro de Lanzone 1988; Alfaro y Suetta 1976; Casanova 1943), de Rinconada (Ruiz 1996), de Casabindo (Albeck et al. 1995, 1996, 1998; Albeck y Ruiz 1997, 2003; Cabezas et al. 1976) y de la Quebrada de Humahuaca y áreas vinculadas (Bennett et al. 1948; Casanova 1933, 1942; Cigliano 1967; Cremonte 1991, 1994a, 1994b; Cremonte, Botto, Díaz, Viña y Canafoglia 2007; Cremonte, Ramírez y Peralta 2007; Debenedetti 1912, 1918; López 2007; Nielsen 1989, 1997; Ortiz y Delgado 1997; Raffino et al. 1991, 1993; Rivolta 2003; Salas 1945). También se examinaron los trabajos sobre cerámica Incaica, La Poma y otros tipos de interés para esta investigación (Bauer 1992; Bregante 1926; Calderari 1988; Calderari y Williams 1991; Cigliano y Calandra 1973; Deambrosis y De Lorenzi 1975; Dillenius 1909; Ixer y Lunt 1997; Madrazo 1969; Nielsen et al. 2000; Raffino et al. 1986; Rosen 1990; Rowe 1944; Serrano 1966; Tarragó 1984; Uribe 1997; Williams 1999).
Los estudios petrológicos de cerámica arqueológica deberían incluir análisis de petrofacies que apuntaran a establecer correlaciones entre la carga de las pastas y la estratigrafía de un área. La aplicación de tal modelo en Susques requeriría definir las petrofacies de la Puna jujeña (incluyendo los sectores de valles) y significaría explorar objetivos sobredimensionados para la muestra motivo de estudio. Por sí solo, el análisis petrográfico/petrológico de pastas no alcanza para resolver temas concernientes a la organización de la producción como fuera planteado por Arnold (1993: 114): "Paste analysis will thus reveal more information on the geological and geographic location of the pottery-making communities than cultural or behavioral information relevant for cultural or social reconstruction". Sin embargo, la petrografía es una técnica analítica útil para perfilar la propia naturaleza de la cerámica y es la única que permite, por ejemplo, caracterizar antiplásticos, identificar técnicas de manufactura primarias (Rye 1981) y contenido biorgánico; también es eficaz para establecer las correspondencias buscadas -pasta vs. pasta y pasta vs. unidades geológicas- y alcanza para determinar regiones de abastecimiento de recursos y, por lo tanto, de manufactura (Rice 1987).
En este sector de la Puna, la variedad litológica y la amplia distribución de las formaciones que integran el sustrato rocoso constituyen un rasgo geoambiental que introduce "ruido" en el análisis porque las pastas producidas en la región y sectores aledaños contienen antiplásticos derivados de esas formaciones y llevan a establecer altas correlaciones, independientemente de los lugares de obtención de las materias primas. Dada esta particularidad, se examinaron indicios que permitieran identificar otras estrategias tecnológicas (Arnold 1985; Rice 1987; Rye 1981; Sinopoli 1991).
Frente a la diversidad observada en la cerámica exótica, se elaboró un protocolo de análisis que incluyera los grupos tecnológicos reconocidos. Se estudiaron los atributos microscópicos y macroscópicos que pudieran brindar información sobre las elecciones tecnológicas (sensu Tite 1999) y se trataron de identificar las formas y los tamaños representados. La conjugación de las variables permitió señalar que, evidentemente, la cerámica clasificada como exótica se aparta del conjunto local y que habría sido producida en otros sectores de la Puna o en lugares más apartados. Indudablemente, la mayor dificultad para demostrar esta hipótesis recayó en la cantidad y el tamaño de los presuntos tiestos trazadores, en el reducido número de casos de cada clase representada y en la escasez de vasijas completas disponibles para cotejar con las clases cerámicas identificadas.

UBICACIÓN Y DESCRIPCIÓN AMBIENTAL

Los sitios del área de Susques están ubicados en el centro norte de la Puna argentina, en la zona de transición entre la Puna Seca y la Salada (entre los 66º 18' O y 66º 20' O y los 23º 10' S y 23º 25' S). Tres de los sitios se encuentran muy cercanos al pueblo de Susques, a menos de 5 km, estando los más alejados a unos 25 km lineales hacia el norte (Figura 1). El relieve de este territorio es un altiplano formado por lomas y serranías, con valles del tipo de bolsonesalargados y poco profundos con alturas que oscilan entre los 3600 y 4500 msnm. Las condiciones climáticas extremas, con alta amplitud térmica diaria y alta evaporación, caracterizan a la región por su clima frío y seco. Las lluvias se concentran en los meses estivales, con medias anuales que oscilan, según el sector, entre 340 mm/a y menos de 100 mm/a. La vegetación de este ambiente desértico varía según la altura; las formaciones vegetales entre los 3600 y 3900 msnm, rango altitudinal de los sitios objeto de estudio, son los tolares y las vegas.
El medioambiente de Susques presenta condiciones adversas para la vida, no obstante, es apto para la manufactura de alfarería, aunque no se practica en la actualidad. La región contiene innumerables fuentes de materias primas: arcillas1 con buena plasticidad, arenas, lutitas para producir pirca, pigmentos, agua y combustible2.

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Figura 1. Mapa de ubicación de los sitios arqueológicos.

LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Los sitios de Susques con cerámica tardía fueron diferenciados por Yacobaccio et al. (1997-1998) en sitios "grandes" -las casas o bases residenciales- con diversidad de estructuras y alta organización interna (Puesto Demetria, Chayal 2 y Trojas y Cueva Chayal) y sitios "pequeños" -puestos o estancias de asentamientos temporarios- que no tienen estructurado el espacio interno (Puesto Caliente, Lapao Chico y Huirunpure); se excluye Chulpa Chayal con función enterratoria. Los siete sitios con cerámica utilitaria muestran un amplio registro cronológico que abarca desde ca. 1100 DC hasta 1800 DC (aunque uno de los sitios presenta un rango cronológico que se extiende hasta la segunda mitad del s. XIX) (Tabla 1). La cerámica exótica fue recuperada de Puesto Demetria, Puesto Caliente, Lapao Chico 1, Chayal 2 y Trojas y Cueva Chayal (ver Tabla 2); Huirunpure y Chulpa Chayal sólo aportaron exigua alfarería utilitaria de manufactura local (Solá 2007; Yacobaccio et al. 1997-1998).

Puesto Demetria es un sitio grande a cielo abierto ubicado al pie de un farallón ignimbrítico a 3750 msnm y a escasos 5 km al norte de Susques. Está integrado por dos conjuntos con varias estructuras construidas con pirca seca o con argamasa que parecen haber cumplido diversas funciones -corrales, habitaciones, cocinas o lugares de almacenamiento- (Yacobaccio et al. 1997-1998). Los tiestos exóticos fueron recuperados del Conjunto 1 (de 2250 m2 ); éste tiene un sector mayor, el corral, al que se adosan tres recintos menores, de los cuales R1 y RSG aportaron cerámica exótica en capa. El Conjunto 1 proporcionó tres fechados entre 1160 y 1440 cal DC (2 σ) (Tabla 1).
Puesto Caliente es un pequeño sitio a cielo abierto situado sobre la margen izquierda del río Salado, a 1,8 km al este de Susques. En la actualidad, hay una estancia o sitio estacional construido sobre el antiguo sitio y los materiales arqueológicos se hallan esparcidos alrededor de esa vivienda. La mayor parte de los materiales fueron de recolección superficial, pero un sondeo en el Relicto 1 (único lugar con material en capa sin perturbar) dio un fechado de rango 1210-1410 cal DC (2 σ) (Tabla 1). Un dato que vale la pena mencionar es que a pocos metros de este sitio pasa el camino indígena que conduce a las Salinas Grandes (H. Yacobaccio, comunicación personal 2007).
Lapao Chico es un sitio a cielo abierto localizado a un 1,5 km de Susques, sobre la margen septentrional del río Salado, en el sector medio de una quebrada secundaria. Son dos pequeñas estructuras circulares de piedra, Lapao Chico 1 y 2. La estructura 1 proporcionó tiestos exóticos con un fechado de rango 1720-1885 cal DC (2 σ) (Tabla 1).
Chayal 2 y Trojas es otro de los sitios grandes a cielo abierto emplazado en un nivel aterrazado a 25 km al norte de Susques. Es un asentamiento sobre roca viva (sin desarrollo de niveles estratigráficos) de unos 640 m2; está compuesto por estructuras pircadas de varias dimensiones y tiene nueve trojas para almacenamiento que contenían alfarería (Yacobaccio et al. 1997-1998). Los materiales estaban en superficie pero un sondeo en un recinto brindó restos óseos datados en 1285-1415 cal DC (2 σ) (Tabla 1).
Cueva Chayal es un sitio grande establecido a unos 30 metros de Chayal 2 y Trojas. Es una cueva de 20 m2 con cuatro capas con evidencia de ocupación, aunque la cerámica provino de la capa 3. Esta capa aportó dos fechados desfasados: 1260-1400 cal DC (2 σ) y 1420-1530 cal DC (2 σ) (Tabla 1). Es probable que ese desfasaje esté reflejando el tiempo de uso de la cueva, la fecha más moderna correspondería a un fogón cubeta reutilizado (H. Yacobaccio, comunicación personal 2007).

Tabla 1. Cronología de los sitios con cerámica exótica. Los fechados radiocarbónicos fueron calibrados según CALIB REV 5.0.1 (Stuiver y Reimer 1993).

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Tabla 2. Porcentaje relativo de tiestos de cerámica exótica recuperados en los sitios tardíos de Susques.

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LA CERÁMICA

A partir de los estudios petrológicos realizados sobre la cerámica manufacturada en los sitios de Susques y del entorno geológico, se formuló la existencia de alta correspondencia entre la composición de las pastas y las unidades geológicas aflorantes (paleozoicas, terciarias y cuaternarias) (Solá 2007). La cerámica local es mayormente lisa y, hasta el presente, no se han encontrado piezas completas, excepto diez vasijas miniatura que constituían parte de la ofrenda del enterratorio Hornillos 3 (chulpa) de cronología tardía (Yacobaccio et al. 1997-1998: 398). Una primera clasificación, sustentada en las técnicas de acabado superficial y decorativas, permitió distinguir cuatro clases de ceramios: 1) con superficies alisadas y falso engobe; 2) con engobes, con engobes + pigmentos y con coberturas3 (en los tres casos, algunos con pulido o bruñido); 3) grabados -peinado o inciso- burdos; 4) fragmentos con superficies pintadas. La mayoría de los tiestos exóticos pintados (negro/rojo, rojo/negro, blanco/rojo, negro y blanco/engobe marrón y engobe rojo/fondo negro) coincide con la última clase de ceramios; aunque algunos tiestos sólo tienen superficies engobadas, cargadas de pigmentos y/o pulidas ídem la clase 2 descripta supra. En muy pocos casos, se detectaron indicios que sugieren técnicas constructivas por adición de rollos y también por ahuecamiento y posterior estiramiento. Se distinguieron dos grupos tecnológicos a partir del análisis de la cerámica local: 1) pastas con arenas cuarzo-feldespato-líticas y 2) pastas con lutita -pirca-, posiblemente molida, observadas indistintamente en fragmentos que representan vasijas de diferentes formas y tamaños, con variadas técnicas de terminación superficial (Solá 2007).
El estudio actual abarca una muestra cerámica constituida por un conjunto heterogéneo de tiestos que se destaca de la muestra total por la calidad y el impacto visual. Esta cerámica, clasificada como exótica, está representada por 35 tiestos con características indicativas de producción extrarregional, ya sea por las pastas, las formas representadas, las técnicas de terminación superficial, las técnicas decorativas y los diseños pintados. Esos tiestos representan un porcentaje reducido cercano al 5,5% en una muestra compuesta por 635 fragmentos (Tabla 2). Se propone, además, que la baja frecuencia establecida por sitio para los fragmentos de cerámica composicional y/o estilísticamente distintiva es un rasgo adicional que reforzaría la hipótesis de que su manufactura se produjo en zonas distantes o fuera del área estudiada (Tite 1999: 200).

TÉCNICAS ANALÍTICAS Y METODOLOGÍAS APLICADAS

La caracterización de la cerámica se realizó con estereomicroscopio y microscopio petrográfico con luz polarizada. El color y los tratamientos superficiales fueron descriptos en dos tablas conjuntamente con los datos deducidos sobre forma, tamaño y tipo de vasija (Tablas 3 y 4). Se analizaron los aspectos propios de las pastas y se registraron las siguientes características: color y compactación de la matriz; presencia, forma y orientación de los poros; tipo, tamaño, forma, redondez y orientación de los granos o clastos; estado de alteración, selección de los minerales y porcentaje de los componentes mayoritarios y los estados de óxido-reducción. Uno de los objetivos del análisis consistió en identificar técnicas de manufactura primarias y secundarias -primary and secondary constructing techniques o forming techniques- (Rice 1987: 124; Rye 1981: 62) pero, en las clases analizadas, el mismo proceso de manufactura debió obliterar toda huella indicativa.

Posteriormente, se establecieron las clases de cerámica o grupos tecnológicos (ver acápite Discusión) basados en las diferenciaciones establecidas en los primeros pasos de la secuencia de producción (selección de arcilla y antiplásticos, preparación de las materias primas) y en las etapas finales (tratamientos superficiales y técnicas decorativas). La mayoría de los tiestos analizados representa materiales cerámicos de muy buena factura, hecho que dificultó la detección de técnicas constructivas. Sin embargo, en un fragmento de cuello, se pudo distinguir la técnica de enrollamiento y, en un fragmento de base, la de ahuecamiento y estiramiento del material (sensu Rye 1981).

Para el análisis granulométrico, se utilizó la escala Udden-Wentworth (Folk 1974) con leves cambios adicionales destinados a simplificar los límites granulométricos (limo < 0,06 mm; arena fina entre 0,06 y 0,24 mm; arena mediana entre 0,25 y 0,49 mm; arena gruesa entre 0,50 y 0,99 mm; arena muy gruesa entre 1,0 y 1,99 mm y gránulo > 2,0 mm). Se calcularon las modas de los antiplásticos mayoritarios y se fijaron las texturas de las pastas en cuatro grados: fina, mediana, mediano/gruesa y gruesa, en concordancia con los grados establecidos para las arenas.

Tabla 3. Procedencia y características físicas de los tiestos de cerámica exótica.

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Tabla 4. Caracterización de los tiestos de cerámica exótica. Referencias: N (negro), R (rojo), B (blanco); osc. (oscuro).

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LOS TIESTOS EXÓTICOS

La alta fragmentación de la colección y el reducido tamaño de algunos tiestos proporcionaron un considerable sesgo para la caracterización de la muestra y significaron una limitación importante para inferir técnicas constructivas, formas y tamaños, incluyendo la funcionalidad de las vasijas. Hay escasos indicadores morfológicos -fragmentos de bordes, bases, cuellos, con puntos de inflexión o decoración diagnóstica- y el tamaño de algunos tiestos, < 4 cm2, está por debajo del límite utilizado en la mayoría de los estudios tecnológicos sobre cerámica. Aunque difícilmente esos fragmentos permitan reconstruir la secuencia de manufactura, presentan tratamientos superficiales y técnicas decorativas que implican mayor labor invertida (sensu Costin y Hagstrum 1995) que la alfarería local.
A partir del análisis microscópico, la composición y la textura de algunas de las pastas de la cerámica -clasificada como exótica por sus atributos tecnológicos- originaron cierta ambigüedad en su asignación. En esos casos, el análisis petrográfico no resultó suficientemente discriminante y no pudieron establecerse, a través de las pastas, diferenciaciones inequívocas entre los antiplásticos de esas cerámicas "exóticas" que, a su vez, se distinguían notoriamente de la producción local por atributos visibles. Cuando se suscitaron esas indeterminaciones, los tratamientos superficiales, técnicas decorativas y diseños pintados fueron las variables de mayor peso para diferenciar la cerámica local de la exótica. Las publicaciones previas fueron de utilidad para corroborar o denegar correspondencias con clases cerámicas producidas por otras comunidades, en especial, los aspectos formales y/o decorativos que son los tradicionalmente descriptos (pero este método de apoyo plantea las limitaciones propias del tipo de información publicada).
En las Tablas 3 y 4, se detallaron los rasgos de los 15 fragmentos que representan las clases cerámicas exóticas y, en la Tabla 5, se especificó la composición petrográfica de 14 tiestos (no se practicó corte delgado a la pasta CHA37 por ser muy oscura). A continuación, se describen 10 de los 14 tiestos analizados petrográficamente4 y el fragmento CHA37 analizado bajo estereomicroscopio.

Tabla 5. Resultados del análisis petrográfico de 14 pastas de cerámica exótica. Referencias: clasto monocristalino (mineral simple), clasto policristalino (fragmento lítico, mono o polimineral), tr (trazas), sí (presencia).

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Muestra PD37 (Puesto Demetria)

Fragmento de borde adelgazado derivado de una forma no determinada (¿aribaloide?) (tamañoTIESTO: 10 x 20 mm). El color es marrón rojizo claro (2,5YR5/6 Bright reddish brown) y tiene engobe pulido mate en ambas superficies (espesor: 190 μm). Es una cerámica de muy buena factura, homogénea, compacta y dura, con buena cohesión y baja porosidad (cocción oxidante). Los antiplásticos son muy escasos y finos (subangulosos) y prácticamente no son visibles a ojo desnudo; son litoclastos de pumicitas y de otras vulcanitas (subordinadas), además de arenitas cuarzosas y arcósicas (textura pasta: fina) (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2a y 3a).

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Figura 2. Los tiestos exóticos: (a) PD37, (b) PD150, (c) PD128, (d) PD142, (e) PD137, (f) PC12-1, (g) PC12-2, (h) LP12, (i) LP15, (j) CHA38, (k) CHA139, (l) CHA154, (m) CHA164, (n) CCh220 y (ñ) CHA37. Escala gráfica: 1 cm.

 

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Figura 3. Los tiestos exóticos: (a) PD37, (b) PD150, (c) PD128, (d) PD142, (e) PD137, (f) PC12-1, (g) PC12-2, (h) LP12, (i) LP15, (j) CHA38, (k) CHA139, (l) CHA154, (m) CHA164, (n) CCh220 y (ñ) CHA37. Escala gráfica: 1 cm.

Muestra PD128 (Puesto Demetria)

Fragmento de cuerpo de vasija pintada (diseño no determinable) en negro sobre engobe rojo pulido (superficie externa) e interior negro (tamañoTIESTO: 15 x 27 mm). El engobe externo rojo ladrillo oscuro (10R4/6 Red) de 48 μm de espesor es rico en hematita (atmósfera oxidante) y el "pigmento" negro (no analizado) de la superficie interna "penetra" en la pasta unos 330 μm. La fina matriz arcillosa contiene clastos muy redondeados de cuarzo y feldespatos (s.l.) y litoclastos metasedimentarios dominantes (facies pelítico/lutíticas, pizarro/filíticas a micacíticas) y, además, granito, vulcanitas y areniscas subordinados (angulosos a redondeados) (textura pasta: mediana) (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2c y 3c).

Muestra PD137 (Puesto Demetria)

Fragmento de cuerpo de vasija decorada en negro y blanco sobre engobe marrón (tamañoTIESTO: 70 x 110 mm). Las paredes son irregulares y muestran cierta "planaridad" y/o "lajosidad" interna (cocción oxidante). La superficie externa engobada (10YR4/2 Grayish yellow brown) tiene pintados dos juegos de bandas negras de 4 a 7 mm de ancho dispuestas diagonalmente y en espejo. En el espacio dejado entre ambos juegos de bandas, se distinguen relictos o "fantasmas" de puntos o lunares blancos de forma oval (mayor diámetro medido: 17 mm) contiguos y dispuestos irregularmente, de aplicación poscocción5. La fina matriz arcillosa, rica en sericita (mica muy fina similar a la muscovita), contiene grandes clastos de cuarzo y feldespatos (angulosos a redondeados), biotita (de hasta 2,15 mm), micacita y pelita (mayoritarios) y vitroclastos y chert subordinados (textura pasta: gruesa) (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2e y 3e).

Muestra PC12-1 (Puesto Caliente)

Fragmento de cuello de aríbalo pintado blanco sobre rojo (tamañoTIESTO: 38 x 78 mm) (diámetro estimado del cuello: 10 cm). Esta cerámica de muy buena calidad fue estudiada y publicada anteriormente por el contenido biorgánico (Cyclostephanos andinus) de su pasta (Solá y Morales 2007). La superficie externa es una cobertura de hematita criptogranular de 44 μm de espesor que le confirió el color rojo ladrillo oscuro (10R3/6 Red); la superficie interna presenta una especie de microrrugosidad homogénea y continua y es más clara (10R4/6 Red). La decoración pintada está integrada por tres líneas angostas y rectas y una línea más ancha o "banda" que limita con el cuerpo (todas horizontales) de color blanquecino (2.5Y8/2 Light gray). La pasta es homogénea, muy compacta y dura (cocción oxidante). La fina matriz arcillosa contiene partículas limo-arenosas (finas) de cuarzo y feldespatos (s.l.), laminillas micáceas, anfíbol verde y hematita. Los antiplásticos, no observables a ojo desnudo, son fragmentos vítreos muy angulosos de ignimbritas o tobas soldadas (dominantes) y escasos y finos litoclastos de areniscas (textura pasta: fina) (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2f y 3f).

Muestra PC12-2 (Puesto Caliente)

Fragmento de cuerpo de vasija engobada "espatulada" rojo borravino (tamañoTIESTO: 55 x 65 mm). El engobe (10R3/6 Red) de 140 μm de espesor tiene agregado de óxido de hierro6; el proceso del "espatulado" sobre el engobe, probablemente realizado con un instrumento duro, imprimió marcas planas paralelas y subparalelas muy conspicuas (ídem Rice 1987: 139, Rye 1981: 90) y le confirió brillo a la superficie. La matriz es arcillo-limosa y los antiplásticos son gruesos litoclastos sedimentarios -facies arcilíticas a lutíticas- (mayoritarias) y metamórficos -metapelitas y facies esquitosas muy finas- con cuarzo y escasas vulcanitas (textura pasta: gruesa). La superficie interna muestra un sector manchado por uso (no analizado químicamente). Hay otros once fragmentos similares (no remontables), cuyos antiplásticos parecen indicar un mínimo de dos piezas (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2g y 3g).

Muestra LP12 (Lapao Chico 1)

Fragmento de puco con borde evertido y engobe pulido en ambas superficies (brillo sedoso externo y brillo mate interno) (tamañoTIESTO: 17 x 23 mm). La superficie externa de color marrón rojizo oscuro (2,5YR3/6 Dark reddish brown) tiene cobertura de 40 μm de espesor, en cambio, la superficie interna contiene engobe con agregado escaso de hematita crip14 togranular (5YR6/8 Orange) (cocción oxidante). La matriz arcillosa con óxido de hierro microgranular es rica en laminillas subparalelas de sericita, ésta podría ser detrítica o ser el resultado de recristalización a partir de la arcilla. La pasta presenta alta proporción de litoclastos (angulosos a redondeados) de micacitas blanco-grisáceas (símil las lutitas blanquecinas) con facies pizarrosas a esquistosas y granos de cuarzo, plagioclasa, hematita, hornblenda, epidoto y biotita (textura pasta: mediano-gruesa). Se recuperaron otros dos tiestos con técnicas constructivas similares -composición y textura de la pasta, tratamiento superficial y tipo de cocción- que corresponden a otra pieza; uno es la muestra LP15 y el otro no fue incluido en el análisis petrográfico (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2h, 3h, 2i y 3i).

Muestra CHA37 (Chayal 2 y Trojas)

Fragmento de base de forma abierta (podría tratarse de un plato) con tratamiento interior negro en pasta negra (10yryr2/1 Black). La disposición de los antiplásticos y distribución de las cavidades en el fragmento (tamañoTIESTO: 44 x 53 mm) sugieren que la pieza pudo ser modelada por ahuecamiento (Rye 1981), al menos, el sector de la base que está levemente erosionado. La pasta es de color gris oscuro a negro, la textura es mediano-gruesa y los antiplásticos son litoclastos metasedimentarios subangulosos (dominantes) y cristales angulosos de cuarzo, vidrio volcánico y biotita minoritarios (determinación petrográfica realizada con estereomicroscopio) (Tablas 3 y 4, Figura ). Hay tres fragmentos similares correspondientes a diferentes piezas.

Muestra CHA38 (Chayal 2 y Trojas)

Pequeño fragmento de cuerpo de vasija decorado rojo sobre negro (tamañoTIESTO: 22 x 35 mm). La pared externa (pulida) se destaca por la decoración rojiza que delimita un campo (indeterminable) reticulado de líneas negras que se cortan en diagonal. La técnica decorativa utilizada consta de una capa de engobe rojizo (5YR3/4 Dark reddish brown) de 40 μm de espesor sobreimpuesta a la superficie negra de la pieza, que genera un diseño "enrejado" con efecto negativo particular (los límites entre el engobe y las líneas negras son levemente difusos). En corte transversal, se distingue: superficie y pared internas rojizas sin desarrollo de núcleo (atmósfera oxidante) y la pared externa compuesta por una "capa" subsuperficial negra rica en manganeso7 (no se descarta la presencia de carbón por estar la cocción asociada a una fase reductora), cubierta por engobe rojizo (excepto en las áreas negras del reticulado) que constituye la superficie externa oxidada. Es probable que se haya empleado la técnica de pintura resistente (Rice 1987; Rye 1981), que requiere de un material orgánico -resina o cera- para imprimir el diseño sobre la superficie ennegrecida, cubierta luego por engobe. De ser así, como resultado se obtendría una decoración con efecto negativo, diferente de la producida por la técnica de pintura negativa (Calderari y Williams 1991; Rowe 1944; Serrano 1966). Los antiplásticos dominantes son facies pizarrosas a micacíticas y óxido de hierro, escasas arcilitas, vulcanitas, chert y cuarzo, plagioclasa, hornblenda, epidoto y biotita dorada (textura pasta: mediana). Se recuperaron otros dos tiestos similares (de diferentes piezas), uno es CHA139 -de coloración más rojiza y con reticulado más fino y cerrado (ver Tablas 3, 4 y 5 y Figuras 2j, 3j, 2k y 3k)- y el otro no fue incluido en el análisis petrográfico.

Muestra CHA154 (Chayal 2 y Trojas)

Pequeño fragmento de cerámica con engobe color ante anaranjado (5YR6/6 Orange) de muy buena factura (tamañoTIESTO: 11 x 18 mm); su pasta es similar a PD128. Los antiplásticos son clastos metasedimentarios (facies arcilíticas a micacíticas), cuarzo policristalino, vulcanitas y vidrio (mayoritarios) y grandes cristales de cuarzo monocristalino y feldespatos (subordinados) (textura pasta: gruesa) (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2l y 3l).

Muestra CHA164 (Chayal 2 y Trojas)

Pequeño fragmento de cuello de vasija (tamañoTIESTO: 26 x 33 mm) pintado negro sobre engobe marrón rojizo (2,5YR4/6 Reddish brown). El diseño está formado por líneas rectas gruesas combinadas con figuras trapezoidales y líneas rectas cruzadas en diagonal, dentro de un campo cuadrangular delineado en negro. La pasta es homogénea (compacta) y la carga está compuesta por facies lutíticas a pizarro/micacíticas, con metapelitas y areniscas subordinadas (subredondeadas a subangulosas) (textura pasta: mediano-gruesa) (Tablas 3, 4 y 5; Figuras 2m y 3m). Esta cerámica podría agruparse con otros cinco fragmentos derivados de diferentes piezas decoradas: fragmento de borde pintado con líneas gruesas curvas paralelas (en ambas superficies), fragmentos con líneas combinadas con figuras trapezoidales y diseños reticulados de trazos gruesos sobre engobe marrón rojizo.

Muestra CC h220 (Cueva Chayal)

Fragmento de borde de puco, labio redondeado (tamañoTIESTO: 27 x 35 mm), pintado en negro sobre engobe rojo borravino (10R3/3 Dark reddish brown) de 70 μm de espesor (cocción oxidante). La decoración externa cubre el labio y parte del borde y muestra un ángulo en el diseño que se extendería hacia la base de la pieza (diseño indeterminable); la superficie interna está engobada y es más clara (10R3/4 Dark red). Contiene litoclastos que representan facies de arcilitas/lutitas, pizarras y areniscas y finos granos de cuarzo (subordinado) (textura pasta: mediana) (Tablas 3, 4 y 5, Figuras 2n y 3n).

DISCUSIÓN

A pesar de la variabilidad observada entre la cerámica local vs. la exótica y entre las clases de cerámica exótica establecidas, el análisis comparativo entre algunas pastas presentó ciertas limitaciones, particularmente cuando las similitudes composicionales entre la carga de la cerámica exótica y la geología local no aportaron información específica para establecer diferenciaciones. En esos casos, que fueron pocos, las correlaciones inferidas se sustentaron, mayormente, sobre las técnicas de acabado superficial, técnicas decorativas y diseños pintados, sin desestimar que éstas serían cualidades particularmente visibles y técnicamente maleables, que podrían ser fácilmente transmisibles a través de interacciones posteriores al aprendizaje y que reflejarían los aspectos más superficiales que hacen a la homogeneidad de un grupo tecnológico (Gosselain 2000: 191). Las inferencias fundadas sobre esos atributos podrían llevar a incurrir en la omisión de situaciones de copia o de reproducción de técnicas, aunque éstas difícilmente podrían haber sido parte de las estrategias abordadas por estos grupos de pastores-cazadores. Una metodología analítica altamente eficaz en la reconstrucción de secuencias de producción cerámica es el empleo de registros etnográficos. En la zona de trabajo, son pocos los investigadores que han efectuado estudios sobre el modo de hacer alfarería (Cremonte 1989-1990; García 1988; Menacho 2001, 2007), probablemente porque es una práctica en desuso, como se desprende del trabajo de Menacho en la región de la laguna Pozuelos. Por otro lado, las piezas de colecciones son excelentes para establecer patrones tecnológicos, pero tienen la restricción del acceso a las pastas y, además, las referencias bibliográficas presentan las limitaciones propias de la información previa. Por estos motivos, son escasos los antecedentes que aportaron datos para comparar y correlacionar los tiestos hallados en Susques con tipos o clases de cerámica que presentan una combinación arcilla + antiplásticos + técnicas constructivas y decorativas ajenas a la cerámica elaborada localmente. Las clases cerámicas diferenciadas son:

1) La pasta y el tratamiento superficial del fragmento PD37 son sustancialmente diferentes de la alfarería local, también del tiesto PC12-1 (cuello de aríbalo) (ver Tablas 4 y 5) y de otras menciones sobre este tipo de cerámica hallada en la región (Bauer 1992; Cremonte 1991, 1994a, 1994b; Krapovikcas 1981-1982; López 1999-2001; Páez y Arnosio 2009; Raffino et al. 1993; Williams 1999). Por sus atributos composicionales, texturales y superficiales, el tiesto PD37 podría correlacionarse con la cerámica denominada Inca Utilitarian Ware (Ixer y Lunt 1997) aunque es arriesgado sustentar un origen tan lejano. La cronología del tiesto se asimilaría a la de los materiales del nivel inferior (C1 R1 capa 1) ca. 1285-1410 cal DC (2 σ).
2) El tiesto PD137 coincide con el estilo cerámico denominado "Peña Colorada con puntos blancos motivo B" (Deambrosis y De Lorenzi 1975), "Queta Polícromo o Grupo B" (Krapovickas et al. 1979), "Queta Negro sobre Ante Rojizo" (Raffino et al. 1986) o con el "estilo Casabindo" (Albeck y Ruiz 1997, 2003). Son numerosas las menciones de este estilo en la Quebrada de Humahuaca, por ejemplo, la vasija hallada por Krapovickas en 1959 y otros hallazgos en Tilcara (Rivolta 2003), en Santa Ana de Abralaite (Krapovickas et al. 1979), en la Isla de Tilcara (Debenedetti 1912), en Rinconada (Ruiz 1996), en Pueblo Viejo de la Cueva (Casanova 1933), en Casabindo8 (Albeck y Ruiz 1997, 2003), en el río Doncellas (Alfaro de Lanzone 1988; Alfaro y Suetta 1976; Casanova 1943; Ottonello de García Reinoso 1973) y en Tabladitas (Albeck y Ruiz 2003; Cabezas et al. 1976). Aunque abundan las descripciones sobre el estilo decorativo, no hay registros analíticos de pastas, excepto un tiesto de Banda de Perchel (Quebrada de Humahuaca) (muestra TIL.17 R2-F2 4,5[2] 841, Rivolta 2003) cuya pasta y técnicas decorativas difieren de PD137. Algunos autores mencionan roca molida y mica en las pastas "Casabindo" (Alfaro 1983; Deambrosis y De Lorenzi 1975) y en vasijas de Santa Ana de Abralaite (Krapovickas et al. 1979), y otros manifiestan la similitud existente con las pastas Yavi-Chicha con puntos blancos (Cremonte et al. 2007), todos atributos comunes al tiesto PD137 (B. Cremonte, comunicación personal y observación del corte delgado PD137, 2008). Se han descripto urnas y grandes vasijas globulares de boca cerrada (Albeck y Ruiz 1997, 2003; Alfaro y Suetta 1976) y urnas funerarias de iguales características (Krapovickas et al. 1979). La pieza Nº 4898 (de ca. 40 cm de altura) del Museo Etnográfico de Buenos Aires y una pieza (s/n, altura: 47 cm) en exhibición en el Museo Arqueológico de Tilcara tienen diseños decorativos concordantes con PD137, pero sus pastas no pudieron compararse. Los antecedentes sugieren que esta cerámica pudo ser producida en más de un lugar. Como la pasta del tiesto PD137 (similar a las pastas Yavi) concuerda con lo registrado en la alfarería de la Cuenca Miraflores-Guayatayoc, se señala a ésta como la zona más probable de manufactura (Casabindo se ubica a unos 55 km lineales al NE de Susques). La cronología (capa 2) permite ubicar al tiesto PD137 en ca. 1380-1440 cal dC (2 σ).
3) Las muestras PD128, LP12 y CHA154 fueron clasificadas como exóticas por las variables tecnológicas (selección y tratamiento del antiplástico, tratamientos superficiales, color de la pasta y engobes y cocción oxidante) y técnicas constructivas descriptas recurrentemente para la cerámica Yavi (Ávila 2005; Cremonte et al. 2007; Krapovickas 1975, 1977; Krapovickas y Aleksandrowicz 1986-1987; Raffino et al. 1986). Los litoclastos blanco-grisáceos son similares a los de la fase cerámica Yavi9 definida por Krapovickas (1975), cerámica cuyos antiplásticos serían, en parte, las "lutitas areniscosas de la Formación Acoyte". Los tiestos LP12 y CHA154 se corresponderían con el tipo "portillo ante liso" (con inclusiones blanco-grisáceas) y la muestra PD128 con interior negro y decoración externa -negro sobre engobe rojo- sería equivalente a otras pastas de la alfarería Yavi del norte de la Puna jujeña. Los tiestos PD128 y CHA154 (superficiales) estarían vinculados, respectivamente, en sendos sitios, con ocupaciones de rangos 1160-1440 cal DC y 1285-1415 cal DC, y el tiesto LP12 (capa 2) pudo haberse producido en tiempos históricos (1720-1885 cal DC, 2 σ)10.
4) El fragmento de aríbalo PC12-1 de Puesto Caliente es especial por el contenido de diatomeas, cuya especificidad en cuerpos de agua dulce, alcalinos y profundos, permitiría ubicar la región de manufactura con bastante aproximación. La singularidad de esta pasta no se ha repetido en la región de Susques y tampoco se han encontrado concordancias con otras pastas incaicas del NOA, incluidas aquellas con gránulos redondeados de vidrio11 (Cremonte 1991, 1994a, 1994b; Krapovikcas 1981-1982; López 1999-2001; Páez y Arnosio 2009; Raffino et al. 1993; Williams 1999). En cambio, en el tiesto se detectaron similitudes en varias de las etapas de la secuencia de producción descriptas para la cerámica Inca Cuzco o Inca Fine Ware (Bauer 1992; Ixer y Lunt 1997). La forma representada por el tiesto (aríbalo de cuello cilíndrico), las técnicas constructivas, la ubicación del diseño pintado, la técnica de cocción y el contenido orgánico de la pasta sugieren que, probablemente, fue producida en la Cuenca Circumtiticaca (Solá y Morales 2007). El camino indígena detectado a metros del sitio constituye un elemento relevante para evaluar e interpretar el registro local. Este fragmento se vincularía con el Relicto 1 fechado en el rango 1210-1410 cal DC (2 σ).
5) La muestra PC12-2 tiene un acabado superficial no descripto para el área. Su pasta coincidiría con algunas cerámicas de Susques, pero el tratamiento final "espatulado" y el color borravino, vinculado con la presencia de titanio (elemento no determinado en ningún engobe local), específicos de éste y de otros once fragmentos, inducen a pensar en una producción fuera del área estudiada. No se ha podido deducir el lugar de origen y tampoco hay información bibliográfica que permita ubicarla en el registro arqueológico regional (quizás por tratarse de vasijas de producción doméstica, probablemente utilizadas en la cocción de alimentos). La cronología estaría relacionada con el Relicto 1 (ya mencionado) en el rango 1210-1410 cal DC (2 σ).
6) El tiesto CHA37 de Chayal 2 y Trojas, con pasta negra e interior negro, presenta concordancia con las pastas "sin decorar o pintar tipo C" de Abralaite (Krapovickas et al. 1979); éstas aparecieron asociadas al tipo "Peña Colorada con puntos blancos motivo B" (estos datos reforzarían el origen sugerido para el tiesto PD137). Representarían "escudillas o platos muy abiertos" (sensu Krapovickas et al. 1979) coincidentes con los hallazgos descriptos en la Quebrada de Humahuaca (Rivolta 2003) y en Susques. Las técnicas constructivas de CHA37 (y de la cerámica hallada por Rivolta) son simples, sin embargo, este tipo constituye un caso no frecuente en los sitios estudiados. Los datos son insuficientes como para especular sobre el origen de esta alfarería y si es válido plantear más de un lugar de producción. La cronología la ubicaría en el rango 1285-1415 cal DC (2 σ).
7) En Chayal 2 y Trojas, se hallaron otros tiestos que podrían correlacionarse con la alfarería tardía de la Quebrada de Humahuaca, por ejemplo, los fragmentos CHA38 y CHA139 con reticulados negros (efecto negativo) cuya técnica decorativa (¿pintura resistente?) es inédita para el período Tardío de los alrededores de Susques. Existen innumerables menciones de cerámica con reticulados negros sobre engobe rojo, como los tipos denominados "Tilcara black-on-red" (Tilcara N/R de Bennett et al. 1948: 22), "Tardío N/R de la Quebrada" (Rivolta 2003) y otros reticulados en Casabindo (Albeck y Ruiz 2003). Según Krapovickas (1968, en Albeck y Ruiz 1997), el motivo "reticulado" de Casabindo ha llevado a confundir estas piezas con otras propias de la Quebrada de Humahuaca. Sin embargo, los tiestos CHA38 y CHA139 permitieron diferenciar la técnica decorativa y comprobar que no tiene puntos en común con las técnicas descriptas para la alfarería con motivos reticulados de los centros mencionados (por lo menos, con las descriptas en publicaciones previas). Por último, el tiesto CHA164 (con pasta similar a CHA38 y CHA139) fue adjudicado tentativamente a la cerámica producida en la Quebrada de Humahuaca, al igual que los otros cinco tiestos decorados de Chayal 2 y Trojas. Éstos podrían corresponderse con los estilos "Tilcara N/R", "Hornillos N/R" o con los "Reticulados Angosto Chico" (Casanova 1942). La alfarería de este sitio tendría una cronología de rango 1285-1415 cal DC (2 σ).
8) El fragmento CCh220 recuerda las formas, técnicas de terminación y decorativas descriptas para la cerámica "La Poma" (Calderari 1991 [1988]; Cigliano y Calandra 1973; Dillenius 1909; Salas 1945). Los datos aportados por Cigliano y Calandra (1973) informan sobre pucos de base cóncava con bordes simples o invertidos, antiplásticos finos con alto porcentaje de mica, textura compacta, cocción oxidante, color rojo mate a rojo oscuro y diseño pintado (negro) sobre la parte superior de la boca, con "brazos dobles o triples". La composición de la carga de CCh220 (común a muchas pastas puneñas y quebradeñas) es poco indicativa para sugerir un origen y no se puede reconstruir el motivo pintado tan particular de ese grupo estilístico, aunque la técnica decorativa empleada consiste en la aplicación de pintura negra sobre el engobe rojo borravino. Diferiría respecto de algunas referencias que señalan que fueron decorados con negro y completados, posteriormente, con pintura roja (Dillenius 1909: 31). Tampoco se descarta que se trate de piezas "Poma N/R" producidas en la Quebrada de Humahuaca (Bregante 1926; Cigliano 1967; Cremonte 1994a; Salas 1945) durante la ocupación incaica, puesto que la pasta CCh220 es similar a las descriptas pala cerámica Alfarcito (Cremonte 1994a). El nivel de extracción del tiesto tiene dos fechados en los rangos 1260-1400 cal DC (2 σ) y 1420-1530 cal DC (2 σ).

CONSIDERACIONES FINALES

El objetivo que motivó la realización de este artículo era generar una serie de datos que describieran los tipos de cerámica exótica que mínimamente se encontraban representados en esos cinco sitios tardíos de la región de Susques. Hasta el presente, no se han llevado a cabo análisis formales que expliquen cuáles pudieron ser los grupos involucrados en el movimiento de cerámica hacia Susques. Además, la cerámica elaborada por los pastores-cazadores de Susques carece de atributos particulares que la diferencien de la producida, en contexto doméstico, en otros lugares de la Puna. Los tiestos exóticos muestran atributos técnicos que presuponen mayor destreza y mayor labor invertida por parte del alfarero y señalarían cierta estandarización y especialización de la producción (sensu Sinopoli 1991), aspectos que permiten descartar acciones de copia o reproducción de tratamientos superficiales y técnicas decorativas. También, Arnold (2000: 368) menciona que una producción que excede el consumo propio y local indica algún tipo de intercambio, y marca, como mínimo, la existencia de un primer orden de especialización. Es muy probable que las clases cerámicas destacadas en la muestra, con perfiles tecnológicos diferentes de la manufactura doméstica local, hubieran sido fabricadas bajo otros patrones de organización de la producción cerámica.
No se sabe si existió un comportamiento de reciprocidad de alfarería desde Susques a otros puntos de la región, y esto difícilmente pueda detectarse con la información disponible. A partir del estudio anterior sobre la cerámica manufacturada en Susques (Solá 2007), se propuso que el intercambio de cerámica fue uno de los componentes del sistema económico que operó entre los pobladores locales (grupos pequeños que vivían dispersos en un ambiente rural), aspecto comprobado entre los sitios grandes del norte y del sur y entre los grandes y pequeños (especialmente, entre Puesto Demetria y Puesto Caliente, aunque es factible que este puesto hubiese articulado con alguna otra base, por el variado repertorio de tiestos que incluye grupos tecnológicos no representados en Puesto Demetria; también se postularía esta modalidad para el caso de Lapao Chico 1).
Es riesgoso proponer un modelo que permita ubicar centros de producción a partir del análisis de fragmentos de cerámica y de registros bibliográficos. Algunos de los tiestos analizados presentaron reducidos indicadores tecnológicos y casi no se contó con vasijas completas como para cruzar datos con la información generada desde los tiestos. A pesar de las limitaciones, el análisis permitió establecer correspondencias entre algunos tiestos exóticos y las clases cerámicas propuestas y descartar copia o reproducción cuando hubo concordancia entre las pastas locales y las exóticas (PD150, PD142, PC12-2, CCh220).

Como se propuso inicialmente, los tiestos seleccionados como trazadores de cerámica exótica fueron buenos indicadores y, aunque unos fueron más concluyentes que otros, su análisis permitió sugerir algunas localidades arqueológicas como los posibles centros de producción. Los casos más sólidos son los representados por los tiestos derivados de piezas "estilo Yavi" de gran dispersión territorial y características tecnológicas constantes en el norte de Jujuy (PD128, LP12, LP15 y CHA154), de la cerámica incaica (Inca Cuzco) adjudicada a la Cuenca Circumtiticaca (PC12-1) y del "estilo Casabindo" de la Cuenca Miraflores-Guayatayoc (PD137). También podrían incluirse los casos coincidentes con grupos estilísticos de sitios de la Quebrada de Humahuaca (CHA164 y los cinco tiestos pintados no descriptos, las pastas CHA38 y CHA139, equivalentes a la de CHA164, podrían tener el mismo origen) (ver Figura 4). Los fragmentos restantes (PD37, PD150, PD142, PC12-2, CHA37 y CCh220) produjeron variados grados de incertidumbre en cuanto al origen, pero es indudable que indicaron materias primas, técnicas constructivas y decorativas no vistas en la zona.
La presencia de alfarería exótica en los sitios analizados refuerza la hipótesis sobre la existencia de interacción entre los pobladores de Susques y otros grupos (en todos los casos, el marco cronológico de la cerámica exótica es coherente con los registros regionales puneños, quebradeños e incaicos). La información presentada no alcanza para interpretar los mecanismos de distribución e interacción que actuaron como puente entre algunas comunidades y Susques. Además, deberían analizarse las causas sociales y culturales que pudieran explicar la distribución de los productos cerámicos hacia Susques desde otros sectores de la Puna. Lo que se destaca a partir de este trabajo es que efectivamente hubo intercambio a distancias medianas (50-100 km) y largas (podrían ser de varios cientos de kilómetros) y que es muy probable que los pobladores de Susques recibieran bienes materiales (alfarería) desde el norte, el noreste y el este; sin embargo, no han aparecido aún referencias que permitan establecer algún vínculo con los pueblos del oeste y del sur (queda fuera del objetivo de este trabajo analizar las causas que debieron condicionar la llegada de alfarería desde esos puntos cardinales).
Diversos investigadores han estudiado los patrones de intercambio y distribución regionales para establecer los modos, circuitos y factores socioeconómicos, políticos y geográficos que promovieron el intercambio de bienes a corta, mediana y larga distancia en la macrorregión puneña (Nielsen 2003; Tarragó 2000). En este sentido, la investigación de Yacobaccio et al. (2004) constituye un antecedente regional significativo sobre la distribución y circulación de obsidiana en el NOA. Los estudios físico-químicos permitieron ubicar las principales fuentes de obsidianas y el análisis arqueológico proporcionó información sobre las esferas de distribución de esos materiales, asimismo, fue indicativo de las múltiples y diversas estrategias de obtención de materias primas y circulación de productos establecidas entre 2200 AP y 400 AP.
Las distancias y los corredores geográficos son críticos para evaluar el grado de interacción humana a través del intercambio de productos. Aparentemente, la circulación de cerámica hacia Susques se produjo en sentido opuesto a los circuitos establecidos durante el Tardío para el aprovisionamiento de obsidiana. Yacobaccio et al. (2004) demostraron que las fuentes de obsidiana que abastecieron a los pobladores del norte, este y sudeste de la Puna jujeña, incluidas las zonas bajas orientales (desde el período Temprano hasta la época de dominación incaica), se ubicaban en el sector cordillerano occidental argentino, relacionadas con dos grandes centros volcánicos de Jujuy, el Cerro Zapaleri y la Caldera Vilama.
Durante la etapa agropastoril prehispánica, los grupos poblacionales mencionados estaban desarrollando una cerámica distintiva, a veces estandarizada, que, de haber ingresado en la región, modificaría el registro arqueológico de los sitios de Susques. Quizás, una forma simple de explicar los patrones de circulación sería a través del intercambio de bienes diferentes, por ejemplo, obsidiana por alfarería, pero las evidencias actuales son insuficientes como para sustentar esta hipótesis. Sin embargo, la ubicación estratégica de los sitios de Susques, cercana a las salinas y a mitad de camino de las fuentes de obsidiana, debió incidir favorablemente sobre el tráfico de los diversos recursos naturales disponibles y de las manufacturas producidas en la macrorregión.

 

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Figura 4. Lugares o centros poblados productores de tipos o clases de cerámica que se podrían correlacionar con los tiestos exóticos hallados en Susques.

Agradecimientos

A las cátedras de Introducción a Geología y de Ambientes Sedimentarios del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEyN - UBA) y a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA, Unidad de Química, CAC, sede Constituyentes). Al Museo Etnográfico "Juan B. Ambrosetti" de Buenos Aires y al Museo Arqueológico "Eduardo Casanova" de Tilcara. En especial, a Hugo Yacobaccio, Valeria Palamarczuk, Mariana Rosenbusch, Beatriz Ventura, Beatriz Cremonte, Axel Nielsen, Marcelo Morales, Solana García Guraieb, Roberto Asta y María Milena Sesar. A los evaluadores de Intersecciones en Antropología por sus acertadas observaciones, en particular, a Mariel López. Esta investigación fue financiada por la Universidad de Buenos Aires en el marco de los proyectos UBACyT FI-022 y UBACyT F057.

NOTAS

1.- Si bien la emergencia de un discurso y una ideología ligada a nuevas instituciones de desarrollo se inaugura a partir de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la idea eurocéntrica (utilitarista y evolucionista) del "desarrollo económico" ya aparecía esbozada con anterioridad. Al respecto, véase Viola (2000: 11-13).

2. -Fue sobre la base de esta matriz político-económica, particularmente en Argentina, que durante este período (a partir de mediados de la década del cuarenta) el Estado como agente regulador permitiera a una gran masa de población el acceso a derechos universales como el trabajo, la educación, vivienda y salud (Murillo et al. 2006: 12).

3. -En este sentido, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona la ley de Cultura Nº 2.176 en el año 2006 por la cual se ordena el marco legal y los principios rectores de las políticas culturales.

4. -Al respecto, entre las actividades de la UNESCO se destacan: la Conferencia Cultural Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo de 1998, la Declaración Universal de la UNESCO sobre Diversidad Cultural de 2001 y la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005.

5. -De este modo, el Congreso de la Nación Argentina aprueba, en el año 2007, la Ley Nacional Nº 26305 en relación con la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales adoptada en París (Francia), el 20 de octubre de 2005.

6. -En términos generales, en este informe se señaló que la Convención de 1972 no es apropiada para celebrar y proteger la artesanía y formas de expresión como la danza y las tradiciones orales; en consecuencia, se solicitó el establecimiento de otras modalidades de reconocimiento del patrimonio cultural que se ajustaran adecuadamente a la gran variedad y riqueza de éste en todo el mundo.

7. -En este sentido, la Ley Nacional Nº 26118 del año 2003 aprueba la "Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial". A su vez, en el marco de la Ciudad de Buenos Aires se establece un proyecto de relevamiento y registro del patrimonio cultural inmaterial de carácter urbano, por lo que hacia el año 2004 se promulga la Ley Nº 1535.

8. -No obstante, la noción de representatividad de la "Lista representativa" supone cierta polisemia en vista de que puede significar tanto "representativa" de la creatividad de la humanidad, como del patrimonio cultural de los Estados o de las comunidades locales.

9. -En relación con las activaciones patrimoniales del tango en la Argentina tanto en el orden nacional como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires puede verse Morel (2009).

10. -La empresa Botnia es una planta de producción de pasta de celulosa (puesta en marcha en el año 2007) ubicada en territorio uruguayo y sobre las aguas binacionales del Río Uruguay. Su puesta en marcha ha generado un conflicto internacional entre Argentina y Uruguay.

11. -Para acceder al formulario de nominación, ver Página Web: http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?RL=00258 (2 de enero de 2010).

12. -En relación con este proceso de transformación en el extranjero, Savigliano (1995) explora las políticas del tango. Su hipótesis destaca que en el marco de la expansión capitalista e imperialista, el tango, en sus albores, en tanto producto erótico y "materia prima exótica", ingresó al mercado mundial a modo de una "Economía Política de la Pasión".

13. -Obsérvese que, aunque el Comité Intergubernamental prevé una lista especial de "salvaguardia urgente", el tango no ha sido incluido en ella.

14. -Mencionemos que el proceso de elaboración para la candidatura de nominación del tango requirió de antemano de la participación de diversos grupos, asociaciones, instituciones, artistas y personalidades del tango (tanto de Argentina y Uruguay), dado que la UNESCO requiere del "consentimiento" y la "participación" de las comunidades interesadas para avalar la iniciativa de presentación.

15. -Miguel Ángel Estrella, pianista y militante activo por los derechos humanos, es embajador argentino ante la UNESCO desde el año 2007.

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