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Intersecciones en antropología

versión On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol. vol.12 no.2 Olavarría jul./dic. 2011

 

ARTÍCULO

"Campo Oses" (provincia de Chubut). Indígenas y colonos europeos, distintas formas de habitar un mismo espacio

Cecilia Pérez de Micou, María Laura Casanueva y Analía Castro

Cecilia Pérez de Micou. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Universidad de Buenos Aires (UBA). Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL). E-mail: c.perezdemicou@yahoo.com.ar

María Laura Casanueva. UBA. INAPL. E-mail: mlauracasanueva@gmail.com

Analía Castro. CONICET. INAPL. E-mail: analiacastro@gmail.com

Recibido 19 de Julio 2010

Aceptado 15 de Febrero 2011.


RESUMEN

El campo de la familia Oses se encuentra en el departamento Cushamen, en la margen izquierda del río Chubut, a unos 20 km al oeste de Paso del Sapo, Provincia de Chubut. A partir de los trabajos arqueológicos realizados en los últimos años, se localizaron sitios de superficie con materiales indígenas y viejas construcciones de pobladores europeos que arribaron al área durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX. El presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer los resultados del análisis de los materiales hallados y su peculiar distribución a partir del asentamiento europeo criollo. Las evidencias hasta el momento indican que ambos grupos, indígenas y europeo-criollos, han elegido el mismo espacio y por ende han aprovechado los mismos recursos críticos de la zona, como las leñas, el agua, la topografía. Finalmente, se sostiene que se mantuvo un contacto más interpersonal que grupal.

Palabras clave: Patagonia; Indígenas; Europeo-criollos; Espacio.

ABSTRACT

"Campo Oses," Chubut province: the different ways of inhabiting the same space of indigenous peoples and european settlers. The Oses family's property is in Cushamen Department, on the left bank of the Chubut River, 20 km West of Paso del Sapo, Chubut Province. Recent archaeological research has revealed surface sites with indigenous materials and old constructions from European settlers who arrived in the area during the late nineteenth and early twentieth centuries. The aim of this paper is to make known the results of the material analyses and the peculiar distribution of the European-Creole settlement. At present, evidence shows that both groups, Natives and European-Creoles, chose the same space to inhabit and therefore used the same critical resources from the area, such as wood, water, and the topography. More interpersonal than group contacts are manifested.

Keywords: Patagonia; Natives; Creole-Europeans; Space.


INTRODUCCIÓN

El campo de la familia Oses se encuentra en el Valle Medio del Río Chubut, un área en la que se han efectuado trabajos arqueológicos desde la década de 1980 (e.g., Aschero et al. 1983). Los resultados de los trabajos allí realizados indicaron una ocupación humana con una antigüedad de 5000 años AP en el sitio Campo Moncada 2 (Bellelli 1987) hasta 450 años AP en los sitios Piedra Parada 1 (Pérez de Micou 1979-1982); Campo Nassif 1 (Onetto 1986); San Ramón 7 (Pérez de Micou y Castro 2005). Los sitios excavados no presentaron materiales posthispánicos, ni arrojaron fechas posteriores al siglo XV, como sí ocurrió, por ejemplo, en el Alero Mazquiarán (cuenca del Río Senguer, S de la provincia de Chubut) con materiales indígenas fechados en 250 años AP (Pérez de Micou 2010). En el área que nos ocupa, en cambio, las evidencias de ocupación tardía las dan las taperas de los primeros pobladores provenientes de Francia, Suiza, España, Chile, según lo indica la memoria de los actuales pobladores (Casanueva 2010; Novella y Finkelstein 2010). Una inmigración llevada a cabo por hombres solos o familias que buscaban tierras para poblar, y que parece no obedecer a un plan estatal o a una convocatoria pública como ocurrió en otras áreas de la Patagonia (Colonia galesa de Puerto Madryn o Colonia boer del Río Chico, por ejemplo).
El presente trabajo tiene como objetivo presentar los resultados de la prospección realizada en el conocido, hasta ahora, como "Campo de Oses". Décadas atrás, una de nosotras lo había recorrido a fin de reconocer especies vegetales en la orilla norte del río Chubut y había realizado entrevistas a sus habitantes (el Sr. Rafael Oses y su esposa Irma) acerca del uso de plantas y otras actividades llevadas a cabo por ellos en su vida cotidiana. Al mismo tiempo, Aschero había localizado, en los campos altos de la propiedad, el sitio denominado Aguada del Potrillo (Aschero 1983). De ambos sitios, contábamos previamente con materiales líticos de manufactura indígena que habíamos analizado en la Colección San Martín, de la estancia San Ramón, situada a la misma altura del río, en la orilla sur. La información arqueológica y etnoarqueológica que se generó atendió casi exclusivamente a la ocupación indígena de la propiedad. En este trabajo, el objetivo que se persigue es dar a conocer los vestigios de la ocupación no indígena conocida hoy como "la tapera de Oses" y su relación con el sitio indígena sobre el que dicha ocupación se implantó a comienzos del siglo XX.
Las particulares características de la costa del Valle del Chubut Medio (disponibilidad de agua durante todo el año, recursos faunísticos, vegetales y minerales, protección en las bardas que lo enmarcan, accesibilidad a los campos altos) permitieron a los recién llegados la instalación de pequeñas explotaciones rurales dedicadas a la cría de ovejas en baja escala. Si bien hay referencias acerca de la presencia de familias indígenas en el valle (Casanueva 2010), poco se sabe acerca de la relación establecida entre ellas y los recién llegados a este espacio de frontera de hecho, en donde el contacto entre estas dos historias se dio en forma personal y cercana. Es en este contexto que presentamos el caso de la tapera de Oses.

CAMPO OSES

El campo de la familia Oses se encuentra en el departamento Cushamen, en la margen izquierda del río Chubut, frente a la estancia San Ramón (Pérez de Micou y Castro 2005) a unos 20 km al oeste de Paso del Sapo (Figura 1). La casa familiar está sobre el paleocauce del río, cercana a las bardas que lo enmarcan y que llegan a 300 m de altura. La topografía es similar a la de la margen derecha: presenta un piso bajo (la costa) y uno alto (campo alto), que se comunican por medio de cañadones que, en Campo Oses, lo conectan con el departamento de Gastre. El relieve en este sector llega a alturas de 1700 m en la Sierra de Huanacache, donde se conforman aguadas, lagunas y mallines.
Los trabajos arqueológicos realizados en Campo Oses se concentran en la costa, donde se localizan sitios de superficie con materiales indígenas y viejas construcciones de pobladores más recientes (últimas décadas del siglo XIX y siglo XX): Tapera de Oses y Puesto Quemado. De ambos sitios teníamos inventariados y registrados materiales indígenas de la Colección San Martín, pero no se habían realizado prospecciones hasta 2003. En 2008 se realizó una campaña que integró el estudio de los sitios indígenas y criollos. En el transcurso de la misma pudo observarse el trazado reciente de un camino que sigue la línea de las bardas e internándose en los cañadones por varios centenares de metros. Se trata de una pista para realizar recorridos en cuatriciclo como parte de una propuesta de turismo-aventura que se ofrece en la actualidad en la zona a consecuencia de los cambios de uso del suelo provocados por la compra de fracciones a sus antiguos dueños. Esta realidad nos impulsa a presentar este trabajo como salvaguardia de la información hasta ahora recogida en este campo1.

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Figura 1. Mapa de la provincia de Chubut y ubicación del área de investigación.

LA COSTA DEL RÍO CHUBUT

De acuerdo con Aschero et al. (1983), el manto aluvial del valle está constituido por sedimentos arcillosos, areno-arcillosos y casquillo de acarreo en los conos de deyección, provenientes de lan desintegración de los estratos expuestos. Entre las localidades de Piedra Parada y Paso del Sapo, donde se encuentra Campo Oses, los estratos pertenecen a la serie riodacítica liparítica (brechas y tobas ígneas, tordillitas), a la serie del Cretácico Superior (areniscas y arcillas) y a la serie porfirítica suprajurásica (rocas efusivas y filónicas).
Fitogeográficamente, toda la zona está comprendida en el Dominio Andino Patagónico, Provincia Patagónica, Distrito Occidental, representado por vegetación mixta de gramíneas y arbustos (Cabrera 1971). La zona es seca, con precipitaciones anuales de 138 mm, con temperaturas medias de 17º en verano y 3º en invierno. Los vientos predominan del oeste, aunque en invierno también soplan del norte y del sur.
La costa del río Chubut, en el sector en que se encuentra el sitio que motiva este trabajo, presenta recursos y una topografía que benefician el asentamiento humano. Además de contar con el agua del río durante todo el año, éste puede cruzarse con facilidad y las bardas que lo enmarcan ofrecen abrigo de las condiciones climáticas tanto para el hombre como para los animales silvestres. Los cañadones ofrecen, además, comunicación inmediata con las tierras altas. Abundan los recursos leñosos de distintas calidades: algarrobillo (Prosopis sp.), molle colorado (Schinus poligamus) y sauce autóctono (Salix humboldtianna) -que proveen leñas de buena calidad-; y el trayao (Chuquiraga avellanedae), que suele quemarse para obtener humo para señales (Pérez de Micou 1991). Existen algunas plantas alimenticias como la Lengua de vaca (Rumex sp.), el solupe (Ephedra sp.) y el berro. El pañil (Budleia globosa), el botón de oro (Grindelia chiloensis) y el apio silvestre se conocen como remedios para algunos malestares (por sus propiedades antifebriles, antirreumáticas y digestivas) (Tabla 1).En el lecho y en la planicie de inundación del río Chubut, así como en los conos aluviales de deyección de los cañadones, abundan guijas, guijarros y bloques de distinto origen (tobas, tufas, andesitas, riolitas, basaltos, dacitas, ópalos, areniscas, limolitas, calcedonias, rocas silíceas indeterminadas y otras rocas utilizables como pigmentos) dispersas de modo aislado, que constituyen fuentes secundarias de materia prima lítica (Bellelli 2005).

Tabla 1. Plantas locales y sus usos.

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ANTECEDENTES

La presencia de los sitios indígenas en Campo Oses es conocida desde el comienzo de la investigación en el Valle de Piedra Parada (Aschero et al. 1983) a través de la colección formada por la Sra. Amelina San Martín a partir de recolecciones propias y de materiales ofrecidos a ella por el dueño del campo, el Sr. Rafael Oses. Como ya se ha señalado en anteriores trabajos (Castro 2007), esta colección, que fue creada a través de la recolección de material en superficie, está amparada legalmente por la ley provincial de Chubut, que permite la existencia de este tipo de colecciones en tanto y en cuanto se encuentren disponibles para ser investigadas y puedan ser visitadas por el público general interesado. En este caso, la Sra. Amelina San Martín, cuya familia fundó la estancia, conformó la colección a partir de recolecciones efectuadas durante décadas y fue instruida por arqueólogos, a finales de los años setenta, para que llevara un registro minucioso de los lugares en donde había recogido los artefactos, y de las relaciones de asociación entre ellos, por lo que cada pieza tiene una ficha en la que consta su lugar de proveniencia. Los materiales que la componen son artefactos líticos, principalmente instrumentos formatizados, aunque también presenta fragmentos de cerámica indígena.
Por otra parte, Aschero (1983) informó acerca del yacimiento Aguada del Potrillo (Figura 2), ubicado en las tierras altas de este campo. Se trata de un conjunto de sitios próximos a la aguada homónima ubicada sobre el Cañadón del Loro, a 16 km de la ruta provincial Nº 13. En su presentación, Aschero seleccionó dos de los sitios que conforman el yacimiento: AP1 y AP5. El primero es un alero con poco reparo, con piso de roca, de dimensiones reducidas, con pinturas blancas que se distribuyen a lo largo de 7 m y que se ubican en un angosto frente de roca delimitado por fisuras erosionadas. Las características generales del arte rupestre en este sitio son: "a) la presencia de motivos miniatura b) la presencia de elementos de motivos almenados, escalonados y bitriangulares (clepsidras) y c) de cierta tendencia curvilínea en el diseño de los trazos triangulares." (Aschero 1983: 86). Estas características relacionan el arte de AP 1 con sitios ubicados más al sur, en la margen derecha del Río Chubut, especialmente Campo Nassif y Piedra Parada 4 (Onetto 1981-1982). Cabe destacar que, en las bardas de Campo Oses, en la costa, no se han localizado manifestaciones de arte rupestre.
A unos 1000 m al NO de AP1, Aschero localizó AP5, sitio de superficie de alrededor de 500 m2, en el faldeo sur de una lomada baja con vegetación arbustiva. Sobre un suelo arenoso se localizaron artefactos líticos cuyo análisis sugiere que se trató de un campamento-taller donde se habrían procesado materias primas obtenidas cerca del sitio para manufacturar instrumentos de piedra de distinto tipo. Las características técnico-morfológicas de las piezas (núcleos, lascas y hojas con y sin presencia de corteza; artefactos bifaciales) relacionan este sitio con las capas superiores de Campo Moncada 2 y Campo Cretton 2, ubicados más al S, en las márgenes izquierda y derecha del río Chubut, respectivamente (Aschero 1983).
Durante estas investigaciones se localizaron distintas estructuras pertenecientes a viviendas abandonadas de pobladores europeo-criollos asentados desde finales del siglo XIX, las que hasta el momento no habían sido estudiadas.

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Figura 2. Motivos de arte rupestre y material lítico de Aguada del Potrillo (extraído de Aschero 1983).

LA TAPERA DE OSES

Tapera Oses (Figuras 3 y 4) es una construcción de adobe sobre "zócalo" de piedra y techos de juncos a una sola agua erigida a principios del siglo XX por los abuelos de Rafael Oses, quienes emigraron desde Chile. Fue habitada por este último y su familia hasta la década de 1970.
Esta vivienda, de buena construcción y de tamaño bastante importante, cuenta con tres habitaciones en pie (cada una con un vano de acceso y ventanas) y distintas áreas de actividades: dos patios, un horno, un baño, corrales de palo a pique (que continúan en uso) y los restos de habitaciones hoy derrumbadas.
Durante la campaña del año 2008, se efectuaron recolecciones de superficie en el área perimetral de la vivienda, en forma de dos círculos concéntricos de 15 y 40 m de radio respectivamente. El área más externa incluyó un basural (en el que se efectuó un sondeo de 1 x 1 y 0,3 m de profundidad absoluta), los corrales, la manga y el baño. El sector más alejado se ubica luego de la línea de postes actuales, desde ese límite se realizaron transectas radiales (hasta 1 km) hacia las bardas, en cuyo recorrido se recolectó escaso material indígena y ningún material europeo-criollo.

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Figura 3. Tapera Oses, vista lateral desde el río Chubut.

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Figura 4. Plano Tapera Oses (Relevado por C. Pérez y M. L. Casanueva y diseñado por V. Micou).

La cultura material de Tapera Oses

Los trabajos realizados en Tapera Oses la muestran como una vivienda usada por años, habitada por distintas generaciones de la misma familia. Las sucesivas refacciones de la casa, así como la cultura material asociada a ella, dan cuenta de esta vida cotidiana activa e intensa. En las inmediaciones de la vivienda, el material hallado presenta una mayor variabilidad en cuanto a elementos y funciones representadas; cuando nos alejamos, la variedad de los objetos disminuye y, a excepción del área de basural -en donde también existe variedad de artefactos y otros elementos-, la presencia de piezas relacionadas con la ocupación europeo-criolla (vidrios, lozas, gres, metales, etc.) es más escasa y menos diversa.
En este trabajo presentamos de forma somera el análisis de los conjuntos: metal, cerámico, vítreo y lítico. Se encuentra en análisis el material óseo localizado en el sondeo del basural.

Representación de objetos de metal

Los objetos que representan este grupo se asocian, en primera instancia, a las tareas de construcción y producción y luego a la función doméstica. Entre el material hallado se distinguen: una cuchara sopera, un pequeño dije en forma de corazón (Inscripción: Victory), casquillos de bala de 6 mm, alta presencia de clavos (de distinto tamaño, todos de sección y cabeza circular, a excepción de uno rectangular), alambres, arandelas; objetos relacionados con las labores de producción del campo como son grandes pernos pertenecientes a carros, una herradura y ganchos; finalmente, aparecen elementos relacionados con la vivienda: bisagras y una llave, entre otros.

Representación de objetos cerámicos

Cerámicas históricas

El total de la muestra correspondiente a este grupo (n= 36, ver Tabla 2) se relaciona con cerámica del tipo doméstica: vajilla y envases de bebidas alcohólicas (Figura 5).
La mayor representación está dada por fragmentos de vajilla de loza (platos playos y borde de pocillo pequeño): prioritariamente loza Whiteware, luego loza Pearlware y loza blanca. Características de la decoración: impresa azul sobre blanco con motivos naturalistas y paisaje con figuras humanas, impresa rojo sobre blanco (combina formas geométricas y diseño naturalista), a mano (motivo naturalista en verde y naranja) y decoración en relieve (anillos sobre el borde y hojas).
El segundo lugar (Tabla 2) está representado por el gres, evidente en fragmentos que corresponderían a porrones de ginebra, identificados algunos por la marca "Bols" (las letras TSJE y M pertenecen a la inscripción: "Erven Lucas Bols het lootsje Ámsterdam") (Schávelzon 1991, 2001). Se suma al conjunto un fragmento plano de lo que Schávelzon (1991, 2001) describe como "falsa porcelana".

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Figura 5. Detalle de algunos de los materiales históricos de Tapera Oses.

Tabla 2. Detalle cerámicas históricas Tapera Oses.

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Cerámica indígena

Entre los materiales recuperados en Campo Oses se destaca la presencia de un conjunto de 45 tiestos de manufactura indígena (35 en la colección San Martín y 10 en las muestras obtenidas en los trabajos de campo). Este material se encuentra en análisis, aunque de manera preliminar se observa que se trata de una cerámica ordinaria y sin decoración, salvo escasos tiestos que presentan decoración incisa de motivos geométricos.

Representación de objetos vítreos

En líneas generales, este grupo es el más abundante (n= 113, Tabla 3). Dentro del conjunto predominan las botellas o envases cilíndricos, luego tenemos frascos y/o jarros, y dos piezas de vasos acanalados (Figura 5). Destacamos un trozo de vidrio azul (seguramente correspondiente a la pared de un frasco de farmacia) que presenta en uno de sus filos retoques marginales unifaciales regulares.
Frascos y jarros. Pudimos identificar una variedad de frascos (Tabla 3) tanto de farmacia o uso medicinal, como de perfumería o tocador (perfume, crema corporal -Pond's- y un posible frasco de fijador o tónico para el cabello), e inclusive fragmentos que podrían corresponder a envases de soda o bebidas saborizadas como las gaseosas (Borrini 1998; Pedrotta y Bagaloni 2006; Rock 1981; Schávelzon 1991). También están representados los productos alimenticios en frascos y jarros de aceite, dulces, mermeladas o caramelos2, leche y, presumiblemente, conservas (como podrían ser salsas, condimentos, aceitunas, etc.). Ya las técnicas de manufactura nos hablan de molde, prensado en molde y moldes mecanizados.
Botellas. Este rubro es el más representado (Tabla 3) y permite distinguir dos conjuntos que están relacionados con dos épocas distintas. El primer grupo contiene los envases más antiguos, que se asociarían con el lapso que va desde mediados hacia las últimas décadas del siglo XIX, y entre los que se destacan las botellas de cerveza negra del tipo inglesas y de vino del tipo Bordeaux y Champagne (Jones 2000; Jones & Smith 1985; Pedrotta 2002; Rock 1981; Schávelzon 1991). Las técnicas de manufactura son rudimentarias, los envases fueron confeccionados artesanalmente; se destaca la presencia de picos agregados, evertidos, terminados con pinza de vidriero, irregulares; paredes notoriamente espesas y colores oscuros. Las técnicas están representadas por el soplado libre, soplado en molde y prácticas de molde antiguas [Presencia de push-up, marcas de pontil y costuras de unión evidentes (Figura 5)] (Jones 2000; Jones & Smith 1985; Rock 1981; Schávelzon 1991).

El segundo grupo está conformado por envases del siglo XX, aquí vemos un aumento en la diversidad de tipos representados: botellas de licor, anís, aperitivos, ginebra, vino, cerveza, sidra. Los colores más frecuentes son el traslúcido, el verde claro y el ámbar. Las técnicas más comunes son el molde, el prensado y el molde mecanizado. Varias bases de botellas poseen las iniciales CH como marca de fábrica, y en ellas se puede leer la leyenda "República Argentina", lo que nos habla de una producción nacional preponderante. Identificamos las siguientes marcas: ginebra "Bols", licor "8 Hermanos", "Fernet Branca" y licor "Tres Plumas". Los envases de estas bebidas difieren de los de la actualidad, principalmente por el grosor de las paredes, los sellos, marcas y las formas de los recipientes, que en algunos casos nos transportan hasta principios del siglo XX3.

Tabla 3. Detalle grupo vidrio Tapera Oses.

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Presencia de material lítico

La muestra se completa con abundante material indígena, en especial lítico, proveniente de las recolecciones efectuadas en los trabajos de campo y de la Colección San Martín. Las muestras recolectadas provienen de dos sectores: alrededor de la tapera y el arenal situado entre las bardas y la costa del río (Figura 6).

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Figura 6. Área de investigación con demarcación de sitios.

Tapera Oses

Se efectuó una recolección superficial al perímetro de la vivienda, luego un círculo más amplio que incluyó el basural (en el que, como hemos mencionado, se efectuó un sondeo), el área de corrales, y un sector con una estructura más pequeña (el baño).

Médanos Oses

Se trata de concentraciones en superficie de material arqueológico indígena (en su mayor parte, lítico) en una zona de médanos cercana a la tapera. Se recorrieron transectas (Figura 6) de 1 km de largo, paralelas al río, en donde se registró la presencia de cuatro concentraciones de diversos tamaños: Oses 1 (n= 42); 2 (n= 46); 3 (n= 46); y Médanos Oses, en la que se incluyen tres grandes concentraciones cuyos límites no pueden ser establecidos, por lo que se los ha tomado como un único sitio (n= 682). Se trata de una muestra conformada por un total de 1091 artefactos indígenas (incluyendo la cerámica ya mencionada, ver Tabla 4), en su mayoría, desechos de talla.

Tabla 4. Artefactos indígenas presentes en cada conjunto.

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Análisis del material lítico

Hasta el momento se analizó un total de 97 artefactos formatizados (Tabla 5), que en su mayoría se encuentran fracturados4. El 46,4% del total son raspadores. Le siguen en importancia los artefactos de formatización sumaria (16,5%). También se presentan 12 puntas de proyectil, 8 cuchillos, 6 raederas, 4 preformas, un denticulado, una muesca y un perforador. Presentan, en general, formas bases angulares, no obstante, se destacan, aunque en menor frecuencia, algunos instrumentos confeccionados sobre hojas grandes que integran la Colección San Martín. La materia prima sobre la que han sido confeccionados es el sílice, aunque se observan también escasos instrumentos confeccionados sobre obsidiana y sobre basalto. Por otra parte, el conjunto presenta 11 artefactos no formatizados. En esta categoría han sido incluidas las lascas que presentaban filos con rastros complementarios de manera regular.
Fue analizado un total de 772 desechos de talla5, que en su mayor parte están fracturados y sin talón. Los desechos enteros (n= 233) son, en general, lascas angulares de tamaño pequeño, en su mayoría de sílice y sin restos de corteza. En el conjunto aparecen escasos desechos de obsidiana y basalto. El 42,4% de los talones son lisos y le siguen en importancia los talones facetados con un 20,3%. También se presentan 18 lascas de adelgazamiento bifacial provenientes de los conjuntos recolectados en Médanos Oses. Allí también se registró la presencia de 14 lascas de reactivación de filo de instrumentos. Estas características (desechos pequeños, sin corteza, presencia de lascas de adelgazamiento bifacial y de reactivación de filos, talones lisos y facetados) señalan que se trata de conjuntos de desechos en los que se ponen de manifiesto las etapas más avanzadas de la cadena de producción lítica, y una ausencia de desechos producto de las etapas iniciales.
Los núcleos analizados son, en general, poliédricos y de tamaño mediano, en el caso de los silíceos, y nucleiformes pequeños en el caso de los de obsidianas (estos últimos son, frecuentemente, lascas gruesas de las que se obtuvieron otras lascas más pequeñas). Se efectuaron análisis geoquímicos6 de las obsidianas, cuyo resultado indica que en su totalidad provienen de la fuente Sacanana, ubicada en la meseta de Somuncura.
La muestra de material lítico indígena se completa con un conjunto de artefactos formatizados con técnicas de abrasión y/o pulido. Esos artefactos se encuentran, en general, muy fracturados, lo que no permite asignarles un tipo morfológico específico. Entre ellos se puede mencionar la presencia de tres manos, un percutor, una preforma de bola de boleadora, una placa grabada con motivos geométricos (Colección San Martín) y una piedra plana con marcas de afilado en una de sus caras.
En suma, la variedad de artefactos que componen la muestra y las características de los desechos de talla indican que el registro recuperado podría ser resultado de actividades múltiples efectuadas en asentamientos de estadía prolongada y que posiblemente eran reutilizados en el tiempo. La tipología de algunos de los artefactos bifaciales y el uso de hojas como forma base sugieren la presencia de semejanzas con los conjuntos recuperados en el sitio Aguada del Potrillo, mencionado anteriormente en los antecedentes (Figura 7).

Tabla 5. Grupos tipológicos de los artefactos formalizados.

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Figura 7. Artefactos líticos, Colección San Martín.

TIEMPOS RECIENTES. COSTUMBRES Y VIDA COTIDIANA

Si bien el registro material asociado a la vivienda nos orienta hacia las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, sabemos que esta vivienda fue erigida entre 1905 y 1910 aproximadamente. Debemos tener en cuenta que, dada la situación de periferia de nuestra área, es esperable que la utilización de los objetos sufriera un defasaje en el tiempo. Los objetos y elementos característicos de las últimas décadas del siglo XIX que perduraron durante el siglo XX nos hablarían de conservación y transporte (dentro de la economía familiar), más que de la cronología de la ocupación.
Tapera Oses, a nuestro entender, es un perfecto ejemplo del funcionamiento de un hogar rural en esta frontera de características especiales, con un alto grado de reutilización de objetos y reciclaje-ciclaje y aprovechamiento exhaustivo de todos los elementos y materiales existentes, ya sea dentro del ámbito del consumo familiar o relacionados con las tareas de producción, la economía familiar y el mantenimiento estructural de la vivienda.
Los materiales arqueológicos ponen de manifiesto distintas prácticas domésticas y sociales como la preparación e ingesta de alimentos, el consumo de bebidas, variedad de prácticas de higiene, cuidado personal y medicinal; así como el mantenimiento y refacción de la propiedad y posibles actividades lúdicas (fichas de juego hechas a partir de bases de botellas y frascos) y prácticas ornamentales (objetos personales, como el dije en forma de corazón).
La variedad de bebidas presente en Tapera Oses nos hablaría también de las prácticas de consumo y comercialización en el área; sabemos que los almacenes y boliches de frontera realizaban una oferta importante a los consumidores [al igual que lo ocurrido en la campaña bonaerense (Brittez 2000; Mayo 1996)] más allá de la lejanía de los polos de abastecimiento y las complicaciones de transporte y traslado.
Notamos también una utilización diferencial del espacio: la vida familiar cotidiana se centraba alrededor de la vivienda, como lo indica la dispersión diferencial de los materiales criollo-europeos presentes en las inmediaciones de ella y en las áreas de actividad más cercanas, mientras que en los ámbitos rurales estos materiales tienden a desaparecer, al tiempo que los artefactos indígenas son preponderantes, especialmente el material lítico.

CONSIDERACIONES FINALES

Las evidencias, hasta el momento, indican que ambos grupos han elegido el mismo espacio y por ende han aprovechado los mismos recursos críticos de la zona, como las leñas, el agua, la topografía. A la ocupación indígena le sucedió la europeo-criolla que definió la economía local, quedando familias o individuos indígenas que se articularon a ella de distintas formas (peones, puesteros, pequeños productores ovinos independientes). El área estudiada podría tomarse como un caso en que la previa presencia indígena estaría representada en los vestigios arqueológicos líticos localizados casi exclusivamente en los arenales, mientras que la tapera y su área doméstica corresponderían a una ocupación posterior, como surge de las entrevistas, documentos consultados y los artefactos recuperados.
Sin embargo, un análisis más fino de los artefactos encontrados problematiza esta aparentemente tan clara sucesión de poblamiento. En este sentido, se puede tomar el uso de materias primas industriales formatizadas con técnicas indígenas o bien el uso indistinto, por parte de ambos grupos, de productos de manufactura europeo-criolla.
La continuidad de estos estudios (sumando el análisis de macrorrestos vegetales y faunísticos) y la comparación entre este sitio y la ocupación indígena de Aguada del Potrillo, así como también la ocupación rural conocida como Puesto Quemado (ubicado en el mismo campo), podrán aportar información a esta problemática en la búsqueda de indicadores cronológicos absolutos.

Agradecimientos

A Rafael e Irma Oses, Amelina San Martín, Julián Currumil, familia Nicoletti, dueños actuales de la Estancia San Ramón. Participaron de las campañas, además de las autoras, la Prof. Mariana Sacchi y la Lic. María Luz Funes, a ésta última nuestro agradecimiento también por la traducción al inglés del resumen, y a Valeria Micou por el diseño del plano de Tapera Oses. La financiación se realizó mediante el Proyecto PICT Agencia 11759 y el UBACYT F 189 y F 131.

NOTAS

1..- Recientemente se ha realizado el Diseño del Plan de Manejo del Área Nacional Protegida Piedra Parada, Chubut, dirigido por Cristina Bellelli y colaboradores, en el marco del "Programa de Fortalecimiento Institucional Productivo y de Gestión Fiscal Provincial". Ministerio de Economía y Producción de la Nación, Subsecretaría de Relaciones con Provincias. Proyecto "Fortalecimiento Institucional de la Dirección General de Conservación de Áreas Protegidas". 2009-2010.

2.- Base con inscripción "La Gioconda Berardi y Cía.", que pertenece a la Empresa La Gioconda, de dulces, frutas, bombones y caramelos finos.

3.- Por ejemplo, un antiguo sello con la inscripción "Fratelli Branca Milano" perteneciente a Fernet Branca, este sello era característico en los envases de las primeras décadas del siglo XX.

4.- Los fragmentos de artefactos formatizados en los que no fue posible la identificación del grupo tipológico del filo principal no fueron incluidos en el presente análisis. Se trata de un total de 20 artefactos.

5.- El 14% de los desechos de talla (n= 126) quedaron fuera de este análisis debido a una decisión metodológica en relación con el tiempo disponible para su estudio. Algunos de estos desechos provenían de la Colección S.M. (n= 51) y otros de "Médanos Oses" (n= 75); en ambos casos la separación de las muestras fue al azar.

6.- A cargo de Charles Stern, Universidad de Colorado.

REFERENCIAS CITADAS

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