SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 número3Uso de obsidianas entre cazadores-recolectores en la cuenca del lago Musters (Chubut, Argentina): una aproximación desde el análisis tecnomorfológico y geoquímica índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Intersecciones en antropología

versão On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol. vol.16 no.3 Olavarría dez. 2015

 

RESEÑAS DE LIBROS

El aleph del fin del mundo: una compilación sistemática y crítica de las fuentes histórico-etnográficas sobre la sociedad Yámana de Tierra del Fuego

La vida material y social de los Yámana, de Luis A. Orquera y Ernesto L. Piana, 2015, Ediciones Monte Olivia, Ushuaia. ISBN: 978-987-45612-5-1. 604 pp.

 

Reseña de Dánae Fiore, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)- Asociación de Investigaciones Antropológicas- Universidad de Buenos Aires. Bartolomé Mitre 1131 7 "G" (1036), Buenos Aires. Argentina. E-mail: danae_fiore@yahoo.es

 

En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. [...] Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, [...] vi un laberinto roto (era Londres),... vi a un tiempo cada letra de cada página [...] vi el Aleph, desde todos los puntos [...] y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.
"El Aleph", Jorge Luis Borges

El libro

Cualquiera sea la región donde se efectúen investigaciones arqueológicas o antropológicas, contar con un libro que compile la totalidad de las fuentes histórico-etnográficas sobre los pueblos originarios de dicha región es, sin dudas, una herramienta invaluable.
La vida material y social de los Yámana es precisamente eso: una compilación sistemática y crítica de las fuentes sobre la sociedad cazadora-recolectorapescadora más austral del planeta. El libro original, publicado en 1999 por Luis Orquera y Ernesto Piana, consta de un prefacio y 15 capítulos sobre: Ambiente; Identificación étnica; Bioantropología; Asentamiento; Subsistencia (dos capítulos); Tecnología (tres capítulos); Vestimenta y adorno; Actividad y temperamento; Ciclo vital; Familia y sociedad; y Comportamiento con los europeos.
En el prefacio, los autores indican que el libro no fue pensado para ser "leído de corrido", sino como libro de consulta. Sin embargo, al efectuar búsquedas puntuales, el texto es tan atrapante que invita a zambullirse en él sin dejar de leer. El volumen persigue tres objetivos: I) presentar de modo sistemático y organizado la información sobre los Yámana1; II) darle prioridad a la precisión de los datos; III) generar nuevos cruces de informaciones independientes ya conocidas, sometiéndolas a evaluaciones según criterios nuevos.
Los autores explicitan un importante criterio metodológico empleado a lo largo de la obra, en la que

La confiabilidad de la información debe ser asignada valorando tanto la relación del dato específico con sus asociaciones, circunstancias e implicancias, como en función de la constrastación con el conjunto de observaciones comparables. [...] La constrastación de informaciones sirve en consecuencia para ponderar mejor el mérito, la originalidad e inclusive la confiabilidad de las distintas fuentes (Orquera y Piana 2015: 24).

Como señalan Orquera y Piana, esto resulta de gran importancia para ponderar el manejo de datos, en tanto que la existencia de coincidencias de opiniones independientes puede constituir un criterio de validez sugiriendo cierta objetividad, mientras que las repeticiones literales apuntan a desacreditar la existencia de la observación más tardía (lo que implica la posibilidad de que se hayan reproducido porciones de textos anteriores, sin explicitar la autoría original de estos).
Asimismo, el libro no está pensado para suplantar la lectura de las fuentes originales, sino para orientar a los lectores en la búsqueda de aquellos textos en los cuales figura información relativa a temáticas específicas.
Así, Orquera y Piana simultáneamente aportan un corpus de datos organizado por temas, evalúan su confiabilidad fáctica y develan los distintos puntos de vista de los autores de cada texto citado.
El volumen se inicia con un capítulo enteramente dedicado al ambiente habitado por este pueblo: esto se comprende a la luz de la profesión de arqueólogos de ambos autores, cuya mirada se enraíza en una perspectiva ecológica que evalúa al paisaje, el clima y la oferta de recursos como condicionantes del modo de vida yámana. A su vez, la cantidad de capítulos sobre subsistencia y tecnología denotan claramente el interés particular de Orquera y Piana por estos temas, de relevancia directa para las investigaciones arqueológicas.
Es notoria, por ejemplo, la tarea analítica que logra desentrañar la complejidad terminológica en la identificación de los arpones en el registro escrito -denominados arpones, flechas, lanzas, azagayas y venablos- y vincularlos a los distintos tipos de arpones hallados en el registro arqueológico. Sin embargo, el libro abarca también contenidos que generalmente son de baja visibilidad arqueológica y altísima relevancia para la comprensión del funcionamiento de la sociedad yámana, tales como la división del trabajo por género y edad, y las reglas de propiedad, entre otros. En cada tema, el texto se completa con menciones a los dibujos y fotos que documentan los datos citados en las fuentes escritas, tratando así a estos materiales gráficos como fuentes de información, y no sólo como
ilustraciones decorativas.

Orígenes

El libro se gestó a lo largo de más de 20 años de trabajo. Dado que ambos investigadores dirigen el Proyecto Arqueológico Canal Beagle, el libro se inició con el objeto de aprender sobre los Yámana de momentos históricos, para luego efectuar comparaciones con las poblaciones más antiguas. Sin embargo, la investigación cobró autonomía "a medida que en la información etnográfica encontrábamos un fértil campo de estudio relacionado con el comportamiento de los cazadores-recolectores en general y de las adaptaciones humanas litorales en especial. En esa búsqueda percibimos la necesidad de nuevas sistematizaciones y de ensayar abordajes hasta entonces no intentados" (Orquera y Piana 1999: 18).
En términos prácticos, Orquera y Piana iniciaron su trabajo de investigación mediante una recopilación de todas las fuentes histórico-etnográficas disponibles sobre los Yámana. Orquera sintetizó de forma manuscrita -en libretas con anillado espiral- la mayoría de estos textos, y recurrieron también ambos autores al subrayado de numerosas fotocopias: estas síntesis se centraron en los contenidos de cada texto en particular, sin vincularlos entre sí. En un segundo momento, la información de las libretas fue extractada y organizada en fichas temáticas, cruzando los datos provistos por distintos autores sobre un mismo tema; por ejemplo, tipos de arpones, usos de canoas, modos de captura de pinnípedos, etc. Esto permitió la formación de una verdadera base de datos en soporte de papel, cuya creación resulta aún más admirable al pensar que en aquellas décadas no se disponía de bases de datos digitales. En un tercer momento, la información de las fichas se pasó a documentos de texto digitales: recuerdo cuando en 1996 Piana me mostró en su laboratorio del CADIC "parvas" de hojas impresas en formularios continuos que contenían esta información. El último paso fue, entonces, la redacción del texto definitivo.
Cuando el libro estaba ya casi terminado, en 1998, los autores generosamente me facilitaron una copia del capítulo relativo a Vestimenta y adorno, para que lo utilizara como guía en mi búsqueda de datos para mi tesis doctoral sobre pinturas corporales fueguinas.
Desde Londres, les escribí en numerosas oportunidades sobre los avances que este texto me había permitido lograr, confirmándoles además que la información que contenía el capítulo era de una exactitud impecable: los detalles dejados fuera del volumen eran realmente ínfimos. Fue así que, según Orquera, me convertí en la primera "usuaria" del libro. Todo un honor para mí.

La edición 2015

La segunda versión de este libro, editada en 2015, incluye tres bienvenidas novedades. En primer lugar, antes del capítulo 1 se presenta una tabla que sintetiza cronológicamente los datos sobre los "Principales autores que dejaron información sobre los Yámana", en la que se incluyen las fechas de las observaciones, los tipos de contacto y las profesiones de los observadores.
Esto permite a los lectores contextualizar la cuantiosa información ofrecida en el libro, e identificar de mejor manera quién y cuándo efectuó las citadas observaciones.
En segundo lugar, esta nueva versión cuenta con 22 fotos y sus correspondientes epígrafes en los que se detalla la información visual contenida en ellas. De esta manera, los datos fotográficos que antes sólo se mencionaban por escrito ahora quedan también ejemplificados y documentados en estas imágenes. Finalmente, esta edición también incluye un capítulo enteramente nuevo, significativamente titulado "La historia continúa". Allí los autores se abocan a analizar los procesos de integración de los Yámanas/
Yaganes "en la cultura y sociedad euroamericanas" (Orquera y Piana 2015: 557). Para ello, se combinan textos que aportan datos sobre transformaciones en el modo de vida tradicional, con fotografías tomadas desde 1880. El capítulo se completa con una fotografía de integrantes actuales -adultos, jóvenes y niños- de la Comunidad Yaghán Bahía Mejillones. Si la anterior edición del libro terminaba mirando hacia el pasado, claramente esta edición mira hacia el futuro.
Orquera y Piana han producido un libro que organiza, sintetiza y evalúa los contenidos de numerosos otros textos. Un libro que condensa varias bibliotecas.
Pero, como es sabido, los libros solamente despliegan su verdadero potencial cuando se los lee, se los discute, se los cita en nuevos textos. Así, el valor de La vida material y social de los Yámana no reside solamente en su monumental contenido, sino también en la utilidad que le han dado y le seguirán dando sus agradecidos lectores. Cada uno de esos lectores atesora en sus manos un aleph de 604 páginas.

Nota

1 El uso de los términos Yámana y Yagán es documentado en el capítulo 2 del libro. En esta reseña se utilizan dichos términos siguiendo el uso empleado por los autores. Es de destacar la vigencia del término Yagán en la autodenominación de la Comunidad Indígena Yagan de Bahía Mejillones, Puerto Williams, isla Navarino, Chile y la Comunidad indígena Yagan Paiakoala de Tierra del Fuego, Ushuaia, Isla Grande de Tierra del Fuego, Argentina.

REFERENCIAS CITADAS

1. Orquera, L. A. y E. L. Piana 1999 La vida material y social de los Yámana, Eudeba, Instituto Fueguino de Investigaciones Científicas, Buenos Aires.

 

Diecinueve viajes a la arqueología de Tierra del Fuego

Cazadores de mar y tierra. Estudios recientes en arqueología fueguina, editado por Jimena Oría y Angélica M. Tívoli. Fondo Editora Cultural, Tierra del Fuego, 2014. ISBN 978-987-29694-7-9. 433 pp.

 

Reseña de Juan Bautista Belardi. Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Unidad Académica Río Gallegos (ICASUR). Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Piloto Lero Rivera s/n, Campus Universitario (9400) Río Gallegos, Santa Cruz. juanbautistabelardi@gmail.com

Si usted se encuentra en alguna reunión académica con las Dras. Jimena Oría y/o Angélica Tívoli tenga a bien reconocerles el trabajo que se han tomado pensando y editando este libro. Una muy buena idea para tener en cuenta en otras regiones. Se puede hacer una amplia generalización que consiste en sostener que muchos arqueólogos, no sólo de Patagonia, han transitado parte de su formación académica en Tierra del Fuego. La isla siempre ha ejercido una fascinación particular. Su lejanía, el clima, la diversidad de ambientes y poblaciones humanas que la ocuparon y las descripciones de viajeros ilustres, junto con un rico registro etnográfico que incluye fotos y películas, son un atractivo ineludible para los arqueólogos. Entonces, para muchos, este libro también será una muy buena excusa para regresar a la isla y a su arqueología. El libro parte de una idea sencilla pero difícil de conciliar. Reunir, en un muy atractivo volumen, los resultados arqueológicos generados en los últimos 10 años (al momento de la convocatoria) por investigadores argentinos, chilenos y españoles en sus tesis de licenciatura y de doctorado realizadas en Tierra del Fuego. Difícil de conciliar porque cada una de ellas debió ser trabajada para convertirse en un capítulo pensando no sólo para arqueólogos, sino también para estudiantes y profesionales de otras disciplinas y para el público en general con sólidos intereses en el pasado fueguino. Los lectores seguramente conozcan con menor o mayor profundidad estos trabajos de tesis. Pero acá están reunidos en un mismo volumen. Así, se favorece la disponibilidad de múltiples modelos de investigación que permiten una nueva lectura comparada de enfoques y, algo que me parece central, pueden ser vistos como ejemplos por parte de estudiantes que se inician en la investigación. No se requiere mucho para que rápidamente este potencial trascienda el estrecho de Magallanes y el canal de Beagle y pueda ser empleado en otros espacios.
Al prólogo de las editoras le siguen dos capítulos muy necesarios denominados "Estudios preliminares". El primero reseña la historia de las investigaciones arqueológicas en Tierra del Fuego (Vázquez y Prieto) y el otro establece la evolución del paisaje físico y ambiental de esta isla (Coronato). Una vez leídos ambos capítulos se abre una puerta gentil y enorme a la diversidad de enfoques teóricos, preguntas, metodologías y resultados arqueológicos alcanzados en los trabajos de tesis de los autores. Estos capítulos se estructuran de acuerdo con tres partes: Los canoeros (cinco capítulos correspondientes a Zangrando, Tívoli, Briz y Tessone); Los nómadas de la estepa y el bosque (ocho capítulos a cargo de Calás Persico, Muñoz, Torres Elgueta, Huidobro Marín, Borrazzo, Oría, De Angelis y Caruso Fermé); y Estudios integrados: canoeros y cazadores terrestres (tres capítulos por Verdún Castelló, Berihuete Azorín y Fiore). Más allá de este esquema, se debe mencionar que los temas tratados contemplan muy diferentes escalas espaciales y temporales y que se intersectan y complementan: subsistencia, arqueofauna (dos líneas de investigación que contemplan peces, mamíferos terrestres y marinos, aves y moluscos), tafonomía y tecnología lítica y ósea, cronología, conductas mortuorias, movilidad y uso del espacio, empleo de vegetales y pinturas corporales. Toda esta diversidad de información hace que la bibliografía citada sea otra importante contribución del libro.
Angélica Tívoli y Jimena Oría quieren que Cazadores de mar y tierra. Estudios recientes en arqueología fueguina sea un pequeño homenaje a los arqueólogos que han abierto caminos de investigación en Tierra del Fuego. No dudo que lo han logrado y que ellos se sentirán honrados y agradecidos por este valioso y necesario libro.

 

Cómo abordar señales humanas tenues, redundancia espacial, palimpsestos y otros desafíos del registro arqueológico

Estado actual de las investigaciones en el sitio arqueológico Arroyo Seco 2 (Partido de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, Argentina), 2014. Gustavo G. Politis, María A. Gutiérrez y Clara Scabuzzo (eds.), Serie Monográfica #5, INCUAPA-CONICET UNICEN, Olavarría. ISBN 978-950-658-338-5. 514 pp.

 

Reseña de César Méndez. Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile. Cap. Ignacio Carrera Pinto 1045, Ñuñoa, Santiago. E-mail: cmendezm@uchile.cl

Estado actual de las investigaciones en el sitio arqueológico Arroyo Seco 2 (Partido de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, Argentina), recientemente publicado por el equipo de autores encabezado por Gustavo Politis, María Gutiérrez y Clara Scabuzzo, es uno de los libros más esperados del último tiempo en la región. Arroyo Seco 2 ha producido evidencia relevante para la discusión de temas centrales en la región y también en el nivel sudamericano y, como tal, merece ser considerado en la lectura de colegas y estudiantes de la disciplina arqueológica y bioantropológica. El libro incluye el aporte de veinte autores en dieciocho capítulos, los cuales se organizan en bloques temáticos relativos al contexto informativo e interpretación del sitio, las evidencias arqueofaunísticas -con especial énfasis en sus dimensiones taxonómica, tafonómica y paleoambiental-, los conjuntos líticos en cuanto a tecnología y función y la información derivada de los datos funerarios y bioantropológicos. A ello se suma un capítulo en el que se discute la evidencia material reciente y una síntesis interpretativa donde Gustavo Politis nos presenta una integración de las evidencias e interpretaciones que, más que ser conclusiva, pretende mostrar el estado actual del conocimiento y enfatiza sobre la necesidad continuar con las investigaciones en Arroyo Seco 2.
Publicar en formato libro una monografía de un sitio semejante es la única forma de proveer datos contextuales tan ricos, que sólo los arqueólogos podemos dimensionar en términos de su importancia. En el actual concierto científico, en que la publicación en revistas ensalza la presentación de resultados estandarizados, muchas veces olvidamos lo que hace diferente a nuestra profesión: la inigualable riqueza de los contextos. Por riqueza no estoy haciendo referencia necesariamente a contextos vistosos, plagados de artefactos o rarezas como nos tiene acostumbrados la imagen comercializada de la arqueología. Pienso en contextos problemáticos, desafiantes intelectualmente, y en los cuales los procesos de formación de sitio deben ser cuidadosamente explicados a fin de transmitir cabalmente lo vivido en el campo por el grupo de investigadores que tuvo el privilegio de estudiar dicho yacimiento. El libro de Politis y colaboradores nos traslada hacia la trayectoria de investigaciones en Arroyo Seco 2, nos expone los problemas enfrentados y sus detalles, y nos hace partícipes de una experiencia que remotamente nos podemos imaginar. El libro de Arroyo Seco 2 se inicia con el reconocimiento de la compleja resolución del yacimiento y los retos que supone pensar el accionar humano en su propia escala. A lo largo de la obra, los autores advierten la naturaleza complicada de algunas de las asociaciones, los problemas de integridad estratigráfica, la resolución de las evidencias y otros problemas de formación, que no hacen sino argumentar en favor del rigor científico que la atraviesa. Con este comentario no busco un reporte pormenorizado de cada una de las líneas de evidencia discutidas, sino más bien realzar puntos centrales que son los atractivos que aporta el estudio del sitio Arroyo Seco 2: la señal humana del Pleistoceno final, el temprano cementerio y el encuadre metodológico de la investigación.
En este libro se publica información de relevancia para entender uno de los aspectos trascendentales de la prehistoria de la región y, me atrevo a decir, de Sudamérica. Las evidencias de los tres eventos más claros de depositación de megafauna se inician con una edad promediada de 12172 ± 42 años antes del presente sobre megaterio, la cual está entre las evidencias más antiguas del continente. El escrutinio a los restos más tempranos y la profunda seriedad con la que se abordan permite discutir de forma ponderada esta información. En primer lugar, el hecho de que la tafonomía de restos óseos tenga un papel tan gravitante en el trabajo es una clara señal en esta dirección. Si bien es cierto que el contexto no brinda garantías para que todo el material pueda ser considerado como producto de acción antropogénica, los autores son muy cautelosos al deslindar qué evidencias son indicativas de actividades humanas y cuáles no. Asimismo, me parece oportuno destacar la forma de presentación de las asociaciones espaciales y cómo son discutidas. Más allá de la antigüedad del sitio, que está refrendada a través de los métodos más acuciosos disponibles en la actualidad (varios fechados sobre una misma muestra, examen tafonómico y taxonómico de cada unidad seleccionada, técnica AMS, ultrafiltrado, múltiples laboratorios), creo que uno de los puntos más relevantes discutidos es que una vez definida una señal humana tan fina, la pregunta es qué actividades dieron origen a ella. Cómo se generaron tales señales, cómo fue el transporte y la selección de porciones anatómicas, qué tipos de fracturas están representadas, o cómo el material se distribuye en una concentración espacial en rasgos positivos del paisaje, son algunas de las preguntas abordadas. Finalmente, también se aborda cómo entendemos estas evidencias en el marco del poblamiento inicial de las regiones.
El segundo punto al que quiero hacer referencia es el componente funerario Arroyo Seco 2, y el hecho de que esté entre los sitios más tempranos (junto con otros como La Paloma, Baño Nuevo 1, Cuchipuy, sitios Chinchorro, o de la región de Lagoa Santa) donde los sudamericanos decidieron depositar sistemáticamente los restos de sus muertos. La recurrencia de entierros en un mismo lugar implicó definir por inclusión y exclusión una novedosa dimensión de apropiación del espacio. Esta temprana emergencia de prácticas de entierro concentradas en un mismo lugar no deja de ser intrigante en función de su relación con los sitios que incluyen evidencias de los desechos de las actividades de campamentos. El carácter de cementerio se ve refrendado en tanto en el sitio se observan patrones funerarios recurrentes, sostenidos en el tiempo y redundantes en el espacio. Si bien estas tendencias las observamos desde nuestra visión arqueológica y no necesariamente involucraron una planificación desde una primera instancia, no es menos cierto que en algún momento estas prácticas funerarias transformaron la concepción de este espacio como lo sugieren la concentración espacial y el manejo de los entierros secundarios. Cómo entender la relación espacial que se generó entre los campamentos de ocupación residencial y las áreas de depositación funeraria resulta un desafío para investigaciones futuras en el sitio. Quizás uno de los aspectos más trascendentales del libro es el abordaje metodológico, especialmente demostrado a partir de cómo se discutieron de forma detallada las evidencias de Arroyo Seco 2. Este comentario es extensible para la presentación de los datos contextuales fruto del trabajo de campo, como de los productos analíticos de laboratorio. Al respecto, considero que estamos erróneamente acostumbrados a la validación de los sitios en su completitud. Es frecuente escuchar de sitios que son perfectos, o que están simétricamente enterrados, o que precisamente no tienen palimpsestos e incluso aquellos donde toda la evidencia debe ser considerada producto de la acción humana. Además se nos convoca ocasionalmente a tener que tomar o dejar las evidencias de un sitio por entero y la realidad es que los lugares donde trabajamos son complejos, están disturbados e incorporan los productos materiales de distintos agentes. La forma de abordar el trabajo en este sitio fue distinta. Esto se ilustra, por ejemplo, en la selección de las muestras para las edades radiocarbónicas en todos los componentes de Arroyo Seco 2, la cual nos habla de cómo se buscaron unidades menores para guiar la discusión. En este sentido, el trabajo provee una orientación metodológica, en que la argumentación no está situada en la validación de la localidad como un bloque, o donde la decisión está en el blanco o negro, sino que considera la existencia de áreas grises. No cabe ninguna duda de que algunas líneas de evidencia, bloques temporales o elementos puntuales poseen más fuerza que otros y, como tales, aportan distintos tipos de datos. Al respecto, proceder discriminando eventos es, sin dudas, una forma apropiada para darle cabida a la posibilidad de que alternen la acción humana y la acumulación natural. Leer este libro ilustra que definir la presencia humana en un momento fronterizo es uno de los desafíos más importantes con los que se enfrenta la arqueología.
Así, el trabajo en Arroyo Seco 2 presenta un esquema programático que buscó cómo evaluar las evidencias arqueológicas en localidades con superposición de eventos, donde la producción de desechos materiales de la actividad humana no siempre fue abundante. Estas luces no sólo sirven para evaluar el registro arqueológico local o regional, sino que ilustran cómo ponderar o recalibrar el registro arqueológico de otras zonas donde las tendencias arqueológicas son diferentes.

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons