SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.17 suppl.1Nuevos estudios de la colección bioarqueológica de los sitios Arroyo Malo, El Cerrillo y Arroyo Sarandí (Delta del Paraná) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Intersecciones en antropología

versión On-line ISSN 1850-373X

Intersecciones antropol. vol.17  supl.1 Olavarría mayo 2016

 

ARTÍCULOS

Representación de animales domésticos en una colección cerámica del arroyo Leyes (departamento Garay, provincia de Santa Fe, República Argentina): su empleo como auxiliar en la determinación de cronología

 

Carlos N. Ceruti

Carlos N. Ceruti. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas "Prof. A. Serrano", Paraná, Entre Ríos. Quintana 1829 (3000), Santa Fe. Email: cceruti93@gmail.com

Recibido 8 de julio 2014.
Aceptado 10 de enero 2016


RESUMEN

Se analizan materiales cerámicos del paraje Los Zapallos que representan animales domésticos (bovinos, caballos, ovejas, perros y gatos) como auxiliares en la determinación de cronología. Se estudia cada caso particular desde el punto de vista ceramológico (pasta, morfología, decoración), biológico (especie y, cuando es posible, raza) e histórico para extraer datos que permitan ubicar cada pieza en el contexto del siglo XVII, en los siglos XVIII-XIX o en los comienzos del siglo XX.

Palabras clave: Arroyo Leyes; Arqueología de la esclavitud; Santa Fe la Vieja; Cronología.

ABSTRACT

Domestic animals in a ceramic assemblage from arroyo leyes (Garay department, Santa Fe province, Argentina): its use in determining chronology.

Ceramic material from the archaeological site "Los Zapallos" representing domestic animals (cows, horses, sheeps, dogs and cats) are analyzed as potential auxiliaries for chronology determination. Each particular case is studied under the ceramological (paste, morphology, decoration), biological (species and whenever possible, race) and historical point of view, in order to extract information allowing to put each piece in the XVIIth, XVIIIXIXth, or early XXth century context.

Keywords: Arroyo Leyes; Archaeology of slavery; Santa Fe la Vieja; Chronology.


 

INTRODUCCIÓN

Este trabajo se inscribe en la "Arqueología de la Esclavitud", temática iniciada en los EEUU hacia 1960 (Schávelzon 2003; Ferreira 2009), que formó parte de nuestro proyecto como investigadores del CONICET durante más de una década. Los materiales utilizados integran una colección reunida por aficionados santafesinos y dos arqueólogos (Antonio Serrano y Francisco de Aparicio) en 1934-1937, hoy dividida entre varios museos a raíz de diversas donaciones y compras. El "Campo Los Zapallos", se ubicaba al norte del actual arroyo Leyes, que une el río San Javier con la laguna Guadalupe o Setúbal. En las publicaciones de la época (ver Ceruti 2012) se habla de una superficie de 30 hectáreas a la que se denomina indistintamente "Los Zapallos" y "A° Leyes", que en realidad abarca dos sitios: el que podríamos llamar "Los Zapallos I", ubicado a 31° 29' 32" S y 60° 26' 36" O, del que procede la colección en estudio; y "Los Zapallos II", entre 1000 y 1500 m al NO, sobre el que hoy se encuentra la población homónima. Esta última y la denominada Arroyo Leyes, a 14 km al SE del curso de agua, son urbanizaciones posteriores a las excavaciones. En publicaciones anteriores (Ceruti 2009, 2010, 2011, 2012) caracterizamos a la colección citada como obra de personas esclavizadas procedentes de Dahomey -en el golfo de Guinea-, propiedad de vecinos de Santa Fe la Vieja (siglos XVII) y su descendencia (siglos XVIII y XIX). El sitio Los Zapallos I ocupaba un sector deprimido junto al puente, y fue totalmente erosionado por la expansión del arroyo. Según Aparicio (1937), bajo el suelo actual se encontraba un estrato arenoso y luego un paleosuelo oscuro, masivo, que contenía huesos de fauna local, valvas de moluscos, entierros secundarios y cerámica Goya-Malabrigo, datada localmente en 1000 años AP. Posteriormente, este paleosuelo fue perforado para enterrar cerámica guaraní o, en otros casos, lo que Serrano denominó "Cultura del Leyes". Estas últimas piezas, que constituyen nuestro material de estudio, se presentaban enteras, agrupadas en conjuntos y sin asociación con ningún otro material cultural. Aparicio realizó su excavación en niveles de 30 cm, donde recogió testigos que se conservan en el Museo Etnográfico "Juan B. Ambrosetti" de Buenos Aires. En el sitio Los Zapallos II solamente se encontró el paleosuelo con abundantes elementos Goya-Malabrigo, actualmente, en su mayor parte, extraviados. Las búsquedas realizadas por coleccionistas y pobladores del lugar fueron totalmente asistemáticas: pozos hasta 1 m de profundidad, sondeos con varillas de hierro y extracción del material sin ningún tipo de registro. En Ceruti (2012) se detallan los conflictos desatados durante la excavación, y las diversas interpretaciones dadas al material hasta su consideración final como "falsificaciones" en la década de 1950. Dicho trabajo incluye la bibliografía correspondiente, constituida por publicaciones, comentarios y artículos periodísticos.

METODOLOGÍA Y MATERIALES

En instancias previas pudimos relevar un total de 453 piezas enteras o parcialmente fragmentadas, conservadas en seis museos del país (Etnográfico "Juan B. Ambrosetti" de Buenos Aires; Arqueológico de la Universidad Nacional de Córdoba; de la Escuela de Antropología de la Universidad Nacional de Rosario; de Ciencias Naturales y Antropológicas "Profesor Antonio Serrano" de Paraná, Etnográfico "Juan de Garay" de Santa Fe y Complejo Museístico "Enrique Udaondo" de Luján). Todas fueron fotografiadas y analizadas macroscópicamente. Cuando fue posible (colecciones del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas "Profesor Antonio Serrano" de Paraná, y Museo Etnográfico "Juan de Garay" de Santa Fe), se utilizó un microscopio estereoscópico de 10-50x, y en otros casos se observaron detalles mediante ampliación de fotografías . Dado que el sitio en sí no puede datarse mediante 14C porque hoy queda en medio del arroyo, en un trabajo reciente (Ceruti 2014) publicamos piezas que representan artefactos de uso corriente (alcancía, canasta para el juego del pato, equipo para tomar mate), intentando ubicar cada una en la escala temporal mediante el análisis de pasta, forma y decoración, y la consistencia argumental derivada de la documentación escrita. Se establecieron dos series extremas, A y B, y una serie intermedia C (Tabla 1).

Tabla 1. Diferencias de pasta en la cerámica del Aº Leyes (tomado de Ceruti [2014] y modificado).

La Serie A, que atribuimos al siglo XVII (con más precisión, al período 1620-1670, entre la mención del primer esclavo para Santa Fe la Vieja y el traslado de la ciudad) está constituida por representaciones antropomorfas y zoomorfas huecas, generalmente con un orificio superior o posterior y a veces vertedero; y contenedores abiertos con decoración incisa, pintada y modelada. Las primeras (particularmente las cabezas) son las que presentan mayor variación temática y calidad plástica; los contenedores, en cambio, son pesados, de paredes gruesas y fondo constituido por un disco que a veces se desprende. Sus descubridores estimaron que no estaban destinados al uso diario sino a ser enterrados luego de haberse depositado ofrendas en ellos, ya que no se constató presencia de hollín u otras señales de uso. La Serie B está integrada por imágenes macizas, manufacturadas por modelado directo y recipientes muy pesados, confeccionadas por ahuecado directo de una masa de pasta. La atribuimos a la segunda mitad del siglo XIX. En la Serie C hay ejemplares con características mezcladas (pasta, como en la Serie A, pero confección descuidada; pasta similar a la Serie B, pero elaboración más cuidadosa), que pueden indicar la continuidad en la utilización del área durante el siglo XVIII y primeras décadas del XIX. En esta oportunidad, intentamos confirmar la vigencia de estas series estudiando otro conjunto de piezas: las representaciones de animales domésticos (no utilizamos las de animales silvestres por considerarlas atemporales en la corta duración). En el conjunto investigado existen 162 piezas (36%) que representan animales o tienen incorporadas imágenes de animales. Predominan las especies de la fauna silvestre local; en un pequeño porcentaje (Ceruti et al. 2013) se reconocen ejemplares pertenecientes a la fauna silvestre africana; y 14 piezas (3%) son animales domésticos: cuatro vacas o toros, dos perros, dos gatos, dos caballos y dos ovejas. Serrano (1934) publicó también una cabra y un cerdo, que no pudimos localizar, y por lo tanto no tuvimos en cuenta en el presente análisis.
A partir de la bibliografía consultada (principalmente de carácter etnográfico e histórico), y de experiencias previas del autor, enumeramos algunas funciones generales que pudieron cumplir estas piezas zoomorfas, y nos inclinamos por alguna de las tres primeras:
a) Imágenes de "dioses intermedios" africanos ("vudúes", en Dahomey), simbolizados por su animal característico.
b) Representación de animales destinados al sacrificio ritual. En un ambiente de carencias, es dable pensar que los animales de cerámica hayan reemplazado a los animales reales que formaban parte del ritual.
c) Muestrario de las especies silvestres o domésticas habituales en el área o en África, sin vinculación con lo sacro.
d) "Falsificaciones" tardías, destinadas a su comercialización (siglo XX).
e) Juguetes infantiles, un rubro descuidado por la arqueología, con simbología y rituales particulares.

Descripción de los materiales seleccionados
1) Gato (Felis silvestris catus): dos ejemplares adjudicables a gato doméstico.

1.1) MESF GB 34 (Museo Etnográfico "Juan de Garay" de Santa Fe, colección García Bañón). Pieza entera, fracturada en el extremo del hocico. Es un recipiente de forma cónica con base plana, que representa un gato sentado con la cola levantada. Diseño realista, pese a que no se indicaron miembros. Ojos redondos, modelados e incisos, abiertos y con pupila. La cabeza está inclinada; la boca del recipiente, elíptica, se abre en la parte dorsal de la figura. El hocico, pintado de rojo, alargado y hueco, está deformado para acondicionarlo como vertedero. Decoración incisa, con motivos repetidos en torno a la pieza (anotamos el motivo y el probable instrumento utilizado). De arriba hacia abajo, a partir del cuello: a) collar punteado con colgantes (instrumento: posible clavo metálico forjado de sección triangular); b) doble línea punteada (punzón romo); c) círculos de puntos con centro rojo alternando con motivos fitomorfos incisos (posible cuchillo metálico); d) series de incisiones paralelas verticales; e) cadena de "8" acostados punteados. Por pasta y cocción encuadra en la Serie A. Dimensiones: 17,5 × 12 cm (Figura 1a).
1.2.) MEBA s.n.
(Museo Etnográfico "Juan B. Ambrosetti", de la Universidad Nacional de Buenos Aires). Cabecita fracturada en el cuello, maciza, modelada. El animal es reconocible, pero la confección es menos cuidadosa que en la pieza anterior. Con incisiones se indicaron boca y bigotes; ojos punteados. Pasta y cocción correspondiente a la Serie A, con el exterior gris. Dimensiones: 4 × 3,5 cm (Figura 1b).


Figura 1 a y b.
Representaciones de gatos (Felis silvestris catus).

2) Perro (Canis lupus familiaris): se registran dos ejemplares.
2.1) MEBA 56986. Ya publicado en Ceruti (2014). Apéndice ubicado en el cuerpo de un recipiente con vertedero ("pava"), asignado por nosotros al siglo XVII, copia de un ejemplar prehispánico Goya-Malabrigo. El animal, sumariamente modelado, está dispuesto en actitud rampante sobre el cuerpo del recipiente. Tiene patas cortas, cola estirada, hocico largo y orejas erectas fracturadas en el extremo. Mediante incisiones se indicaron boca y listado del pelo; los ojos son punteados. Pasta: Serie A. Dimensiones: 5,5 × 2 cm (Figura 2a).
2.2) MEBA 56933.
Pieza maciza, partida y con la cabeza parcialmente erosionada, de elaboración sumaria pero con detalles relevantes que permiten identificar el animal. Mediante modelado se indicaron las orejas, enhiestas, y las órbitas. Hocico largo, con la boca cerrada pero mostrando los dientes. Cola formando un rulo. Patas cortas: apenas cuatro muñones con esbozo de pie. Toda la figura pintada de blanco sobre superficie rojiza. Incisiones en el lomo que indican las listas del pelaje. Pasta Serie A, de cocción oxidante con núcleo negro. Dimensiones: 21 × 5,5 x 3,5 cm (Figura 2b).


Figura 2 a y b.
Representaciones de perro (Canis lupus familiaris).

3) Caballo (Equus caballus): dos ejemplares.
3.1) MEBA 56941. Representación maciza, modelada, muy esquemática, de un caballo en reposo. Parcialmente fragmentado. Se indicaron
someramente las patas, cascos, cabeza, crin y cola. Cuerpo cilíndrico, liso, de color gris oscuro a castaño rojizo. Los únicos rasgos incisos son los belfos. Pasta: Serie B con cocción oxidante. Dimensiones: 11 × 5 × 5 cm (Figura 3a).
3.2) MEBA 56944. Pieza maciza, esquemática, modelada (cabeza rota) de un caballo con jinete sobrepuesto. De este solamente se conservaron la pierna izquierda y el pie, calzado con botas sin taco (¿"botas de potro"?) y posiblemente bombacha. No hay montura ni crin, y las patas del animal están apenas esbozadas. En el pecho, con incisiones, se marcó el pelo. Mediante modelado e incisión parece haberse indicado la cola, colocada sobre la grupa roma y voluminosa. Pasta Serie B, con núcleo negro y superficie castaño rojiza (cocción oxidante incompleta a baja temperatura). Dimensiones: 14 × 6 × 4 cm. (Figura 3b).


Figura 3 a y b Representaciones de caballo (Equus caballus).

4) Vaca (Bos taurus): cuatro ejemplares.
4.1) MEBA 56946.
Recipiente en forma de cabeza de bóvido, muy realista. El cuerpo se elaboró mediante rodetes, y luego se agregaron las mandíbulas y el hocico -muy alargado y estrecho-, con las narinas. Base plana con manchas de cocción. Orejas salientes, lisas, modeladas, y cuernos hacia adelante a 45º. La boca del recipiente tiene 5 cm de diámetro, y se abre en la parte superior de la cabeza. No hay vertedero. Ojos redondos, con un mamelón central; pestañas y pelo indicados mediante incisiones. En el centro de la frente hay un remolino con forma de rosa. En la nuca, un rostro humano modelado e inciso, con la boca entreabierta, los ojos cerrados con indicación de párpados, y cabello con raya al medio. La oreja y el cuerno derecho se desprendieron y fueron pegados con goma laca. Pasta: Serie A, cocción oxidante. Medidas: 19 × 21 × 6,5 cm (Figura 4 a y b).
4.2) MEBA 56947. Representación maciza de una cabeza de bovino, con cuernos anchos dirigidos hacia arriba, orejas modeladas y cuello hueco. Cuerno y oreja derechos desprendidos; cuerno izquierdo fragmentado en la punta. Los ojos son perforaciones circulares que llegan al interior de la pieza. Boca indicada con una profunda incisión, y narinas punteadas. Toda la superficie superior y la mandíbula presentan incisiones a cuchillo que indican el pelo. Cuello rodeado por incisiones verticales paralelas, y un anillo de perforaciones que no alcanzan a atravesar la pieza. En la nuca, 10 perforaciones similares, hechas con un instrumento
cilíndrico, en dos hileras horizontales paralelas. Pasta Serie A y cocción oxidante. Dimensiones: 12,5 × 11 × 5,5 cm (Figura 4c).
4.3) MEBA 56948.
Ejemplar macizo, similar al anterior. Cuernos hacia arriba; le falta el derecho, y el izquierdo tiene la punta rota. Tuvo un pequeño cuello, desprendido, que se intentó pegar con goma laca. No se han modelado las orejas. Narinas punteadas, y boca indicada mediante una incisión horizontal y otras verticales que la cortan. Como en el caso anterior, los ojos son perforaciones cilíndricas profundas, que en este caso horadan la pieza. Toda la superficie está cubierta con largas incisiones horizontales y verticales cortas que simulan el pelo. Pasta Serie A, con cocción oxidante y núcleo gris. Dimensiones: 9,5 × 7 × 5 cm (Figura 4d).
4.4) MEBA 56995.
Ejemplar macizo, similar a los anteriores pero más esquemático, con los cuernos hacia arriba, fracturados en la parte media. Orejas chicas, con interior ahuecado. Ojos lateralizados punteados, al igual que las narinas. Cuello corto, macizo, con la base cubierta por marcas triangulares efectuadas con el ángulo de una cabeza de clavo. Toda la superficie presenta incisiones longitudinales y transversales paralelas con perforaciones en el interior (posiblemente se usó una rueda dentada) formando un ajedrezado. Pasta Serie A, con cocción oxidante. Dimensiones: 9,5 × 5 × 6 cm (Figura 4e).


Figura 4 a, b, c, d y e
. Representaciones de vacunos (Bos taurus).

5) Oveja (Ovis aries): dos ejemplares.
5.1) MEBA s.n. Cabeza muy bien elaborada, hueca, que formó parte de un recipiente. Se han modelado las orejas, largas (la izquierda, fracturada), y los ojos con indicación de párpado. Boca cerrada, bien marcada mediante una incisión que llega hasta el interior de la pieza, pero que no es vertedero. Narinas frontales incisas. La parte superior del morro, la frente y la nuca están decoradas con ondas de falso surco rítmico. La boca del recipiente, redonda y con labio inciso, está en la parte superior del cráneo. Toda la pieza pintada de rojo. Pasta de la Serie A. Dimensiones: 11 × 6 cm (Figura 5a).
5.2) MEBA 56943.
Representación maciza de una oveja de pie, fracturada en las patas, con la cabeza y cola inclinadas hacia la derecha, realizada con gran fidelidad. Orejas modeladas. Los ojos, redondos y con indicación de pupila, realizados mediante un pequeño rodete adosado. Narinas incisas. La mandíbula se modeló aparte, de manera que el animal presenta la boca entreabierta. Mediante modelado e incisión se indicó el vellón, ubicado sobre el cuerpo y la cabeza hasta la mitad de la cara. Una fractura reciente en la oreja izquierda permite apreciar que la pasta pertenece a la Serie A, con cocción oxidante. Dimensiones: 32 × 11 × 7 cm (Figura 5b).


Figura 5 a y b.
Representaciones de ovejas (Ovis aries).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Las representaciones y sus modelos se analizaron atendiendo a los siguientes ejes:
a) Modelo africano o americano.
b) Calidad de pasta y coherencia con el dato histórico.
c) Asignación de antigüedad: antiguo (siglos XVII-XVIII) y moderno (siglos XIX-XX).

Resultados obtenidos (la cronología se resume en la Tabla 2):
1) De las dos figuras de gato, por pasta y calidad estimamos que la MESF GB 34 (Figura 1a) correspondería al siglo XVII. En la colección existen otras piezas decoradas con cadenas de "8" verticales u horizontales y círculos de puntos con centro pintado de rojo, pero ninguna tan bien elaborada. Buscando elementos de comparación, no encontramos cadenas de "8" en Santa Fe la Vieja (Ceruti y Matassi 1977; Ceruti 2005), pero sí, y abundantes, en las famosas plaquetas metálicas del Reino de Benín de los siglos XVII-XVIII -un caso paradigmático de saqueo colonialista (Barley 2010)- y en un tablero yoruba para juego con fichas (akong) procedente de Nigeria, conservado en el Museo Nacional de Antropología de Madrid (2004). El motivo fitomorfo también se encuentra en Benín, donde representa la hoja de palmera, símbolo de paz y amistad (Quenum 1983). En Haití, la hoja de palma forma parte del vevè (dibujo ritual) de Ayisán, un lúa femenino muy importante, de origen dahomeyano, considerado la primera mambo o sacerdotisa, que solamente se hace presente en las ceremonias de iniciación y es sincretizada en la imagen católica de Santa Clara1. En Santa Fe la Vieja aparece en dos oportunidades: en un ladrillo inciso con los dedos, y en una pipa posiblemente africana o afroamericana, publicados en la Base de Datos del Museo Etnográfico "Juan de Garay" de Santa Fe (números de Inventario 54633 y 43394, respectivamente). La MEBA s.n. (Figura 1b) por su aspecto general -maciza, con exterior gris y escasa decoraciónpodría encuadrarse en el siglo XIX, pero por pasta y cocción es más parecida a las piezas que consideramos propias del siglo XVII, por lo que tal vez pueda ubicarse en nuestra Serie C, del siglo XVIII. Todos los gatos de pelo corto se originaron en el gato salvaje africano (Felis silvestris libica), deificado por los egipcios y difundido en Europa por griegos y romanos. En la documentación de Santa Fe la Vieja no se mencionan gatos, pero era habitual que se los transportara en los barcos que hacían el viaje a América para eliminar las ratas y ratones. El artesano pudo tener el modelo a la vista, o haberlo conocido en el lugar de origen, en África.

Tabla 2. Cronología estimada de las piezas representadas.

2) Los dos perros (Figuras 2a y b) son de baja estatura, con cola larga y el lomo listado, que indica el pelaje "rayado" o "atigrado" que suele verse en perros actuales por cruzamientos no controlados. Todas las razas de perros domésticos se originaron en las distintas subespecies de lobo euroasiático (Canis lupus) (Thalman et al. 2013). A la llegada de los españoles había perros en todo el continente americano, desde Alaska a la Patagonia, en general pequeños: con la piel desnuda (el "xolo" mexicano y el "perro pila" incaico); con pelo corto, o con pelo enrulado. Los españoles introdujeron perros de tamaño grande: mastines, galgos, lebreles y molosos. Estas razas, muy apreciadas por los indígenas, se reprodujeron en grandes cantidades, mestizadas con las originarias (según el padre Martín Dobrizhoffer, por ejemplo, los abipones reducidos del siglo XVIII tenían hasta 12-14 perros cada uno) (Dobrizhoffer 1970). A partir del siglo XVII y hasta finales del XX conformaron manadas de "perros cimarrones" en Río Grande do Sul (Brasil), la República Oriental del Uruguay y la pampa argentina (Wernicke 1931; Cabrera 1932; Fernández Saldaña 1934; Zeballos 1960; Museo Blandengues de Artigas 2015). La selección natural originó ejemplares delgados, muy corredores, con dos coloraciones principales de pelo: los "atigrados", marrones o amarillentos con listas rojizas, amarillas y negras; y los manchados en blanco y negro. En Uruguay se inscribió en el Kennel Club Internacional la raza "Cimarrón Uruguayo", con la coloración listada y la estructura física del moloso (Ejército Uruguayo 2014; Kennel Club Uruguayo 2014). Los perros representados en nuestra colección tienen el pelo "atigrado", pero se trata de ejemplares de patas cortas que no coinciden con la estructura del galgo ni del moloso; posiblemente se trate de ejemplares domésticos, no de perros cimarrones; el color del pelo indica un rango temporal que va del siglo XVII a la actualidad pero por el tipo de pasta los colocamos tentativamente entre los siglos XVII y XVIII.
3) Consideramos que las dos imágenes de caballo, por las características de pasta, cocción, elaboración general y por el detalle de las botas de potro y posible bombacha del jinete -popularizada en la Argentina después de la Guerra del Paraguay-, fueron confeccionadas en el siglo XIX (Figura 3 a y b) (Zapata Gollán 1955; López Formoselle 1965; Oberti 1965; Assunçao 1991).
4)
Todos los vacunos actuales descienden de un antepasado común (Bos primigenius). Las razas europeas (Bos Taurus = Bos primigenius taurus) se originan en la subespecie conocida como auroch, hoy extinguida (Bos primigenius europeus). Las razas africanas, en otra subespecie llamada Bos primigenius africanus. Ninguna de estas subespecies presenta joroba. Las razas asiáticas, todas con joroba y grandes orejas (Bos indicus o cebú) se originan en el Bos primigenius asiaticus y se diferencian genéticamente del Bos taurus, tanto europeo como africano, aunque son interfértiles, especialmente cuando se cruzan machos cebú con vacas europeas o africanas. Las razas africanas derivaron hacia lo que en conjunto se conoce como el Grupo Sanga, algunas con grandes cuernos en medialuna, y otras con cuernos en forma de lira (como los del buey Apis egipcio). Las cuatro cabezas de bovinos del Aº Leyes no presentan características que los asimilen a los cebúes ni al Grupo Sanga, es decir, reproducirían modelos de Bos taurus europeo, presumiblemente el llamado "ganado criollo" originado en vacas y toros de raza andaluza a partir del siglo XVI-XVII (Asociación Argentina de Criadores de Ganado Bovino Criollo 2014; FAO 2014; Namur et al. 2004). Garay lo introdujo en Santa Fe desde Santa Cruz de la Sierra (actual Bolivia), donde era encomendero. De la estancia llamada Vilipulo, cercana a la actual población de Laguna Paiva, Hernandarias sacó 400 vacas con las que pobló su estancia La Cruz, en Entre Ríos, que se hicieron cimarronas y se reprodujeron hasta alcanzar -según su estimación- las 100.000 cabezas en 1607 (Oberti 1965b; Zapata Gollán 1975; Cervera 1979-1982; Calvo 1993; Barriera 2013). Arqueológicamente localizamos restos articulados de este ganado cimarrón entre los 2 y 4 m de profundidad en los bordes del arroyo Hernandarias (departamento Paraná, provincia de Entre Ríos): sitio Aº Hernandarias VIII, frente al Paso Scheller, 6 km aguas arriba de la localidad de Hernandarias; y en Aº Hernandarias II o "Paso de Piedra", a 32 km aguas arriba. Buscando significados para la cara humana incisa y modelada en la MEBA 5694 (Figura 4b), no encontramos entre los agricultores y traficantes de esclavos del golfo de Guinea dioses tutelares que velen por la reproducción de los rebaños, como sí tienen pueblos pastores como los masai (Murray 2007) o incluso los hotentotes nama de África Sudoccidental (Murdock 1945). En Haití hay un lúa (dios intermedio) del rito Petro, con elementos bantú, Bosson Ashadeh, cuyo vevè incluye una cabeza de buey (Hurbon 1998). Se lo representa como una especie de minotauro, un gran hombre negro con tres cuernos en la frente, y se lo sincretiza en el Santo Jesús de la Buena Esperanza, que tiene una aureola con tres llamas. Simboliza la fuerza, el salvajismo y la violencia, y se considera que es el espíritu de Tegbesso, el 6º rey de Dahomey (1732-1774), que tenía como emblema un buey. Sin embargo, el rito Petro se origina en Haití, no en África, y el buey que representa a Tegbesso en el Palacio de Abomey tiene los cuernos en forma de lira, por lo que no encontramos correspondencia. Otra posibilidad es que se trate de una creencia propia de los esclavizados del Río de la Plata, como el Negrito del Pastoreo, leyenda originada en la frontera brasileño-uruguaya cuya acción transcurre en la época colonial, con primera versión escrita en 1905, muy extendida en el sur de Brasil y en todo Uruguay. Sus fieles creían que el Negrito, una víctima milagrosa de final trágico, ayudaba a encontrar los animales perdidos y, por extensión, cualquier objeto extraviado (Rodríguez 2009). Una tercera posibilidad es que sea la imagen del propietario del ganado, y que el recipiente haya tomado parte en un "servicio" encargado por este para propiciar la reproducción de sus bienes. Con los pocos elementos a nuestra disposición, no estamos en condiciones de avanzar más en este aspecto. La cría de ganado criollo se inició localmente en 1573 y llega a la actualidad (tropa del Parque Arqueológico Santa Fe la Vieja), pero por pasta, todas las piezas son adjudicables al siglo XVII.
5) La oveja doméstica (Ovis orientalis aries = Ovis aries) se originó por domesticación del muflón asiático (Ovis orientalis orientalis), ambos con 54 cromosomas. En España se diversificaron en más de 10 razas locales, destinadas a carne, leche y/o lana. En la región central (Castilla y León) predominó la manchega, hasta que en el siglo XIV los árabes introdujeron en Andalucía los antecesores de los merinos, con mejor lana. La Mesta, asociación de criadores de Castilla-León entroncados con el Poder Real, que manejaba el comercio de la lana, impidió la salida de reproductores merinos hasta fines del siglo XVIII, cuando fueron llevados a Francia y originaron la raza rambouillet. Al actual territorio argentino las ovejas entraron desde el Perú a fines del siglo XVI: Juan Núñez de Prado las introdujo en Tucumán; Nuflo de Cháves las llevó a Asunción (1549), de donde pasaron a Santiago del Estero (1556) y a Santa Fe (1573), traídas por Juan de Garay. Finalmente, el adelantado Juan Torres de Vera y Aragón (1587) importó 4000 ovejas directamente desde el Perú, que fueron distribuidas en Santa Fe, Corrientes y Buenos Aires (Asociación Argentina de Criadores de Merino 2006; Facultad de Ciencias Veterinarias UNNE 2011; Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto -FEAGAS- 2014). Estos ovinos eran de diversas razas: se mencionan, además de la manchega, apta para carne y lana, la latxa o lacha para leche, la churra (carne), las montañesas españolas y algunos ejemplares merinos pertenecientes a las majadas de rechazo. Esta heterogeneidad de la población originaria y los apareamientos libres provocaron variaciones regionales muy diversas en el denominado tipo criollo, de patas finas y peladas, con aptitudes mixtas, que predominó en la Argentina hasta 1825, cuando en Buenos Aires, durante la presidencia de Rivadavia, se realizaron los primeros cruzamientos con merinos puros (Peña et al. 2012). Algunos años antes, en 1819, Juan Manuel de Rosas distinguía las ovejas "criollas", con fenotipo similar al merino, de las "pampa" originadas en las razas churra y montañesas (Rosas 2003). Estas variantes pueden reconocerse a partir de la cabeza, ya que las churras tienen orejas largas y el morro, ojos y punta de las orejas negras; las manchegas, orejas largas y el cráneo y rostro desnudo; y las merino, orejas cortas y lana muy extendida cubriendo la frente. De acuerdo con estas características, la pieza MEBA s.n. (Figura 5a) podría corresponder al tipo manchego, mientras que la MEBA 56943 (Figura 5b) es una imagen excelente de una oveja criolla, con fenotipo dominante merino pero patas largas desnudas. Por pasta y elaboración cuidadosa, consideramos que ambas fueron confeccionadas en el siglo XVII.

CONCLUSIONES

Mediante este trabajo intentamos confirmar la validez del cuadro expuesto en Ceruti (2014) como herramienta para fechar la colección cerámica del sitio A° Leyes 1. La muestra está constituida por el total de animales domésticos de la colección; el análisis fue de tipo cualitativo (no tiene valor estadístico), y se ajustó a dos premisas básicas: origen africano o sudamericano de la especie representada; y coherencia entre la ubicación temporal a partir de las características de pasta y la que surge de los datos históricos. En función de lo expuesto arribamos a las siguientes conclusiones: La mayoría de las piezas publicadas en este trabajo (n = 8) por pasta, cocción y elaboración general cuidadosa pueden ubicarse a mediados del siglo XVII. De las restantes, dos ejemplares podrían corresponder al siglo XVIII, y otros dos al siglo XIX, lo cual indica, en concordancia con los resultados de (Ceruti 2014) una producción cerámica poshispánica en el sitio Los Zapallos I a lo largo de 250 años, que disminuye proporcionalmente con el transcurso del tiempo (Tabla 2).
Pese a que la muestra estudiada (n = 12) presenta predominio de ceramios elaborados en el siglo XVII, cuando tendría que estar fresco en los alfareros el recuerdo de la tierra de origen, solamente una de las piezas, el gato MESF GB 34 (Figura 1a), incluye elementos decorativos que podemos considerar africanos: hojas de palma y cadenas de "8". Los restantes ejemplares (perros, vacunos, ovejas) corresponden a tipos que denominaríamos "criollos", cuya presencia está documentada en la zona desde fines del siglo XVI hasta la actualidad. La temporalidad de las piezas queda indicada por las características ceramológicas, y no por la irrupción de determinada especie o raza con valor cronológico, salvo el gato citado y el caballo con jinete, que por las características de la vestimenta asignamos al siglo XIX tardío. En cambio, estas representaciones de animales domésticos criollos (como gran parte de las restantes piezas de la colección) constituyen aportes muy importantes para la iconografía regional del siglo XVII, considerando que en Santa Fe la Vieja son escasas las representaciones modeladas o incisas de personas y animales, y que estas prácticamente desaparecen hasta el siglo XVIII final, cuando irrumpen en la iconografía las obras geniales de los jesuitas Florian Paucke y Martín Dobrizhoffer.

Agradecimientos

A la Dirección y personal de los museos Etnográfico "Juan B. Ambrosetti" (UBA) de Buenos Aires; Arqueológico de la UNC, Córdoba; Etnográfico "Juan de Garay" del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, Santa Fe; Arqueológico de la Escuela de Antropología de la Universidad Nacional de Rosario, y Complejo Museológico "Enrique Udaondo" de Luján, que tuvieron la gentileza de ubicar las piezas en sus colecciones y de autorizar su publicación. Al Dr. Roberto J. Ceruti, que tradujo el Abstract.

Notas

1 http://www.hougansydney  (4 mayo 2014).

REFERENCIAS CITADAS

1. Aparicio, F. de 1937 Excavaciones en los paraderos del Arroyo de Leyes. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología 1: 7-19.         [ Links ]

2. Asociación Argentina de Criadores de Ganado Bovino Criollo 2014. Ganado bovino criollo. En http://www.ogredit.com.ar/indices%CGanado%20Bovino%criollo%201.doc (4 mayo 2014).         [ Links ]

3. Asociación Argentina de Criadores de Merino 2006. Raza Merino. www.produccion-animal.com.ar (4 mayo 2014)        [ Links ]

4. Assunçao, F. O. 1991 Pilchas criollas. Emecé, Buenos Aires.         [ Links ]

5. Barley, N. 2010 The Art of Benin. The British Museum Press, Londres.         [ Links ]

6. Barriera, D. 2013 Abrir Puertas a la Tierra. Microanálisis de la construcción de un espacio político. Santa Fe, 1573-1640. Museo Histórico Provincial "Brigadier Estanislao López", Santa Fe.         [ Links ]

7. Cabrera, A. 1932 El perro cimarrón de la Argentina. Museo Antropológico y Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras, serie A (II): 7 y ss.         [ Links ]

8. Calvo, L. M. 1993 La Compañía de Jesús en Santa Fe. La ocupación del espacio urbano y rural durante el dominio hispánico. Ediciones Culturales Santafesinas, Santa Fe.         [ Links ]

9. Ceruti, C. N. 2005 Evidencias del contacto hispano-indígena en Santa Fe la Vieja (Cayastá). Reedición corregida. Américas 17: 13-36.         [ Links ]

10. Ceruti, C. N. 2009 Aporte al conocimiento de la "Cultura del Leyes": la colección del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas "Prof. Antonio Serrano", Paraná, Entre Ríos, Argentina. En Problemáticas de la Arqueología Contemporánea, t. III, compilado por A. Austral y M. Tamagnini, pp. 335-344. Universidad Nacional de Río Cuarto, Río Cuarto.         [ Links ]

11. Ceruti, C. N. 2010 Los esclavos africanos en Santa Fe la Vieja. Arqueología Argentina en el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Actas del XVII Congreso Nacional de Arqueología Argentina, t. III: 1011- 1016. Mendoza.         [ Links ]

12. Ceruti, C. N. 2011 Armando el rompecabezas: piezas enteras del Arroyo Leyes (Santa Fe) vinculadas al agua. En Temas y problemas de la Arqueología Histórica, t. I, editado por M. Ramos, A. Tapia, F. Bognanni, M. Fernández, V. Helfer, C. Landa, M. Lanza, E. Montanari, E. Néspolo y V. Pineau, pp. 241-254. Departamento de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Luján, Luján.         [ Links ]

13. Ceruti, C. N.2012 Avatares de la colección arqueológica del Arroyo Leyes (Departamento Garay, Provincia de Santa Fe, Argentina) o La objetividad científica puesta a prueba. Actas del Vº Congreso Nacional de Arqueología Histórica, t. 2: 207-235. Buenos Aires.         [ Links ]

14. Ceruti, C. N. 2014 Artefactos de uso diario representados en la colección cerámica del Arroyo Leyes: su empleo en la determinación de cronología. Revista del Museo de Antropología 7 (2): 243-254.         [ Links ]

15. Ceruti, C. N., J. N. Gelfo y A. Igareta 2013 Posibles representaciones de fauna africana en las colecciones del Arroyo Leyes (Provincia de Santa Fe, Argentina). Actas del Vº Congreso Nacional de Arqueología Histórica, t. 2: 261-277. Buenos Aires.         [ Links ]

16. Ceruti, C. N. y N. E. Matassi 1977 Evidencias de contacto hispano-indígena en la cerámica de Santa Fe la Vieja (Cayastá). Revista del Museo de Historia Natural de San Rafael IV (1/4): 213-236.         [ Links ]

17. Cervera, M. 1979-1982 Historia de la ciudad y provincia de Santa Fe (1573-1853). Editorial de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe.         [ Links ]

18. Dobrizhoffer, M. 1970 Historia de los Abipones. Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia. Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad Nacional del Nordeste -UNNE-)         [ Links ]

19. Dobrizhoffer, M. 2011. Producción de pequeños rumiantes y cerdos. Sistemas de producción ovina en la Rep. Argentina. En http://ppryc.files.wordpress.com/2011/04/ut1-ovinos-u1.pdf (4 mayo 2014).         [ Links ]

20. FAO 2014. Lista mundial de vigilancia para la diversidad de los animales domésticos. En http://www.fao.org/docrep/v8300s/v8300s14.htm (4 mayo 2014).         [ Links ]

21. Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto (FEAGAS) 2014. Razas Ovino (Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España). En http://feagas.com/index.php/ es/razas/especie-ovina#U3sa.w9J5PXZ8 (4 mayo 2014).         [ Links ]

22. Fernández Saldaña, J. M. 1934 Los perros cimarrones. La Prensa11 de abril de 1934.         [ Links ]

23. Ferreira, L. M. 2009 Arqueología da escravidão e arqueología pública: algumas interfaces. Vestigios 3 (1): 9-23.         [ Links ]

24. Hurbon, L. 1998 Los misterios del vudú. B.S.A., Barcelona.         [ Links ]

25. Kennel Club Uruguayo 2014. Perro cimarrón uruguayo. En: http://www.kcu.com.uy/#!cimarrn-uruguayo/cu42 (4 mayo 2014).         [ Links ]

26. López Formoselle, J. 1965 Orígenes del ganado yeguarizo en el Río de la Plata. La Nación12 de diciembre de 1965.         [ Links ]

27. Museo Blandengues de Artigas (R.O. del Uruguay) 2014. Perros cimarrones. En http://www.ejercito.mil.uy/armas/caballeria/museos/artigas/cimarrones.htm (4 mayo 2014).         [ Links ]

28. Museo Nacional de Antropología 2004. Catálogo África, Ministerio de Cultura, Madrid.         [ Links ]

29. Murdock, J. P. 1945 Nuestros contemporáneos primitivos. Fondo de Cultura Económica, México.         [ Links ]

30. Murray, J. 2007 África. El despertar de un continente. Folio, Barcelona.         [ Links ]

31. Namur, P, C. Ferrando, G. Barone y T. Vera 2004 Ganado bovino criollo y sus cruzamientos en los llanos de La Rioja. En http://www.produccionanimal.com.ar/produccion_ovina/produccion_ovina/168-Variables_Fisiologicas.pdf (4 mayo 2014).         [ Links ]

32. Oberti, F. 1965a Don Pedro de Mendoza no dejó caballos en Buenos Aires. La Prensa4 de julio de 1965.         [ Links ]

33. Oberti, F. 1965b ¿Quién introdujo los primeros vacunos en el Río de la Plata? La Prensa19 de septiembre de 1965.         [ Links ]

34. Peña, S., G. López, E. Genero, N. Abbiati y R. Martínez 2012 Variables fisiológicas en hembras ovinas criollas y Texel. Veterinaria Argentina 29 (290). En http://www.produccion-animal.com.ar/produccion ovina/168-variables fisiologicas.pdf (4 mayo 2014).         [ Links ]

35. Quenum, M. 1983 Au pays des fons. Us et coutumes du Dahomey. Maisonneuve et Larose, París.         [ Links ]

36. Rodríguez, A. C. 2009 La memoria de la esclavitud en relatos orales y relatos biográficos de Tacuarembó. Trama, Revista de Cultura y Patrimonio 1 (1). En http://es.slideshare.net/centrodelamemoria/rodrc3adgueztrama01-42682117 (4 mayo 2014).         [ Links ]

37. Rosas, J. M. de 2003 Instrucciones para la administración de estancias. Quadrata, Buenos Aires.         [ Links ]

38. Schávelzon, D. 2003 Buenos Aires negra. Arqueología histórica de una ciudad silenciada. Emecé, Buenos Aires.         [ Links ]

39. Serrano, A. 1934 Arqueología del Arroyo de Leyes, provincia de Santa Fe; noticia preliminar a propósito de la colección Bousquet. Memorias del Museo de Paraná 8.         [ Links ]

40. Thalman, O, B. Shapiro, P. Cui, V. J. Schuenemann, S. K. Sawyer, D. L. Greenfield, M. B. Germonpré, M. V. Sablin, F. López-Giráldez, X. Domingo-Roura, H. Napierala, H. P. Uerpmann, D. M. Loponte, A. A. Acosta, L. Giemsch, R. W. Schmitz, B. Worthington, J. E. Buikstra, A. Druzhkova, A. S. Graphodatsky, N. D. Ovodov, N. Wahlberg, A. H. Freedman, R. M. Schwiexer, K. P. Koepfli, J. A. Leonard, M. Meyer, J. Krause, S. Pääbo, R. E. Green y R. K. Wayne 2013 Complete Mitochondrial Genomes of Ancient Canids Suggest a European Origin of Domestic Dogs. Science 342: 871-874.         [ Links ]

41. Wernicke, E. 1931 Los perros domésticos de América. La Prensa 2 de agosto de 1931.         [ Links ]

42. Zapata Gollán, A. 1955 El caballo en la vida de Santa Fe, desde la conquista hasta la llegada de los gringos. Colección El Litoral. Castellví, Santa Fe.         [ Links ]

43. Zapata Gollán, A. 1975. Las Estancias (Las Estancias del Salado). Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, Segunda época, Nº 9, Santa Fe.         [ Links ]        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons