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Revista argentina de cardiología

versión On-line ISSN 1850-3748

Rev. argent. cardiol. vol.80 no.5 Ciudad Autónoma de Buenos Aires oct. 2012

 

CARTA DEL PRESIDENTE DE LA SAC

"De caminos y líneas geométricas"

About Roads and Geometric Lines

 


Para lograr un objetivo se debe recorrer un camino, que algunas veces está bien demarcado, otras lo estuvo pero el paso del tiempo lo ha modificado y otras veces ni siquiera existe y hay que construirlo.

Para llegar a la meta, a la concreción de un proyecto, aun el más simple, se debe cumplir con una serie de etapas.

El primer paso de este recorrido, que es ineludible y obligado, es decidir lo que se quiere lograr.

Situaciones en el ámbito creativo nos ejemplifican este momento. Es el caso de un pintor frente a su tela en blanco, un escritor ante la página vacía o seguramente hoy, ante el monitor de su computadora con apenas un título, un diseñador publicitario que observa y observa el producto a promocionar. Pero también podría aplicarse a otras actividades grupales, como la de resolver algunos problemas en nuestra profesión y claramente a temas organizacionales.

Esta primera etapa podría llamarse la etapa creativa, donde está permitido y es recomendado y saludable soñar. Una pincelada equivocada o un párrafo fallido son bien tolerados. En el caso de proyectos grupales, el intercambio de ideas en forma abierta, la tormenta de ideas, los planteos de manera espontánea e intuitiva son bienvenidos pues ayudan a construir el objetivo.

Si quisiera describir de manera geométrica este proceso, se podría decir que algunas ideas pueden tener una trayectoria en espiral, muchas veces con sentido descendente e inevitablemente terminan agotándose.

Otras veces la idea recorre un camino circular, como si nos desplazáramos sobre el arco de una circunferencia. Nos alejamos del centro y partimos del punto de 0 grado y tenemos la percepción de que avanzamos y al llegar a 90 grados estamos orgullosos de nuestro progreso, pues recorrimos la cuarta parte de la circunferencia, pero nos damos cuenta de que la distancia al centro, su radio, es exactamente igual que en el punto de partida.

No es raro que el camino vaya siguiendo una trayectoria en guarda griega. Se desplaza enérgicamente hacia la derecha, se sostiene un tiempo, se instala, logra alianzas y luego de un tiempo se desplaza con la misma energía hacia la izquierda desandando el recorrido y adquiere nuevos interlocutores y aliados hasta desandar por segunda vez el recorrido y repetir el cambio de rumbo.

Este cambio de rumbo a veces es tan rápido que casi no hay tiempo para instalarse, ya que enseguida se debe virar en sentido contrario, es el caso del camino en zigzag.

Afortunadamente, algunas ideas van adquiriendo aceleración, debido al impulso que le otorga la aceptación mayoritaria y describen una trayectoria en espiral ascendente y colaboran en la construcción de las metas.

De la misma manera que en esta etapa creativa, se le puede tolerar al pintor una mala pincelada o al escritor un párrafo insulso, también se le pueden aceptar a las organizaciones algún cambio de rumbo. Pero debe ser una etapa breve, una etapa de ajuste, pues si no se estarían malgastando esfuerzos y recursos de todo tipo al cambiar el horizonte.

La Sociedad Argentina de Cardiología ha fijado un rumbo hace 75 años, exitoso en lo académico y educacional, y se ha volcado a la comunidad hace más de tres décadas por medio de la Fundación Cardiológica Argentina.

Sería poco inteligente no aceptar que en todo ese tiempo hubo cambios profundos en el mundo, en el país, en la medicina, en la forma de relacionarse el médico con el conocimiento, en la vinculación con sus pacientes, con los organismos oficiales y con la industria, así como en sus necesidades, en el valor que le otorga a las sociedades científicas, por citar sólo algunos puntos de discusión.

Es un desafío mantener todo lo bueno de nuestra Sociedad y agregarle los elementos para actualizarla y hacerla crecer.

Es por eso que la SAC, apoyada por un grupo de profesionales especializados en el tema, está llevando a cabo un planeamiento estratégico, que inicialmente va a dedicarse al diagnóstico de situación, para lo cual se recabará la opinión de múltiples actores involucrados en nuestra Sociedad y se definirán las metas (la misión en términos organizacionales) a lograr y sostener en un plazo mediato.

Esta será la etapa creativa, donde el pensamiento puede seguir caminos diversos hasta acordarse la meta. El siguiente paso es definir la estrategia para desplazarnos desde el punto en que estamos hasta el punto en que queremos estar. En esta etapa se debe elegir y mantener sin oscilaciones el camino a seguir. Debemos recordar que la menor (y en este caso, a mi entender, la mejor) distancia entre dos puntos es la línea recta.

Dr. César A. BelzitiMTSAC

Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología 2012

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