SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.83 número4Modelo basado en lógica borrosa para estratificar el riesgo de la cirugía cardíacaLa función sistólica longitudinal del ventrículo izquierdo, la poscarga y la contractilidad en la estenosis aórtica grave índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista argentina de cardiología

versión On-line ISSN 1850-3748

Rev. argent. cardiol. vol.83 no.4 Ciudad Autónoma de Buenos Aires ago. 2015

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Cómo usan los pacientes Internet para la prevención cardiovascular

How Patients Use the Internet for Cardiovascular Prevention

 

Walter MassonMTSAC, Martín LoboMTSAC, Graciela Molinero, Gustavo CalderónMTSAC, Damián Dell Oglio, Teo Epstein, Cecilia ZeballosMTSAC, Hernán Provera, Augusto Lavalle Cobo§, Melina HuerínMTSAC, Grupo de trabajo INPRECAR (Internet en Prevención Cardiovascular)

Consejo de Epidemiología y Prevención Cardiovascular “Dr. Mario Ciruzzi”
MTSAC Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología

Para optar a Miembro Adherente de la Sociedad Argentina de Cardiología

Dirección para separatas: Walter Masson - Servicio de Cardiología, Hospital Italiano de Buenos Aires - Pte. Perón 4190 - (C1181ACH) CABA, Argentina - e-mail: walter.masson@hospitalitaliano.org.ar

Recibido: 24/04/2015
Aceptado: 18/05/2015

 


RESUMEN

Introducción: El uso de Internet y las redes sociales por parte de los pacientes en busca de información relacionada con la salud ha crecido en los últimos años. Desconocemos la utilización de estas herramientas en el contexto de la prevención cardiovascular en la Argentina.
Objetivos: Analizar la utilización de Internet y las redes sociales en pacientes evaluados en el contexto de prevención cardiovascular, determinar las características de los sujetos que las utilizan, analizar la fiabilidad y utilidad percibida por los pacientes y describir el potencial impacto conductual.
Material y métodos: Se encuestaron pacientes mayores de 18 años atendidos, en forma consecutiva, en 10 consultorios de cardiología con orientación en la prevención cardiovascular de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense. De las encuestas entregadas, el 97% fueron completadas. Se recolectaron las características demográficas y clínicas de los participantes, excluyendo los sujetos con incapacidad para leer e interpretar un cuestionario.
Resultados: Se incluyeron 1.135 pacientes (edad 49 ± 17 años). El 68%, 65% y 52% utilizaban Internet, correo electrónico o las redes sociales, respectivamente. El 58,2% buscó información relacionada con la salud. Los temas sobre prevención cardiovascular buscados con más frecuencia fueron alimentación (48%), actividad física (35%), medicación (32%), hipertensión (26%) y obesidad (25%). El 54,6% consideró que la información era confiable o muy confiable. Se observó interés en utilizar dichas herramientas para contactarse con el médico u otros pacientes. El 57,8% consideró que la red podría influir en su conducta. Tener menos de 50 años, atenderse en centros privados o tener más educación se asoció independientemente con una probabilidad mayor de buscar información sobre la salud.

Conclusiones: En esta población, el uso de Internet en busca de información relacionada con la salud fue considerable. Los sujetos más jóvenes, más educados o atendidos en centros privados mostraron mayor probabilidad de buscar contenidos sobre la salud. El interés generado por estas herramientas permitiría utilizarlas en la atención de nuestros pacientes.

Palabras clave: Internet; Red social; Enfermedad cardiovascular: Prevención y control

ABSTRACT

Background: The use of the Internet and social networks by patients seeking health-related information has grown in recent years. The application of these tools in the context of cardiovascular prevention in Argentina is unknown.
Objectives: The aim of this study was to analyze the use of the Internet and social networks in patients evaluated in the context of cardiovascular prevention, determine the characteristics of subjects using them, analyze the reliability and usefulness perceived by patients and describe the potential behavioral impact.
Methods: Patients over 18 years of age, consecutively attending 10 cardiology centers focusing on cardiovascular prevention of the City of Buenos Aires and suburban areas, were surveyed. In 97% of cases the surveys were completed by the patients. Participants’ demographic and clinical data were collected, excluding subjects with inability to read and interpret a questionnaire.
Results: A total of 1,135 patients (age 49±17 years) were included in the study. Among them 68%, 65% and 52% used Internet, email or social networks, respectively, and 58.2% sought health-related information. The most searched-for topics were food (48%), physical activity (35%), medication (32%), hypertension (26%) and obesity (25%). Information was considered reliable or very reliable in 54.6% of cases, and interest was perceived in using these tools to contact the physician or other patients. In 57.8% of cases, patients felt that the network could influence their behavior. Characteristics such as less than 50 years of age, attending private healthcare centers or higher education were independently associated with a greater possibility of seeking health information.

Conclusions: In this population, the Internet was significantly used to explore about health information. Younger subjects, with higher education and those attending private healthcare centers were more likely to seek health-related information. The interest generated by these tools could be used for patient care.

Key words: Internet; Social Networking; Cardiovascular Diseases: Prevention and Control


 

INTRODUCCIÓN

Desde fines de la década de los sesenta, cuando se establecieron las primeras conexiones entre computadoras en algunas universidades de los Estados Unidos, el conjunto descentralizado e interconectado de redes de comunicación, más conocido como Internet, no ha parado de crecer, modificando sin lugar a dudas los hábitos del mundo moderno. Por ejemplo, se estima que alrededor de 3 mil millones de personas a nivel mundial y 230 millones de individuos en Sudamérica fueron usuarios de Internet en 2014. (1) En la Argentina se calcula que 32 millones de personas han utilizado Internet, lo que nos ubica en el quinto puesto de todo el continente americano, luego de Estados Unidos, Brasil, México y Canadá. (1)

El fácil acceso, la disponibilidad permanente de la información, el anonimato con el que se pueden consultar diversos temas y el enorme número de páginas dedicadas a temas de la salud han posicionado a Internet como una herramienta frecuentemente utilizada por nuestros pacientes para buscar información médica. (2-4) Asimismo, como ocurre con el uso en general de Internet, la búsqueda de información específicamente relacionada con la salud también ha crecido en los últimos años. Por ejemplo, se ha observado que en el año 2000 solo el 16% de los usuarios de Internet buscaban información vinculada con la salud y en el año 2006 había aumentado al 55%. (5) Se estima que en un día ordinario 70 millones de norteamericanos utilizan Internet y 7 millones buscan información concerniente a la salud. (6) Algunos autores sugieren que ciertas características clínicas (sexo femenino, enfermedades crónicas) o algunas particularidades del uso de Internet (frecuencia de uso, sistema de salud informatizado) se asocian con una necesidad mayor de buscar información relacionada con la salud. (7) El deseo de mayor comprensión y tranquilidad, la búsqueda de una segunda opinión y las barreras para acceder a la información a través de fuentes tradicionales fueron algunas motivaciones asociadas con la búsqueda de información médica a través de la web. (8)

Finalmente, es clara la utilización creciente de las redes sociales, medios informáticos que se centran en encontrar gente para relacionarse en línea. En la Argentina se calcula que 20 millones de personas utilizaron la red social Facebook en 2014. (1)

En un estudio previamente publicado en nuestro país se evaluaron en el ámbito de la cardiología ambulatoria las preferencias de los pacientes sobre la información de su enfermedad, incluyendo algunas preguntas sobre el uso de Internet. (9) Nuestro trabajo amplía la información disponible hasta el momento sobre el uso de la web en el ámbito de la salud, incorporando además datos sobre las redes sociales y con enfoque en la prevención cardiovascular.

Los objetivos del presente trabajo fueron: 1) Analizar la utilización de Internet y las redes sociales en pacientes evaluados en el contexto de prevención cardiovascular. 2) Determinar las características de los sujetos que con mayor frecuencia utilizan dichas herramientas. 3) Analizar la fiabilidad y utilidad percibida por los pacientes sobre la red como fuente de consulta médica. 4) Describir el potencial impacto de la información sobre las conductas de nuestros pacientes.

MATERIAL Y MÉTODOS

Entre el 10 de enero y el 31 de marzo de 2015 se incluyeron en forma consecutiva pacientes mayores de 18 años de 10 consultorios de cardiología con orientación en la prevención cardiovascular de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense. El 97% de las encuestas entregadas fueron completadas por los pacientes. Se recolectaron las características demográficas y clínicas de los pacientes incluidos, excluyendo los sujetos con incapacidad para leer e interpretar un cuestionario.

Se realizó una encuesta, de autollenado y de carácter anónimo, con el objetivo de recolectar datos relacionados con el uso de Internet, con enfoque en los factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular. Consta de una primera parte que fue cubierta por el médico y una segunda parte que autocompletó el paciente (19 ítems). Todos los médicos recibieron previamente instrucciones precisas por parte del coordinador del estudio de cómo llenar las encuestas. En el Anexo se reproduce el cuestionario utilizado.

Análisis estadístico

Las variables continuas se expresaron como media ± desviación estándar, mientras que las variables categóricas se expresaron como porcentajes. El análisis de los datos categóricos se realizó con la prueba de chi cuadrado. Se analizó la correlación entre el nivel de educación y la utilización de Internet relacionada con la salud mediante el método de Spearman.

Se realizó un análisis multivariado examinando la asociación entre la utilización de Internet para temas vinculados con la salud y las características de la población (edad > 50 años, sexo, factores de riesgo, nivel de educación, prevención primaria/secundaria o centro de atención). Dicha asociación se expresó como odds ratio (OR) con su respectivo intervalo de confianza. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p < 0,05. Para el análisis estadístico se utilizó el programa STATA 11.1.

Consideraciones éticas

El estudio contempló la firma de un consentimiento informado y se realizó siguiendo las recomendaciones en investigación médica sugeridas por las Guías de Buena Práctica Clínica y las normativas éticas vigentes.

RESULTADOS

Se incluyeron 1.135 pacientes (edad media 49 ± 17 años), la mitad del sexo masculino. Las características de la población encuestada se detallan en la Tabla 1.

Tabla 1. Características de la población (n = 1.135)

El 79% tenía computadora y el 68% utilizaba Internet. El 65% utilizaba el correo electrónico y el 52% era usuario de las redes sociales. La posibilidad de tener una computadora o utilizar la red y sus recursos se asoció con el nivel de educación (Tabla 2). El 9,1%, 37,6%, 48,6% y 4,7% de los pacientes consideraron, respectivamente, que Internet era una fuente nada confiable, poco confiable, confiable o muy confiable de información relativa a la salud.

Tabla 2. Utilización de Internet, correo electrónico y redes sociales según el nivel educativo

El 58,2% de los sujetos buscaron al menos una vez información relacionada con la salud en Internet, variando según el nivel educativo (Figura 1). La relación entre dicha búsqueda en Internet y el nivel de educación tuvo una correlación positiva (rho de Spearman 0,45, p < 0,001).

Fig. 1. Proporción de pacientes que han utilizado al menos una vez Internet para buscar información relacionada con la salud según el nivel educativo. Univ: Universitaria.

Los temas relacionados con la prevención cardiovascular buscados con más frecuencia se muestran en la Figura 2. El 15,7%, 29,7%, 51,3% y 3,3% estimaron que la información encontrada fue nada confiable, poco confiable, confiable o muy confiable, respectivamente.

Fig. 2. Frecuencia de los temas relacionados con la prevención cardiovascular que al menos una vez los pacientes buscaron en Internet. HTA: Hipertensión arterial. Col: Colesterol. DBT: Diabetes. TBQ: Tabaquismo. Ob: Obesidad. M: Medicación. EC: Enfermedad coronaria. ACV: Accidente cerebrovascular. Al: Alimentación. AF: Actividad física. MA: Medicina alternativa.

El 45,5% buscó información relacionada con la salud antes de concurrir al consultorio; consideraron que la información fue nada útil, un poco útil, útil o muy útil el 28,1%, 37,5%, 30,2% y 4,2%, respectivamente.

La mitad de los pacientes que utilizaron Internet buscaron información vinculada con lo explicado por su médico luego de la consulta. Juzgaron nada confiable, poco confiable, confiable o muy confiable la información buscada el 22,3%, 29,1%, 43,6% y 5%, respectivamente.

El 79,3% de las personas consideraron que les gustaría disponer de una página web avalada por su médico en donde pudieran tener información médica confiable. Asimismo, al 71% y 45% de los pacientes les interesaría comunicarse con su médico a través del correo electrónico o las redes sociales, respectivamente.

Al 48,7% le interesaría comunicarse con otras personas que padecen su mismo problema de salud a través de las redes sociales. El 57,8% de las personas creen que el acceso a la información referida a la salud en Internet podría hacer que modificara alguna conducta de su vida diaria, mientras que el 28,9% ya lo había hecho. Finalmente, el grupo que modificó alguna conducta de su vida influido por la información obtenida de la web consideró que el cambio fue nada confiable, poco confiable, confiable o muy confiable en el 12,5%, 23,9%, 56,8% y 6,8% de los casos, respectivamente.

Las mujeres buscaron con más frecuencia información en Internet relacionada con la salud en comparación con los hombres (61,7% vs. 54,9%; p = 0,02). Asimismo, las mujeres consideraron más frecuentemente como buenas ideas el hecho de tener una página web avalada por su médico en donde poder consultar (82,1% vs. 76,4%; p = 0,02) o poder comunicarse mediante las redes sociales con el profesional (50,4% vs. 39,2%; p < 0,001). Del mismo modo, a las mujeres les interesó más frecuentemente que a los hombres poder comunicarse con personas que padecen su mismo problema de salud a través de las redes sociales (53,7% vs. 43,7%; p = 0,001).

Los menores de 50 años buscaron más asiduamente en Internet información relacionada con la salud en comparación con los mayores de esa edad (72,4% vs. 44%; p < 0,001). Asimismo, los jóvenes buscaron más a menudo contenido en la red antes de la consulta médica (53,7% vs. 33,9%; p < 0,001) y mostraron más interés en disponer de una página web con contenidos avalados por su médico (84,1% vs. 74,2%; p < 0,001) y en comunicarse con él a través del correo electrónico (73,8% vs. 68,1%; p = 0,03) o de las redes sociales (48,9% vs. 40,7%; p = 0,006). Del mismo modo, los menores de 50 años mostraron mayor interés en relacionarse a través de las redes sociales con otros pacientes (55,2% vs. 41,8%; p < 0,001) y consideraron con más frecuencia que la información recolectada en la red podría cambiar sus conductas en la vida diaria (62,1% vs. 53,4%; p = 0,01).

Los pacientes encuestados en un ámbito público utilizaban menos a menudo la red para buscar información sobre la salud que los sujetos pertenecientes al ámbito privado (26,1% vs. 64,6%; p < 0,001).

En el análisis multivariado, las variables que se asociaron en forma independiente con una probabilidad mayor de buscar información relacionada con la salud en la red fueron la edad menor de 50 años, atenderse en un centro privado y tener un nivel educativo mayor (secundario o terciario/universitario) (Tabla 3).

Tabla 3. Utilización de Internet para buscar información relacionada con la salud. Análisis multivariado

DISCUSIÓN

Es indiscutible cómo las nuevas tecnologías (y las formas de comunicación asociadas con ellas) se inmiscuyen en lo cotidiano casi sin que nos demos cuenta. Los temas relacionados con la salud no son la excepción e Internet es una rica fuente de información médica. Globalmente, en nuestro estudio, el 58% de los pacientes han utilizado la red para buscar información vinculada con la salud. Este hallazgo se asemeja a lo encontrado por otras investigaciones en otros grupos de pacientes. Por ejemplo, un trabajo que evaluó a 500 pacientes oncológicos mostró que el 80% de los encuestados tenían acceso a Internet, mientras que el 63% de ellos informaron que buscaban datos sobre el cáncer. (10) Otro estudio que analizó 1.289 pacientes de medicina familiar encontró que el 65% tenían acceso a Internet y el 74% de ellos utilizaron la web para encontrar información sobre salud. (11) Al igual que en nuestro trabajo, los contenidos sobre medicamentos, nutrición y ejercicio fueron algunos de los más buscados. La utilización de Internet entre pacientes cardiópatas se ha comunicado previamente en un estudio canadiense. (12) En esa investigación, el 70% de los pacientes utilizaron la red buscando información relacionada con la salud. En nuestro país, una encuesta que evaluó las preferencias sobre la información de la enfermedad en pacientes ambulatorios de cardiología mostró que el 37,5% de los sujetos buscaban “siempre” o “generalmente” información sobre su enfermedad en Internet. (9) Es importante señalar que dicha encuesta se desarrolló en 2008, cuando el uso de Internet probablemente era menor.

En nuestro estudio, al igual que en otros previos, la utilización de la red en busca de conocimientos sobre salud fue más frecuente en jóvenes y en sujetos con un nivel educativo más elevado. Tal es el caso de varios trabajos que evaluaron pacientes con cáncer, (10, 13) enfermedad vascular periférica, (14) o enfermedades hematológicas. (15) Del mismo modo, la encuesta desarrollada por Borracci y colaboradores en nuestro país mostró los mismos hallazgos. (9) Nuestros hallazgos demostraron además que los sujetos atendidos en centros privados tuvieron una asociación independiente con la posibilidad de utilizar la web en búsqueda de contenidos médicos. Dicha asociación fue independiente del nivel educativo de los pacientes, lo que sugiere que la organización, la tecnología o ciertas diferencias estructurales entre el ámbito público y el privado, así como diferentes características socioeconómicas de las personas encuestadas, podrían influir en el interés mostrado por los sujetos en los recursos informáticos. Finalmente, coincidiendo con otros estudios, (7, 9) nuestros hallazgos mostraron que las mujeres buscaron más a menudo información sobre salud en la red, aunque dicha asociación perdió significación estadística en el análisis multivariado.

En nuestra investigación, el 45,5% de los sujetos buscó información relacionada con la salud antes de concurrir al consultorio, considerando alrededor de un tercio de ellos que fue útil o muy útil. Un estudio previo que evaluó casi 500 mujeres mostró que el 27% de ellas buscaron información sobre su problema de salud antes de la consulta ginecológica. (16) Otro estudio que analizó a pacientes que concurrían a una clínica reumatológica encontró que de los sujetos que utilizaron la red en busca de contenidos asociados con la salud el 83% percibieron que la información era útil. (17)

En nuestro trabajo se halló que el 50% de los pacientes que utilizaron Internet buscaron información relacionada con lo explicado por su médico luego de la consulta. De ellos, aproximadamente la mitad estimaron los datos encontrados nada confiables o poco confiables. Del mismo modo, Richter y colaboradores refirieron que la confianza en Internet por parte de los pacientes fue relativamente baja. (14) Asimismo, en el trabajo argentino ya comentado el 54,3% de la población encuestada juzgó que la información encontrada en la red tenía escasa, muy poca o ninguna importancia. (9)

Nuestros datos muestran que el 79,3% de las personas consideraron que les gustaría disponer de una página web avalada por su médico de donde pudieran obtener información confiable. Otros estudios publicados previamente hallaron el mismo interés por parte de los pacientes en una lista de sitios web confiables acerca de su enfermedad (15) y consideraron la información más exacta si la página web era aprobada por un organismo gubernamental o una organización profesional. (11) Nuestro trabajo refleja también el interés de los pacientes en interaccionar con el médico mediante las distintas herramientas informáticas. De igual forma, en el estudio de Richter y colaboradores ya mencionado una proporción considerable de sujetos se interesaron por aplicaciones interactivas, como programas educativos de salud, evaluaciones de autollenado, cuestionarios y foros de chat con el médico de cabecera.

Nuestros hallazgos muestran que alrededor del 60% de los sujetos evaluados creyeron que la información relacionada con la salud obtenida en Internet podría llevarlos a modificar conductas de su vida diaria. En ese sentido, los médicos podríamos tener una enorme oportunidad para utilizar la web y sus distintas aplicaciones con el objetivo de optimizar las metas en prevención cardiovascular. Por ejemplo, McIlhenny y colaboradores mostraron en una población de diabéticos que la educación individualizada que incluía instrucciones prácticas sobre el uso de un portal de Internet mejoró el conocimiento de la enfermedad y la automonitorización de la glucemia. (18) Por otro lado, informes preliminares sugieren que las intervenciones interactivas, basadas en la web, tienen un efecto positivo sobre la cesación del consumo de tabaco. (19, 20) Asimismo, Vernooij y colaboradores observaron que con un programa en el que se utilizó Internet como plataforma mejoraron el nivel de colesterol y la proporción de sujetos que alcanzaron las metas lipídicas. (21) De un modo similar, las aplicaciones informáticas para utilizar en red parecen tener efectos positivos sobre los usuarios con enfermedades crónicas, mejorando los resultados conductuales y clínicos. (22) Finalmente, el uso de algunas intervenciones basadas en Internet mostraron cambios favorables en diferentes conductas saludables, incluyendo un aumento del tiempo de ejercicio, mayor conocimiento de la situación nutricional y mayor mantenimiento de la pérdida de peso alcanzada. (23) Sin embargo, la utilización de la red como herramienta de intervención trasciende a otros escenarios cardiológicos más allá de la prevención cardiovascular. Por ejemplo, un estudio piloto evaluó la factibilidad de un programa basado en tecnologías móviles para ayudar a pacientes con insuficiencia cardíaca. (24) Asimismo, una investigación en curso evalúa si una terapia cognitiva vehiculizada a partir de la web podrá reducir los síntomas de depresión y ansiedad en pacientes con un infarto agudo de miocardio reciente. (25)

Considerando el enorme potencial de Internet, nuestro trabajo refleja que gran parte de nuestros pacientes estarían dispuestos a utilizar estas nuevas formas de comunicación aplicadas a la atención médica.

Limitaciones

Nuestro trabajo evaluó a una población proveniente de consultorios cardiológicos enfocados en la prevención cardiovascular del área metropolitana, con una mayoría de centros del ámbito privado. La generalización de nuestros resultados a otros grupos de pacientes debería investigarse.

CONCLUSIONES

En esta población de pacientes atendidos en prevención cardiovascular, la utilización de Internet para la búsqueda de información relacionada con la salud fue considerable. Los sujetos más jóvenes, aquellos con mejor nivel educativo y los pacientes atendidos en centros privados mostraron una probabilidad mayor de utilizar la red en busca de contenido asociado con la salud. El interés mostrado por estas nuevas herramientas informáticas por una importante proporción de pacientes genera un terreno propicio para poder utilizarlas en intervenciones médicas, aunque deberían testearse previamente en estudios específicamente diseñados para tal fin en nuestra población.

ANEXO

Declaración de conflicto de intereses

Los autores declaran que no poseen conflicto de intereses.
(Véanse formularios de conflicto de intereses de los autores en la web/ Material suplementario).

Grupo de trabajo INPRECAR: Walter Masson, Martín Lobo, Graciela Molinero, Gustavo Calderón, Damián Dell Oglio, Teo Epstein, Cecilia Zeballos, Hernán Provera, Augusto Lavalle Cobo, Melina Huerín, Ivana Villa, Licia Lobo, Diego Cabrera, Claudio Galeano, Damián Galeano.

BIBLIOGRAFÍA

1. Internet World Stats. URL http://www.internetworldstats.com/stats2.htm         [ Links ]

2. McMullan M. Patients using the Internet to obtain health information: how this affects the patient-health professional relationship. Patient Educ Couns 2006;63:24-8. http://doi.org/bbzbps         [ Links ]

3. Alarcón O, Baudet JS, Sánchez Del Río A, Dorta MC, De La Torre M, Socas MR, et al. Internet use to obtain health information among patients attending a digestive diseases office. Gastroenterol Hepatol 2006;29:286-90. http://doi.org/cj3br2         [ Links ]

4. Ohlow MA, Brunelli M, Lauer B. Internet use in patients with cardiovascular diseases: Bad Berka Cross-Sectional Study (BABSY). Int J Clin Pract 2013;67:990-5. http://doi.org/4xh         [ Links ]

5. Trotter MI, Morgan D W. Patients’ use of Internet for health related matters: a study of Internet usage in 2000 and 2006. Health Informatics J 2008;14:175-81. http://doi.org/dtnrbk

6. Fox S, Jones S. Pew Internet & American Life Project, 2009. The social life of health information. URL: http://www.pewinternet.org/files/old-media//Files/Reports/2009/PIP_Health_2009.pdf         [ Links ]

7. Vanagas G, Klimaviciüté-Gudauskiene R. Factors affecting electronic health information needs in primary care patients. Telemed J E Health 2012;18:724-8. http://doi.org/4xk         [ Links ]

8. Powell J, Inglis N, Ronnie J, Large S. The characteristics and motivations of online health information seekers: cross-sectional survey and qualitative interview study. J Med Internet Res 2011;13:e20. http://doi.org/frfss6         [ Links ]

9. Borracci RA, Manente D, Giorgi MA, Calderón G, Ciancio A, Doval HC. Preferencia de los pacientes sobre la información de su enfermedad. Medicina (B Aires) 2012;72:393-8.         [ Links ]

10. Castleton K, Fong T, Wang-Gillam A, Waqar MA, Jeffe DB, Kehlen-brink L, et al. A survey of Internet utilization among patients with cancer. Support Care Cancer 2011;19:1183-90. http://doi.org/bf4wdj         [ Links ]

11. Schwartz KL, Roe T, Northrup J, Meza J, Seifeldin R, Neale A V. Family medicine patients’ use of the Internet for health information: a MetroNet study. J Am Board Fam Med 2006;19:39-45. http://doi.org/fd3g2w

12. Lear SA, Araki Y, Maric B, Kaan A, Horvat D; British Columbia Alliance on Telehealth Policy and Research. Prevalence and characteristics of home Internet access in patients with cardiovascular disease from diverse geographical locations. Can J Cardiol 2009;25:589-93. http://doi.org/bq7n6v         [ Links ]

13. Valero-Aguilera B, Bermúdez-Tamayo C, García-Gutiérrez J F, Jiménez-Pernett J, Cózar-Olmo JM, Guerrero-Tejada R, et al. Information needs and Internet use in urological and breast cancer patients. Support Care Cancer 2014;22:545-52. http://doi.org/4xn         [ Links ]

14. Richter JG, Schneider M, Klein-Weigel P. Computer and internet use in vascular outpatients- ready for interactive applications? Vasa 2009;38:338-45. http://doi.org/bnx47b         [ Links ]

15. Laurent MR, Cremers S, Verhoef G, Dierickx D. Internet use for health information among haematology outpatients: a cross-sectional survey. Inform Health Soc Care 2012;37:62-73. http://doi.org/cwpc3t         [ Links ]

16. Neelapala P, Duvvi SK, Kumar G, Kumar BN. Do gynaecology outpatients use the Internet to seek health information? A questionnaire survey. J Eval Clin Pract 2008;14:300-4. http://doi.org/fmnwpm         [ Links ]

17. Gordon MM, Capell HA, Madhok R. The use of the Internet as a resource for health information among patients attending a rheumatology clinic. Rheumatology (Oxford) 2002;41:1402-5. http://doi.org/bxbtjh         [ Links ]

18. McIlhenny C V, Guzic BL, Knee DR, Wendekier CM, Demuth BR, Roberts JB. Using technology to deliver healthcare education to rural patients. Rural Remote Health 2011;11:1798.         [ Links ]

19. Shahab L, McEwen A. Online support for smoking cessation: a systematic review of the literature. Addiction 2009;104:1792-804. http://doi.org/d5w5mb         [ Links ]

20. Civljak M, Stead L F, Hartmann-Boyce J, Sheikh A, Car J. Internet-based interventions for smoking cessation. Cochrane Database Syst Rev 2013;7:CD007078. http://doi.org/4xp         [ Links ]

21. Vernooij J W, Kaasjager HA, van der Graaf Y, Wierdsma J, Grand-jean HM, Hovens MM, et al. Internet based vascular risk factor management for patients with clinically manifest vascular disease: randomised controlled trial. BMJ 2012;344:e3750. http://doi.org/4xq         [ Links ]

22. Murray E, Burns J, See TS, Lai R, Nazareth I. Interactive Health Communication Applications for people with chronic disease. Cochrane Database Syst Rev 2005;(4):CD004274. http://doi.org/bxv9q4         [ Links ]

23. Wantland DJ, Portillo CJ, Holzemer WL, Slaughter R, McGhee EM. The effectiveness of Web-based vs. non-Web-based interventions: a meta-analysis of behavioral change outcomes. J Med Internet Res 2004;6(4):e40. http://doi.org/ddjwmk         [ Links ]

24. Zan S, Agboola S, Moore SA, Parks KA, Kvedar JC, Jethwani K. Patients engagement with mobile web-based telemonitoring system for heart failure self-management: a pilot study. JMIR Mhealth Uhealth 2015;3:e33. http://doi.org/4xr         [ Links ]

25. Norlund F, Olsson EM, Burell G, Wallin E, Held C. Treatment of depression and anxiety with internet-based cognitive behavior therapy in patients with a recent myocardial infarction (U-CARE Heart): study protocol for a randomized controlled trial. Trials 2015;16:154. http://doi.org/4xs         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons