Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de morbimortalidad en todo el mundo y, especialmente en los países de bajos ingresos, contribuyen al aumento de las tasas de mortalidad a pesar de la menor carga de factores de riesgo en comparación con los países de altos ingresos. 1 En América Latina, las enfermedades cardiovasculares representan miles de millones de dólares en costos de hospitalización y atención médica por año. 2
Debido a la transición epidemiológica, enfermedades como la de Chagas o las valvulopatías reumáticas han sido reemplazadas por otras enfermedades crónicas no transmisibles. 3 La prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular en la población general es elevada; disminuir esa carga significaría reducir los eventos cardiovasculares. 4,5 No obstante, la salud cardiovascular ideal en América Latina no es tan buena como se desearía. 6
En este sentido, se busca determinar el estado de salud cardiovascular en pacientes ambulatorios que consultan en un solo centro cardiológico de Guayaquil, Ecuador.
Se revisaron las historias clínicas de los pacientes ambulatorios atendidos entre 2012 y 2018 en un solo centro cardiológico. De dichos registros, se obtuvieron el perfil clínico, las comorbilidades y la demografía. Se incluyeron en el análisis los pacientes de 18 años de edad o mayores y se excluyeron los que tenían datos incompletos. Los archivos redundantes también fueron excluidos.
Los datos categóricos se presentaron como frecuencias y porcentaje y se compararon mediante la prueba de Chi cuadrado. Los datos numéricos se expresaron en términos de media con desviación estándar y se compararon entre los grupos utilizando la prueba ANOVA o la de Kruskal-Wallis. Todo el análisis estadístico se realizó utilizando el software SPSS, versión 24.
Un total de 5.135 pacientes fueron atendidos entre 2012 y 2018. De ellos, 1.296 se excluyeron debido a que los datos estaban incompletos y 671 porque los datos eran redundantes. Tras la exclusión, se incorporaron 3.168 pacientes en el análisis. La edad media fue de 54 ± 18 años y el 40,6% eran hombres (ver Tabla). En cuanto a las categorías de IMC, el 40,2% tenía sobrepeso y solo el 29,2% presentaba un IMC normal.
Características | Muestra total | Edad | |||
---|---|---|---|---|---|
(N = 3.168) | Cuartil 1 | Cuartil 2 | Cuartil 3 | Cuartil 4 | |
(N = 850) | (N = 766) | (N = 754) | (N = 798) | ||
Varones, n (%) | 1287 (40,6) | 295 (34,7) | 327 (42,7) | 345 (45,8) | 320 (40,1) |
Edad (años), media ± DE | 54 ± 18 | 32±6 | 48±4 | 61±4 | 78±8 |
Peso (kg), media ± DE | 74 ± 17.4 | 72.5 ± 19.7 | 77 ± 17.8 | 77 ± 16.3 | 69.7 ± 14.1 |
Altura (cm), media ± DE | 162.1 ± 10.1 | 164.4 ± 9.5 | 164.3 ± 9.8 | 162.5 ± 9.7 | 157.3 ± 9.7 |
IMC (kg/m2), media ± DE | 28 ± 5.4 | 26.6 ± 5.8 | 28.4 ± 5.2 | 29.1 ± 5.2 | 28.1 ± 4.9 |
Circunferencia abdominal, media ± DE | 91.6 ± 14.2 | 86 ± 15.1 | 91.9 ± 14.2 | 94.8 ± 13.4 | 94.2 ± 11.9 |
Obesidad abdominal, n (%) | 2072 (65,4) | 390 (45,9) | 499 (65,1) | 575 (76,3) | 608 (76,2) |
Hipertensión, n (%) | 1221 (38,5) | 110 (12,9) | 211 (27,5) | 354 (46,9) | 546 (68,4) |
Diabetes, n (%) | 283 (8,9) | 12 (1,4) | 38 (5) | 96 (12,7) | 137 (17,2) |
Dislipidemia, n (%) | 884 (27,9) | 93 (10,9) | 187 (24,4) | 279 (37) | 325 (40,7) |
Insuficiencia cardíaca, n (%) | 73 (2,3) | 3 (0,4) | 3 (0,4) | 11 (1,5) | 56 (7) |
CC, n (%) | 160 (5,1) | 7 (0,8) | 11 (1,4) | 36 (4,8) | 106 (13,3) |
FA, n (%) | 54 (1,7) | 3 (0,4) | 3 (0,4) | 12 (1,6) | 36 (4,5) |
ERC, n (%) | 143 (4,5) | 3 (0,4) | 11 (1,4) | 28 (3,7) | 101 (12,7) |
ACV/AIT, n (%) | 27 (0,9) | 0 | 0 | 6 (0,8) | 21 (2,6) |
Tabaquismo, n (%) | 233 (7,4) | 40 (4,7) | 40 (5,2) | 78 (10,3) | 75 (9,4) |
Alcohol, n (%) | 67 (2,1) | 23 (2,7) | 15 (2) | 13 (1,7) | 16 (2) |
Mala alimentación, n (%) | 250 (7,9) | 38 (4,5) | 63 (8,2) | 74 (9,8) | 75 (9,4) |
Sedentarismo, n (%) | 339 (10,7) | 60 (7,1) | 80 (10,4) | 92 (12,2) | 107 (13,4) |
La circunferencia abdominal media fue de 91,6 ± 14,2, y el 65,4% presentaba obesidad abdominal definida como ≥ 102 cm en los hombres y ≥ 88 cm en las mujeres.
La prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular fue la siguiente: hipertensión, 38,5% (definida como ≥ 140/90 mmHg); diabetes, 8,9%; dislipidemia, 27,9%. Todos estos factores de riesgo se relacionaron con el aumento de la edad.
El 2,3% de los pacientes presentaba insuficiencia cardíaca (IC) y el 5,1%, cardiopatía coronaria (CC). Entre otras comorbilidades menos frecuentes, se encontraban la fibrilación auricular (1,7%), el ACV/AIT (0,9%) y la enfermedad renal crónica (ERC) (4,5%). Tal como ocurría con los factores de riesgo cardiovascular, la prevalencia de todas estas comorbilidades aumentaba con la edad.
Los hábitos poco saludables como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la mala alimentación y la falta de actividad física se encontraron en el 7,4%, 2,1%, 7,9% y 10,7% de los pacientes, respectivamente.
A nuestro entender, este es el primer estudio en pacientes ambulatorios de Guayaquil, Ecuador, que tiene como objetivo describir el estado de salud cardiovascular en adultos. La principal fortaleza de esta investigación radica en el seguimiento a largo plazo y el tamaño de la muestra. Las principales limitaciones son el diseño retrospectivo y el sesgo de selección resultante del uso de datos de un solo centro.
En conclusión, la salud cardiovascular de los adultos de Ecuador necesita mejorar para disminuir la carga de enfermedades cardiovasculares.