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Comechingonia

versión On-line ISSN 1851-0027

Comechingonia vol.21 no.2 Córdoba dic. 2017

 

DOSSIER

EVALUACIÁN DE LOS PROCESOS DE FORMACIÁN DE SITIO DESDE LA ALFARERÍA: EL CASO DE LAGUNA DE LOS GANSOS 1 (DPTO. DIAMANTE, ENTRE RÍOS).

EVALUATION OF SITE FORMATION PROCESSES FROM THE POTTERY: THE CASE OF LAGUNA DE LOS GANSOS 1 (DIAMANTE DEPARTMENT, ENTRE RÍOS PROVINCE).

 

Carolina Silva1

CONICET. División Arqueología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata. Paseo del Bosque s/n, (1900), La Plata, Argentina, karitosilva@gmail.com

Presentado: 24/04/2017 - Aceptado: 02/12/2017


Resumen

En este trabajo se presenta el estudio de atributos tecnológicos y alteraciones posdepositacionales del material cerámico subsuperficial del sitio Laguna de los Gansos 1 con el objetivo de identificar los agentes y procesos tafonómicos que incidieron en su preservación. Se tuvieron en cuenta las características ambientales del contexto de recuperación como la vegetación, la sedimentología y la geomorfología, así como los efectos de procesos antrópicos modernos como el pisoteo del ganado. Las huellas de alteración relevadas incluyen agrietamiento, abrasión, redondeamiento, adherencias, entre otras. Tambien se registró el tamaño de los tiestos para evaluar el grado de fragmentación. La información resultante sugiere que los principales procesos de alteración que afectaron al material fueron la acción fluvial de baja energía y el pisoteo del ganado. Además, se exploró la simultaneidad de ocurrencia entre algunos atributos tecnológicos, tamaño de los tiestos y huellas de alteración. Finalmente, se plantea la necesidad de profundizar en el análisis de las distintas y complejas interacciones entre las propiedades intrínsecas de la cerámica y los agentes extrínsecos (ambiente y contexto de enterramiento) que condicionan la preservación del material y cuyo conocimiento favorecerá la interpretación y comparación de los conjuntos arqueológicos.

Palabras clave: tecnología cerámica, procesos posdepositacionales, Delta Superior del Paraná, Holoceno tardío

Abstract

In this paper the study of technological attributes and post-depositional alterations of buried ceramic material from Laguna de los Gansos 1 site are presented in order to identify the taphonomic agents and processes involved in its preservation.  The environmental characteristics of the recovery context, such as vegetation, sedimentology and geomorphology, were considered, as well as the occurrence of modern anthropic processes like livestock trampling. The alteration traces recorded include cracking, abrasion, rounding and accretions, among others. Sherds size was also recorded to evaluate the degree of fragmentation. The results suggest that the ceramic material was mainly subjected to the effects of free-standing water and livestock trampling. Furthermore, the co-occurrence of some technological attributes, sherd size and alteration traces was explored. Finally, is stated the need for further analysis of the different and complex interactions between pottery intrinsic properties and extrinsic factors (environment and burial conditions) that affect the material preservation, towards a better interpretation and comparison of archaeological settings.

Keywords: ceramic technology, post-depositational processes, Upper Delta of Paraná River, Late Holocene


 

Introducción

Los distintos materiales que componen el registro arqueológico presentan diferente grado de resistencia al paso del tiempo, de este modo, su preservación dependerá de diversos factores como su naturaleza (orgánica o inorgánica), el ambiente y los tipos e intensidad de procesos posdepositacionales, naturales o culturales, que los afectaron. Las condiciones de deterioro de un conjunto cerámico generalmente constituyen un obstáculo para la identificación de atributos tecnomorfológicos en el análisis tradicional; a esto se suma el alto grado de fragmentación con el cual frecuentemente es hallado este tipo de material . Por lo tanto, es necesario caracterizar y analizar el contexto de hallazgo, considerando la frecuencia y grado de erosión, posible bioturbación, presencia de agua, características granulomítricas del sustrato, entre otros factores, con el fin de realizar una descripción más acabada del registro. Además, el análisis de la alfarería desde el punto de vista de su historia posdepósito resulta una herramienta útil para evaluar la dinámica de formación y trasformación de los contextos arqueológicos que compone.

 

Los trabajos pioneros de Schiffer establecieron el marco de referencia que guio y estimuló el estudio de los procesos de formación de sitio. Con el objetivo de llegar a inferencias más precisas sobre las sociedades a partir de sus restos materiales, en las últimas dícadas se han desarrollado y fortalecido investigaciones sistemáticas sobre los procesos de formación y las huellas que ístos dejan sobre los distintos materiales arqueológicos . Dado que los mismos pueden modificar u obliterar evidencia importante sobre actividades pasadas, la posibilidad de establecer cómo ístos modificaron el registro arqueológico influye tambien en el planteamiento de las preguntas, la elección de las herramientas analíticas y la calidad de las respuestas a las que se llegará. En este marco, se  generaron  líneas  de  investigación  con un importante desarrollo teórico-metodológico como la geoarqueología y la tafonomía (Behrensmeyer 1978; Lyman 1994; Rapp y Hill 1998; Waters 1992).

 

Los trabajos sobre alteraciones de material lítico, producidas por uso o por procesos posdepositacionales, constituyen un antecedente importante del análisis de huellas de alteración en cerámica . A pesar de las diferencias de materias primas y de sus reacciones frente a idínticos factores, estos materiales se caracterizan por ser los más ubicuos y abundantes en el registro arqueológico debido a su mayor resistencia a la degradación física y química. En cuanto a la alfarería, actualmente existe abundante bibliografía sobre las huellas de alteración producidas por distintos procesos y agentes, tanto culturales (actividades humanas pasadas y actuales) como naturales (animales, procesos físicos y químicos), incluyendo trabajos de desarrollo teórico-metodológico (e.g. Schiffer 1987; Skibo 1992; Skibo et al. 1997) , de diseño metodológico ( , experimentales (e.g. Belotti López de Medina 2007; Coll y Katalinich 2010; Píccoli 2014; Píccoli y Barboza 2016) .

 

El análisis de las huellas de alteración en fragmentos cerámicos resulta más complicado e incierto que en vasijas completas, siendo en ocasiones difícil discernir entre huellas generadas por uso y aquellas producto de procesos posdepositacionales o de manufactura (Beck et al. 2002; Schiffer y Skibo 1989; Skibo 1992; Vieuguí 2014). Observación tambien hecha en el marco de los análisis de materiales líticos (Keeley 1980; Semenov 1964). Algunas huellas pueden enmascarar otras anteriores. En el caso de alteraciones por uso, es necesario conocer la ubicación de ístas en la vasija para poder entender cómo se formaron y vincularlas con una actividad determinada. En cambio, el análisis de las huellas de alteración producidas una vez depositado el objeto, entero o fragmentado, nos proporciona información importante sobre los procesos de formación, enriqueciendo las inferencias e interpretaciones ya sean sobre la naturaleza del sitio en general o sobre una problemática en particular. Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, es necesario considerar las huellas de erosión junto al contexto de procedencia y llevar a cabo trabajos de remontaje que permitan diferenciar alteraciones causadas por el uso de aquellas marcas posdepositacionales.

 

Los estudios de alteración de materiales arqueológicos se basan en el supuesto de que existe una relación entre las huellas y la acción (natural o cultural) que las provocó en el contexto sistímico o arqueológico, y es a partir de ístas que se pueden reconstruir las actividades y procesos alterantes. Sin embargo, existen dos grandes problemas. Por un lado, la equifinalidad, ya que distintos procesos erosivos pueden generar un mismo tipo de huella. Por el otro, la multiplicidad,  es decir, cuando un mismo proceso da como resultado distintos tipos de huellas (Nielsen 1991; Schiffer 1987; Schiffer y Skibo 1989). Por estos motivos, es aconsejable registrar la mayor cantidad posible de huellas de erosión (Sanhueza Riquelme 1998).

 

En este trabajo se presentan los resultados del estudio de la alfarería del sitio Laguna de los Gansos 1 (LDLG1) teniendo en cuenta los aspectos tecnológicos, tafonómicos y ambientales con el objetivo de identificar los agentes y procesos que pudieron afectar su preservación. Se consideró la incidencia de factores ambientales del contexto de recuperación, como la vegetación, la granulometría de los depósitos y la geomorfología, así como de agentes antrópicos modernos. Tambien, se exploró la correspondencia entre algunos atributos tecnológicos (acabado de superficie, atmósfera de cocción y aplicación de pigmento), el tamaño de los tiestos y la presencia de huellas de alteración (abrasión, redondeamiento y efecto pedestal). Este tipo de estudios cuenta con algunos antecedentes en el Nordeste argentino, entre los que se destacan Cocco (1996), Coll y Katalinich (2010), Di Prado (2015), Escudero (1996), Feuillet Terzaghi et al. (2009), Ottalagano (2004) y Píccoli (2014).

 

Características ambientales

 

El Delta del Paraná constituye la porción terminal de la cuenca de dicho río. Se extiende a lo largo de, aproximadamente, 300 km de longitud y 13500 km2 de superficie, entre los 32º 5-T S y 34º 29-T S de latitud (Iriondo 1991). Se divide a grandes rasgos en Delta Superior, Medio e Inferior. Los dos primeros comprenden la porción más ancha de la extensa planicie de inundación (Bó 2005). El área de estudio, el Delta Superior, es una compleja red de drenaje anastomosado que incluye el cauce principal del río, canales menores permanentes y riachos temporarios. Se caracteriza por una alta densidad de cuerpos de agua (lagunas, pantanos y bañados) irregulares e interconectados (Aceñolaza et al. 2008; Iriondo 1991).

 

La región posee un clima húmedo templado a cálido, con una temperatura media anual cercana a los 19ºC, que varía entre 24,7ºC en enero y 12ºC en julio. Las máximas en verano superan los 30ºC, mientras que en invierno pueden darse cortos lapsos de mínimas extremas. Las heladas son un fenómeno ocasional y muy raro (Rojas y Salusso 1987). Las precipitaciones se registran principalmente durante los meses de octubre a abril, con un rígimen anual de 900/1000 mm (Aceñolaza et al. 2008). Las grandes masas de agua de la llanura aluvial (i.e. canales, lagos y lagunas) moderan las condiciones climáticas, provocando que las amplitudes tírmicas diarias, temperaturas máximas y frecuencia de heladas sean relativamente bajas (Bó 2005; Iriondo 2007).

 

Los procesos holocínicos de ingresión y regresión marinas y la actividad fluvial son los dos factores relevantes en la geomorfología de esta región (Malvárez 1999). El delta está compuesto principalmente por depósitos litorales de la ingresión marina que tuvo su máximo en el Holoceno medio. Éstos fueron sedimentados sobre una unidad fluvial antigua que data del Holoceno temprano o Pleistoceno tardío. Tambien posee depósitos estuáricos del Holoceno tardío y sedimentos fluviales recientes. Dentro de los depósitos de la llanura actual existen cuatro facies: la facie de albardón, caracterizada por arena muy fina limo arcillosa; la facie de laguna, compuesta por limo gris oscuro con gran cantidad de materia orgánica vegetal; la facie de cauce, compuesta por arena muy fina y fina; y la facie de duna eólica de arena muy fina limosa, acotada a la zona de Esquina y Reconquista, en el Paraná Medio (Iriondo 1991).

 

El patrón hidrológico del río Paraná posee un rígimen pulsátil anual de inundación. La ípoca de bajante comienza a finales del otoño, con niveles mínimos hacia agosto-septiembre. El pulso de inundación suele darse sobre fines del verano a principios del otoño, como consecuencia de las lluvias anuales producidas durante septiembre-febrero (Drago 1990). El caudal medio anual ronda los 16000 m3/seg, con máximos extremos de 65000 m3/seg (Iriondo 1991). El rígimen hidrológico actúa como modelador de un paisaje heterogíneo de cuerpos de agua lóticos y línticos y canales entrelazados con ensanchamientos y estrangulamientos (Paira y Drago 2007). Los procesos de erosión y sedimentación en estos canales producen la formación y desaparición de islas, mientras que durante las inundaciones estos procesos modifican la forma de las islas y causan su migración aguas abajo (Aceñolaza et al. 2008; Drago 1990; Iriondo 2007).

 

Considerando las unidades de paisaje definidas por según los patrones de paisaje, rígimen hidrológico y tipo de vegetación predominante, LDLG1  se ubica dentro de la Unidad A (bosques, praderas y lagunas de llanura de meandros). Los albardones o espiras de meandro altas representan las porciones topográficamente más elevadas sobre las que se desarrollan bosques de timbó (Cathormion polyanthum) (Figura 1b) o curupí (Sapium haematospermum) y asociaciones vegetales similares a las del Bosque Fluvial Mixto Subclimático. Las pendientes medias con inundación temporaria presentan praderas de herbáceas graminiformes altas con dominancia de paja de techar (Panicum prionitis), mientras que las porciones inferiores de las medias lomas o bordes de lagunas, con inundación semipermanente o permanente, presentan ambientes de bañado con praderas de herbáceas acuáticas latifoliadas y graminiformes.

 


Figura 1. Ambiente en el que se emplaza la localidad arqueológica LDLG. Referencias: a= costa del riacho Timbó Colorado; b= bosque de timbó que se desarrolla sobre el albardón (se observa en los troncos la marca del nivel de agua alcanzado durante la última inundación); c= sectores pisoteados por el ganado; d= excavación del sector 4 de LDLG1 (al fondo se observa la laguna homónima).

 

El sitio Laguna de los Gansos 1

 

La localidad arqueológica Laguna de los Gansos (LDLG) (Figura 2) se ubica en el departamento Diamante (provincia de Entre Ríos) y comprende tres sitios emplazados a lo largo de una extensa geoforma elevada, de 142 m de longitud, originada por la dinámica fluvial (albardón). El sitio LDG1 fue detectado en el año 2007, despuís de una crecida extraordinaria del río Paraná que cubrió con más de un metro de agua toda la extensión del albardón. En ese momento se recuperó material arqueológico mediante recolección superficial en zonas descubiertas de vegetación por el pisoteo del ganado vacuno. Se definieron cuatro unidades de muestreo a lo largo de un eje norte-sur: sectores 1, 2, 3 y 4, siendo el sector 4 donde se observó la mayor densidad de materiales (Bonomo et al. 2010). Posteriormente, entre 2012 y 2014, se llevaron a cabo tres campañas en las que se excavaron 44 m2 en los sectores 3 (8 m2) y 4 (36 m2).

 

Figura 2. Ubicación de la localidad arqueológica LDLG en el Delta del Paraná, con detalle de los cuatro sectores del sitio LDLG1 y del sitio LDLG2.

 

Los materiales arqueológicos, en ambos sectores, se ubican inmediatamente por debajo del aluvio moderno y tapiz vegetal actual, entre los 5 y 35 cm de profundidad. Se concentran en el horizonte húmico fango arenoso (esmectítico, illítico-clorítico-caolinítico) que suprayace a los depósitos del albardón de composición areno fangosa a arenosa. Se hallaron abundantes fragmentos cerámicos lisos y decorados (incluyendo modelados zoomorfos), y material arqueofaunístico caracterizado por la elevada frecuencia de coipo, carpincho y ciervo de los pantanos. En base a los estudios geoarqueológicos realizados, LDLG1 se clasifica como un sitio somero (sensu emplazado en un albardón sin modificación antrópica de la altura, en donde el material arqueológico se distribuye en una gran extensión pero con baja densidad (aproximadamente 281 fragmentos cerámicos/m2 en los sectores 3 y 4). Se interpreta a LDLG1 como un asentamiento de ocupaciones esporádicas y recurrentes del albardón durante momentos de niveles medios a bajos del río Paraná. Para el   sector   4,  del  cual  provienen  los  materiales  analizados  en  este  trabajo,  existen  dos dataciones radiocarbónicas obtenidas de huesos de fauna que arrojaron edades de 1740 ± 47 (AA-98845) y 1775 ± 51 (AA-103901) años AP (Bonomo et al. 2016).

 

Materiales y mítodos

 

El conjunto cerámico de LDLG1 (sectores 3 y 4) se compone de 12371 piezas y comprende fragmentos de distintos sectores de vasijas (cuerpos, bases, bordes, asas y apíndices) y, en menor proporción, masas de arcilla cruda y quemada. Para el presente trabajo se llevó a cabo el análisis macroscópico de una muestra de 5168 tiestos (proveniente de las cuadrículas 1 a 24). Los mismos poseen un tamaño igual o mayor a 2 cm, lo que permitió la correcta observación de los atributos. Se registraron características tecnomorfológicas (e.g. tratamiento de superficie, tipo de borde, atmósfera de cocción), estilísticas (tícnicas y motivos decorativos)(Convención Nacional de Antropología 1966; Rye 1981; Rice 1987) y alteraciones vinculadas al uso y posdepositacionales (Tabla 1).

 

Con el fin de explorar posibles asociaciones entre atributos tecnológicos y huellas de alteración, se realizó un Análisis de Correspondencia Múltiple (ACM). Este análisis multivariante es una tícnica exploratoria que permite resumir una gran cantidad de datos en un número reducido de dimensiones, con la menor pírdida de información posible. La elección de este análisis se sustenta en que se aplica sobre variables categóricas, permite trabajar con grandes volúmenes de información y no requiere establecer medidas de correlación o similitud previas (Shennan 1992). Su uso, a diferencia del análisis de correspondencia simple, no pretende explicar un determinado porcentaje de inercia, sino trabajar con un número reducido de dimensiones que permita identificar asociaciones entre categorías. Píccoli y Barboza (2016) demostraron el potencial de este tipo de análisis para evaluar la estructura de los conjuntos cerámicos recuperados en contextos similares al de LDLG1. Para el presente trabajo las variables consideradas fueron: acabado de superficie, aplicación de pigmento (pintura/engobe), atmósfera de cocción, grados de abrasión y redondeamiento, tamaño y efecto pedestal. Como paso previo, la variable cuantitativa "tamaño" se transformó en ordinal agrupando los valores de longitud máxima en intervalos con similar frecuencia de observaciones para evitar su sobrerrepresentación. De este modo se establecieron cinco categorías: 20 mm, 21-40 mm, 41-60 mm, 61-80 mm y mayores a 80 mm.

Por último, se analizó la fragmentación como variable para medir la reducción de tamaño. En este caso la muestra se compone de 7598 tiestos hallados en las cuadrículas 1 a 24, que incluye los tiestos analizados macroscópicamente y aquellos menores a 2 cm (n= 2430).

 

Tabla 1. Atributos observados macroscópicamente en la muestra de fragmentos cerámicos de LDLG1.

 

Huellas de alteración

 

define la alteración cerámica como toda modificación de la superficie o interior de la pieza como resultado de procesos físicos o químicos que causan adición, pírdida o modificación de material. Estos procesos pueden darse en cualquier momento, desde la manufactura de la vasija hasta la recuperación de sus vestigios por parte del arqueólogo, extendiendose inclusive a los procesos de análisis en laboratorio y curaduría museológica. Para el análisis de las huellas de alteración en alfarería se siguió la propuesta metodológica de . Algunos investigadores han propuesto establecer distintos grados de abrasión a partir de la observación de cerámicas arqueológicas , considerando conjuntamente el redondeamiento de bordes y la erosión de las superficies. Estos grados corresponden a estadios de un mismo proceso continuo, por lo que en determinados casos la adscripción a uno de ellos puede resultar ambigua. A partir de la observación de los materiales y teniendo en cuenta sus características, se estableció el siguiente criterio para evaluar cualitativamente la abrasión de las superficies: grado leve cuando se comienza a evidenciar pírdida de material observable macroscópicamente en las superficies del tiesto y eliminación localizada de agregados como pintura o engobe; en el grado medio el acabado de superficie no puede verse de manera homogínea, existiendo una eventual exposición de antiplástico; finalmente, en el grado severo la superficie está completamente erosionada, pudiendo existir disminución del espesor del fragmento y partículas de antiplástico expuestas.

Efecto pedestal: es el resultado de la remoción de partículas más pequeñas y suaves de la pasta dejando expuestas como "pedestales" aquellas más grandes y duras . Se registró sólo la presencia o no de esta huella en ambas superficies.

Redondeamiento de planta y sección: generalmente ocurre simultáneamente, consiste en el redondeamiento de los bordes angulares y cortes rugosos de los fragmentos cerámicos. Algunos de los agentes que producen este tipo de huella son el flujo de agua, el viento y el pisoteo. Se establecieron como referencia tres grados: leve cuando existe desgaste mínimo de los bordes agudos y prominencias, el tiesto apenas presenta evidencia de esta huella y mantiene en general una forma geomítrica poligonal; moderado cuando todas las aristas están redondeadas y el tiesto tiende a una forma más redondeada que cuadrada; y severo cuando el tiesto presenta una forma redondeada, pudiendo tener ambas caras erosionadas (Pírez Winter et al. 2010).

 

Agrietamiento y rayas: el primero se forma por fractura de las uniones intergranulares, mientras que las segundas por deformación plástica, es decir, compresión de la superficie. Con el fin de medir la alteración por agrietamiento se establecieron tres grados: en el grado leve se observan una o dos grietas aisladas y superficiales; en el grado medio se observan grietas que cubren parte de la cara, sean superficiales o profundas; y en el grado severo se observan grietas en la totalidad de la cara, profundas o más superficiales  En el caso de las rayas simplemente se registró su presencia en ambas superficies.

Delaminación y microastillamiento: la delaminación se produce a partir de fisuras debajo de la superficie producto de impactos reiterados (uso, pisoteo, partículas de sedimento) mientras que el microastillamiento es el desprendimiento de pequeñas astillas de la superficie debido a la fractura (Sanhueza Riquelme 1998). Para ambas alteraciones se registró la presencia o ausencia en las dos superficies.

 

Adherencias y manchas: se relevaron depósitos o coloraciones producidas por minerales o materia orgánica extraños a la superficie cerámica. Estas incluyen por ejemplo, depósitos de carbón, hollín y rizoconcreciones.

 

Tamaño: para establecer el tamaño de los tiestos se midió su largo o longitud máxima debido a que, en comparación con el ancho y el espesor, es la dimensión que expone mayor superficie a la acción de los distintos agentes erosivos . En el caso de los tiestos tridimensionados se midió la longitud entre los puntos más distales con un calibre deslizante, mientras que los demás fragmentos cerámicos se midieron ubicándolos sobre una plantilla de circunferencias concíntricas a intervalos de 10 mm. Con el fin de unificar criterios se convirtieron las medidas tomadas con calibre a una variable discreta, adjudicando a cada tiesto una categoría de tamaño según intervalos de 10 mm.

 

Resultados

 

De la muestra cerámica analizada, 4319 (83,57%) tiestos corresponden a fragmentos de cuerpos o bases de vasijas, 810 (15,67%) a bordes, nueve son apíndices o asas y 30 se clasificaron como indeterminados. La mayoría presenta tratamiento alisado de su superficie interna (n= 3942) y externa (n= 3438) y, en segundo lugar, se encuentra el pulido, tanto interno (n= 560) como externo (n= 727). A partir de la observación del color superficial y de las variaciones cromáticas en fracturas frescas se infiere que las piezas fueron cocidas principalmente en atmósferas de cocción oxidante, completa (9,35%; n= 481) e incompleta (71,78%; n= 3689). Algunos tiestos (18,07%; n= 929) muestran secuencias cromáticas en tonos grises y negros, lo cual puede deberse a una oxidación con material orgánico sin consumir o a una atmósfera no oxidante. La decoración es relativamente escasa, está presente en el 10,11% (n= 520) del conjunto. Las tícnicas identificadas fueron la aplicación de pigmento (pintura o engobe) rojo y blanquecino; incisión (en sus distintas variantes de punto simple, de línea y de surco rítmico); modelado y pastillaje. Estas tícnicas se presentan aisladas (Figura 3) o en varias combinaciones (Figura 4).

 

Figura 3. Fragmentos de bordes con distintas tícnicas decorativas.

Referencias: a= aplicación de pigmento rojo; b= incisión de punto simple; c= incisión de línea.

 

Figura 4. Fragmentos cerámicos que presentan combinaciones de distintas tícnicas decorativas.

Referencias: a= modelado zoomorfo con surco rítmico; b= pastillaje e incisión de punto; c= aplicación de pigmento rojo e incisión de punto; d= modelado y surco rítmico.

 

A partir de las tareas de remontaje se logró asociar 268 tiestos, sin considerar las uniones de fracturas recientes. La mayoría de los remontajes, 75 en total, agrupan dos (n= 40) o tres (n= 17) fragmentos. A partir del análisis de los casos en los que se contaba con los datos tridimensionales (n= 30), se observó que las distancias vertical y horizontal entre tiestos asociados son muy variables. Las mismas oscilan entre 0-17 y 0-360 cm con un promedio de 3,5 y 59,7 cm, respectivamente.

 

En la Tabla 2 se indican las frecuencias absolutas y porcentuales de aquellas huellas de alteración de las cuales se registró únicamente su presencia en ambas superficies de los tiestos. Cabe aclarar que en todos los casos la unidad cuantificada es la huella ya que un mismo fragmento cerámico puede presentar más de un tipo de alteración. Dentro de la categoría adherencias se identificaron marcas de raíces (35 en superficie externa y 19 en interna) y restos de hollín y carbón (4 en superficie externa y 12 en interna). En la Figura 5 se pueden observar los porcentajes para los distintos grados de abrasión, agrietamiento y redondeamiento.

 

Tabla 2. Frecuencias absolutas y porcentuales de las huellas de alteración cuya presencia se registró en ambas superficies de los tiestos.

 

Superficie externa

Superficie interna

N

%

N

%

Efecto pedestal

134

2,59

85

1,64

Delaminación

352

6,81

270

5,22

Microastillamiento

110

2,12

83

1,6

Rayas

57

1,1

44

0,85

Adherencias y manchas

158

3,05

123

2,38

 

 

 

 

 

 

En cuanto a la abrasión se observó que la mayoría de los tiestos presenta este tipo de alteración, con porcentajes similares para la superficie externa (75,67%; n= 3911) e interna (78,05%; n= 4034). A su vez, en más del 80% de los casos en los que se registró abrasión, ísta se determinó como leve o moderada (Figura 6a y b). Su presencia impidió determinar el tipo de acabado en una o ambas superficies en un 16,39% (n= 847) de los tiestos analizados. Algunos (n= 327) tambien poseen un pulido probablemente generado por flujo plástico, es decir, por reordenamiento a nivel subgranular de material superficial por contacto mecánico con algún agente abrasivo, como el sustrato (contexto sedimentario) o partículas suspendidas en agua (Pírez Winter et al. 2010). Además, en el 91,74% (n= 300) de los casos en que se registró este pulido tambien se observó redondeamiento. Por su parte, las tareas de remontaje permitieron identificar que tiestos pertenecientes a una misma vasija (n= 10, distancias aproximadas: 15 cm vertical y 30 cm horizontal) estuvieron expuestos luego de su fragmentación a agentes que provocaron  distintos grados de abrasión y tinciones en las superficies, evidenciando procesos claramente posdepositacionales (Figura 7).

 


Figura 5. Frecuencias porcentuales de las huellas para las que se registraron distintos grados de alteración. Para la abrasión y el agrietamiento se discriminó en superficie externa (SE) e interna (SI).

 

Respecto al redondeamiento, fue reconocido en un 76,16% (n= 3936) de los tiestos, mayoritariamente en grado leve (Figuras 5 y 6g). Asimismo, del total de tiestos que poseen sus aristas redondeadas, sólo el 6,63% no evidencia abrasión de sus superficies. Finalmente, se identificó la presencia de grietas en una o ambas superficies en el 57,12% (n= 2952) de los tiestos, siendo más frecuente el grado leve de agrietamiento (Figuras 5 y 6d).

 

La aplicación de un ACM permitió identificar algunas asociaciones entre las distintas modalidades de variables tecnológicas y tafonómicas. Se trabajó con las dos primeras dimensiones, las cuales en conjunto explican el 48,46% de la inercia o variabilidad total. Las variables que más aportaron a la definición de ambas dimensiones fueron el acabado de superficie y la abrasión. En menor medida, el tamaño contribuyó a definir la primera dimensión y el redondeamiento a la segunda (Tabla 3).

 

Figura 6. Fragmentos cerámicos que presentan distintas huellas y grados de alteración.

Referencias: a-c= abrasión leve (a), moderada (b) y severa (c); d-f= agrietamiento leve (d), moderado (e) y severo (f); g-i= redondeamiento leve (g), moderado (h) y severo (i).

 

Figura 7. Remontaje de tiestos con aplicación de pigmento rojo que permite observar huellas de alteración (tinción, abrasión, redondeamiento) posteriores a la fractura.

 

Tabla 3. Contribuciones de las variables a la inercia de cada dimensión.

Tabla 4. Contribuciones absolutas y relativas por modalidad de las variables más importantes en la definición de las dimensiones.

 

En la representación gráfica (Figura 8) se observa que las modalidades correspondientes a las mayores longitudes se ubican en el extremo de los valores positivos de la dimensión 1, junto con superficies pulidas y ausencia de abrasión. El pulido es la modalidad con mayores contribuciones absoluta y relativa (Tabla 4), es decir que aporta en gran medida a definir la primera dimensión y, a su vez, se encuentra bien representada por ísta. Si bien la ausencia de abrasión tiene menor importancia en la construcción del eje, la calidad de su representación es aceptable y permite analizar las proximidades evitando errores visuales. Mientras, en los valores negativos se ubican las categorías de tamaño más pequeñas. Tambien en este sector se sitúan las superficies alisadas y con abrasión moderada. La modalidad alisado es la segunda en importancia en la definición de la dimensión, mostrando tambien una buena representación en el diagrama (Tabla 4).

 

En cuanto a la segunda dimensión, las modalidades que más aportan a su definición son el acabado de superficie indeterminado y la abrasión severa, ambas ubicadas en los valores negativos del eje. Estas categorías (excepto el acabado indeterminado en superficie interna) están bien explicadas por la dimensión, por lo que su proximidad se basa en una buena representación de los puntos. Por el contrario, el redondeamiento severo y la cocción oxidante completa, sin bien se ubican en el mismo sector, poseen contribuciones muy bajas para ser correctamente evaluadas. Modalidades con buena representación y contribución absoluta moderada son la abrasión leve y el redondeamiento en grado leve y moderado (Tabla 4).

 

Las modalidades que se sitúan muy cerca al origen de coordenadas poseen escaso poder discriminante en ambas dimensiones. Asimismo, las correspondientes a una misma variable son excluyentes por construcción, por lo que su proximidad indica que los individuos que las poseen presentan casi el mismo comportamiento en las demás variables. Tal es el caso, por ejemplo, del redondeamiento en las modalidades ausente y leve, y las categorías de tamaños de 20 mm y 21-40 mm.

 

Fragmentación

 

Los tamaños varían desde aquellos menores a 10 mm hasta un máximo de 124 mm. La Figura 9 muestra la distribución de frecuencias porcentuales de las categorías de tamaño para cada nivel de profundidad. En todos los niveles se observa la existencia de un pico de frecuencias en el intervalo de tamaños muy pequeños, entre 11 y 20 mm, siendo más pronunciado en los dos niveles superiores, hasta los 20 cm de profundidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 8. Diagrama de dispersión simítrica por modalidad de variable. Referencias: al= alisado; pul= pulido; irr= acabado irregular; indet= acabado indeterminado; pigm= pigmento; ab= abrasión; red= redondeamiento; ef ped= efecto pedestal; oxc= cocción oxidante completa; oxi= cocción oxidante incompleta; oxi/no ox= cocción oxidante incompleta o no oxidante; coc indet= atmósfera de cocción indeterminada; 0= no se observa; 1= leve; 2= moderado; 3= severo. Las categorías de tamaño se indican por su intervalo en milímetros.

 


Figura 9. Distribución de frecuencias porcentuales de los tamaños de tiestos para cada nivel de profundidad. Los valores indicados en el eje tamaño corresponden al límite superior de cada categoría.

 

Discusión

 

Los resultados muestran que la mayor parte del material cerámico de LDLG1 presenta algún tipo de alteración, principalmente abrasión y redondeamiento (Figura 6). Aunque el análisis se realizó sobre fragmentos de vasijas cerámicas, por lo que resulta más difícil identificar los agentes y procesos que actuaron y dieron origen a las huellas, la evaluación conjunta de los distintos atributos permitió realizar inferencias con mayor precisión. Si bien la abrasión puede producirse por una gran variedad de procesos antrópicos y naturales, tanto en su contexto de uso como luego de su descarte y abandono, en el material analizado generalmente la presencia de abrasión se observa en simultaneidad con el redondeamiento, el cual es un claro indicio de erosión no relacionada al uso. Sumado a esto se debe tener en cuenta tambien que las fracturas frescas producidas por fragmentación reciente (pisoteo del ganado o durante los trabajos de campo y transporte) pueden estar eliminando el redondeo de los bordes, por lo que la relación entre estos dos tipos de alteración puede ser aún mayor.

 

Como se mencionó previamente, los tipos y grados de abrasión dependen de las características tanto del agente abrasivo (dureza, forma, tamaño) como de las propiedades tecnológicas de la cerámica (e.g. dureza, porosidad, tratamiento de superficie, antiplástico) y de otros factores como el sustrato, la fuerza ejercida y el ambiente . Si se tiene en cuenta que el contexto de los hallazgos cerámicos de LDLG1 es un albardón sometido a inundaciones periódicas, resulta necesario profundizar en el estudio de la incidencia del agua y la acción fluvial como agente de alteración.

 

Estudios experimentales han demostrado cómo ciclos alternantes de humedad-sequedad aumentan la susceptibilidad de la cerámica a la erosión (Murphy 1981). En dichos experimentos se observaron casos en que el debilitamiento era tan severo que cerámicas porosas cocidas a bajas temperaturas (600ºC) llegaban a desintegrarse luego de ser sometidas a 10 ciclos. Otro caso de deterioro se observó durante trabajos experimentales llevados a cabo en distintos ambientes del centro-este y sudoeste de la provincia de La Pampa. En un contexto de laguna salobre con crecidas estacionales se plantaron 30 tiestos experimentales y, luego de un año, se recuperaron únicamente ocho, registrándose una marcada reducción de la variabilidad tecnológica (Ozán 2009). Algunos de los procesos que contribuyen a dicha desintegración son: el aumento de la presión dentro de los poros de los fragmentos, cambios de volumen de los minerales que pueden producir agrietamiento y fracturas, disolución de las uniones de los componentes de la pasta y lixiviación de minerales (Ware y Rayl 1981).  El agua tambien puede actuar como un agente de transporte de químicos que reaccionan con los minerales arcillosos e inclusiones y como solvente en el cual muchas reacciones se llevan a cabo, dando lugar, por ejemplo, a la exfoliación por sales.

 

Teniendo esta información en consideración, se infiere que las altas frecuencias de deterioro por abrasión (incluyendo el efecto pedestal), redondeamiento y agrietamiento están vinculadas a las inundaciones periódicas, características del área, y a la acción del agua estancada mediante la saturación e interacción con el sustrato donde se hallaba enterrado el material. Debido a que en la zona se desarrollan suelos hidromórficos es probable que la cerámica haya sido afectada por procesos de argiloturbación, es decir, translocaciones por expansión y secado de arcillas del tipo esmectítico. Por otro lado, la acción de las corrientes fluviales parece haber sido un agente de impacto leve, ya que no se observaron indicadores como inclinación, orientación, acumulación o transporte del material arqueológico. Asimismo, la ausencia de sedimentos tamaño grava indica que no hubo alta energía. Píccoli (2014) llega a una conclusión similar al analizar las alteraciones de fragmentos cerámicos de sitios ubicados en la llanura aluvial del Paraná Medio. La autora observa la presencia simultánea de redondeamiento y abrasión de superficies y plantea que no es un resultado esperable del transporte fluvial, sino que se vincularía más a factores ambientales como las alternancias de humedad y a la interacción con la matriz sedimentaria.

 

La realización del ACM permitió evaluar la relación entre atributos tecnológicos y huellas de alteración. Las variables más importantes para definir los factores fueron el acabado de superficie y la abrasión. Se observó una correspondencia entre el pulido y la ausencia de abrasión y entre el alisado y abrasión moderada. Mientras, la imposibilidad de determinar el acabado de superficie se vinculó con el grado severo de abrasión. Otros trabajos en que se han aplicado análisis multivariados para estudiar cerámica arqueológica tambien han registrado esta tendencia a la asociación de superficies alisadas e indeterminadas con altos grados de erosión (Ozán 2009, Píccoli y Barboza 2016).

 

Estas observaciones se encuentran en concordancia con los resultados obtenidos por Skibo et al. (1997). Mediante un trabajo experimental, estos autores analizaron la relación entre el tratamiento de superficie y la resistencia a la abrasión (medida en pírdida de peso) en cerámica cocida a baja temperatura en estructuras a cielo abierto. Llegaron a la conclusión de que los tratamientos pos-cocción (tiznado y aplicación de resina) son los que otorgan mayor resistencia a la cerámica, mientras que el alisado y texturado son los menos resistentes. Los tratamientos pulidos/engobes arrojaron resultados variables, inicialmente mostraron alta resistencia pero a mayor tiempo de exposición al agente abrasivo presentaron la mayor tasa de abrasión. En base a esto, se deduce que un tiesto pulido deviene en alisado más rápidamente que un alisado en indeterminado. Esto puede resultar en   una sobrerrepresentación   de   las  superficies  alisadas,  lo  que  explicaría  el  amplio predominio de este tipo de tratamiento en la muestra estudiada. A su vez, a medida que aumenta el tiempo y/o intensidad en la que actúan los agentes abrasivos, el registro presentará mayores frecuencias de tiestos indeterminados en comparación con los pulidos y alisados.

 

Otro atributo tecnológico incluido en el ACM fue la atmósfera de cocción. Bajo ciertas condiciones, esta variable puede afectar la resistencia a la abrasión. Por ejemplo, algunos compuestos que pueden contener las pastas, como el óxido de hierro, poseen mayor capacidad como fundentes cuando son quemados en una atmósfera reductora (Searle y Grimshaw 1959). Además, la atmósfera de cocción puede ser utilizada como proxy de la temperatura. De las variables que el alfarero puede controlar, la temperatura es la que mayor efecto tiene sobre la resistencia frente a la abrasión (Schiffer y Skibo 1989). Trabajos experimentales han demostrado un marcado aumento de la resistencia a medida que aumenta la temperatura (Skibo et al. 1989; Vaz Pinto et al. 1987). En este sentido, Ozán (2009) llevó a cabo un experimento en el que observó que las cerámicas cocidas en una atmósfera oxidante presentaban bajos grados de meteorización, mientras que las de cocciones no oxidantes o incompletas/mixtas se correlacionaban con grados altos de deterioro. La autora interpreta que la apariencia no oxidante de los tiestos se debe a una subcocción que los hace más propensos a la erosión. No obstante, en el ACM aquí presentado, la variable atmósfera de cocción no fue relevante en la definición de las dimensiones y no se observaron correspondencias claras con otras categorías. Esto podría deberse a que existe una multiplicidad de factores que se influyen mutuamente como la atmósfera y temperatura de cocción (y secado), la composición mineralógica de las pastas y la presencia de materia orgánica. La obtención de datos precisos, por ejemplo mediante tícnicas arqueomítricas de análisis químicos, tírmicos y mineralógicos, y un tratamiento conjunto de las variables permitirán entender mejor la estructura del registro cerámico en el sentido aquí explorado.

 

En cuanto a la reducción del tamaño, ísta puede estar vinculada con distintos procesos: la remoción de material debida a la abrasión de bordes y/o superficies, las pírdidas por lasqueamiento o delaminación (ciclos de congelamiento/descongelamiento, impactos reiterados), la fragmentación causada por pisoteo o actividades antrópicas, entre otros . Dado que son numerosos los agentes que producen potencialmente la rotura y reducción de los fragmentos cerámicos, esta variable debe considerarse junto a otras evidencias de alteración. en base a un experimento de pisoteo (antrópico) concluyó que, además de producir huellas de alteración como redondeamiento leve, microastillamiento y delaminación, la fragmentación es el daño más obvio observado en conjuntos que han estado sujetos a pisoteo y que ísta es aún mayor en sustratos duros. A su vez, planteó que los tamaños de los tiestos presentan una distribución unimodal cercana a un valor que al ser alcanzado aumenta significativamente la resistencia a la rotura (este valor depende de la estructura de la pasta, la curvatura y espesor del fragmento, el agente de pisoteo, entre otras variables). Cuanto mayor es el pisoteo, mayor la reducción del valor de la moda y la asimetría de la distribución (asimilándose a una distribución de Poisson). Por el contrario, los conjuntos no pisoteados presentan distribuciones aleatorias de tamaños producidas por la fractura original de las vasijas. Al observar las frecuencias de tamaño de los fragmentos recuperados en LDLG1 vemos que su distribución se ajusta a la mencionada por Nielsen (1991: 494, Figura 3), inclusive existe coincidencia en el valor modal. De este modo, es muy probable que el alto grado de fragmentación, principalmente en los niveles más superficiales, junto con la presencia de delaminación y microastillamiento, se explique por el pisoteo de ganado vacuno presente actualmente en la zona. Esto no quiere decir que sea la única causa del estado fragmentario del registro. Seguramente, múltiples agentes hayan estado involucrados, tanto en el contexto sistímico como el arqueológico.

 

Finalmente, si el objetivo es reconstruir las actividades y procesos que alteraron la cerámica, no sólo es necesario considerar la mayor cantidad posible de huellas de alteración sino que ístas deben evaluarse en el marco de lo que ocurre en todo su contexto de hallazgo; esto implica utilizar la información derivada del análisis de los otros tipos de materiales arqueológicos. En este caso, el segundo material más abundante es el arqueofaunístico. Este material presenta un bajo grado de meteorización, por lo cual se infiere un sepultamiento relativamente rápido del conjunto. Muchos de los especímenes óseos presentan evidencias de abrasión sedimentaria, como superficies brillosas de textura suave y bordes redondeados. La observación de tinción oscura y depositación de óxido de manganeso en los restos se entiende como resultado de la interacción química de ístos con los componentes de la matriz sedimentaria. Tambien se registró una alta proporción de marcas de raíces sobre las superficies óseas. Probablemente su acción tambien contribuyó al desplazamiento y fragmentación (Bonomo et al. 2016). En virtud de todo lo expuesto, tanto los materiales cerámicos como arqueofaunísticos de LDLG1 presentan evidencias de haberse incorporado con relativa rapidez a los sedimentos aluviales del albardón. Allí interactuaron con los componentes de la matriz sedimentaria que provocaron la precipitación y concentración de distintas sustancias (tinciones, depósitos), pírdida de resistencia causada por las fluctuaciones de humedad, agrietamiento, abrasión y redondeamiento en contacto con un sustrato fango arenoso y una alta fragmentación producida por el pisoteo del ganado.

 

Conclusiones

 

Los fragmentos cerámicos recuperados en el sitio LDLG1 estuvieron expuestos a agentes erosivos que le provocaron un deterioro significativo. La información obtenida indica que los principales procesos de alteración fueron la acción fluvial de baja energía y el pisoteo del ganado. El agrietamiento, la abrasión y el redondeamiento se relacionan con los efectos de la presencia de agua, y de su interacción con el sustrato y los tiestos. Esto provocó el debilitamiento de la cerámica a causa de la pírdida de elementos constitutivos de la pasta por procesos como la lixiviación y el aumento de la porosidad. A su vez, demuestra la incidencia de los eventos de hidratación-deshidratación vinculados con la dinámica de sequías-inundaciones típica del área. Asimismo, la preservación del material se vio afectada por un agente antrópico reciente como la actividad ganadera, en donde el pisoteo habría sido la causa principal de la alta fragmentación del conjunto, entre otras alteraciones. Todos estos agentes no se consideran las causas exclusivas del estado del material cerámico, pero sí han contribuido a la compleja historia de formación del registro arqueológico del sitio.

 

La aplicación del análisis multivariado, mostró que el acabado de superficie es un atributo tecnológico que efectivamente influye en la resistencia frente a la abrasión. Además, esto pone en evidencia los recaudos necesarios al momento de evaluar la variabilidad de elecciones tecnológicas relevadas en conjuntos hallados en contextos semejantes. Se plantea la necesidad de profundizar el análisis de las distintas y complejas interacciones entre las propiedades intrínsecas de la cerámica (temperatura y tiempo de cocción, acabado de superficie, espesor, porosidad, inclusiones, entre otras) y los agentes externos (ambiente y contexto de enterramiento) que condicionan la preservación del material. Dicho conocimiento favorecerá la interpretación y comparación de conjuntos arqueológicos similares en tírminos de su preservación. A su vez, permitirá reconstruir contextos de alteración para determinados ambientes y evaluar adecuadamente comparaciones entre conjuntos con distintos contextos depositacionales (Ozán 2010; Píccoli 2014). Es en este marco que el presente trabajo pretende aportar al conocimiento de los procesos de formación de sitios en ambientes fluviales, en general, y en del Delta del Paraná, en particular.

 

Agradecimientos: La autora desea agradecer a Germán Moreira por su colaboración en el acondicionamiento de los materiales, a Violeta Di Prado y Mariano Bonomo por la lectura crítica y a las evaluadoras por los comentarios y sugerencias que ayudaron a mejorar este trabajo. Este trabajo forma parte de las investigaciones financiadas por el proyecto "Farming, Mound Building, and Social Complexity in the Upper Delta of the Paraná River" (grant # 9328-13 National Geographic Society's Committee for Research and Exploration), dirigido por M. Bonomo.

 

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