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Comechingonia

versão On-line ISSN 1851-0027

Comechingonia vol.23 no.2 Córdoba dez. 2019

 

ARTÍCULOS

ANÁLISIS CERÁMICO DE UN SITIO TARDÍO EN EL FALDEO ORIENTAL DE LAS CUMBRES CALCHAQUÍES: CASA RUDI 1 (ANFAMA, TUCUMÁN)

CERAMIC ANALYSIS OF A LATE INTERMEDIATE PERIOD ARCHAEOLOGICAL SITE IN THE EASTERN SLOPE OF CUMBRES CALCHAQUÍES: CASA RUDI 1 (ANFAMA, TUCUMÁN)

 

Agustina Vázquez Fiorani.

Becaria Erasmus Mundus, Archaeologicalmaterialsscience (ARCHMAT). E-mail: agusfiorani@hotmail.com

Recibido:12/03/2019  Aprobado: 15/09/2019


Resumen

En este trabajo se presentan los datos obtenidos de los análisis tecno morfológicos y estilísticos del conjunto cerámico recuperado en el sitio Casa Rudi 1 (Anfama, Tucumán) asignable al Período de Desarrollos Regionales (PDR). A partir de esto, se intentan discutir las principales explicaciones sobre la naturaleza de las ocupaciones tardías en la vertiente oriental de las Cumbres Calchaquíes, enfatizando aquellas vinculadas a la difusión del estilo cerámico Santamariano. Aquí se propone que la producción y uso de la cerámica estuvo enfocada en la reproducción biológica y social del grupo doméstico, aunque se apropiaron parámetros estilísticos regionales, que permitieron la construcción de lazos con otros espacios sociales distantes.

Palabras clave: Estilosalfareros, Santamariano, espaciodoméstico, iconografía.

Abstract

This paper presents the data obtained in the techno-morphological analyses of the ceramic assemblage recovered in Casa Rudi 1 archaeological site (Anfama, Tucumán), a Regional Development Period (PDR) occupation. It is aimed at reviewing the main explanations about the nature of the late intermediate occupations on the eastern slopes of CumbresCalchaquíes, especially those related to the dissemination of the Santamariano style. We propose that the production and use of ceramic was focused in the biological and social reproduction of domestic group. Besides that, the ceramic production implied the appropriation of regional stylistic parameters which allows the construction of boundaries with distant socialspaces.

Keywords: Ceramics styles, Santamariano, domestic space, iconography.


 

Introducción

 

En el presente trabajo comunicamos los resultados del análisis tecno morfológico y estilístico del conjunto cerámico recuperado en un sitio asignable al Período de Desarrollos Regionales (PDR) emplazado en el bosque montano de la Provincia de Tucumán: Casa Rudi 1 (localidad de Anfama, Dpto. Tafí Viejo). El estudio formal de la alfarería se aborda desde la óptica del espacio doméstico, considerando que estos objetos son cruciales en la realización de prácticas sociales cotidianas, casi rutinizadas orientadas a la reproducción biológica y social del grupo corresidente (Allison 1999; Nielsen 2001).

La casa no constituye una unidad mínima de lo social (veáseWilky Rathje 1982; Blanton1996) sino que es el principal lugar donde se producen, mantienen y alteran los principios que estructuran el mundo social (Bourdieu 1977; Haber 2011; Nielsen2001; Vaquer 2007). Es en el espacio donde se configuran una serie de relaciones que involucran a diferentes entidades, humanas y no-humanas (cosas, animales, plantas, seres humanos) (Haber, 2011) a través de la repetición de actividades cotidianas, en menor o mayor grado rutinizadas (Allison, 1999). Los objetos participan activamente en la realización de estas prácticas diarias, permitiendo la materialización del conocimiento sobre las normas y pautas que organizan la vida social (Bourdieu 1977; Dietlery Herbich1998), incluyendo los principios de identificación étnica (Pluckhamn2010).

La etnicidad ha sido un elemento importante en las explicaciones tradicionales sobre el PDR en el Noroeste Argentino, debido en gran parte a la aplicación del modelo de control vertical de un máximo de pisos ecológicos (Murra 1975, algunos ejemplos pueden verse en: Nastri 1999; Núñez Regueiro 1974; Tarragó 1995). Sin embargo, el abordaje arqueológico de este modelo tendió a reproducir presupuestos normativos de la cultura material, equiparando cultura arqueológica con sociedades históricas específicas (Stanish 1989). En estas interpretaciones, la cerámica fue concebida como el indicador por excelencia de fenómenos de colonización étnica, generalmente recuperada en contextos excepcionales, como ámbitos públicos y funerarios (Stanish 1989).

En el caso de las Cumbres Calchaquíes son limitados los datos de primera mano generados en los contextos donde deberían haberse instalado las colonias étnicas y que integren al análisis tanto los restos de cerámica "fina", "ceremonial" o "decorada" como aquellos ejemplares "toscos", "utilitarios" o "ordinarios". (Berberián y  Soria 1972; Berberián, García Azcarate y Caillou 1977; Caria y Gómez Augier 2015; Corbalán 2008; Esparrica 1999, 2003; Heredia 1974; Manasse 2014; Núñez Regueiro y Tartusi 1987; Paéz 2011). En gran medida, la preocupación por las características estilísticas de la alfarería y su asociación sociocultural, tendió a dejar de lado el análisis de las prácticas de consumo relacionadas a la circulación de estos bienes. Si bien la producción cerámica ha sido un tópico recurrente en la Arqueología de estos espacios, las formas de uso y su rol en la conformación de relaciones sociales hacia el interior de los grupos domésticos esminoritario.

 

En este trabajo, se propone analizar las características tecno-morfológicas y estilísticas de la cerámica con el objetivo de indagar las prácticas sociales que se generaron a través de la producción y consumo de cerámica, conformando una red particular de relaciones que puede considerarse como doméstica. En un doble sentido, mientras que la alfarería propiciaba la construcción de vínculos hacia el interior de la casa, también permitía la creación de lazos sociales con otros espacios circundantes, a través de la incorporación de nuevos parámetros iconográficos, procedentes de los valles intermontanos. Esta consideración permitirá avanzar en los estudios sobre la naturaleza de las ocupaciones del PDR en las Cumbres Calchaquíes, especialmente en su vertiente oriental, matizando los grandes modelos explicativos vigentes hasta el momento.

La cerámica en la literatura especializada sobre el Período de Desarrollos Regionales

 

Desde las primeras exploraciones en el Noroeste Argentino, la descripción de las diferentes expresiones alfareras de las sociedades prehispánicas fue un tópico privilegiado dentro del análisis arqueológico.

En los enfoques normativos la cerámica se convirtió en un indicador privilegiado para reconocer las identidades étnicas existentes. Los objetos cerámicos fueron visualizados como entidades donde se imprimían las normas culturales que definían a un grupo cultural y que lo diferenciaban de otro, pero que carecían de utilidad de manera aislada ya que la cultura funcionaba como un colectivo monolítico que cambiaba en bloque (Olivera 1994; Salazar 2014). De esta manera, las terminologías clasificatorias (como la cerámica Santamariana) se convirtieron en equivalentes de las unidades sociales y políticas del pasado y asociaron inequívocamente las culturas definidas a través de los atributos estilísticos de la materialidad con sociedades históricamente identificables (una pretérita sociedad "Santamariana" o "diaguita") (Ciglianoet. al 1960; Márquez Miranda 1948; Márquez Miranda y Cigliano 1957; Perrota y Podestá1973).

En la vertiente oriental de las Cumbres Calchaquíes, a  principios del siglo XX  las investigaciones fueron exiguas, aunque mantuvieron el sesgo de estar  fuertemente ancladas en el registro cerámico. Los trabajos de Heredia (1974) postularon que, durante el PDR, se habría producido el reemplazo de una cultura local Candelaria en el área pedemontana por otra alóctona vinculada con grupos Santamarianos provenientes de los valles intermontanos. En contraste, para  Berberiánet al. (1977) la asociación entre piezas Candelaria y Santamarianasen el registro arqueológico indicaba un posible origen local de estas últimas, teniendo en cuenta los fechados tempranos obtenidos para las primeras fases de la cerámica SantamarianaTricolor.

Estos presupuestos teóricos y metodológicos sobre el vínculo entre expresiones cerámicas e identidad fueron retomados en gran parte por las corrientes neoevolucionistas que comenzarían a tomar fuerza en la disciplina a mediados de los setenta. Para estas perspectivas, la alfarería constituía el soporte material para legitimar las relaciones sociales asimétricas resultantes de procesos de centralización política y estratificación social. En los Valles Calchaquíes, la amplia difusión de la cerámica Santamariana fue equiparada a la expansión y consolidación de sociedades de tipo jefatura con su cabecera política en el valle de Yocavil (Tarragó 1995).

La difusión de cerámica Santamariana en las tierras bajas fue vista como evidencia material del traslado de poblaciones provenientes de Yocavil hacia distintos ambientes ecológicos, como las yungas, en un contexto de estrés ambiental y pugna por la explotación de distintos recursos naturales, como aquellos que proporcionaba el bosque montano, así como para el acceso al agua y posiblemente a tierras aptas para el cultivo (Caria y Gómez Augier 2015). Esta perspectiva tendió a reproducir los presupuestos de la Arqueología normativa, ya que se consideró que la cerámica era reflejo de las identidades étnicas, por lo cual "encontrar" estos rasgos de la materialidad fuera de las áreas centrales fue visualizado como indicador de la imposición de islas étnicas en otros pisosaltitudinales.

Estas explicaciones tradicionales mantuvieron el presupuesto de que la vertiente oriental constituía una zona marginal y periférica en relación a los desarrollos históricos de las altas culturas andinas (Ortiz et al. 2015). De esta manera, la naturaleza de los cambios ocurridos en el segundo milenio de la Era y de las diferentes expresiones materiales en el área ocupó un lugar secundario en las explicaciones arqueológicas. Sólo recientemente han comenzado a realizarse intentos sistemáticos por renovar las narrativas arqueológicas sobre estos pueblos (Caria y Gómez Augier 2015; Corvalán 2008; Manasse 2014; Salazar et al. 2019; Ventura 2001).

Área de estudio

 

El valle de Anfamase encuentra en la vertiente oriental de las Cumbres Calchaquíes, departamento de Tafí Viejo, Tucumán. Posee una altitud que  varía entre los 1300 y 3000 msnm y ocupa el piso más elevado de las yungas: el bosque montano (Figura 1). Pese a encontrarse en un espacio  neurálgico  que  vincula  al valle de Tafí con las tierras bajas a través de la Ciénega, permanece como un ámbito casi desconocido para la arqueología del NOA. De hecho, la localidad no había sido objeto de estudios sistemáticos, más allá de las exploraciones tempranas de Quiroga (1899) y una serie de sondeos con fines comparativos realizados  por  Cremonte  (1996) en los añosochenta.

 

Recientemente, el Equipo de Arqueología del Sur de las Cumbres Calchaquíes emprendió un proyecto de trabajo conjunto con la Comunidad Indígena Diaguita de Anfama en la zona, a partir del cual se han podido identificar unas 200 estructuras que en su mayoría conforman unidades residenciales distribuidas en 13 sitios (Salazar et al. 2019). Los asentamientos del PDR son considerablemente menos visibles en la región, por lo cual su identificación está sujeta a las consecuencias de la alteración antrópica (que expone rasgos arquitectónicos o materiales arqueológicos) o a la implementación de estrategias expeditivas que complementen la prospección arqueológica.


Figura 1. Ubicación de Anfama en la arqueología regional.

 

El sitio Casa Rudi 1

 

Casa Rudi 1 se emplaza en una terraza fluvial del fondo de valle del río Anfama a 1670 msnm., en las inmediaciones de la vivienda de Rudecindo y Adolfo Chocobar. Su identificación fue posible gracias a la presencia de distintos indicios de actividad humana en superficie (instrumentos de molienda fijos, fragmentos cerámicos de estilos regionales, tallas líticas, etc.). El sitio se encuentra soterrado debido a la construcción de una serie de viviendas en la parte central de dicha terraza, así como por las obras destinadas a la creación y mantenimiento esporádico del camino que conecta Anfama con la toma de agua que abastece al acueducto homónimo.

A partir de la identificación superficial de materiales con características estilísticas asignables al PDR, se plantearon dieciséis cuadrículas de 1x1 m en dos sectores del sitio: el Sector A, constituido por quince unidades de excavación ubicadas fuera del cerco que delimita el lote familiar y el Sector B, con dos sondeos en el sector norte del recinto (Figura 2). En este trabajo se comunican los datos obtenidos en la excavación en área del SectorA.

Los materiales recuperados de la excavación constituyeron un total de 172 especímenes óseos, 196 desechos de talla e instrumentos líticos y 1023 fragmentos cerámicos, distribuidos en dos momentos de ocupación del sitio y separados por un estrato compacto sin restos


Figura 2. Croquis del sitio CR1. En rojo, la excavación en área del sector A. En beige, el sector B.

 

El primer momento de ocupación del sitio se asocia a un asentamiento del primer milenio de la Era, con cerámica ordinaria sin ningún tipo de decoración similar a la de este período en la zona (Franco 2018; Salazar 2010). No se pudo identificar ningún rasgo arquitectónico, aunque se infiere que la estructura original puede haber sido desmontada para la construcción de la unidad tardía. Se trata de 145fragmentoscerámicos con pastas gruesas y abundante cantidad de antiplásticos expuestos en su superficie externa, clasificadas según su clase tecnológica como de tipo rojo grueso. Este conjunto se recuperó junto con rastros de carbón vegetal y una concreción de arcilla termoalterada en la superficiesuperior.

Descripción del conjunto

 

De las excavaciones realizadas en el sitio Casa Rudi 1 entre octubre de 2016 y julio de 2018 se recuperaron un total de 878 fragmentos cerámicos distribuidos en quince unidades estratigráficas asignables al PDR. De este conjunto se agruparon 67 familias de fragmentos. En muchos casos, se pudieron reconstruir las formas de algunas piezas en un grado considerable de su volumen total, aunque en otros, sobre todo en aquellos asociados al estilo Famabalasto Negro Grabado y Ordinario, el porcentaje de remontaje fue muy bajo.

Las capas superficiales (UE 01, UE 01b, UE 02) fueron las que registraron una mayor densidad de material cerámico (Tabla 1), aunque se trata de un sector con una fuerte alteración antrópica por lo cual los tiestos se hallan mezclados con distintos materiales sub actuales (vidrio, metal, fragmentos óseos de bóvidos, etc.).

El análisis cuantitativo considerando los fragmentos permite visualizar un predominio de los estilos Ordinario (42,77%) y Ordinario alisado por marleado (25, 83%). En segundo lugar, el Santamariano está representado en un 25,6% (tanto Bicolor como Tricolor, con un alto porcentaje de fragmentos no identificados debido a su preservación). Otros estilos regionales de la época están presentes en menor grado, Famabalasto negro grabado (4,4%), Famabalasto negro sobre rojo (0,7%) y un bajo número de tiestos que no pudieron ser identificados en ninguna categoría (0,6%). Entre los no identificados se pueden mencionar dos fragmentos con impronta de cestería en su superficie exterior, los cuales presentan un baño blanco y pintura negra, asemejando un diseño Santamariano pero sin que se haya conservado algún diseño para considerar incluirlo en la categoría propia del estilo mencionado.

El conjunto cerámico se encuentra en condiciones regulares de preservación de su superficie (70,61% del total), lo cual se hace más común en los tiestos Santamarianos que en muchos casos han perdido parte de su baño blanco o presentan descascarada la pintura. En un 22,32% de la muestra la preservación de los tiestos fue considerada mala, ya sea por un fuerte desgaste de la superficie en estilos Ordinarios o por una ausencia del baño en la cerámica Santamariana. Considerando el tipo de fractura se puede observar una tendencia similar, donde la mayoría (79,61%) está ligeramente rodada.

A través de la cuantificación por familia de fragmentos se calcularon porcentajes que difieren de los obtenidos anteriormente (Tabla 1), mostrando una predominancia del estilo Santamariano (40,29%) y del Ordinario alisado por marleado en segundo lugar (25,37%). La representación de Famabalasto negro grabado comprende un 13,44% de la muestra total, tomando en cuenta los considerados como Famabalasto no identificado los cuales incluyen ceramios de sectores de la pieza sin guardas o motivoscaracterísticos del estilo pero que presentan superficies cuidadosamente pulidas que difieren del resto de los estilos presentes por lo cual se decidió incluirlos dentro de la categoría. Bajo esta forma de cuantificación, el Ordinario aparece poco representado, por debajo de otros estilos tardíos con un 11,94% lo cual contrasta con el alto porcentaje obtenido en el cómputo del total de fragmentos (42, 8%).

 

Estilo

fragmentos

Familia de

fragmentos

 

% FF

Santamariano Bicolor

35

13

19,40

Santamariano Tricolor

25

5

7,46

Santamariano no identificado

165

9

13,43

Negro sobre rojo

1

1

1,49

Famabalasto negro grabado

12

6

8,96

Famabalasto negro sobre rojo

6

4

5,97

Famabalasto no identificado

26

3

4,48

No identificado

5

1

1,49

Ordinario

376

8

11,94

Ordinario alisado por marleado

227

17

25,37

Total

878

67

100,00

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tabla 1. Familias de fragmentos según estilos cerámicos.

Análisis tecnomorfológico y estilístico

 

a. Análisis tecnológico

 

Se observó una predominancia de pastas de cocción oxidante, con antiplásticos como cuarzo, tiesto molido y mica, así como inclusiones no identificadas negras y grises subangulares. En general, son poco densas y semicompactas, aunque también se pudieron identificar grupos de pastas muy gruesas y porosas, con abundante densidad de inclusiones que se asocian a los estilos ordinarios y probablemente, se relacionen con elecciones técnicas para mejorar su resistencia al shock térmico y mecánico.

En algunos casos (clase B, D y F), se registró una interesante homogeneidad entre pastas correspondientes a estilos cerámicos diferentes. En esta línea, se puede observar que algunas elecciones técnicas de la manufactura de las piezas fueron muy similares tanto en la producción de pucos Santamarianos como en ollas ordinarias, como se puede observar en la figura 1. A diferencia de lo observado en otros sitios tardíos de las Cumbres Calchaquíes (Cornell 1990; Palamarczuk 2002; Paéz 2011; Piñeiro 1996; Schwartz 1991) la cerámica peinada casi no presenta inclusiones de tiesto molido, una tendencia similar a lo observado para fines del primer milenio de la Era en la zona (Franco 2019). Sin embargo, la técnica utilizada (observación por lupa binocular de fracturas frescas) requiere la complementación con estudios petrográficos específicos.


Figura 3. Clases tecnológicas. b- Análisis de forma

A nivel general, se puede observar que en el conjunto cerámico recuperado predominan formas de contorno simple pequeñas (Balfetet al. 1992), principalmente aquellas asociadas con los denominados pucos Santamarianos y Famabalasto. Dentro de los estilos no decorados, como el Ordinario y Ordinario por marleado sólo se observaron vasijas cerradas correspondientes a la categoría de olla, aunque el número de indeterminados en la categoría es significativo en términos proporcionales. En menor medida, se reconocieron otras morfologías típicas de momentos tardíos, como tinajas restringidas de contorno compuesto que usualmente se asocian a las denominadas "urnas" Santamarianas o Belén (Tabla 2).

 

Dentro del grupo de pucos Santamarianos la mayoría presenta contornos  simples abiertos o cerrados y bordes entrantes de labio convexo o recto, así como paredes delgadas de van desde 3 mm hasta 6 mm con  un  diámetro que  varía entre 18 cm y 28 cm. En muy pocos casos conservan el  asa adherida o la  huella de la  misma (en arco trenzada o en cinta y maciza). Los fragmentos de base son muy reducidos y se presentan tipos cóncavo-convexas y planas. Las piezas Famabalasto negro grabado y Famabalasto negro sobre rojo son  exclusivamente cuencos abiertos y pequeños de entre 16 cm y 18 cm de diámetro y tienen igualmente paredes  delgadas (de 2 mm a 4 mm) pero no hay registro de asas ni se preservaron tiestos correspondientes a las basesalisado por marleado y se trata de vasijas de paredes gruesas de 5 mm a 13 mm de bordes rectos y labios rectos, engrosados o convexos, de textura irregular y que en algunos casos aparece "retocado" luego de una posible fractura de la pieza. Son piezas de grandes proporciones, cuyo diámetro de boca va aproximadamente desde los 28 cm hasta 34 cm incluso en aquellas con espesores más delgados. Se observaron asas aplicadas al cuerpo en forma de herradura y se recuperaron otras en arco con forma de cinta, pero que no pudieron ser remontadas en el cuerpo de ninguna pieza. Finalmente, sólo se pudo recuperar un fragmento de base de pie de compotera.

Tabla 2. Formas presentes en el conjunto.

 

Estilo

Abierto

Cerrado

 

Indet.

 

Total

Pucos

Pucos

 

Tinaja

 

Olla

Pequeño

Grande

Pequeño

Grande

Santamariano Bicolor

-

2

3

2

2

-

4

13

Santamariano no

identificado

 

3

 

2

 

2

 

-

 

1

 

-

 

1

 

9

Santamariano Tricolor

-

-

1

-

2

-

2

5

Negro sobre rojo

-

-

-

-

-

-

1

1

Famabalasto no

identificado

 

1

 

-

 

-

 

-

 

-

 

-

 

2

 

3

Famabalasto negro

grabado

 

4

 

-

 

-

 

-

 

-

 

-

 

2

 

6

Famabalasto negro

sobre rojo

 

3

 

-

 

1

 

-

 

-

 

-

 

-

 

4

No identificado

-

-

-

-

1

-

-

1

Ordinario

-

-

-

-

-

-

8

8

Ordinario alisado por

marleado

 

-

 

-

 

-

 

-

 

-

 

5

 

12

 

17

TOTAL

11

4

7

2

6

5

32

67

%

16,42

5,97

10,45

2,99

8,96

7,46

47,76

100

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 4. Principales formas del conjunto a) siluetas y dimensiones b) volúmenes c) reconstrucciones gráficas de las piezas. En amarillo se representan las piezas Santamarianas, en rojo las Famabalasto negro sobre rojo, en negro los Famabalasto negro grabado. Las piezas ordinarias están reconstruidas en marrón claro y las peinadas en marrón oscuro.

c. Marcas de uso e inferenciasfuncionales

 

A diferencia de los pucos y tinajas, las ollas sí presentan marcas de uso como hollín en la superficie. En el conjunto de CR1 se observa una gran cantidad de fragmentos ennegrecidos, que en algunos casos pueden cubrir la totalidad de la pieza otorgándole una coloración distintivamente negruzca (Figura 5). Es interesante destacar que estas marcas se presentan predominantemente en cerámicas marleadas (en un 70,92% frente a un 27,12% en las ordinarias), cuyas características morfológicas y de pasta permiten inferir que eran particularmente aptas para actividades relacionadas con la preparación de alimentos.Las ollas (Balfetet al. 1992) se corresponden con estilos como el Ordinario y el Ordinario


Figura 5. Ollas peinadas con marcas de hollín en su superficie.

Los estudios tecnomorfológicos en ceramios peinados enfatizan el hecho de que la composición de estas pastas las hace particularmente resistentes a las altas temperaturas y a razón de esto, muy útiles para la exposición al fuego (Rice 1987; Palamarczuk 2002). En el caso del conjunto analizado, se pudo observar la incorporación de inclusiones como cuarzo en la mayoría de las clases reconocidas (B, C, D). Lo anterior pudo haber obedecido a una intención de reducir la propagación de grietas que se pudieran originar, ya que las irregularidades en la microestructura como son las inclusiones o los poros limitan la propagación de fracturas (Palamarczuk 2002).

 

La preparación de la superficie mediante la aplicación del marlo de maíz para otorgarle a la misma una textura rugosa proporciona un mejor agarre de la pieza haciéndola más apta para la manipulación diaria al evitar que la misma se resbale (Rice 1987). Además, la terminación irregular provee una mayor área para la absorción del calor del fuego, lo cual las hace particularmente útiles para desempeñar funciones de cocina disminuyendo las posibilidades de que la pieza se agriete o rompa (Palamarczuk 2002). Otros tratamientos de superficie reconocidos en la muestra lo constituyen algunos fragmentos alisados mediante la aplicación de textiles, que genera un aspecto rugoso similar almarleado.

En CR1 un porcentaje importante de la muestra presenta una preservación regular o mala del peinado interior lo cual indicaría una vida útil prolongada. Las ollas utilitarias peinadas suelen presentar diferentes grados de desgaste en su superficie relacionadas al uso intensivo de la pieza, como se observa en el conjunto analizado. Al respecto, es posible observar en la cara interna de las piezas como el trazo del marlo se va haciendo cada vez más suave y menos profundo, como si se fuera borrando (Palamarczuk 2002).

 

En contraste, algunos fragmentos ordinarios lisos presentan en la cara interna una coloración negruzca que no parece responder a la exposición al fuego y que más bien respondería a algún tipo de tratamiento para utilizar las piezas como contenedoras de líquidos, generalmente realizados con resinas o materiales grasosos para alimentos como sopas o potajes. Por otro lado, las superficies de estos tiestos tienden a ser uniformes y menos rugosas al tacto, aunque con abundantes inclusiones no plásticas visibles en la cara exterior.

d. Atributos iconográficos

 

En términos generales, los diseños identificados repiten las características típicas de los estilos reconocidos para el PDR en la región tanto en lo que refiere a unidades de diseño y disposición como a la correspondencia con las formas de los soportes. De esta manera, los elementos compositivos pudieron ser asignados al repertorio iconográfico de la tradición Santamariana. En el conjunto recuperado, existen decoraciones de distinta naturaleza: pintada, al pastillaje y por incisión (Figura 6)

 

En el caso de la cerámica Santamariana, se trata de diseños realizados en negro o negro y rojo sobre el baño blanco, y sólo en algunos pocos casos se identificaron aplicaciones al pastillaje. En primer lugar, se encontraron fragmentos de tinajas con representaciones antropomorfas. Las mismas presentan aplicaciones en relieve que asemejan el arco superciliar y un pequeño ojo y que en conjunto forman un rostro que coincide con la parte del cuello de la pieza, pintadas en negro o negro y rojo sobre el baño blanco. Los pucos de este estilo presentan en general ambas caras decoradas con motivos geométricos y en menor medida, zoomorfos, aunque no se reconoció una continuidad en la composición, por lo cual los diseños del interior aparecen como un conjunto diferente escindido del exterior. La serpiente aparece representada esquemáticamente con una línea delgada a modo de cuerpo y cabeza triangular,aunque es muy limitado el número de este tipo de motivos zoomorfos. Un caso particular lo constituye un pequeño cuenco Santamariano Tricolor, con una composición lineal triangular y reticulada que cubre la parte central-superior del cuerpo (Figura 6b).

En contraste, los pucos Famabalasto negro grabado tienen decoraciones más discretas, realizadas en su totalidad por incisiones sobre la pasta aún no cocida. Se pudieron distinguir dos motivos compositivos diferentes: uno lineal-punteado y otro de rombos-grecas, ambos formando una guarda de alrededor de 2 cm de ancho que cubre el extremo superior de la pieza. El hallazgo de un borde con restos de polvo blanco sobre las incisiones permite inferir que estas piezas también tendrían incorporado este rasgo, aunque no se han realizado hasta el momento análisis específicos para determinar sucomposición.


Figura 6. Principales decoraciones del conjunto cerámico.

 

Estas características decorativas del estilo se insertan dentro de lo observado por Palamarczuk a nivel regional (Palamarczuk 2011) y fueron fácilmente reconocibles dentro de las categorías y estándares propuestos por la autora. Sin embargo, no se pudo reconocer dentro de este conjunto una de las guardas de los Famabalastonegro grabado, de doble línea de puntos pequeños (Figura 6c). Un ejemplar excepcional lo constituye un pequeño fragmento de un puco de cocción reductora, muy irregular que repite una guarda punteada imitando a la de los Famabalasto negro grabado, pero con una manufactura notablemente más improlija (Figura 6d).

 

Una de las piezas marleadas presenta una decoración antropomorfa que combina la aplicación al pastillaje y la incisión de líneas pequeñas para formar un rostro muy similar a la figura central de las urnas Santamarianas con un ojo en grano de café y cejas al pastillaje e incisiones de lágrimas, con marcas de hollín en el exterior (Figura 6f). En Tafí del Valle, Manasse (2014) recuperó vasijas similares, las cuales corresponden a formas subglobulares de tamaño mediano, con pie de compotera asociadas a momentos de contactoincaico.

 

Discusión

 

Una pregunta fundamental que deriva del análisis del material cerámico son las relaciones que se constituyen a través del consumo y la circulación del estilo Santamariano. Tradicionalmente, la difusión de la alfarería Santamariana en la vertiente oriental de las Cumbres Calchaquíes fue equiparada a la existencia de colonias étnicas para la explotación de recursos, un argumento que tendió a reproducir presupuestos normativos de la cultura material. Si bien este tipo de interpretaciones resultaron ser ampliamente útiles para explicar los cambios acontecidos durante el PDR en los Valles Calchaquíes, los datos obtenidos en contextos específicos del faldeo oriental han tendido a matizar los postulados  de estos grandes modelos analíticos y a enfatizar la dinámica de apropiación- reformulación de los actores sociales frente a la emergencia de nuevos contextos socio-políticos y culturales (Corbalán 2008; Manasse 2014).

Consideramos que lo observado en el sitio Casa Rudi 1 aporta algunas líneas  para este tipo de reflexiones. Al respecto, surgen una  serie  de  preguntas  principales: ¿Qué prácticas sociales se configuraron a partir de la producción y consumo de la cerámica? ¿Existe algún tipo de uso diferencial de estos  objetos  dentro de los escenarios relacionales de la vida cotidiana? ¿Qué inferencias se  pueden proponer a partir de estos rasgos de la cultura material cuando son consumidos en esferas de interacción tanamplias?

Las características morfológicas, tecnológicas y funcionales del conjunto cerámico sugieren que las piezas eran utilizadas en actividades relacionadas con la preparación de alimentos y que también se encontraban involucradas en prácticas sociales relacionadas con el consumo de los mismos a nivel doméstico. No se observaron diferencias importantes entre los escenarios de actividad que involucrarían a las cerámicas decoradas y a las ordinarias; por el contrario, ambas parecen destinarse a etapas medias y finales del procesamiento de alimentos dentro del espacio de sociabilidad cotidiano.

En lo que refiere a los contextos de uso, la presencia de vasijas peinadas de grandes dimensiones, con pastas porosas, tratamientos de superficie especiales y huellas de hollín en sus paredes induce a pensar que estas ollas eran utilizadas para la exposición al fuego y probablemente, para la cocción de alimentos, es decir que estarían involucradas en las etapas intermedias o finales de la preparación. La gran cantidad de pucos decorados, tanto abiertos como restringidos induce a pensar que estos pudieron haber estado involucrados en acciones de despliegue, exhibición y servicio de alimentos u otros productos (Bugliani 2008; Gazi y Salazar 2013). Al respecto, estos cuencos habrían estado vinculados a los últimos momentos de la preparación, relacionados a la mezcla y vertido de sustancias líquidas o de consumo. Los análisis de microrestros vegetales y ácidos grasos pueden, en esta línea, brindar mayor información sobre los diferentes recursos que se estaban integrando en estas prácticas sociales de alimentación.

No se observaron recipientes destinados al servicio de alimentos para compartir (como por ejemplo cuencos o jarras de grandes dimensiones) y que, por lo tanto, hiciesen inferir que se trataba de un área donde se congregaban varias personas (Bugliani 2008) o donde se desarrollaban "ocasiones sociales" (Gazi y Salazar 2013). A diferencia de esto, en CR1 es notable la predominancia de formas pequeñas. Este hecho sugiere que el consumo de alimentos era realizado a escala familiar, en un espacio donde también se estaban realizado otras actividades cotidianas y no estarían insertos (al menos en primera instancia) en actividades de tiporitual.

La coexistencia entre estilos cerámicos alóctonos y tradiciones locales observadas en el registro arqueológico estudiado induce a pensar cómo ambos se están articulando para la reproducción de los lazos sociales. La ausencia de evidencia de un uso diferencial para cada uno y la dispersión homogénea de la cerámica Santamariana dentro del espacio doméstico analizado parece indicar que la misma no constituía un "bien de élite", sino que se integraba y era percibida como parte de un conjunto artefactual más amplio de uso cotidiano. De esta manera, estaba involucrada en actividades domésticas, relacionadas con la alimentación y la reproducción biológica del grupo doméstico.

Sin embargo, la adopción de parámetros iconográficos regionales en la producción cerámica, como el repertorio Santamariano indica los fuertes vínculos existentes con espacios mas alejados, como el valle de Yocavil. De esta manera, se pudo observar que los grupos asentados en Anfama durante el PDR se encontraban inmersos en redes más amplias de interrelación de bienes, personas e  ideas,  las cuales vinculaban a los distintos territorios de las Cumbres Calchaquíes. Estos símbolos probablemente hayan sido social y culturalmente relevantes para los pueblos de la región, aunque resulta muy difícil establecer filiaciones  étnicas  a  partir de la consideración aislada de laalfafería.

Lo observado aquí nos permite establecer la existencia de algún tipo de vínculo entre las poblaciones de Anfama y las del valle de Yocavil, aunque sin poder avanzar entornoaunposibleescenariodecolonizaciónétnica.Atítulotentativo, sugerimosque la posible existencia de algunas permanencias locales en las elecciones técnicas para producir cerámica y el carácter cotidiano de su uso inducirían a pensar en una relativa autonomía de estos grupos en el nuevo escenario sociopolítico regional. Esta hipótesis de trabajo deberá ser continuada en el futuro, vinculando el análisis cerámico con otras materialidades.

 

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