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Comechingonia

versão On-line ISSN 1851-0027

Comechingonia vol.24 no.1 Córdoba abr. 2020

 

DOSSIER

LAS CONDICIONES BAJO LAS CUALES Y LA LIMITACIÓN SALUDABLE: PUERTAS AL CONOCIMIENTO ARQUEOLÓGICO

THE CONDITIONS UNDER WHICH AND THE HEALTHY LIMITATION: GATES TO ARCHAEOLOGICAL KNOWLEDGE

 

Juan Bautista Belardi1

1Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad Académica Río Gallegos (ICASUR). CONICET.Piloto Lero Rivera s/n. Campus Universitario, (9400) Río Gallegos, Argentina, juanbautistabelardi@gmail.com

 

Nunca pude leer Los "modelos." de corrido. Siempre quedé detenido en distintos párrafos y secciones anotando, evaluando mi propio trabajo y yendo desesperado a la biblioteca.

 

Comienzo mi breve comentario por el final. Bien vale la pena detenerse en los Agradecimientos y ver quienes leyeron, discutieron y comentaron distintos aspectos del manuscrito ya que les debemos muy buena arqueología. Entonces, si se empieza el trabajo "por la puerta de atrás" uno ya queda advertido, sabe lo que le espera.

 

El trabajo se centraliza sobre tres temas: la metodología de la inferencia, los límites entre arqueología y etnografía y la relevancia del presente para comprender el pasado. A partir de estas, llamémosles "excusas", la discusión se amplía y profundiza sobre muy variados casos etnográficos (pero analizados desde el punto de vista del arqueólogo) y arqueológicos.

 

En 1991 se publicó este texto y el de H. Yacobaccio, cruciales para entender el papel y el uso de la analogía en la arqueología. Ambos marcaron muchas investigaciones en la Argentina.  Entonces, desde el principio, ya Los "modelos." brinda elementos para el trabajo diario. En este sentido, "ninguna fuente de emisión de hipótesis debe dejar de ser explotada, y ese es probablemente el papel principal al que está destinada la analogía" (página 120 del original, 405 de la re-edición). Una clara invitación a pensar y a usar la imaginación.

 

La contrastación es considerada una "limitación saludable" (página 113 del original, 395 de la re-edición), fundamental para distinguir lo que es especulación de lo que es conocimiento. Me impresiona que tanto tiempo después de la publicación del trabajo el llamado a la construcción de argumentos contrastables sea tan valedero como entonces. No veo que esto se relacione necesariamente con la falta de avance de nuestra disciplina en el país, muy por el contrario, sino a la proliferación de distintos acercamientos al registro arqueológico que no han considerado (y mucho menos como una obligación) construir argumentos que puedan ser sometidos ante el propio registro. Por supuesto que la tarea es mucho más fácil si no requiere contrastación, pero el costo -en cuanto a la pérdida de oportunidades de aprender- es enorme

 

¿Cómo reconocer una situación excepcional en el registro arqueológico? En primer lugar hay un llamado a la precaución basada sobre la siguiente pregunta: ¿no se puede estar observando / identificando un extremo de un rango de variación?  Me parece que en la forma de responder esta pregunta está centralizado todo un programa de investigación que hace foco en el reconocimiento de la variabilidad en una escala regional (o, al menos, en una escala espacial más amplia que aquella que llevó a pensar que se estaba frente a algo excepcional), en el muestreo sistemático y, necesariamente, en pensar las condiciones bajo las cuales la excepcionalidad pudo suceder.  Y que, una vez identificadas, nos alertan acerca de "la falta de relevancia de nuestros esquemas interpretativos para comprender el pasado" (página 113 del original, 396 de la re-edición). Considero que este acercamiento implementado principalmente a partir de estudios distribucionales y tafonómicos debidamente enmarcados en la información paleoecológica ha sido responsable de la generación de información en grandes regiones de la Patagonia, Tierra del Fuego y, posteriormente, en Pampa y el Noroeste a lo largo de las últimas décadas.  

 

Otro punto importante es el énfasis puesto en que el funcionamiento de las sociedades cazadoras recolectoras siempre debe explicarse teniendo en cuenta las presiones interculturales (página 118 del original, 402 de la re-edición).  Me parece que aquí la arqueología argentina ha tenido un gran desarrollo y me refiero a la posibilidad de evaluar la interacción a través de, por ejemplo, estudios genéticos, isotópicos y osteométricos sobre restos humanos, de proveniencia y circulación de materias primas y de distribuciones de técnicas, diseños y tipos de artefactos. 

 

Si hay presiones interculturales no hay sociedades prístinas (ni la consecuente necesidad de buscarlas). Siempre existieron vecinos e influencias. Aquí viene el sensato llamado a evaluar si las sociedades son o no dependientes de la densidad (página 115 del original, 398 de la re-edición). El primer aspecto se podría ampliar hacia que tampoco existen los ambientes prístinos (entre otros, Petraglia 2018). Entonces, ¿qué se busca al estudiar sociedades cazadoras recolectoras actuales -tan influidas por otros tipos de sociedades? L. Borrero da tres respuestas posibles: son adaptaciones interesantes en sí mismas, se pueden analizar problemas específicos en escalas más acotadas que la de la sociedad como un todo y se pueden estudiar con el fin de desarrollar y controlar instrumentos intelectuales (establecer las condiciones bajo las cuales poder justificar inferencias) (página 116 del original, 399-400de la re-edición). Un muy buen ejemplo de la importancia y el logro de estos tres objetivos pueden verse en el reciente libro de Codding y Kramer (2016) sobre cazadores recolectores en el siglo XXI.

 

Hay además una evaluación de diferentes estrategias relacionadas con el estudio de momentos históricos que parten de considerar al contacto como un proceso (página 118 del original, 40-403 de la re-edición) -y aquí también existe un desarrollo importante en el país. Esto conduce luego a plantear que "las sociedades cazadoras recolectoras que podemos observar hoy (1991) probablemente no funcionan como sistemas adaptativos" (página 121 del original, 406 de la re-edición), "donde adaptativo significa, mínimamente, que permite mantener los niveles de la población" (página 119 del original, 403 de la re-edición). Desgraciadamente, los trabajos reunidos en el mencionado libro de Codding y Kramer, si bien indican la persistencia en nuestro siglo y cierta resiliencia de estas sociedades -más marcado en el caso de los grupos Martu-, también muestran muy bajas demografías y amplios rangos de variabilidad en la obtención de recursos que sustentan la observación de L. Borrero (me temo que contra los muy buenos deseos de los editores del libro). Más allá del horror con que puede verse esta situación de pérdida de variabilidad (en el más amplio de los sentidos) desde la perspectiva del arqueólogo, también sostiene un argumento central para todos nosotros y que el autor desprende como conclusión del simposio Manthe Hunter: la manifiesta flexibilidad de las poblaciones cazadoras recolectoras que se refleja en la variabilidad del registro arqueológico (página 121 del original, 406 de la re-edición). Afortunadamente este sigue siendo un tema central de estudio de becas y tesis en el país.      

 

Han pasado 27 años desde la publicación de Los "Modelos de situaciones excepcionales" y el estudio de las sociedades de cazadores recolectores. Es un trabajo absolutamente vigente, donde lo único que se podría actualizar son las citas bibliográficas (sin desmedro de las originales). Desde la ventaja que da el tiempo -algo por todos nosotros conocido- podríamos pensar en qué bueno que también se hubiera integrado la tafonomía y la paleoecología, procesos de poblamiento. nada que Luis Borrero no haya hecho en otros trabajos y que aun así están presentes entre líneas. A la vez, el tiempo nos permite ver que muchas cosas que en el trabajo conformaban una agenda ahora se encuentran en pleno desarrollo.

 

Para mi este trabajo es, junto con el Golden Marshalltown de K. Flannery (1982), una guía para pensar y a repensar el propio trabajo, una suerte de primera lista de planteos epistemológicos, metodológicos y de actitudes hacia la disciplina a ser valorados antes y durante la investigación. Por eso creo que es bueno tenerlos a mano y releerlos. Los "modelos." no es sólo un referente para los que estudian cazadores recolectores sino para todos los arqueólogos.

 

Bibliografíacitada

 

Codding, B. y K. Kramer (eds.)

2016 Why Forage? Hunters and Gatherers in the Twenty-First Century. School for Advanced Research. Advance Seminar Series. University of New Mexico Press, Albuquerque.

Flannery, K.

1982 The golden Marshalltown: a parable for the archaeology of the 1980s. American Anthropologist, New Series 84(2): 265-278.

Petraglia, M.

2018 Hominins on the move: An assessment of anthropogenic shaping of environments in the Paleolithic. En Human Dispersal and Species Movement. From Prehistory to the Present, N. Boivin, R. Crassard y M. Petraglia (eds.), pp. 90-118. Cambridge UniversityPress, Cambridge.

Yacobaccio, H.

1991 Información actual, Analogía e interpretación del registro arqueológico. Shincal 3(1): 185-194.

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