SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.24 número1EL PENSAMIENTO TIPOLÓGICO COMO OBSTÁCULO PARA LA ARQUEOLOGÍA DE LOS PROCESOS DE EVOLUCIÓN EN LAS SOCIEDADES SIN ESTADO índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Comechingonia

versão On-line ISSN 1851-0027

Comechingonia vol.24 no.1 Córdoba abr. 2020

 

DOSSIER

EL ESTUDIO DE LAS FORMACIONES SOCIALES PREINCAICAS DEL NOROESTE ARGENTINO 25 AÑOS DESPUÉS

THE STUDY OF PRE-INCA SOCIAL FORMATIONS IN NORTHWEST ARGENTINA, 25 YEARS LATER

 

Axel E. Nielsen1

1CONICET - Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano

 

Aprovecho esta oportunidad que gentilmente me brinda el Comité Editorial de Comechingoniapara comentar los cambios experimentados en el modo de encarar la investigación arqueológica de lasformaciones sociales preincaicasdel NOA durante los 25 años transcurridos desde que escribiera el artículo que se vuelve a publicar en este volumen.

 

Ante todo, creo que la noción de que la diversidad de sociedades prehispánicas podía ser provechosamente conceptualizada a través de una serie de tipos generales de complejidad creciente ha quedado atrás. Las críticas que recibió el evolucionismo cultural durante los últimos años del siglo XX en la literatura arqueológica anglosajona -de las que aquél trabajo fue un eco local (ver también GneccoyLangabaeck 2007)-fueron parcialmente responsables de ese cambio. Pero en elNOA y regiones aledañas, mucho tuvo que ver también el avance de la propia investigación arqueológica regional, que puso de manifiesto que las tipologías evolucionistas introducidas en la década de 1970 (Núñez Regueiro 1974) eran manifiestamente inadecuadas para caracterizarlas sociedades prehispánicas de la región o entender los procesos que daban cuenta de sus transformaciones.

 

En primer lugar, las investigaciones sobre cazadores-recolectores de fines del Holoceno medio y comienzos del tardío, revelaronprácticas de consumo diferido, territorialidad, liderazgo, ritualidad y tráfico a larga distancia, que sólo cobran sentido en el marco de estructuras sociales de considerable complejidad (Aschero yYacobaccio 1999; Hocsman 2002), muy alejadas de las sencillas bandas nómades del imaginario neo-evolucionista. Afortunadamente, estos estudios no se conformaron con incorporar un nuevo tipo social -los "cazadores complejos"- sino que mantienen su foco en la variabilidad espacial y temporal de estas formas de vida y en la búsqueda de herramientas teóricas que den cuenta de ella, apelando a perspectivas teóricas diversas, desde la ecología evolutiva hasta la teoría social (López yRestifo 2014; Pastor et al. 2017; Yacobaccio 2006).

 

El concepto de "tribu" fue escasamente utilizado en el NOA (Raffino 1988), donde tuvo mayor influencia el de "sociedades tipo Formativas" (Olivera 2001), caracterizadas por una vida aldeana relativamente sedentaria basada en la producción agrícola y/o ganadera(Albeck 2000).Los estudios realizados durante las últimas décadas en contextos de ese período, sin embargo, muestran queel contraste entre predadores y productores de recursos no es tan nítido; primero, porque la caza y recolección siguieron siendo aspectos importantes de la economía en la mayoría de los casos, segundo, porque caza-pastoreo y recolección-agricultura representan continuos que comprendenvariadasprácticas de interacción entre seres humanos y otras especies que fueron combinadas de modo distinto (Lema 2014; Yacobaccioy Vilá 2013). Más aún, varios autores han abandonado el concepto de producción en favor del de "crianza", una metáfora más apropiada para entender las relaciones de domesticidad entre humanos, plantas y animalesen los Andes (Haber 2007). Tampoco la vida aldeana parece haber estado tan generalizada, teniendo en cuenta que gran parte de la población habitaba en forma dispersa y mantenía un alto grado de movilidad entre escenarios de distinta jerarquía y funcionalidad.Muchos investigadores, entonces, prefieren actualmente caracterizar esta época, no en términos deformas económicas o de asentamiento específicas, sino de la centralidad de los grupos domésticos y sus lógicas de reproducción en los procesos sociales, una propuesta que arraiga firmemente en las teorías de la práctica y la estructuración. Este es un cambio importante, ya que trasciende las generalizaciones empíricas propias de las explicaciones tipológicas para buscar principios generativos que puedan dar cuenta de la variabilidad de las prácticas y su materialidad. Un orden social regido por la sostenida agencia de familias campesinas -miembros no-humanos incluidos- gestionando sus recursos en forma relativamente autónoma podría dar cuenta de distintos aspectos del registro arqueológico de esta época, incluyendo las múltiples combinaciones de actividades económicas,la configuración de las redes de riego, la organización de las viviendas, su distribución y su variable relación con las áreas de pastoreo y cultivo, la heterogeneidad de los conjuntos cerámicos, lamacro-morfología de las redes de tráfico o la importancia dada en ciertas regiones a los ancestros como referentes del grupo, entre otros (Franco Salviet al.2014;Korstanjeet al. 2015; Quesada 2006; Scattolin 2007).

 

El tipo social más influyente en la arqueología del NOA, sin embargo, ha sido la jefatura, asociada con el advenimiento de ladesigualdad institucionalizada. Mientras que en la década de 1970 se utilizó con referencia a los desarrollos regionales posteriores al 1000 d.C., en los 90 se aplicó también a las comunidades vinculadas con la iconografía Aguada, retrotrayendo así los orígenes de la desigualdad en el NOA a mediados del primer milenio d.C. (González 1999; Pérez 2000; Tarragó 1999). Aunque el concepto de jefatura fueraeventualmente abandonado, la tesis de la "primera sociedad desigual" continúa animando a los investigadores del fenómeno Aguada, aunque haya resultado difícil encontrar evidencias arqueológicas que respalden claramente esta interpretación (Laguens 2007). Además, algunos de los principales indicadoresde "desigualdad temprana", como iconografía y parafernalia ritual elaboradas,o bienes que revelan una sofisticada destreza técnica en su confección (p.ej., metales, esculturas líticas), se encuentran presentes con anterioridad (Lazzariet al. 2015; Scattolinet al.2010). Falta aquí el conocimiento sobre contextos de producción, circulación y consumo de estos bienes que es necesario para ponderar su eficacia social.

 

En cualquier caso, los enfoques centrados en la práctica y la estructuración ofrecen un modo diferente de entenderestos procesos. Si la preeminencia de la agencia doméstica fueel principio distintivo deuna época, cabe pensar que su subordinación a escalas supra-domésticas de reproducción debería marcar su fin. ¿Qué tipo de eventos o correlatosmateriales anuncian esta transformación? La aparición de escenarios destinados al ritual colectivo, como montículos, plataformas, plazas o recintos ceremoniales(Callegariet al.2015; Gordillo 2004) es un buen candidato, en la medida en que podría revelarcompromisos con un orden colectivo-tal vez jerarquizado-que pudo poner límites a la autonomía doméstica. Lugares así, sin embargo, también existieron en el NOA desde comienzos del primer milenio (Tartusiy Núñez Regueiro 1993)-y tal vez antes si se toma en consideración la arquitectura ceremonial de la vecina Atacama (Núñez et al. 2006)-y los cultos asociados a ellos no parecen haberse propagado más allá de zonas acotadas ni haber transformado en forma duradera las lógicas de reproducción social. Nuevamente, el fenómeno Aguada, con su arquitectura ceremonial y sugerente iconografía, es un candidato más prometedor, aunque la Integración Regional a él asociada parece bastante acotada, heterogénea y descentralizada (Cruz 2007).

 

Otra posibilidad es que hayan sido los conflictos endémicos que azotaron el NOA durante los siglos XIII y XIV -sobre todo la inseguridad asociada a ellos- los que terminaron por subordinar los grupos domésticos de varias regiones a lógicas colectivasde gestión del territorio y los recursos. La redistribución poblacional y abandono de algunas regiones (y el consiguiente desarraigo de innumerables familias), la construcción de complejos agrícolas organizados a escalas supra-domésticas, la proliferación de escenarios de congregación asociados al comensalismo político, la implementación de estrategias defensivas a escala supra-comunitaria (p.ej., inter-visibilidad de sitios defensivos, formación de tierras-de-nadie) y la consolidación de estilos regionales contrastados, son algunos de los fenómenos que anuncian la consolidación de nuevas lógicas de reproducción social en esos momentos.Aunque las formaciones políticas emergentes de esta época turbulenta integraron en algunos casos poblaciones de varios miles de personas, lo cierto es que no muestran el grado de centralización ni las formas de consumo conspicuocomúnmente atribuidas a jefaturas o sociedades de rango.

La etnografía y etnohistoria centro-sur andinas, en cambio, ofrecen elementos útiles para pensar este orden social, anterior al Inca, aún cuando la información documental para el NOA es exigua en estos aspectos.El cotejo de estas fuentes con la evidencia arqueológica indica que la constitución corporativa de los sujetos, la dinámica segmentaria, la organización heterárquica del campo político y la inclusión de personas no-humanas (ancestros, wak'as) como miembros plenos de la comunidad eran algunos de los principios que estructuraban aquella sociedad (Nielsen 2006). Hay que destacar, sin embargo, que una organización de este tipo es compatible con comunidades de diferente escala y con distintos grados de desigualdad. Aunque la homogeneidad que en cada región muestra la cultura material de la época comunica un ethos de igualdad (Acuto 2007; Nielsen 2001), las fuentes escritas dos o tres siglos después revelan que en algunas federaciones étnicas sur andinas existían significativas diferencias hereditarias en la distribución del capital político (Plattet al. 2006). Mayor investigación será necesaria para establecer, cuánta desigualdaden el acceso a qué clases de bienes fue negociada en cada región en el marco de estos principios.

Mirado en perspectiva y a la luz de la investigación arqueológica de los últimos años, el devenir del orden social prehispánico en el Noroeste Argentino carece de la direccionalidad o la progresión de etapas que proponía la narrativa evolucionista cultural. Actualmente, se parece más a la historia, una trayectoria heterogénea, contingente, con rupturas y continuidades, cuya naturaleza recién comienza a ser explorada.

 

Bibliografía Citada

 

Acuto, F.A.,

2007 Fragmentación vs. integración comunal: repensando el Período Tardío del Noroeste Argentino. Estudios Atacameños 34: 71-95.

Albeck, M. E.

2000 La vida agraria en los Andes del Sur. En: Nueva Historia Argentina, Vol. 1, editado por M. N. Tarragó, pp. 187-228. Sudamericana, Buenos Aires.

Aschero, C. y H. Yacobaccio

1998-1999 20 años después: Inca Cueva 7 reinterpretado. Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano 18: 7-18.

Callegari, A., Spengler, G. y M.G., Rodríguez

2015 La complejidad social en Aguada. El caso del Valle de Antinaco, departamento de Famatina, Norte de la provincia de La Rioja (Argentina). Arqueología21, pp.111-137.

Cruz, P.

2007 Hombres complejos y señores simples. Reflexiones en torno a los modelos de organización social desde la arqueología del valle de Ambato (Catamarca). En Procesos sociales prehispánicos en el sur andino. La vivienda, la comunidad y el territorio. A. Nielsen, C. Rivolta, V. Seldes, M. Vázquez & P. Mercolli, pp. 99 - 122. Ed. Brujas, Córdoba.

Franco Salvi, V. F., Salazar, J. y E. E., Berberián

2014 Paisajes persistentes, temporalidades múltiples y dispersión aldeana en el valle de Tafí (provincia de Tucumán, Argentina). Intersecciones en Antropología 15: 307-322.

Gnecco, C. y C. Langabaeck

2007 (eds.). Contra la Tiranía Tipológica en Arqueología: Una Visión desde Sudamérica. Universidad de los Andes-Ceso, Bogotá.

González, A. R.

1999 La cultura de La Aguada y el Período Formativo. Evolución e historia en el proceso cultural del Noroeste argentino. En Formativo Sudamericano: Una Revaluación, editado por P. Ledergerber-Crespo, pp. 285-301. Abya-Yala, Quito.

Gordillo, I.

2004 La arquitectura ritual durante el Período Medio del Noroeste argentino prehispánico. Revista Andina 39: 257-281.

Haber, A.

2007 Arqueología de Uywaña: un ensayo rizomático.En Producción y Circulación Prehispánicas de Bienes en el Sur Andino, editado por A. Nielsen, C. Rivolta, V. Seldes, M. Vázquez & P. Mercolli, pp. 13-34. Ed. Brujas, Córdoba.

Hocsman, S.

2002 ¿Cazadores-recolectores complejos en la puna meridional argentina? Entrelazando evidencias del registro arqueológico de la microrregión de Antofagasta de la Sierra (Catamarca). Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XXVII: 193-214.

Korstanje, A., M. Lazzari, M. Basile, F. Bugliani, V. Lema, L. Pereyra Domingorenay M. Quesada

2015 (eds.). Crónicas materiales precolombinas. Arqueología de los primeros poblados del Noroeste Argentino. Sociedad Argentina de Antropología, Buenos Aires.

Laguens, A.G.

2007 Contextos materiales de desigualdad social en el valle de Ambato, Catamarca, Argentina entre los siglos VII y X dC. Revista Española de Antropología Americana 37: 27-49.

Lazzari, M., García Azcárate, J. y C. Scattolin

2015 Imágenes, presencias, memorias. Genealogía y geografía en la piedra durante el primer milenio DC. Crónicas Materiales Precolombinas. Arqueología de los Primeros Poblados del Noroeste Argentino, editado por A. Korstanje, M. Lazzari, M. Basile, F. Bugliani, V. Lema, L. Pereyra Domingorenay M. Quesada, pp. 603-633. Sociedad Argentina de Antropología, Buenos Aires.

Lema, V.

2014 Boceto para un esquema: domesticación y agricultura temprana en el Noroeste argentino. Revista Española de Antropología Americana 44: 465-494.

López, G.E. y F., Restifo

2014 Procesos de diversificación, intensificación y domesticación a lo largo del Holoceno en las tierras altas del norte de Argentina y Chile: aportes desde la Puna de Salta. Comechingonia 18: 95-116.

Nielsen, A. E.

2001 Evolución del espacio doméstico en el Norte de Lípez (Potosí, Bolivia) ca. 900-1700 d.C. Estudios Atacameños 21:41-61.

2006 Plazas para los antepasados: descentralización y poder corporativo en las formaciones políticas preincaicas de los Andes circumpuneños. Estudios Atacameños 31:63-89.

Núñez Regueiro, V.

1974 Conceptos instrumentales y marco teórico en relación al análisis del desarrollo cultural del Noroeste argentino. Revista del Instituto de Antropología5, pp.169-190.

Núñez, L., Cartajena, I., Carrasco, C., y P., de Souza

2006 El templete Tulán de la Puna de Atacama: emergencia de complejidad ritual durante el Formativo Temprano (norte de Chile). Latin American Antiquity 17: 445-473.

Olivera, D.

2001 Sociedades agropastoriles tempranas: el Formativo inferior del noroeste argentino. En Historia Argentina Prehispánica, editado por E. Berberián& A. Nielsen, Vol. 1, pp. 83-127. Editorial Brujas, Córdoba.

Pastor, S., D. Rivero, A. Recalde, I. Díaz y G. Truyol

2017 Procesos y paisajes sociales en las sierras centralesde Argentina durante el Holoceno tardío inicial (ca. 4200-2000 años AP). Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XLII: 281-303.

Pérez Gollán, J.A.

2000 El jaguar en llamas (La religión en el antiguo Noroeste argentino). Nueva Historia Argentina, Vol. 1, pp.229-256. Sudamericana, Buenos Aires.

Platt, T., T.Bouysse-Cassagne y O.Harris

2006 Qaraqara-Charka: Mallku, Inka y Rey en la Provincia de Charcas.Historia Antropológica de una Confederación Aymara. Instituto Francés de Estudios Andinos, La Paz, Bolivia.

Quesada, M.N.

2006 El diseño de las redes de riego y las escalas sociales de la producción agrícola en el 1er milenio DC (Tebenquiche Chico, Puna de Atacama). Estudios Atacameños 31: 31-46.

Raffino, R. A.

1988 Poblaciones indígenas en Argentina. TEA, Buenos Aires.

Scattolin, M. C.

2007 Estilos como recursos en el noroeste argentino. En Procesos sociales preshipánicos en el sur andino. La vivienda, la comunidad y el territorio, editado por A. Nielsen, C. Rivolta, V. Seldes, M. Vázquez & P. Mercolli, pp. 291-321. Brujas, Córdoba.

Scattolin, M.C., Bugliani, M.F., Cortés, L.I., Pereyra Domingorena, L. y M., Calo

2010 Una máscara de cobre de tres mil años: estudios arqueometalúrgicos y comparaciones regionales. Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 15: 25-46.

Tarragó, M. N.

1999 El formativo y el surgimiento de la complejidad social en el Noroeste argentino. En Formativo Sudamericano: Una Revaluación, editado por P. Ledergerber-Crespo, pp. 302-313. Abya-Yala, Quito.

Tartusi, M. y V. NúñezRegueiro

1993 Los centros ceremoniales del NOA. Publicaciones 5:1-49. Instituto de Arqueología. Universidad Nacional de Tucumán.

Yacobaccio, H.D.

2006 Intensificación económica y complejidad social en cazadores-recolectores surandinos. Boletín de Arqueología PUCP 10: 305-320.

Yacobaccio, H.D. yB., Vilá

2013 La domesticación de los camélidos andinos como proceso de interacción humana y animal. Intersecciones en Antropología 14: 227-238.

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons