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Comechingonia

On-line version ISSN 1851-0027

Comechingonia vol.24 no.2 Córdoba Nov. 2020

 

ARTICULOS

ANTRACOLOGÍA DE UNA UNIDAD RESIDENCIAL DE EL PICHAO (TUCUMÁN-ARGENTINA)

ANTHRACOLOGY OF AN RESIDENTIAL UNIT AT EL PICHAO (TUCUMÁN - ARGENTINA)

 

María Gabriela Aguirre1

María Marta Sampietro Vattuone2

Maiadel Rosario Rodríguez3

Sergio Fabián Cano4

 

1 CONICET. Facultad de CN e IML, Universidad Nacional de Tucumán, Miguel Lillo 205 (4000). Tucumán, Argentina. Email: mgabaguirre@hotmail.com

2 CONICET. Laboratorio de Geoarqueología – FCN e IML, Universidad Nacional de Tucumán Miguel Lillo 205 (4000) San Miguel de Tucumán, Argentina. Email: sampietro@tucbbs.com.ar

3 Laboratorio de Geoarqueología – FCN e IML, Universidad Nacional de Tucumán. Miguel Lillo 205 (4000) San Miguel de Tucumán, Argentina. Email:maiadelrosario@hotmail.com

4Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas “Antonio Serrano”, Carlos Gardel 62 (3100) Paraná, Entre Ríos,Argentina. Email: maiadelrosario@hotmail.com

 

Presentado: 01/08/2019

Aceptado:02/12/2019


Resumen

El sitio arqueológico El Pichao ha sido estudiado desde diversos aspectos, sin embargo, hasta la actualidad no se había llevado a caboel análisis antracológico de las muestras recuperadas en unidades residenciales del período de Desarrollos Regionales (1000-535 AP). Este tema se aborda mediante el estudio de carbones obtenidos en la unidad STucTav5 - 100. La identificación taxonómica de los macro restos se realizó mediante la comparación de los carbones arqueológicos con una colección de referencia de cortes histológicos que incluye ejemplares de la flora del área de estudio; los carbones se examinaron observando las secciones transversal, longitudinal tangencial y longitudinal radial del leño bajo lupa binocular, microscopio óptico con luz incidente y se tomaron fotografías con microscopio electrónico de barrido. En el conjunto de carbones se identificaron a los siguientes taxa: Prosopissp., P. torquata, Geoffroeadecorticans, Acacia sp. Nicotiana glauca, Bulnesiaschickendantzii, Larrea divaricata y un taxón quedó en la categoría de No Identificado.Los mismos forman parte de la flora local del área y habrían sido usados durante ocupaciones correspondientes al período de Desarrollos Regionales y posteriores. Los datos generados alientan al desarrollo de esta línea de trabajo en el área.

Palabras clave:Antracología, Combustibles leñosos, Noroeste Argentino, Desarrollos Regionales.

Abstract

The archaeological site El Pichao has been studied from various aspects, however, the anthracological analysis of samples recovered in residential units of the Regional Development period (1000-535 AP) had not yet been carried out. This topic is addressed by studying carbon obtained from the STucTav5 - 100 unit. The taxonomic identification of the macro remains was made by comparing the archaeological carbons with a reference collection of histological cuts that includes specimens of the flora of the study area; the carbons were examined by observing the transverse, longitudinal tangential and longitudinal radial sections of the log under a binocular magnifier, optical microscope with incident light and photographs were taken with microscope. In the set of carbons, the following taxa were identified: Prosopis sp., P. torquata, Geoffroeadecorticans, Acacia sp., Nicotianaglauca, Bulnesiaschickendantzii, Larreadivaricata and one taxon remained in the category of Unidentified. They are part of the local flora of the area and would have been used during occupations corresponding to the period of Regional and subsequent Developments. The data generated encourages the development of this line of work in the area.

Key words:Anthracology, fuel, Northwest of Argentina, DesarrollosRegionales period.


 

Introducción

 

El sitio arqueológico El Pichaose encuentra ubicado en la zona central del piedemonte oriental de la porción tucumana de la Sierra de Quilmes (Figura 1). Desde el punto de vista arqueológico registra ocupaciones datadas medianteTL y 14C-AMS desde el Período Formativo (ca. 500 AC-1000 a.C.) hasta el Hispano-Indígena (1535-1667 a.C.), incluyendo un amplio sector perteneciente al Período de Desarrollos Regionales (1000-535 AP) (Cornell y Johansson 1993;Stenborg 2002).

Este último período se caracteriza en el valle por el incremento en la densidad demográfica, intensificación en la explotación agropastoril, mayor complejidad cultural, aumento del intercambio de bienes a media y larga distancia y el surgimiento de estructuras de liderazgo político más complejas. El proceso de complejidad creciente condujo al establecimiento de centros conglomerados hacia el 1300 a.C. (Tarragó 2000;Nastri 2003). El dominio político del Curaca y la élite, aparentemente se sostenía por el ejercicio del control sobre las economías de las unidades domésticas y sus excedentes, la producción artesanal y el tráfico caravanero (Martel 2010). La concentración de poder y el incremento demográfico llevó al surgimiento de los asentamientos conglomerados semiurbanos donde en algunos casos se observan sectores diferenciados vinculados a los grupos gobernantes ubicados en sitos estratégicos del paisaje, frecuentemente con estructuras defensivas (González y Tarragó 2005;Nastri 2001; Williams 2003).

Un amplio sector del sitio arqueológico El Pichao, que alcanza las 500 ha, corresponde a esta etapa y está asentado en el ápice del abanico aluvial de nivel 3 formado durante el Holoceno Superior (Peña-Monné y Sampietro-Vattuone 2016). El sector está compuesto por un conjunto de 280 unidades residenciales, extensos campos de cultivo aterrazados, morteros comunales, canales de riego, estructuras monticulares de culto y cementerios; no hay arquitectura monumental (Cornell y Sjodin 1990, 1991). Las unidades residenciales, también conocidas como casas Ambrosetti, están compuestas por un patio rectangular (de 20 x 15 m de lado, llegando en algunos casos a alcanzar los 40 x 25 m), alrededor del cual se disponen habitaciones enúmero y morfología variable, normalmente de forma redondeada.


Figura 1. Ubicación del sitio arqueológico El Pichao

Las excavaciones realizadas señalan el uso doméstico e integrado de las estructuras que conforman la unidad (Cornell y Sjodin 1990, 1991;Cornell 1993;Bengtsson 1992). Las paredes en ocasiones exceden el metro de ancho,están construidas con la técnica de muro doble relleno, normalmente cimentadas con lajas de gran tamaño enterradas verticalmente en el terreno. En algunos sectores del sitio estas unidades son contiguas, conformando complejos arquitectónicos. Las unidades más grandes se encuentran en las zonas más llanas del yacimiento, coincidente con los sectores más antiguos datados para del Período de Desarrollos Regionales.

 

Las excavaciones realizadas en el año 2002 en una unidad habitacional (STucTav5-100) han brindado una muestra antracológica de gran interés; ante la falta de estudios previos en la materia, el objetivo principal de este trabajo ha sido indagar en el uso y consumo de recursos combustibles durante la ocupación de dicha unidad (Período de Desarrollos Regionales).

 

En un contexto general, este estudio se enmarca dentro de la Arqueobotánica y en específico, en el campo de conocimiento de la Antracología, término que proviene de la palabra griega ántraxakos que significa “carbón ardiente” (EubaRementeria 2008). El carbón es el resultado de acciones humanas con fines domésticos o industriales y es producido también en la naturaleza a través de incendios naturales y de la actividad volcánica (Scott y Damblon 2010). Al ser este elemento el producto de fenómenos naturales y culturales, distintas disciplinas se han interesado a lo largo del tiempo en el estudio de sus procesos de formación. Así, la Antracología hace referencia al “estudio e interpretación de los restos leñosos carbonizados provenientes de suelos o de sitios arqueológicos y permite la reconstrucción de la vegetación leñosa local” (ScheelYbert 2004: 3). Ludemann y Nelle (2017) proponen que la ciencia del carbón o Antracología ha ganado reconocimiento dentro de las investigaciones científicas debido a la capacidad para aportar datos en la reconstrucción de la vegetación a escalas “finas” y por documentar el uso de la madera dentro de las poblaciones humanas.

Características del área de estudio

 

El valle de Santa María es una depresión tectónica orientada de S a N, entre Pie de Médano (Catamarca)yel encuentro con el valle Calchaquí (Salta). Sus límites son al oeste la Sierra de Quilmes y al este la Sierra de Aconquija en el tramo sur y las Cumbres Calchaquíes en el centro y norte.

 

La Sierra de Quilmes forma una barrera continua que acoge las cabeceras de numerosos torrentes. En la vertiente estetodos son afluentes del río Santa María, configurando con sus conos aluvialesun extenso piedemonte. En el sector de Colalao del Valle – El Bañado, este piedemonte está formado por la coalescencia de los abanicos aluviales de cuatro cursos torrenciales que, de N a S, son los ríos Anchillos, Managua, Pichao y Las Chilcas – Talapazo. En el ápice de uno de estos conos se localiza El Pichao, a una altitud media de 2200 ms.n.m. (Peña-Monnéy Sampietro-Vattuone 2016).

 

El clima de la región presenta características semiáridas con un fuerte déficit hídrico a lo largo del año. Las precipitaciones medias oscilan entre los 200 mm en el fondo del valle las cuales se incrementan levemente hacia las laderas. La fauna es variada y rica en roedores, reptiles y camélidos.

 

Desde el punto de vista fitogeográfico, en el valle se presentan las provincias Prepuneña y del Monte (Cabrera 1976). La primera abarca las quebradas y laderas del noroeste de la Argentina desde Jujuy a La Rioja, entre 1.000 y 3.400 ms.n.m; allí predomina la vegetación arbustiva, baja y dispersa, mezclada con cactáceas del género Trichocereus (cardones). Son frecuentes los arbustos de Caeslapiniatrichocarpa, Cercidiumandicola, Adesmiainlexa y cactáceas de los géneros Opuntia, Parodia y Lobivia y a orillas de los ríos crecen bosquecillos de Prosopisferox (churqui) y matorrales de Schinusareira (molle) asociados con Baccharissalicifolia (chilca).

 

En cuanto a la Provincia del Monte, esta ocupa las regiones más áridas de la Argentina, siendo la formación florística dominante el matorral con dominancia de especies de la familia Zigophyllaceae pertenecientes a los géneros Larrea (jarillas), Bulnesiaschickendantzii (montenegro), Plectrocarpa y otras especies arbustivas, tales como Montteaaphylla (mata-sebo), Cassiaaphyla (pischana), Cercidiumpraecox (brea), Chuquiragaerinacea (chilladora), Prosopis alpataco (alpataco) y Bulnesia retama (retamo) (Cabrera y Willink 1973). En general el género Larrea está presente en todas estas asociaciones. En la porción septentrional de esta provincia abundan las cactáceas y hay algunas comunidades edáficas en las orillas de los ríos tales como bosquecillos de algarrobos (Prosopisflexuosa y P. chilensis), chilcales de Baccharissalicifolia y Tessariadodoneaefolia en suelos húmedos y matorrales de Allenrolfeavaginata y Suaedadivaricata en suelos salinos (Morello 1958; Cabrera y Willink 1973).Así, en el valle de Santa María la diversidad de ambientes se expresa en un variado conjunto de comunidades vegetales que se suceden formando varios pisos de vegetación en una superficie relativamente reducida (Escudero Martínez 1991).

Caracteristicaspaleoambientales del Holoceno superior

 

El Holoceno superior en el valle se caracteriza por el establecimiento de un período húmedo datado alrededor del 2400 AP (Sampietro-Vattuone y Peña-Monné 2016) contemporáneo con el establecimiento de las primeras sociedades sedentarias a nivel regional. El cambio drástico del uso del espacio, con la tendencia creciente orientada a la adecuación de los valles para la producción agrícola produjo un profundo deterioro global del paisaje, evidenciado por procesos de morfogénesis acelerada llevando al desarrollo de grandes superficies de acumulación (Sampietro-Vattuoneet al. 2018). La geomorfología regional de la vertiente oriental de la Sierra de Quilmes evidencia el desarrollo de grandes abanicos coalescentes contemporáneos con esta época que abarca entre ca. 2800 AP y el 600 AP (Peña-Monné y Sampietro-Vattuone 2016). Hacia fines del primer milenio de la era, sugestivamente contemporánea con la transición entre el Formativo y los Desarrollos Regionales, se estableció una fase particularmente seca en la zona evidenciada por activaciones dunarias (Peña-Monnéet al. 2015). No se conoce con exactitud la duración de este período pero se ha establecido que además hubo otros tres momentos de activación dunaria datados en ca. 1300 a.C., 1600 a.C. y finalmente 1700 a.C. (el último probablemente vinculado a nuevos cambios en el uso del espacio).

 

El sitio arqueológico de elpichao. La unidad residencial 100

 

La Unidad Residencial 100 (STucTav5 – 100) (Figura 2) se encuentra en el sector apical del abanico aluvial de nivel 3 de El Pichao. Es representativa de una de las zonas más extensas de la localidad arqueológica de El Pichao ocupada principalmente durante los Desarrollos Regionales. Se trata de una unidad habitacional de 20 m de largo por 15 m de ancho compuesta por dos estructuras asociadas: un gran recinto de piedra de muro doble de forma subcuadrangular (Estructura B), dentro del cual se encuentra adosado hacia la esquina NE otro recinto menor de 5 m de diámetro y de forma pentagonal (Estructura A), también con muros de piedra doble. Esta unidad está ubicada en el Sector II del sitio, conocido también como “Complejo A”, el cual está representado en superficie por un conjunto de más de 20 unidades habitacionales asociadas de morfología y arquitectura similar y con diversos morteros comunales dentro y en los alrededores (Cornell 1993;Stenborg 2002; Galle 2002; Cano 2011).


Figura 2. Planta de la Unidad Residencial 100 y distribución de las cuadrículas de excavación dentro de las Estructuras A y B. Se encuentran resaltadas en color rojo las cuadrículas de 1 x 1m analizadas desde la antracología(Tomado y modificado de Cano 2011).

 

La primera aproximación realizada al estudio de los restos vegetales procedentes de la Unidad Residencial 100, estuvo orientada a la identificación taxonómica de macro restos carbonizados de frutos y semillas recuperados mediante técnicas sistemáticas de flotación. De acuerdo a los resultados se estableció que el modo de subsistencia de las unidades domésticas estuvo basado en una economía agrícola con fuerte énfasis en la recolección de vegetales silvestres como el algarrobo. También señalan que las unidades domésticas no habrían tenido ningún tipo de restricción en el acceso a los recursos vegetales, tanto silvestres como cultivados, ya que los principales cultivares y plantas útiles no cultivadas se encuentran perfectamente representados en el registro arqueobotánico del sitio.Entre ellas se destaca la presencia los siguientes taxa: Zea mays, Phaseolusvulgaris, Geoffroeadecorticans, Cucurbitasp., Prosopis alba/nigra, P. torquata, Celtisehrenbergiana, Schinusareira, Trichocereusatacamensis, Portulacasp., Amarantáceas (Chenopodiumsp., y/o Amaranthussp.) y tallos de junco o caña. Dentro de la categoría de indeterminados, existe un grupo con restos de semillas carbonizadas que probablemente correspondan a especímenes de trigo (Triticumsp.) que aún no han sido exhaustivamente estudiadas a fin de obteneruna determinación más precisa (Cano 2011).

Estos datos se suman a otros similares generados a nivel regional en sitios arqueológicos próximos a El Pichao, como ser: Rincón Chico, Tolombón, Quilmes, Amaicha, entre otros. Al respecto, el sitio Tolombón (Provincia de Salta) ha dado cuenta de restos de leña (madera y carbón), gramíneas con y sin órganosreproductivos y otros restos vegetales (flores, frutos, semillas, hojas), tecnofacturas yfragmentos de calabaza que pudieron haber formado parte de recipientes. Los taxones registrados fueron: Lagenariasiceraria, Zea mays, Acantholippiasalsoloides, Adesmiacordobensis, Parastrephiaquadrangularis, Seneciosp., Hoffmanseggia glauca, Calandriniacilicata, Cortaderiarudiuscula, Aristidasp., Prosopissp., Prosopisferox, Geoffroeadecorticans, Acacia aroma y Sennasp., siendo estostaxa, parte de la flora localdel área (Rodríguez 2013).

 

Por su parte, en Rincón Chico (Provincia de Catamarca), mediante la técnica de flotación se recuperaroncarporrestos carbonizados de:Zea mays (granos y cúpula/marlo), Trichocereussp. (semilla), Opuntiasp. (semilla), Portulacasp. (semilla), Prosopissp. (endocarpo y semilla), Poligonumsp. (semilla) y Chenopodiumsp. (semilla) (Petrucci y Tarragó 2015). En otras estructuras de Rincón Chico y en los sitios Soria 2 y El Colorado se han detctado restos de Chenopodiumquinoavar. quinoa, Hordeumvulgare, Phaseolusvulgarisvar.vulgaris, Triticumspp., Zea mays, Celtissp., Georoeadecorticans, Prosopisexuosa, Prosopistorquata, Chenopodiumcf.carnosulum, Chenopodiumquinoavar.melanospermum, Opuntiasp., Trichocereussp., Chenopodiumsp., Malvaceae, Polygonumsp.ySolanacea (Petrucciet al. 2018).

 

En tanto que en el sitio Las Salinas 2 (Provincia de Tucumán), el estudio de los filos de diferentes artefactos líticos evidenciaron que aquellos con uso funcional presentaron granos de polen, esporas, almidones, fragmentos de células epidérmicas, fibras, esclereidas y elementos de conducción pertenecientes al xilema (vasos). Mientras que en los instrumentos sin evidencia de uso funcional se observaron esporas y granos de polen (Germano et al. 2017).

 

Es también relevante mencionar que la información actual sobre el uso de la flora dela región proviene de investigaciones etnobotánicas que han sido desarrolladas en la localidad de Molinos (Provincia de Salta) (Crivoset al. 2009) y con la Comunidad India Quilmes en relación a plantas medicinales (Ceballos y Perea 2014;Simoni y Perea 2016).

Todos los taxones mencionados en párrafos previos permiten registrar cuáles fueron las plantas gestionadas desde épocas prehispánicas hasta el presente en la región.

Materiales y métodología

 

Las excavaciones de la unidad StucTav5-100 fueron realizadas en el año 2002. En total se excavaron 40 cuadrículas de 1 m2 en niveles artificiales de 10 cm de espesor. Los restos antracológicosse obtuvieron durante los trabajos de campo mediante la recuperación in situ,tamizado con mallas de 4 mm de aperturay a través de la técnica de flotación mecánica asistida por chorro de agua (utilizando una máquina de flotación adaptada del modelo de Watson (1976). Los fragmentos de carbón estudiados en este trabajo corresponden a los carbones dispersos en el sedimento de las cuadrículas número 166, 173 y 296 de la Unidad Resindencial100 (Figura2). Se optó por trabajar solo con carbones dispersos ya que durante el progreso de la excavación, se distinguieron diversos contextos disturbados luego del abandono dela unidad, cuadrícula 216 por ejemplo. Debido a esto, se prefirió no considerar las muestras de carbones concentrados hasta completar el estudio contextual y post-depostacional de las diferentes cuadrículas excavadas.

 

La cuadrícula 166 se ubica en el sector interno de la Estructura B y alejada del muro perimetral. La cuadrícula 173 se emplaza dentro delaEstructura A y asociada a un muro de rocas que forman un muro doble, mientras que la cuadrícula 296 se eligió ya que se encuentra fuera de la Unidad Residencial 100 pero arquitectónicamente en relación con un muro.

 

Muestra antracológica

 

Con respecto a la definición sobre la cantidad de carbones que debían estudiarse, se consideró oportuno analizar el total de individuos recuperados cuando estos se presentaran en números menores o iguales a 10 fragmentos. Mientras que en el caso de muestras con más de 10 fragmentos, la cantidad de carbones observados se definió según la curva de esfuerzo-rendimiento (Piqué i Huerta 1999;Solari 2000). La misma contempla la identificación de fragmentos hasta que la curva producida por el número de fragmentos identificados (X) y la aparición de especies nuevas (Y) se hace asintótica a X (Pique i Huerta 1999) (Tabla 1).

 

En cuanto al tamaño de los fragmentos, Pique i Huerta (1999) señala que entre los 2-3 mm de tamaño los carbones pueden ser identificados pero en este estudio se optó por seguir las recomendaciones de Chabal (1997) y se seleccionaron a aquellos fragmentos de mayor tamaño (4 mm o más) debido a que esta es la primera aproximación antracológica llevada a cabo en el sitio; de este modo, se buscó lograr mejores identificaciones taxonómicas ya que hasta el momento los taxones empleados como leña,desde una perspectiva arqueológica, son desconocidos.

El principio sobre el que se basan los estudios antracológicos es la variación interna del leño según cada especie aun cuando el material haya sido expuesto al fuego. En este sentido, la disposición y características de las células que componen el leño permiten la identificación taxonómica del mismo (Castro 2002;Fahn 1974; Piqué i Huerta 1999). Cada carbón arqueológico se fracturó según los planos transversal, longitudinal tangencial y longitudinal radial, las descripciones anatómicas se realizaron siguiendo los criterios cualitativos propuestos por Wheeleret al. (1989). Los fragmentos se analizaron utilizando microscopio óptico adaptado con iluminación externa a 40 y 100 X y su estudio se profundizó empleando el Microscopio Electrónico de Barrido (Supra 55VP) del Centro de Investigaciones y Servicios de Microscopía Electrónica-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CISME-CONICET). Cabe aclarar que la identificación taxonómica posible de lograrse desde la antracología es variable y en muchas situaciones se llega solamente a nivel de género.

Para llevar a cabo la identificación de los restos antracológicos se confeccionó una colección de referencia considerando las plantas leñosas del área relevadas por Cano (2011). Esta etapa requirió de la consulta al herbario de la Fundación Miguel Lillo (LIL) y además se carbonizaron experimentalmente algunas especies colectadas durante trabajos de campo. También se consultó bibliografía especializada (Mafferraet al. 2015;Roig y Videla 2006-2009;Tortorelli 2009).

 

Los aspectos cuantitativos del estudio contemplaron el conteo del número absoluto de restos, la medición del peso de los mismos y la ubicuidad (porcentaje de las muestras en que cada taxón está presente), mientras que no pudo realizarse el cálculo de la densidad (número de restos por cantidad de sedimento procesado) ya que no se dispone del dato de volumen de sedimento obtenido por cuadrícula.

 

Cabe aclarar que los aspectos antes mencionados corresponden a los parámetros comúnmente contemplados en el estudio de conjuntos arqueobotánicos (Banning 2000;Capparelli 2009). Además, se efectuó el registro de las características externas de los fragmentos de carbón (erodados, aristas angulosas etc.) y de cualquier otro rasgo particular que se pudiera presentar a fin de obtener indicios sobre los procesos depositacionales y post-depositacionales a los que pudieron estar expuestos los restos carbonizados.

 

Resultados

 

El total de restos antracológicos recuperados en las tres cuadrículas fue de 1241 fragmentos, de los cuales 597 medían ≤ 4 mm y 644 tenían un tamaño ≥ a 4 mm. De esta última fracción se analizaron 212 fragmentos que constituyen el total de carbones analizados en este trabajo. En general, los carbones eran heterogéneos en cuanto a sus tamaños. Al observarlos bajo lupa binocular y microscopio óptico se registraron hifas al fragmentarlos. Por otra parte, presentaban superficies erodadas mientras que en algunos casos, los carbones más pequeños ( 2 mm) tenían formas tabulares, laminares y de aristas angulosas; esta apariencia puede deberse a la desintegración de los fragmentos de mayor tamaño.

En la muestra se identificaron a los siguientes taxones: ProsopisL. (192 fragmentos), P. torquata(Cav. ex Lag.) DC. (tres fragmentos), Geoffroeadecorticans(Gillies ex Hook. &Arn.) Burkart(un fragmento), Acacia Adams(dosfragmentos), Aff. Acacia sp.(un fragmento), Nicotiana glaucaGraham (3 fragmentos), N. Affglauca(1 fragmento), BulnesiaschickendantziiHieron. exGriseb. (tresfragmentos), Larrea divaricataCav. (dos fragmentos) y solo cuatro fragmentosquedaron en la categoría de No Identificado (Figura 3).


Figura 3.a) Gráfico de barras para número de fragmentos por taxón registrados en la cuadrícula 166. B) Gráfico de barras para número de fragmentos por taxón registrados en la cuadrícula 173.C) Gráfico de barras para número de fragmentos por taxón registrados en la cuadrícula 296.

 

La descripción de la anatomía de Prosopis, Nicotiana glauca y Larrea divaricata se realizó a través del estudio de las secciones Transversal y Longitudinal Radial. En Acacia sp., Geoffroeadecorticans y Bulnesiaschickendantziise pudo lograr la sección Transversal y Longitudinal Tangencial, mientras que en Prosopistorquata solo se pudo obtener la vista Transversal. Se aclara que para todos los taxones, las secciones que no pudieron obtenerse, fue debido a la fragilidad de los carbones. La asignación de los restos de carbón a estos taxones estuvo guiada por la identificación de caracteres de valor taxonómico mencionadosen Tortorelli (2009), Mafferraet al. (2015) y Roig y Videla (2006-2009).

Prosopis L. FamiliaFabaceae (Figura 4a-c)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento difusos. Porosidad semicircular. Vasos solitarios, principalmente, de contorno circular y vasos agruadosen menor cantidad. Parénquimavasicéntrico. Fibras de paredes gruesas y radiosmultiseriados.

Corte Longitudinal Radial:Radios de células procumbentes y células verticalesmarginales. Vasos conengrosamiento helicoidal.

 

Prosopistorquata (Cav. exLag.) DC. FamiliaFabaceae (Figura 4e-f)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento marcados por fibras terminales y parénquima inicial. Porosidad difusa a subcircular. Los vasos son de contorno circular, solitarios, en racimos, en series radiales cortas y en algunas largas. Las fibras son muy abundantes. El parénquima axial paratraquealvasicéntrico aliforme.

 

Acacia Adans. Familia Fabaceae (Figura 5a-c)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento marcados. Porosidad semicircular. Vasos solitarios de contornocircular, algunos vasos agrupados y formando series cortas. Fibrasde paredes medianas a gruesas, compactadas y dispuestas entre el parénquima. Radiosleñosos numerosos de trayecto rectilíneo a algo sinuoso, bi a triseriados. Parénquimaconfluente vasicéntrico.

Corte Longitudinal Tangencial: Elementos de vasos con placas de perforación simples,rectas y oblícuas. Radios bi a triseriados.

 

Geoffroeadecorticans (Gillies ex Hook. &Arn.) Burkart. Familia Fabaceae (Figura 5e-f)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento marcados. Porosidad difusa. Vasos solitarios y formando series cortas (2 a 3 poros). Los solitarios son de forma elíptica u oval. Fibras de paredes delgadas. Radios predominantemente lineales uniseriados. Parénquima terminal. Placas de perforación simple. Punteadurasintervasculares alternadas. Parenquima axial confluente.

Corte Longitudinal Tangencial: Fibras septadas

 

Nicotiana glauca Graham. Familia Solanaceae (Figura 6a-b)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento indistintos o ausentes. Porosidad difusa. Vasos en disposición diagonal y/o patrón radial. Vasos agrupados, algunos solitarios de contorno angular. Placas de perforación simple, punteadurasintervasculares alternadas. Parénquima axial difuso. Parenquima axial paratraqueal escaso. Rayos con 1 a 3 células.

Corte Longitudinal Radial:Celulas cuadradas. Placas de perforación simple.

 

BulnesiaschickendantziiHieron. exGriseb. Familia Zygophyllaceae (Figura 6c-d)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento marcados. Porosidad semi difusa. Vasos en disposición diagonal y/o patrón radial. Placas de perforación simple. Punteadurasintervasculares simples y alternadas. Fibras no septadas y de paredes delgadas. Parenquima axial difuso. Células de radios procumbentes.

Corte Longitudinal Tangencial:radios biseriados, placas rectas y oblicuos, punteaduras paralelas.

 

Larrea divaricataCav. Familia Zygophyllaceae (Figura 7a-b)

Corte Transversal: Anillos de crecimiento marcados. Porosidad difusa. Vasos exclusivamente solitarios, contorno angular. Parenquima axial difuso. Radios de 1 a 3 células.

Corte Longitudinal Radial: Sistema radial homogeneo y heterocelular. Los radios principalmente biseriados, celulas procumbentes y marginales con tendencia a ser cuadradas. Placas de perforación simple. Punteadurasintervasculares alternadas. Fibras septadas, de pared delgada.


Figura 4. Ejemplares arqueológicos. Fotografías MEB. a-c)Prosopis L. a 250x, 400x y 500x respectivamente. e-f)Prosopistorquata(Cav. ex Lag.) DC. A 200x y 600x respectivamente.


Figura 5. Ejemplares arqueológicos. Fotografías MEB. a-c)Acacia Adams a 150x, 300x y 250x respectivamente. e-f). Geoffroeadecorticans(Gillies ex Hook. &Arn.) Burkart a 300x y 400x respectivamente.


Figura 6. Ejemplares arqueológicos. Fotografías MEB. a-b). Nicotiana glauca Graham a 500x  y 500x respectivamente. c-d)BulnesiaschickendantziiHieron. exGriseb. a 400x y 250x respectivamente.


Figura 7. Ejemplares arqueológicos. a-b) Larrea divaricataCav. a 450x y 350x respectivamente.

 

Discusión

 

Los taxa registradosen el estudio forman parte de la flora local del área de estudio. La familia Fabaceae es la mejor representada en el registro antracológico ya quecontempla aproximadamente el 92% de los carbones identificados, el restante porcentaje incluye a los ejemplares de las familias Zygophyllaceae,Solanaceae y a la categoría de No Identificado.

 

La distribución actual de estos taxones en el ambiente circundante al sitio es la siguiente:Prosopistorquata,Bulnesiaschickendantzii y Nicotiana glauca se presentan asociadas en losbosques xerófitos entre los 1800-2100 ms.n.m., los árboles de Acacia se encuentran formando bosques densos en el fondo del valle, mientras que Geoffroeadecorticans se ha registrado a 5 km del sitio a orillas del Río Santa María (Cano 2011). Por último, Larrea divaricata se distribuye entre los 2400-1800 ms.n.m.

 

Dentro de las Fabáceas, el género Prosopisabarca a numerosas especies arbóreas que en la actualidad tienen importancia económico-forestal (Tortorelli 2009), en general, los Prosopisposeen buenas propiedades combustibles y un alto valor alimenticio. La madera dura, pesada, impermeable y de alto poder calórico fue utilizada como fuente permanente de calor y luz tanto en tiempos prehispánicos como en la actualidad. Cuando la madera está seca produce poca llama y brasas duraderas y abundantes, requiriendo una menor cantidad de leña para levantar altas temperaturas. Se los suele utilizar en fuegos asociados a la cocción de cerámicas o a la elaboración de alimentos (Marconetto 2005;Valencia y Balesta 2013). En cuanto a Acacia, género muy vasto de las regiones tropicales y subtropicales de Australia, Asia, África y América, las especies que lo integran poseen casi todas espinas y un alto valor forestal (Tortorelli 2009). La madera es de buena calidad, dura, pesada y muy densa lo que la convierte en un excelente combustible leñoso (Valencia y Balesta 2013). Geoffroeadecorticanses una especie muy abundante en Argentina y suele formar colonias muy densas y puras principalmente en el Monte (Tortorelli 2009). G. decorticanses un recurso alimenticio, medicinal y tintóreo, su madera dura a semi-dura y pesada lo convierte en un excelente combustible que suele ser utilizadotambién en la cocción de cerámica y alimentos (Marconetto 2005; Valencia y Balesta2013).

Por su parte, Larreadivaricata corresponde a un arbusto de amplia distribución desde Bolivia hasta la Patagonia argentina siendo dominante en algunos sectores del Monte (Ezcurra et al. 1991). Es un recurso leñoso de buena calidad y escaso valor alimenticio, se utiliza además en la construcción de techos y manufactura de herramientas de campo. La madera es semi-dura, con presencia de resinas y paredes gruesasque potencian su valor como combustible leñoso (Andreoni 2015).Bulnesiaschickendantziien tanto, tiene buenas propiedades como combustible, no presenta valor alimenticio y su alto poder calórico ha permitido su implementación en la fragua de metales (Andreoni 2015).

 

Por último,Carrere (2007) señala queNicotianaglauca es una especie medicinal, aromática y tintórea que carece de valor alimenticio y no sirve para fuego. Esta especie contiene alcaloides altamente tóxicos para los seres humanos y se han reportado casos mortales asociados a la ingesta por error de sus hojas al ser confundidas con hortalizas comestibles (Sercan y Selahattin 2018). Observaciones de campo en El Pichao han mostrado que suele ser una planta colonizadora tras la ocurrencia de coladas de barro en la zona del río, estando altamente disponible localmente.

 

En párrafos previos se mencionó que los carbones estudiados en este trabajo correspondían a restos dispersos en el sedimento de la unidad residencial;esta aclaración vale en tanto los estudios antracológicossuelen considerar que la distinción entre carbones concentrados/carbones dispersos es útil metodológicamente, se considera que los carbones dispersos brindan información paleoecológica yque los carbones concentrados aportan datos sobre actividades antrópicas claramente definidas (ScheelYbert 2004). Al mismo tiempo, para lograrun entendimiento equilibrado de los carbones que proceden de contextos arqueológicos, esnecesario reconocer que este tipo de material es el resultado de la interacción compleja entrecambios ambientales a gran escala, procesos ecológicos locales, producción económica yformaciones culturales (Asouti y Austin 2005). Así, entre el paisaje actual y la vegetación pasada existen múltiples filtros actuando simultáneamente (Chabal 1992). Dicho esto y aún tratándose de carbones dispersos, se propone que los resultados obtenidos en este análisis informarían en primera instancia, sobre plantas quemadas intencionalmente durante la ocupación de la unidad y no corresponderían por ejemplo, a carbones asociados a eventos naturales (incendios) como tampoco a procesos de abandono del sitio o procesos post-depositacionales. La apoyatura principal a estas consideraciones proviene de la ausencia de indicios sobre la ocurrencia de incendios en el entorno dela Unidad Residencial y debido al contexto que acompaña a los carbones estudiados.

El análisis particular de cada cuadrícula muestra que la número 166 (interior de Estructura B) registró solo a Prosopissp., Acaciasp. e individuos No Identificados los cuales representan el 15% de todo el conjunto antracológico estudiado. Cano (2011) da cuenta de endocarpos y semillas de Prosopissp. en la unidad 166-4, sector de donde proviene el mayor número de fragmentos de carbón de este género.

 

En la muestra 173 (contigua a un muro de Estructura A) están presentes los carbones de Prosopissp., Nicotiana glauca, aff. N. glauca, B. schickendantzii y los No Identificados que representan el 70% del registro total de carbones trabajados. Cano (2011) identificó semillas de Prosopissp. en las unidades 173-3, 173-5, 173-6 y de P. torquata en la unidad 173-4. Sin embargo no identificó partes anatómicas de las restantes plantas que se han relevado a nivel de carbones.

 

En cuanto a la cuadrícula 296 (exterior de la Unidad Residencial 100), se detectó la presencia de carbones de Prosopissp., P. torquata, Geoffroeadecorticans, Nicotiana glauca y Larrea divaricata. Para esta cuadrícula, Cano (2011) no detectó macro restos coincidentes con estos taxa.

 

La variación de porcentajes de carbones en cada cuadrícula podría deberse a las actividades llevadas a cabo en cada una de las estructura que conforman la Unidad Residencial. De la cuadrícula 173, contínua a la cara interna de un muro de la Estructura A, proviene el 70% de los carbones estudiados. Esto podría relacionarse con prácticas de limpieza y mantenimiento del piso de ocupación de la Estructura A que habrían ocasionado la acumulación de una mayor cantidad de macro restos hacia las caras internas de los muros del espacio de habitación. En el caso de la cuadrícula 296, externa a la Unidad Residencial, los carbones allí detectados corresponderían también a acciones de limpieza o arrastre por viento de los fragmentos mas pequeños. En tanto que los resultados obtenidos para la cuadrícula 166, espacio casi central e interno de la Estructura B, el 15% de carbones se debería también a la dispersión desde espacios de actividades concretas desarrollados en la Unidad Residencial.

 

Por otra parte, también es posible mencionar que ciertos taxones solo han sido identificados en una u otra cuadrícula de excavación. P. torquata y Acacia solo se detectaron en la cuadrícula 166, G. decorticans y Larrea divaricata solo en 296 y Bulnesiaschickendantzii solo se identificó en 173. Cabe destacar además, que Prosopis es el taxaubicuo por excelencia ya que se identificó en la totalidad de las muestras procesadas, además, Cano (2011) registró que Prosopis presenta una concentración casi exclusiva en la Unidad Residencial 100 principalmente en las áreas de combustión y en superficies de ocupación.

 

Al articular los datos antracológicos generados en este estudio y los carpológicos generados previamente(Cano 2011), se desprende el uso integral que se habría hecho del recurso Prosopisdurante el funcionamiento de la Unidad Residencial 100. Los árboles de este taxa habrían suplido las necesidades alimenticias y combustibles en sentido amplio (luz, calor) mientras que otros, como L. divaricata y B.schickendantzii podrían haber estado implicados hasta el momento, solo en el funcionamiento de estructuras de combustión. Aún queda por indagar en profundidad el significado de la presencia de N. glauca en el sitio ya que en la actualidad no es reconocida como combustible y su uso medicinal (Carrere 2007;Ceballos y Perea 2014) se contrapone con la toxicidad y mortalidad a la que lleva su ingesta (Sercan y Selahattin 2018.). No descartamos su función como iniciadora del fuego pero queda por indagar la posible toxicidad del humo desprendido durante la quema de diferentes partes de la planta.

Por otra parte, el uso específico de ciertas leñas con excelentes propiedades combustibles (Prosopis, Acacia) es coincidente con el modelo general que caracteriza al Período de Desarrollos regionales en tanto época de complejidad creciente, intensificación en la explotación agropastoril  y el surgimiento de estructuras de liderazgo político más complejas que habrían sostenido un control sobre las economías de las unidades domésticas y sus excedentes. Los taxones registrados sustentan el fuerte énfasis en la recolección de plantas silvestres detectado por Cano (2011) y también que las unidades domésticas no habrían tenido restricciones en el acceso a distintos recursos vegetales.

 

Conclusiones

 

La Unidad Residencial 100 del Sitio Pichao5 (STucTav5) corresponde a un área doméstica donde se realizaron actividades de procesamiento, consumo y descarte diario durante una ocupación de largo término en el período de los Desarrollos Regionales (850-1500 d.C.).

 

Los combustibles leñosos identificados en este estudio corresponden a recursos locales. De acuerdo a la distribución actual de las plantas identificadas, los habitantes del sitio habrían tenido a disposición estos combustibles durante todo el año. Teniendo esto en cuenta se puede decir que de acuerdo al emplazamiento de la estructura arqueológica estudiada, se habría efectuado un desplazamiento aproximado de 500 m para adquirir leña.

 

Únicamente Geoffroeadecorticans se encuentra a 5 km del sitio en la actualidad, lo cual no implica que no hubiera estado disponible a distancias más cortas en el pasado dado que el ambiente local es apto para su desarrollo.En caso contrario, sería la única que habría llevado a recorrer una distancia mayor desde el sitio para poder recolectarla. La presencia del chañar en la muestra estudiada demostraría la importancia de la misma para la sociedad de El Pichao.

 

Es notable la ubicuidad y abundancia de Prosopispor sobre el resto de los combustibles leñosos empleados, esto se vincularía con un mayor uso de este taxón como leña y con otros fines tal como se detectó en investigaciones arqueobotánicas previas.

 

De acuerdo a la bibliografía consultada, todos los taxaidentificados, excepto Nicotiana glauca, son muy buenos como combustibles leñosos permitiendo que los fogones alcancen temperaturas elevadas. Diferentes autores destacan el uso de G. decorticans para la cocción de cerámicas o de Bulnesia para la fragua de metales, por ende, los resultados antracológicos obtenidos en este estudio merecen una articulación detallada con el resto de los hallazgos arqueológicos realizados en ElPichao.

 

A modo de cierre, las especies utilizadas en la Unidad Residencial 100 corresponden a recursos leñosos combustibles de alto poder calórico, propios del entorno que rodea al sitio y de fácil recolección que podrían haber estado mezcladas en los fogones con Nicotiana glauca como aromatizante o iniciadora del fuego.

 

Agradecimientos: Al Sr. Francisco Solano Chaile Cacique de la Comunidad India Quilmes y especialmente a la Sra. Laura Liendro de la Comunidad de Base de El Pichao, al personal del Herbario LIL, al Servicio de microscopia CISME (Tucumán) y a los evaluadores de este trabajo cuyos comentarios mejoraron ampliamente su versión original. Esta investigación se llevó adelante con el apoyo de los subsidios PIUNT G926 (SCAIT-UNT), PIP 837 (CONICET) y PICT2018-1119 (ANPCyT).

 

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