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Anuario de investigaciones

versão On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. v.12  Ciudad Autónoma de Buenos Aires jan./dez. 2005

 

PSICOLOGÍA SOCIAL, POLÍTICA Y COMUNITARIA

La representación de los psicólogos egresados la Uba acerca su práctica profesional.

The role representation of professional practice in psychologists graduated form Uba

Noailles, Gervasio1

1 Lic. Psicología. UBA. Maestrando en Psicología Social Comunitaria. Facultad de Psicología UBA. Becario del Programa UBACyT para el período 2003-2005. Docente de la materia Psicología del Ciclo Básico Común desde el año 1999.

Resumen
En el trabajo se presentan algunos resultados que se desprenden del análisis cuantitativo realizado a partir datos obtenidos por medio de un cuestionario aplicado a una muestra de cien psicólogos egresados de la Universidad de Buenos Aires.
Los datos han sido recavados como parte de un proyecto de investigación que se propone explorar y caracterizar la representación acerca del quehacer profesional que sustenta las prácticas de los psicólogos egresados de la UBA.
A partir de los datos obtenidos se plantea la presencia histórica de una representación hegemónica del rol del psicólogo, por medio de la cual, se iguala su práctica a la de un psicoanalista. Un análisis diacrónico de la representación estudiada a lo largo del periodo 1961-1999, permite caracterizar algunas diferencias según la fecha en que los psicólogos terminaron sus estudios universitarios.

Palabras clave:Representación de la práctica profesional del psicólogo; Psicoanálisis; UBA.

Abstract
Some quantitative results of an ongoing survey involving a sample of about a hundred Psychologists -all of them graduated from the School of Psychology of the University of Buenos Aires- are presented. The information comes from a research mainly focusing on the characterization of the Psychologists role's representation which grounds their professional practice. The data allow us to trace historically a hegemonic representation of the role of the Psychologists who identify their practice with that of the Psychoanalysts. A diachronic study through 1960-1999 permits us to trace some differences regarding this representation arising from the year of graduation.

Key words:Psychologist's practice representation; Psychoanalysis; University of Buenos Aires (UBA).

I.- Introducción
El presente trabajo expone los primeros análisis cuantitativos realizados a partir de los datos obtenidos para un proyecto de investigación cuyo objetivo principal es indagar y caracterizar la representación que tienen los psicólogos1 egresados de la UBA acerca de su práctica profesional.
Esta investigación se inscribe en el marco del proyecto bianual UBACyT U012: "Prevalencia de la representación profesional clínica en los ingresantes y en los estudiantes de la carrera de Psicología". En el mismo se obtuvo como resultado la prevalencia -tanto en los ingresantes como en los estudiantes de la carrera- de una representación del quehacer del psicólogo que iguala el rol profesional al de un psicoanalista que desarrolla su práctica en el ámbito privado.
Por otro lado, se cuenta con los resultados obtenidos por una investigación realizada en el año 1971, cuyo objetivo fue caracterizar el perfil de los psicólogos pertenecientes a la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) El análisis de dichos resultados, permite afirmar que la orientación hegemónica hacia el trabajo clínico ha sido una característica presente en los psicólogos argentinos desde el comienzo del Ciclo Profesional de la psicología argentina (Pacenza, 2003)
Este dato indicaría la presencia histórica de lo que se ha llamado el modelo psicológico psicoanalítico hegemónico (Scaglia & Lodieu, 2003) Uno de los supuestos de partida del presente proyecto, es que las prácticas de los psicólogos en la Argentina, lejos de reflejar una esencia del rol del psicólogo, son más bien el resultado de una construcción social determinada históricamente por relaciones de Poder. Para determinar el modo en que el contexto histórico ha determinado las prácticas de los psicólogos egresados de la UBA se ha propuesto realizar un análisis diacrónico, que permita comparar las representaciones indagadas desde la década del 60 hasta la década del 90.
El marco teórico utilizado para llevar adelante el estudio es la teoría de las representaciones sociales desarrollada por Serge Moscovici. El supuesto teórico de que las representaciones determinan las prácticas ha llevado a que se proponga realizar un estudio de la historia de las representaciones para poder dilucidar los determinantes que han configurado las prácticas de los psicólogos en la Argentina.

II.- Problema
A partir de la creación de las Carreras de Psicología en las Universidades Nacionales de la Argentina, en la segunda mitad de la década del 50, el crecimiento constante de la matrícula en las mismas, ha hecho que en menos de cincuenta años, la cantidad de psicólogos en el país haya aumentado considerablemente. Según datos de Modesto Alonso del año 2004, en el país hay 37.000 psicólogos -y 39.000 estudiantes de psicología- de los cuales el 80% se dedican a la psicoterapia.
Este estado de situación -un número muy grande de psicólogos, volcados mayoritariamente hacia el trabajo psicoterapéutico- trae aparejados dos grandes consecuencias. Por un lado, se observa una sobresaturación del mercado laboral en lo que respecta al área clínica. Según Alonso, hay una demanda aparentemente sostenida, pero el número de profesionales aumenta año tras año. Esta situación ha llevado a un estado de precarización laboral de los psicólogos abocados al trabajo clínico.
Por otro lado, los datos aportados por Alonso, señalan una ausencia de los psicólogos argentinos de campos problemáticos que deben ser abordados interdisciplinariamente y de los que no puede estar ausente una mirada psicológica. La tendencia hegemónica de los psicólogos argentinos hacia el trabajo clínico, con orientación psicoanalítica, ha llevado a que áreas como la atención primaria, la prevención o la intervención comunitaria con estrategias diferentes a la atención individual, se hayan convertido en áreas no exploradas por la mayoría de los psicólogos.
La hegemonía del modelo psicológico psicoanalítico, y la ausencia de los psicólogos de ámbitos comunitarios, permitiría afirmar que para los psicólogos en la Argentina, el marco teórico psicoanalítico y el trabajo comunitario se presentan como áreas excluyentes. Dicha relación resulta llamativa, teniendo en cuenta que los primeros referentes teóricos de la Carrera de Psicología -en la UBA- fueron psicoanalistas cuya producción teórica estuvo orientada a la aplicación del marco teórico psicoanalítico al campo de lo social. Enrique Pichón Riviere, José Bleger y Fernando Ulloa son sólo algunos de los más conocidos.
El problema que intenta despejar el presente proyecto, es cuáles han sido los determinantes históricos que han llevado a que las prácticas de los psicólogos sean las descriptas por Alonso. Para ello, se ha realizado un análisis acerca de los cambios e invariantes de la representación del psicólogo, en los psicólogos egresados en las primeras cohortes hasta los egresados en la década del 90 inclusive.

III.- Diseño del estudio
Se trata de un proyecto descriptivo- exploratorio, con técnicas de análisis de datos cuanti y cualitativas.
La unidad de análisis está compuesta por psicólogos egresados de la Carrera de Psicología de la Universidad de Buenos Aires desde la década del 60 a la década 90 inclusive.
Las fuentes de datos utilizadas a lo largo del proceso investigativo han sido divididas en datos primarios y secundarios.
Las fuentes de datos primarios son los psicólogos egresados de la Universidad de Buenos Aires desde el año 1961 (año en que se recibe el primer psicólogo de la UBA) hasta el año 1999.
Las fuentes de datos secundarios son: a.-trabajos teóricos y de investigación realizados sobre temáticas afines; b.- material de archivo y documentos de la Carrera de Psicología; c.- información estadística proporcionada por el departamento de estadísticas y censos del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires.
La muestra está conformada por psicólogos egresados de la Universidad de Buenos Aires que terminaron sus estudios universitarios en el periodo indagado. La selección de la misma se ha realizado siguiendo criterios de accesibilidad.
El tamaño del universo de psicólogos egresados de la UBA en el periodo estudiado -según datos del rectorado al año 1999 se han recibido 20186 psicólogos; y la ausencia de una institución que nuclee al total de los psicólogos egresados de la UBA, hace que resulte dificultoso realizar un muestreo representativo del universo estudiado. Por ello se ha decidido realizar un muestreo no aleatorio. A dicho tipo de muestreo se lo denomina incidental o accidental ya que "el investigador lo realiza aprovechando los elementos de la población que le son fácilmente accesibles... los resultados obtenidos podrán describir o explicar lo ocurrido en una situación determinada, pero no podrán extrapolarse a toda la población, dado que no se puede determinar la probabilidad de que todos los elementos de la población hayan estado disponibles para ser seleccionados" (Buendía Eisman, 1996: 143) Para garantizar la validez de los resultados se ha recurrido a la triangulación de datos. En el enfoque de la teoría de las representaciones sociales desarrollado por Moscovici y Jodelet, se privilegian dos vías de acceso al conocimiento: la primera es a través de métodos de recolección y análisis cualitativos de datos; la segunda es la triangulación, combinando múltiples técnicas, teorías e investigadores, para garantizar la confiabilidad en las interpretaciones.
La muestra seleccionada es homogénea en cuanto a formación profesional -Licenciados en Psicología- y en cuanto a la Institución donde realizaron los estudios académicos -UBA; y es heterogénea en cuanto al año de finalización de la carrera y en cuanto a género.
A lo largo del proceso de recolección de datos se han realizado dos muestreos no aleatorios en simultaneo.
Un muestreo se utilizó para la aplicación de entrevistas en profundidad. Se han seleccionado dieciocho (18) psicólogos y cinco (5) informantes clave para realizar dichas entrevistas. Los informantes clave han sido seleccionados por haber mantenido debates acerca del rol del psicólogo durante al década del 60.
Los psicólogos seleccionados para las entrevistas se encuentren distribuidos según fecha de finalización de la Carrera de Psicología y según área de inserción laboral. De esta manera se ha evitado una mirada sesgada acerca del rol profesional del psicólogo.
Un segundo muestreo se ha realizado para seleccionar cien (100) psicólogos que han respondido a un cuestio-nario auto administrable, a partir del cual se ha realizado el análisis cuantitativo.
El total de la muestra con la que se ha trabajado es de ciento veinte (120) psicólogos distribuidos según el momento de egreso de la carrera.
El cuestionario aplicado es una actualización de uno utilizado en el año 1971 para relevar datos de los psicó-logos afiliados a la APBA. El objetivo de dicho cuestionario era determinar "la forma en que los psicólogos ejercitan su tarea y la manera en que viven ese ejercicio" (Litvinoff, 1975: 21) Para ello, el cuestionario indagaba acerca de la formación académica y del ejercicio de la profesión. Si bien se ha conservado la estructura general del cuestionario, ha sido necesario modificar algunas preguntas para poder aplicar el cuestionario en el año 2004. A su vez, se han agregado preguntas tendientes a caracterizar las representaciones acerca de la Carrera de Psicología en los profesionales.

III.1.- Marco teórico utilizado
Cómo ya se ha señalado, el marco teórico que orienta el presente proyecto es la teoría de las representaciones sociales desarrollada por Serge Moscovici. Como señala el mismo Moscovici dicha teoría aborda el estudio del sentido común centralmente desde la consideración de su génesis histórico-social y de sus efectos en las prácticas de la vida cotidiana (Moscovici, 2001).
La utilización del marco teórico elegido se debe a que la descripción y caracterización de la representación que tienen los psicólogos acerca de su práctica profesional, es llevada a cabo para comprender los determinantes histórico-sociales que han configurado las prácticas de los psicólogos argentinos contemporáneos. La premisa teórica de que las representaciones orientan las prácticas hace que sea posible comprender la génesis de las prácticas estudiando la génesis histórico-social de las representaciones.
Al mismo tiempo, la teoría de las representaciones sociales aporta elementos para la construcción de la identidad profesional del psicólogo, ya que "para esta perspectiva teórica, el sujeto es un grupo social inmerso en un contexto histórico, ideológico y cultural. En este sentido, dicho sujeto no es individual, aunque los individuos se apropian de los conocimientos elaborados colectivamente. De esta manera, los aspectos cognitivos de las representaciones sociales adquieren para los psicólogos sociales un rasgo peculiar: incluyen la pertenencia del sujeto a un grupo y su participación en la cultura. Así, se establece una relación estrecha entre identidad social y representaciones sociales. Estas últimas suministran un conjunto de significaciones que delimitan las posiciones que pueden adoptar los individuos, configurando de este modo su identidad social" (Castorina, Barreiro & Toscano. 2004: 9)
Las representaciones sociales tienen su origen en las prácticas sociales y a la vez condicionan el modo de actuar de los sujetos. Por lo tanto se espera que el estudio de las representaciones sociales, aporte elementos para comprender las determinaciones socio-históricas de las prácticas.

III.2- Estrategia de análisis
Como ya se ha señalado, en el presente proyecto se busca determinar semejanzas y diferencias de las representaciones sociales del quehacer profesional del psicólogo a lo largo del periodo indagado. Para poder realizar dicho análisis comparativo, se ha agrupado a los profesionales encuestados según la fecha de egreso de la carrera. Los puntos de corte, se han realizado siguiendo la variable histórico- política; con dicho criterio los puntos de corte se han ubicado en el año 1966 -golpe de Estado y Noche de los Bastones Largos; 1976 -golpe de Estado; 1983 -fin de la dictadura; 1990 -crisis económica. De esta manera, se ha realizado un análisis comparativo de las representaciones de los psicólogos egresados a lo largo de cinco periodos distribuidos de la siguiente manera: primer periodo 1961-1966; segundo periodo 1967-1976; tercer periodo 1977-1983; cuarto periodo 1984-1990; y quinto periodo 1991- 1999.
El análisis cuantitativo se ha llevado a cabo a partir de los datos obtenidos por medio de las preguntas cerradas y de la categorización de las preguntas abiertas del cuestionario auto-administrable. El análisis se ha realizado por medio de un software informático EPI-info. El mismo ha sido desarrollado y distribuido por el Centro para el Control de Enfermedades de Atlanta (CDC). Para el análisis de las variables, se ha confeccionado una base de datos a través de la cual se han cruzado las variables que se ha considerado pertinentes. Se ha trabajado tanto con variables continuas como con variables discretas o categóricas.

IV.- Resultados
Como ya se ha señalado, en el presente trabajo se exponen resultados obtenidos a partir del análisis cuantitativo realizado a partir de los datos obtenidos por medio de los cuestionarios autoadministrables.

IV.1.- Datos generales de la muestra
La distribución según periodo de egreso de los cien cuestionarios administrados es la siguiente: el 11% de los cuestionarios corresponde a psicólogos egresados en el periodo 1961- 1966; el 14% al periodo 1967- 1976; el 13% al periodo 1976- 1983; el 14% al periodo 1984- 1990 y el 48% corresponde al periodo 1991-1999.
El análisis de la variable sexo de la muestra relevada, permite afirmar que en relación a dicha variable, la muestra es representativa del universo de psicólogos egresados de la UBA, ya que el porcentaje de varones/ mujeres de la muestra es de 26% y 74% respectivamente; mientras que para el universo de psicólogos egresados de la UBA el porcentaje es de 21% y 79% respectivamente.

IV.2.- Datos obtenidos acerca de la formación de grado
Según el análisis de la muestra relevada, el promedio de años empleados para terminar la carrera es de 5.8. En el año 1971, según los datos obtenidos por Litvinoff, "la gran mayoría de los estudiantes de psicología finaliza sus estudios en un lapso que oscila entre los cinco y los seis años y medio" (Litvinoff, op. cit.: 38) Por lo tanto se puede afirmar que el promedio de años necesarios para terminar la carrera prácticamente no ha variado en ambas muestras.
La edad promedio al terminar la carrera de la muestra es de 26 años.
Ante la pregunta "Durante sus estudios, ¿usted se especializó en algún área de la psicología, cursando materias optativas?" el 76% de la muestra dice haberse especializado en el área clínica; el 8% lo hizo en el área comunitaria, el 4% en el área educacional y en el área institucional y sólo el 2% en el área forense. No se ha encontrado ningún caso de especialización durante la carrera en el área laboral.
Resulta interesante señalar que al cruzar la variable "periodo de egreso." con la variable "área de especia-lización durante la carrera", surge una diferencia en relación a la cantidad de psicólogos que han elegido el área clínica como área de especialización. Mientras que sólo el 50% de los egresados en el periodo 61- 66 eligieron el área clínica, en el periodo 91- 99 dicha área de especialización fue elegida por el 85% de los egresados.
Llama la atención el alto porcentaje de los egresados que en el periodo 61- 66 se especializaron durante la carrera en el área comunitaria: el 33%
Una posible explicación de dicho fenómeno se puede encontrar en la fuerte influencia de los referentes teóricos de los primeros años de la carrera, quienes enseñaban psicoanálisis a los psicólogos, pero restringían su campo de intervención a la psicohigiene. Esta posible explicación deberá ser contrastada con los datos obtenidos por medio de las entrevistas en profundidad.
Ante la pregunta "Desde el punto de vista profesional, ¿qué fue lo que le faltó en su formación como estudiante" se destacan las respuestas demandando una mayor cantidad de prácticas profesionales a lo largo de la carrera (43% de las respuestas). Estos datos coinciden nuevamente con los encontrados por Litvinoff en 1971, ya que según él "podemos afirmar que todos los psicólogos están de acuerdo en que la principal carencia que tuvieron los distintos planes de estudio desde que se inició la carrera hasta nuestros días es la de una ausencia casi total de práctica psicológica" (Litvinoff, op. cit.: 39)
A la pregunta "Durante su carrera, ¿realizó algún estudio paralelo en cursos, grupos de estudio, etc.?" el 62% de los encuestados responde afirmativamente. Cuando se solicita que se especifiquen los temas que se han abordado en dichos estudios, el análisis de los datos revela que el 74% de los encuestados realizó grupos de estudio buscando formarse en teoría psicoanalítica; mientras que el 5% de los psicólogos que componen la muestra, dice haber realizado grupos de estudio sobre filosofía. Iguales valores se obtienen para técnicas proyectivas y para orientación vocacional.
Estos datos coinciden nuevamente con los hallados por Litvinoff, quien en 1975 afirmaba que "el estudiante de psicología se preocupa por acrecentar los conocimientos que le otorga la universidad, para poder así brindar un mejor servicio profesional a la población. Los cursos a los que asisten los alumnos se dictan en instituciones, privadas o estatales, o se realizan en forma particular con un coordinador" (Litvinoff, op. cit.: 40). Resulta interesante destacar que Litvinoff señala que la tendencia a realizar grupos de estudio aumentó notoriamente luego de la intervención del año 1966, lo que produjo que de un 60% de estudiantes que realizaron grupos de estudio hasta ese momento, se pase a un 80% en el periodo 1966- 1976.
Ante la pregunta "¿Recuerda cuáles fueron las materias que más le gustaron de la carrera? Nómbrelas en orden de importancia" las respuestas revelan una clara preferencia hacia las materias clínicas con orientación psicoanalítica. Entre Psicopatología (28% de las respuestas), Psicoanálisis Freud (27%) y Clínica de Adultos (8%), suman el 63% de las respuestas. Es necesario señalar que el resto de las materias elegidas en la primera opción no superan el 2% cada una. Por otro lado, también hay que señalar que gran cantidad de las otras materias elegidas en primera opción, también están relacionadas con la clínica, por ejemplo: Escuela Inglesa, Psicopedagogía Clínica, Psicología Sistémica, Clínica de la Urgencia, Clínica de las Adicciones, Psicoterapias, Psicología profunda, Dirección de la cura, Clínica de niños o Escuela Francesa.
Como contrapartida, ante la pregunta "¿Recuerda cuáles fueron las materias que menos le gustaron de la carrera? Nómbrelas en orden de importancia", se destaca rápidamente la hegemonía de respuestas que se orientan hacia materias no-clínicas: Estadística 26%, Técnicas Psicométricas 16%, Metodología de la Investigación 8%, Historia de la Psicología 7%, Psicología General 5%, Psicoterapia 5%. Dentro de las materias nombradas, se destaca Psicoterapia como única materia clínica. La característica de dicha materia es ser clínica no-psicoanalítica.
Ante la pregunta "¿Cuáles fueron los autores más significativos para usted a lo largo de la carrera?" la distribución de las respuestas marca claramente la hegemonía del marco teórico psicoanalítico dentro de los psicólogos egresados de la UBA. El 86% responde Freud, el 4% Lacan, el 4% orienta su respuesta hacia otros psicoanalistas (Winicott, Manonni, Soler, Aulagnier, Klein). Sumando a todos los psicoanalistas nombrados, el porcentaje de respuestas alcanza el 94%.

IV.3.- Datos obtenidos acerca de la formación de posgrado
A la pregunta "¿Después de terminar la carrera, realizó cursos de postgrado en alguna institución?" el 86% de la muestra responde afirmativamente. Al preguntarse cuál fue la temática abordada en dichos estudios, el 71% dice haber estudiado psicoanálisis; el 8% estudió temas relacionados con la clínica con una orientación no-psicoanalítica; hay un 6% de respuestas orientadas a las técnicas proyectivas; un 4% se pueden agrupar en temas relacionados con la Salud Pública.
A la pregunta "Después de terminar la carrera, ¿participó o participa de grupos de estudio?", el 94% de la muestra dice haberlos realizado. Al pedirse especificaciones acerca de cuáles han sido los temas abordados en los mismos, surge nuevamente una clara hegemonía del marco teórico psicoanalítico, ya que el 82% de la muestra realizó grupos de estudio sobre teoría psicoanalítica. El 7% estudió Filosofía. Sólo el 3% realizó grupos de estudio sobre psicoterapia no psicoanalítica.

IV.4.- Datos obtenidos acerca de la actividad profesional
Al preguntarse por los trabajos que están realizando en la actualidad, el 97% de las respuestas incluyen entre las primeras tres opciones el "trabajo clínico en consultorio privado"; el 82% responde "docencia"; el 44% responde "clínica en una institución pública"; el 22% responde "clínica en una institución privada; el 17% da respuestas relacionadas a la "Salud Pública"; el 13% responde "investigación" 2.
Al preguntarse por la tarea que brinda más satisfacciones al margen de los ingresos económicos que aporta, el 64% de los psicólogos encuestados responden "consultorio privado"; el 13% responde "docencia"; el 11% "clínica en instituciones públicas"; el 9% "clínica en instituciones privadas"; el 2% responde "investigación" y el 1% responde "áreas de gestión en Salud Mental".
Ante la pregunta "¿Recuerda usted cuáles fueron sus primeros trabajos como profesional recibido?" las respuestas se orientan nuevamente hacia la clínica: el 54% responde "clínica en instituciones públicas"; el 15% responde "consultorio privado"; el 11% responde "Clínica en instituciones privadas"; 8% responde "acompañamientos terapéuticos"; 7% responden haber realizado su primer trabajo en un gabinete escolar; 3% responden "docencia"; 1% "selección de personal" y "investigación"
El hecho de que más de la mitad de los psicólogos que conforman la muestra (el 54%), hayan tenido un primer trabajo ejerciendo la clínica en una institución pública, se puede entender si se concibe a este primer trabajo como un espacio de formación clínica antes que como un trabajo profesional. Cómo se ha señalado más arriba, una de las carencias de la formación de grado, señalada por los psicólogos es precisamente la ausencia de prácticas clínicas, por lo tanto, dicha carencia debe suplirse con trabajo ad-honorem.
En cuanto a la remuneración obtenida en los primeros trabajos, el análisis de los datos, revela que el primer trabajo, fue ad-honorem en el 54,7% de los casos; el segundo trabajo fue ad-honorem en el 47.4% de los casos; mientras que sólo el 23.8% de los terceros trabajos fueron ad-honorem. Por lo tanto se puede plantear que a medida que se acumula experiencia laboral, desciende el trabajo ad-honorem.
Interesa destacar el contraste entre el porcentaje de egresados del primer periodo estudiado, cuyo primer trabajo fue ad-honorem -solamente el 22%-, contra el porcentaje de los egresados del último periodo cuyo primer trabajo fue ad-honorem -el 61%. Estos datos refuerzan lo planteado por Gosende quien al trazar el perfil psicográfico de las estrategias de inserción profesional de los egresados de la Carrera de Psicología, plantea como hipótesis que "se asiste actualmente a un proceso de Precarización Laboral que afecta gravemente a los egresados recientes... Este proceso estaría asociado con el incremento del número de egresados de los últimos años, la devaluación de las credenciales, la elevada confluencia de psicólogos recién recibidos que se vuelcan hacia la Clínica..." (Gosende, 1994: 7).
Un dato interesante para configurar la representación del quehacer profesional del psicólogo surge ante la pregunta "¿Está usted o estuvo en tratamiento psicoterapéutico o psicoanalítico?" El análisis de las respuestas revela un dato contundente. El 100% de la muestra ha estado o está en tratamiento psicoterapéutico o psicoanalítico.
Al indagar las razones de dicho tratamiento, la mayoría de las respuestas (67%) se refieren a la combinación entre la necesidad de resolver problemas personales y como parte de la formación profesional. El 15% responde "solamente por problemas personales"; el 13% responde "como parte de la formación profesional"; y sólo el 4% responde "por una crisis puntual".
Otro dato que resulta interesante destacar es que el 84.7% de la muestra considera "que la realización de un tratamiento psicoterapéutico es un requisito necesario para ser psicólogo". Cuando se pregunta las razones por las que considera la necesidad de dicho tratamiento para ser psicólogo, las respuestas, reflejan claramente, una concepción "clínica-psicoanalítica hegemónica" (Scaglia & Lodieu), ya que el 22% de las respuestas, plantean que el tratamiento psicoterapéutico es parte de la formación del psicólogo, mientras que el 58.9% de las respuestas, directamente señalan que realizar un tratamiento psicoterapéutico permitirá atender mejor a los pacientes.
Sólo a modo de ejemplo, se señalan algunas de las respuestas paradigmáticas para justificar por qué la realización de un tratamiento psicoterapéutico es un requisito necesario para ser psicólogo.
"porque es esencial la experiencia del inconciente" [cuestionario 7: mujer, 42 años; egresada en 1985]
"porque es su verdadera práctica" [cuestionario 81: mujer, 37 años; egresada en 1988]
"Conocerse a uno mismo es fundamental para poder ayudar a otros" [cuestionario 98: varón. 64 años; egresado en 1974]
"y si no, cómo hace para saber del inconciente" [cuestionario 84: mujer, 65 años; egresada en 1965]
Claramente dichas respuestas están basadas en una concepción psicoanalítica. Freud en la Primera Conferencia de Introducción al Psicoanálisis, del año 1915 señala la existencia de tres grandes obstáculos para estudiar psicoanálisis. El primero de ellos es que "no existe certificación objetiva del psicoanálisis ni posibilidad alguna de hacer demostración pública de él" (Freud, 1993: 16). La indicación freudiana para superar dicho obstáculo es hacerse analizar por un analista experto.
Al pedirse que "en una escala de 1 a 5, siendo 1 el mínimo valor y 5 el máximo valor, adjudique un puntaje a cada una de las siguientes actividades de acuerdo a la importancia que tienen para usted en su vida profesional". Los resultados obtenidos, vuelven a señalar una fuerte valoración del trabajo clínico. Ya que en primer lugar se ubica el área clínica con un promedio de 4.75 puntos; en segundo lugar el área comunitaria con 2.8 puntos; en tercer lugar el área educacional con puntos; en cuarto lugar el área forense con 1.75 puntos; y finalmente el área laboral con 1.3 puntos.
Los resultados del análisis de esta pregunta se condicen con los obtenidos al analizar la pregunta "¿En qué tipo de trabajo preferiría no trabajar como profesional? Donde se observa claramente que el área clínica resulta aquella donde menos psicólogos preferirían no trabajar -solamente el 4% de las respuestas-, mientras que el área laboral con un 64% de respuestas afirmativas es aquella donde se observan mayores resistencias para trabajar.

IV.5.- Datos obtenidos acerca de la participación política de los psicólogos
En el cuestionario autoadministrable se han realizado algunas preguntas orientadas a realizar un análisis comparativo acerca del nivel de participación política durante la vida universitaria, según el periodo de egreso de la Carrera de Psicología. Al preguntarse por el lugar que ocupa la participación política en la vida de los egresados, casi la mitad de la muestra (49%) responde "nada importante". El 42% de la muestra responde "importante" y sólo 9% responde "muy importante" Por otro lado, al preguntarse por la importancia dada a la participación política, partidaria o no, en la vida universitaria, el 46% responde "mucha", el 31% responde "poca" y el 23% responde "ninguna". Sin embargo, sólo el 28% de la muestra se relacionó con alguna asociación estudiantil durante sus estudios. En el año 71, para la misma pregunta, Litvinoff obtenía un 40% de respuestas afirmativas, lo que parece indicar un descenso en los niveles de participación en la política universitaria como algo característico de la vida estudiantil.
En las entrevistas en profundidad realizadas, los estudiantes de la Carrera de Psicología de los años 60 y 70, dan reiteradas muestras de participación política. En las entrevistas realizadas a graduados de la década del 60 y 70 ante la pregunta: ¿Qué recuerdos tiene de la época de estudiante?, en todos los casos la respuesta incluye un comentario acerca de la actividad política en la Universidad. En este sentido, una psicóloga graduada en el año 74 dice: "no se podía no tener participación política. Si no militabas, eras un extraterrestre...". Una psicóloga que ingresó a la carrera en el año 73, comenta: "en aquella época se buscaban los analistas preguntando dónde militaban. Así como ahora se pregunta cuánto cobran, en una época se preguntaba a qué escuela pertenecen, en aquella época se preguntaba dónde militan y después se veía si se lo consultaba".
Por otro lado, los estudiantes de la década del 90 circunscriben su vida universitaria a la vida académica. Una psicóloga graduada en el año 95 cuando se le pregunta específicamente por el tema, dice: "yo fui a la facultad a estudiar, no tenía tiempo para hacer política. Era amiga de los chicos de Franja Morada, iba a las fiestas que hacían, pero nada más." Otra psicóloga graduada en el año 1989 decía: "a mi la política mucho no me interesaba. Yo iba a la facultad a estudiar, creo que era el miedo del proceso que seguía actuando". Reflejando el imaginario colectivo a nivel nacional, la mayoría de los estudiantes universitarios de la década del 90, no sólo descreen de la actividad política, también la desacreditan. A partir de estos datos, se puede afirmar una fuerte disminución en los niveles de participación política entre los egresados de las décadas del 60- 70 y la década del 90.
En este sentido, son muy claros los datos que arroja una investigación realizada por Mario Töer (1998) quien señala que en 1986 el 11% de los estudiantes de la UBA participaban de los Centros de Estudiantes de sus respectivas facultades, mientras que en 1995, la cifra desciende a solamente el 1,8%.
Se plantea como hipótesis -que deberá ser corroborada a partir del análisis cualitativo de las entrevistas en profundidad, que los niveles de participación política han determinado el modo de concebir las prácticas de los psicólogos y por lo tanto, las representaciones que estos tienen acerca de sus prácticas.

V.- Conclusiones a partir de los resultados obtenidos
El análisis de las respuestas dadas -tanto en relación a la formación de grado, de posgrado y a la práctica profesional del psicólogo-, permite afirmar una presencia hegemónica de una representación del quehacer profesional del psicólogo que iguala la práctica del psicólogo a la de un psicoanalista.
Si bien se observan algunas diferencias entre las respuestas dadas por los egresados de los distintos periodos históricos estudiados, las mismas no conmueven la representación social hegemónica. Es por ello que se puede hablar de un núcleo central (Abric, 1994) de la representación social del psicólogo por medio del cual en el periodo 1960-1999 se iguala el psicólogo al psicoanalista. Sin embargo el análisis diacrónico, permite afirmar algunos cambios, que si bien no alteran el núcleo central de la representación señalan la determinación histórica de la misma al generar cambios en lo que puede ser considerado como el sistema periférico de la representación (Abric, 1994)
Según Klappenbach (2000), en los primeros años de la década del 60 la discusión pasaba por clarificar el rol del psicólogo. La fuerte presencia de psicoanalistas miembros de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) dentro del cuerpo docente de la carrera desde el comienzo de la misma, generó situaciones paradojales, ya que enseñaban teoría psicoanalítica, pero sostenían que los futuros psicólogos no podían ejercer el psicoanálisis ya que el análisis didáctico -condición para ejercer el psicoanálisis- estaba restringido a los médicos. José Bleger representante paradigmático de esa posición, sostenía que los psicólogos debían ser agentes de cambio y ejercer la psicohigiene en lugar del psicoanálisis.
A principios de los 70, la discusión acerca de la relación entre psicoanálisis y los psicólogos no parece estar zanjada. Las posiciones parecen haberse radicalizado. En el XV Congreso Interamericano de Psicología de 1974 realizado en Bogotá, Knobel señalaba que en "la técnica de la psicoterapia dinámica... el psicólogo tiene un rol predominante" (Knobel, 1974. Citado por Klappenbach, op. cit.: 203). "La psicoanálisis es psicología", escribe Grego -egresada en el año 1971 de la Carrera de Psicología de la UBA- en 1973 en un manifiesto contra la APA publicado por los estudiantes de la Carrera de Psicología.
Roberto Harari -Psicólogo egresado de la Carrera de la UBA en el año 1965 y presidente de la APBA, durante el periodo1969- 1971-, puede ser considerado uno de los representantes paradigmáticos de la posición que igualaba el rol del psicólogo al del psicoanalista (Klappenbach, 2000) Sin embargo en el prólogo del libro en el que Litvinoff publica los resultados de su investigación, Harari sostiene que "todo profesional que sustente que su práctica política se condensa, realiza y agota en su práctica científica, sucumbe al yugo de una creencia- representación- noción ideológica que sirve a los intereses de la clase dominante en la medida en, si es coherente con esa fascinante y opiógena aseveración, sólo logra mantenerse al margen de las luchas populares y encastillado en "su" aporte quimérico y elitista al proceso" (Harari, 1975:11) Del análisis de la cita anterior, se desprende que para Harari -quien como ya se ha señalado es uno de los representantes paradigmáticos de la posición que iguala rol del psicólogo a psicoanalista-, la práctica del psicólogo no se reduce a la del psicoanalista. La discusión entonces "pasaba por el compromiso que le correspondía a los profesionales en una sociedad que requería urgentes transformaciones políticas y sociales" (Klappenbach, 2000, 198).
Se plantea la hipótesis de que los altos niveles de compromiso y participación política durante la vida uni-versitaria que caracterizó el clima universitario de los años 60 y principios de los 70 (Sigal, 2002), hace que la representación hegemónica del rol del psicólogo en dichos años resulte de la articulación entre el modelo psicológico-psicoanalítico hegemónico y la utilización del marco teórico psicoanalítico como una herramienta más para generar las transformaciones sociales necesarias para el proyecto de la juventud revolucionaria. Dicha hipótesis deberá ser contrastada a partir del análisis cualitativo de las entrevistas en profundidad y del análisis de las fuentes secundarias.
En el año 1971, el grupo de psicoanalistas que confor-maban Plataforma renuncia a la APA. La repercusión en la configuración de la representación psicológica-psicoanalítica de los psicólogos es incalculable, ya que muchos de los miembros de Plataforma pasan a formar parte del Centro de Docencia e Investigación (CDI) lugar donde por primera vez, se ofrece formación psicoanalítica a profesionales no médicos.
A partir de esta nueva situación y de la formación en 1969 de la APBA, se inicia un proceso de profesionalización del rol del psicólogo que atravesó la década del 70, culminando en el año 1985 con la promulgación de la Ley 23.277 (del Régimen Legal del Ejercicio de la Psicología); ley que habilita a los psicólogos a "la aplicación y/o indicación de teorías, métodos, recursos, procedimientos y técnicas especificadas en: a) El diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la personalidad y la recuperación, conservación y prevención de la salud mental de las personas" (Ley 23.277. Art. 2. Inciso a)
Antes de la promulgación de la citada ley, la representación clínica hegemónica orientó la práctica profesional de los psicólogos, al punto que -tanto en consultorios privados, como en instituciones públicas- los psicólogos ejercieron la clínica durante años transgrediendo la legalidad vigente.
Si en la década del 60, "la concepción del psicólogo como agente de cambio, se inscribía en el clima de ideas que promovieron la constitución de una nueva izquierda, la cual, a partir del contexto internacional generado por la revolución cubana, y de una pronta decepción con la figura de Frondizi, encontraría sobre todo a partir de 1966, formas de compromiso y militancia crecientemente radicalizadas" (Klappenbach, op. cit.: 208), en la década del 90, ante los cambios en el contexto político nacional e internacional -como efecto de las políticas de terrorismo de estado y de mercado-, han descendido enormemente los niveles de participación política (Töer, 1998). En este nuevo contexto, la representación hegemónica que tienen los psicólogos acerca de su práctica profesional responde al modelo hegemónico de las profesiones liberales, igualando el rol del psicólogo al del psicoanalista que desarrolla su práctica en el consultorio privado.

NOTAS

1 Salvo que se indique lo contrario, cada vez que en el trabajo se haga referencia al "psicólogo" de manera neutra, se hace referencia tanto a psicólogos como a psicólogas.

2 La suma de los porcentajes no es igual a 100 por tratarse de respuestas de elección múltiple.

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