SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12Algunas puntualizaciones psicoanalíticas sobre DurkheimLa "infancia anormal" en el Consejo Nacional de Educación (1920-1930): Orígenes y consecuencias prácticas de esta concepción: la internación y la salud pública vs. la escuela y la educación pública índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. v.12  Ciudad Autónoma de Buenos Aires ene./dic. 2005

 

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

El itinerario del estructuralismo en la Universidad de Buenos Aires (1958 - 1966)

The Structuralism in the University of Buenos Aires (1958 - 1966)

Acuña, Cynthia1

1 Lic. en Psicología. Investigadora Tesista-becaria. Tesis de doctorado (en curso): "La recepción del estructuralismo francés en Argentina en los años sesenta". Director: Hugo Vezzetti. Integrante del "Programa de Estudios Históricos de la Psicología en Argentina". Proyecto UBACYT Programación científica 2004-2007: Código: P042. Título: «La psicología y el psicoanálisis en la Argentina: disciplina, tramas intelectuales, representaciones sociales y prácticas». Docente de Historia de la Psicología I, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires.

Resumen
Tema central: indagar los usos dados a los conceptos del estructuralismo francés en la Universidad de Buenos Aires, entre y 1966. Objetivos: Introducir algunos resultados de un estudio de recepción subrayando la transformación que el lector produce en el texto, según su propio horizonte de expectativas. Metodología: 1) relevamiento de datos en programas; entrevistas a ex-alumnos y docentes de las carreras estudiadas; análisis de un caso, en el que se utilizan las categorías estructuralistas; 4) contrastación y síntesis de los datos. Fuentes: programas de Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (y otros documentos de archivo); reseña de Eliseo Verón de un libro de Germani. Conclusiones: El estructuralismo francés es utilizado como una herramienta de crítica ideológica. Se lee en un clima académico que acompaña la caída del desarrollismo, proponiéndose como modelo científico alternativo al existente

Palabras clave: Recepción; Estructuralismo; Ideología

Abstract
Main Subjet: Consider the subjects that study structuralist authors in the University of Buenos Aires between 1958 and 1966, and the objective of these readings. Objectives: Introduce some results of a Reception Study focusing in the transformation produced by the reader on the text. Methodology: (Collect data from syllabus; (2) Interviews to old students and professors; (3) Case analisis, in wich structuralist categories are used; (4) Data synthesis and verification. Sources: Syllabus and historical documents (Faculty of Philosophy, University of Buenos Aires); Eliseo Verón's review of a book of Germani. Results: French Structuralism is used as a tool for ideologic criticism, and it emerged as an alternative scientific model

Key Words: Reception; Structuralism; Ideology

PRESENTACION: ACERCA DE LA RECEPCION
Este trabajo forma parte de una investigación de doctorado en la que examino la recepción de Claude Lévi-Strauss, Roland Barthes, Jacques Lacan y Louis Althusser en la Universidad de Buenos Aires y en el campo intelectual1. En esta oportunidad, presentaré algunos resultados parciales de dicha investigación relacionados con la recepción del estructuralismo en los Departamentos de Sociología, Antropología y Psicología de la Universidad de Buenos Aires, en el período 1958-1966. Pero antes, quisiera precisar mi punto de partida en relación con la noción de recepción, ya que considero que esta no puede ser explicada partiendo de un análisis cuantitativo de los textos.
La estética de la recepción propuesta por Jauss se distingue tanto de la historia de los autores como de la historia de las obras. En este tipo de enfoques se omitía un tercer elemento: el lector. Lo que introduce Jauss es un enfoque alternativo que hace intervenir "la experiencia de los que reciben, disfrutan y juzgan las obras" (Jauss, en Mayoral, 1987: 59). Para Jauss, la noción de recepción, implica la actualización del significado de la obra, el cual surge de la "fusión de dos horizontes" (Jauss en Mayoral, 1987). Hay en Jauss una doble noción del "horizonte de expectativas": el lector que aborda un texto debe construir el horizonte de expectativas intraliterario es decir, el código primario que "corresponde a la estructura formal e ideológica de la obra" (Altamirano-Sarlo, s.f.: 116), pero esta construcción se hace a partir de que el lector imprime en su lectura las propias expectativas concretas, el horizonte de expectativa social (condicionado, a su vez, social y biográficamente). La fusión de horizontes es un proceso que realiza el lector e implica conferirle a esa obra un significado actual. Hasta aquí, las nociones de Jauss, pero ¿cómo se implementa este enfoque metodológicamente? ¿dónde y cómo se busca el significado actual de una obra o la creación del lector? Mi propósito es explorar la recepción basándome en Jauss pero teniendo en cuenta, además, la cuestión del uso de los textos trabajada por Michel de Certeau, para quien, en la práctica de lectura "un mundo diferente (el del lector) se introduce en el lugar del autor. Esa mutación hace habitable el texto como si fuera un apartamento rentado. Transforma la propiedad del otro en un lugar que, por un momento, un transeúnte toma prestado" (de Certeau, [1990]: LII). Considerar el texto como objeto prestado nos aparta de la concepción ingenua, según la cual, los intelectuales argentinos reproducen, pasivamente, los textos recibidos de las metrópolis extranjeras.
De acuerdo con lo dicho, afirmar que el estructuralismo ha tenido características propias en Argentina no basta. Disponer el mapa (o itinerario) de la recepción a partir de los usos y las transformaciones puede permitirnos apreciar esa especificidad local, históricamente considerada. Para ello, presentaré a continuación los siguientes desarrollos: primero, un panorama de las condiciones sociales del período que se abre a partir de 1955, especialmente en la universidad; segundo, la pesquisa de las primeras lecturas de Lévi-Strauss y Barthes en sociología, antropología y psicología; tercero, el examen de un caso que muestra las particularidades que toma el estructuralismo a partir de una polémica en torno del problema de la ideología.

LA MODERNIZACION Y SU IMPACTO EN LA UNIVERSIDAD
La reforma académica, desde 1955, tiene una particularidad: posee un proyecto cultural global (que desborda el ámbito de la universidad y se extiende a la sociedad) y cuenta con los medios y recursos necesarios
para llevarlo a cabo (Sigal, 1991). La idea de que la universidad debe cumplir una "función social" pone en relación directa el proyecto de universidad con el proyecto de país que se esperaba
construir pero también compromete a la universidad a extenderse más allá de las aulas. En este sentido, puede decirse que hay varios espacios en los que la modernización impactó de manera significativa: la Universidad de Buenos Aires, el Instituto Di Tella, el servicio
de Psicopatología del Policlínico Lanús (a cargo de Mauricio Goldemberg) fueron sólo algunos de ellos. Los dos últimos establecieron lazos con la Universidad y el tránsito de una institución a otra era relativamente habitual para quienes practicaban la docencia o hacían investigación en psicología o en ciencias sociales.
En suma, la renovación científica y cultural excedió el espacio académico y, al mismo tiempo, encontró en este un lugar privilegiado para cristalizarse. De hecho, a una fase de escasa producción intelectual y científica como fue la década peronista, le sucedió otra en la que comenzaron
a crearse centros de investigación, nuevas disciplinas a nivel universitario y nuevos programas de enseñanza.
La investigación en ciencias sociales cobró un fuerte impulso a partir de la creación en 1957 del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) que otorgó en sus comienzos más de un centenar de becas internas y externas (número que se incrementó en los años siguientes). Fueron muchos los estudiantes que optaron por graduarse a partir de un doctorado realizado en Francia, Inglaterra o Estados Unidos (entre 1958 y 1962, la UBA otorgó 2570 becas a estudiantes
y 220 a diplomados). Incluso los docentes, que hasta 1955 podían adquirir cierto prestigio
profesional por enseñar en la universidad, debieron esperar hasta los años sesenta para tomar a dicha actividad como una fuente de ingresos (además de un antecedente de prestigio) debido al crecimiento de profesores con dedicación exclusiva (Sigal, 1991: 87-88). La creación, a partir de 1958, de las universidades privadas (entre ellas las católicas) amplió el campo de trabajo docente a la vez que generó controversias ideológicas entre "laicos" y "libres".

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL Y LOS AVATARES DE LA POLITIZACION
El movimiento estudiantil de los años sesenta comenzó a ejercer una indiscutible gravedad a partir de los acontecimientos del '55. Desde el apoyo a la Revolución Libertadora hasta la participación en el gobierno de la Universidad, los estudiantes ocuparon un papel inédito
en cuanto a la toma de decisiones académicas. Por ejemplo, participando en la selección de profesores para los nuevos cargos (Neiburg, 1999).
El golpe del 16 de septiembre del '55 conocido como Revolución Libertadora contó con el apoyo no sólo de la cúpula de las tres fuerzas armadas, los principales partidos políticos y la Iglesia, sino también de las federaciones de estudiantes universitarios, quienes se vieron en la situación de tener que apoyar a sectores de la derecha para ponerle fin a un modelo universitario que era vivido como una "dictadura" (Töer/1, 1988: 29)2.
En el caso de Filosofía y Letras - donde funcionaban las carreras de sociología, psicología y antropología, entre otras3 - el CEFyL (Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras) se constituyó sin bandera política partidaria y con mayoría de "reformistas". Sin embargo, de manera paulatina, el centro de estudiantes comenzó a adoptar banderas políticas y el reformismo fue sustituido por el nacionalismo,
peronismo, etc.,4 proceso que culminará en una franca radicalización de las posiciones políticas hacia fines de los años sesenta. Los debates ideológico-políticos que se produjeron en el seno de la universidad comprendieron duras críticas al modo de llevar a cabo la reforma universitaria. Durante los primeros años de la década se abrió una importante polémica en torno de la ayuda económica extranjera5 que puso al descubierto que la noción de "reforma" no era unívoca y que tenía distintos significados ideológicos6. Dentro del movimiento estudiantil mismo se produjeron transformaciones,
desplazando los debates de temáticas académicas a problemas políticos cada vez más radicalizados. Si a fines de los años cincuenta
"el estudiante independiente constituía el 80% de los estudiantes en general" (Töer/1, 1988:79), con la caída del gobierno de Frondizi, se puede apreciar una progresiva inserción en la militancia partidaria.
Entonces, si bien el reformismo unificó fracciones antiguamente opuestas, generó también nuevas fisuras por los problemas mismos que planteaba la modernización.
El primer lustro posperonista fue, a la vez, apertura a la modernización y crisis de la unidad forjada en el antiperonismo. Es, entonces, necesario partir de esta doble vertiente de la modernización para enmarcar la recepción de las ideas extranjeras y para indagar cómo se entramaron las mismas en ese mapa bifronte.

DE LA SOCIOLOGIA CIENTIFICA A LA CRITICA AL CIENTIFICISMO
No es mi objetivo hacer una historia de la sociología científica, no obstante, para ubicar el papel de Eliseo Verón como difusor del estructuralismo francés en la carrera de sociología de la UBA, es necesario situarlo en relación con Gino Germani, quien inaugura un modelo de sociología científica surgido conjuntamente con la modernización académica. Según Silvia Sigal (Sigal, 1991), en el Departamento de Sociología de la UBA se produjo una importante identificación entre "modernización social desarrollista y método científico" (Sigal, 1991: 30). Germani imprimió un sesgo científico a la sociología, sentando las bases de la identidad del sociólogo profesional que se graduara de la Universidad. Ahora bien, lo que interesa revisar es cuándo y cómo la sociología científica de Germani comienza a ser nombrada como cientificista, ¿por qué algunas de las figuras que se habían formado con Gino Germani comenzaron a señalar las deficiencias ideológicas de la sociología científica? ¿Qué procesos de transformación se estaban produciendo que pudieran propiciar una ruptura con dicho modelo sociológico? Si el desarrollismo acompañó el ascenso de figuras como Germani en sociología, la caída de ese modelo propició el desplazamiento de la generación de Germani hacia la "segunda generación", por lo que hubo, en sociología, una tensión interna, entre Germani y algunos de sus discípulos, como es el caso de Eliseo Verón. Es en esa coyuntura de tensión que pueden apreciarse los usos dados a los textos estructuralistas.
Cuando Verón comienza a adquirir cierto prestigio en sociología, debido a que se encuentra en posesión de un capital simbólico alcanzado en gran parte por su formación con Claude Lévi-Strauss y Roland Barthes en París, los debates en torno del marco teórico que debe guiar la formación del sociólogo se acentúan. Impugnar a Germani es, de algún modo, promover un modelo de ciencia y de formación profesional alternativo, por oposición al existente. Y si había una teoría privilegiada para discutir con el funcionalismo (o el culturalismo) esa teoría era el estructuralismo. Esto se expresa en el "Prólogo" que Verón escribe para la versión española de La antropología estructural, en donde señala:

"Nada más opuesto al antropólogo estructuralista que el funcionalista: este parte de la diversidad y está dominado por la preocupación de hallar, tras la diversidad, ciertos contenidos universales idénticos en todas las culturas; aquel parte de la afirmación de una identidad (puramente formal) en el plano de los instrumentos mentales que el hombre pone en juego en toda vida social, y por lo tanto está dominado por el afán de describir las diferencias entre los contenidos a que esos instrumentos se aplican" (Verón,1964: 27).

Como se verá más adelante, las diferencias no se ubican sólo en el nivel del método.

LA LECTURA DE LEVI-STRAUSS EN LA UNIVERSIDAD
La primera inclusión de Lévi-Strauss en los programas de Sociología Sistemática (materia central de la carrera de sociología) data de 1958, durante el período en que Gino Germani era titular. Se trata de "Social Structure", en Anthropology Today y de Anthropology structurale. Por primera vez, en un programa de la Facultad de Filosofía y Letras, se menciona a Lévi-Strauss. Pero sería incorrecto afirmar que Germani fue una figura ligada al estructuralismo francés, ya que no lo desarrollaba en sus clases ni lo tomaba en sus exámenes. Aquella inclusión parecía obedecer más a una referencia de consulta que a una intención de difusión de esos textos. ¿Cuándo pasa Lévi-Strauss a ocupar otro lugar en los programas, es decir, a ser un texto leído y discutido por los alumnos? En Sociología la fecha clave es 1963, año en que Verón regresa de su viaje a París y dicta la materia electiva Metodología Estructural, que se dividió en dos materias cuatrimestrales: Elementos de Metodología Estructural I y II, en las que se desarrollaban temas que estaba investigando con Carlos Sluzki, Ricardo Malfé y Analía Kornblit, y en las que se incluía bibliografía estructuralista y de la teoría de la comunicación.
En 1964 y 1965 Verón y Murmis dictan Sociología Sistemática y el programa cambia radicalmente: se incluye la traducción al español de la Antropología estructural de Lévi-Strauss editada por EUDEBA con prólogo de Eliseo Verón (y con revisión técnica de Eduardo Menéndez).
En 1965, Verón dicta también Teoría e Investigación de la Comunicación Social, materia que era un desarrollo más detallado de algunos puntos del programa de 1964 y 1965 de Sociología Sistemática. Allí se introduce Mythologies de Roland Barthes - texto que, durante el período estudiado, no se incluyó en el programa de ninguna otra materia dictada en la Facultad de Filosofía y Letras -. Dicho texto se utilizaba en un apartado del programa mencionado como: "la manipulación del sentido"; allí se advertía a los estudiantes que para dicho punto se darían algunos "lineamientos sobre técnicas de análisis de materiales ideológicos", para lo cual, además de Barthes, se recomendaba la lectura de Lévi-Strauss.
En 1966, Verón dicta la materia Comunicación Social; en el programa de la misma se dedica un punto a la "metodología del análisis estructural en Lévi-Strauss".
Ahora bien, ¿cuál es el panorama en el Dpto. de Antropología? Es preciso aclarar que muchas de las materias que se dictaban para sociología eran comunes, también para los estudiantes de antropología. Entre ellas estaban las "Metodologías" de Verón. Por ello, afirmar que no hubo en el Departamento de Antropología (en el período 1958-1966) una recepción de Lévi-Strauss es correcto e incorrecto. Es correcto si se considera que ninguna de las Etnologías de la carrera incluía a Lévi-Strauss. Además, Marcelo Bórmida se había formado en la escuela histórico cultural y era quien dictaba - junto con Enrique Palavecino, Osvaldo Menghin y Ciro René Lafón - la mayoría de las materias (en las que el marco teórico predominante era el estructural funcionalismo, el culturalismo y la fenomenología). Si a esto se añade la refutación sufrida por Verón en 1963, cuando es invitado al Departamento de Antropología a dar una conferencia y recibe duras críticas al presentar las ideas de Lévi-Strauss (Verón, 1974), entonces, podría ser correcto afirmar que en el Departamento de Antropología más que recepción hubo un rechazo a la antropología estructural.
Pero a este panorama hay que añadir las "excepciones" y la apertura de nuevos espacios dentro de la carrera, promovidos por los estudiantes. Hacia 1965, un grupo de estudiantes solicitó la intervención de la carrera a las autoridades de la Facultad, así como la incorporación de cátedras paralelas. La disconformidad estudiantil - y la circulación en la Facultad de los antecedentes de Menghin7 -, favoreció no la destitución de los profesores de las cátedras "oficiales" pero sí la apertura de materias paralelas. En ese nuevo espacio, Eduardo Menéndez y Mirtha Lischetti jugaron un rol importante al difundir en el ámbito de la Facultad literatura que había quedado excluida en los programas de antropología, poniendo en primer plano el tópico de la ideología y su importancia (y olvido) en la formación de los antropólogos8.
Del mismo modo, hubo materias que fueron excepciones al Plan "oficial": la materia Lingüística para el Departamento de Antropología dictada por Salvador Bucca, incluía a Saussure y a Martinet - considerados precursores del movimiento estructuralista - desde 1961. En la materia Antropología Social, dictada por Ralph Beals, se introduce un texto de Lévi-Strauss en 1962: "el concepto de estructura social", en un Cuaderno que formaba parte de una publicación interna de la Facultad. En la misma materia, en 1964 (y hasta 1966), Abraham Monk, también incorpora a Lévi-Strauss en su programa. Además, hay que considerar que estas carreras tenían como materia obligatoria Gramática Castellana, que estaba a cargo de Ana María Barrenechea, en donde se dictaba el Cours de linguistique générale de Saussure.
En cambio, en el Departamento de Psicología, es más difícil pronunciarse al respecto. Por un lado, Lévi-Strauss no figura en los programas durante el período abordado (el autor que más cerca se encontraría del estructuralismo es Jean Piaget, a quien no se ha incluido en esta investigación). Pero, por otro lado, la ausencia de un autor en los programas no es suficiente para sacar conclusiones respecto del impacto del estructuralismo en psicología9. Apenas si puede afirmarse que dicha ausencia es significativa, si se la compara con la difusión naciente en sociología y antropología y, con la difusión posterior, especialmente durante finales de los sesenta y comienzos de la década del setenta.

ESTRUCTURALISMO E IDIOLOGIA
¿Qué fenómenos constituyen una "prueba" de recepción de un autor? Como dije al comienzo, de la recepción se puede saber por los usos dados a los textos; por las aplicaciones y las prácticas que se derivan de los mismos. Voy a ejemplificar esta idea volviendo sobre la figura de Verón. En julio de 1965, en el N° 2 de la Revista Latinoamericana de Sociología10 Verón redacta una reseña del libro de Germani La sociología en la América Latina (1964). Allí, aplica al libro de Germani lo mismo que enseña a los estudiantes de la universidad: una técnica de interpretación de los mecanismos ideológicos implícitos en el texto:

"En términos generales creo que los aspectos ideológicos realmente significativos que pueden estar presentes en un cuerpo de conceptos tienen poco que ver con contenidos determinados, sino más bien con operaciones que se realizan sobre los contenidos, operaciones generalmente implícitas en la construcción de los conceptos. En el libro que comentamos, la ideología (…) se manifiesta más claramente en términos del proceso de selección entre lo que se dice y lo que se deja de decir. Si se me permite la expresión, un campo fundamental de los mecanismos ideológicos es el definido por las "funciones" entre mensajes y silencios" (Verón: 1965: 274).

Para Verón, el análisis de la ideología comprende dos niveles, ambos analizados en la reseña:
1) el nivel de los contenidos (que retomaré enseguida)
2) el nivel de las operaciones: que remiten a las operaciones de selección y combinación tomadas de la lingüística (mecanismos que Jakobson denomina sintagma y paradigma).
Estas operaciones no son concientes y permiten ubicar la dimensión pragmática11 de la comunicación (o metacomunicación). ¿Por qué es importante la pragmática? Porque se ocupa de aquello que los otros dos niveles (sintáctico y semántico) no explican: la ideología. En suma, a la pragmática le interesa, en términos generales: a) el contexto del discurso; b) la enunciación; c) la dimensión connotativa del mensaje.
El "sujeto de la pragmática", si puede decirse así, no es el sujeto del enunciado (de la sintaxis) ni el sujeto lógico (de la lógica o semántica), sino un sujeto ideológico. Si bien Verón no trabaja alrededor de la categoría de sujeto, sí lo hace Althusser que será retomado por Verón en 1967, para referirse a este tema.
En relación con el nivel de los contenidos, uno de los puntos de la crítica a Germani es "el problema de las condiciones para la cooperación internacional, en cuanto a aceptación de subsidios y elección de temas" (Verón, 1965: 275), tema que - según Verón- no es analizado en el libro de Germani12. Beatriz Sarlo resume las críticas a Germani en tres puntos (Sarlo, 2001: 85): 1°- Germani impondría un modelo "norteamericano" de modernización. 2°- El verdadero conflicto no se da entre "sociedades tradicionales y sociedad de masas" sino en término de "lucha de clases". 3°- El par "imperialismo/dependencia" permanece fuera de los análisis y trabajos de Germani. A los que yo agregaría un 4°: La sociología científica debe incluir -para Verón- el nivel de análisis ideológico (de denotación de la connotación).
A partir de la incorporación de la pragmática de la comunicación, el estructuralismo de Verón toma un matiz diferente del estructuralismo de la tradición levistraussiana. Verón toma para esta conceptualización elementos de la antropología y semiología francesas (Lévi-Strauss y Barthes) y de la teoría de la comunicación (Bateson). La recepción implica, claramente, en este caso, un nuevo "producto", que se entrama con los dos aspectos señalados por Jauss, de algún modo, la trayectoria del lector pero también sus condiciones sociales de lectura.

Ahora bien, desde un punto de vista teórico, ¿qué movimientos permitía realizar el estructuralismo francés?
Desde Saussure, pero especialmente a partir de Lévi-Strauss, el estructuralismo y la semiología permitieron (y produjeron):

a) La extensión del signo saussureano a ámbitos extralingüísticos: es un ejemplo el de Roland Barthes quien analiza las escenas del catch como significantes. Cualquier objeto de la vida cotidiana, de la vida social, puede ser leído como signo y transformarse en mensaje.
b) La ampliación de la noción de comunicación: lo hace Lévi-Strauss al poner en juego una noción de comunicación en la que las mujeres en el intercambio son tomadas como "signos".
c) La acentuación de un segundo nivel de significación: (o segundo sistema) oculto, inconciente, latente, connotado, etc. Punto de cruce del estructuralismo con el psicoanálisis freudiano y con la tradición marxista.
d) El estudio del metalenguaje: La semiología, por ejemplo, es un metalenguaje. En Barthes, el metalenguaje está en el nivel del mito (algo así como un signo a la
segunda potencia, es decir, un signo de un signo)
e) La articulación de la ideología al nivel formal del discurso: la ideología como mecanismo se vincula a las operaciones de selección y combinación. Se define no por su contenido sino por las operaciones que implica.

A fines de los años sesenta el estructuralismo se extiende hacia el análisis de nuevos objetos (el arte pop, la historieta, los happenings, la arquitectura) ya no sólo en la universidad sino también en diversos espacios del campo intelectual.

NOTAS

1 La noción de campo es utilizada, en este trabajo, de un modo general. No me baso metodológicamente en la teoría de los campos de Bourdieu; he tomado la idea de campo intelectual en un sentido muy amplio, como espacio de luchas por un capital simbólico, con una autonomía relativa Según lo expresa Emilio Gijaba (quien pertenecía a la Facultad de Derecho desde 1949, así como al Centro de Estudiantes):"el proyecto peronista estaba dado claramente, la Ley Universitaria del '47 lo marcaba, era una universidad autoritaria, enmarcada en cánones rígidos dirigidos por el Ministerio de Educación. Se elegían los rectores y decanos a dedo, sin participación estudiantil y con los delegados que se elegían de los estudiantes - a dedo- por el decano. (…) El nuestro era el proyecto reformista que (…) se plasma después del '56 con los rectorados de José Luis Romero, Rizieri Frondizi y Fernández Long, que era abierto, reformista, con gobierno tripartito, igualitario, (…) con los concursos libres, con la famosa cátedra paralela, con libertad de cátedra" (Toer/1, 1988: 22-23).

2 Según la Guía del estudiante de 1958, la Facultad de Filosofía y Letras otorgaba los siguientes títulos (licenciaturas): Filosofía, Letras, Historia, Ciencias de la Educación, Geografía, Psicología, Sociología y Folklore (es recién en 1959 que se crea la carrera de Ciencias Antropológicas).

3 Según lo señala Beatriz Sarlo -en una entrevista realizada por J. King- esta "nacionalización y peronización" del estudiantado influenciado por la nueva izquierda era la otra cara de la reforma y debe ser entendida como una parte del mismo proceso: "es parte de lo que fue un movimiento de contestación social global, que conduce tanto a la crítica de las formas estéticas tradicionales, como a las de las formas tradicionales de hacer política; tanto de hacer política antiperonista como peronista, dado que estos intelectuales en curso de peronización proponen una nueva forma de concebir al peronismo, más bien como portador del cambio social más revulsivo. En ese sentido, es fácil el tránsito de la izquierda al peronismo, (…) este proceso es parte del proceso de modernización que se da en la década del sesenta. La nacionalización de los intelectuales se hace con consignas que provienen del mismo clima de ideas de ese proceso" (Sarlo, en King, 1985: 307)

4 La pregunta era si las inversiones extranjeras eran el medio adecuado para llegar a un desarrollo autónomo. Existen, en este sentido, analogías considerables entre la inversión extranjera en el campo universitario y las que se desarrollan a nivel nacional (en relación con los contratos petroleros). Lo interesante es que en algunos casos, existen grupos que aceptan los subsidios extranjeros aunque rechazan los contratos petroleros. Silvia Sigal observa, aquí, la disyunción entre cultura y política: "la disyunción aquí instaurada permitía, sin paradoja, rechazar el capital extranjero y aceptar los subsidios, conservando las convicciones nacionalistas y antiimperialistas fuera del espacio de la cultura". Esta "identidad bifronte" fue, probablemente, "una condición para conservar, durante una década, la autonomía universitaria, pero ahondando el foso que los iba separando de una capa creciente de intelectuales radicalizados" (Sigal, 1991)

5 Analía Payró señala, en 1962, algunas distinciones al respecto, a partir de la ejemplificación con una de las consignas básicas de la reforma: "llevar la universidad a la calle" (lo cual se concretaba por la vía de los programas de extensión universitaria). Dice Payró: "No queremos llevar la Universidad a la calle; queremos que la universidad este construida con el país y en el país; no se quiere salvar la conciencia con cursos de extensión cultural nocturnos, no se quiere que el mito del Departamento de Extensión Universitaria subsista, porque se quiere que el estudiantado no encuentre en el reformismo una religión de salvación, ni que el reformismo sea paternalista, (…). Y no quiere porque el reformismo es otra cosa y así debemos ser percibidos: como una fuerza que lucha por la liberación nacional" (Payró, en Sarlo, 2001:360-361). Como puede leerse, se trata de una crítica a un modelo de desarrollo y la proclamación de "optar por formas distintas de desarrollo" universitario. Y en ese sentido, para Payró, "no hay desarrollo técnico posible con subsidios. El que se logre por esa vía será limitado. No podrá nunca servir al país real, porque somos un país colonizado" (Payró, en Sarlo, 2001:361)

6 Profesor titular extraordinario de la UBA desde 1948, había sido Ministro de Educación de Austria durante la anexión de este país a la Alemania nazi, en 1938 (Fontan, s.f.)

7 Véase Eduardo Menéndez, 2002: "El malestar actual de la antropología o de la casi imposibilidad de pensar lo ideológico", Revista de Antropología social, N° 11, pp. 39-87

8 Una posible excepción podría ser la de Enrique Butelman, quien incluye en Introducción a la Psicología Social (en 1960) la Revista Antropology Today (que contiene un artículo de Lévi-Strauss). Ahora bien, esa revista también fue incluida por Germani en 1957 y, como ha sido señalado, esto no es sinónimo de recepción.

9 El Comité de Dirección de la revista estaba integrado por Luis A. Costa Pinto (Brasil), Orlando Fals Borda (Colombia), Florestan Fernandes (Brasil), Gino Germani (quien era Director Delegado), Peter Heintz (Chile), José M. Echavarría (Chile); Eliseo Verón era Secretario de Redacción

10 La pragmática surge en el seno de la filosofía del lenguaje antes que en la lingüística (los actos de habla de Austin son un ejemplo) y se ocupa de aquellos aspectos del significado que no están contenidos ni en la sintaxis ni en la semántica: la deixis, la entonación, la enunciación.

11 La reseña que analizo aquí fue publicada en el mismo número que la "Carta al director: el "Proyecto Camelot", la cual despertó muchísimas polémicas relacionadas con el rol profesional del sociólogo y del "científico social" en general.

Bibliografía
1. Altamirano, C; Sarlo, B, s.f.: Literatura / sociedad, 2ª ed., Bs. As., Edicial
2.         [ Links ] Barthes, Roland (s.f.): "Elementos de semiología", en Cuadernos de psicología, ed. Caudex, pp. 7-66
3.         [ Links ] Blanco, Alejandro, 2004: "La sociología: una profesión en disputa", en Intelectuales y expertos. La constitución del conocimiento social en la Argentina, Neiburg-Plotkin comp., Bs. As., Paidós, pp. 327-370
4.         [ Links ] De Certeau, Michel, [1990] (1996): La invención de lo cotidiano. I: Artes de hacer, México, Universidad Iberoamericana
5.         [ Links ] Filippa, Ana, 1997: "La sociología como profesión y la política en la constitución de la disciplina" en Cultura y política en los años sesenta, (AAVV), Bs. As., Instituto de Investigaciones "Gino Germani", Fac. de Ciencias Sociales, Oficina de Publicaciones del CBC, UBA
6.         [ Links ] Fontán, Marcelino, s.f.: "El Ministro de Educación de Austria durante el Anschluss en la Universidad de Buenos Aires", en Indice, Revista de Ciencias Sociales, año 35, n° 21: Racismo y derechos humanos. Acerca de la inclusión y la exclusión
7.         [ Links ] Gordillo, G., 1996: "Hermenéutica de la ilusión: la etnología fenomenológica de Marcelo Bórmida y su construcción de los indígenas del Gran Chaco", en Cuadernos de antropología social, n° 9, año 1996
8.         [ Links ] King, John, 1985: El Di Tella y el desarrollo cultural Argentino en la década del sesenta, Bs. As., Gaflione
9.         [ Links ] Lévi-Strauss, Claude [1958] (1964): Antropología estructural, 7ª edición, Bs. As., Eudeba, 1977 (Traducción: Eliseo Verón, título original: Anthropologie Strucutrale, Paris, Plon)
10.         [ Links ] Lévi-Strauss, Claude [1960] (1968): "Lévi-Strauss. Elogio de la antropología", Córdoba, Cuadernos de Pasado y Presente,2
11.         [ Links ] Mayoral, José Antonio (comp.) (1987): Estética de la recepción, Madrid, Arco Libros
12.         [ Links ] Neiburg, Federico, 1999: "Politización y universidad. Esbozo de una pragmática histórica de la política en la Argentina", Prismas, n° 3, pp. 51-71
13.         [ Links ] Sarlo, Beatriz, 2001: La batalla de las ideas (1943-1973), Bs. As., Ariel
14.         [ Links ] Sigal, Silvia, 1991: Intelectuales y poder en la década del sesenta, Bs. As., Puntosur
15.         [ Links ] Toer, Mario (coord.) 1988: El movimiento estudiantil de Perón a Alfonsín, Bs. As., Centro Editor de América Latina, 2 tomos
16.         [ Links ] Verón, E.; Sluzki, C., 1970: Comunicación y neurosis, Bs. As., ed. del Instituto Di Tella
17.         [ Links ] Verón, Eliseo, 1964: "Prólogo" a Antropología estructural, Bs. As., Eudeba
18.         [ Links ] Verón, Eliseo, 1965: "Reseña a La sociología en América Latina. Problemas y perspectivas", Revista Latinoamericana de sociología, Año 1, N° 2, p. 271
19.         [ Links ] Verón, Eliseo, 1968: Conducta, estructura y comunicación, Bs. As., Jorge Alvarez
20.         [ Links ] Verón, Eliseo, 1974: "Acerca de la producción social del conocimiento: el estructuralismo y la semiología en Argentina y Chile" en Lenguajes, Revista de lingüística y Semiología, año Nº Bs. As.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons