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Anuario de investigaciones

versão On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. v.12  Ciudad Autónoma de Buenos Aires jan./dez. 2005

 

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

La "infancia anormal" en el Consejo Nacional de Educación (1920-1930). Orígenes y consecuencias prácticas de esta concepción: la internación y la salud pública vs. la escuela y la educación pública.

"Abnormal infancy" in the National Council of Education (1920-1930). Origins and practical consequences of this conception: hospitalization and public health vs. school and public education

Rojas Breu, Gabriela1

1 Becaria UBACyT categoría Estímulo en el proyecto "Formación en Psicología Correctiva en el Consejo Nacional de Educación (1920-1930)", Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Ayudante alumna de trabajos prácticos en la cátedra II de Historia de la Psicología (Prof. Dra. L. Rossi) e integrante del Proyecto UBACyT P057 (2001-2003 ) y del Proyecto UBACyT 041 (2004-2007), ambos a cargo de la Prof. Dra. Lucía A. Rossi.

Resumen
Dada la importancia del concepto de "infancia anormal" en la historia de la psicología en el campo de la educación argentina, este trabajo releva los antecedentes de dicho constructo y su posterior cristalización en el Consejo Nacional de Educación con la creación del Instituto de Psicología Experimental (1929). Mediante el relevamiento de fuentes primarias y el análisis histórico, se delimitan los orígenes tanto locales como internacionales de este concepto, se sitúan sus consecuencias prácticas y se delinean los debates pertinentes al respecto, atendiendo a la contribución de la Psicología en dichas derivaciones. Se detectan en el centro del debate las posturas que designan a la salud pública como tutora de la "infancia anormal" en contraposición con quienes reclaman que es de incumbencia de la instrucción pública. Se recuperan las tesis de Varela y Álvarez Uría, Guillain, Carli y Fornari.

Palabras Clave: Psicología Correctiva; Instituto de Psicología Experimental; Educación Pública; Salud Pública

Abstract
Given the importance of the meaning of "abnormal infancy" in the psychology history in the education field in Argentina, this research attempts to recover its precedents its in the National Council of Education materialized in the foundation of the Institute of Experimental Psychology (1929). Local and international origins of this concept, its practical consequences and the characteristics of debates are identified, using the historical analysis and survey of primary sources. Contributions of psychology in these questions are emphasized. Two positions are considered: the first one situates "abnormal infancy" in the public health realm, whereas the second one places this concept in public education. Varela and Álvarez Uría, Guillain, Carli and Fornari thesis are considered.

Key Words: Corrective Psychology; Institute of Experimental Psychology; Public Education; Public Health

Introducción
Dada la importancia que reviste el concepto de "infancia anormal" para la historia de la psicología argentina relativa a su inserción en el campo de la educación, en este trabajo se indagan los antecedentes locales e internacionales de dicho concepto para llegar a la consecuencia institucional de los mismos a nivel local: la creación del Instituto de Psicología Experimental por resolución del Consejo Nacional de Educación , Buenos Aires, junio de 1929.
A lo largo de este trabajo se sitúan los debates en torno a este concepto y a las consecuencias en la política educativa que se desprenden de las posturas respectivas, al tiempo que se atiende al rol del discurso psicológico en la delimitación de dichas posturas.
Los debates mencionados se pueden circunscribir a dos ejes: la concepción de niño y su capacidad para ser educables o no. Esto último admite una consecuencia relevante: de ello depende que los "niños anormales" integren las incumbencias de la instrucción pública en detrimento de las correspondientes a la salud pública.
Se recuperan este trabajo los aportes realizados por Carli, Fornari, Varela y Álvarez Uría y Guillain.
Guillian sostiene que la psicología educacional no puede sino considerarse en íntima relación con la política de Estado, naciendo en tanto ciencia estratégica al servicio de dicha política (1990: 1-2).
S. Carli, por su parte, sostiene que "los discursos acerca de la infancia se inscriben de distintas formas en la historia política argentina, lo cual permite pensar a la cuestión de la infancia como un analizador de la cultura política" (2003: 30) como así también la existencia del entrecruzamiento entre el discurso político argentino y los discursos acerca de la infancia (2003: 30-226). Esto implica entender el constructo infancia como una representación construida por los discursos, por lo tanto, variable en el tiempo (N. Fornari et al, 2000). Por esto mismo, se recupera también la Tesis de Varela y Álvarez Uría por la cual la escuela y el alumno son construcciones que responden a necesidades sociales y culturales (1991: cap. 1). Así, sostienen"…ni la escuela, ni los docentes, ni los alumnos son naturales (…) están regulados por pautas sociales, culturales." (1991 :14).

Métodos y materiaIes

Este trabajo se enmarca en un diseño de investigación cualitativo y adscribe al paradigma interpretativo (Vasilachis de Gialdino, 1992 ). Se efectuó un relevamiento exhaustivo de fuentes primarias y documentales para dar cuenta de la creación del Instituto de Psicología Experimental (IPE) y de los orígenes locales e internacionales del concepto de "infancia anormal".
Asimismo, se llevó a cabo un análisis histórico interpretativo de dichas fuentes, partiendo de la concepción de historia propuesta por P. Ariés, por la cual "la historia es una interpretación de estructuras que se trascienden recíprocamente" (1986: 264), reconociendo así el valor del presente del historiador como información en sí misma para abordar el fragmento del pasado correspondiente. Así, siguiendo a este autor, se establece la subjetividad - anclada en los conceptos de lo "obvio" y lo "sorprendente" - como herramienta de análisis adecuada (Ob. Cit.).

De la construcción del concepto "Infancia anormal"

Sus orígenes en el plano internacional: Uno de los primeros en abordar la concepción de la educabilidad de la "infancia anormal" fue Itard. En el siglo XIX, Itard emprendió la educación del "Salvaje de Aveyron", joven considerado de "bajo nivel mental" que había vivido hasta los 12 años en el bosque, apartado de la sociedad. Su obra se tituló "De la educación de un hombre salvaje o los primeros desarrollos físicos y morales del salvaje de Aveyron", publicada en París en 1801 y reimpresa en 1894. En esta obra, defiende la idea - que interpeló fuertes oposiciones - de que los "idiotas" eran educables.
Esquirol, por su parte, en su servicio de la Salpetriêre redacta un ensayo sobre la educación de jóvenes "idiotas" y "retrasados", cuyos resultados fueron expuestos en 1824 por uno de sus internos, Belhomme (1948:14). Este tipo de estudios tienen lugar también en Bicêtre.
Otro precursor es Séguin que en 1842 dirige una escuela especial en el hospicio recién mencionado, y en 1841, habiendo trabajado como institutor publica "Tratado teórico y práctico de la edcuación de los idiotas". En 1843 funda una escuela privada y en 1846 publica "Tratamiento moral, higiénico y educativo de los idiotas y otros". Así, estas experiencias marcan un divorcio entre el médico y el institutor de niños "retrasados".
Cuatro años después Séguin parte a Estados Unidos donde funda varias escuelas. En 1877, tres años antes de su muerte, escribe "La educación de los niños normales y anormales", publicado en 1894 por Bourneville. En 1880, el servicio de Bicêtre a cargo de Séguin, pasa a manos de Bourneville. En 1876 el Consejo General del Sena creó una dependencia del Asilo de Alienados de Perray -Vaucluse, un servicio para "muchachos retrasados".
Es interesante destacar que ya en 1840 se había instalado en Francia el debate acerca de las incumbencias entre la Salud Pública y la Educación Nacional. Todos los sectores acuerdan en la necesidad de la colaboración médico-pedagógica, mas no en cómo concebir dicha colaboración. Pues por un lado, estaban quienes se inclinaban en que no puede ser posible lograr una buena educación en un hospital o en un asilo, debiéndose crear escuelas para los "retardados". Y podemos adelantar que en esta línea se inscribe la propuesta del IPE, mas no sin ciertas dificultades, ya que el discurso médico muestra signos de resistencia en cierta renuncia corporativa. Por otro lado, quienes defendían la ley francesa del 30 de junio de 1838 por la cual se establecen secciones en los hospitales para el cuidado de los epilépticos, idiotas y cretinos. La reeducación de estos niños era considerada, para este sector, como una responsabilidad médica. (1948: 15 y 16). Esto implicaba la inclusión de los niños "anormales" en el régimen de los alienados, con todas las consecuencias jurídicas y sociales derivadas de este régimen.
Continuando con la polémica planteada líneas arriba, en Argentina se encontraban quienes postulaban la necesidad de aislar a los "anormales" para evitar el impacto negativo al orden social. En esta línea se inscribe, por ejemplo, el pedagogo Ernesto Nelson (1920: 156-178).
En Amersfoort, Holanda, se funda un asilo donde se acogía a "retrasados y a niños que tenían dificultad para hablar" (Prudhommeau, 1948:17). Este dato es interesante, puesto que el problema del lenguaje, en relación a la tartamudez, a la lectura mecánica, al problema de articulación de las palabras, etc. es ampliamente tratado por el IPE y responden, en conjunto, a la mayor causa de repitencia (Consejo Nacional de Educación, 1929).
En Suiza, el Dr. Gugenbuhl funda en 1841 el primer asilo de anormales cerca de Interlaken y pronto se crean y multiplican asilos en Inglaterra y Alemania. En este último país, en Halle, se crean, por primera vez, clases especiales para aquellos niños que, sin ser idiotas ni imbéciles, necesitaban clases especiales. En Francia, M. Prudhommeau, autor de "Educación de la Infancia Anormal" señala: "Siendo obligatoria la enseñanza, Bourneville insiste en que se creen en Francia centros para niños retrasados, pero, como hemos dicho, la solución se orienta siempre hacia un marco médico, con tendencia al asilo como lo atestigua la ley de 1889 que modifica la de 18381". Aquí se advierte nuevamente la discusión acerca de las incumbencias de la Educación y de la Salud Pública en relación a este tema. Prudhommeau se inclina a favor de la primera para aquellos niños que correspondan a la categoría de "educables", y reclama la circunscripción del término "anormal" pues su extensión alimenta la ubicación del tratamiento de estos niños en el territorio médico (1948: 13-24).
En otro pasaje, este autor plantea abiertamente la dificultad que tuvo Francia en resolver esta disputa entre la Salud Pública y la Educación Nacional: "Bourneville continúa su acción orientada hacia las escuelas. En 1891 ejerce presión sobre la delegación cantonal del Quinto distrito de París (…)La solución consistente en colocar a esos niños bajo el régimen de alienados no fue aceptada fuera de los ambientes médicos. En 1895 esta delegación cantonal emite la siguiente resolución: 'que se creen en algunos distritos de París clases especiales para niños retrasados que no manifiesten perversión de los instintos, ni accidentes convulsivos'.
Éste es el origen de nuestras clases de perfeccionamiento, la primera de las cuales se inaugura en París el año 1907, doce años más tarde. De ahora en adelante los alienistas reconocerán los derechos de la Instrucción Pública en la educación de ciertos niños retrasados". (El subrayado es mío) (1948: 20 y 21 ). El mismo origen, pues, para las clases de perfeccionamiento dictadas a partir de 1925 y reglamentadas a partir de 1924 en el Consejo Nacional de Educación, Buenos Aires, Argentina.

Antecedentes institucionales a nivel nacional: En relación a este tipo de instituciones, en 1915 se crea, en la Provincia de Buenos Aires, la colonia de vacaciones instalada en Torres (Rossi, 2003: 72 ). Esta colonia dependió de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales, presidida por el doctor Domingo Cabred. La colonia cubría una extensión de 234 hectáreas y se componía de varios pabellones separados en forma de chalets, "adaptados a las condiciones de nuestro clima y ubicados en orden disperso, según le aconseja la ciencia en tales casos" (Nelson, 1920). Esta disposición responde también a la selección según sean educables o retardados profundos. De los primeros (retardados leves y medianos) el asilo cuenta un 60 a 70% y de los segundos el 30 a 40% restante.
Según el Dr. E. Reinecke, "la educación de los retardados de ambos sexos se lleva a la práctica con resultados muy halagadores". La educación brindada en esta colonia comprende los planos: Intelectual, Físico, Profesional y Moral. En esta institución, cada "frenasténico" tiene su correspondiente legajo, en el que figuran:
1) Boletín anamnésico: redactado por el director, el Dr. Cabred. Incluye 84 preguntas standarizadas. Se señalan algunas porque dan la pauta de la importancia de la influencia de Lombrosso, Lucas y de Morel, autores a los que cita Nelson en su artículo ya mencionado: 3) si el niño es hijo legítimo o ilegítimo 4) posición social de la familia y domicilio al cual debería "ser devuelto" el niño, 7) la debilidad mental del niño: ¿es congénita o adquirida?, 8) ¿en su familia hay personas histéricas, alienadas, epilépticas, alcohólicas, sordo-mudas, delincuentes?; 10) el estado de los órganos, 11 ) registro de malformación craneana desde el nacimiento (esta pregunta se completa con numerosas preguntas acerca de las fontanelas, las irregularidades craneanas, etc., 12 ) ¿es sociable o tiende al aislamiento?, 13) ¿Cómo funcionan los órganos de los sentidos?, 14) Presencia de defectos en la articulación de palabras, 15) Memoria, 16) Apetito, 17) Malformaciones congénitas.
2 ) Boletín psicológico: constancia del desarrollo intelectual de cada retardado de acuerdo a la información arrojada por los test de Binet-Simon.
Esta institución era la única existente a nivel nacional, lo cual llevó a Cabred a afirmar: "el asilo es insuficiente para satisfacer las necesidades del país. El establecimiento es el único en su género entre nosotros y en consecuencia, sus pupilos acuden de todas partes de la República, alcanzando apenas al 60% los que le llegan a la Capital" (Nelson, 1920: 175)
Por otra parte, se observan entre los antecedentes, la inclusión del tema en congresos diversos. Por ejemplo, el Segundo Congreso Americano del Niño, realizado en Montevideo en el que se reclama la creación de cursos para la enseñanza de retardados. Otro congreso tiene entre sus trabajos destacados el del Prof. Luis Morzone llamado "Escuela especial para niños anormales". Es el Congreso Científico Internacional Americano, celebrado en Buenos Aires del 10 al 25 de julio de 1910 (Sociedad de Psicología de Buenos Aires, 1911: 152 )

Antecedentes conceptuales

1. Binet - Simon:
Binet y Simon son los creadores de la escala métrica de la inteligencia que es un catalizador de los proyectos del tipo del IPE. Este test se elabora a partir de una urgencia, manifestada en Francia, de tener alguna medida la inteligencia en los niños y establece la relación entre la Edad Mental y la Edad Cronológica. Ahora bien, este test, al aportar un instrumento de clasificación de la población estudiantil, se erigió en un parámetro científico que señalara la diferencia entre el anormal y el normal. Es decir, a partir de este test la escuela contó con un instrumento proveniente de la psicología para poder seleccionar a los niños. Es importante destacar que surge en Francia años después de la escolarización obligatoria (la obligatoriedad de la enseñanza primaria se establece en Francia entre los años 1881 y 1882), pues en esta obligatoriedad se establece una población estudiantil heterogénea a la que había que abordar, por ejemplo, clasificándola. Así, Prudhommeau expresa: "Desde que la escuela laica y obligatoria extendió por toda Francia y se relevaron las graves inadaptaciones de ciertos individuos, rápidamente se hizo necesario poder determinar por medios precisos en qué momento un niño dejaba de ser normal para convertirse en anormal. Estaba en juego un nuevo factor: la psicología del niño." (1948: 21). En este pasaje se advierte a qué necesidad responde la psicología del niño: a la de conocer al educando para poder distinguirlo entre la población anormal y la normal, según un criterio estandarizado y científico: las técnicas psicométricas. Esto se reedita en la experiencia del IPE. Pero este autor continúa: "Existían laboratorios de psicología de los Estados Unidos de América y principalmente en Alemania, pero las investigaciones destinadas a explicar el espíritu humano no permitían comprender las anomalías individuales." (1948: 22 ) (El subrayado es mío). Nuevamente, se encuentra aquí una correspondencia directa con la experiencia del IPE. En efecto, en sus resoluciones de creación puede advertirse la necesidad de renunciar a la supuesta masa uniforme del educando para conocer la individualidad psíquica del mismo. Esta individualidad radica, justamente, en la ubicación de cada niño, a partir de un estudio psicológico (experimental y psicométrico con auxilio del laboratorio) en un rango que va de "normal" a "anormal".

II. El problema de la Herencia: la eugenesia:
Esta doctrina aparece esbozada en los discursos del IPE, y más claramente en aquellos que se enrolan en la postura de que los niños "anormales" corresponden al ámbito sanitario.
Uno de los exponentes de esta posición es Sir F. Galton, autor de un trabajo sobre la herencia y la capacidad mental, e impulsor también de la psicometría. En el trabajo mencionado intenta demostrar un objetivo: las personas eminentes solían ser hijos de padres eminentes, por lo tanto, el talento es hereditario. (Mazettelle y Sabarots, 1998: 342 ). Al respecto, Liliana Mazettelle y Horacio Sabarots comentan: "olvidó tomar en cuenta la influencia del medio sociocultural, la herencia económica y las redes de conexiones sociales que permiten un mejor acceso a todo tipo de beneficios" (Op. cit.). Estos autores también mencionan que a fin de lograr este objetivo estableció un gabinete psicológico destinado a medir las diferencias intelectuales, fundando una escala de inteligencia (Op. cit.).
Pero, básicamente, es importante destacar que en 1883, al culminar el trabajo, Galton consideraba que los incompetentes, enfermizos y desesperados tendían a tener muchos hijos que heredaban estas características. Por ende, se los debía persuadir de que tuvieran menos hijos, en tanto la gente de las clases superiores debían tener más hijos a los fines de mejorar la raza (Op.cit.).
Los mismos autores destacan la adhesión de estas ideas de los círculos científicos y de reformadores sociales, influyendo en la delineación de las políticas sociales que propugnaban medios de control sobre la conducta, considerando como "desviada" a toda conducta considerada socialmente molesta, dañina o peligrosa. Esto se ve claramente en los postulados del IPE y en sus antecedentes. Efectivamente, el "anormal", como se mencionó líneas arriba, era el que impedía "la paz y el orden social". Por último, estos autores escriben: "En 1898 en Massachussets, se castró "terapéuticamente" a veintiséis niños varones; entre los motivos aducidos se cuentan: "epilepsia y masturbación persistente", "epilepsia e imbecilidad". El control se enmascaró con ropas de humanitarismo" (Op.cit.).
En la práctica y en el discurso del IPE, el utilitarismo da un giro a la estrategia recientemente mencionada.
Mas, otras voces encuentran identificación en la línea eugenésica expuesta. Así, E. Nelson propone métodos para "la mejor segregación de los anormales". Esta segregación convoca al problema de la Herencia, conexión realizada por el mismo autor: "La consideración de los factores hereditarios que intervienen en el problema planteado por el retardado, da todo su valor al régimen de tratamiento fundado en la reclusión de los sujetos con objeto de impedir su procreación" (el subrayado es mío). Ahora bien, ante la imposibilidad de albergar a 24.000 sujetos, los métodos recomendados catalogados como "procedimientos preventivos" son los siguientes:
1) Asexualización: al respecto, señala Nelson en 1920 que estos procedimientos "vienen practicándose con éxito desde hace algunos años a esta parte". (1920: 177). Y se apoya en declaraciones de John Mac Dougall, Presidente del Comité de Asilos del Concejo Municipal de Londres quien afirma "algún día llegaremos a la conclusión de que algún medio físico es indispensable para evitar la procreación de los degenerados". Y el Dr. Barr declara: "legalicemos la asexuación, no como castigo sino como medida social" (1920: 177).
2) Eutanasia: en caso de niños recién nacidos "anormales", "portadores de taras cuya existencia ofrezca certidumbre de la inadaptación a la vida social y del peligro que su existencia comportaría para los demás". (1920: 177).
3) Reglamentación del matrimonio: para impedir la reproducción de los sujetos "peligrosos para la sociedad". Los sujetos "peligrosos" "ya sea por ciertos defectos físicos graves, ya debido a la depravación de su carácter - estas son las personas peligrosas - no deben gozar del privilegio de la reproducción". (1920:176). Para anunciar esto cita a autores franceses como Brieux, Suárez de Mendoza, Cazalis, como a experiencias extranjeras. Por ejemplo, hace alusión a la aplicación de este tipo de medidas en Estados Unidos (donde la condena por casarse con un imbécil o un alcohólico no era menor a los tres años) y en Méjico. Al respecto, Emilio R. Coni - higienista argentino - reclama el certificado de sanidad para el matrimonio: "Los colegios, las diversas facultades de la Universidad, los asilos públicos y privados, etc., requieren el certificado de salud a los candidatos. Ahora bien, uno se pregunta: ya que se impone el certificado de sanidad en múltiples circunstancias, ¿por qué razón no sería impuesto antes de realizar el acto más serio e importante de la vida del hombre, como es el matrimonio?"
E. Nelson, entonces, no cree en la reeducación de los niños anormales, puesto que esto implicaría prepararlos para vivir en la sociedad, "aumentando sus posibilidades de procreación, y por lo tanto el aumento de individuos anormales en la especie humana" (1920: 175/176). La imposibilidad de reeducación se legitima con el supuesto de la genética. Se verá que el IPE se posicionará de diversa manera, pues considera a estos niños "educables" por lo que, más que aislarlos definitivamente, convendrá segregarlos mas para otorgarles la preparación en algún oficio y así poder hacer de ellos seres socialmente útiles.

III. Influencias de la psiquiatría:
Pinel: De él pueden vislumbrarse en el proyecto del IPE, como parte de un "movimiento" más global, varias cuestiones: el papel de la observación y de la estadística; la herencia, el asilo, el aislamiento.
1 ) En relación al método: Pinel, como naturalista, ubicaba como su tarea principal la de observar hechos y esclarecer dicha observación por medio de investigaciones críticas objetivas, es decir, estadísticas (Ackernecht, 1979: 69).
2) En cuanto a la etiología: dentro de los factores causales, ubicó en primer lugar la herencia, y en segundo lugar, las orientaciones sociales defectuosas, como por ejemplo, la educación: una educación errada puede provocar una pseudodemencia (op.cit: 70). Todo esto se vislumbra en las concepciones teóricas que preceden y enmarcan al IPE. Y es interesante saber que para Pinel "el tratamiento de los enfermos mentales es, por otra parte, sólo una forma de educación". (Op.cit) Esto es fundamental pues contribuye a generar la discusión instalada acerca de si el tratamiento de los "anormales" - aunque claro está que esta no es una categoría de Pinel ni su objeto de estudio - corresponde a la Salud Pública y con ella a la medicina, o a la Instrucción Pública y con ella a la educación. Pinel, con esta apreciación, sintetiza ambas cosas: el tratamiento es una forma de educación.
3) La institución asilar: Pinel dedica parte de su obra a transmitir la importancia del asilo, y el respeto de sus normas, describiendo las instalaciones de la Salpetriêre donde propone divisiones con talleres para los convalecientes y como secciones para idiotas, ladrones, dementes seniles, etc. (Op.cit: 73)
4) El aislamiento: la tradición alienista francesa: Pinel, como así también Esquirol y sus discípulos, consideraba necesario aislar a tiempo de la familia a los enfermos, "pues aquella es incapaz de cuidarlos debidamente y sólo les provoca una inútil agitación" (Op.cit.: 74/75). Las dos consideraciones encuentran actualización en la colonia-asilo de Torres. No obstante, el IPE se aleja en un punto, pues si bien aísla a los "anormales" y los pone bajo cuidado médico, lo hace dentro de un proyecto educativo en el cual participa el Cuerpo Médico Escolar: La medicina va a la escuela y no los alumnos al hospital.
La teoría de la degeneración de Morel: Morel aparece citado explícitamente, pero también es posible dilucidar su presencia implícita en la producción teórica y en las prácticas ejercidas por aquellas experiencias adscriptas a los estudios acerca de "la infancia anormal".
La originalidad de Morel es otorgar a las llamadas vesanías de Georget y Baillarger una causa determinante: la degeneración hereditaria, la causa más importante de las enfermedades mentales (Bercherie, 1980:69). Así, inaugura el concepto de "degeneración" en parte religioso y en parte científico-natural, diferenciándose así en parte de la opinión de Buffón al respecto (Ackernecht, 1979: 89). Bercherie coincide en este matiz religioso del concepto de la degeneración en la concepción de que el hombre ha sido creado siguiendo a un tipo perfecto. Justamente, será cualquier desviación de este tipo lo considerado una degeneración (Bercherie, 1980: 69).La definición de Morel de degeneración es la siguiente: "Las degeneraciones son desviaciones morbosas del tipo humano normal, hereditariamente transmisibles y sujetas a evolución progresiva hacia la decadencia" (Op.cit). La degeneración puede deberse a intoxicación (alcoholismo, malaria, epidemias, etc.); al medio social; al temperamento; a las enfermedades morales; a las lesiones congénitas o adquiridas; y por último, a la herencia. (Ackernecht, 1979: 90). Justamente, para Bercherie, "lo esencial de la doctrina de la degeneración reside en su carácter de transmisibilidad hereditaria". (Op.cit: 70) Y responde a la "ley de progresividad": cada generación "empeora" su situación: la última se extingue (Op.cit.: 90).
La tesis del criminal nato de Lombrosso: con Lombrosso se establece una teoría científica acerca de la criminalidad que no sólo se instaló en circuitos legales y penales, sino que también influyó ampliamente en el discurso educativo, como bien puede confirmarse consultando las páginas de El Monitor de la Educación Común. Lombrosso consideraba que una gran proporción de los criminales actuaba por compulsión hereditaria (Mazzetelle y Sabarots, 1998: 342). Puede advertirse nuevamente cómo lo social se desmorona frente a las características anatómicas que describen a un criminal y que llevan a L. Mazettelle y H. Sabarots a afirmar: "Los antropólogos lombrossianos construían sus argumentos manejando la información para que acordase con sus prejuicios (…). Para comprender el crimen se debe estudiar al criminal. La sociedad queda a salvo de cualquier cuestionamiento". (Op. cit).
Los fundamentos de la creación del Instituto de Psicología Experimental
Se pueden establecer dos planos para exponer los fundamentos de la creación de este instituto. Uno, a nivel teórico y otro a nivel legal.

Fundamento teórico: el IPE cuenta como antecedente inmediato el dictado de las "clases de perfeccionamiento para la enseñanza de los anormales". Estas clases fueron reglamentadas en 1924 y comenzaron a dictarse en 1925. A su vez, las mismas comenzaron a publicarse a partir de 1926 en El Monitor de la Educación Común, órgano oficial del Consejo Nacional de Educación. Estas clases conforman un corpus de 49 conferencias, interrumpidas en septiembre del 30, tras el golpe de Estado correspondiente, el cual da cierre también al Instituto de Psicología Experimental.
Se recortará, a continuación, las líneas teóricas que conforman el entramado conceptual del discurso psicológico. Así, la psicología transmitida se sostiene fuertemente en el empirismo y más débilmente en la eugenesia, la teoría de la degeneración de Morel, la tesis del criminal nato de Lombrosso y la biotipología. Mas, impera el concepto de empirismo. Esto se advierte tanto en la estrategia discursiva (enunciados verbales explicativos, que apelan al consenso y a la confianza en los datos observables), como en el método de estudio propuesto (la observación, la experiencia y la experimentación), como, finalmente, en la concepción teórica de psicología sustentada.
Respecto a esta última se pueden citar tres enunciados clave para dar cuenta brevemente de lo fundamental de la misma: 1) los fenómenos psicológicos están precedidos y predeterminados por los fenómenos fisiológicos. Esto significa que si los estímulos son débiles, devendrán ideas débiles y, aun más, si los órganos de los sentidos son defectuosos, entonces se obtendrán ideas débiles, resultando, consecuentemente, el niño débil también. De aquí la concepción de "niño débil" tan en boga en el período, en alternancia con el "niño anormal", más sostenido desde la degeneración en relación con el tipo humano medio planteado por Morel. 2) De los estímulos impresos a partir de los sentidos, se obtienen ideas de cuya asociación surgen los fenómenos mentales y volitivos. 3) Las acciones motrices, como caminar y hablar, son relevantes para la psicología pues son hechos expresivos de la mente: si la caminata es defectuosa, entonces, el funcionamiento mental lo es. Esto explica el andar defectuoso de los frenasténicos. Por lo tanto, corrigiendo este andar, o la tartamudez, en el caso del habla, entonces, se corregirá al funcionamiento mental mismo. Y este será, pues, uno de los objetivos del IPE.

Consecuencias prácticas de los fundamentos teóricos: de estos tres enunciados, se deriva lo siguiente: estos niños "débiles" o "anormales" son susceptibles de corrección, abriéndose el paso para la inauguración de una práctica pre profesional en psicología que se llamará "psico-pedagogía correctiva" (CNE, 1929). ¿Por qué se deduce esto? Pues porque tanto a partir de la modificación de los estímulos, de la cancelación del déficit de los órganos de los sentidos y de la corrección de las acciones motrices se podrán corregir estas "taras" haciendo devenir al niño "anormal", en "normal". Así, si bien no deja de estar presente el discurso de la eugenesia y de la biotipología, se prescinde del determinismo propio de estas doctrinas, oponiéndole, en cambio, la corrección como estrategia, en detrimento de la segregación, aislamiento e internación, mas conservando el borramiento de las variables sociales, culturales y políticas vía naturalización de las mismas. No obstante, algo es de destacar: los niños, así, serán "anormales", es cierto, mas conservan su característica de educables. Patrimonio, pues, de la educación pública.
A este discurso se oponía firmemente el discurso de la disidencia magisterial, cuya voz cobraba vida en "La Obra", revista del magisterio emitida a partir de 1921 . La corriente sustentada por este sector consideraba la gestión del IPE deplorable en su vertiente utilitarista, y proponía, en cambio el movimiento de la "escuela activa" o "escolanovismo", que consideraba al niño activo en su aprender, lo cual derivaría en la instauración de los tribunales infantiles (Fosatti, 1913).
Así, pues, el IPE se erigía en un punto intermedio: serán educables y no hospitalizables, mas su educación será estructurada desde la corrección de su déficit, corrección recibida pasivamente por el niño.

Fundamento legal: aquí interesa rescatar la resolución de creación del Instituto de Psicología Experimental.
Exp. 14237/ P/1929: Se resuelve aprobar los siguientes proyectos sobre creación de un "Instituto de Psicología Experimental" y "Reglamentación de las clases diferenciales para la enseñanza de los retardados pedagógicos", presentados por el Sr. Presidente, Dr. A. Rodríguez Jáuregui y el Sr. Vocal, Dr. P. Rueda. Honorable Consejo: "Como complemento de las escuelas de nuevo tipo, presentamos ahora a vuestra consideración otro proyecto sobre la creación de un instituto psicotécnico destinado a estudiar a los niños que concurren a nuestras escuelas y a enseñar a los maestros los procedimientos para conocer la psicología, normal o patológica, de sus propios alumnos."
Entonces, hasta aquí se entiende que: 1) El Instituto de Psicología Experimental se alinea al movimiento de las Escuelas de Nuevo Tipo. Es definido como complemento de esta reforma. Es importante destacar a qué adscribe cuando se ubica complementando a las "Escuelas de Nuevo Tipo". En primer lugar, implica una toma de posición respecto al histórico y clásico debate en el campo educativo acerca de la relación entre la escuela y el trabajo, a favor de la postura de enseñar para cumplir con un objetivo: la inserción del niño en el mundo laboral. Inserción garantizada por la educación. Pues, las Escuelas de Nuevo Tipo constituyeron un programa que incluía la formación de los niños de los primeros grados en determinados oficios. Al respecto, Puiggrós considera "a la inconformidad generalizada - haciendo referencia a la gestión de De la Campa, ministro de H. Yrigoyen caracterizada como deficiente e indiferente frente a los reclamos docentes - se sumó la introducción de un nuevo programa híper utilitario, que ramificaba la enseñanza primaria" (1992: 65). Así lo describe: en primer lugar, como un "proyecto híper utilitario"; en segundo lugar, como un proyecto "ramificador". También es esta la opinión de S. Carli (2003: 198): "Al celebrar la implantación de este programa, El Monitor indicó que se trataba de educar ya no al hombre abstracto sino al hijo del país, estimulando aquellos hábitos, oficios, actividades que pudieran desarrollarse en él" (2003: 65). La revista "La Obra" va a oponerse a este programa, publicación que daba voz a las denuncias docentes y que consideraba, respecto a este programa que "a esa edad correspondía ir a una escuela primaria común y recibir una educación integral" (Op. cit.). Por lo tanto, el IPE, al ser complemento de la reforma concerniente a las Escuelas de Nuevo Tipo, sostenía una representación moderna de la infancia: el niño como hombre del futuro, como progreso: el individuo y la Nación serán los pilares de esta cosmovisión que encuentra especial interés en la educación.
Estas demandas fueron reconocidas por Terán, quien en las resoluciones de clausura de estos proyectos invoca a la Ley 1420, ley de Educación Común, apoyándose en que esta ley, justamente, impele a garantizar la educación común, siendo ésta sinónimo, entonces, de alfabetizar. Esto da cuenta del debate de la década siguiente, que no será tratado aquí, en torno a qué significa educar.
Es importante destacar que uno de los antecedentes de las actuales escuelas de recuperación - la escuela anexa al IPE que funcionaba en el Instituto Bernasconi para los anormales - adscribe a la segmentación temprana del alumnado: pues esta ramificación, parafraseando a Adriana Puiggrós, "era destino": será artesano, tendrá un oficio urbano, será trabajador del campo.
Ahora bien, también es cierto que esta segregación era en función de acceder a dos fines: por un lado, garantizar el orden social de los niños normales y, con ello, el acceso a la educación común; por el otro, lograr educar a los "anormales" considerados educables, reteniéndolos en el ámbito de la educación pública y no en el campo hospitalario. Así, se va advirtiendo la posición de bisagra del Instituto de Psicología Experimental respecto a dos debates instalados en el período.
La resolución continúa de la siguiente manera: "Es, en verdad, inconcebible que hasta la fecha se hubiera descuidado entre nosotros un asunto de tanta importancia para los resultados de la educación como el del estudio psíquico del educando".
La psicología infantil, que distingue la psicología normal de la patológica, se articula con el proyecto de profilaxis. Este es uno de los intereses que motivan la formación en psicología y psiquiatría infantil.
"La preocupación general se ha encaminado más bien a seleccionar empíricamente, los métodos y procedimientos de enseñanza más eficaces, (…) pero éstos, serán de provecho relativo si antes no se estudia y conoce la predisposición anímica de los educandos".
Aquí puede advertirse la concepción implícita del concepto de aprendizaje: un proceso unidireccional (docente - educando) basado en el modelo de la transmisión que supone que hay un sujeto que conoce y transfiere ese conocimiento a otro sujeto que lo incorpora sin mayor actividad que la que supone imprimir huellas en una tabula rasa. Este modelo de transmisión es solidario aquí con el empirismo y con el modelo positivista pedagógico, anunciado anteriormente. Esto reedita lo anticipado en el Programa de los Cursos para la Enseñanza de los Retardados.
"El estudio de la psicología infantil se hace en las escuelas normales en forma superficial y casi siempre teórica, pues la expresión se reduce a simples ensayos ya que se carece de instrumental necesario".
En este pasaje se recortan dos cuestiones: en primer lugar, está interpelando al escolanovismo, discurso que promueve la experimentación y los ensayos de los métodos didácticos. En segundo lugar, el "instrumental" mencionado es el correspondiente al del laboratorio. Así, será éste el que otorgue "profundidad" y "practicidad" a la psicología infantil.
"…se agrupan los niños de acuerdo con los conocimientos recibidos; cada aula es un conglomerado de tipos diversos, normales unos, anormales otros; reúnense los buenos, los malos, los inteligentes, los retardados, los abúlicos, y para todos se utilizan los mismos procedimientos de enseñanza".
"Se reúnen los niños…" ¿Quién los reúne? Tras la maniobra de despersonalización quita responsabilidad al sujeto del enunciado y, nuevamente, se pasiviza la acción de los niños a los que se hace referencia en esta emisión. Y la resolución continúa así: "…el maestro debe conocer la modalidad característica de cada uno para hacer efectiva y provechosa su tarea de educar. Será también así más justo, pues aplicará los estímulos o correcciones en la medida que convenga a la idiosincracia de sus educandos".
Aquí se hace presente la concepción de niño creada en este momento para mantener el proyecto de la escolarización: maleable y dócil, tal como la plantean Varela y Álvarez Uría (1991: cap. 1). Y su correlato científico: la psicología correctiva.
"Falta en las escuelas la labor científica del maestro, la que se basa en el conocimiento acabado de la psicología del educando. A remediar esta deficiencia viene este proyecto (…) El examen de millares de niños ha permitido comprobar la existencia de infinidad de retardados pedagógicos y esto sugirió crear grados diferenciales. Para atender esos grados se cuenta ya con el personal capacitado, pues han aprobado el curso de perfec-cionamiento que funciona bajo la dependencia del Cuerpo Médico Escolar (…) Por ello proponemos la creación de un instituto de psicología experimental …" Buenos Aires, 25 de junio de 1929, Rodríguez Jáuregui - P. Rueda".
Una de las egresadas de este "Curso de Perfeccionamiento para la Enseñanza de los Retardados Pedagógicos", la señorita Manuela G. Louzán, "La República Argentina cuenta en la actualidad con un número de ciento treinta maestros especializados, dispuestos a salvar a esa multitud de niños, desheredados de la naturaleza y transformarlos en elementos positivos dentro del marco social en que cada uno desplegará sus actividades" (1930: 344).
El escolanovismo, buscando una posición más democrática y protagónica del alumno en la relación escolar (Carli, 2003: 187), contribuyó a construir "una visión de la infancia caracterizada por el reconocimiento del alumno a partir de su identidad niño supuestamente invisibilizada por el normalismo de corte positivista" (Op.cit: 189). Efectivamente, el IPE portaba una concepción adultocéntrica del niño y este se dibujaba con trazos pasivizantes y desubjetivantes: el sujeto, borrado; lo individual, lo deficitario y lo que hay que corregir. Por lo tanto, el CNE impulsaba una política educativa utilitarista y positivista, donde el niño no sería sino un receptor. En la polémica histórica sobre la relación entre la educación y el trabajo, propiciaba la educación para el trabajo. Los opositores, en cambio, consideraban la educación como medio de formación integral, y no circunscripta desde un comienzo hacia un oficio, pues esto sería cercenar la educación y segregar. Así lo describe S. Carli: "criticadas por La Obra por imponer un fin utilitarista a la enseñanza inadmisible para la educación primaria, estas escuelas fueron, según el órgano de los maestros, un "craso error técnico. Capacitar a los niños en la "lucha por la vida" mediante la posesión de un oficio sólo podía admitirse como una forma de educación post-escolar" (Carli, 2003: 198).
Subyace el énfasis puesto en la sociedad, o en la "salud" de la sociedad, en el primer caso: un niño "anormal" es un estorbo para la sociedad: o se lo aísla en una institución asilar (entonces se los considera no educables) o se le da un oficio para que, finalmente, tenga alguna utilidad social (entonces, sí son educables). Esto responde al debate entre la Salud Pública y la Educación Pública: "El retardado pedagógico no es el tipo anormal recluido en los hospicios y hospitales; éstos sólo pertenecen al dominio médico. Son los eternos prisioneros y no pueden ser puestos en condiciones de ser útiles a sí mismos y a la sociedad donde viven. (…). El Retardado Pedagógico es débil mental, susceptible de recibir una educación especial" (G. Louzán, 1930: 344).
En el segundo caso, el correspondiente al ecolanovismo, se construye una identidad infancia a la cual se le reserva el derecho a la autonomía y la democracia: la mirada está puesta en el niño. El debate está planteado.

Discusión

Se han expuesto los antecedentes de Instituto de Psicología Experimental y los fundamentos de su creación. De todo esto se deriva que este instituto se encuentra en franco debate con dos posturas: el escolanovismo, que rechaza la concepción utilitarista del IPE, por la cual se garantiza la utilidad social de los niños en detrimento de una educación integral; y, por el otro, con las posturas que consideran que los niños "anormales" no son educables por lo que deberían retenerse en territorio médico. Así, el IPE sostiene la educabilidad de los niños "anormales" convocando al discurso médico para el abordaje de éstos, mas reteniéndolos en el ámbito de la educación pública, en detrimento del campo sanitario.
La importancia de rescatar los antecedentes y las polémicas instaladas radica en lo necesario de ambas maniobras para apreciar el valor real de la gestión del Consejo Nacional de Educación en 1920 al llevar adelante las clases de perfeccionamiento para la enseñanza de los anormales y la creación del IPE consecuente de dichas clases. A partir de aquí, el lector tomará posición al respecto.
Queremos destacar, no obstante, algunas cuestiones. Por un lado, que no puede desligarse de la concepción teórica la práctica consecuente: así, por un lado, se advierte el discurso escolanovista que deriva de su concepción de niños activos diversas prácticas, por ejemplo, la creación de tribunales infantiles (Fossatti, 1913). Por otro lado, los partidarios del asilo para los niños anormales pregonaban, fundamentalmente, las teorías eugenésicas y biotipológicas, siendo las estrategias consecuentes la eutanasia, la segregación, el aislamiento y la prohibición del enlace matrimonial entre personas que deterioren la raza. Y, por último, la postura básicamente empirista que, por su propia propuesta, erige modalidades correctivas de intervención a nivel de los estímulos, los sentidos y las acciones motrices. Así, efectuando estímulos adecuados y fuertes, las ideas devendrán en fuertes también, lo cual haría del "niño débil" un "niño normal". Controlando los órganos de los sentidos y supliendo su déficit, dichos estímulos inscribirán en forma óptima las ideas derivadas de las impresiones. Y, por último, dado que las acciones motrices son hechos expresivos de su nivel mental, al corregir las primeras, se restablecerá la segunda.
Así, se concibe una psicología "correctiva" que, parafraseando a Manuela Louzán, hará de los niños desheredados de la naturaleza, elementos positivos dentro del marco social en que cada uno desplegará sus actividades.
Por último, acordamos con las tesis de Carli, Varela y Alvarez Uría, Fornari y Guillain formuladas en la introducción, pues sin incorporar la dimensión política y cultural, sería imposible aprehender la complejidad que este tema instala.

Notas

1 La ley de 1889 modifica a la ley de 1838 estableciendo que, además de las dos secciones que los hospitales debían tener - una para los epilépticos y otra para los idiotas y cretinos - en un plazo de diez años deberían inaugurarse secciones especiales para la educación de niños idiotas, imbéciles, retrasados, cretinos, epilépticos o paralíticos.

Fuentes documentales

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