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Anuario de investigaciones

versão On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. v.14  Ciudad Autónoma de Buenos Aires jan./dez. 2007

 

TÉCNICAS Y PROCESOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

Voluntad de trabajo en estudiantes de psicología*

Will-to-work among students of Psychology

Galibert, María Silvia1; Abal, Facundo Juan Pablo2; Lozzia, Gabriela Susana3; Aguerri, María Ester4; Attorresi, Horacio Félix5

1 Magister Scientiae en Biometría y Profesora de Enseñanza Especial en Ciencias Matemáticas. Profesora Regular Adjunta de Estadística y Co-Directora e Investigadora Formada en Proyectos de Investigaciones UBACyT, CONICET y AGENCIA. galibert@psi.uba.ar
2 Licenciado en Psicología. Ayudante de Trabajos Prácticos de Primera de Estadística, Becario UBA de Doctorado e Investigador en Proyectos de Investigaciones UBACyT y AGENCIA.
3 Licenciada y Profesora en Psicología. Jefe de Trabajos Prácticos de Estadística, Becaria de Posgrado de CONICET e Investigadora en Proyectos de Investigaciones UBACyT y AGENCIA
4 Magister Scientiae en Biometría y Licenciada en Ciencias Matemáticas. Profesora Regular Adjunta de Estadística y Co-Directora e Investigadora Formada en Proyectos de Investigaciones UBACyT, CONICET y AGENCIA
5 Licenciado en Ciencias Matemáticas. Profesor Regular Titular de Estadística y Director de Proyectos de Investigaciones UBACyT, CONICET y AGENCIA. horacioattorresi@fibertel.com.ar
* La investigación que se presenta en este artículo fue realizada con subsidios de la Universidad de Buenos Aires (UBACyT P020) y de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT PICT 2004 N° 20909)

Resumen

Se presenta el perfil de los estudiantes de psicología en Voluntad de Trabajo para enriquecer la discusión de los docentes con respecto a la responsabilidad de los alumnos. Por Voluntad de Trabajo se entiende la tendencia a asumir las obligaciones con responsabilidad, automotivación y sin dilaciones. La escala Voluntad de Trabajo consiste de 8 ítems Likert (α = .685) y se administró a 1,141 estudiantes de segundo año de Psicología, UBA, quienes tendieron a puntuar alto. Los adultos (30 años o más) presentaron una media mayor que los jóvenes (18 a 29 años). Se observó interacción Género x Trabajo; los varones que no trabajan puntúan más bajo, no habiendo diferencias entre mujeres que no trabajan y mujeres y varones que trabajan. Se ensayan distintas explicaciones para estos hallazgos y la posible influencia de la deseabilidad social y de los estándares de exigencia en el sesgo de los puntajes obtenidos.

Palabras clave: Voluntad de trabajo; Perseverancia; Estudiantes universitarios

Abstract

The objective of this work is to obtain the profile of students of Psychology regarding their Will-to-Work in order to enrich the discussion of teachers with respect to students responsibility. Will-to-Work is characterized as the tendency of an individual to discharge duties with responsibility, self motivation and without procrastination. An 8-item questionnaire type Likert (α = .685) was administered to 1,141 students of the second year of the Psychology School, University of Buenos Aires, who tended to score highly. The adults (aged 30 or more) scored over young people (aged 18 -29). Interaction between Gender and Work was found; the men who do not work scored lower. On the contrary, no differences were observed between women who do not work and women and men who work. Different explanations for these findings and the possible influence of both social desirability and the standards of exigency on the bias observed in the score distribution are discussed.

Key words: Will-to-work; Perseverance; University students

Es casi un lugar común en la autocrítica de los argentinos la opinión de que "no nos gusta trabajar". El Informe Argentino sobre el Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la UNESCO (1998, citado en Lanata, 2004) interrogó a una amplia muestra integrada por sujetos de todo el país acerca de las principales características de los argentinos en relación con el trabajo. Los adjetivos más frecuentemente asignados nos describen como irresponsables (24%) y haraganes (23%).
El ámbito académico no escapa a estas generalidades. En los últimos años, la percepción que los docentes tienen del alumno universitario fue modificándose. Si antes se lo concebía como una persona perseverante y responsable, ahora se ha tornado habitual que los profesores destaquen la inclinación al facilismo y el poco empeño que caracteriza a la mayoría de los estudiantes. Los docentes suelen quejarse de un bajo nivel de lectura del material obligatorio, una escasa participación en clase y la tendencia a postergar las obligaciones académicas. Actualmente se ha popularizado la utilización del término zafar para definir esta actitud de los alumnos con respecto al estudio.
En un intento por encontrar algunas respuestas a esta problemática se definió el constructo Voluntad de Trabajo (VT) (Lozzia, Abal, Aguerri, Galibert & Attorresi, 2006) como la tendencia por la cual una persona asume sus obligaciones con responsabilidad, motivado por su propio deseo de realizar un buen trabajo sin rehuir el esfuerzo que ello implica, aun en los casos en que dichas obligaciones pudieran no ser de su agrado. Esta variable puede ser entendida como un rasgo de personalidad a la manera en que lo define Guilford (1959) como"cualquier forma distinguible, relativamente perdurable, en la que un individuo se diferencia de otro" (p. 6).
Desde el Modelo de Control de la Acción (Kuhl, 1985) se definió la Voluntad como el mecanismo psíquico que permite: a) encausar las tendencias motivacionales que llevan al sujeto a perseguir una meta (intencionalidad) y b) limitar la incidencia de tendencias contrarias que lo desvíen de su objetivo. Frente a una situación concreta, la Voluntad que presente un individuo dependerá tanto de factores contextuales como de sus características de personalidad (Barberá, 1995, 2000). Tomando como referencia el modelo motivacional de Kuhl el rasgo VT quedó caracterizado como la tendencia del individuo a generar procesos volitivos eficaces que le permitan comprometerse activamente en el inicio de una tarea, persistir en su concreción superando los obstáculos y concluirla con precisión y sin dilaciones.
En un estudio comparativo entre diferentes modelos de personalidad se halló que las formulaciones factorialistas de Cattell (1972), Eysenck (1970), Guilford (1975) y Zuckerman (2002) contenían variables que evaluaban aspectos similares a lo que se consideró como VT (Lozzia et al., 2006). Cada operacionalización reflejaba una definición diferente de VT según el peso que se otorgaban a los distintos aspectos de la misma. No obstante, fue el Modelo de los Cinco Grandes (Caprara, Barbaranelli& Borgogni, 1993; Costa & McCrae, 1999; Norman, 1963) el único que reunía en una dimensión las características primordiales del constructo propuesto aunque acompañadas por otros aspectos accesorios para los fines de esta investigación. Los hallazgos en relación a la dimensión Escrupulosidad (Conscientiousness) son contundentes al resaltar su excelente capacidad predictiva del rendimiento laboral (Barrick & Mount, 1991; Costa, 1996; Salgado, 1997). En el campo de la educación, similares hallazgos ya se registraban en los antecedentes históricos de la teoría pentafactorial. En 1915, Webb realizó una investigación en la que los profesores debían evaluar a sus alumnos en función de 48 características (Ruiz, 2003). Los resultados arrojaron una solución bifactorial compuesta por un factor de inteligencia general (al que más tarde se denominaría Intelecto o Apertura a la Experiencia) y otro factor al que el autor denominó Voluntad (Will). Investigaciones recientes han confirmado la vigencia de la relación entre el desempeño escolar y la dimensión Escrupulosidad al hallar una alta correlación entre ambos (Caprara et al., 1993; Pelechano, 1996; Romero, Luengo, Gómez-Fraguela& Sobral, 2002). Por tal motivo, se considera que este rasgo proporcionará información pertinente para analizar el comportamiento de los alumnos con respecto a su disposición al esfuerzo.
Ahora bien, la mayoría de las operacionalizaciones de constructos similares a la VT se han hecho mediante extensos cuestionarios que proporcionan una medida global de la personalidad o por medio de escalas que incluyen indicadores que si bien están relacionados no son los que se pretendía evaluar. Para superar estos inconvenientes, en un trabajo previo de este equipo de investigación se operacionalizó la VT con una escala compuesta por ocho ítems (Abal, Lozzia, Aguerri, Galibert& Attorresi, 2006). La misma reúne en una sola dimensión aspectos motivacionales relacionados con la perseverancia y la responsabilidad. La confiabilidad de la escala fue satisfactoria teniendo en cuenta su brevedad y que fueron seleccionaron ítems tratando de que fueran conceptualmente independientes unos de otros, salvo por su relación con el constructo que miden.
El objetivo de este trabajo es presentar el perfil de los estudiantes de psicología en cuanto a su disposición hacia el trabajo obtenido a través de las respuestas en la escala Voluntad de Trabajo. Se explorarán las relaciones de este rasgo con las variables sociodemográficas género, edad y condición laboral. Esto aportará una medida objetiva que enriquecerá la discusión planteada por los docentes con respecto a la responsabilidad de los alumnos.

MÉTODO
Participantes
La muestra consistió de 1,141 estudiantes de segundo año de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 83% de mujeres y 17% de varones. La edad promedio de los participantes fue de 23 años (DE = 7 años) y la mediana fue de 20 años. El 89.7% tenía 29 años o menos. El 45% reportó algún tipo de actividad laboral.
Instrumentos
Escala de Voluntad de Trabajo. Consta de ocho enunciados con cuatro opciones de respuesta tipo Likert. Las alternativas hacen referencia a las frecuencias con que se presentan ciertas conductas donde se manifiestan las características del constructo Voluntad de Trabajo (casi nunca, a veces, con frecuencia y casi siempre). Cada una de ellas se puntuó de 1 a 4. Los ítems se han equilibrado para compensar los efectos producidos por la aquiescencia. Los aspectos de la VT a los que atañen estos reactivos son: la disposición al esfuerzo, el empeño en cumplir con las obligaciones aun contrariando el propio gusto, la automotivación, la inclinación al facilismo, el abocarse con prontitud al trabajo y desarrollarlo con continuidad y sin postergaciones. Alfa de Cronbach = .68.
Cuestionario de Datos personales. Se obtuvo información con respecto a edad, sexo, condición laboral y familiar de los respondientes.
Procedimiento
El protocolo constituido por la escala de VT y los datos personales se administró a una muestra de estudiantes de Psicología. Con el fin de favorecer la sinceridad en las respuestas los alumnos participaron de forma voluntaria y anónima en una administración grupal. Previamente se efectuó una charla motivadora que explicaba la finalidad de la actividad y su futura utilización en investigación.
Análisis de datos
Se registraron los puntajes totales obtenidos por cada persona en la escala de VT. Estos fueron usados para describir el perfil de los estudiantes de psicología. Se llevó a cabo un análisis descriptivo exploratorio a partir de las medias de las posibles relaciones del puntaje en VT con las variables sexo, edad y condición laboral. Para las diferencias de medias que se mostraban prácticamente relevantes (superiores a un punto) se calcularon intervalos de confianza al 95% con Statistix que permite calcularlos aún en caso de héteroscedasticidad, problema éste, sumado al desbalance, que impidió un análisis conjunto de la varianza. La edad fue clasificada en jóvenes de 18 a 29 y adultos mayores de 29 años.

RESULTADOS
En la Figura 1 puede observarse que la distribución de los puntajes en la escala de VT presentó una asimetría negativa (-0.8); la media es 25.6 y el desvío estándar es 3.6. Considerando que el rango de variación del puntaje es de 8 a 32, esto da cuenta de una tendencia general del grupo a obtener puntajes altos en la escala de Voluntad de Trabajo. Al examinar las medias (Tabla 1), se observó que éstas eran muy similares en el grupo de los más adultos para todas las combinaciones de sexo y condición laboral y más elevada que la de los más jóvenes. Los adultos presentaron un puntaje promedio de 27.4 (DE = 3.2) mientras que el de los jóvenes que fue de 25.4 (DE = 3.6), siendo el intervalo de 95% de confianza para la diferencia de medias de (1.27; 2.77). El examen de medias de la Tabla 1 también muestra una diferencia a favor de las mujeres pero más acentuada en relación a los varones que no trabajan, lo cual sugiere interacción Sexo*Condición Laboral como claramente puede apreciarse en la Figura 2. Ésta muestra que no hay diferenciasprácticamente relevantes entre las mujeres que trabajan (Media = 26.2, DE = 3.3), las mujeres que no trabajan (Media = 25.6, DE = 3.3) y los varones que trabajan (Media = 25.3, DE = 3.4). Sin embargo, el puntaje medio en VT es significativamente menor para los varones que no trabajan (Media = 22.8, DE = 4.6). La diferencia de este grupo con respecto al resto se estima entre 2.1 y 4.1, siendo este el intervalo de confianza del 95%.

Fgura 1 Distribución de los Puntajes en Voluntad de Trabajo

Puntaje en Voluntad de Trabajo

Tabla 1 Estadísticos Descriptivos y Tamaños de Muestra para la variable VT según Sexo, Edad y Condición Laboral

Figura 2 Comparación de las Medias en Voluntad de Trabajo obtenidas en la interacción Sexo x Trabajo

DISCUSIÓN
Los estadísticos descriptivos de los puntajes obtenidos por los estudiantes en la escala de VT muestran una distribución fuertemente sesgada hacia los valores que expresan una elevada VT. Es decir que los alumnos se perciben a sí mismos como perseverantes y responsables. Estos resultados podrían dar cuenta de una actitud positiva real con respecto al trabajo, en cuyo caso las opiniones de los docentes acerca de la tendencia al facilismo no se ajustarían sobre estos estudiantes. Asimismo, considerando que se trata de sujetos universitarios, es claro que cuentan con un nivel mínimo necesario de Voluntad de Trabajo que les permitió llegar a ese nivel de educación. No obstante, existen otras tres posibles explicaciones no excluyentes que podrían justificar el sesgo de la distribución: a) el efecto de la deseabilidad social en las respuestas, b) el efecto del nivel de exigencia que toman como referencia los alumnos para autoevaluarse, y c) el efecto de una autoevaluación condescendiente por una tendencia a ser más críticos con los demás que consigo mismo.
La deseabilidad social lleva al individuo a dar, por lo general de un modo inconsciente, las respuestas socialmente más valoradas aunque en la práctica actúen de manera diferente. En relación a la posible distorsión de los datos, los autores del BFQ refieren que existe una "pequeña relación positiva" entre la escala de Dis
torsión por ellos construida y el dominio Tesón (Caprara et al., 1993, p. 31). Obviamente señalan que la distorsión aumenta cuando el objetivo de la administración es la selección de recursos humanos. Según Costa y McCrae (1999) cuando la investigación se realiza con sujetos voluntarios, caso del presente estudio, la respuesta socialmente conveniente no es una amenaza para la validación de las escalas y desestiman la utilidad de escalas de distorsión o correcciones en las puntuaciones. Incluso, según estos autores, pueden resultar contraproducentes. En lo que respecta a la presente investigación, el procedimiento aplicado presenta las características necesarias para favorecer la sinceridad de los respondientes (se propició el compromiso con la tarea y se garantizó el anonimato). Por tanto, aun admitiendo la posibilidad de cierto grado de distorsión debida a la deseabilidad social, el procedimiento aplicado y las consideraciones de los autores ya citados (Caprara et al., 1993; Costa & McCrae, 1999) conducen a pensar que ésta no llega a afectar su validez.
Como se mencionó antes, otra posible explicación del sesgo de la distribución de puntajes en VT es que los participantes presenten cierta sobreestimación del propio desempeño debida a bajos estándares tomados como referencia a la hora de autoevaluarse. Es decir, que no tengan criterios demasiado exigentes para valorar lo que es, por ejemplo "poner mucho esfuerzo". Sería conveniente tener una medida más objetiva de los verdaderos estándares de exigencia, lo que podría intentarse añadiendo una escala para estimarlos; por ejemplo, a través de preguntas atinentes a su actividad específica donde expresen qué es lo que consideran de baja, mediana o mucha exigencia. También sería de utilidad administrarla a los docentes para profundizar la discusión de la percepción que éstos tienen de los alumnos. Es posible que difieran en los niveles de exigencia y esto haga que, mientras los estudiantes se califican como muy voluntariosos los docentes los perciban con poca disposición hacia el esfuerzo.
Así también sería posible suponer que los alumnos han utilizado como referencia para autoevaluarse el desempeño de sus compañeros. Debe tenerse en cuenta que podría existir una diferencia entre la autoevaluación, más benévola, y la evaluación acerca de los demás, más exigente. En efecto, una opinión también corriente es que los argentinos son muy críticos a la hora de evaluar a los demás pero no a sí mismos. Esto generaría que, independientemente de los estándares tomados como referencia, se vean a sí mismos como más responsables que los demás. El diseño de una escala para evaluar a otros y a la vez autoevaluarse sería de interés para corroborar esta hipótesis en una futura investigación.
La administración de la escala de VT a la muestra de estudiantes de Psicología ha permitido estudiar los patrones diferenciales en el rasgo disposición al esfuerzo en función de tres variables: edad, género y condición laboral. Las relaciones de la VT con las características sociodemográficas han permitido extraer algunas conclusiones acerca del perfil de estos estudiantes. Se halló que una de las variables asociadas a una mayor voluntad de trabajo es la edad. Los mayores de 30 años presentaron una VT promedio mayor que la de los jóvenes. Este hallazgo coincide con los estudios transculturales acerca de que los cinco factores de la personalidad experimentan modificaciones a lo largo del ciclo vital (DeMiguel, 2005; McCrae et al., 2000). Según estos autores el proceso de cambio llega al menos hasta los 30 años y luego se estabiliza. A nivel general, detectaron una disminución en Neuroticismo, Extraversión y Apertura a la Experiencia, y un aumento en Cordialidad y Escrupulosidad.
La mayor VT de los adultos podría deberse a lo que algunos autores denominan proceso de maduración intrínseca (McCrae et al., 2000). Este concepto hace referencia a progresiones naturales del desarrollo de la personalidad que suceden más allá del contexto sociohistórico. Desde una perspectiva evolucionista, en la adultez ya no son necesarios los niveles altos de Neuroticismo, Extraversión y Apertura a la Experiencia que facilitaban la búsqueda de pareja mientras que sí se requieren niveles altos en Cordialidad y Escrupulosidad para concretar y mantener una familia.
Por otra parte, este contraste entre los menores y mayores de 30 años no sólo podría ser explicado por un proceso de maduración biológicamente determinado sino también por el desarrollo vital en épocas diferentes. Haber atravesado la adolescencia en distintos momentos históricos podría haber generado experiencias que suscitaran distintos niveles de responsabilidad. En efecto, el enfoque evolutivo de las influencias ambientales (MacDonald, 1998) supone que los rasgos se van modelando en situaciones específicas vinculadas con las funciones de crianza y educación. Estas mismas se han visto modificadas en los últimos lustros. Actualmente, el sistema educativo y las condiciones laborales y económicas prolongan la adolescencia. La independencia postergada implica un retraso en el contacto con situaciones que favorecen el desarrollo de conductas responsables. En consecuencia, esto podría explicar el porqué los más jóvenes han presentado menor VT.
Si bien esta diferencia en VT es esperable en población general puede resultar extraña para alumnos universitarios. DeMiguel (2005) no reportó asociación entre Escrupulosidad y edad en una muestra de estudiantes de Psicología. No obstante, los participantes de ese estudio no superaban los 30 años. Una particularidad de nuestro medio es tener una población estudiantil con una gran amplitud de edad. De hecho, en otras universidades del mundo no es común encontrar alumnos mayores de 30 años en una licenciatura y por ende no es posible comparar este hallazgo con estudios realizados en otros contextos universitarios. Las característi
cas diferenciales de este grupo obligan a tener presente esta distinción para futuras investigaciones. Cabría preguntarse si estos adultos universitarios también se diferenciarían de los de población general. Ordinariamente no corresponde a su etapa evolutiva que las personas adultas estudien carreras de grado en la universidad; las que lo hacen tal vez no lo pudieron realizar en su juventud y cuando concretan su deseo están comprometidas con otras obligaciones propias de la edad (familia, trabajo, etc.); por tanto se podría esperar que este grupo requiera un nivel de VT incluso mayor al de la población general.
En relación al género no se han encontrado diferencias relevantes en la escala VT a no ser por la interacción con la Condición Laboral. Tampoco han reportado diferencias significativas intergénero con constructos semejantes los estudios realizados con los inventarios BFQ (Caprara et al., 1993) y NEO-PI-R (Costa & McCrae, 1999; Costa, Terracciano & McCrae, 2001).
La interacción de Sexo*Condición laboral indicaría que en la población particular de estudiantes que nos ocupa los alumnos con menor VT promedio serían los varones que no trabajan. Es decir, la Voluntad de Trabajo de las mujeres no se ve afectada por su condición laboral. Tanto las mujeres que trabajan como las que no lo hacen se perciben a sí mismas con similar VT. Mientras que en el caso de los varones, los que trabajan no se diferencian de las mujeres en su VT, pero aquéllos que no trabajan presentan una menor perseverancia y responsabilidad en el cumplimiento de sus tareas. Se concluye que tener una inserción en el ámbito laboral está asociado con una mayor VT sólo para el grupo masculino. Con respecto a la edad, ésta influye por igual a ambos sexos más allá de que los alumnos trabajen o no lo hagan.
Esta discrepancia de los varones que no trabajan podría estar explicada por las expectativas sociales diferentes para cada sexo. La independencia económica aún sigue siendo un valor culturalmente asociado a roles masculinos. El deber de trabajar, como mandato social, recae más sobre los varones que sobre las mujeres. Por lo tanto, podría ser que los hombres con menor VT se despreocupen de esta presión cultural. Quizás esta actitud más indolente ante los mandatos sociales esté vinculada con una menor disposición al trabajo.
Por otra parte, es probable que las experiencias vitales que contribuyen a madurar el rasgo VT todavía varíen entre varones y mujeres. Las diferencias en valores y conductas promovidas familiarmente para cada género podrían conducir a que se estimule una conducta responsable en las mujeres en relación a las actividades domésticas y académicas. En cambio, no se les exige lo mismo a los varones para quienes podrían ser determinantes las vivencias laborales.
Como es posible apreciar, el perfil obtenido de los alumnos y las limitaciones del presente estudio han abierto un abanico de interrogantes que orientarán los estudios posteriores. Por ello, para obtener más datos sobre la perseverancia y responsabilidad de los estudiantes que permitan fundamentar o desestimar la queja de los docentes, se agregará en ulteriores estudios una escala de sinceridad, una escala de exigencia y una escala de evaluación a terceros. Futuras investigaciones intentarán confirmar las posibles fuentes explicativas de estas diferencias individuales. Entre ellas habrá que considerar una integración de las teorías evolucionistas, biológicas, de rol social y adaptación al ciclo vital. De esta manera, se podrán encontrar algunas herramientas para analizar la problemática desde diferentes ángulos.

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Fecha de recepción: 7de febrero de 2007
Fecha de aceptación:
10 de abril de 2007

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