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Anuario de investigaciones

versão On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. v.14  Ciudad Autónoma de Buenos Aires jan./dez. 2007

 

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

Condiciones de inicio de la clínica psicoanalítica en Argentina (1930-1942)1

An outline of the conditions at the onset of psychoanalytic practice in Argentina (1930-1942)

Falcone, Rosa 2

1 El presente artículo corresponde a una síntesis del informe final del Proyecto PROINPSI "Panorama sobre las condiciones de inicio del Psicoanálisis en la Argentina (1927-1942)" dirigido por la Prof. Rosa Falcone, Adjunta Regular de la Asignatura Historia de la Psicología, Cátedra II y cuyos integrantes son Lic. Marcelo Chirico y Lic. Orlando Lopez Jordan.
2 Profesora Adjunta Regular, asignatura Historia de la Psicología, Cátedra II. Codirectora Proyecto UBACyT P041. Directora Proyecto PROINPSI "Panorama sobre las condiciones de inicio del Psicoanálisis en Argentina". rfalcone@psi.uba.ar

Resumen

En este trabajo nos proponemos dar cuenta de la utilización de conceptos psicoanalíticos y sus primeras aplicaciones en el ámbito de la psicoterapia en Argentina.¿Qué lugar ocupó el psicoanálisis en el período estudiado?¿qué conceptos se tomaron y de donde provenían?¿a qué problemas se los aplico y de qué modo?¿Quiénes fueron los pioneros en esta tarea?. La respuesta a estos interrogantes se ha buscado en los momentos previos a la fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina y en torno a la práctica en instituciones hospitalarias. El funcionamiento de la A.P.A. desde su fundación en 1942, al reglamentar el ejercicio profesional del Psicoanálisis y destinarlo en exclusividad al ámbito de la práctica privada, opacará los momentos inaugurales en que los primeros conceptos psicoanalíticos se incluyeron en el ámbito de las instituciones públicas.

Palabras clave: Psicoanálisis; Argentina; Higiene mental; Clínica Psiquiátrica; Ámbito hospitalario

Abstract

This paper deals with the use of psychoanalytic concepts and their application in the realm of psychotherapy in Argentina. What was the role of psychoanalysis in the period reviewed? What concepts were used and where did they come from? To what problems were these concepts applied and in what way? Who were the pioneers in this field? The answers to these questions were sought in the times prior to the foundation of the Argentine Psychoanalytic Association and the practice in hospitals. Such practices were never consolidated into a theoretical framework for psychoanalysis. The foundation of the Argentina Psychoanalytic Association in 1942 regulates the professional practice of Psychoanalysis and restrains it to the realm of private practice, thus casting a shadow upon the first times when the psychoanalytic concepts were included in the public institutions.

Key words: Psychoanalysis; Argentina; Mental Hospitals; Mental Hygiene

INTRODUCCIÓN

Con el objetivo de ampliar la información existente acerca de las condiciones de inicio de la profesionalización del psicoanálisis en la Argentina hemos realizado una amplia exploración bibliográfica. Lo vasto del material revisado pero sobre todo la diversidad de temas que abordan los autores más importantes de este periodo nos impulsaron a multiplicar las perspectivas para facilitar la comprensión del tema. En el marco de la investigación de las coordenadas político, demográficas y culturales del período estudiado y la hipótesis de la existencia de un proceso de modernización de la psiquiatría en el mismo período, hemos tratado de guiar nuestra búsqueda persiguiendo los siguientes objetivos:

•• Identificar los principales psiquiatrasque realizaban prácticas psicoterapéuticas en el período 1930-1942.
•• Indicar los conceptos psicoanalíticos utilizados por dichos profesionales según la bibliografía existente.
•• Establecer las principales corrientes del psicoanálisis que influyeron en las prácticas psicoterapéuticas de la época.
•• Relevar las instituciones hospitalarias que brindaron tratamiento psiquiátrico con anterioridad a la fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina (1942).
•• Investigar la relación existente con el movimiento de la Higiene Mental coincidente con el período estudiado.

En los recortes bibliográficos efectuados privilegiamos las actividades que se realizaban en los ámbitos extra académicos, es decir en centros de atención tanto públicos como privados, así como las producciones escritas de estricto carácter clínico. Con el mismo criterio prestamos mayor atención a los profesionales que se destacaron en su practica utilizando herramientas del psicoanálisis en los ámbitos mencionados.
En el presente artículo nos proponemos exponer, de acuerdo a los objetivos planteados, una breve síntesis de los resultados alcanzados. Analizaremos con especial atención la producción y el recorrido de Jorge Thènon, Fernando Gorriti y Juan Ramón Beltrán, en tanto representantes destacados de los primeros movimientos e iniciativas psicoanalíticas en Argentina. A los efectos de ubicar a estos autores en su contexto teórico, ideológico e institucional brindaremos, en primer lugar, un sintético panorama del momento crítico de la psiquiatría de aquellos años, y en segundo lugar, una reseña de las corrientes teóricas y autores más importantes que en ellos influyeron. De este conjunto conformado por influencias, contexto (histórico e institucional) y agentes concretos surge como novedosa una incipiente práctica psicoanalítica.

PLANTEO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

Una somera revisión de la bibliografía existente sobre el tema nos ha arrojado importantes resultados. Este material ha permitido iniciar el armado del complejo panorama de la psiquiatría de la época y deslindar de este entramado la disponibilidad de los aportes psicoanalíticos y las condiciones de inicio de su práctica en Argentina entre 1930 y hasta 1942.
Entre las décadas del '20 y el '30 se ha advertido la primera recepción de los conceptos psicoanalíticos en la Universidad de Buenos Aires a través del 2° Curso de Psicología, a cargo de E. Mouchet y J.R. Beltrán1. Desde la cátedra de Psicología Fisiológica y Experimental estos profesores argumentan la inclusión del psicoanálisis con distintas posiciones pero un mismo resultado, legitimar en lo académico la difusión e institucionalización del psicoanálisis (Rossi, 1994).
El ámbito de la psiquiatría clínica muestra, sin embargo, una reticencia generalizada respecto del psicoanálisis. A pesar de ello, algunos psiquiatras expresan su interés por ensayar terapéuticamente recursos extraídos de la lectura de textos psicoanalíticos, cuestión que retomaremos más adelante. Se señala como la figura más importante a J.R. Beltrán, quién junto a Gorriti fueron los primeros en publicar sus propias experiencias clínicas2. En 1928, Jorge Thènon escribe sobre el valor de la psicoterapia en la medicina práctica diferenciando a las técnicas sintomáticas de las técnicas profundas. La importancia de su obra radica en la cuidadosa exposición de las diversas técnicas psicoterapéuticas desde la sugestión, la hipnosis, el psicoanálisis y las escuelas derivadas, Adler y Jung (Vezzetti, 1989). Gregorio Bermann, psiquiatra de izquierda, quién durante la década del '30 participa del movimiento de transformación del paradigma psiquiátrico hegemónico, es uno de los primeros en presentarse como psicoanalista. Sin embargo, no dispone de trabajos equiparables con los de Thenon o Pizarro Crespo. De su autoría no se encuentra en la Revista Psicoterapia, editada en Córdoba, más que un artículo dedicado a las resistencias ("Neurópatas que no quieren curar"). Dicha Revista (1936-1937), editada sólo por dos años, supo dar un espacio para que desde las más diversas posiciones se expusieran las distintas versiones del psicoanálisis.
El rosarino Emilio Pizarro Crespo, una de las figuras mas destacadas del núcleo de la Revista Psicoterapia, miembro de la Sociedad Psicoanalítica de París, dio cuenta en dos artículos sobre el estado de la psicoterapia en Francia, Alemania y la Unión Soviética destacan
do la importancia del psicoanálisis en el movimiento de renovación de las disciplinas médicas y psiquiátricas. Pizarro Crespo publica numerosos trabajos clínicos en los que demuestra conocimiento de la bibliografía psicoanalítica y un enfoque terapéutico básicamente psicoanalítico. Su aporte más importante consiste en brindar un conjunto de respuestas a los problemas psicosomáticos, que por la ineficacia de la medicina tradicional eran absorbidos por ilusionistas y curanderos, que como en el caso de Mapelli habían logrado introducirse con éxito en el ámbito hospitalario.
El análisis de esta primera época en la que el psicoanálisis comienza a tomar cuerpo en Argentina lleva a Jorge Balán a realizar una distinción entre los precursores y los fundadores (Balán, 1991). Los precursores, a los que agrupa entre la izquierda y el establishment, son aquellos profesionales insertos en el campo de psiquiatría, que introdujeron elementos del psicoanálisis en su práctica y lo articularon como auxiliar en un campo de interés propio. Esta inclusión del psicoanálisis, ecléctica y sin un soporte teórico homogéneo se adapta a las determinaciones ideológicas existentes.
Los fundadores de la A.P.A (Angel Garma, Celes Cárcamo, A. Rascovsky, E. Pichon Rivière, F. Ferrari Hardoy y luego M. Langer) son considerados por Balán responsables de la profesionalización del psicoanálisis, definida de acuerdo a los estándares internacionales y dirigida a la actividad privada. Destaca principalmente la empresa montada por Pichón Rivière y A. Rascovsky3, que a partir de la conformación de un grupo informal con fuertes lazos familiares prepararon el terreno para la importación del psicoanálisis (Balán, 1991).
Siguiendo este itinerario, sucintamente esbozado, podemos suponer que entre 1936 y 1938, cuando llegan al país los primeros psicoanalistas reconocidos por la I.P.A. (Asociación Psicoanalítica Internacional) se encuentran con un numeroso grupo de psiquiatras dispuestos a formarse en esa especialidad. Aún cuando también es cierto que ninguno de los llamados "precursores" del psicoanálisis pasó luego a formar parte de la A.P.A. al firmarse el Acta de Fundación hacia fines de 1942.
Este sesgo en la investigación de la historia del psicoanálisis en la Argentina se mantiene en otras obras, como por ejemplo en La Entrada del Psicoanálisis en la Argentina, escrito por Germán García (1978), que muestra la contrapuesta lucha de poderes entre las mencionadas disciplinas. En el apéndice final de la obra "Cronología: nudos y redes", G. Musachi sólo menciona sobre el período que nos ocupa la ponencia de German
Greve de 1910; la carta de Freud a López Ballesteros, acerca de la traducción de su obra al castellano; dos obras de Jorge Thènon de 1930 y 1935 y una de E. Pizarro Crespo de 1936, publicada en la Revista Psicoterapia.

1. MOMENTO CRÍTICO DE LA PSIQUIATRÍA HACIA 1930

Durante las primeras décadas del siglo pasado varios factores (cambios demográficos, sociales y políticos) confluyen en el hacinamiento en los hospitales para enfermedades mentales y un importante incremento de las demandas de atención en salud mental. La crisis de la psiquiatría asilar y la psiquiatría orgánica que acompañan este proceso comienzan a generar una diversificada oferta de servicios psicoterapéuticos en instituciones públicas. Este movimiento conocido por entonces con el nombre de "modernización de la psiquiatría" brinda la posibilidad de ensayar nuevas técnicas y teorías que paulatinamente conforman el ambiente propicio para la instrumentación de nuevas prácticas, entre ellas la psicoanalítica.
En 1932, en oportunidad de la publicación de su conferencia "La encrucijada actual de la Psiquiatría", pronunciada en la Sociedad de Neurología y Psiquiatría, el Prof. Nerio Rojas argumenta sobre la incertidumbre por la que atraviesa esa disciplina y considera que ello se debe a un doble problema. Por un lado, el de los "psiquiatras neurólogos", quienes no aceptan que en la mayoría de los estados mentales haya originaria o secundariamente un intercambio de factores psíquicos. Por otro lado, el de los "psiquiatras psicólogos", que, aferrados a las disciplinas "subjetivas", les cuesta comprender los factores orgánicos en juego (Rojas, 1932, p.564).
Rojas sostiene desde su postura que el psicoanálisis es una psicología dinámica, profunda y de raíces afectivas, cuya vinculación con el bergsonismo él mismo se encargó de sostener ante el propio Freud. Afirma que la afectividad es el elemento que explica los desacuerdos existentes entre la teoría y la clínica y que es de este modo que se cae en el centro del problema: ¿orientación psicológica u orgánica?. Advierte que tomar uno sólo de los dos polos significa estudiar al hombre incompletamente. Algunas teorías fisiológicas de las emociones adolecen de esta falla y ésta es una falta que en gran parte, para el autor, ofrece el psicoanálisis.
Es de destacar que Rojas al postular la conjunción de factores orgánicos y emocionales produce un quiebre con el paradigma positivista predominante en la ciencia. Este tipo de reflexiones son, en cierto sentido, las que comienzan a abrir una nueva dimensión del abordaje del sujeto y a nuestro entender, constituyen el marco de reflexión que propicia la recepción de los primeros conceptos psicoanalíticos.

1.1. La importancia de la creación de la Liga Argentina de Higiene Mental (1929)
En abril de 1927, se publica en la Revista La Semana Médica el relevamiento de las instituciones psiquiátricas que asistían enfermedades mentales en Francia e Inglaterra. Para la realización de este informe la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, otorga una beca a Jorge Thènon para investigar las "concepciones modernas" de la asistencia de los alienados en ambos países. Thènon resume en dicho informe los principios que guían la "modernización" de la asistencia de la siguiente manera: a) "humanizar" la psiquiatría y la atención de los enfermos mentales, como así también de los "afectados por otras funciones de la economía"; b) transformar los hospitales de "simples depósitos de inmuebles" en "modernos Hospitales Psiquiátricos", contando para ello con el auxilio de todas las técnicas médicas y especialidades; c) crear servicios de asistencia social para esclarecer las condiciones sociales e históricas del enfermo, como así también para realizar el seguimiento del tratamiento luego de su externación; y porúltimo d) transformar el hospital en un centro de profilaxis (Thènon, 1937, p.1126 y ss.).
En términos generales se proponía el relevo de la psiquiatría y su reemplazo por otros especialistas encargados de señalar y prevenir la causa común de las extremas condiciones de vulnerabilidad social, que están en el origen de la locura y la degeneración4. De este modo, a través de la acción y la participación de nuevos agentes de la salud, se comienza a hacer notar las condiciones sociales del desarrollo, la mala higiene de la vivienda y de los talleres laborales, las largas y agotadoras jornadas de trabajo, los bajos salarios, la miseria y el paro forzoso, el trabajo infantil, la incultura, y la presencia de todos los factores que conspiran contra la vida saludable.
Mira y López, otro de los autores consultados, define el rol de la "psiquiatría moderna" en oposición al modelo asilar (cerrado o de internación) y propone atender la enfermedad mental empleando el recurso de la asistencia abierta o asistencia heterofamiliar (implantado en Alemania y Francia). Los sistemas abiertos -indispensables en la marcha de un moderno hospital psiquiátricose dedican especialmente a la atención post-nosocomial de los enfermos e incluyen una variedad de servicios, entre los que se menciona:
El Dispensario: si el paciente es socialmente apto, si no es peligroso para sí mismo y para los demás, puede acudir tres veces por semana al dispensario, sin interrupción de sus trabajos habituales.
Servicio Abierto: se recurre a él cuando el paciente requiere reposo y cuidados más asiduos. La entrada y
salida son voluntarias.
Servicio de Preinternamiento: acuden allí pacientes con diagnóstico dudoso o que presentan incertidumbre sobre el destino que se les debe señalar. Luego de la observación se le indica la entrada o pasaje al Servicio Abierto.
Esta nueva modalidad de atención proponía fundamentalmente mantener el sistema de dispensarios y servicios abiertos totalmente separados de los hospitales psiquiátricos y asilos5. La separación entre los hospitales psiquiátricos dedicados al tratamiento de pacientes agudos, de los asilos colonia para los crónicos toma el ejemplo de las tendencias observadas en Bélgica, la línea de los psiquiatras franceses y sobre todo del español Rodríguez Láfora. (Thenon, 1937, p.1126 y ss.). En París, si bien todavía los dos modelos no se hallaban separados en forma absoluta, el asilo de Sainte-Anne funcionaba ya como organismo central clasificando y distribuyendo a los enfermos de acuerdo con el nuevo criterio.
En Argentina, la propuesta de F. Gorriti para la creación de la Liga de Higiene Mental en 1927, que se concretará recién en 1929 con la presentación de Gonzalo Bosch y Arturo Mó ante la Sociedad de Neurología y Psiquiatría, muestra la misma tendencia europea . Dedicamos especial atención al movimiento de la Higiene Mental y a la Liga en particular por considerar que, de acuerdo con nuestra investigación, son éstos nuevos lugares de tratamiento los que anidan a los primeros practicantes del psicoanálisis en nuestro medio.
La Liga Argentina de Higiene Mental agrupaba las distintas instituciones que con el objetivo de "modernizar" el tratamiento de los alienados atendían las demandas de salud mental. El cumplimiento de tal objetivo no se lograba sólo con la obtención de nuevos espacios sino que requerían nuevas teorías, prácticas y políticas que permitieran abordar la complejidad de los nuevos casos resistentes al diagnóstico orgánico o el tratamiento asilar. Se hacía necesario instrumentar los recursos y técnicas de la ciencia moderna, adecuar la asistencia social a los nuevos tiempos e incrementar el alcance de la profilaxis. Para realizar estas acciones se implementaron algunos servicios "abiertos" (sin internación) y se otorgó especial preponderancia a la utilización de nuevos marcos teóricos, psicológicos y dinámicos diversos para el tratamiento y la higiene de la enfermedad mental. Estas propuestas, sobre las cuales en razón de la brevedad no podemos extendernos, fueron impulsadas por actores concretos quienes se encargaron de institucionalizar las nuevas prácticas profesionales - entre ellas la clínica psicoanalítica- gestadas en este cambiante contexto.

La lectura del pre-proyecto de constitución de la Liga Argentina de Higiene Mental (L.A.H.M.), presentado por Fernando Gorriti en 1927, nos advierte sobre los lugares en los que se instalaron las primeras prácticas psicoterapéuticas y nos ha permitido comprender el alcance de los nuevos recursos psicoanalíticos para tratar los padecimientos psíquicos de la población.
1) Creación de consultorios externos de Neuropsiquiatría infantil en el Hospital Nacional de Alienadas; Servicio de Neurología del Hospital Rivadavia; Servicio de Neurología del Hospital de Niños; y Clínica Obarrio; todos bajo la iniciativa de Juan Manuel Obarrio.
2) Consultorios externos de psiquiatría en la Sociedad Española de Socorros Mutuos en 1920 creados por el adscrito a la cátedra de Psiquiatría y Subdirector del Instituto Frenopático. Dr. Antonio Martínez.
3) Presentación del proyecto para la creación de un consultorio externo, Servicio Libre de Asistencia Psiquiátrica y Dispensario de Higiene Mental en el Hospicio de las Mercedes. El mismo fue elevado al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, sin resultado, desde 1923 hasta la presentación de este informe en 1927.
4) Creación de un moderno Hospital Psiquiátrico, con consultorios externos, anexos a la Facultad de Medicina de Rosario, propulsado por los doctores Rafael Araya, Lanfranco Ciampi y Gonzalo Bosch.
5) Open-Door, fundado y organizado por el Prof. Cabred en la Colonia Nacional de Alienados.
6) El Asilo de Retardados de Torres, dirigido por el Dr. Reineke.
7) Hospital Melchor Romero, fundado en 1883 por Dardo Rocha.
8) Hospital Mixto dirigido en 1927 por el Dr. Eusebio Albino, con consultorios externos.
9) Colonia Hogar Ricardo Gutiérrez, situado en Marcos Paz; con la realización de "fichas psíquicas" o "perfil psicológico" de los pacientes, a cargo de su director, el Dr. Rafael Arguyo.
10) Instalación de gabinetes psicofisiológicos en el Ejército y en la Armada, fundados por los doctores Milano y Esteves.
11) Instituto de Psicotecnia y Orientación Profesional. Los hechos expuestos sucintamente no hacen más que indicar las fuertes razones de contexto que dan el marco para ensayar nuevas técnicas, instrumentar los conceptos del psicoanálisis y disparar las primeras prácticas clínicas en el ámbito hospitalario. Psiquiatras como Thènon, Gorriti y Beltrán conformaban claramente un núcleo previo a la fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina (A.P.A, 1942). Estos médicos conservaron un fuerte compromiso con la clínica hospitalaria y un cierto desinterés por lo que luego será el psicoanálisis centrado en la práctica privada.

2. RESEÑA DE LOS AUTORES Y CORRIENTES TEÓRICAS PSICOANALÍTICAS MÁS INFLUYENTES

Si bien Freud ya comentaba en "Historia del Movimiento Psicoanalítico" que, en 1910, el chileno Germán Greve expone en un Congreso de Medicina en Buenos Aires el primer trabajo propiamente psicoanalítico, no es sino hasta 1923, a partir de la serie de conferencias sobre psicoanálisis que dictó el Dr. Gonzalo Rodríguez Láfora, que se va a producir un impulso importante dentro del ámbito psiquiátrico de las teorías psicoanalíticas. Ese mismo año, Aníbal Ponce publicó, con el seudónimo Luis Campos Aguirre, un artículo fuertemente crítico que le quita toda seriedad científica al psicoanálisis. También Enrique Mouchet como Juan Ramón Beltrán dictan sus primeras conferencias de difusión del psicoanálisis.
Es de destacar la influencia de Rodríguez Láfora, no solamente por fomentar su interés en el psicoanálisis, sino también por ligar el psicoanálisis con su compromiso con la fe cristiana. Esta postura se apoya en la lectura crítica de la obra de Freud, en la versión traducida del francés por Hesnard, y en la articulación teórica con el pensamiento psicoanalítico del pastor Oskar Pfister, discípulo de Freud.
Una de las características del período que estudiamos es que, salvo la excepción del peruano Honorio Delgado, Freud no era leído directamente del alemán. Tampoco se lo leía de las primeras traducciones al castellano, que inició López Ballesteros en 1923, sino que predomina la lectura del francés y en algunos casos del italiano. Cabe destacar que en estos momentos el psicoanálisis es concebido como una técnica auxiliar de la psiquiatría, hasta tal punto que Thenon lo ubica como una de las tres alternativas psicoterapéuticas junto con el hipnotismo y la sugestión.
Por tratarse de los autores más influyentes en los primeros "psicoanalistas" argentinos brindaremos una breve síntesis de las características más destacadas de: Gonzalo Rodríguez Láfora, Louis Marie Hesnard, Oskar Pfister y Alfred Adler.
Dr. Gonzalo Rodríguez Láfora (1886-1971)
El Dr. Gonzalo Rodriguez Láfora, médico psiquiatra español, era crítico de la obra freudiana pero le atribuía un papel central al psicoanálisis dentro de las ciencias y como otros psiquiatras españoles lo incorporó al saber psiquiátrico de la época. Dictó en el año 1923 una serie de conferencias en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, decisivas para la difusión del psicoanálisis dentro del ambiente médico en Argentina. Para Rodríguez Láfora, los puntos principales de la teoría psicoanalítica se podían definir en torno a:
a) Psicoanálisis sí, "freudiano"no. Acepta el psicoanálisis como una nueva ciencia, pero no acepta el "dogma" de Freud, al que considera que se lo debe "expurgar" degeneralizaciones y sistematizaciones.
b) Psicoanálisis como "método de investigación del espíritu". El psicoanálisis es un método que complementa a la psicología experimental, permitiendo explorar los fenómenos psicológicos complejos (intuición artística, amor profundo, fenómenos religiosos, etc.) ahondando en los procesos "subconscientes".
c) Crítica al pansexualismo: Láfora considera un defecto importante la excesiva hipervaloración que la teoría psicoanalítica ha dado a lo sexual como causa y motivo casi único de la vida subconsciente. Habla de dos instintos primarios, los de "conservación" y los de "reproducción". Y cita a Pfister para definir lo sexual como relacionado con la reproducción y los órganos reproductores.
d) Analogía del psicoanálisis con la "confesión católica". Los peligros descubiertos por Freud de la transferencia afectiva, durante la cura psicoanalítica, son comparados con los que se producen en la confesión católica. Dice que ésta es una forma de psicoanálisis sin psicología donde la mujer "confesa" siente igualmente una atracción hacia el sacerdote.
En síntesis, Láfora, en la línea de Pfister, intenta conciliar el psicoanálisis con la religión, tratando de ese modo de sortear también el antifreudismo orquestado principalmente por la Iglesia Católica en España.
Angelo Louis Marie Hesnard (1886-1969)
Es indudable la importancia que ha tenido en la introducción del psicoanálisis, en Francia, Angelo L. M. Hesnard. Todo comienza a partir de que su maestro en psiquiatría, Emmanuel Regis, le encargara, en 1912, un profundo estudio de la obra de Freud. Al año siguiente, comienza a dar conferencias sobre psicoanálisis. La aparición, en 1914, del libro La Psychoanalyse des névroses et des psychoses (escrito junto con Regis) lo convierte en el introductor del psicoanálisis en territorio francés, aún cuando dicho libro pasó a ser considerado un verdadero manifiesto germanófobo que favorecía la latinización del psicoanálisis.
Hesnard -influyendo sobre Láfora- adopta a su modo la concepción psicoanalítica, pero a la vez, rechaza el"freudismo" -elemento característico del psicoanálisis a la francesa. Se opone al simbolismo freudiano considerándolo una noción dogmática. La represión es para él un proceso conciente, ya que el inconsciente queda definido como una sub-consciencia. De manera similar a Láfora, Hesnard piensa que la transferencia es una noción riesgosa, ya que la psicoterapia se asemeja a una técnica de confesión. Además, rechaza la etiología sexual de los síntomas y caracteriza a las teorías sexuales freudianas como "pansexualistas", debido a la atenuación de los factores sexuales. Es de destacar que el texto de Hesnard (y Regis) logra ser incluido en el índex de la Santa Sede.
Luego de la muerte de Regis, para la tercera edición de El Psicoanálisis de las Neurosis y las Psicosis, en 1929, Hesnard le adjudica a aquél los pasajes más polémicos del texto, demostrando así su cuestionable capacidad de adaptación a los diferentes momentos del Psicoanálisis en Francia. En 1926 se convierte en miembro fundador de la Sociedad Psicoanalítica de París. La obra de Hesnard (con Regis) posibilitó la entrada del Psicoanálisis en Francia, un psicoanálisis ciertamente desvirtuado, pero tal vez, la única posibilidad de ingreso del psicoanálisis en la latinidad por aquellos años.
Alfred Adler (1870 - 1937)
Fue el primer gran disidente que tuvo el Psicoanálisis. Nunca adhirió totalmente a las ideas freudianas. Desde un comienzo, Adler atribuyó mayor importancia a los vínculos de grupo y de fraternidad (sociales) que a los familiares (edípicos). Adler sostenía que la situación edípica respondía a un modelo de sociedad. Sobre la base de este criterio comenzó a prestarle especial interés a la doctrina marxista y llegó a relacionarse con León Trotski a través de su esposa.
De 1902 a 1911 permaneció en el círculo freudiano y participó de la Sociedad de Psicología de los Miércoles. Para el pensamiento de Adler, la aparición de la neurosis era consecuencia del fracaso de la "protesta masculina" y las formaciones neuróticas derivaban de la lucha entre lo masculino y lo femenino. Cuestionó las ideas freudianas de represión y libido por considerarlas poco aptas para explicar la "psique desviada e irritada" del yo. Adler, a su manera, construyó una psicología individual a partir de la relación social, de la adaptación, sin inconsciente ni determinación por la sexualidad. Así se fue alejando cada vez más de las ideas de Freud. En 1911, renunció a la Sociedad de Psicología de los Miércoles, de la que llegó a ser "Presidente". Siguió adelante con sus ideas y en 1926 su movimiento llegó a adquirir dimensión internacional, principalmente en los EE.UU.
Oskar Pfister (1873-1956)
Pastor y psicoanalista suizo. Mantuvo fuertes luchas en su país contra los adversarios del análisis profano. Freud, de quién fue discípulo y amigo lo llamaba "querido hombre de Dios". Mezcló la técnica freudiana con la antigua "cura de almas" protestante. Quiso también transformar la pedagogía a partir de los descubrimientos freudianos. Se acercó al psicoanálisis a través de Carl G. Jung y por medio de Binswanger conoció a Freud en 1909 en Viena. Mantuvo profusa correspondencia con Freud y tomó partido por él cuando se produjo la ruptura entre éste y Jung. Consideraba que el análisis resultaba útil en tanto conducía al paciente a reconocer el valor de la fe cristiana. Afirmaba que la verdadera fe era una protección contra las neurosis .

3. LOS PRECURSORES: THÈNON, GORRITI Y BELTRÁN

Thènon, Gorriti y Beltrán con sus diferencias han sido tres de los más destacados autores del período psicoanalítico que nos ocupa. Importante ha sido el aporte intelectual del Dr.Thenon, reconocido por el mismo Freud y por el Dr. Florencio Escardó en nuestro medio -quien elogió su tesis de doctorado en nota de La Semana Médica (1930).Habrá que considerar también la amplitud de criterio del Dr. Gorriti y su contribución, con el concepto de "baldeísmo", a la teoría etiológica de la histeria. Y por último, la gran difusión que diera al psicoanálisis, en aquellos años, el Dr. Beltrán, tanto en elámbito académico como extra-académico.
Podrá considerarse a estos autores como los primeros médicos en llevar adelante una práctica clínica psicoanalítica, pero al mismo tiempo se destacará las distintas posiciones asumidas por cada uno de ellos que obedecen, a su vez, a las diversas influencias recibidas de autores europeos. Por ejemplo, Thènon, fuertemente influenciado por A. Adler, tuvo un mayor acercamiento a las ideas socialistas; en cambio, tanto Gorriti como Beltrán adoptaron el modelo transmitido por Láfora y tomaron una posición más cercana a la Iglesia, distinta obviamente a la de Thènon.
Si bien Gorriti y Beltrán compartían una postura similar -al aplicar el método disociado de la teoría y lo asimilaban con la confesión cristiana- también mantuvieron ciertas diferencias ya que, por ejemplo, Beltrán, probablemente influido por su relación personal con el pastor Pfister, no hacía gran hincapié en la vida sexual de sus pacientes, mientras Gorriti, siguiendo sus casos publicados, se mostraba interesado en la vida sexual de éstos. Veamos brevemente algunas breves cuestiones investigadas de cada uno de ellos.
Jorge Thènon
Jorge Thènon comenzó a trabajar como practicante interno del Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson. Apenas graduado, en 1925, ganó por concurso de oposición el puesto de médico interno del Hospital Vélez Sarsfield, donde se dedicó a la asistencia en los consultorios externos del hospital. Al mismo tiempo se desempeñó como Jefe de Cátedra de Anatomía Topográfica de la Facultad de Medicina de la UBA. En los años'30 comenzó sus experiencias sobre hipnosis en el mismo Hospital Vélez Sarsfield, que formaron parte del material para su tesis de doctorado, realizada con el patrocinio del Prof. de Psiquiatría Dr. Ameghino. Con motivo de ese trabajo pronunció una conferencia en el Centro de Estudiantes de Medicina, presentando a cinco pacientes sometidos a hipnosis que ejecutaban los más diversos automatismos sugeridos en el curso de la disertación. En la misma se hallaban presentes Mapelli y Piuman quienes felicitaron a Thènon por el éxito de la aplicación de su técnica6. A raíz de la publicación de una conferencia sobre hipnosis, el doctor Helvio Fernández le ofreció la dirección de la Revista Argentina de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal. Thènon fue nombrado además médico agregado del Hospicio de las Mercedes. Allí trabajó con ahínco, publica el texto: "Neurosis Obsesiva" y obtiene la beca otorgada por la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias. Se dirige a Francia, al servicio del doctor Giraud, a la clínica del doctor L'hermite en el Hospital Paul Brouse y a Saint Antoine, a la clínica de André Thomas. A su regreso reinicia sus funciones como médico, hasta que recibió la visita del doctor Krapft quien le pidió en nombre del Director del Hospicio que elevara su renuncia, ya que estaba "prontuariado". Es conocida la correspondencia que mantuvo Thènon con Freud, con motivo de la tesis que oportunamente le enviara. Freud le ofreció la publicación de un resumen en la Revista Internacional de Psicoanálisis. Sobre la primera carta existe una anécdota que ilustra los momentos que por entonces se vivían en el país. Dice Thènon, esta carta fue "tan enaltecedora como la carta que recibí de Janet y Baruk, respecto a mis trabajos sobre el pensamiento obsesivo, pero tuvo un fin del todo distinto a estas otras. Fue solicitada para su edición por la revista Del Hospital Argentino, y cuando se hallaba en la imprenta de Bontempi, donde se editaba la Revista, fue allanada por la policía al encontrarse allí el anarquista De Giovani, llevando material para uno de sus panfletos. De la carta no quedó más que el sobre y el clisé" (Thenon, 1930, p.447).
Dr. Fernando Gorriti (1876 -1970)
Nacido en Asunción del Paraguay en 1876, transcurrió su infancia en Goya, provincia de Corrientes, luego fue a Buenos Aires para estudiar medicina, carrera en la que se gradúa en 1904. Participa del Congreso Médico Internacional de Buenos Aires en 1910, como Delegado Oficial. En dicho Congreso, el médico chileno Germán Greve defendió la existencia de la sexualidad infantil y encomió los resultados de la terapia psicoanalítica en el caso de los síntomas obsesivos, ésta alocución se convertiría en la primera mención pública del psicoanálisis en Buenos Aires. En 1923, participa de las conferencias de divulgación del psicoanálisis del español Rodríguez Láfora. Gorriti ocupó importantes cargos académicos políticos y profesionales en su país de origen; fue miembro asociado extranjero en la Sociedad Clínica de Medicina Mental de París y miembro titular de la Liga de Higiene Mental, entre otros cargos. Asimismo ocupa
cargos de similar importancia en nuestro país7. Ya en 1931 presenta en la Sociedad de Neurología y Psiquiatría su trabajo "Aportaciones a la Psicopatología de la Vida Cotidiana" (publicado en La Semana Médica el 7 de abril de 1932 ) donde expone la interpretación psicoanalítica de algunos actos fallidos de la vida cotidiana, entre otros, el conocido fallido del General Uriburu al vestirse para ir a sublevar al Colegio Militar (6 de Septiembre de 1930). Gran parte de este texto está dedicada al estudio de las figuras y escritos pornográficos en los baños públicos8. Tanto con la publicación de"Psicoanálisis de los Sueños en un Síndrome de Desposesión" - aparecido en La Semana Médica del 1 de Enero de 1931, como con la edición de su libro "Histeria: estados baldeicos y baldeísmo en la histeria y en la constitución histérica respectivamente"9, Gorriti demuestra la aplicación del psicoanálisis a su práctica clínica. La hipótesis de Gorriti es que en la histeria se produce un "doblamiento" de la personalidad, no "desdoblamiento", en el sentido de Janet, sino un doblamiento con perfecta coincidencia de la unidad del yo. Estas dos personalidades, para él, luchan entre sí produciendo en la persona un profundo estado general de angustia. El doblamiento se produce en la personalidad interna y se presenta externamente a través de sus síntomas: automatismo ambulatorio, inteligente, regular, consciente, lógico y sin violencia y al mismo tiempo, una necesidad de quietud. También puede presentarse como una gran avidez por el dinero y los bienes materiales
y, al mismo tiempo, una despreocupación por la conservación de esos bienes. En definitiva, se trata de dos formas contradictorias que conviven en continua lucha por predominar, una sobre la otra, con situaciones que interesan a la personalidad en general. Tanto por su trayectoria como por el sentido de su obra -a favor de la inserción del psicoanálisis ya sea en el ámbito médico como en la sociedad en general- puede considerarse a Gorriti como uno de los grandes divulgadores del psicoanálisis en Argentina.
Dr. Juan Ramón Beltrán (1894-1947)
Se graduó como Doctor en Ciencias Médicas en 1917 y desarrolló a partir de allí una importantísima actividad en campos diversos: Medicina Legal, Psiquiatría, Psicoanálisis, Psicología e Historia de la Medicina. Fue profesor de varias cátedras, en las facultades de Ciencias Médicas y de Filosofía y Letras, como así también del Colegio Nacional Buenos Aires y el Colegio Militar. Fue fundador, presidente y miembro de importante cantidad de instituciones científicas, argentinas y extranjeras. Fue director de Revistas, delegado en Congresos y Cátedras extranjeras, Jurado de tesis e incluso fue Decano interventor de la Facultad de Ciencias Médicas y en 1945 fue designado Director General de Administración Sanitaria y Asistencia Pública de la Ciudad de Buenos Aires. Entre sus obras se cuentan cerca de 300 títulos entre libros, artículos originales y comentarios bibliográficos en diversas revistas científicas10. El psicoanálisis para Beltrán comprendió un campo de interés clínico y terapéutico dentro de la práctica psiquiátrica.Él mismo se aplicó el mote de "psicoanalista" y realizaba práctica psicoanalítica tanto en el Sanatorio Psiquiátrico Beltrán para enfermedades nerviosas, mentales y toxicomanías, como en la sede de las Siervas de Jesús Sacramentado. Y desde 1938, ejerció en su consultorio privado, ubicado en la calle Florida, tal como lo anunciaba en los avisos del diario "La Nación" de la época. De su práctica poco se conoce, ya que no publicó casos clínicos que pudieran esclarecer sobre su método terapéutico.
Justificadamente se lo puede considerar el principal difusor del psicoanálisis en este período. Dicta su primera conferencia en 1923, en la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata, bajo el título de: "La Psicoanálisis en sus relaciones con la Pedagogía" y en ese mismo año dicta seis conferencias para un curso libre en Filosofía y Letras titulado "Psicoanálisis". A partir de
allí realizó numerosos cursos y conferencias principalmente en la Facultad de Filosofía y Letras y un curso para Postgraduados en la Facultad de Ciencias Médicas. Entre sus obras sobre psicoanálisis se encuentra el texto "La Psicoanálisis, sus fundamentos y aplicaciones" de 1932 y cuantiosos artículos publicados en revistas científicas, entre los que se destacan "La Psicoanálisis al servicio de la Criminología" de 1923 y "La Psychanalyse en Criminología" de 1931, que le sirvió para conseguir su membresía a la Sociedad Psicoanalítica de París. Desde los títulos mismos de sus artículos se puede observar que aplicaba el psicoanálisis a una gran cantidad de campos distintos11.
Algunos autores consideran de gran importancia para el pensamiento de Beltrán el ciclo de conferencias que brindó el Dr. Gonzalo R. Láfora sobre "La teoría y los métodos del psicoanálisis". Pero cabe aclarar que ya para esta época Beltrán tiene profundos conocimientos sobre el psicoanálisis que aplica consistentemente al estudio de los delincuentes. No obstante, se pueden establecer muchos puntos en común. Sobre todo si se toma en cuenta que ambos comulgan con las ideas de uno de los discípulos de Freud que se ocupó de divulgar el psicoanálisis en la comunidad católica: el pastor protestante Oscar Pfister, con quien Beltrán habría mantenido comunicación. En ese sentido se pueden establecer ciertos vectores que van a orientar la obra de Beltrán: a) aplicación del método psicoanalítico disociándolo de la teoría; b) asimilación del psicoanálisis con la "confesión cristiana"; c) concepción moral y pedagógica acompañada de la desexualización del psicoanálisis; d) lectura de Freud desde las traducciones críticas al francés Hesnard, Janet, Marie Bonaparte y Lowenstein; e) adhesión a los primeros escritos freudianos, ignorando los importantes cambios teóricos que se producen a partir de la segunda tópica12.
Así como otros precursores del psicoanálisis en la Argentina, se mantuvo al margen de la fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina, por supuestas discrepancias con los requisitos de la A.P.I. Influyó también para ello su interés constante por mantenerse dentro de los círculos de oficialidad de la medicina, y conservar sus cargos académicos, cuestiones hasta cierto punto incompatibles con el interés por el psicoanálisis.

4. CONCLUSIONES

Se han analizado las producciones y trayectorias académicas, institucionales y profesionales de una representativa cantidad de médicos que desarrollan sus actividades dentro de la psiquiatría y la neurología. Luego estos mismos profesionales participan en las reformas que la Higiene Mental ha producido en la psiquiatría argentina. Se ha visto que sostienen una clínica psicoanalítica -más ocasional o más sistemática según los casos- en ámbitos hospitalarios. De allí que se ha podido considerar que las primeras prácticas psicoanalíticas en nuestro país han sido producto de la conjunción de varios factores, que conjugan al mismo tiempo: la crisis del paradigma tradicional de la clínica psiquiátrica (ligado a los diagnósticos por la herencia y la degeneración); las novedades aportadas por el movimiento de la higiene mental; y por último, la aparición de nuevos modos y espacios de atención que promueven las prácticas de la psicoterapia y los enfoques psicogenéticos de la etiología nerviosa.
De modo tal que una incipiente clínica psicoanalítica comienza a observarse en el ámbito de la asistencia pública determinada por las condiciones históricas vigentes. En medio de grandes cambios demográficos, socio-políticos y económicos favorecedores de la demanda de atención en salud mental aparecen prácticas psicoterapéuticas como la sugestión, el hipnotismo y el psicoanálisis. Las mismas pasan a ocupar el lugar vacante de la psiquiatría anátomo-patológica, que cumplía hasta entonces la función de "asilar" todo fenómeno que mantuviera relación con los determinantes psicológicos. Los primeros en acercarse a estas nuevas prácticas son psiquiatras, que al considerar insuficiente la aplicación de las técnicas ortodoxas, recurren a las psicoterapias como alternativa para atender las consultas de determinado tipo de pacientes. Si bien la clínica psicoanalítica se inicia en los ámbitos hospitalarios se verá que en las décadas siguientes la misma se asienta y prolifera casi completamente en el ámbito de los consultorios privados
En síntesis, se ha intentado demostrar la importancia que toman en esta época el progreso y la modernización en la atención de la enfermedad mental como factores preponderantes en la instalación de las primeras modalidades prácticas del psicoanálisis. En el mismo sentido, a partir del informe de Thènon, se puede destacar la importancia que se comienza a otorgar a los servicios abiertos en la atención de los neuróticos, el seguimiento de los pacientes en su externación y la profilaxis de las enfermedades mentales. También ocupa un lugar importante la consideración de los factores sociales que intervienen en la enfermedad mental. Pero resulta de especial interés señalar la importancia de la necesidad de darle a la enfermedad mental un estatuto propio, que posibilitará su tratamiento excluyendo la concepción hereditaria y la asistencia bajo el "régimen carcelario". Es en relación a todo ello que se favorecerá la inclusión de las psicoterapias en el tratamiento de las enfermedades mentales, y dentro de ellas, los inicios de una práctica psicoanalítica como respuesta a una demanda social.

NOTAS:

1 Beltrán, Profesor Adjunto Extraordinario de la cátedra Psicología Fisiológica y Experimental, a partir de 1933 comienza a dictar sus seminarios especiales.

2 Gorriti enmarca a la doctrina freudiana como un complemento a las teorías de la degeneración, para agregar un abordaje "de fondo" al estudio de las "formas" de la personalidad (Vezzetti, 1989).

3 Tanto Pichon Rivière como Arnaldo Rascovsky constituyen según Balán el núcleo argentino. Ambos comienzan a trabar relación tempranamente (1936-38) con Angel Garma y Celes Cárcamo -y más tardíamente con Marie Langer. Estos destacados médicos argentinos, a los que se suma F.Hardoy, celebran las famosas reuniones previas que darán lugar al Acta de Fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina en 1942

4 Para entender este propósito recordemos la situación de miseria y promiscuidad en que vivían los habitantes de la zone de París o en los suburbios industriales de Londres por aquélla época.

5 El pequeño anexo neropsiquiátrico que dirigía el Prof. Lavastine, en el Hospital Saint Antoine se constituyó en un ejemplo digno de ser imitado en nuestro país.

6 Con el eminente dermatólogo Doctor Aubrun, investigaron la curación de verrugas con métodos sugestivos. El doctor Aubrum junto al Doctor Housay rodearon la experiencia de todos los recaudos experimentales del caso. Cesaron de común acuerdo estas experiencias, cuando comenzaron a llegar personas a la sala de guardia preguntando: - ¿Dónde está el doctor que cura las verrugas?

7 En nuestro país, ocupó varios cargos de importancia: Miembro fundador de la Liga de Higiene Mental, de la Sociedad de Psiquiatría Neurología y Medicina Legal; Miembro titular de la Asociación Médica Argentina, de la Sociedad de Medicina Legal y Toxicología; Director interino del Sanatorio Nacional "Santa María" y Vicedirector de la Colonia Nacional de Alienados "Dr. Domingo Cabred"; Vicepresidente del Ateneo Neuropsiquiátrico del Hospicio de las Mercedes, de la Sociedad de Neurología y Psiquiatría de Buenos Aires, de la Sociedad Argentina de Medicina Social y de la Sociedad de Psicología de Buenos Aires, entre otros importantes cargos. Su bibliografía no es menos extensa que su trayectoria institucional ya que consta de más de 100 textos entre libros y artículos publicados en revistas especializadas. Pero más importante que su obra es el sentido de la misma, en ella vuelca su amplitud de pensamiento y su autonomía técnico - práctica a favor de la inserción del psicoanálisis tanto en el ámbito médico como en la sociedad en general. Cuando en 1926 publica "Reparos al Complejo de Edipo" intenta, desde la admiración y el respeto hacia Freud, criticar las tesis de éste, pero adoptando una posición muy distinta a la que tomara Aníbal Ponce al publicar "La divertida estética de Freud" (1923).

8 Si bien ya Lombroso había hecho un trabajo similar sobre los baños en las prisiones, en el trabajo de Gorriti se hace referencia a que abarca más de una clase social. El valor crítico que tiene el trabajo de Gorriti es digno de mencionar, ya que toma para su estudio tanto los baños de los trenes como los de distintas facultades, cementerios y cabarets. En este trabajo, demuestra que, a mayor represión sexual, mayor necesidad de simbolización.

9 Baldeísmo es un criterio aplicado por Gorriti para el diagnóstico de la histeria. Aplica este término en homenaje al título de la novela El Pozo de Balde de la escritora Rosa Bazán de Cámara, en la que aparece un personaje que le evoca lo que él llama "una nueva forma de psicología individual" que se encuentra en la constitución de la histeria.

10 Dentro del campo del psicoanálisis fue Miembro Adherente de la Société Psychanalitique de París a partir de 1931. Fundador, en 1939, y Presidente, entre 1939 y 1947, de la "Sociedad de Psicología Médica y Psicoanálisis" dentro de la Asociación Médica Argentina, institución que si bien no era totalmente psicoanalítica se puede considerar favorable al psicoanálisis. Beltrán también fue presidente de la Sociedad de Psicología de Buenos Aires (1934- 36) y director del Instituto de Psicología Experimental y Fisiológica en la Facultad de Filosofía y Letras (1944 y 1946).

11 En "La posición de la Psicoanálisis en la Psicología Contemporánea", Beltrán distingue las características generales del psicoanálisis a) un método terapéutico, b) un valiosísimo método de investigación psicológico de lo inconciente c) un cuerpo de doctrina, d) un conjunto de aplicaciones extramédicas. Considera al psicoanálisis como un método de investigación psicológica de lo inconsciente que complementa y amplía el campo de la psicología experimental. Entre las aplicaciones extramédicas del psicoanálisis destaca la educación, la sociología, el arte y la criminología. Junto con Pfister y otros propone aplicar el psicoanálisis al campo de la educación y especialmente para la preparación de los educadores quienes deberían ser psicoanalizados (Beltrán, 1923). En una línea similar, defiende la aplicación del psicoanálisis a la criminología reconociéndose el primero en seguir esa línea.

12 Beltrán pone el acento sobre la técnica terapéutica, ya que considera que ha dado notables éxitos a la neuropsiquiatría, y la distingue de la doctrina, que denomina con Pichon el Freudismo, con el que mantiene puntos de controversia y disidencia. Sostiene que toda pretensión de ortodoxia teórica sería para la psicoanálisis una cristalización "mortal". Ha sido opositor de los psicoanalistas profanos, acusándolos de "curanderos". Sostenía que los psicoanalistas debían ser médicos, reunir condiciones y ser seleccionados con extrema severidad, para que su ejercicio "sea una garantía de bien público y de honestidad profesional". Entre los autores que más lo han influenciado teóricamente se encuentra: Pfister, Jung (con su método de asociación de palabras y su concepción de inconsciente colectivo) y también Bouvet, Pichon, Allendy y Laforgue. No obstante, hay que destacar que fue conocedor de los principales autores del psicoanálisis de su época, para mencionar algunos: Rank, Jones, Klein y Anna Freud

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Fecha de recepción: 19 de diciembre de 2006
Fecha de aceptación:
1 de junio de 2007

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