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Anuario de investigaciones

On-line version ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.15  Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./Dec. 2008

 

PSICOLOGÍA CLÍNICA Y PSICOPATOLOGÍA

Un esquema clasificatorio para las intervenciones en terapia interpersonal

A classificatory schema for psychotherapeutic interventions In interpersonal therapy

Etchebarne, Ignacio1; Fernández, Marcela2; Roussos, Andrés J.3

1 Lic. en Psicología. Coordinador de Equipo de Investigación en Psicología Clínica (EIPSI). Coordinador docente en la cátedra de Metodología de la Investigación, carrera de Psicología, Universidad de Belgrano. Becario doctoral CONICET-UBA. E-mail: ignacioetchebarne@fibertel.com.ar
2 Médica psiquiatra (UBA) y miembro del departamento de grupos de la Fundación Aiglé.
3 Doctor en Psicología. Investigador de la carrera del CONICET. Docente de grado y postgrado en diversas universidades. Director del proyecto de investigación Características de las Intervenciones en Psicoterapia Psicoanalítica y Cognitiva. Semejanzas y Diferencias. UBACyT P818.

RESUMEN

En el presente artículo exponemos la evolución de las tareas que, como miembros de EIPSI (Equipo de Investigación en Psicología Clínica), venimos desarrollando sobre la evaluación de las intervenciones clínicas de distintos marcos teóricos. En trabajos anteriores hemos descripto la estructura general para la clasificación de intervenciones en tratamientos psicoterapéuticos adherentes a los marcos teóricos psicoanalítico, por un lado, y cognitivo-conductual, por el otro (para mayor información ver: Roussos, Etchebarne y Waizmann, 2006; y Roussos, Waizmann y Etchebarne, 2003). En el presente artículo, presentamos su expansión hacia un nuevo marco teórico: el marco teórico de la Terapia Interpersonal (TIP). Por lo cual, se detalla y se discute la metodología empleada para integrar nuevos elementos específicos sobre un marco de evaluación ya organizado (obstáculos y formas de solucionarlo) y se presentan las tablas para la clasificación de intervenciones específicas interpersonales. Asimismo se presentan los resultados preliminares obtenidos mediante la aplicación de la presente metodología de evaluación de intervenciones en los tratamientos cognitivos y los tratamientos psicoanalíticos.

Palabras clave: Intervenciones psicoterapéuticas; Esquema clasificatorio; Terapia Interpersonal

ABSTRACT

The present paper exposes the evolution of the tasks that we have developed, as members of EIPSI (Equipo de Investigación en Psicología Clínica), about the assessment of clinical interventions from different theoretical frameworks. In previous papers we have described the general structure for the classification of interventions in psychotherapeutic treatments adherent to the psychoanalytic theoretical framework on the one side, and to the cognitive-behavioral, on the other (for more information read: Etchebarne & Waizmann, 2006; and Roussos, Waizmann & Etchebarne, 2003). In the present article we present its expansion toward a new theoretical framework: the Interpersonal Therapy's (IPT) theoretical framework. Thus, the methodology employed to integrate new specific elements on a frame of evaluation already organized, is detailed and discussed (in terms of obstacles and possible solutions), and the schemes for the classification of specific interpersonal interventions are presented. Likewise, the preliminary results obtained by means of the application of the present methodology of evaluation of interventions in cognitive treatments and psychoanalytic treatments are presented.

Key words: Psychotherapeutic interventions; Classificatory schema; Interpersonal Therapy

INTRODUCCIÓN

Objetivos del presente trabajo
El presente trabajo posee dos objetivos:

a- Presentar los avances de las tareas que desarrolla. mos como equipo de investigación en psicología clínica -EIPSI-, sobre la evaluación de las intervenciones clínicas en psicoterapias no manualizadas adherentes a los marcos teóricos psicoanalítico, por un lado, y cognitivo-conductual por el otro.

b- Presentar una clasificación de intervenciones psicote rapéuticas interpersonales, fundada en la metodología de evaluación de intervenciones desarrollada por EIPSI (presentada en trabajos anteriores por Roussos y colaboradores).

Introducción general sobre el análisis de las intervenciones
En trabajos anteriores (ver Roussos, Etchebarne y Waizmann, 2006; y Roussos, Waizmann y Etchebarne, 2003) hemos mencionado que el estudio de las intervenciones que un terapeuta despliega a lo largo de un tratamiento, exige considerar los múltiples componentes del tratamiento que, al decir de Kraemer et al. (2001), operan en conjunto, enlazándose los unos a los otros. Tal es la complejidad que caracteriza al accionar de los terapeutas, que impone el empleo de variadas estrategias o recortes metodológicos, dependiendo de los recursos del investigador y de lo que se proponga, ya sea que trate de capturar la cualidad de las intervenciones, su secuencia, su frecuencia, la estrategia en la que se enmarcan, las temáticas que abordan, la interacción de todos estos factores, entre otros posibles objetivos de investigación.
Una de las estrategias mayormente utilizadas consiste en la confección de esquemas o escalas clasificatorias, construidas con diversos criterios, en función de los objetivos del investigador. Así, podemos mencionar los trabajos de Fiorini (2000), Sandler, Dare y Holder (1993), Wallerstein y DeWitt (2000) y Cooper y Bond (tal como se cita en Bond, Banon y Grenier, 1998; en Banon, Evan-Greinier y Bond, 2001; y en Milbrath et al., 1999) que realizaron clasificaciones de las intervenciones psicoanalíticas basándose en constructos teóricos y en la experiencia de los clínicos. Por otro lado, podemos mencionar a Tuckett (2003), quien también desarrolló una escala para analizar intervenciones psicoanalíticas, pero cuya estrategia consistió en no utilizar terminología convencional para sortear obstáculos relacionados con la polisemia.
Siguiendo una estrategia diferente, podemos mencionar los trabajos de Trijsburg y sus colegas (Trijsburg, Frederiks, Gorlee, den Hollander, y Duivenvoorden, 2002; Trijsburg, Lietaer et al., 2004), quienes en vez de focalizarse en un solo marco de referencia desarrollaron una escala genérica, definiendo a las intervenciones psicoterapéuticas provenientes de diversos marcos teóricos en términos operacionales, basándose tanto en constructos teóricos como en publicaciones de investigaciones empíricas. Otra estrategia de relevancia consiste en modi- ficar la unidad de análisis. Así, Milbrath et al. (1999) discriminan entre el microanálisis y el macroanálisis de las intervenciones. En el primero se analizan las intervenciones al nivel de una frase o alocución, mientras que en el segundo, se analiza a las intervenciones dentro del contexto de la totalidad de la sesión o del tratamiento (todas estas estrategias metodológicas se desarrollan con mayor detalle en Roussos, Etchebarne y Waizmann, 2006; y Roussos, Waizmann y Etchebarne, 2003; Roussos, Waizmann y Etchebarne, artículo en evaluación).

Resultados preliminares de estudios que aplican la metodología de clasificación de intervenciones descripta por EIPSI
En dos estudios de caso único -uno cognitivo y otro psicoanalítico- realizados por Roussos, Waizmann y Etchebarne (artículo en evaluación) se obtuvieron resultados que sugieren que el porcentaje y distribución de las intervenciones específicas y no específicas -a nivel de análisis descriptivo (esto se explica más adelante)- podrían ser similares en tratamientos no - manualizados psicoanalíticos y en tratamientos no - manualizados cognitivo- conductuales. Asimismo, Waizmann, Jurkowski y Roussos (2007) encuestaron a 40 psicoterapeutas (27 autodefinidos como psicoanalistas, 12 como cognitivos y 1 como ecléctico), interrogándolos sobre el tipo de intervenciones que refieren utilizar con sus pacientes y como resultados encontraron que tanto los terapeutas cognitivos (en un 92%) como los psicoanalíticos (en un 96%) indicaban utilizar intervenciones específicas de un marco teórico de referencia ajeno al suyo. No obstante, en términos de las intervenciones más utilizadas, los terapeutas se mantenían fieles a su propio marco teórico, eligiendo a las intervenciones específicas de dicho marco con mucha mayor frecuencia. Estos resultados presentados no permiten generalización alguna, sin embargo, son el combustible de futuras investigaciones y de trabajos como el que aquí se presenta.

La Terapia Interpersonal
La Terapia Interpersonal (TIP) es una de las muchas formas de tratamiento psicoterapéutico surgidas a partir del paradigma o abordaje interpersonal (es decir, de las teorías interpersonales de Meyer, Sullivan, Fromm y otros) (Klerman, Weissman, Rounsaville y Chevron, 1984/1999). La TIP aborda los trastornos psicológicos focalizándose en la conexión entre los conflictos actuales del paciente, sus estados emocionales y sus conflictos interpersonales (NIMH, 2002; Markowitz y Weissman, 1995). Esta forma de psicoterapia fue desarrollada por Klerman y sus colegas, a fines de la década de 1960 como parte de un estudio experimental clínico que evaluaba la eficacia de la terapia de mantenimiento para pacientes ambulatorios, diagnosticados con un trastorno depresivo mayor, y representa uno de los primeros intentos por desarrollar intervenciones empíricamente validadas para el tratamiento de la depresión (Keegan, 2002; Markowitz y Weissman, 1995).
Contemporánea a la terapia cognitiva desarrollada por Beck, el éxito de la TIP en estudios experimentales clínicos para el tratamiento de la depresión ha sido tal que el Nacional Institute of Mental Health (2007) la considera hoy en día -junto con la terapia cognitivo-conductual (TCC)- como una de las principales formas de psicoterapia que se han mostrado efectivas para el tratamiento de dicho trastorno. Asimismo, otra similitud con la TCC consiste en que la TIP ha evolucionado siguiendo el mismo patrón; es decir, surgiendo como un tratamiento para la depresión y, gradualmente, expandiéndose hacia el tratamiento de otros trastornos mentales, con resultados de investigaciones más que satisfactorios (Keegan, 2002; y Markowitz y Weissman, 1995, p. 376).
Así, en alrededor de dos décadas ya se han desarrollado protocolos de terapia interpersonal con distintos formatos (grupal, telefónico, etc.) para distintos tipos de trastornos del ánimo (trastorno distímico, trastorno bipolar, trastorno depresivo mayor recurrente), en distintas subpoblaciones de pacientes (depresión adolescente, depresión en gerontes, depresión en pacientes con HIV, depresiones pre y post-parto, depresión post-infarto del miocardio, depresión en pacientes con discapacidad física), para trastornos por abuso de substancias, para trastornos alimentarios como bulimia y anorexia nerviosa (esta última sin eficacia establecida aún), en distintos trastornos de ansiedad, etc. (Keegan, 2002).

MÉTODOS

La clasificación que presentamos en este artículo no es una escala clasificatoria comparativa, sino -al igual que nuestras clasificaciones presentadas en trabajos anteriores- un esquema de comprensión adecuado para la identificación de tipos de intervenciones psicoterapéuticas en un material clínico. Para la construcción de la misma, metodológicamente hemos seguido un plan de acción que es estable desde la primera tabla que hemos construido. Dicha metodología incorpora algunas de las estrategias antes mencionadas: la focalización o respeto por cada marco teórico, el basamento en revisiones de constructos teóricos y publicaciones de investigaciones empíricas, y la provisión de definiciones operacionales de las intervenciones a los evaluadores que permita, además, realizar tanto un microanálisis como un macroanálisis de las intervenciones (desde nuestra perspectiva existe un continuo entre el micro y el macro análisis).
Sin embargo, como parte de nuestra metodología de análisis de las intervenciones, también planteamos las siguientes estrategias adicionales: la inclusión del discurso del paciente para contextualizar a las intervenciones, la generación de nuevas categorías a partir del análisis cualitativo de material clínico, la identificación de la especificidad de las intervenciones al marco teórico de referencia y el análisis multidimencional de las intervenciones (Roussos, Etchebarne y Waizmann, 2006; y Roussos, Waizmann y Etchebarne, 2003).
De este modo, primero elaboramos las tablas de intervenciones psicoanalíticas, posteriormente, las cognitivo- conductuales, ahora las interpersonales y el paso siguiente será ampliarlas incorporando encuadres de terapia de grupos; pero, todo ello, siguiendo siempre la misma coherencia: nuestra modalidad de trabajo toma la acción que se está llevando adelante, en lugar de hacer una propuesta teórica ajena. Nuestro trabajo se ubica dentro del tipo de diseños que investiga aquello que se lleva a cabo en contextos naturalísticos. Kazdin (2006) divide entre los estudios pertenecientes a los modelos basados en la evidencia y a los tratamientos empíricamente validados, por un lado, y el trabajo sobre la acción que se lleva adelante en estudios naturalísticos, por el otro, haciendo una separación de dos líneas de investigación. Nuestra estrategia de trabajo está claramente encuadrada en la línea que investiga lo que realmente sucede en los tratamientos y no en aquella que plantea cómo deberían ser los tratamientos ideales. Las dos líneas de investigación deben existir e interactuar pero nosotros estamos encolumnados en esta. A cambio perdemos orden y sistematización.
Para el diseño de las tablas que aquí se presentan -y siguiendo la metodología planteada para los marcos teóricos previamente utilizados, presentados en publicaciones anteriores-, se realizó un rastreo teórico-bibliográfico que permitió organizar los criterios para su posterior testeo sobre material clínico (en curso). En el caso puntual de la terapia interpersonal, y diferenciándose de los marcos teóricos antes abordados (psicoanálisis y cognitivismo), dicho relevamiento pudo focalizarse en poca pero muy nutrida bibliografía. Debido a la naturaleza de los tratamientos interpersonales, en términos de su manualización, en un trabajo clave como el de Klerman et al. (1984/1999), pudo rastrearse las principales intervenciones específicas interpersonales. Más bibliografía teórica se sumó a este rastreo, sin embargo la misma permitió, fundamentalmente, agregar nuevas categorías pero no desautorizó ninguna de las intervenciones previamente planteadas por Klerman y sus colaboradores. Para el testeo de las categorías presentes en la clasifi- cación y la potencial generación de nuevas categorías se trabajó con transcripciones de sesiones aisladas de tratamientos grupales cognitivo-interpersonales provenientes de la Fundación Aiglé.

Análisis multidimensional de las intervenciones

Como parte de nuestra metodología de análisis, incluimos lo que hemos denominado como "análisis multidimensional de las dimensiones". El mismo está conformado por 4 niveles de análisis de las intervenciones elaborados por el equipo EIPSI (Roussos, Etchebarne y Waizmann, 2006; y Roussos, Waizmann y Etchebarne, 2003).
El nivel de análisis descriptivo de las intervenciones (ver tablas 1 y 4 en la sección de Resultados) focaliza el estudio de las intervenciones al análisis de las características formales de las mismas (en términos de su sintaxis y morfología). Para ello, se define operacionalmente a las intervenciones como todo acto verbal1 de carácter intencional, realizado por el terapeuta y dirigido hacia el paciente, y se presentan a los jueces evaluadores definiciones operacionales de cada categoría.

Tabla 1: Análisis descriptivo de intervenciones específicas interpersonales

El nivel de análisis de contenido de las intervenciones (ver tabla 2 en la sección de Resultados) se focaliza en el estudio de las temáticas que abordan las intervenciones y, para el mismo, se presenta un listado de temáticas o contenidos típicos y sus respectivas definiciones. Dado que el foco central de la terapia interpersonal es la relación entre los eventos interpersonales del paciente y sus respuestas emocionales asociadas a ellos (Markowitz y Weissman, 1995), para la clasificación del nivel de análisis de contenido de las intervenciones, hemos optado por desdoblar dichas categorías en varios subgrupos. En lo que se refiere a las emociones, hemos rearmado la categoría «Emociones o afecto» (Roussos, Etchebarne y Waizmann, 2006) a partir de la distinción entre emociones primarias o básicas y secundarias o complejas, realizada por Doron y Parot (1991/1998), Ekman y Friesen (1975), Izard (1977) y Arnold (1970).

Tabla 2: Análisis de contenido específico interpersonal

De acuerdo a estos autores, las emociones básicas o primarias son las siguientes respuestas afectivas discretas: la alegría, la tristeza, la ira, el miedo, la sorpresa y el asco. Dichas emociones discretas son disposiciones innatas a la acción, biológicamente relacionadas con la adaptación y la supervivencia, son universales y están asociadas a expresiones faciales, patrones neuroendocrinos y localizaciones cerebrales (Ekman y Friesen, 1975; Izard, 1977; Arnold, 1970).
En lo que se refiere a las emociones secundarias o complejas, éstas son respuestas afectivas tales como el remordimiento o culpa, el resentimiento, el odio, los celos, el orgullo, el amor, entre otras. Este tipo de emociones están basadas en emociones primarias (por ejemplo, las primeras cinco mencionadas se basan en la ira y la tristeza, y el amor se asocia con la alegría), incluyen evaluaciones cognitivas aprendidas en la relación con los otros, sobre el sí mismo, los demás y el mundo, y requieren ser simbolizadas verbalmente para ser experimentadas. Por estos motivos, dependen más de los significados construidos en la interacción cultural que de las emociones básicas (Ekman y Friesen, 1975; Izard, 1977; Arnold, 1970). Prefijar categorías para fenómenos tan complejos como las emociones secundarias podría resultar excesivamente arbitrario y artificioso; por esta razón, para la clasificación del contenido afectivo o emocional, hemos elaborado únicamente una categoría específica para cada emoción básica o primaria. De todas formas, las emociones secundarias pueden deducirse -con plena libertad de combinaciones- a partir de la asociación de determinadas emociones primarias con otros contenidos o temáticas presentes en la clasificación del análisis de contenido de las intervenciones (por ejemplo, el amor será representado por la conjunción del contenido «alegría», «Cita o relación de pareja» y, muy probablemente, del contenido «Sexualidad»).
En lo que se refiere al análisis del contenido «Interpersonal », hemos modificado la versiones anteriores de nuestras clasificaciones, adicionando el contenido «Cita o relación de pareja», «Relación terapéutica»2 y 4 temáticas interpersonales que suele tratar la terapia interpersonal en las denominadas "sesiones intermedias del tratamiento" (Klerman, Weissman, Rounsaville y Chevron, 1984/1999; y Markowitz y Weissman, 1995): procesos de duelo, disputas de roles interpersonales, transiciones de roles interpersonales y déficits interpersonales. En Roussos, Etchebarne y Waizmann (2006) se han presentado categorías de contenidos, además de las mencionadas, que aquí no figuran por cuestiones de espacio. El nivel de análisis estratégico de las intervenciones (ver tabla 3 en la sección de Resultados) se focaliza en el estudio de los propósitos u objetivos psicoterapéuticos, entendidos éstos como las metas o efectos asociados a las intervenciones. Dado que los exponentes de la terapia interpersonal asocian determinados objetivos o propósitos con determinadas intervenciones y con determinadas fases y áreas-problema, se respetó dicha conceptualización a modo expositivo; sin embargo, nuestra sospecha es que, en la práctica clínica, los terapeutas presentan mayor grado de libertad como para realizar combinaciones no contempladas en la presente clasificación. Por otra parte, este nivel de análisis solo puede ser realizado, entrevistando a los terapeutas tratantes.

Tabla 3: Análisis estratégico - Objetivos o propósitos específicos interpersonales

El nivel de análisis de contenido témporo espacial se focaliza en la ubicación en tiempo y espacio a la que hacen referencia las intervenciones del terapeuta. Este nivel no se presenta el presente trabajo ya que no ha sido necesario modificarlo para el marco interpersonal y puede ser utilizado tal como se lo describió en Roussos, Etchebarne y Waizmann (2006).

Intervenciones específicas, no-específicas y comunes
A partir de la conceptualización de Waizmann, Etchebarne y Roussos (2004) -basadas en las conceptualizaciones de Frank (1960), Lambert (1992), Orlinsky y Howard (1986) y Wampold (2001)-, incluimos en nuestras tablas la siguiente clasificación de intervenciones a partir de su pertenencia explícita o no a un marco de referencia:

Intervenciones específicas: son aquellas intervenciones que se encuentran teorizadas o definidas en forma explícita por un modelo teórico en particular.

Intervenciones no-específicas: son aquellas intervenciones que ningún marco de referencia define en forma explícita como propia (o que el marco estudiado no define como propia; en este caso, el marco interpersonal).

Intervenciones comunes: son aquellas intervenciones que son utilizadas por más de un marco teórico y pueden ser tanto específicas como no - específicas.

RESULTADOS

En la tabla de análisis descriptivo de intervenciones específicas interpersonales (tabla 1) se identificaron 12 grupos de intervenciones específicas que se subdividen en 34 intervenciones específicas interpersonales. En la tabla de análisis de contenido específico interpersonal (tabla 2) se identificaron 2 grandes grupos de contenidos específicos interpersonales que se subdividen en 14 contenidos específicos interpersonales. En la tabla de análisis estratégico -es decir, de objetivos o propósitos específicos interpersonales- (tabla 3), se identificaron 94 objetivos o propósitos interpersonales que se subdividen de la siguiente forma: 35 objetivos o propósitos asociados a intervenciones específicas, 12 objetivos o propósitos asociados a las sesiones iniciales del tratamiento, 3 objetivos o propósitos asociados a las sesiones intermedias, 29 objetivos o propósitos asociados a áreas-problema interpersonales abordados durante las sesiones intermedias, 5 objetivos o propósitos asociados a la fase de terminación o cierre del tratamiento, y 6 objetivos o propósitos generales de la TIP. En la tabla de análisis descriptivo de intervenciones no-específicas presentes en tratamientos interpersonales no manualizados (tabla 4) se identificaron 7 intervenciones no - específicas a nivel descriptivo.

Tabla 4: Análisis descriptivo de intervenciones no-específicas presentes en la terapia interpersonal no manualizada

En el presente trabajo se incluye por primera vez la instrumentación del nivel de análisis estratégico de las intervenciones. Esto permitió observar que entre los objetivos especificados por los exponentes de la terapia interpersonal es posible discriminar aquellos que se re- fieren a metas de carácter inmediato (principalmente entre los propósitos asociados intervenciones) y objetivos asociados a metas mediatas (por ejemplo, entre los propósitos asociados a una fase del tratamiento o áreaproblema). Las tablas de intervenciones interpersonales aquí presentadas están siendo utilizadas en investigaciones que se encuentran en curso. Por este motivo aún no se poseen resultados sobre el análisis de intervenciones en tratamientos no-manualizados interpersonales.

DISCUSIÓN

Una peculiaridad que presentó el marco teórico interpersonal es la imposibilidad de disociar en algunas intervenciones, sus contenidos de sus características descriptivas. Por ejemplo el grupo de intervenciones comprendidas dentro de la categoría «Expresión del afecto», por definición requiere un contenido emocional. Dicha asociación entre contenidos y aspectos descriptivos de las intervenciones cobra especial relevancia en el marco teórico interpersonal, debido a que algunos contenidos claves (el interpersonal y el emocional) no sólo se convierten estructuralmente en intervenciones específicas, sino que, además, son parte de los objetivos y estrategias del tratamiento. De esta forma, intervenciones específicas, contenidos específicos y estrategias específicas se presentan fuertemente asociados. Otro obstáculo que surgió al intentar clasificar a las intervenciones interpersonales, pero que podría considerarse propio de marcos teóricos que se encuentren en situaciones análogas al Interpersonal, consiste en que la mayoría de las técnicas o intervenciones empleadas en esta forma de psicoterapia son comunes a muchas formas de psicoterapia, especialmente con respecto a las terapias psicoanalíticas y a las cognitivo-conductuales (Blanco, Clougherty, Lipsitz, Mufson y Weissman, 2006; Klerman, Weissman, Rounsaville y Chevron, 1984/1999; y Markowitz y Weissman, 1995). De hecho, Markowitz y Weissman (1995, p. 376) afirman que la Terapia Interpersonal es la psicoterapia breve utilizada en estudios experimentales controlados que más se asemeja a aquello que los terapeutas psicodinámicos hacen en sus consultorios.
Por otro lado, los principales exponentes de la TIP sostienen per sé una posición integracionista: Por un lado, Markowitz y Weissman, (1995, p. 378) plantean que, "todos tendemos a realizar intervenciones interpersonales, cognitivas, comportamentales, psycodinámicas y de otros tipos según la "... mezcla que pensemos, idiosincrásicamente, como psicoterapia genérica" y que "aprender una técnica en particular ayuda a analizar un aspecto del trabajo psicoterapéutico". Por el otro lado, Klerman, Weissman, Rounsaville y Chevron (1984/1999), afirman que el elemento distintivo de la TIP son sus estrategias y que las técnicas que presentan en su manual de tratamiento solo cumplen la función de ilustrar al lector la variedad de acciones que se pueden llevar a cabo dentro de marco interpersonal.
Consecuentemente, aún existiendo manuales y protocolos de tratamiento interpersonal, resulta dificultoso identificar intervenciones que sean estrictamente interpersonales. A partir del análisis de dichos manuales de tratamiento, se han podido identificar intervenciones que por no estar explicitadas en dichos manuales de tratamiento se han clasificado como no-específicas; pero al momento de diferenciar entre intervenciones específicas-exclusivas de la terapia interpersonal y específicas- comunes a otros marcos teóricos, el carácter integracionista de esta forma de psicoterapia imposibilita la tarea. Como solución tentativa, se ha optado por denominar -en sentido amplio- como "específicas" a las intervenciones que están definidas explícitamente como interpersonales (desconociendo si son comunes a otros marcos teóricos) y, como no-específicas a las restantes, no descriptas por la teoría interpersonal (que, de hecho, también pueden ser comunes).

Notas

1Dado que la clasificación ha sido ideada para trabajar principalmente con material clínico audio-grabado, las tablas o esquemas que aquí se presentan (y las anteriores) no incluyen intervenciones de tipo no-verbal.

2 En la publicación de Roussos, Etchebarne y Waizmann (2006), este contenido figuraba como no-específico con respecto al marco psicoanalítico; sin embargo consideramos que esto es erróneo. Es decir este contenido es específico tanto para la terapia interpersonal como para la psicoananalítica y, consecuentemente, común a ambas.

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Fecha de recepción: 25 de marzo de 2008
Fecha de aceptación
: 18 de junio de 2008

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