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Anuario de investigaciones

On-line version ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.16  Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./Dec. 2009

 

PSICOLOGÍA CLÍNICA Y PSICOPATOLOGÍA

Proyecto identificatorio, historia y temporalidad en la clínica grupal de púberes y adolescentes con problemas de simbolización

Identifying project, history and temporality at the group treatment on puberty and adolescence with symbolization difficulties

Grunin, Julián Nicolás1

1 Grunin, Julián Nicolás: Lic. en Psicología, UBA. Becario Doctoral, CONICET. Miembro del proyecto UBACyT P050. E-mail: jgrunin@psi.uba.ar

Resumen
El presente artículo expondrá avances del proyecto de beca doctoral (CONICET): Transformaciones del proyecto identificatorio en púberes y adolescentes durante el tratamiento psicopedagógico, cuyo objetivo consiste en explorar los trabajos psíquicos intervinientes en la construcción del proyecto identificatorio en jóvenes con problemas de simbolización. La enunciación autónoma de un proyecto (Aulagnier, 1977) supone la acción historizante del yo. En la adolescencia, dicha actividad entra en escena en el marco de profundas transformaciones que interpelan los anclajes libidinales e identificatorios, convocando así a reelaboraciones identificantes inéditas que se despliegan en un espacio de intersección permeable entre permanencia y cambio. Se proponen dos ejes de análisis principales: a) trabajo de historización y b) trabajo temporal; los cuales serán abordados en el estudio de la producción narrativa y escrita. Postulamos que la dinámica específica del trabajo clínico grupal promueve complejizaciones en la producción simbólica restrictiva de los jóvenes consultantes favoreciendo el despliegue de los trabajos de historización.

Palabras clave: Proyecto identificatorio; Tratamiento psicopedagógico; Historización; Adolescencia

Abstract
The following paper will expose the achievements of the graduate research project (CONICET): Transformations of the identifying project at puberty and adolescence during Psychopedagogy treatment, which main purpose is the exploration of the psychic processes involved in the construction of the identifying project on youngsters with symbolization difficulties. The autonomous enunciation of a project (Aulagnier, 1977) implies the historicizing action of the self. At adolescence, that activity takes place in the context of deep transformations that invoke the libidinal and identifying supports, involving then unreleased identifying re-significations that are developed in a permeable space between permanence and change. Two key dimensions of analysis are suggested: historicization and temporality process; which will be approached through the study of narrative and written production. This paper states that the specific characteristics of Psychopedagogy treatment encourages the enrichment of the symbolic production of the young patients, which enhance the development of the historicization process.

Key words: Identifying Project; Psychopedagogy treatment; Historicization; Adolescence

1. Marco de inscripción
La presente investigación se inscribe en el programa de investigación de la Cátedra de Psicopedagogía Clínica, creando un recorte específico del Proyecto UBACyT (P050)1, cuyo objetivo general consiste en caracterizar las transformaciones en las modalidades singulares de producción simbólica en niños y jóvenes consultantes al Servicio de Asistencia dependiente de la Cátedra en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.
En tanto disciplina, la psicopedagogía clínica pretende abordar en forma teórico-clínica la complejidad inherente a su recorte de objeto; definido por el estudio de los aspectos subjetivos comprometidos en las restricciones de los procesos de simbolización. Dichas limitaciones condicionan, en la niñez y adolescencia actual, diversos quiebres para su inserción educativa y social satisfactoria; por lo cual resulta imperioso su diagnóstico y tratamiento específico, puntualizando -a su vez- una mirada necesariamente interdisciplinaria.
Para ello sostenemos el realce de un determinado recorte de objeto sustentado en conceptualizaciones epistemológicas actuales articuladas al paradigma de la complejidad (Morin, 2001). Apelar a la complejidad, en tanto herramienta de pensamiento, fundamenta la inclusión de una lectura de carácter heterogéneo acerca de nuestro recorte de objeto general, lo cual supone poder sostener en tensión permanente una multiplicidad e irreductibilidad de diversos factores (psíquicos, sociales, culturales) que -sin perder la especificidad que los delimita- intervienen conjuntamente delimitando el campo de problemáticas con el que trabajamos a diario.
En particular, la pregunta por el entramado complejo de condiciones que resultan necesarias para habilitar la construcción autónoma de un proyecto de futuro posible en la adolescencia actual, nos conducen a repensar la especificidad del trabajo clínico grupal como eje propulsor de transformaciones en la rigidez característica que afecta la producción simbólica de los jóvenes consultantes.
Comprendemos por producción simbólica a la actividad psíquica interpretativa que -resaltando su carácter representacional productivo e historizante- supone la puesta en juego de enlaces complejos y dinámicos entre modos de funcionamiento psíquico heterogéneos entre sí; los cuales -al servicio de la búsqueda sustitutiva de placer- se articulan propiciando producciones de sentido (escritas, discursivas, gráficas, lectoras, etc) que permiten conjugar la singularidad subjetiva con la legalidad secundaria de las significaciones sociales compartidas que hacen posible su organización y transmisibilidad.

2. Introducción
El acceso secundario al registro simbólico de la temporalidad involucra trabajos activos y específicos, por parte del sujeto, relacionados a las posibilidades de complejización psíquica progresiva de la actividad representativa; y más específicamente con el acceso fundante a una historicidad como factor esencial en el proceso identificatorio que da origen al yo. El advenimiento del yo (históricamente constituido a partir de las sucesivas situaciones de encuentro fundantes) habilita la posibilidad de construcción de un proyecto de autonomía que permita la complejización del enunciado a la instancia enunciante (Aulagnier, 1994).
Al respecto, el yo podrá posicionarse como agente enunciante de su propio devenir en tanto pueda efectuar por su cuenta una segunda acción anticipatoria (Aulagnier, 1994) que le permita la apropiación y catectización -con carácter plástico- respecto de los enunciados identificatorios fundantes ofertados por el discurso parental y socio-cultural, para así poder formular(se) un espacio-tiempo futuro "que ya no será un simple anhelo de retorno del pasado" (Aulagnier, 1994, p.30), sino la potencial inclusión (identificante) de nuevas formas de investimiento y enunciación del proyecto identificatorio como proceso de transformación de lo heredado e instituido. "Para que el aparato psíquico progrese tiene que haber siempre una diferencia entre lo inscripto y lo deseado que permita el despliegue de un proyecto y un trayecto identificatorio psíquicamente autónomo" (Schlemenson, 2004b, p. 347).
La enunciación de un proyecto identificatorio exige, entonces, como tarea del yo, la posibilidad de renunciar a la certeza originaria atribuida a los enunciados identificatorios primarios ofertados por la articulación de las funciones simbólicas primarias (materna, paterna y del campo social) en los inicios de la constitución psíquica (Aulagnier, 1977).
De este modo, el yo podrá establecer -al modo de un proyecto de autonomía- un nuevo tipo de relación con aquello instituido tal que incluya la puesta en juego de la subjetividad reflexiva (Castoriadis, 1993). La reflexión, para este autor, no implica ni una sumisión sobreadaptada con fines re-productivos, ni tampoco la desestimación de los atravesamientos histórico-libidinales constitutivos, sino la posibilidad de pensarse a sí mismo en forma autónoma como condición de posibilidad para lograr incluir diferencias, poner en cuestión la rigidez de lo instaurado. Ahora bien, ¿cuáles serán, entonces, las condiciones psíquicas específicas en las que se juega la enunciación del proyecto identificatorio en la adolescencia?.

3. Marco teórico: proyecto identificatorio y procesos de simbolización en la adolescencia
Partimos del siguiente supuesto: los trabajos psíquicos involucrados en el armado singular del proyecto identificatorio figuran (e inauguran) procesos de transformación -en el plano identificatorio y libidinal- que resultan indisociables con respecto al proceso adolescente.
En particular, dicho proceso supone transformaciones originales en los modos de representar(se) a sí mismo y a los otros, lo cual interpela la permanencia de las representaciones temporales e identificatorias instituidas hasta entonces.
El proyecto identificatorio en la adolescencia implica la construcción representacional (desde el presente) de un saber propio que, no sólo elabora los enunciados que constituyeron las piezas inaugurales del tejido identificatorio, sino que también incluye posibilidades inéditas de resignificación de lo vivido (y fantaseado), habilitando la proyección de futuro como búsqueda autónoma de nuevas significaciones.
En tanto "autoconstrucción continua del Yo por el Yo" (Aulagnier, 1977, p.167), el proyecto identificatorio acentúa el carácter constructivo de la verdad histórica (Green, 2001), por sobre una lectura lineal de la historia considerada como un texto pre-determinado a descifrar como un contenido originario-mítico ya dado en un a-priori a ser develado en identidad.
Con la introducción de las series complementarias (Freud, 1917), la bidireccionalidad presente entre las disposiciones heredadas y la serie de lo actual, inaugura nuevas formas complejas de concebir la idea de causalidad psíquica en psicoanálisis. El enlace dinámico entre pasado y presente interpela de esta manera los límites entre anterioridad y posterioridad, haciéndolos decididamente difusos y complejos, problematizando sus vínculos en tanto dinámicos y heterogéneos.
La investigadora Gina Saraceni (2008) incluye el papel activo del heredero en el proceso identitario mismo, consistente en constituirse en una genealogía y una herencia; lo cual -señala- "no es un proceso mecánico que ocurre sin la participación del individuo sino, por el contrario, exige una construcción, un trabajo crítico de elaboración, adecuación y actualización de la herencia recibida" (p.18).
Según Piera Aulagnier (1991), el trabajo de historización del yo (posicionado en tanto biógrafo y potencial enunciante de su propia historia) resalta el carácter indisociable del movimiento temporal respecto del movimiento libidinal. En esta línea, el movimiento libidinal de investiduras constituye el empuje que otorga un sentido subjetivo a los modos singulares de representar(se) y proyectar(se) temporalmente. "Vale decir, pasado, presente y futuro son como las cuentas de un collar engarzado por el deseo" (Freud, 1908, p.130).
Es decir que, el investimiento y la escritura psíquica de una historia -siempre abierta a nuevas e inéditas recapitulaciones-, resultan condición necesaria para la proyección de una trayectoria autónoma posible que -a su vezcomporta expectativas narcisistas de ganancia de placer que le otorgan un sentido singular a su catectización.
De este modo, el proyecto identificatorio puede ser pensado en la adolescencia como una oportunidad inédita para el despliegue de procesos de reescritura identificante que, sin llegar a excluir los referentes simbólicos de permanencia que aseguran la continuidad temporal del yo, supone una actividad constructiva, de invención de nuevas representaciones que favorecen transformaciones en las formas de interpretar los sentidos histórico-libidinales inscriptos.
Según Rother de Hornstein (2006), los procesos de historización en la adolescencia implican un trabajo transformador de elaboración, interpretación y reconstrucción permanente que promueven el acceso a un proyecto temporal capaz de conjugar dinámicamente pasado, presente y futuro.
Freud (1909), a propósito de la construcción de la novela familiar, ubicada especialmente en la metamorfosis de la pubertad, acentúa el lugar de ciertas formas singulares de producción fantasmática de nuevos sentidos historizantes acerca de las representaciones instituídas en relación a los objetos primarios; lo cual -podríamos pensar- presupone el investimiento de la duda (Aulagnier, 1994) como oportunidad que habilita la búsqueda de nuevas significaciones. Por otro lado, así como el creador literario se crea para sí un mundo propio atravesado por el deseo (Freud, 1908), podríamos reflexionar acerca de la función (simbólica y temporal) que Piera Aulagnier (1984) le otorga al yo en tanto biógrafo de su propia historia, permitiendo así subrayar su potencial constructivo e identificante en la búsqueda incesante de sentidos que proporcionen nuevas y más elaboradas vías sustitutivas de placer.
En esta línea, el proyecto identificatorio involucra la construcción de un espacio de intersección permeable (y conflictivo) entre los principios de permanencia y cambio (Aulagnier, 1986), desdibujándose así la posibilidad de pensar los vínculos entre antecedentes y precedentes en términos de secuencias simplemente evolutivas o lineales, para dar lugar, entonces, a una lectura compleja y heterogénea de los procesos de temporalización que refieren a la historia libidinal e identificatoria de un sujeto.
Sostener la tensión entre las relaciones complejas inherentes a los principios de permanencia y cambio es aquello que define a una lectura compleja. Para Morin (2001) uno de los principios para pensar la complejidad (el principio dialógico) incluye, justamente, la posibilidad de asociar mutuamente elementos que, si bien a-priori parecen excluirse entre sí de modo antagónico u opositivo, constituyen la heterogeneidad y el carácter multidimensional de toda realidad.
En particular, las transformaciones que la adolescencia pon e en escena a nivel del eje identificatorio, nos invitan a reflexionar sobre esta problemática. La interpelación de lo heredado (respecto al entramado intersubjetivo familiar y socio-cultural) supone la apertura a la resignificación historizante de un tiempo pretérito, como así también el despliegue de la producción imaginativa de nuevas representaciones.
Asimismo, vale señalar que dichas transformaciones deberán estar siempre sostenidas (como condición de posibilidad) por puntos de permanencia estables (pero -a la vez- lo suficientemente plásticos) como para hacer posible el tránsito por dicho proceso de cambio sin que éste implique una caída desestructurante de todo anclaje identificatorio y referencias de continuidad temporal. Así, lo propio del trayecto identificatorio, según Piera Aulagnier (1984), "es no quedar nunca cerrado, pero tiene que poder anclar en un punto de partida fijo para que el viajero se oriente por él" (p.201).
En los jóvenes con problemas de aprendizaje las restricciones en la producción simbólica -y en el intercambio con los objetos sociales de conocimiento- empobrecen en forma cualitativa el investimiento autónomo de nuevos emblemas identificatorios e ideales ligados al campo social extrafamiliar. De este modo, la construcción de un proyecto de futuro se realiza en forma precaria, restringiendo así la inserción educativa y social de los mismos.
Los movimientos de apertura imaginativos y reflexivos que supone la enunciación de un proyecto identificatorio confrontan la permanencia de los modelos identificatorios primarios. En esta línea, nos preguntamos cómo se juega en los jóvenes con problemas de aprendizaje la posibilidad de despliegue de la duda, en tanto movimiento autónomo de pensamiento e interrogación de las certezas instituidas, y qué calidad de transformaciones puede favorecer el trabajo clínico del tratamiento psicopedagógico grupal.
Para ello, a continuación, se propone un modelo de abordaje posible para explorar los principales ejes desarrollados hasta aquí.

4. Aspectos metodológicos e investigativos
La población a la que está dirigida el programa de asistencia e investigación de la Cátedra de Psicopedagogía Clínica UBA se compone de niños y jóvenes con dificultades en el aprendizaje que cursan en escuelas públicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El objetivo es ofrecer desde la Universidad pública un servicio asistencial a la comunidad para la prevención secundaria de la marginación del sistema educativo de niños y jóvenes con restricciones en sus aprendizajes e intercambios sociales.
En referencia al recorte específico del trabajo de beca, se ha propuesto un estudio exploratorio, cualitativo y longitudinal de las transformaciones del proyecto identificatorio producidas durante el lapso de 2 años de tratamiento, en correlación con el análisis del proceso diagnóstico inicial y el proceso de retest administrado con la finalización de dicho período.
El proceso diagnóstico en psicopedagogía clínica intenta dar cuenta de las particularidades psíquicas que restringen los procesos de simbolización en la niñez y adolescencia."En los casos en que las capturas libidinales dificultan el acceso al proceso secundario, es necesario realizar un diagnóstico psicopedagógico clínico que permita encontrar la significación de dichas capturas y planificar una intervención que modifique el destino de las restricciones simbólicas que retardan la inscripción social del individuo" (Schlemenson, 2001, p. 22).
Durante el tratamiento, se realizará un corte por año, analizando las transformaciones producidas al interior de cada una de las etapas del mismo (conformadas cada una por 15 sesiones grupales aproximadamente), para realizar luego una correlación clínica entre las mismas.

4.1 Objetivo general de estudio
El plan de trabajo propuesto posee como objetivo general explorar las transformaciones en los trabajos psíquicos implicados en la construcción del proyecto identificatorio en púberes y adolescentes con problemas de simbolización que se encuentran en tratamiento psicopedagógico grupal en Servicio de Asistencia Psicopedagógica dependiente de la Cátedra de Psicopedagogía de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Nos proponemos caracterizar los factores que, en el marco del encuadre clínico grupal, propician la complejización de los procesos de simbolización que dinamizan el investimiento y la proyección a futuro de nuevas representaciones identificatorias.
Por lo tanto, como objetivo específico, partimos del interés por crear mediaciones teórico-clínicas que nos permitan integrar investigativamente las relaciones concretas entre los ejes de análisis propuestos (trabajo temporal y de historización), las dimensiones de estudio privilegiadas (producción narrativa discursiva y escrita) y el recorte de objeto de la presente investigación, consistente en analizar la especificidad del proyecto identificatorio partiendo de la siguiente muestra.

4.2 Recolección de datos
Se analizará el material clínico del proceso diagnóstico y las sesiones desgrabadas del tratamiento grupal.
La totalidad de las sesiones grupales semanales (más de cincuenta, hasta el momento) han sido video-filmadas y desgrabadas con el objetivo de construir categorías de análisis e indicadores de transformación para cada dimensión de estudio.
Asimismo se analizarán las producciones escritas de cada joven desplegadas en sesión en su propio cuaderno de trabajo.
Por otro lado, se han registrado y desgrabado las sesiones correspondientes al grupo de reflexión quincenal conformado por los padres de los jóvenes consultantes; el cual funciona en paralelo al grupo de púberes y adolescentes.

4.3 Muestra y encuadre clínico
Con el previo consentimiento ético informado y firmado por los padres, la muestra está compuesta por los grupos de tratamiento de jóvenes (de entre 11 y 13 años) consultantes al servicio asistencial de la Facultad antes citado.
Previo al ingreso al grupo, las restricciones particulares de cada joven han sido diagnosticadas clínicamente. Los procesos diagnósticos que realizamos tienen por objeto primordial dar cuenta de las particularidades psíquicas que restringen el despliegue de los procesos de simbolización, y orientar clínicamente su tratamiento psicopedagógico (Schlemenson, 2001).
Dichos procesos diagnósticos incluyeron: entrevistas a los padres (orientadas a conocer las características distintivas del motivo de consulta y la historia vital singular) y entrevistas con los jóvenes (en las cuales se ha trabajado a partir actividades gráficas, discursivas, escritas, lectoras, entre otras).
La elaboración de una síntesis diagnóstica que ponga de realce los aspectos histórico-libidinales que distinguen la modalidad singular de producción simbólica de cada sujeto, resulta un aspecto fundamental que orientará la lectura clínica de las producciones de los jóvenes durante el tratamiento psicopedagógico, a la vez que las estrategias clínicas particulares.
Los jóvenes asisten semanalmente al grupo de tratamiento, siendo éste coordinado por dos terapeutas de la cátedra. El encuadre establecido privilegia el abordaje clínico de las problemáticas psíquicas singulares que inciden en las restricciones simbólicas de los sujetos consultantes.
El dispositivo clínico resalta tres momentos (Rego, 2006) al interior de cada sesión grupal: un primer momento se focaliza en estrategias clínicas que intentan promover los primeros intercambios dialógicos y aperturas asociativas historizantes que orientarán (como segundo momento) la construcción -por parte de los terapeutas- de una consigna de trabajo (escrita, gráfica, oral) que pondrá de realce las conflictivas desplegadas inicialmente; las cuales -por su resonancia afectiva particular- involucran aspectos posicionales que distinguen las problemáticas singulares de cada sujeto. Una vez que los jóvenes finalizan sus producciones (desplegadas en sus propios cuadernos de trabajo) se trata de propiciar intercambios intersubjetivos a partir de los cuales se busca promover la apertura a procesos de reflexión (Castoriadis, 1993) que favorezcan la reelaboración de las formas rígidas de interpretar los atravesamientos histórico-libidinales que condicionan sus modalidades representativas preponderantes.
Asimismo, y con respecto al encuadre clínico, quincenalmente se trabaja -en paralelo al grupo de tratamiento- con el grupo de padres correspondientes a los jóvenes que se encuentran en tratamiento. A los fines investigativos, y para dar cuenta de los atravesamientos histórico-subjetivos del proyecto identificatorio en los jóvenes, se privilegió el análisis de las transformaciones en dos ejes principales: el tipo de posicionamiento parental y la calidad de oferta de enunciados identificatorios (Schlemenson, 2001).
Se pondrán de realce los trabajos singulares de reelaboración identificatoria que los jóvenes puedan desplegar -durante el tratamiento- con respecto a la calidad de transmisiones psíquicas que componen los referentes identificatorios primarios.
Las condiciones psíquicas de base que habilitan la construcción del proyecto identificatorio en la pubertad y adolescencia se encuentran atravesadas por una heterogeneidad de inscripciones indentificantes que se producen en un entramado entre las ofertas simbólicas del discurso parental y del registro socio-cultural (Aulagnier, 1977). En esta línea, "es por la historia de la relación con sus objetos como el yo se construye la suya propia" (Aulagnier, 1984, p.190).
Los avances investigativos, con respecto a la modalidad parental de oferta de enunciados y proyecciones de futuro en referencia a sus hijos, señalan modos predominantemente restrictivos e indiscriminados de transmisión historizante que condicionarían posibles quiebres en la dinámica de los procesos de historización.
Las posibilidades de acceso autónomo al campo social que se juegan durante el proceso adolescente, convocan movilizaciones afectivas e históricas que singularizan las representaciones parentales que se juegan en los modos de transmisión y ofertas de sentido historizantes.
Según Schlemenson (2001), "cuando el discurso parental es simbólicamente escaso, las perspectivas de enunciación de un proyecto identificatorio enriquecedor para el psiquismo se reducen" (p. 27).
La producción dinámica del proyecto identificatorio tendrá, entonces, como tarea fundamental la reelaboración del conjunto de marcas identificantes (inconcientes) que se nutren de los encuentros fundantes con los otros primordiales; los cuales -en un comienzo- resultan fundantes de las condiciones psíquicas necesarias para el despliegue de la simbolización.

4.4 Dimensiones de estudio
Se han apartado dos dimensiones de estudio principales para abordar la exploración de los ejes de análisis propuestos.
Las mismas se encuentran ligadas a la producción simbólica de los púberes y adolescentes desplegadas durante el tratamiento psicopedagógico grupal:
• Producción narrativa
• Producción escrita

Resultan dos tipos de producción simbólica privilegiadas en el trabajo terapéutico con los jóvenes consultantes. Las configuraciones narrativas, tanto a nivel del discurso oral como a través de los escritos figurados en los cuadernos de trabajo, constituyen actividades subjetivantes que no resultan una simple expresión de sentidos histórico-libidinales, sino que involucran oportunidades inéditas de producción, reelaboración y transformación de los mismos.

4.4.1 La producción narrativa
El trabajo clínico promueve configuraciones narrativas de lo histórico-acontencial que abren oportunidades investigativas acerca de los modos singulares de representar(se) en el plano identificatorio.
La construcción de una trama implica una actividad representativa de índole identificante, en tanto habilita procesos de subjetivación que se componen de las sucesivas (re)configuraciones de la experiencia temporal. En esta línea, la noción de identidad como construcción narrativa (Ricoeur, 1987) nos permite considerar el carácter de invención imaginativa que comprende la narración en el trabajo clínico.
Como supuesto conceptual podemos pensar entonces al proyecto identificatorio en tanto estructuración y enunciación narrativa que admite -en ese mismo procesotransformaciones viables de la historia identificatoria. "No habrá entonces algo así como "una vida" -a la manera de una calle de dirección única- que preexista al trabajo de la narración, sino que ésta, como forma del relato, y por ende, como puesta en sentido, será un resultado..." (Arfuch, 2002, p.65).
Para el análisis exploratorio de la producción narrativa historizante -desplegada por los jóvenes en los intercambios dialógicos iniciales (y/o conclusivos) de cada sesión- se recortarán aquellos entramados significativos de temáticas que, por su resonancia afectiva y/o ligazón representacional particular, activan conflictivas histórico-libidinales e identificatorias de índole singular. Asimismo, se partirá del análisis de aquellos fragmentos del discurso construídos como respuesta singular a las intervenciones clínicas del terapeuta que convocan al despliegue de relatos, tramas, puestas de sentido y/o narrativas de simbolización historizante.
Silvia Schlemenson (1999) plantea que "en la narración, el sujeto extrae los antecedentes desde su pasado, se ordena en una estructura narrativa que da cuenta de la representación que tiene de su presente y anticipa un futuro imaginado" (p.23). En los jóvenes con problemas de simbolización, dicha actividad interpretativa e historizante que supone la configuración narrativa, presenta restricciones para poder de-construir la trama rígida de interpretaciones y sentidos que conforman la permanencia de los referentes identificatorios instituidos.
En esta línea, y según avances investigativos, la producción narrativa de los jóvenes consultantes pone de realce ciertas limitaciones para poder desplegar en forma autónoma relatos historizantes que favorezcan aperturas de resignificación y movimientos de diversificación identificatorios.
Si la narración implica la posibilidad de poner en relato la historia (Klein, 2007), esto supone la configuración de entramados representativos dinámicos entre los ejes temporales. Dicho enlace entre la representación fantasmática de lo acontecido, lo que acontece y lo que acontecerá se haya restringido en las problemáticas de simbolización; predominando configuraciones lineales de descripción de acontecimientos aislados, con escasas oportunidades para incluir secundariamente a través del lenguaje, sentidos singulares que articulen una trama narrativa subjetivante que pueda dar lugar a formas autónomas de conjugar un proyecto identificatorio.

4.4.2 La producción escrita
Se abordará la producción escrita de los jóvenes elaborada en su cuaderno como respuesta singular a las consignas de trabajo construidas por los terapeutas en cada sesión grupal. Así, en el tratamiento psicopedagógico, la producción escrita convoca a un procesamiento elaborativo simbolico sobre la apertura asociativa que el discurso pone en escena en los intercambios dialógicos inaugurales de cada sesión grupal.
De este modo. la producción escrita pone en juego la posibilidad de, al modo de una formación representativa intermediaria, articular en forma heterogénea la singularidad subjetiva con modos de elaboración secundaria que hacen posible su puesta en figuración, transmisibilidad y puesta en intercambio con los otros.
La escritura, como marca identificante para sí (jugada siempre en relación a un otro destinatario), pone de realce trabajos psíquicos de subjetivación que enriquecen y complejizan la producción simbólica (Schlemenson, 1999).
La convocatoria a escribir, como estrategia clínica en el tratamiento psicopedagógico, resulta una intervención esencial al promover trabajos de re-historización allí donde la construcción del proyecto identificatorio presenta restricciones para incluir conjugaciones temporales que den cuenta de cierta plasticidad para representar(se) y pensarse un futuro posible en forma autónoma.
Según Gerardo Prol (2004), el carácter de iterabilidad del signo escrito implica un quiebre con respecto al tejido referencial semiótico de su producción, a la vez que una oportunidad para la invención de nuevas marcas. De esta manera, un escrito puede ser (re)producido con autonomía espacio-temporal de su contexto real originario, promoviendo oportunidades de transformación, resignificación y despliegue de nuevas producciones desentido por parte del sujeto.
La "herencia opera como un pre-texto inaugural, tejido anterior y fundante con respecto al texto propio del niño" (Cantú; Di Scala, 2001, p. 94). La posibilidad, entonces, de posicionarse subjetivamente como escritor (Cantú; Di Scala, 2001); es decir como productor de un texto autónomo creado por palabras propias, involucra trabajos de resignificación y apertura sobre las significaciones primarias heredadas; lo cual -en la adolescencia- habilitaría inscripciones inéditas de autoría que propiciarían re-posicionamientos identificatorios. En esta línea, Piera Aulagnier (1984) atribuye al yo la "tarea del escritor" (pág. 33), como instancia capaz de reflexionar acerca de las ligazones construidas entre lo acontecido y sus reelaboraciones psíquicas, reservando a éste (el yo) la inclusión de la duda.
La narrativa organizada en la escritura involucra así procesos de historización subjetivantes que introducen trabajos imaginativos tendientes a reelaborar las formas rigidas de interpretar la historia escrita hasta entonces.

4.5 Ejes de análisis
Los ejes de análisis construidos en esta primera etapa de la beca responden a la necesidad de establecer mediaciones entre la teoría y la clínica que permitan realizar derivaciones sobre la especificidad misma del recorte de objeto anteriormente señalado.

4.5.1 Trabajo temporal
Se ha recortado, como interés investigativo, el análisis del uso de los modos y tiempos verbales incluidos en las producciones narrativas y escritas de los jóvenes consultantes, con el objetivo de analizar las implicancias psíquicas de los trabajos de temporalización en los modos singulares de enunciación del proyecto identificatorio.
Según Silvia Schlemenson (2004), "la narrativa tiene la potencialidad de reconstruir la realidad y transformar los proyectos y deseos en formas verbales condicionales y subjuntivas, escasamente usadas por niños con dificultades de aprendizaje" (p.45).
La enunciación de un proyecto autónomo en la adolescencia involucra la puesta en juego -en el narrador- de modos dinámicos de conjugación temporal que expresan el potencial simbólico del sujeto. La proyección de un espacio-tiempo futuro supone un uso plástico y heterogéneo de modos verbales condicionales y subjuntivos que implican aperturas imaginativas que incluirían en su interior diversas expectativas de transformación y búsqueda de lo novedoso (Schlemenson, 2004).
La configuración narrativa de una historia supone formas de producir sentido acerca de la experiencia subjetiva. La convocatoria a una apertura historizante en el tratamiento supone un despliegue fantasmático de enlaces asociativos entre representaciones temporales que involucran la proyección de aspectos de la singularidad subjetiva. Sobre la función constructora del yo, Piera Aulagnier (1984) agrega que "es una necesidad de su funcionamiento situarse y anclar en una historia que sustituye un tiempo vivido-perdido por la versión que el sujeto se procura merced a su reconstrucción de las causas que lo hicieron ser, que dan razón de su presente y hacen pensable e investible un eventual futuro" (p.15).
Representar(se) un futuro conlleva la inclusión de la diferencia y la inscripción -necesaria y estructurante- de un brecha temporal (e identificatoria) entre aquello representado (atravesado por el ideal) y la representación misma. En esta línea, el uso de modos condicionales, subjuntivos, involucra procesos que dan cuenta de la posibilidad de inclusión de la duda, la interrogación y la incertidumbre como conquistas simbólicas que enriquecen y activan la invención proyectiva de nuevos sentidos por sobre la permanencia de lo ya conocido.
En cambio (según los adelantos del recorte investigativo), en los jóvenes con problemas de simbolización, la convocatoria a incluir narrativas historizantes comporta producciones restrictivas en las que significativamente predomina un uso rígido de los tiempos y modos verbales. Podríamos pensar, entonces, que dicha modalidad supone restricciones en la simbolización que afectan la posibilidad de concretar activamente un proyecto.
Los niños con problemas de simbolización presentan dificultades en la organización temporal que expresan restricciones para construir narrativas historizadas (Alvarez, 2001). La pregnancia en el uso del tiempo presente, con escasas posibilidades de conjugar un tiempo historizado, sumado a la predominancia en el uso de modos verbales de tipo indicativo, dan cuenta de producciones descriptivas, concretas y estáticas que obstruyen la apertura imaginativa y el investimiento de un proyecto de futuro.
La introducción del tiempo futuro en la adolescencia convoca al despliegue de movimientos deseantes que incluyen la inscripción de un intervalo (Aulagnier, 1977) entre el yo y su ideal; interpelando así la continuidad y permanencia ilusoria (e inestable) del registro temporal e identificatorio. En este sentido, la precariedad en el uso de modos y tiempos verbales involucra problemáticas de simbolización actuales, que se caracterizan por la operación de trabajos activos tendientes a sostener la estabilidad psíquica, aunque al precio de empobrecer la dinámica imaginativa como uno de los trabajos claves para la enunciación de un proyecto identificatorio.

4.5.2 Trabajo de historización
Los trabajos de historización en la adolescencia expresan dos ejes posibles: la modalidad historizante de reelaboración identificatoria y las formas singulares de configuración del proyecto.
La actividad historizante propiamente dicha supone la construcción de relatos/escritos que lejos están de incluir al pasado como un a-priori ya estructurado que determina indefectible y linealmente el presente y devenir del sujeto, sino que involucra la invención imaginativa de nuevas versiones de la historia que no guardan una relación unívoca o lineal con las marcas anteriores. Por otro lado, historizar tampoco supone un abordaje de lo actual que se sostenga en la desestimación de los atravesamientos compuestos por la calidad de inscripciones histórico-libidinales, estructurantes del entramado identificatorio inaugural del sujeto.
En la adolescencia, pues, el trabajo de historización del yo se despliega a partir de un espacio de intersección que conjuga (no sin la inscripción de una brecha) un tiempo pasado y presente, a la vez que movimientos indisociables de permanencia y cambio que habilitan la enunciación autónoma y el despliegue del proyecto identificatorio (Aulagnier, 1991).
El trabajo de historización, como proceso de re-escritura identificante, supone así, como condición de posibilidad, un entramado singular entre la construcción de un tiempo pretérito -en tanto fondo de memoria (Aulagnier, 1991) que opera como anclaje necesario de continuidad- y la proyección de nuevas trayectorias.
"Construir(se) un pasado" (Aulagnier, 1991) actúa como condición de posibilidad para proyectar(se) en un espacio-tiempo futuro que no implique la simple reedición (en identidad) de un pre-texto determinado, sino que potencialmente incluya al trabajo imaginativo y reflexivo (Castoriadis, 1993) como forma de resignificar las significaciones heredadas e instituidas.
¿Qué formas presenta la recapitulación -como modo de escribir subjetivamente la historia- en la adolescencia? ¿Cuáles son las condiciones intersubjetivas e intrapsíquicas que hacen a la especificidad de su despliegue? ¿Qué condiciones habilita el encuadre clínico para promover la inclusión de la autoría historizante en jóvenes que presentan restricciones para poder re-presentarse y anticiparse en forma autónoma? ¿Cuáles son las modalidades posibles de inclusión del tiempo futuro y qué calidad de trabajos de reelaboración identificatoria suponen?, y por último, ¿cómo abordar la lectura de dichos procesos subjetivos a partir del análisis de la narrativa y la escritura durante el tratamiento psicopedagógico grupal?
El trabajo clínico psicopedagógico con púberes y adolescentes intenta promover nuevos lazos de reelaboración entre lo inscripto históricamente y el investimiento de lo novedoso (Schlemenson, 2004a), a través de estrategias clínicas tendientes a propiciar enriquecimientos en la producción simbólica restrictiva de los jóvenes consultantes. En esta línea, la dinámica específica del trabajo clínico grupal intenta promover complejizaciones que favorezcan el despliegue de los trabajos de simbolización historizantes que se hallan implicados en la configuración narrativa-temporal (y libidinal) del proyecto identificatorio.

Notas

1 Proyecto UBACyT 2008-10: Procesos de simbolización y transformaciones psíquicas durante el tratamiento psicopedagógico. Directora: Dra. Silvia Schlemenson.

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Fecha de recepción: 12 de diciembre de 2008
Fecha de aceptación: 26 de mayo de 2009

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