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Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. v.16  Ciudad Autónoma de Buenos Aires ene./dic. 2009

 

PSICOLOGÍA EDUCACIONAL Y ORIENTACIÓN VOCACIONAL

La Orientación Vocacional en las escuelas argentinas. Necesidad de políticas públicas y de nuevas prácticas de orientación

The Vocational Guidance in argentinian schools. The need of a public policy and new guidance practices

Aisenson, Diana1; Cortada de Kohan, Nuria2; Siniuk, Diego3; Rivarola, Rocío4; Schwarcz, Johanna5; Virgili, Natalia6

1 Aisenson, Diana; Doctora en Psicología. Profesora Titular Consulta de Orientación Vocacional y Ocupacional, Facultad de Psicologia, UBA. Directora del Proyecto UBACyT P054. Directora de la Dirección de Orientación al Estudiante de la Secretaría de Asuntos Académicos. Directora de la Maestría Educacional, Facultad de Psicologia, UBA. E-mail: aisenson@psi.uba.ar
2 Cortada de Kohan, Nuria; Profesora Honoraria de la Universidad de Buenos Aires. Investigadora en Proyecto UBACyT P054.
3 Siniuk, Diego; Lic. en Psicologia. Investigador en Proyecto UBACyT P054.
4 Rivarola, Rocío; idem 3
5 Schwarcz, Johanna; idem 3
6 Virgili, Natalia: idem 3

Resumen
En esta publicación se presentan por primera vez los resultados finales de una evaluación realizada a servicios de orientación de escuelas de nivel medio, a partir de los datos obtenidos de la investigación: "La Orientación Vocacional en la Argentina" (1999-2003), estudio en el que participaron equipos de nueve universidades nacionales. Los resultados finales obtenidos, que fueron procesados durante 2008, muestran que los servicios de orientación en las escuelas son precarios y adolecen de varios problemas. Estos incluyen la carencia de políticas macro institucionales en el campo; de profesionales con especialización adecuada; de recursos materiales y técnicos, e inadecuada vinculación con organismos laborales. Esta información es un insumo de interés para la investigación "Educación para la Orientación: Proyectos y construcción identitaria de jóvenes escolarizados" (P054, Programación UBACyT 2008-2010) cuyo objetivo es evaluar los dispositivos de orientación que se utilizan en dos servicios de la Universidad de Buenos Aires1.

Palabras clave: Servicios de orientación; Orientadores; Escuelas de nivel medio; Alumnos

Abstract
In this paper, the final results of the evaluation of guidance services in high schools are presented for the first time, the data given obtained in research on vocational guidance in Argentina (1999-2003), involving the participation of teams from nine national universities. Results obtained, which were processed during 2008, show that guidance services in schools are precarious and have many problems. These include the lacks of macro institutional policies in the field; counselors with adequate expertise; material and technical resources, and inadequate networking among relevant organizations. These data are the basic component of the research project entitled "Education for Guidance and the Projects and Personal Identity Constructions of young people" (P054, UBACyT 2008-2010), whose objective is to evaluate the guidance strategies and methods that are used in two services of the University of Buenos Aires.

Key words: Guidance services; Counselors; High School; Students

1.- Introducción
La urgente necesidad de políticas públicas en materia de orientación de los jóvenes para el estudio y el trabajo, es reconocida por parte de distintos sectores de nuestro país. Dichas políticas son en la actualidad escasas y casi inexistentes.
Nuevos requerimientos se plantean a la orientación vocacional y ocupacional, ante el creciente aumento del nivel de pobreza, precariedad del empleo, desempleo e inequidad social. En el contexto de nuestro país, así como en un contexto mundial más amplio, numerosos jóvenes se ven obligados a dejar la escuela en búsqueda de empleo precario para ayudar a la supervivencia familiar. Asimismo, otros jóvenes logran finalizar la escuela, pero enfrentan numerosos obstáculos para la inserción y continuidad en los estudios superiores y en el mundo del trabajo.
La Universidad de Buenos Aires ha aceptado el desafío que plantea el contexto actual, organizando programas de educación para la orientación de los jóvenes de las escuelas medias públicas de la ciudad de Buenos Aires.¿Cuáles son las prácticas de orientación que responden con mayor efectividad a las necesidades que se les plantean a los jóvenes en la actualidad? La investigación P054: "Educación para la Orientación: Proyectos y construcción identitaria de jóvenes escolarizados", de la programación UBACYT 2008-2010, intenta responder a estos interrogantes. Esta investigación continúa la línea de estudio que el Equipo de Psicología de la Orientación viene desarrollando en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, sobre la transición de los estudiantes que finalizan la escuela media a los estudios superiores y el trabajo, analizando sus representaciones sobre el estudio y la ocupación y la relación con los proyectos y la construcción identitaria. La finalidad de este estudio, en particular, es evaluar los programas y dispositivos de orientación ofrecidos por dos servicios de la Universidad de Buenos Aires, siendo sus objetivos identificar la satisfacción de los alumnos con la orientación recibida, en relación con sus necesidades previas, y los posibles cambios, si los hubiera, en sus actitudes, compromiso y exploración.
En el marco de esta investigación, nos pareció pertinente partir de los resultados de un estudio anterior: "La orientación vocacional en la Argentina", (1999-2003), que se había propuesto conocer los servicios de orientación ofrecidos a los jóvenes y relevar el estado de la orientación en el nivel medio del sistema educativo de nuestro país. Este estudio se originó en una inquietud de la Asociación Argentina de Orientadores Vocacionales de Universidades Nacionales (AOUNAR), a través de la cual fueron invitados a participar especialistas del área de la orientación vocacional que desarrollaban actividades de docencia, investigación y servicios en las universidades públicas de nuestro país. Participaron nueve equipos de la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, la Universidad Nacional de San Luis, la Universidad Nacional de Luján, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Entre Ríos, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y la Universidad Nacional de Mar del Plata. La investigación estuvo dirigida por la Dra. Diana Aisenson y co-dirigida por la Prof. Nuria Cortada de Kohan, contando cada Universidad con un director o un codirector local (ver Anexo, Nota N°1). Algunos estudios estuvieron enmarcados en las programaciones de las Secretarías de Ciencia y Técnica de las universidades, como en el caso de UNRC, UNPSJB, UNSL, UNL; UNCPBA y UNER2. Los equipos de cada Universidad elaboraron los datos parciales correspondientes al estudio realizado en su zona de influencia. (Aisenson et al., 1999 ; Aisenson, 2003; Silvestrini et al., 2004; Ulla de Costa et al., 2005).
En el año 2008 decidimos analizar en la Universidad de Buenos Aires los resultados totales, a partir de una base que incluyó la información aportada por los equipos de las universidades participantes.
A continuación se presenta por primera vez una síntesis de los resultados totales finales de esta investigación. Este estudio crea una base de datos sobre la prestación de servicios de orientación en las escuelas argentinas, información primordial para elaborar políticas públicas adecuadas en este dominio y mejorar la calidad y accesibilidad de los servicios. Los resultados aportan datos de interés respecto a si se realiza o no orientación en cada escuela; las tareas y funciones de los orientadores, así como sus recursos, formación y actualización; las características de la población que atienden y modalidades de atención; los problemas principales de orientación de los alumnos y la evaluación de los servicios ofrecidos. Estos datos podrían posibilitar estudios comparativos que se realicen en el futuro así como con otros países.
Los Objetivos generales de la investigación "La Orientación en la Argentina" eran conocer:
a) los servicios de orientación para los estudiantes que se brindan en las escuelas argentinas de las zonas estudiadas,
b) los recursos económicos y materiales con que cuentan los orientadores que trabajan en las escuelas,
c) la función, formación y características de las tareas que realizan las personas que se dedican a la orientación en las escuelas; las áreas sobre las que se pone el acento en la orientación de los jóvenes y aquellas en las que existen dificultades,
d) cómo las personas que realizan la orientación en las escuelas evalúan las políticas macro y micro institucionales de orientación en nuestro país

2.- Marco teórico
La psicología vocacional se caracteriza por un cuerpo importante de teorías e investigaciones (Savickas, 1995), no suficientemente conocidas en nuestro país. Estas teorías surgieron en contextos socioeconómicos y también históricos diversos, respondiendo a problemáticas y necesidades sociales (Parsons, 1909; Super, 1969; Guichard y Huteau, 2006).
Desde sus comienzos a principios del siglo XX, el campo de la psicología vocacional ha sido estructurado por el mundo del trabajo. En el contexto contemporáneo las personas enfrentan necesidades surgidas ante cambios masivos que no solo afectan el trabajo, sino a diversas esferas de la vida (Dubar, 2000). El cambio tecnológico y la globalización impactan sobre el sí mismo y la identidad (Giddens, 1995; Gergen, 2001; Bauman, 2006). Las personas enfrentan cambios rápidos y constantes en sus contextos y deben construir sus trayectorias vitales sin las referencias que otorgaba la cultura tradicional. Es así que, iniciando el siglo XXI, la psicología vocacional se plantea la finalidad de ayudar a las personas a definir sus opciones vitales, no solo aquellas referidas a la ocupación.
Un tema central y significativo en la psicología de la orientación contemporánea es la transición de los jóvenes (Bronfenbrener, 1987) de la escuela al trabajo y/o a los estudios superiores. La situación problemática es la dificultad que enfrentan los jóvenes en sus transiciones en la sociedad actual particularmente cuando no hay un sistema organizado para ayudarlos. Además, cada vez se torna más difícil esta transición, debido a la crisis económica mundial, la desocupación y precariedad laboral en aumento, así como la demanda creciente de mayores niveles de competencias por parte del mundo laboral. Por otro lado, cambios no sólo económicos y sociales sino también culturales, plantean nuevas problemáticas a los jóvenes, y replantean estadios como la moratoria psicosocial (Erikson, 1987) y aún el mismo período de la adolescencia, en particular para los adolescentes de grupos sociales desfavorecidos que necesitan abandonar la escuela para insertarse precozmente en trabajos precarios.
Hemos constatado en nuestras intervenciones y en nuestras investigaciones (Aisenson et al., 2002) que la Escuela ofrece a los jóvenes un espacio fundamental en la construcción de sus trayectorias educativas y laborales, evidenciando tendencias a la reproducción o a la transformación (Bourdieu y Wacquant, 2008). Impacta positiva o negativamente, a manera de oportunidad o restricción, según el posicionamiento del joven y su historia, y las interacciones que establece con sus docentes y sus compañeros. La Escuela es un lugar de socialización (Berger y Luckmann, 1999), productora de significaciones y constructora de representaciones sobre el mundo, la vida, la relación entre pares, los adultos, la realidad educativa y laboral, incidiendo en las intenciones de futuro de los adolescentes y en los proyectos que construyen. No es solo constructora de recursos útiles o herramientas para acceder a un empleo o a los estudios superiores, sino co-constructora de aprendizajes que van conformando las identidades de los sujetos (Aisenson et al., 2000).
El estudio y el trabajo son puertas de entrada para lograr un desarrollo personal-social, bien-estar y un lugar en la sociedad. Ofrecen marcos identificatorios socialmente reconocidos y subjetivamente significativos, en los cuales los jóvenes irán consolidando su identidad personal-social (Aisenson, 2005).
Actualmente, la psicología de la orientación cuenta con mayores conocimientos sobre el desarrollo humano, los procesos de construcción identitaria, las anticipaciones para el futuro y las representaciones sociales que inciden en los proyectos y elecciones ocupacionales. En las prácticas actuales el psicólogo orientador pasa del rol de experto a ser un facilitador del desarrollo humano de la persona, no solo en lo que respecta a su formación u ocupación (Aisenson, 2007).
En la vida moderna, hay numerosas situaciones en las que debido a factores estructurales sociales, políticos y económicos, las personas pueden considerarse en riesgo, con consecuencias negativas para sus vidas. Los cambios del contexto demandan modelos que se interesen por la persona en todos los aspectos de su vida, retomando metas de integración social que faciliten el desarrollo y bienestar. La propuesta es que la psicología vocacional se centre en las personas que están en contextos y situaciones de riesgo, para intervenir con grupos marginados o desfavorecidos debido a posiciones sociales como género, origen social o circuito educativo, sin estigmatizarlos. Si bien en su origen la psicología vocacional buscó responder a necesidades sociales, posteriormente redujo su campo a tratar las problemáticas de grupos sociales favorecidos, preocupándose por cuestiones consideradas dentro del desarrollo "normal" como por ejemplo la elección y el desarrollo de la carrera profesional, sin prestar atención a los problemas que tienen numerosos jóvenes pobres para acceder a oportunidades con respecto a la formación, el trabajo y las relaciones, u otras situaciones en las cuales las personas están en riesgo.
Richardson et al. (2005), proponen una perspectiva de la psicología vocacional que privilegia los valores. Señalan que el foco en los valores favorece una postura interdisciplinaria, en oposición a otra centrada en una teoría específica de la psicología vocacional. Esto abre la posibilidad de colaboración con teóricos de una amplia gama de campos interdisciplinarios, que podrían contribuir a los compromisos y valores que guían este campo. Los autores proponen una nueva definición para el campo de la psicología vocacional, definiéndola como un campo compuesto de teoría, investigación y prácticas de intervención, que se compromete con la importancia del trabajo y las relaciones en la vida de las personas para ayudarlas a que vivan vidas saludables y productivas, y co n la justicia social, especialmente con respecto a proveer acceso a oportunidades para aquellas personas marginadas o desfavorecidas debido a sus posiciones sociales tales como género y origen social.
Richardson et al (2005) plantean, siguiendo a Blustein (2001), que el trabajo y las relaciones son contextos de vida centrales y significativos para la mayoría de la gente en toda su vida. Son contextos de experiencias, a través de los cuales y en los cuales se construyen las vidas, superando la dicotomía de un mundo público del trabajo y un dominio familiar privado; plantean que este es el valor central en la psicología vocacional. En segundo lugar, señalan el compromiso de la psicología vocacional con el valor de ayudar a las personas a vivir vidas saludables y productivas, especialmente a través del trabajo y las relaciones en las cuales se comprometen. La capacidad para las relaciones buenas y satisfactorias y para la acción intencional efectiva guiada por metas, es fundamental para la salud mental y el funcionamiento positivo en los contextos del trabajo y las relaciones. Finalmente, proponen como tercer valor, la justicia social, en cuanto a proveer el acceso a las oportunidades para aquellas personas marginadas o desfavorecidas debido a posiciones sociales tales como género, raza y origen social. En nuestra estructura social, el trabajo es central en la distribución de privilegio u opresión. Atender al contexto es enfocar los modos en los cuales el bienestar individual se ve afectado por las inequidades socioestructurales, políticas y económicas. Plantean la necesidad de que los psicólogos trabajen en forma directa sobre las inequidades del sistema, y consideren en sus acciones a las barreras existentes. La psicología vocacional involucrada con los asuntos de la justicia social, estudia cómo las personas construyen sus vidas y las ayuda a fortalecerse en sus objetivos de vida.
Consideramos que un ejemplo sería el Programa de "Educación para la Orientación" de la Universidad de Buenos Aires, que se desarrolla con alumnos que finalizan la escuela pública de nivel medio. El enfoque es psicoeducativo, preventivo y comunitario, centrado en el desarrollo personal y social del sujeto y en el aprendizaje y apropiación de herramientas que permitan desarrollar capacidades simbólicas y redes sociales para afrontar las transiciones.
Sus objetivos tienen una dimensión informativa, sobre las ocupaciones y las posibilidades de formación, para ampliar su horizonte de posibilidades; otra dimensión reflexiva sobre el mundo del trabajo actual y una tercera dimensión de búsqueda de significado y sentido, de sus aprendizajes, metas, proyectos. Los dispositivos de orientación se dirigen a ayudarlos a reflexionar sobre anticipaciones futuras posibles, que les permitan mejorara su condición actual, así como a reconocer sus recursos, los obstáculos a enfrentar, y construir las herramientas necesarias para llevar a cabo sus proyectos. El modelo está en construcción, y está abierto a la revisión basada en los resultados de las evaluaciones, y su interacción con los constructos teóricos que se van elaborando.
Consideramos que los nuevos modelos deben ayudar a los jóvenes a: explorar y conocer el contexto actual para orientarse en un mundo incierto; desarrollar pensamiento crítico; reflexionar sobre sus metas, intereses y expectativas, para construir sus proyectos con compromiso y responsabilidad; reconocer fortalezas y obstáculos y favorecer la autonomía; comunicarse y conectarse con redes sociales; ampliar el horizonte de posibilidades (Aisenson, 2007).
La vinculación entre teoría, investigación y prácticas de intervención en el campo de la psicología vocacional es importante para lograr nuevos desarrollos tanto en la teoría como en las prácticas, que superen el dualismo teoría-prácticas que ha sido habitual.
Las teorías ayudan a alcanzar las finalidades propuestas en las prácticas, al brindar mapas conceptuales, herramientas que son guías para abordar los asuntos y factores significativos. Al mismo tiempo, nuevas cuestiones que surgen en las prácticas, llevan a revisar las teorías, que a su vez emergen de las prácticas. Las teorías son "verdades" en construcción, siempre abiertas a la revisión como método del progreso científico, siendo esta conexión con la investigación fundamental (Denzin y Lincoln, 2000). Este enfoque permite trabajar juntos a los teóricos, investigadores y quienes realizan las prácticas, para responder a las necesidades sociales actuales y urgentes.

3.- Aspectos metodológicos
El diseño utilizado fue exploratorio-descriptivo, con una metodología cuantitativa e interpretación cuanti (Cortada de Kohan, 1994) y cualitativa (Denzin & Lincoln, 2000) de los datos relevados.
Se utilizó un cuestionario como instrumento de recolección de datos. El cuestionario cubría varios dominios de las prácticas de orientación investigando el estado de la orientación: políticas y servicios de orientación; características y problemas principales de la población atendida; características de la institución, tareas de los orientadores, instrumentos utilizados, formación y recursos materiales; relaciones con los centros de empleo; promoción, calidad del servicio y evaluación.
El Cuestionario original fue construido en Canadá por la Fundación Canadiense para el Desarrollo de la Carrera (Conger et al, 1993), quienes para su diagramación, tuvieron en cuenta diversas encuestas realizadas en Canadá, Reino Unido y U.S.A3. A través del Sr. Stuart Conger, autorizaron a utilizarlo en Argentina. La traducción al castellano y adaptación del mismo se realizó en la Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires4. Se confeccionó una encuesta piloto, administrándose 50 cuestionarios a orientadores de diferentes instituciones educativas de nivel medio y universitario. Como consecuencia, se realizaron pequeñas modificaciones al cuestionario original para adaptarlo a las necesidades de nuestro país, que contaron con la aprobación canadiense, siendo los resultados altamente comparables con el estudio efectuado en ese país.
El cuestionario utilizado consta de 66 preguntas estructuradas y semi- estructuradas. Los temas abordados se distribuían en ocho secciones:
Datos del entrevistado (Consta de las primeras 7 preguntas).
A. Servicios de orientación ( Preguntas 8 a 19)
B. Tareas de orientación y asesoramiento (Pregunta 20)
C. Atención de casos (Preguntas 21 a 39)
D. Herramientas e instrumentos (Preguntas 40 a 42)
E. Resultados (Preguntas 43 a 45)
F. Recursos y evaluación. (Preguntas 46 a 54)
G. Obstáculos. (Preguntas 55)
H. Estudios y formación del encuestado (preguntas 56 a 66)
Los cuestionarios fueron administrados por encuestadores entrenados en las diversas universidades que participaron de la investigación. Los mismos se aplicaron a orientadores de escuelas de nivel medio públicas y privadas del país. Si en la institución escolar no había orientador, el cuestionario se aplicó al tutor o profesor responsable de las tareas de orientación en la escuela. En caso de que esta función no estuviese delimitada, se administró al director/a o persona responsable del establecimiento.
La muestra total comprendió 301 escuelas, de las cuales el 81% eran públicas y el 19% privadas. La unidad de muestreo fue cada escuela y la muestra fue elegida por azar sistemático, teniendo en cuenta las zonas de influencia cercanas a cada Universidad Nacional que participó en la investigación. Las escuelas estaban repartidas geográficamente en Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires; Chubut, Santa Cruz y Tierra de Fuego; Córdoba; Entre Ríos y San Luis.
En cuanto al análisis del cuestionario, fue necesario unificar la matriz de datos que provenían de las nueve universidades, depurar los datos inválidos, revisar la definición de variables y unificar categorías superpuestas. Además, analizamos las frecuencias, los coeficientes y las escalas y elaboramos gráficos y tablas e interpretamos la información a la luz de enfoques actuales en este campo.

4.- Discusión y análisis de los resultados
A continuación, se presenta una síntesis de los resultados más relevantes obtenidos, agrupados en cuatro apartados: 1) la población encuestada, 2) la institución educativa, 3) las funciones del orientador en las escuelas, formación e instrumentos utilizados, 4) la población atendida en las escuelas.
4.1. Características de la población encuestada
Respecto al perfil de la población encuestada, la mayoría era de sexo femenino, el 81% (n = 243), siendo el 19% (n = 58) restante de sexo masculino, y tenían entre 25 y 54 años de edad. La totalidad de los encuestados trabajaba en el área de la educación secundaria. Si bien el 76 % (n=230) de los encuestados manifestó realizar tareas de orientación, sólo el 34% (n=104) de la muestra señaló ocupar un cargo de orientador escolar, de los cuales solamente uno expresó de manera específica que era de Orientación Vocacional (0.33%). Un elevado porcentaje de los encuestados tenía un cargo de gestión (43%, n=127) o un cargo docente (19%, n=58).



Gráfico Nº1
% de casos por cargo u ocupación

Es decir, las tareas de orientación son llevadas a cabo por distintos actores de la comunidad educativa y no exclusivamente por personas que tienen cargos específicos en orientación. Es oportuno interrogarse si quienes ocupan cargos docentes o de gestión pueden destinar parte de su jornada laboral a tareas de orientación, cuando su cargo específico demanda principalmente la realización de otras actividades vinculadas a sus funciones.
Por otro lado, si bien algunas prácticas en este campo pueden ser desempeñadas por distintos integrantes del sistema educativo capacitados para ello, es de interés señalar que sólo el psicólogo y el psicopedagogo -que conforman el 7% (n=21) de la muestra- incluyen en su formación la adquisición de conocimientos teóricos y herramientas técnicas y prácticas para el desarrollo de actividades de orientación.
Los resultados obtenidos indican que el 64% (n=114) de los encuestados destina a las tareas de orientación sólo entre 1 y 10 horas semanales; mientras que el 25% (n=44) dedica de 11 a 20 horas semanales, señalando que las mismas resultan escasas en relación a la población de adolescentes que concurre a los establecimientos educativos.
4.2. Características de la institución educativa
Respecto de las políticas macro institucionales, la gran mayoría no identificó ningún sector del Ministerio o del Consejo Escolar que ofrezca programas de capacitación permanente para orientadores, que elabore nuevos métodos en el área, que desarrolle procesos de evaluación de la orientación o supervise su aplicación. Del mismo modo, un 59% (n=75) de los encuestados manifestó que estos organismos del Estado no brindan recursos de orientación tales como métodos y documentos que posibiliten la calidad y la eficacia en las prácticas de orientación.
Esta situación denota, por un lado, la presencia poco significativa de lineamientos políticos provenientes de las instancias educativas gubernamentales existentes y, por otro, las dificultades que encuentran los encuestados para acceder a la información sobre los posibles programas que los entes estatales desarrollen.
Es de señalar que esta realidad señalada por los actores escolares contradice la Ley Federal de Educación Nº24.195/935 (y su modificación por la Ley de Educación Nacional Nº26.206/06) que asegura el derecho a la orientación de todos los estudiantes, en su Título VI:

"Derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa
Capítulo I: de los educandos, Inciso d): Los educandos tienen derechos a: recibir orientación vocacional académica y profesional-ocupacional que posibilite su inserción en el mundo laboral o la prosecución de otros estudios".

En referencia a las políticas micro institucionales, el 54% (n=160) de los encuestados afirmó que la escuela tiene una política para la orientación o una normativa que la incluye como parte de los objetivos institucionales. Asimismo, la mayoría de los encuestados consideró que el director del establecimiento "comprende las tareas de orientación". Sin embargo, al entrar en los detalles de la organización, en el 40% (n=117) de los casos, la institución no tenía ningún orientador, en el 20% (n=61) sólo uno que trabajaba pocas horas semanales y el 78% (n=192) respondió que no tiene supervisores en orientación. De esta forma, podría plantearse que en gran parte de las escuelas se realizan tareas de orientación a partir de la iniciativa institucional y a los fines de responder a la demanda de los alumnos, pese a que no siempre cuentan con cargos asignados para orientación y supervisión, ni con políticas, normativas y objetivos macro institucionales que las incluyan.
En cuanto a la vinculación de la institución educativa con organismos del área de trabajo y empleo, el 69% (n=200) de los encuestados no recibía información de ningún organismo vinculado al tema; por lo cual, existen grandes falencias en relación con la información que brindaba la escuela sobre el área del trabajo.
Por otro lado, sólo el 27% (n=74) de los encuestados afirmó que en su función de orientador se vinculaba con algún organismo del área de trabajo y empleo. Es decir, que las tres cuartas partes de los responsables de la orientación no se vinculaban con estos organismos, aún cuando casi la totalidad de los encuestados reconoció que resultaría muy beneficioso para los estudiantes establecer algún tipo de relación directa con los mismos. Quienes mencionaron recibir información, manifestaron obtenerla de las universidades, publicaciones profesionales y empresas o bancos.
En cuanto a los recursos económicos, materiales y presupuesto que poseen las instituciones educativas para el desarrollo de los servicios de orientación, los resultados señalaron que son escasos y que los orientadores trabajan en condiciones difíciles: la mayor parte afirmó que no cuentan con espacios adecuados para las actividades de orientación e información, no hay lugares o aulas específicas para las entrevistas personales ni para el trabajo en grupo. Tampoco cuentan con centros o locales que puedan utilizarse para desarrollar dichas actividades.
Por otro lado, la mayoría de los encuestados (77%, n=175) consideró que el presupuesto destinado a recursos de personal y a instrumentos y materiales de orientación y asesoramiento, no cambió en el transcurso de los dos últimos años.
Finalmente, los resultados indicaron que las instituciones educativas no subsidian los gastos de los orientadores para asistir a Jornadas o Congresos de la especialidad. Por lo tanto, la ausencia de recursos específicos tiene un notable impacto sobre las posibilidades de formación en esta área.

4.3. Funciones del orientador en las escuelas; formación e instrumentos
En el cuestionario, se indaga acerca de diferentes funciones que pueden desempeñar los orientadores: ya sea de gestión, de administración, de orientación y asesoramiento, y de trabajo con terceros. De los datos obtenidos se desprende que las tareas que desempeñan con mayor frecuencia son las referidas a Orientación y Asesoramiento: entre las que se destacan "orientación personal (familia, crisis, violencia, etc.)" (45%, n=121); "informar sobre educación, formación, empleos" (46%, n=123), (45%, n=121) "orientación escolar" (41%, n=111) y "ayudar en la elección de estudio-trabajo" (40%, n=108). Pensamos que las tareas de "orientación personal" (familia, crisis, violencia, etc.) y "orientación escolar" deben realizarse en aquellos casos en los que los problemas personales o de aprendizaje de los jóvenes son críticos y requieren de un orientador que los atienda. Es posible que las funciones del psicólogo sean entonces ayudar a solucionar urgencias, antes que brindar un servicio de orientación para todos, preventivo, dirigido a ayudar a un desarrollo personal saludable, con perspectiva de futuro e inclusión social.
Por otro lado, las funciones que menos desempeñan son las relacionadas con Administración y Trabajo con Terceros (padres, otros especialistas, etc.), siendo las menos frecuentes "derivar a los consultantes a un empleo disponible" y "solicitar información a las organizaciones de empleo".
En cuanto a la formación, si bien la mayoría de los encuestados posee estudios superiores, puede destacarse la falta de formación específica en el campo de la orientación: el 64% (n=169) de los encuestados afirmó que en el último año realizó cursos o talleres, pero sólo el 37% (n=98)6 asistió a congresos y jornadas sobre orientación. Se observa que los encuestados reconocen necesitar formación, especialmente en el área laboral. En particular, señalaron la falta de formación específica en: "asesoramiento de reinserción laboral", "asesoramiento de empleo", "supervisión en orientación", "desarrollo de programas", "información sobre el mercado de trabajo" y "formación sobre asesoramiento de empleo".
Respecto a las necesidades de información por parte de los orientadores, la mayor parte de los encuestados afirmó tener escasa información sobre el área de trabajo, con el cual no existe casi vinculación, como ya se ha mencionado, indicando necesidades puntuales acerca de las "técnicas para la búsqueda de trabajo", las "posibles inserciones para las personas con capacidades especiales", las "descripciones de las profesiones", las "condiciones laborales de las profesiones", las "condiciones de estudio y exigencias educativas para las profesiones".
Los encuestados señalaron que el mayor responsable de la prestación de programas de formación para orientadores debería ser el Ministerio de Educación, seguido por las Universidades. Sin embargo, de los resultados se desprende el desencuentro existente entre lo que los orientadores esperan del Ministerio de Educación para su formación en orientación y lo que se les ofrece. Por otro lado, reconocieron a las universidades como sus principales referentes en capacitación y actualización. La mayoría de los encuestados señaló no haber recibido la capacitación necesaria para la realización de sus tareas específicas de orientación.
Los instrumentos utilizados más frecuentemente por los responsables de llevar adelante las tareas de orientación en las escuelas fueron: los "índices de programas de institutos y universidades de Argentina" y las "clasificaciones descriptivas de las profesiones".
Entre el 47% (n=28) y el 75% (n=50) de los encuestados manifestó "no desarrollar planes de acción para la carrera", "no ayudar a desarrollar competencias para la búsqueda de empleo", "no hacer entrevistas de inicio de orientación", "no administrar ningún test".
En esta misma línea, la mitad de los encuestados manifestaron que no obtuvieron ni les fueron facilitados: "materiales sobre programas, como los manuales de competencias básicas" ni los "catálogos de los programas de empleo a nivel municipal, provincial o nacional".
Consideramos que la desconexión existente entre las áreas de educación y de trabajo dificulta el acceso a la información sobre campos laborales de las ocupaciones y el mundo del trabajo que permita a los adolescentes anticipaciones y elaboraciones de proyectos, que es uno de los objetivos centrales de la orientación, además de ser una necesidad prioritaria para los alumnos.

4.4. La población atendida en las escuelas
La gran mayoría de la población atendida en las escuelas son los propios alumnos, cuando lo solicitan espontáneamente o son derivados, generalmente por los profesores (75%, n=85). La edad de los mismos oscila entre los 13 y 18 años en el 90% (n=207) de los casos. Los encuestados indicaron que observaban gran cantidad de problemas en los alumnos, entre los que sobresalen "elección de estudio" (64%, n=138), "problemas familiares" (48%, n=45) y "problemas personales" (41%, n=79).
Las dificultades principales identificadas en la población atendida están vinculadas a factores personales: "falta de confianza en sí mismo" el 66% (n=165), "muchos problemas a la hora de cumplir con lo que hay que hacer" el 51%, (n=128) y "falta de motivación para cambiar" el 49% (n=121). En cuanto a los factores externos, los problemas más importantes que señalaron eran "económicos" (80%, n=204), "responsabilidades familiares" (51%, n=130) y "desempleo" (49%, n=125).
Los datos obtenidos demuestran que, en la escuela, se evidencian diversas problemáticas que no pueden ser abordadas, debido a que las instituciones no cuentan con profesionales preparados para tratar los conflictos de los jóvenes. Es de interés señalar que el 29% (n=66) de los orientadores reciben consultas de personas a las que no les resulta posible atender por no estar comprendidos en los objetivos institucionales. Teniendo en cuenta que el 53% (n=142) de los encuestados no establece contactos con otros servicios de orientación, podría plantearse que la población anteriormente mencionada no obtiene la atención adecuada ni la derivación pertinente para su orientación. Esto puede vincularse con la ausencia de políticas públicas macro institucionales que contemplen la vinculación de las escuelas de nivel medio con las universidades nacionales y otros organismos, así como con la escasa participación en actividades de formación por parte de los encuestados. En contradicción con los datos anteriores, los encuestados evaluaron de manera positiva los servicios de atención y asesoramiento que prestan. El 61% (n=116) consideró que la orientación que ofrecen es buena. Asimismo, afirmaron que el establecimiento hace todo lo posible para: asegurar el "servicio para todos los estudiantes", que se brinde "información profesional exacta", que "los servicios convienen a la edad y a las necesidades de las personas que atienden", que se concede un "interés adecuado a la atención de casos" y que se realiza el "seguimiento de los consultantes".
El 82% (n=148) de los encuestados consideró que entre el 40% y el 99% de los alumnos atendidos quedan satisfechos. Además, consideraron que la calidad de la orientación ofrecida es igual de buena que la brindada por otras organizaciones. A su vez, la mitad de los encuestados consideró que sus servicios han mejorado durante los dos últimos años.
Si se compara la evaluación positiva del servicio prestado con lo anteriormente descrito sobre los escasos recursos e instrumentos, las políticas y la formación de los orientadores, es posible pensar que la evaluación positiva responde más al esfuerzo realizado que al servicio prestado.

5.- Conclusiones
En la presente publicación se dan a conocer las características de los servicios de orientación que, según la muestra estudiada, brindan las escuelas del nivel medio de educación de la Argentina.
Cabe resaltar que no existen metas claras, lineamientos, programas de actividades ni materiales disponibles para los orientadores que trabajan en las escuelas. Los enfoques y actividades que se definen en cada una de las instituciones, responden en su mayor parte a necesidades, estrategias y políticas micro institucionales. Las prácticas realizadas no tienen los mismos objetivos ni finalidades, evidenciándose la inexistencia de políticas públicas en el área. En general, no se realizan actividades que permitan el desarrollo por parte de los alumnos de estrategias para la transición de la escuela a los estudios superiores y al mundo del trabajo.
Se evidencia que las tareas relacionadas con la orientación son llevadas a cabo por distintos actores de la comunidad educativa y no necesariamente por las personas que poseen cargos y títulos específicos para esta tarea. Si la orientación se desarrolla en las aulas, pareciera ser por el esfuerzo que realizan los docentes y/o directivos, al desdoblar sus funciones principales, dedicando una parte de su tiempo de trabajo a la orientación de los alumnos, que resulta escasa.
Dada la relevancia de la orientación para el desarrollo personal, educativo y ocupacional de los jóvenes, que es también el desarrollo de ciudadanía así como de los recursos humanos de nuestro país, y por lo tanto contribuye al desarrollo económico, es necesaria la implementación de políticas que posibiliten programas de orientación para todos, de calidad y eficacia, en las escuelas.
En resumen, consideramos que este estudio nos permite evidenciar tres cuestiones fundamentales:
1. Los servicios de orientación que se prestan actualmente en las escuelas son precarios y adolecen de varios problemas. Entre ellos los más evidentes son la falta de: a) una política que incorpore la orientación a las actividades permanentes de la escuela y garantice a toda la población de jóvenes el acceso a la misma; b) profesionales y docentes con la especialización adecuada; c) recursos materiales y técnicos para brindar los servicios de orientación necesarios c) coordinación y articulación con diferentes instancias políticas para alcanzar servicios eficaces, como por ejemplo la vinculación con organismos laborales y el sector productivo que favorezca la inserción laboral e inclusión social de los jóvenes.
2. Es necesario el reconocimiento de las funciones de los orientadores y el apoyo a su formación, posibilitando las condiciones que permitan crear en las instituciones estrategias aptas para contribuir al desarrollo de los procesos de aprendizaje de los jóvenes y la construcción de sus proyectos personales de vida, estudio y trabajo.
3. Los actores escolares reconocen a las universidades como sus principales referentes en formación y actualización. Profundizar los vínculos entre la Escuela media y la Universidad pareciera ser uno de los principales desafíos para lograr un cambio en la educación de los jóvenes.
Ante la ausencia de políticas públicas, y las nuevas necesidades de orientación observadas, la Universidad de Buenos Aires viene implementando Programas de "Educación para la orientación", en vinculación con las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires.
Los alumnos necesitan orientación, no sólo para sostener sus estudios en el nivel secundario y elegir una formación futura que les permita continuar su trayectoria educativa, sino también para reflexionar sobre su orientación en la vida y su inserción en el mundo del trabajo y desarrollar los recursos personales que les permitan una vida saludable y su inclusión social. Reconociendo la necesidad de conocer el impacto de las intervenciones que se realizan, a los fines de mejorar la eficacia de las mismas, la investigación P054 "Educación para la Orientación: Proyectos y construcción identitaria de jóvenes escolarizados" se ha planteado el objetivo de evaluar dichos programas y servicios. Esperamos que los resultados de este estudio contribuyan a concientizar a los poderes públicos acerca de la necesidad de una política pública dirigida a brindar programas y servicios de orientación a los alumnos en las escuelas públicas de educación media de nuestro país.

Notas

1. Directores locales: Universidad de Buenos Aires Lic. Fabián Monedero; Universidad Nacional de Río Cuarto: Lic. Rodolfo del Boca y Lic. Liliana Ponti; Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco: Lic. Lidia Silvestrini; Universidad Nacional de San Luís: Lic. Rosa Falcó de Jouas; Universidad Nacional de Entre Ríos: Lic. Zunilda Mafalda Ulla; Universidad Nacional de Luján: Lic. Fernando M. Imbroscia y Lic. Diego R. Siniuk; Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires: Lic. María Inés Berrino; Universidad Nacional de Lomas de Zamora: Lic. Laura Berlingeri; Universidad Nacional de Mar del Plata: Lic. Cristina Di Doménico

1 Los dos servicios de orientación de la Universidad de Buenos Aires son: Dirección de Orientación al Estudiante, de la Secretaría de Asuntos Académicos del Rectorado, y el Servicio de Orientación Vocacional y Ocupacional, en el marco de la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil de la Facultad de Psicología.

2 Las cinco primeras fueron dirigidas por la Prof. Diana Aisenson, conjuntamente con un codirector local.

3 D. Stuart Conger, Bryan Hiebert et Elizabeth Hong-Farrell: Counselling de Carrière et D´Emploi au Canada, Fondation Canadienne de Development de la Carrière. CCMMO nro. 14 1994, Ottawa, Canada. ISBN: 1-895813-38-7.

4 Estuvo a cargo de los profesores Julieta Oddone, Fabián Monedero y Diana Aisenson.

5 Vigente al momento de la realización de la investigación.

6 La suma de ambos supera el 100% porque la pregunta permitía indicar múltiples opciones.

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Fecha de recepción: 20 de marzo de 2009
Fecha de aceptación: 27 de mayo de 2009

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