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Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.18  Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2011

 

PSICOLOGÍA CLÍNICA Y PSICOPATOLOGÍA

 

Perfeccionismo adaptativo y desadaptativo en  trastornos alimentarios: un estudio de revisión*

Adaptive and maladaptive perfectionism in eating disorders. a review

 

Scappatura, María Luz1; Arana, Fernán2; Elizathe, Luciana3; Rutsztein, Guillermina4

1 Licenciada en Psicología. Becaria Interna Doctoral Tipo I del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Investigadora Becaria del Proyecto UBACyT "Trastornos alimentarios: identificación de factores de riesgo en adolescentes". Docente de la 2º Cátedra de Clínica Psicológica y Psicoterapia -Psicoterapias, Emergencias e Interconsultas, Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. E-mail: luzscappatura@hotmail.com

2 Licenciado en Psicología. Becario Interno Doctoral Tipo II de CONICET. Investigador Becario del Proyecto UBACyT (P031) "Un estudio sobre perfeccionismo en estudiantes universitarios argentinos y su relación con el malestar psicológico percepción de calidad de vida y rendimiento académico". Docente de la 2º Cátedra de Clínica Psicológica y Psicoterapia - Psicoterapias, Emergencias e Interconsultas. E-mail: fernanarana@gmail.com

3 Idem 1. E-mail: lucianaelizathe@yahoo.com.ar

4 Doctora de la Universidad de Buenos Aires en Psicología. Profesora Adjunta Regular de la 2º Cátedra de Clínica Psicológica y Psicoterapia - Psicoterapias, Emergencias e Interconsultas, Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Directora de Proyecto UBACyT. E-mail: guillermina.rutsztein@gmail.com

*El presente trabajo forma parte de la tesis doctoral de la primera autora: "Perfeccionismo y afrontamiento: su relación con los trastornos alimentarios en adolescentes". Beca CONICET de Postgrado tipo I. Directora: Prof. Dra. Guillermina Rutsztein.

 

Introducción
El perfeccionismo ha sido definido y conceptualizado de modos diversos a lo largo del tiempo. Si bien actualmente no existe un claro consenso en su deinición, una de las más difundidas lo describe como "la tendencia a establecer altos estándares de desempeño en combinación con una evaluación excesivamente crítica de los mismos y una creciente preocupación por cometer errores" (Frost, Marten, Lahart, & Rosenblate, 1990).
Distintos autores han enfocado el interés sobre diferentes aspectos del constructo dando lugar a diversas teorizaciones acerca del mismo. De este modo, mientras que ciertos desarrollos han hecho hincapié en un único factor, centrado, por ejemplo, en la dimensión netamente intrapsíquica del perfeccionismo (Burns, 1980; Weissman & Beck, 1978) otros incluyeron a su vez factores de índole interpersonal (concibiéndolo desde una perspectiva multidimensional) (Hewitt & Flett, 1990; Hewitt & Flett, 1991).

Perfeccionismo adaptativo y desadaptativo
Históricamente, el perfeccionismo ha sido considerado un rasgo predominantemente negativo, asociado a diversos cuadros psicopatológicos (Burns, 1980; Hollender, 1984; Patch, 1984) así como a la presencia de problemas interpersonales y de funcionamiento familiar (Haring, Hewitt, & Flett, 2003; Hewitt, Flett, & Mikail, 1995).
Si bien la concepción negativa del perfeccionismo ha predominado en la bibliografía científica, diversos autores a lo largo del tiempo postularon una doble vertiente del constructo, destacando que el mismo no sólo no sería un rasgo necesariamente patológico sino que además, en muchas ocasiones, se encuentra asociado a características ligadas al bienestar psicológico (Rice, Ashby, & Slaney, 1998; Rhéaume, Ladoucer, & Freeston, 2000; Terry-Short, Owens, Slade, & Dewey, 1995).
A lo largo de los años, ambas dimensiones del perfeccionismo han sido denominadas y conceptualizadas de distintas formas. Pueden encontrarse denominaciones tales como: perfeccionismo adaptativo y desadaptativo (Rice, Ashby, & Slaney, 1998), perfeccionismo positivo y negativo (Terry-Short, Owens, Slade, & Dewey, 1995), perfeccionismo funcional y disfuncional (Rhéaume, Ladoucer, & Freeston, 2000), perfeccionismo activo y pasivo (Adkins & Parker, 1996), perfeccionismo patológico y no patológico (Anthony & Swinson, 1998), entre otras.
Los primeros desarrollos teóricos sobre el tema fueron presentados por Hamacheck (1978) quien estableció la distinción entre un perfeccionismo "normal", y un perfeccionismo "neurótico", a los ines de diferenciar las características positivas y negativas del constructo. El perfeccionismo normal se encuentra asociado a características positivas, socialmente deseadas y sería adaptativo y saludable en términos de funcionamiento psicológico. De este modo, la búsqueda de logros y el esfuerzo para alcanzarlos estarían vinculados a la satisfacción personal y un incremento en la autoestima. Por otra parte, el perfeccionismo neurótico se caracteriza por la búsqueda de metas y objetivos extremadamente elevados así como por un intenso temor al fracaso y evitación del mismo. Las actitudes y conductas asociadas al perfeccionismo neurótico, traerían aparejadas ciertas consecuencias desadaptativas, tales como una importante dificultad para sentir placer y satisfacción con los logros obtenidos y sentimientos de inadecuación (Slade & Owens, 1998).
Slade y Owens (1998) por su parte, postularon un modelo de perfeccionismo positivo y negativo basado en los principios del condicionamiento operante. Para estos autores, ambas formas de perfeccionismo (normal y patológico) diferirían en términos de los comportamientos asociados a ellas, los correlatos emocionales y la historia de condicionamientos. El perfeccionismo adaptativo o normal se daría a partir de una historia de refuerzos positivos y estaría caracterizado por un comportamiento de aproximación, orientado a la búsqueda de logros. El perfeccionismo desadaptativo o patológico en cambio se daría a partir de una historia de refuerzos negativos, a partir de comportamientos ligados a la evitación del fracaso y un intenso temor al mismo.
Desde un marco teórico diferente, Slaney, Rice, Mobley, Trippi y Ashby, (2001), delimitaron también dos aspectos del perfeccionismo. Según los autores, el aspecto adaptativo del perfeccionismo está dado por la presencia de altos estándares. El aspecto desadaptativo en cambio se encuentra vinculado con la discrepancia entre los altos estándares y la percepción del sujeto acerca de la posibilidad de alcanzar dichos estándares.
Ahora bien, tal como mencionan Stoeber y Otto (2006), existe en el campo de investigación sobre perfeccionismo cierta dificultad para conceptualizar al constructo en su vertiente positiva o adaptativa. Entre los motivos que señalan para dar cuenta de esta dificultad, se mencionan los resultados hallados por diversos estudios, en los que ciertas dimensiones de perfeccionismo conceptualizadas como positivas o adaptativas, se asocian tanto a características positivas como a características negativas, o incluso, únicamente negativas. De este modo, algunos autores (Bardone-Cone et al., 2008; Flett & Hewitt, 2007; Stoeber & Otto, 2006) han señalado que no sería adecuado denominar "positivo" o "adaptativo" al perfeccionismo, pref iriendo denominarlo "per feccionismo saludable" (Stoeber & Otto, 2006) o simplemente "altos estándares" (Bardone-Cone et al., 2008).
En el mismo estudio de revisión (Stoeber & Otto, 2006) se destaca además, la dificultad existente en el campo de estudio de estas variables, debido a la multiplicidad de instrumentos de evaluación de las mismas, así como la diversidad de formas de conceptualizar dichas variables.

Perfeccionismo y Trastornos alimentarios
El perfeccionismo ha sido considerado en la literatura como un rasgo de personalidad frecuentemente asociado a los trastornos alimentarios (Bardone et al. 2007; Bruch, 1973; Vohs, Bardone, Joiner, Abramson, & Heatherton, 1999). Algunos autores han señalado que los mismos estarían asociados a una búsqueda de perfección y expectativas poco realistas en relación con el atractivo físico y la delgadez (Garner, Olmsted, Polivy, & Garinkel, 1984), considerando a este rasgo de personalidad como un importante factor de riesgo y de mantenimiento de estos trastornos (Fairburn, Cooper & Shafran, 2003; Lilenfeld, Wonderlich, Riso, Crosby & Mitchell, 2006).
En un estudio de revisión, Bardone-Cone y colaboradores (2007) señalaron que el perfeccionismo se hallaría asociado a los trastornos alimentarios no sólo en lo que respecta a la fase aguda de los trastornos, sino que se asociaría, además, a peores resultados en el tratamiento de estas patologías. Por otra parte, los altos niveles de perfeccionismo presentes en los sujetos con trastornos alimentarios, se mantendrían luego de la recuperación de los mismos, dando cuenta de este rasgo como un importante factor de predisposición para el desarrollo de los trastornos alimentarios.
En cuanto a lo que refiere a las vertientes adaptativa y desadaptativa del perfeccionismo en los estudios sobre trastornos alimentarios, la distinción de aspectos positivos y negativos de este constructo no resulta del todo clara. Si bien existen investigaciones que dan cuenta de las correlaciones específicas entre dichos trastornos y los aspectos desadaptativos del perfeccionismo (Soenens, Nevelsteen & Vandereycken, 2007), otros estudios indican que existiría una asociación entre sintomatología propia de los desórdenes alimentarios y dimensiones del perfeccionismo conceptualizadas en la literatura como adaptativas o saludables (Bardone-Cone, 2007).
A los fines de una delimitación más clara sobre estos aspectos, el presente trabajo se propone revisar los trabajos publicados en los últimos veinte años sobre ambas dimensiones del perfeccionismo en los trastornos alimentarios.

Metodología
Se revisaron los estudios publicados desde el año 1991 hasta la actualidad sobre perfeccionismo adaptativo y desadaptativo en trastornos alimentarios, en las siguientes bases de datos: PubMed, EBSCO y PsycINFO. También se utilizó como recurso de búsqueda el listado de referencias bibliográicas de los estudios revisados. El criterio de búsqueda tuvo como objetivo acceder a los trabajos empíricos que incluyeran la evaluación del perfeccionismo en sus vertientes adaptativa y desadaptativa en trastornos alimentarios, tanto en población clínica como en población general con sintomatología propia de trastornos alimentarios. La búsqueda se realizó combinando de a pares las palabras clave: Perfeccionismo (adaptativo - positivo - normal - saludable) y Perfeccionismo (desadaptativo - negativo - neurótico - patológico) con: Trastornos alimentarios, Anorexia nerviosa y Bulimia nerviosa. Los términos utilizados para realizar la búsqueda fueron ingresados tanto en español como en inglés, por ser el idioma en el que se encuentran publicados la mayor parte de los estudios sobre el tema. La selección de las palabras clave se realizó a partir de los términos más comúnmente empleados en la bibliografía para hacer referencia a los aspectos adaptativo y desadaptativo del perfeccionismo. Se deinió como criterio para la búsqueda que las palabras clave estuvieran presentes en el título y /o resumen de los artículos.
Se encontraron un total de 21 artículos de los cuales fueron seleccionados 10 de ellos. Como criterio de selección se tomó en cuenta que los trabajos fueran estudios empíricos que evaluaran ambas dimensiones del perfeccionismo en trastornos alimentarios y/o en su asociación con características o sintomatología de los mismos en población general (insatisfacción con la imagen corporal, presencia de vómitos, atracones, por ej.). Se descartaron aquellos trabajos que no incluían estas variables en sus resultados.

Resultados
El análisis de los estudios encontrados ha sido dividido en dos apartados. En el primero se describen los instrumentos utilizados para evaluar las dimensiones adaptativa y desadaptativa del perfeccionismo, así como el modo de conceptualizar estas dimensiones en los distintos trabajos. En el segundo apartado se describen los resultados obtenidos por los distintos estudios en cuanto a la relación hallada entre las dimensiones del perfeccionismo y los trastornos alimentarios. 1

Instrumentos de evaluación perfeccionismo adaptativo - desadaptativo en trastornos alimentarios (ver tabla 1)
Los instrumentos mayormente utilizados en los estudios revisados son la MPS (Multidimensional Perfectionism Scale; Frost et al., 1990), utilizado en cinco de los diez trabajos, y la MPS (Multidimensional Perfectionism Scale; Hewitt & Flett, 1991), utilizado en cuatro de ellos. Ambos instrumentos fueron desarrollados con el objetivo de dar cuenta de la multidimensionalidad del perfeccionismo, incluyendo ambas escalas variables vinculadas al plano interpersonal.
El instrumento desarrollado por Frost et al. (1990) (de aquí en adelante denominado MPS-F) consta de 35 ítems y evalúa seis dimensiones de perfeccionismo: Estándares personales, Preocupación por cometer errores, Organización, Dudas sobre las acciones, Expectativas paternas y Crítica paterna.
El instrumento del mismo nombre desarrollado por Hewitt y Flett (1991), (de aquí en más MPS-H) es una escala de 45 ítems agrupados en tres subescalas: Perfeccionismo orientado hacia sí mismo, Perfeccionismo socialmente prescripto y Perfeccionismo orientado hacia los otros.
Si bien ninguno de los dos instrumentos fue desarrollado inicialmente para evaluar los aspectos positivos y negativos del perfeccionismo, a partir de análisis factoriales realizados con posterioridad vinculando ambos instrumentos (Frost, Heimberg, Holt, Mattia y Neubauer, 1993) pudieron discriminarse dos factores principales: un factor desadaptativo (Maladaptive evaluative concerns) (que incluye ítems provenientes de las subescalas Preocupación por cometer errores, Crítica paterna, Expectativas paternas, Dudas sobre las acciones de la MPS- F y de Perfeccionismo socialmente prescripto de la MPS-H) y un factor adaptativo (Positive strivings) (que incluye ítems provenientes de las subescalas Estándares personales y Organización de la MPS-F y Perfeccionismo orientado hacia sí mismo de la MPS-H).
De este modo, los estudios analizados que utilizan estos instrumentos (Ashby, Kottman, & Schoen,1998; Bardone-Cone, 2007; Bardone-Cone et al., 2008; Bastiani, Rao, Weltzin, & Kaye, 1995; Davis, 1997; Hewitt, Flett, & Ediger, 1995; Pearson & Gleaves, 2006; Soenens et al., 2008) realizan la distinción entre los aspectos positivos y negativos del perfeccionismo ya sea siguiendo esta discriminación de factores, o bien utilizando para la evaluación únicamente aquellas subescalas que mejor representan los aspectos adaptativo y desadaptativo del perfeccionismo (Preocupación por cometer errores (MPS-F) y Perfeccionismo socialmente prescripto (MPS-H) como representantes del aspecto negativo y Estándares personales (MPS-F) y Perfeccionismo orientado hacia sí mismo (MPS-H) como representantes de la dimensión adaptativa).
En menor medida se utilizaron la APS (Almost Perfect Scale; Johnson & Slaney, 1996) y su versión revisada APS-R (Almost Perfect Scale - Revised; Slaney et al., 2001), empleadas en dos estudios encontrados (Ashby, Kottman & Schoen, 1998; Dour & Theran, 2011). La versión revisada del instrumento (APS-R) consta de 23 ítems y fue especialmente diseñada para la evaluación de las dimensiones adaptativa y desadaptativa del perfeccionismo. Los ítems se agrupan en tres dimensiones: Altos estándares, Orden y Discrepancia, siendo las dos primeras las representantes del aspecto adaptativo del perfeccionismo mientras que la última representa su aspecto desadaptativo.
Dos de los estudios revisados (Davis, 1997; Pearson & Gleaves, 2006) utilizaron como instrumento la NPQ (The Neurotic Perfectionism Questionnaire; Mitzman, Slade, & Dewey, 1994). El mismo consta de 42 ítems y fue desarrollado para evaluar actitudes del perfeccionismo neurótico, en teoría vinculadas con los trastornos alimentarios. La escala evalúa, por ejemplo, el grado en que los sujetos se imponen objetivos extremadamente elevados y poco realistas, la preocupación por cometer errores y el temor al fracaso. Cabe destacar que esta escala evalúa sólo el aspecto desadaptativo del perfeccionismo, por lo que en los que en los estudios encontrados ha sido utilizada en combinación con otras medidas de perfeccionismo que permiten dar cuenta del aspecto positivo del constructo, como la APS-R y la MPS-H.
Por último, un estudio (Terry-Short, Owens, Slade, & Dewey,1995) ha utilizado como medida el PQ (Perfectionism Questionnaire; Terry-Short, Owens, Slade, & Dewey, 1995). Posteriormente denominado PANPS (Positive and Negative Perfectionism Scale), se trata de un instrumento de 40 ítems diseñado especialmente para evaluar el perfeccionismo en sus aspectos positivo y negativo, siguiendo los lineamientos de Hamachek (1978).

Asociación entre perfeccionismo adaptativo y desadaptativo y trastornos alimentarios (ver tabla 1)
La revisión de los trabajos sobre las dimensiones de perfeccionismo en trastornos alimentarios pone de manifiesto una importante asociación entre ambos. Esta asociación se observa tanto en cuadros clínicos completos, como bulimia nerviosa y anorexia nerviosa (Ashby, Kottman, & Schoen,1998; Bardone-Cone et al., 2008; Soenens et al., 2008; Terry-Short, Owens, Slade, & Dewey,1995), como en sintomatología específica de dichos trastornos (vómitos y atracones, por ej.), actitudes poco saludables hacia la alimentación o variables asociadas a ellos, tales como realización de dietas o insatisfacción corporal (Bardone-Cone, 2006; Davis, 1997; Dour & Theran, 2011; Hewitt, Flett, & Ediger, 1995; Pearson & Gleaves, 2006). En lo que respecta a las dimensiones adaptativa y desadaptativa del perfeccionismo los distintos trabajos muestran resultados dispares. Mientras que algunos estudios dan cuenta de una asociación entre la sintomatología de trastornos alimentarios y la dimensión desadaptativa del perfeccionismo (Ashby, Kottman, & Schoen, 1998; Davis, 1997; Dour & Theran, 2011; Pearson & Gleaves, 2006; Soenens, 2008, Terry-Short, Owens, Slade & Dewey, 1995), otros señalan que serían ambas dimensiones (adaptativa y desadaptativa) las que se encuentran asociadas a la patología alimentaria (Bardone-Cone, 2007; Bardone-Cone et al., 2008; Bastiani, Rao, Weltzin, & Kaye, 1995; Hewitt, Flett, & Ediger, 1995).
Las medidas de evaluación de ambas dimensiones de perfeccionismo fueron diversas, al igual que el modo de conceptualizar dichas dimensiones, por lo que pueden encontrarse diferencias en los distintos trabajos en función del instrumento utilizado para evaluar perfeccionismo.
Aquellos estudios que utilizaron como instrumento únicamente la MPS- H (Hewitt, Flett, & Ediger, 1995; Bardone-Cone, 2007) coinciden en señalar que ambas dimensiones del perfeccionismo se hallarían presentes en los trastornos alimentarios o se asociarían a sintomatología propia de dichos trastornos. Tanto el Perfeccionismo socialmente prescripto como el Perfeccionismo orientado hacia sí mismo se asocian a la realización de dietas y la presencia de vómitos (Bardone-Cone, 2007), así como a sintomatología propia de bulimia y anorexia nerviosa, alteraciones de la imagen corporal y realización de dietas (Hewitt, Flett, & Ediger, 1995).
El estudio de Davis (1997), utilizando este mismo instrumento propone un modelo de interacción entre el perfeccionismo normal y perfeccionismo neurótico. Los resultados de la investigación indican que el perfeccionismo normal (evaluado por la MPS-H) sólo se asocia a la presencia de trastornos alimentarios en su interacción con el perfeccionismo neurótico (evaluado con otro instrumento: NPQ (Mitzman, Slade, & Dewey, 1994).
Los trabajos que utilizaron la MPS-F (Frost et al., 1990) y la APS, tanto en su versión original (Johnson & Slaney, 1996) como en su versión revisada (Slaney et al., 2001), muestran resultados diversos.
De los cinco trabajos que utilizaron la MPS-F como instrumento de evaluación, dos de ellos utilizaron también la APS. En ambos casos, sólo el perfeccionismo desadaptativo se asocia con la presencia de trastornos alimentarios y con características vinculadas a los mismos. Las dimensiones adaptativa y desadaptativa del perfeccionismo fueron conceptualizadas utilizando una combinación de las dimensiones de las dos escalas, discriminando en ambos casos un factor adaptativo y un factor desadaptativo. De este modo, la Preocupación por cometer errores, Dudas sobre las acciones, Crítica paterna (MPS-F) y Discrepancia (APS-R) se asociaron en mayor medida a sintomatología bulímica e insatisfacción corporal (Pearson & Gleaves, 2006), que el aspecto adaptativo del perfeccionismo.
Asimismo, en el estudio de Ashby, Kottman y Schoen (1998), el factor desadaptativo, constituido por Preocupación por cometer errores, Dudas sobre las acciones (MPS-F), Discrepancia, Ansiedad y Procastinación (APS) permitieron discriminar entre un grupo clínico constituido por pacientes con trastornos alimentarios y un grupo control, conformado por mujeres universitarias.
Dos estudios utilizaron únicamente la MPS-F como instrumento, arrojando resultados distintos entre sí. En uno de ellos (Soenens et al., 2008) sólo el perfeccionismo desadaptativo se asocia a la presencia de trastornos alimentarios, mientras que en el otro estudio (Bardone-Cone, 2007) tanto la dimensión adaptativa como la desadaptativa del perfeccionismo se asociaron a sintomatología de trastornos alimentarios (realización de dietas y vómitos autoinducidos).

Discusión
A partir del análisis de los estudios encontrados puede mencionarse en primer lugar la escasez de trabajos publicados sobre el tema. Esto es congruente con la visión de algunos autores (Bardone-Cone et al., 2008), quienes destacan que históricamente el estudio del perfeccionismo en trastornos alimentarios se ha llevado a cabo desde una perspectiva unidimensional del constructo, a pesar de contar con evidencia suiciente para considerar al perfeccionismo en términos multidimensionales.
Tal como se señaló anteriormente, esta característica no se da exclusivamente en el campo de los trastornos alimentarios sino que se encuentra presente en el campo de investigación sobre el constructo perfeccionismo.
El análisis de los estudios encontrados pone de manifiesto además la falta de acuerdo entre las distintas investigaciones sobre el papel del perfeccionismo adaptativo-desadaptativo en los trastornos alimentarios. La disparidad en los resultados de los estudios revisados en el presente trabajo es congruente con la disparidad hallada en el estudio de estas dimensiones en otros trabajos (Stoeber &
Otto, 2006).
Tal como predice la teoría que postula la existencia de dos dimensiones de perfeccionismo claramente distinguibles y bien delimitadas (Slade & Owens, 1998; Slaney et al., 2001), algunos de los estudios revisados hallaron que tanto la presencia de trastornos alimentarios como sintomatología propia de los mismos en población general, se asocian sólo con la dimensión desadaptat iva del perfeccionismo (Ashby, Kottman, & Schoen, 1998; Dour & Theran, 2011; Pearson & Gleaves, 2006; Soenens et al., 2008). Esto es congruente con estudios realizados sobre estas dimensiones del perfeccionismo y otros cuadros psicopatológicos (para una revisión ver Shafran & Mansell, 2001).
Sin embargo, no todos los artículos encontrados llegaron a estos resultados. Algunos estudios señalan que los trastornos alimentarios se encontrarían asociados no sólo con el aspecto desadaptativo del perfeccionismo, sino también con aspectos positivos o adaptativos del mismo (Bardone-Cone, 2007; Bardone-Cone, 2008; Bastiani, Rao, Weltzin, & Kaye, 1995; Hewitt, Flett, & Ediger, 1995). Estos resultados son coherentes con aquellos estudios que sostienen una visión unidimensional del perfeccionismo, asociando el constructo con la psicopatología (Flett & Hewitt, 2007; Shafran, Cooper, & Fairburn, 2002).
Estos estudios fueron analizados en detalle a los ines de realizar un aporte a la discusión sobre la multidimensionalidad del perfeccionismo al ser estudiado en el campo específico de los trastornos alimentarios.
Uno de los artículos que indica una asociación entre el perfeccionismo adaptativo y los trastornos alimentarios es el de Hewitt, Flett y Ediger (1995). En este trabajo se menciona como parte de los resultados obtenidos que el Perfeccionismo orientado hacia sí mismo se relaciona con síntomas de anorexia nerviosa, mientras que el Perfeccionismo socialmente prescripto se encuentra relacionado con la evitación de la imagen corporal. Sin embargo, al observar con mayor atención los valores asociados a los síntomas de trastorno alimentario y el Perfeccionismo orientado hacia sí mismo (dimensión adaptativa) se detectan correlaciones negativas (-.37 p= 0.0001 y -.23 p= 0.05). Si bien las correlaciones son de baja magnitud, las mismas son estadísticamente significativas, por lo que podrían dar cuenta del valor adaptativo y positivo de esta subescala.
Por otra parte, el estudio de Bardone-Cone (2007) utilizando el mismo instrumento de evaluación (MPS-H) concluye que el Perfeccionismo orientado hacia sí mismo predice gran parte de la varianza de síntomas bulímicos. De todas maneras, es importante destacar que las variables ligadas al perfeccionismo (adaptativo y desadaptativo) fueron introducidas simultáneamente en la ecuación de regresión, no controlando así el efecto individual de cada una de ellas.
A diferencia de Hewitt y colaboradores (1995), Bardone-Cone y colaboradores (2007) en un estudio de revisión, sugieren que algunos reactivos de la subescala de perfeccionismo Orientado hacia sí mismo relejan un componente de autoevaluación negativa, por lo que resultaría más representativo del perfeccionismo desadaptativo más que una vertiente positiva (Bieling, Israeli, & Antony, 2004). Esta discusión acerca de si dicha subescala realmente representa un componente adaptativo del perfeccionismo ha sido destacada en numerosas oportunidades por otros autores (para una revisión ver Stoeber & Otto, 2006, y Owens & Slade, 2008).
Por lo tanto, tal como sugieren Owens y Slade (2008) la subescala de Perfeccionismo orientado hacia sí mismo no representaría una buena medida del aspecto positivo del perfeccionismo y no debería ser incluida para poner a prueba hipótesis que planteen la naturaleza bidimensional del constructo dado que no captura los aspectos esenciales del mismo. En relación con esto, cabe destacar que el instrumento en sí mismo no ha sido diseñado para evaluar estos aspectos del constructo. Asimismo, según la postura teórica de los creadores del instrumento, el perfeccionismo es considerado como un rasgo predominantemente negativo (Flett & Hewitt, 2007). Por otra parte, se ha señalado que el perfeccionismo orientado hacia sí mismo de la MPS-H se solapa con el concepto de "perfeccionismo clínico" postulado por Shafran, Cooper y Fairburn (2002), el cual es considerado por los autores claramente disfuncional y asociado a la psicopatología, incluyendo los trastornos alimentarios (Bardone-Cone, 2007).
Otro de los estudios que hallaron asociaciones entre los aspectos adaptativos del perfeccionismo y los trastornos alimentarios es el de Bardone-Cone y colaboradores (2008). En este caso se testeó un modelo interactivo de perfeccionismo (esta vez evaluado con la MPS-F), autoeficacia (evaluada con la Self-eficacy Scale; Sherer et al. 1982) y preocupaciones por el peso-figura corporal en una muestra de mujeres con síntomas de bulimia nerviosa. Los autores encontraron una asociación entre la preocupación por el peso-figura y la frecuencia de los atracones en el contexto de un perfeccionismo elevado (tanto adaptativo como desadaptativo) y baja autoeficacia. También encontraron en mujeres que presentaban vómitos una asociación entre la frecuencia de los mismos y la preocupación por el peso-figura en el contexto de un perfeccionismo adaptativo elevado y baja autoeficacia. Tanto la dimensión adaptativa de perfeccionismo (Estándares personales) como la dimensión desadaptativa (Preocupación por cometer errores) se asociaron con sintomatología de bulimia nerviosa únicamente al interactuar con bajos niveles de autoeficacia. Tal como describen los autores en el artículo, la baja autoeficacia hace referencia a la percepción de una escasa capacidad para alcanzar los estándares propuestos (Bardone-Cone et al. 2008). El componente autoevaluativo de este concepto se presenta en concordancia con lo que algunos autores han postulado como el aspecto central del perfeccionismo desadaptativo. Slaney y colaboradores (2001), por ejemplo, plantean que la discrepancia entre los elevados estándares personales y la percepción de la capacidad para alcanzarlos es lo que caracterizaría al perfil desadaptativo de perfeccionismo.
En congruencia con esta visión, el estudio mencionado de Bardone y colaboradores (2008) da cuenta de que la asociación deja de ser significativa cuando la combinación es de altos Estándares personales en conjunción con una alta autoeficacia. Para muchos autores es esta combinación la que refleja la verdadera naturaleza positiva del per feccionismo (Lundh, 2004; Lundh, Saboonchi, & Wangby, 2008).
El estudio de Davis (1997) arroja resultados que resultan coherentes con esta postura teórica. En esta investigación se señala que "perfeccionismo normal" solamente se asocia con autoestima corporal cuando los valores de "perfeccionismo neurótico" son bajos.
También en esta misma línea, el estudio de Terry-Short y colaboradores (1995), demuestra que tanto el grupo de pacientes con trastornos alimentarios como el grupo de atletas comparten altos puntajes en lo que los autores llaman perfeccionismo positivo, diferenciándolos significativamente de una muestra de pacientes con depresión y una muestra control no-clínica. Lo que diferencia el perfeccionismo presente en atletas de aquel que presentan los pacientes con trastornos alimentarios es justamente la combinación con valores elevados de perfeccionismo negativo (trastornos alimentarios) en comparación con bajos valores del mismo constructo (atletas).
A partir de todo lo anteriormente mencionado, y en virtud de las diferencias que pueden observarse en los distintos trabajos en función de los instrumentos de evaluación utilizados, se destaca la importancia de utilizar escalas multidimensionales que representen los distintos aspectos del perfeccionismo de forma ortogonal (por ejemplo la PANPS; Terry Short, Owens, Slade, & Dewey, 1995, o la APS-R; Slaney et al. 2001). Otra alternativa podría ser la de controlar las subescalas que tienden a asociarse con variables psicopatológicas (por ejemplo, Perfeccionismo socialmente prescripto) cuando se intenta examinar la relación entre la dimensión adaptativa del perfeccionismo y los trastornos alimentarios .
La investigación sobre estas dimensiones del perfeccionismo en los trastornos alimentarios y la discusión que gira en torno a las mismas, se muestra como un fiel reflejo del campo de investigación y discusión teórica sobre los aspectos positivos y negativos del perfeccionismo en términos generales. Se destaca la necesidad de continuar estudiando ambas dimensiones del perfeccionismo en general y en el campo particular de los trastornos alimentarios.

Estudios sobre perfeccionismo adaptativo y desadaptativo en trastornos alimentarios

1 Para la descripción de los resultados se tuvieron en cuenta únicamente aquellos instrumentos utilizados por los diferentes estudios para evaluar perfeccionismo adaptativo y desadaptativo.

Referencias

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Fecha de recepción: 22 de marzo de 2011
Fecha de aceptación: 17 de agosto de 2011

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