SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.18Versiones del padre, semblante y ex-sistenciaTiempos institucionales y efectos del psicoanálisis en la clínica con niños índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.18  Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2011

 

PSICOANALISIS

 

Una contribución sobre Psicoanálisis y Medicina de Jacques Lacan

A contribution on Psychoanalysis and Medicine by Jacques Lacan

 

González, José Luis1

1Licenciado en Psicología. Docente en las materias Psicopatología I y Clínica de las Toxicomanías y el Alcoholismo, Facultad de Psicología, UBA. E-mail: jlgonzalez@fibertel.com.ar

 


Resumen
El presente trabajo es parte de un proyecto mayor de investigación sobre los aportes de la enseñanza de J. Lacan al tema toxicomanías. La contribución refiere a Medicina y Psicoanálisis de 1966. Se desarrolla la forma en que autor caracteriza la vida contemporánea marcada por lo que llama la universalización y el papel de la ciencia y las leyes del mercado en este proceso. La toxicomanía ya no puede ser tratada como un asunto policial sino como otro modo de goce que muestra el exceso causado por el desarrollo de la ciencia. Esto impone al médico tomar una posición ética e incluir en su práctica categorías del psicoanálisis como demanda y deseo y la concepción del cuerpo como cuerpo de goce.

Palabras clave:
Psicoanálisis; Medicina; Toxicomanía; Ciencia; Goce

Abstract
The present work is part of a bigger investigation project about the contributions of J. Lacan's Teaching on drug abuse subject. The contribution refers to Medicine and Psychoanalysis, 1966. It develops the way that the author characterizes the contemporary life marked by what he calls the universalization and the role of science and market's laws in this process. The drug abuse can not be treated as a police subject any more, but as another way of jouissance that shows the excess caused by the scientific development. This imposes the doctor to take an ethical position and also to include in his practice categories from the psychoanalysis such as demand and desire and the conception of the body, as body of jouissance.

Key words:
Psychoanalysis; Medicine; Drug Abuse; Science; Jouissance


 

Introducción
Este trabajo forma parte de la investigación en el Proyecto UBACyT (P 401) sobre la importancia de los aportes de la enseñanza de J. Lacan a las toxicomanías. No son muchas las referencias del autor sobre el tema. Psicoanálisis y Medicina1, sobre la que trata esta contribución, adquiere una gran relevancia por varias cuestiones.
Entre ellas se destaca su capacidad de anticipación2 a lo que será la magnitud del problema que hoy se considera entre los síntomas más paradigmáticos de la vida contemporánea3, tanto desde el punto de vista social, cuanto de los desafíos que impone a la clínica. Por consiguiente, implica al quehacer del psicoanalista, a otras prácticas como la medicina en general y la psiquiatría en particular y, asimismo, a diversos campos del saber científico que han producido desarrollos significativos sobre las toxicomanías como la sociología, la antropología y otros.
Se subraya esencialmente el papel de la ciencia y sus productos tecnológicos y la manera que fueron transformándose los lugares y sus implicancias, para destacar con este trabajo el del médico.
En el mismo orden, debe señalarse la vigencia también de lo que expone Lacan en La ciencia y la verdad4 , unos meses antes, sobre cuyo fondo debe leerse Psicoanálisis y Medicina, para articular el sentido de lo que considera en el marco de los efectos de la ciencia, lo que él llama ciertas "apuestas". Es así como Lacan introduce la cita sobre las toxicomanías. Casi a guisa de ejemplo de los efectos que han subvertido el lugar tradicional del médico y la articulación del psicoanálisis como práctica, también como un anticipo que reconoce propio de Freud.
Para una apreciación más ajustada de este aporte de Lacan, se ha incluido en primer lugar la cita textual y a continuación una contextualización del escrito en su conjunto. Asimismo, una sucinta puntuación del mismo a fin de articular la inserción de la referencia a las toxicomanías. En el apartado 4 -Desarrollo- la elaboración que forma parte de la investigación y finalmente una enumeración de las principales conclusiones.

1. Cita
Materialicémoslo bajo la forma de los diversos productos que van desde los tranquilizantes hasta los alucinógenos. Esto complica singularmente el problema de lo que hasta ahora se ha calificado, de modo puramente policial, como toxicomanía. Si un día estuviésemos en posesión de un producto que nos permita recoger información sobre el mundo exterior, no veo cómo una contención policial podría ejercerse.
Pero igual será la posición del médico para deinir estos efectos a los cuales hasta aquí mostró una audacia alimentada sobre todo de pretextos pues, desde el punto de vista del goce, qué es un uso ordenado de lo que se llama, más o menos adecuadamente tóxicos, qué puede tener de reprensible, a menos de que el médico no entre francamente en lo que es la segunda dimensión característica de su presencia en el mundo, a saber, la dimensión ética. Estos comentarios que pueden parecer banales, tienen de todos modos el interés de demostrar que la dimensión ética es aquélla que se experimenta en la dirección del goce. (Pág. 93)

2. Contexto del escrito
Psicoanálisis y Medicina es una conferencia que dicta el 16 de febrero de 1966, en una mesa redonda con el mismo título, realizada en el Colegio de Medicina, en la Salpêtrière. En la fecha, se encuentra dictando su Seminario 13, La relación de objeto; la citada conferencia tiene lugar entre las clases octava y novena.
La primera clase de este seminario fue pronunciada el 1ro. de diciembre de 1965, luego convertida en el escrito citado más arriba bajo el título La Ciencia y la Verdad.
Psicoanálisis y Medicina coincide con el año de publicación de los Escritos y atendiendo a que en el mismo cita las obras de M. Foucault, El nacimiento de la clínica y alude a Historia de la locura... cabe señalar que en 1966, este autor publica Las palabras y las cosas.
Se considera parte del contexto las aserciones sobre la ciencia, la universalización que introduce en los lazos y la cuestión del mercado común y la segregación, que Lacan establece en la Proposición del 9 de Octubre de 19675 , entendiéndose en muy íntima relación con este trabajo.

3. Inserción de la cita en el texto
Comienza por destacar que tratará, lo que no ha hecho con anterioridad en su enseñanza: abordar el lugar del psicoanálisis en la medicina, que considera en ese momento marginal debido al lugar que le asigna la medicina y extraterritorial como producto de la posición -que no comparte- de los analistas de la época.
Luego hace referencia al tipo de aceleración que vivimos (Pág. 87) y a la parte que le toca a la ciencia en la vida común.
Se refiere entonces al médico y nuevamente el rapidísimo cambio produciéndose en su función y su personaje. Dice que durante mucho tiempo esta función, este personaje, han permanecido constantes. Agrega que la medicina siempre tuvo un acompañamiento doctrinario, lo cual asimila a una suerte de filosofía y que aún cuando haya incorporado adquisiciones científicas, siempre fue un proceso con gran retardo.
Así, destaca en la historia de la medicina el prestigio y autoridad del médico. Cita los franqueamientos que van lle
vando a la medicina desde el plano de lo sagrado al de la ciencia, señalando que entra en...su fase científica en tanto surgió un mundo que, en lo sucesivo, exige los condicionamientos necesarios en la vida de todos en la medida que la presencia de la ciencia incluye a todos en sus efectos.
Continúa: Las funciones del organismo humano siempre fueron objeto de una puesta a prueba de acuerdo con el contexto social, para agregar más adelante: En la medida en que las exigencias sociales condicionadas por la aparición de un hombre que sirve a las condiciones del mundo científico, dotado de nuevos poderes de investigación y búsqueda, el médico se encuentra enfrentado con problemas nuevos....ya no tiene (el médico) nada de privilegiado en la jerarquía de ese equipo de científicos diversamente especializados en las diferentes ramas científicas. Hace referencia a cómo desde el exterior de su función, sobre todo desde la organización industrial se le imponen los medios, pero también las preguntas que orientan y perfilan la versión contemporánea de su función, determinada por el avance de la ciencia y la técnica, a distancia de su posición tradicional.
Dice entonces: El médico es requerido en la función de científico fisiologista, pero sufre también otros llamados: el mundo científico vuelca entre sus manos....lo que puede producir como agentes terapéuticos nuevos...que lo coloca a disposición del público, y le pide al médico, cual si fuere un distribuidor, que los ponga a prueba.
Introduce una gran pregunta que hace intersección de la práctica médica con el psicoanálisis: ¿dónde está el límite en que el médico debe actuar y a qué debe responder? Y responde: A algo que se llama la demanda.
Luego de explicar en que medida el desarrollo científico inaugura nuevos derechos del hombre, como el derecho a la salud, coloca al médico como aquél que la ciencia ubica en posición de responder a las exigencias de los nuevos beneicios, advierte sobre la forma en que se dibuja para el médico la dimensión que llama demanda. Y un poco más allá aún, afirma que la supervivencia de la posición propiamente médica está en el registro del modo de respuesta a la demanda.
Más adelante (Pág. 91) demuestra, por así decir, la vigencia del concepto de demanda por él acuñado y la falla que existe entre ésta y el deseo6 con dichos de sencilla comprensión, en el sentido que lo que se pide no es idéntico, sino eventualmente diametralmente opuesto a lo que se desea, por demás ilustrado en el enfermo que pide al médico quitarle su enfermedad, cuando en realidad es su deseo conservar la condición de enfermo.
A continuación introduce la cuestión del cuerpo, para señalar (más allá de su desarrollo sobre lo que denomina falla epistemosomática) que este no se caracteriza solo por la dimensión de su extensión, no se trata entonces del cuerpo en su dimensión puramente biológica, sino que el cuerpo está hecho para gozar, gozar de sí mismo. (Pág. 92), aclarando que lo que llamó dimensión epistemosomática no es la que concierne a su concepto de goce. Afirma entonces que la ciencia puede saber qué puede, pero no puede saber qué quiere.
Al formular esta afirmación hace referencia a una de las cuestiones medulares de la enseñanza de Lacan, establecida básicamente en La ciencia y la verdad: la ciencia engendra un sujeto que forcluye por estructura y éste es el sujeto del inconsciente, el sujeto dividido al que hace lugar el psicoanálisis.
Prosigue con la aceleración de la ciencia y la medida en que supera sus propias previsiones. Agrega que no se puede prejuzgar sobre los desarrollos contemporáneos que ponen en evidencia la prolongación de la voz y la mirada, todo ello atribuible a imperativo desarrollo de la ciencia como marca de la época, pero se pregunta en qué concierne todo esto... a lo que existe, a saber, a nuestros cuerpos...Y dice: Voces, miradas que se pasean, se trata verdaderamente de algo que sale de nuestros cuerpos, pero son curiosas prolongaciones que en un primer aspecto, incluso en un segundo o en un tercero, solo tienen poca relación con lo que yo llamo la dimensión del goce. Así llega a la cita, pues alude a que a la ciencia, hay que ubicarla como polo opuesto, pues está produciendo efectos que no dejan de implicar apuestas. Y así dice "Materialicémoslo bajo la forma de los diversos productos que van de los tranquilizantes a los alucinógenos...." (Sigue la cita objeto de este trabajo).
Luego propone tomar dos puntos de referencia: primero la demanda del enfermo, segundo el goce del cuerpo. Ambos coninan, dice, a la dimensión ética y consecuentemente afirma que en ese punto interviene lo que llama la teoría psicoanalítica, que llega a tiempo y no por casualidad, en el momento de la entrada en juego de la ciencia, con ese ligero avance siempre característico de las invenciones de Freud. Y citando la anticipación de Freud al fascismo 30 años antes, inventó, dice, lo que debía responder a la subversión de la posición del médico por el ascenso de la ciencia, a saber, el psicoanálisis como praxis. (Cf. Pág. 94)

4. Desarrollo
Con la aceleración en que vivimos; la parte que le toca a la ciencia en la vida en común, la presencia de la ciencia incluye a todos en sus efectos, resulta evidente como Lacan caracteriza la vida contemporánea, adelantándose a lo que formulará desde el Seminario 167 en adelante, especialmente en el 178 y en la Conferencia de Milán9 en la que refiere al discurso capitalista, como discurso del amo modificado.
Es decir, en los términos de 1966, adelanta la naturaleza discursiva de la ciencia, en el sentido que engendra una modalidad particular de lazo y consecuentemente de dominación. Esto incluye el entroncamiento con la estructura del mercado capitalista, su expansión y el empuje que surge de tal articulación a lo que Lacan llamara universalización y hoy se denomina globalización. Dice Eric Laurent: En los años sesenta, siguiendo a Kojève Lacan estigmatiza el ascenso de un nuevo significante amo: el mercado común...Ya no estamos en la época de los mercados comunes, estamos en la de la globalización. En lugar de la creencia en el porvenir de los mercados comunes, reina la incertidumbre del mercado global. 10
Es importante subrayar que los postulados -anticipados- de Lacan sobre las determinaciones de la época en el marco del psicoanálisis, se articulan con otros campos del saber. Así, resultan congruentes con algunos de los desarrollos de la sociología, la antropología y otras disciplinas, cuando se abocan a la posmodernidad y en general a la influencia de la estructura de la vida contemporánea sobre la subjetividad. Tal el caso por ejemplo de la serie de estudios sociológicos de S. Bauman11sobre lo que llamó la modernidad líquida, el amor y el miedo líquidos y otros. También U. Beck12desde otra postura teórica, quien estudia lo que llama la sociedad del riesgo, tomando como paradigma una explosión atómica. En el mismo sentido el arquitecto P. Virilio13, por ejemplo en su texto Ciudad Pánico y Marc Augé14, antropólogo, en Los no lugares; En el mismo orden, se destaca la obra ya clásica sobre la posmodernidad de uno de sus teóricos más notables, G. Lipovetsky15.
Con las variantes teóricas que le son propias, las investigaciones de estos autores son congruentes con las nociones de estructura discursiva de la ciencia, con su articulación con las leyes del mercado capitalista, con el empuje a la satisfacción pulsional, con la cultura del exceso, del individualismo de cuño cínico a que es empujado el sujeto reducido a la posición de consumidor a su vez consumido. Todo ello, ya en el marco del psicoanálisis, como producto del imperio del objeto como correlato de la pulverización de las identificaciones, conceptos éstos, citados más adelante.
En el artículo de 1966, Lacan va al corazón de los determinantes de la época desde la función prínceps del médico, en tanto no es un personaje cualquiera. Por el contrario, como se desprende incluso desde el común sentido, semblantiza la ciencia en la vida contemporánea.
En la vida común, es un personaje que está a la mano, a quien pedirle, en nombre de derechos ya consagrados (como el derecho a la salud) que ponga a disposición los productos de la ciencia.
Como se desprende del artículo, esto ha subvertido la función y el personaje del médico, tan estables durante mucho tiempo. La ciencia es la que lo introduce en la encrucijada de responder y el modo de responder es la cuestión que se cierne en torno a la nueva demanda.
Ahora bien, ¿cómo se articulan las características de laépoca (de la aceleración, la producción de objetos tecnocientíficos, etc.) con las toxicomanías?
Entre todo lo que se produce, entre todos los objetos que pueden estar a la mano y por consiguiente le pueden ser demandados al médico, se puede apreciar una gama inconmensurable, entre los que se encuentran los mas o menos llamados tóxicos.
Pero se trata del difundido tema de la prescripción de medicamentos, con varias aristas, siendo digno de destacar en este contexto el doble valor ínsito en el término farmakón, y es que coexiste su envés: remedio y veneno. Al respecto, dice E. Laurent: Es seguro que para Freud, como para nosotros, el medicamento se presentó de manera inseparable de su envés, la sustancia tóxica...Farmakón designa en el mismo término el remedio y el mal... El medicamento siempre es susceptible de bascular hacia el veneno. Por el hábito y la necesidad de lo nuevo, hace aparecer una suerte de automaton natural de la repetición en el organismo.16
La apuesta, si acaso ciega de la ciencia, incluye desde lo que puede ser una sustancia tranquilizante, hasta una de carácter alucinógeno. Como pueden participar entonces de la bolsa de gadgets, estas sustancias interpelan al médico (no solamente) en tanto recae sobre él, la demanda de provisión. Es por eso que su función puede confinar, emular, al dealer. En este caso, legitimado bajo el guardapolvo blanco del "científico" que prescribe.
Cabe agregar que no sólo interpelan, también fascinan al propio médico. En su condición de gadget el psicofármaco en particular no libra al médico de la fascinación por prescribir. Las investigaciones al respecto lo certifican17, en tanto síntoma contemporáneo también, la enorme difusión global del acto de recetar en casi todas las especialidades médicas. Sobre el tema, S. Baudini afirma: El medicamento es un producto de la ciencia. un gadget, de allí su relación estrecha con el consumo y la novedad. Es un producto regido por las leyes del mercado. El gadget define una sociopatología de lo funcional; y se deine por "el es para" y no por "está hecho con". El gadget funciona, es artificioso, nos brinda el placer de conocer un reflejo del mundo técnico. A continuación cita a A. Moles en su texto El kitsch (1973) editado por Paidós: Es seductor (el gadget) por su artificio y por...la posibilidad de completar una buena forma...Surge como una enfermedad de la funcionalidad". La autora dice luego: En esto reside la fascinación por estos productos, que en nuestro campo se conocen como psicofármacos.18
Por donde se lo aborde, resalta la encrucijada ética, como sostén de una nueva concepción del acto médico, que es empujado, si se quiere, a la degradación de un puro acto técnico. Si no se plantea las nuevas coordenadas impuestas por el desarrollo del discurso científico, se borra la naturaleza del acto médico, para adquirir igual status que producir un chip o instalar un programa antivirus para un computador personal.
Desde luego, el deslinde entre uno y otro contexto se produce, en términos de Lacan en su escrito, en la medida en que se incluya en primer lugar el concepto de demanda y su desarreglo, su falla esencial respecto del deseo. Comentando el mismo artículo, M. Morao dice: Lacan interpreta la posición ética del médico a nivel de la respuesta a la demanda del enfermo; la respuesta ética es aquella que está advertida de la falla que se sitúa entre la demanda y el deseo. Lo que orienta la respuesta es la falla, uno de los nombres de lo imposible, que posibilita constituir un horizonte para el deseo.19
Esto importa suponer un sujeto y, en definitiva, que es un sujeto el que enferma y no el mero cuerpo (biológico) de la persona.
Lo precedente es solidario de hacer lugar al hallazgo freudiano: cuerpo no es pura extensión en el sentido cartesiano, sino que hay un cuerpo libidinal afectado, marcado por el lenguaje. Como Lacan insiste, cuerpo de goce...sustancia viva hecha para gozar, allí dirá gozar de sí mismo.
En este marco es obvio que la subversión en los antiguos esquemas por la dominación ejercida por la ciencia como campo de un nuevo lazo, hace imposible pensar la toxicomanía como mero problema policial. Ya no se trata más de sustancias que convenciones internacionales y correlatos de leyes nacionales de los Estados, declaran ilegales.
Lo policial entonces queda del otro lado de cómo puede concebirse la cuestión en el pensamiento de Lacan. Sobre este aspecto, son bien ilustrativos los contenidos de, por ejemplo, la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, vigente en el momento de la referencia en el horizonte del derecho internacional. Luego le sucederá la Convención sobre Psicotrópicos de 1971 y más acá, la Convención de la Naciones Unidas contra Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988.
En todas ellas se hace referencia de un modo u otro a la salud física y moral, a que la toxicomanía constituye un mal grave para el individuo y un peligro social y económico, como así que el uso médico continuará siendo indispensable y por lo tanto debe legislarse en materia de uso indebido. Asimismo, indican orientarse por los postulados de la ciencia en esta materia. Estos instrumentos internacionales citados20 promueven la sanción de leyes nacionales de los Estados en concordancia con ellos. En la República Argentina, la primera ley penal especial, la N° 20.771, fue sancionada en 1974; fue sustituida por similar instrumento en 1989, la N° 23.737 y luego en 2004, la N° 26.052. Los supuestos teóricos e ideológicos sobre la toxicomanía en los textos legales son de particular interés y bien ameritan una investigación ad-hoc.
Con la posición de Lacan sobre este punto, se produce quizás la innovación más relevante del saber constituido hasta la época sobre las toxicomanías: la colocación de las sustancias y la emergencia misma de la toxicomanía como producto de la ciencia. No se encuentra antecedente de esta articulación y en tal sentido, el campo mismo de las toxicomanías y de la praxis médica, se han visto sacudidos en sus propias bases.
Comentando esta misma referencia de Lacan, en 1996, F. H. Freda, invitado al Curso de Jacques-Alain Miller (que en la ocasión dicta junto con Eric Laurent) decía: La función y el nuevo estatuto de estas sustancias hace que se haya modificado la noción de toxicomanía: el carácter policial se transforma en orientación epistemosomática y redefine la noción de la droga como producto de la ciencia. Las medidas tomadas actualmente por las autoridades sanitarias (se refiere a Francia) en materia de sustitución confirman con 30 años de distancia, las palabras de Lacan.21
Lo anterior permite interpretar que hasta el momento de acuñarse esta articulación, era posible mantener una cierta inocencia, si se quiere, una tierna belle indiference interna a la ciencia. Como emulando el modo de interpretar paranoico22, la toxicomanía se consideraba un hecho producto de una irrupción exterior, de la presencia de los tóxicos y determinada por su circulación y acceso23. Se trataba de las sustancias objeto de persecución policial. El corte que opera la ciencia, poniendo a la mano de todos, todo tipo de sustancias, coloca la producción y administración de sustancias en el corazón mismo del nuevo lazo instalado por aquélla y su desarrollo. El movimiento parecería dibujar una banda de Moebius en el sentido de la continuidad exterior-interior.
Pero entonces, como lazo importa dominación, es presión, fuerza, empuje, habrá de destacarse lo propio de la ciencia: desconoce no solo el cuerpo de goce y el deseo, cuyo sujeto en nombre de la "objetividad" forcluye, sino que la verdad tiene otro estatuto, tal como lo remarca Lacan en la ciencia y la verdad. En su posición, el propio discurso científico avanza y deja las consecuencias del acto para otros24.
Se debe destacar que no hace lugar al límite (a menos que introduzca el goce y la implicación ética) por cuanto, el exceso queda habilitado de suyo. Se deduce claramente, los objetos de las tecnociencias son capaces de prolon
gar...los objetos de goce, inscrito esto en dicho campo, es decir, en los avatares de la relación pulsión-cuerpo por acción del lenguaje: la pulsión no piensa, sólo busca satisfacerse.
Ha menester ubicar esto en una época donde los referentes a la común medida, a la regulación, la localización, en fin lo que se desprende de la función del Ideal se volvieron heteróclitos, inconsistentes, fugaces -consecuencia de la pluralización del Nombre del Padre y sus derivaciones. Es la habilitación al exceso que impone el empuje a gozar en tanto el ascenso al cenit social de del objeto a25. Sobre esto, destaca F. Naparstek: Lo que antes era algo limitado en el tiempo y espacio ahora se extiendió a todo. Esto es consecuencia de la llamada caída de los ideales y de la autoridad. Vivimos un empuje a la satisfacción total por el consumo, a una especie de fiesta permanente -llámese fiestas raves o fiestas de los dj's, etc.- donde no habría límite, donde no habría renuncia, donde Impossible is Nothing (como dice la publicidad). 26
Resulta entonces muy claro por qué se puede afirmar que la toxicomanía es paradigmática de la época; la metaforiza. En efecto, el mercado-ciencia empuja a un "para todos el consumo", ideal absolutamente realizable porque la boca de provisión del campo de la tecnociencia, no cesa de producir uno y otro soporte para tal consumo. Parafraseando a Lacan, desde tranquilizantes hasta los alucinógenos... y toda otra cosa, no importa si es lo peor 27 a fin de hacer lugar al recorrido "satisfactorio" del consumo.
En esta dirección, F. H. Freda afirma: Lacan pone el acento sobre "la droga" y no sobre el toxicómano. El la definió en dos oportunidades; en una de ellas (se refiere a la referencia objeto de este trabajo) como producto del progreso de la ciencia, lo que nos permitió a Bernard Lecoeur y a mi mismo avanzar sobre una proposición: "las nuevas formas del síntoma", que incluyen, entre sus formas, a las toxicomanías. Y agrega: Si la ciencia puede definirse de manera resumida como el trabajo de los simbólico sobre lo real, no hay que olvidar nunca "su resto", cuya significación permanece opaca, oscura, y que deviene el punto de anclaje de la eclosión de un goce por donde algunos sujetos, por la vía de sus síntomas, cuestionan los saberes. 28
En el marco de lo precedente, queda entonces el médico, como se dijo, en tanto semblante de lo científico, pero portando un lugar de encuentro con el "enfermo". Por lo tanto, un llamado a la disyuntiva entre el acto médico o, lisa y llanamente, el acto meramente técnico de proveedor. La primera opción le impone plantearse la ética que orienta los conceptos de goce y demanda.
Como bien lo recuerda Lacan a renglón seguido de la cita, el psicoanálisis, como previendo la encerrona de la ciencia, abrió un puente al hombre, inaugurando la posibilidad de alojar al sujeto expulsado del dominio científico con todas sus consecuencias: el sujeto, pero también el cuerpo -cuerpo de goce- como sede de vida.
Por lo aquí expuesto se puede afirmar que en el psicoanálisis se encuentra una respuesta única que le confiere su originalidad y también su potencia. No obstante, y en atención a las manifestaciones subjetivas de la época, no excusa al practicante de una posición de suma humildad. Contar con un edificio teórico articulado y poderoso de lectura e interpretación de la época y de los avatares de la subjetividad, no exime de tener en cuenta que un correlato de lo descripto es el rechazo mismo del inconsciente. En efecto, los modos de goce que favorece la época están en cruz con lo héteros que anima la praxis analítica.

5. Conclusiones
El desarrollo de la ciencia inventa una forma de dominación (lazo) en tanto campo discursivo.
La función y el personaje del médico sufren como nunca en la historia una subversión, producto del aquél imperativo.
La ciencia en su entroncamiento con las leyes de mercado capitalista contribuye la producción sin límites de modos de gozar también inéditos.
Si ha subvertido la práctica médica, en la misma medida ha hecho de la toxicomanía su paradigma en tanto ésta queda determinada y subordinada al desarrollo de la ciencia, desplazando la lectura policial del asunto.
Por la naturaleza de la ciencia en su entroncamiento con el mercado se establece un doble circuito que refuerza el empuje al exceso: el exceso (dominancia el objeto a) lleva a la toxicomanía concebida como sin freno, sin contabilidad y éste exceso a su vez, realimenta y demanda la reinvención constante de nuevos prácticas de goce toxicómano.
El sentido y estructura del acto médico está jugado en la medida en que incluya al goce en su marco y por lo tanto sustente su carácter ético.
El psicoanálisis, con su tradición de anticipación, constituye un campo de respuesta privilegiada al sufrimiento subjetivo por la posibilidad de concebir el uso de tóxicos como un real de la época y ofrecer una orientación, que a diferencia de otros campos de la clínica, incluye el cuerpo de goce y por consiguiente las implicancias éticas derivadas, como por ejemplo la posición del analista ante la abstinencia, la operación localizadora de goce a través de balizamiento significante, entre otras.

1 Lacan, J. (1985) Psicoanálisis y Medicina. Intervenciones y Textos. Buenos Aires: Manantial.

2 Del mismo modo que Lacan destacara la anticipación de Freud, por ejemplo con su Psicología de las masas, a lo que sería el fenómeno del nazismo, debe subrayarse que, aún cuando lo que dice en el texto que se analiza transcurre en 1966 -y aún más, varios de los conceptos que utiliza tendrán a posteriori reformulaciones a lo largo de su obra- no puede pasarse por alto la medida de la vigencia de sus ideas.

3 Lacan, J. (1992). El poder de los imposibles. El Seminario. Libro 17. El reverso de del Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

4 Lacan, J. (1993). La ciencia y la verdad. En Escritos 2. (pp. 834-866). México: Siglo XXI.

5 Lacan, J. (1991) Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanálisis de la Escuela. En VV. AA (1991). Momentos cruciales de la experiencia analítica, Buenos Aires: Manantial.

6 Tal como en detalle vuelca en la Dirección del cura y los principios de su poder, en el Seminario 5 Las formaciones del inconsciente (ambos de 1958) y en el escrito Subversión del Sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano (1960).

7 Lacan, J. (2008). El Seminario. Libro 16. De un Otro al otro. Buenos Aires: Paidós.

8 Lacan, J. (1992). El Seminario. Libro 17. El reverso del Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós

9 Lacan, J (1972). Conferencia de Milán; disertación pública de Lacan en la Universidad de Milán, el 12 de mayo de 1972; inédita en español.

10 Laurent, E. (2001). La sociedad del síntoma. Revista Lacaniana de Psicoanálisis, 2, 105-113

11 Cf. Bauman (2006) Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica y miedo líquido. la sociedad contemporánea y sus temores (2007). Buenos Aires: Paidós.

12 Cf. Beck, U. (2006). La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona: Paidós.

13 Cf. Virilio, P. (2006). Ciudad Pánico. El afuera comienza aquí. Buenos Aires: Libros del Zorzal.

14 Cf. Auge, M. (2006). Los no lugares. Espacios del anonimato. Barcelona: Gedisa.

15 Cf. Lipovetsky, G. (1994). La era del vacío. Ensayo sobre el individualismo contemporáneo. Barcelona: Anagrama.

16 Laurent, E. (2004). ¿Cómo tragarse la píldora? Ciudades analíticas. Buenos Aires: Tres Haches.

17 Cf. SEDRONAR (2007). La medicalización de la vida cotidiana. El consumo indebido de medicamentos psicotrópicos en adultos.

18 Baudini, S. (2001). ¿Qué medicar? En VV.AA. (2001) IX Jornadas Anuales de la EOL. Usos Actuales de la clínica. Buenos Aires: Paidós.

19 Morao, M. (2001). Dar lugar al síntoma. En VV. AA. (2001) IX Jornadas Anuales de la EOL. Usos Actuales de la clínica. Buenos Aires: Paidós.

20 Cf. Naciones Unidas: Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes; Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas (1971); Convención de la Naciones Unidas contra Tráico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas (1988).

21 Cf. Miller, J-A (2005a). El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires: Paidós. Pág. 306.

22 Que supone una posición de inocencia, arrojando la culpa sobre el Otro. CF. Soler, C. (1991). Inocencia paranoica e indignidad melancólica. Estudios sobre las Psicosis. Buenos Aires: Manantial.

23 Así se acuñó la siempre plástica noción de "Narcotráfico" y de la droga como "flagelo".

24 Por ejemplo, para los comités de ética. Cf. Miller, J-A (2005a). Op. Cit.

25 CF. Miller, J-A. (2005b) Una fantasía. Revista Lacaniana de Psicoanálisis, 3, 9-19.

26 Naparstek, F. (2009): Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo II . Buenos Aires: Grama.

27 La Pasta Base de Cocaína y su deshecho conocido como "Paco", por ejemplo.

28 Freda, F. (2009). Entre la satisfacción y el goce: la droga. Pharmakon, 11, 95-98.

Referencias Bibliográficas

1- Auge, M. (2006) Los no lugares. Espacios del anonimato. Barcelona: Gedisa.         [ Links ]

2- Baudini, S. (2001). ¿Qué medicar? En VV.AA. (2001). IX Jornadas Anuales de la EOL. Usos Actuales de la clínica. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

3- Bauman, Z. (2006). Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

4- Bauman, Z. (2007). Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

5- Beck, U. (2006). La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad. Barcelona: Paidós.         [ Links ]

6- Clavreul, J. (1983). El orden médico. Barcelona: Argot.         [ Links ]

7- Lacan, J (1972). Conferencia de Milán; disertación pública de Lacan en la Universidad de Milán, inédita en español.         [ Links ]

8- Lacan, J. (1985). Psicoanálisis y Medicina. Intervenciones y Textos. Buenos Aires: Manantial.         [ Links ]

9- Lacan, J. (1988a). Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano. Escritos 2. Buenos Aires: Siglo XXI.         [ Links ]

10- Lacan, J. (1988b). La dirección de la cura y los principios de su poder. Escritos 2. Buenos Aires: Siglo XXI.         [ Links ]

11- Lacan, J. (1991) Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanálisis de la Escuela. En VV. AA (1991). Momentos cruciales de la experiencia analítica. Buenos Aires: Manantial.         [ Links ]

12- Lacan, J. (1992). El poder de los imposibles. El Seminario. Libro 17. El reverso del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

13- Lacan, J. (1993). La ciencia y la verdad. Escritos 2. (pp. 834-866). México: Siglo XXI.         [ Links ]

14- Lacan, J. (2003). El Seminario. Libro 5. Las formaciones del inconsciente. Buenos Aires: Paidós.

15- Lacan, J. (2008). El Seminario. Libro 16. De un Otro al otro. Buenos Aires: Paidós.

16- Laurent, E. (2004a). La sociedad del síntoma. Revista Lacaniana de Psicoanálisis, 2, 105-113.         [ Links ]

17- Laurent, E. (2004b). Ciudades Analíticas. Buenos Aires: Tres Haches.         [ Links ]

18- Lipovetsky, G. (1994). La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Barcelona: Anagrama.         [ Links ]

19- Miller, J-A. (2004). La experiencia de lo real en al cura psicoanalítica. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

20- Miller, J-A. (2005a). El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

21- Miller, J-A. (2005b) Una fantasía. Revista Lacaniana de Psicoanálisis, 3, 9-19.         [ Links ]

22- Morao, M. (2001). Dar lugar al síntoma. En VV.AA. (2001). IX Jornadas Anuales de la EOL. Usos Actuales de la clínica. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

23- Naciones Unidas. Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes. Nueva York, 1961.         [ Links ]

24- Naciones Unidas. Convenio sobre Sustancias psicotrópicas de 1971. Viena, 1971.         [ Links ]

25- Naciones Unidas. Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas. Viena, 1988.         [ Links ]

26- Naparstek, F. (2009). La era de la fiesta permanente. Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo II . Buenos Aires: Grama.         [ Links ]

27- Republica Argentina (1974). Ley 20.771. Buenos Aires: Boletín Oficial.         [ Links ]

28- Republica Argentina. (1989). Ley 23.737. Buenos Aires: Boletín Oficial.         [ Links ]

29- Republica Argentina. (2005). Ley 26.052. Buenos Aires: Boletín Oficial.         [ Links ]

30- Schejtman, F. (2003). Capitalismo y fundamentalismo. En VV.AA. (2003). El psicoanálisis aplicado a las toxicomanías. Buenos Aires: TyA.         [ Links ]

31- Secretaria de Programacion para la Prevención de la drogadicción y la lucha contra el narcotrafico.(2007). La medicalización de la vida cotidiana. El consumo indebido de medicamentos psicotrópicos en adultos. Buenos Aires: SEDRONAR.         [ Links ]

32- Soler, C. (1991). Inocencia paranoica e indignidad melancólica. Estudios sobre las Psicosis. Buenos Aires: Manantial.         [ Links ]

33- Virilio, P. (2007) Ciudad pánico. El afuera comienza aquí. Buenos Aires: Libros del Zorzal.         [ Links ]

Fecha de recepción: 30 de marzo de 2011
Fecha de aceptación: 22 de agosto de 2011

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons