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Anuario de investigaciones

versão On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.19 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jun. 2012

 

PSICOLOGÍA SOCIAL, POLITICA Y COMUNITARIA

Bienestar, clima emocional, percepción de problemas sociales y confianza

Well-being, emotional climate, social problems perception and trust

 

Zubieta, Elena M.1; Muratori, Marcela2; Mele, Silvia3

1 Licenciada en Sociología, UBA. Doctora en Psicología, Universidad del País Vasco, España. Profesora Adjunta Regular, Facultad de Psicología, UBA. Investigadora Adjunta, CONICET. E-mail: ezubieta@psi.uba.ar

2 Licenciada en Psicología. Docente, Facultad de Psicología, UBA. Becaria Doctoral CONICET. E-mail: marcelamuratori@hotmail.com

3 Técnica Principal, CONICET. E-mail: smele@speedy.com.ar

 


Resumen
Desde una perspectiva psicosocial, el estudio del bienestar y de las emociones experimentadas en un determinado contexto social permiten integrar en el análisis elementos que obstruyen o facilitan la relación que las personas mantienen con su entorno.
En este marco, se realizó un estudio empírico con el objetivo de poner en relación el bienestar psicológico y social con el clima emocional, la percepción de problemas sociales y la confianza institucional. La muestra es intencional, compuesta por 947 sujetos de varias ciudades de Argentina. Se observan buenos niveles de bienestar psicológico y social, una percepción de clima emocional negativo, de baja confianza institucional y de alta percepción de problemas sociales. Las mujeres muestran un bienestar más relacional y de más alto contexto que los hombres. El incremento en la edad se asocia a la vivencia de mayor autonomía y de mayor sensación de control, aunque también a una mirada más cínica del mundo.

Palabras clave:
Bienestar; Clima emocional; Problemas sociales; Confianza

Abstract
From a psycho-sociological perspective, well-being and culture framed emotional experiences study allow the integration of elements which obstacle or facilitate the relationships people maintain with social environment.
In this frame, an empirical study was carried out in order to explore the relationship between psychological and social well-being with emotional climate, social problem's perception and institutional trust. A convenience sample was used composed by 947 participants from different argentines cities. Accurate levels of psychological and social well being are observed, but also high levels of a negative emotional climate, social problem's perception and institutional distrust. Females show a more relational and high context well-being in comparison with males. Age increasing seems associated with greater autonomy and sense of control but also with a more realistic or cynic view of social events.

Key words:
Well-being; Social problems; Trust; Emotional climate


 

Introducción
La línea eudaemónica del bienestar hace hincapié en la evaluación que las personas hacen de su situación respecto de una vida con significado y el logro de metas (Ryan & Deci, 2001). En esta perspectiva, el bienestar social es aquél en el que el objeto de valoración es la sociedad en su conjunto. Se orienta fundamentalmente no a indagar el contraste entre lo que una persona ha logrado y sus expectativas, como es el caso del bienestar subjetivo, sino que responde a una orientación relacional que pone más énfasis en las relaciones positivas que los individuos establecen con los otros y en su crecimiento personal, como el bienestar psicológico.
Basabe (2004) concibe a los procesos de salud-enfermedad como resultado de las transacciones que los individuos realizan con el ambiente. Por su parte Páez (2007),
desde una perspectiva psicosocial de la salud, considera que es necesario estudiar también los criterios sociales del bienestar en términos de la relación que los individuos establecen con su medio y de cómo perciben que éste les asegura su bienestar, cómo les permite lograr satisfacer sus necesidades. En coincidencia, Blanco y Díaz (2005) sostienen que es imposible pensar en un sujeto aislado, cuya satisfacción, felicidad o crecimiento personal se producen al margen del contexto en el que se inserta.
En este marco, el bienestar implica necesariamente la valoración que los individuos hacen de las circunstancias y del funcionamiento dentro de la sociedad. La mirada eudaemónica no sólo integra aspectos psicológicos sino también toma en consideración la dimensión individual y social, el mundo dado y el mundo inter-subjetivamente construido. Así, el bienestar psicológico y social resultan medidas interesantes de salud mental.
Para Ryff (1989) el bienestar psicológico hace referencia a la consecución de aquellos valores que hacen a las personas sentirse vivas y auténticas y les permite crecer como personas. De los datos obtenidos en sus estudios encuentra una estructura de seis factores (Díaz et al., 2006): 1) Autoaceptación: que refiere a cuando las personas intentan sentirse bien consigo mismas incluso siendo conscientes de sus propias limitaciones; 2) Relaciones positivas con otras personas: implica la necesidad de la gente de mantener relaciones sociales estables y amigos en quien confiar; 3) Autonomía: tiene que ver con la necesidad de sostener la propia individualidad, de gozar de la autodeterminación, la independencia y la autoridad personal; 4) Dominio del entorno: indica la habilidad de la persona para elegir o crear entornos favorables en los que satisfacer sus deseos y necesidades. Incluye la sensación de control de los acontecimientos y de influencia sobre el contexto; 5) Propósito en la vida: remite a las metas y objetivos que los individuos se proponen y que le dan sentido a su vida; 6) Crecimiento personal: tiene que ver con la motivación para desarrollar potencialidades y capacidades y crecer como persona.
Por su parte, Keyes (1998) profundiza aún más en los aspectos interpersonales de la salud mental desarrollando el concepto de bienestar social como la valoración que las personas hacen de sus circunstancias y de su funcionamiento en la sociedad. A partir de sus investigaciones, plantea cinco dimensiones en las que se desagrega el constructo: 1) Integración social: que refiere a la evaluación que las personas hacen de la calidad de las relaciones que establecen con la sociedad y con la comunidad; 2) Aceptación social: alude al nivel de confianza y aceptación de los otros, y a las actitudes positivas y atribuciones de honestidad, bondad y amabilidad que se perciben; 3) Contribución social: tiene que ver con la medida en que los individuos se sienten útiles y miembros importantes de sociedad, que tienen cosas importantes que ofrecer al bien común; 4) Actualización social: refiere a la concepción de que la sociedad y sus instituciones son entes dinámicos, que van en una dirección clara hacia metas y objetivos que benefician a todos -confianza en el progreso y en el cambio social-; 5) Coherencia social: implica la percepción de la cualidad, organización y funcionamiento del mundo social. Se relaciona con la vivencia de que se entiende lo que sucede alrededor.
En una línea de trabajo iniciada hace años a nivel local, se comenzó a indagar en esta dimensión del bienestar a la vez que a profundizar el análisis de su relación con otros aspectos colectivos de relevancia como son la confianza en las instituciones como mecanismos a través de los cuales la sociedad da respuesta a las necesidades de las personas, y en la afectividad colectiva que se percibe predomina en el entorno, y que es producto de la calidad de las relaciones que en él se establecen.

Bericat Alastuey (2002) señala que la mayor parte de las emociones de las personas están orientadas hacia otros, se dirigen a otros o provienen de otros. Miedo, simpatía, resentimiento, amor, confianza, vergüenza o culpa surgen de la natural intersubjetividad del ser humano y son el reflejo de la naturaleza y el estado de los vínculos sociales que los individuos establecen. Junto a estas emociones sociales, están también las llamadas emociones colectivas que refieren a las emociones comunes que los individuos sienten con los otros con los que comparten un mismo contexto vital social. Así como en las emociones sociales, o de interacción, las personas implicadas en un mismo contexto suelen tener diferentes sentimientos, o el mismo sentimiento dirigido hacia un diferente objeto, en el caso de las emociones colectivas cada individuo es afectado de la misma forma por un mismo contexto, de ahí que exista en todos ellos una clara propensión a sentir de la misma manera y con respecto al mismo objeto, hecho o situación. La interacción social en un entorno en el que priman emociones positivas -alegría, entusiasmo- o negativas -pánico, tensión- contribuye a crear una determinada emotividad social.
En esta línea, de Rivera (1992) propone el concepto de clima emocional para ir más allá de la idea de una mera percepción consensual sobre ciertas emociones, definiéndolo como un hecho social, en la predominancia y saliencia relativa de un conjunto de escenarios emocionales en un período prolongado. El conjunto de emociones básicas distribuido socialmente, unido a cier tas representaciones sociales sobre el mundo y el futuro social, cumple funciones de regulación social y constituyen el denominado indicador de clima emocional ya que las emociones que lo conforman no son únicamente las vivenciadas por el individuo, sino aquellas que éste percibe que predominan en su entorno, tanto en sus grupos de pertenencia como en otros grupos que son relevantes para él (de Rivera & Grinkis, 1986).
El clima emocional refiere a las emociones que son percibidas en una sociedad en relación con su situación sociopolítica relativamente estable. A pesar de que el clima se construye socialmente, es objetivo en tanto se percibe como existiendo independientemente de los sentimientos personales del individuo y refleja lo que los individuos piensan que la mayor par te de la gente siente en esa situación. Los juicios de los individuos se basan, en par te, en las experiencias y observaciones personales, las cuales sugieren que una determinada situación objetiva justifica sentir miedo, odio, confianza, etc. Desde una perspectiva objetiva se puede entender el clima como un conjunto de emociones predominantes que reflejan la coyuntura de una sociedad. Desde una perspectiva más subjetiva, se puede hablar de un campo de sentimientos que es percibido por los individuos pero que existe aparte del individuo. Este conjunto de emociones predominantes que existe en una sociedad en un determinado momento de su historia puede incluso considerarse como un elemento que define un período histórico (Páez et al., 1997).
En línea con los estudios previos (Inglehart, 2004), en investigaciones locales (Benbenaste, delfino & Zubieta, 2005; Zubieta, delfino & Fernández, 2008) se corroboró que el clima emocional se asocia a la confianza institucional y a la percepción de problemas sociales. En una perspectiva actual más amplia que incluye al bienestar psicológico y social, se propuso poner en relación a éstos con los niveles de percepción de problemas sociales, de clima emocional y de confianza institucional, así como indagar en periles diferenciales al incorporar variables de agrupación como el género y la edad.

Método
Tipo de estudio y diseño. Se trata de un estudio descriptivo de diferencia de grupos, de diseño no experimental transversal, con población general como unidad de análisis.
Muestra. No probabilística intencional. Compuesta por 947 sujetos de varias ciudades de Argentina (47% de CABA y Conurbano, 13,5% de Córdoba, 11,6% de Salta; 7,2% de Mendoza, 6% de Trenque Lauquen, 5,2% de Paraná, 4,9% de Gral. Roca y 4,5% de Neuquén). El 34,0 % fueron hombres y el 66,0% mujeres. La media de edad fue 26,35 (DE = 9,24; min. = 18; máx. = 58). Se reconoce como de clase media baja-baja el 16,5%, como de clase media el 61% y como de clase media alta-alta el 22,5%. Dijeron ser de centro derecha-derecha el 18% de los participantes, de centro el 50% y de centro izquierda-izquierda el 32%.
Instrumento. El cuestionario utilizado fue de formato auto-administrado y estuvo integrado por las siguientes escalas, y por preguntas sobre datos personales y socio-demográficos:
1. Bienestar social de Keyes (Blanco & Díaz, 2005): expone criterios públicos e interpersonales de evaluación de un buen funcionamiento psicológico. El coeficiente de fiabilidad para esta escala fue muy satisfactorio (alfa de Cronbach= 0.85) . En 33 ítems con continuo de respuesta de 1(totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo), y a través de la obtención de la puntuación media, evalúa la percepción que las personas tienen sobre cinco aspectos del entorno social que facilitan su bienestar psicológico: integración social (7 ítems.a=0.71), aceptación social (8 ítems.a= 0.83), contribución social (6 ítems.a= 0.79), actualización social (6 ítems.a = 0.66) y coherencia social (6 ítems.a= 0.53).
2. Bienestar psicológico de Ryff (Díaz et al., 2006): expone criterios privados de evaluación de un buen funcionamiento psicológico. El coeficiente de fiabilidad para esta subescala fue muy satisfactorio (a= 0.89). En 39 ítems con continuo de respuesta de 1 (totalmente en desacuerdo) a 6 (totalmente de acuerdo), mediante el cálculo del promedio, mide seis dimensiones o atributos positivos del bienestar psicológico: auto-aceptación (6 ítems a= 0.79) , relaciones posi t ivas (6 ítems.a= 0.80) , autonomía (8 ítems.a= 0.70), dominio del entorno (6 ítems.a= 0.61), crecimiento personal (7 ítems.a= 0.68) y propósito en la vida (6 ítems.a= 0.79).
3. Clima Social Emocional (de Rivera, 1992). Escala que describe situaciones socio-estructurales y de relaciones sociales que inducen emociones negativas y positivas en las personas. Está integrada por 24 ítems que se responden en un continuo de 1 (no) a 7 (completamente) y se agrupan en dos dimensiones subyacentes: clima social emocional negativo y clima social emocional positivo. Se suman las puntuaciones de cada una de las subescalas (compuesta por 12 ítems cada una). Puntuaciones por encima de 30,6 indican un alto clima negativo y puntuaciones por encima de 37,5 alto clima positivo. La fiabilidad para ambas fue satisfactoria (a=0.74). Por otro lado dos ítems (2: ¿Cree usted que las personas se sienten inseguras porque el grado de violencia existente no permite que la gente viva en paz? y 24: ¿Sienten rabia muchas personas debido al alto nivel corrupción en el gobierno?), son indicadores de alto clima negativo cuando sus medias están por encima de 3. A su vez, el ítem 15: ¿La mayoría de la gente de este país respeta al otro lo suiciente como para no llegar a ser violentos en caso de conflicto? reporta alto clima positivo cuando su media es mayor a 3.
4. Escala de Problemas Sociales Percibidos (Páez, Fernández, Ubillos & Zubieta, 2004). Evalúa los problemas socio-económicos percibidos en el entorno social y está compuesta por seis ítems con un continuo de respuesta de 1 (nada) a 5 (mucho), de los que se calcula el promedio. Aunque no perturbe directamente a la persona, una situación social problemática afecta negativamente al bienestar. El coeficiente de fiabilidad para esta escala fue satisfactorio (a= 0.84).
5. Preguntas de la Encuesta Mundial de Valores 1999-2002 (WVS, Word Values Survey. Inglehart, Basáñez, Díez-Medrano, Halman & Luijkx, 2004) sobre Confianza Institucional. Indican el nivel general de confianza que los individuos manifiestan respecto de ocho instituciones sociales, con un continuo de respuesta es de 1 (no confía) a 4 (confía mucho) obteniéndose la puntuación media.
6. Auto-percepción de clase social: los participantes respondían a la pregunta "¿En qué clase social situaría a su familia?" y debían marcar la opción que consideraban que mejor los representaba. Las opciones de respuesta eran: 1) baja-media baja; 2) media; y 3) media alta- alta.

Procedimiento. Los datos fueron recogidos por todos los integrantes del equipo de trabajo en distintas instancias y ciudades del país, durante la etapa inicial del proyecto. La participación de los encuestados fue voluntaria y anónima, y la aplicación del instrumento se hizo de manera colectiva. Una vez obtenida la información, cargados y depurados los datos, se procedió a realizar análisis descriptivos y posteriormente cálculos de estadística inferencial correspondientes a los objetivos de diferencias de grupos, en los que se utilizó el análisis ANOVA. En el caso de la variable edad se utilizó la prueba de contraste post-hoc Scheffe con p < .05 para determinar entre cuales de los tres grupos existían diferencias estadísticamente significativas. Finalmente, se realizaron cálculos de correlación para determinar la asociación entre variables.

Resultados
Como puede verse en la Tabla 1, respecto del bienestar psicológico, las medias son en general altas destacándose el crecimiento personal y el propósito en la vida, reflejando que los participantes están interesados por el desarrollo de sus potencialidades y que creen que pueden crecer como personas y desarrollar sus capacidades. En este sentido, vivencian también que sus metas y objetivos les permiten dar sentido a sus vidas. La puntuación más baja aparece en autonomía que refiere al sentimiento de autodeterminación y de mantener la independencia y autoridad personal.

Tabla 1
Puntuaciones medias en bienestar psicológico y social

En lo que hace al bienestar social (Tabla 1), la media más alta se encuentra en la dimensión contribución y la más baja en la de aceptación, indicando que el aspecto más óptimo respecto a la valoración del entorno tiene que ver con el sentimiento de utilidad por parte de los participantes, que sienten que son miembros vitales de la sociedad, que se sienten eicaces y aportan al bien común. Por su parte, el aspecto más deicitario pasa por la baja confianza que se vivencia respecto de los otros, de actitudes positivas entre las personas y de atribución de honestidad, bondad y amabilidad, y capacidad.

Tabla 2
Puntuaciones medias en problemas sociales percibidos y confianza en las instituciones

Respecto de la percepción de problemas sociales (Tabla 2), las puntuaciones son en general elevadas sobresaliendo como temáticas de difícil solución y de alta preocupación, el poder conseguir el trabajo que se quiere y la posibilidad de vivir tranquilo sin ser agredido. En relación a la confianza en las instituciones, la puntuación obtenida es muy baja, ratificando el déicit en todo aquello que hace al sentimiento de confianza.

Tabla 3
Puntuaciones medias en clima emocional y en los ítems críticos

Al indagar en la afectividad colectiva, en la percepción del clima emocional del entorno, los datos que se exhiben en la Tabla 3 muestran que la puntuación media en el clima emocional negativo duplica a la del clima emocional positivo. Asimismo, los ítems que se utilizan como indicadores críticos muestran que los participantes perciben que las personas sienten inseguridad por la violencia, así como rabia por la corrupción observada en los políticos. De manera inversa, la puntuación es baja en lo que refiere a experimentar en el ambiente el predominio del respeto, como forma de reducir la violencia que aparece como el mecanismo predominante en la resolución de los conflictos.

Género
Como se exhibe en la Tabla 4, tanto hombres como mujeres presentan puntuaciones elevadas en lo que hace al bienestar psicológico. Sin embargo, son las mujeres quienes obtienen mayores puntajes en las dimensiones de crecimiento y relaciones con otros, mientras que los hombres obtienen medias más elevadas en auto-aceptación y autonomía.

Tabla 4
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en bienestar psicológico según género

 

Las mujeres vivencian mejores posibilidades de desarrollo y de potenciar sus capacidades, a la vez que relaciones de mayor calidad en comparación con los hombres, en quienes su bienestar psicológico pasa más por aspectos como la auto-aceptación y la autonomía. Es decir, se sienten mejor con su individualidad y con sus capacidades para sostenerla de manera más independiente, pudiendo resistir a la presión social y a la autorregulación del comportamiento.

Tabla 5
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en bienestar social según género

Respecto del bienestar social (Tabla 5), si bien hombres y mujeres presentan puntuaciones superiores a la media teórica, en la evaluación de la relación que mantienen con el entorno, las mujeres se sienten con mayores niveles de utilidad, de posibilidades de contribución a la sociedad, y evalúan de manera más positiva su relación con el grupo y la comunidad -contribución- en comparación con los hombres. Esto refuerza los niveles más óptimos percibidos por las mujeres respecto de sus posibilidades de crecimiento y de mejores relaciones con los otros, en el bienestar psicológico.
Como se observa en la Tabla 6, en lo que hace a la problemática social y la confianza, las mujeres perciben mayores niveles de problemática social que los hombres. Se observan diferencias estadísticamente significativas en todas las dimensiones por lo que las participantes femeninas creen que las dificultades para resolver problemas sociales como la inseguridad, el trabajo o la vivienda tienden a incrementarse. Sin embargo, no se observan diferencias en lo que hace a la confianza en las instituciones, ratificando los bajos niveles mencionados, y el acuerdo general en esta vivencia.

Tabla 6
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en problemas sociales percibidos y confianza en las instituciones según género

Al analizar la tonalidad afectiva percibida como predominante en el entorno (ver Tabla 7), al igual que lo observado respecto de la percepción de problemas sociales, las mujeres y los hombres exhiben diferencias. Las participantes femeninas muestran mayores niveles de percepción de clima negativo y menores niveles de clima positivo, así como también una mayor vivencia de que las personas en general sienten inseguridad ante la violencia, y rabia y malestar por hechos de corrupción. Por su parte, los participantes masculinos aparecen un poco más optimistas en relación al respeto circundante en el entorno que impide que los conlictos sean afrontados por medios violentos, aunque la puntuación sigue siendo baja.

Tabla 7
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en clima emocional según género

Edad
En relación al bienestar psicológico y la edad (Tabla 8), se observa, de manera esperable, que a medida que ésta aumenta se incrementan los niveles de percepción de mayor autonomía, mayor dominio del entorno y mayor crecimiento.

Tabla 8
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en bienestar psicológico según edad

En lo que respecta al bienestar social, la mayor edad parece impactar en los sentimientos de integración y de mayor utilidad, así como reduce ciertos sentimientos de coherencia. Esto último releja que el cumplir años, el entrar en la adultez, lleva a que se hace más difícil vivenciar la cualidad, organización y funcionamiento del mundo social, reduciéndose la sensación de que se es capaz de entender lo que sucede alrededor (ver Tabla 9).

Tabla 9
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en bienestar social según edad

A la hora de analizar la emocionalidad colectiva en función de la edad (Tabla 10) no se observan diferencias estadísticamente significativas en el clima positivo o negativo, sin embargo sí surgen en dos de los ítems críticos y en los niveles de confianza en las instituciones. Por un lado, los participantes más jóvenes son los que más vivencian sentimientos de inseguridad, a la vez que exhiben una relativa mayor confianza en las instituciones. Quienes tienen más de 36 años se muestran más escépticos en relación al respeto entre la gente y de éste como mecanismo imperante para resolver los conflictos de manera pacífica.

Tabla 10
Medias y diferencias de medias (ANOVA) en clima emocional y confianza en las instituciones según edad

Relaciones entre las variables1
Al indagar en las relaciones entre las variables, se observa que el clima emocional positivo se asocia de manera negativa tanto con el clima emocional negativo, como con la percepción de problemas sociales (r= -196**; r= -,254** respectivamente) y positivamente con la confianza institucional (r= ,348**). Por su parte, el clima emocional negativo se asocia negativamente con la confianza institucional (r= -,231**) y positivamente con los problemas sociales percibidos.
La percepción de problemas sociales se relaciona de manera negativa con la confianza institucional (r= -,213**). Respecto del bienestar social, la integración se asocia positivamente con el cl ima emocional positivo y la confianza en las instituciones (r= 156**); r= ,177**). La aceptación también mantiene asociaciones positivas con el clima emocional positivo y la confianza en las instituciones (r= 223** y r= ,228**) pero se relaciona, a su vez, de manera negativa con el clima emocional negativo y la percepción de problemas sociales (r= - ,298** y r= -,147**). La contribución sólo se relaciona positivamente con la confianza en las instituciones (r= ,077*), mientras que la actualización se asocia de manera positiva tanto con el clima emocional positivo como con la confianza en las institu
ciones (r= 317** y 327**), y de forma negativa con el clima emocional negativo y la percepción de problemas sociales (r= -,278** y r=-,184**). Finalmente, la coherencia se relaciona negativamente con el clima emocional negativo y los problemas sociales percibidos (r= - ,233** y r= -,071*) y positivamente con la confianza en las instituciones (r= 106* *).
Respecto del bienestar psicológico, la auto-aceptación se relaciona positivamente tanto con el clima emocional positivo como con la confianza en las instituciones, y negativamente con el clima emocional negativo (r= ,118* *, r= 085** y r= -,095**). Las relaciones positivas con otros se asocia de forma negativa con el clima emocional negativo, y de manera positiva con la confianza en las instituciones (r= -,071* y r= ,065*). La autonomía se relaciona negativamente tanto con el clima emocional positivo como negativo, y con la confianza institucional (r= - ,106* *, r= - ,113* *y r= -,107**). Por último, el crecimiento personal correlaciona en forma positiva con la percepción de problemas sociales (r= ,067*).

Discusión
Los hallazgos presentados en este trabajo corroboran en general las tendencias encontradas en los estudios pre-vios (Páez & Asún, 1994; Páez, 2004; Zubieta & Delfino, 2010). Por un lado, se observan niveles óptimos en lo que hace al bienestar psicológico, y también en general respecto del bienestar social aunque en éste las puntuaciones decrecen un poco más, ratificando que cuando el objeto de valoración se focaliza más en el entorno social los niveles de bienestar se reducen. En este sentido, la dimensión más deici tar ia es la que se refiere a la confianza interpersonal, a poder sentir que los otros son honestos, amables y capaces, lo que obstaculiza a su vez, que se generen actitudes positivas hacia las personas. De manera coherente, la confianza en las instituciones políticas es muy baja así como lo es la percepción del predominio de emociones positivas en el entorno. Los participantes, al igual que en el estudio anterior (Zubieta, Delfino & Fernández, 2008), perciben que las emociones negativas son las que sobresalen en el ambiente, dando cuenta de un clima emocional negativo. Se vivencia que la forma de resolver los conlictos es a través de la violencia, que el mecanismo del respeto mutuo no es lo que prevalece y que hay una sensación de enojo y rabia por los niveles de corrupción que exhiben los políticos. A su vez, consideran que las mayores dificultades en términos de problemas sociales, pasan por conseguir el trabajo que se desea y la alta inseguridad.
Al hacer intervenir la variable género, también se refuerza el dato de que el bienestar de las mujeres pasa más por la valoración que hacen de su relación con el entorno, mientras que el de los hombres se focaliza más por mantener la individualidad y singularidad. Es así como en términos de bienestar psicológico las participantes femeninas se perciben más satisfechas que los hombres en sus posibilidades de crecimiento, y en la calidad de las relaciones que pueden establecer con los otros. Por su parte, los participantes masculinos vivencian de manera más óptima sus posibilidades de mantener ciertos niveles de autonomía y de resistirse a la presión social. Esto se refuerza en el bienestar social, en el que las mujeres sobresalen por su sentimiento de utilidad y de relación positiva con el entorno en comparación con los hombres. Las mujeres parecen tener un bienestar más relacional y de mayor alto contexto que el de los hombres.
En términos de percepción de problemas sociales y de afectividad negativa en el entorno, las mujeres son más pesimistas que los hombres aunque tanto unos como otros no se diferencian en exhibir una muy baja confianza en las instituciones. Es relevante recordar que la dimensión del bienestar social con puntuación más baja es aquella que refiere a la confianza.
Al agrupar a los participantes en función de la edad, los hallazgos exhiben cierta coherencia. En el bienestar psicológico, a medida que se cumple años, éste pasa por percibir que se logra mayor independencia, que se tiene mayor control de los sucesos y a vivenciar posibilidades de potenciar las capacidades propias. Esta tendencia, al igual que lo encontrado en función del género, se refuerza en el bienestar social a través del aumento de la sensación de mayor integración y contribución a la sociedad; sin embargo, la edad parece también incidir en una baja en la vivencia de encontrarle cualidad y buen funcionamiento al mundo social. Esto está probablemente asociado al mayor realismo que traen los años, muchas veces expresado en función del aumento de visiones y actitudes más cínicas frente a los hechos (Barrientos, 2005). Si bien a la hora de evaluar la tonalidad afectiva que predomina en el entorno no se observaron diferencias entre los grupos de edad, los jóvenes si bien perciben mayor inseguridad se muestran más coniados en las instituciones en comparación con los más adultos, que exhiben mayores niveles de escepticismo en percibir en el entorno al respeto como característica de las relaciones interpersonales y a los medios pacíficos como formas predominantes de resolución de los conflictos.
Respecto a las relaciones entre las variables, las relaciones observadas entre el clima emocional, la percepción de problemas sociales y la confianza institucional corroboran los hallazgos de investigaciones previas (Páez & Asún, 1994; Páez, 2004; Zubieta, Delfino & Fernández, 2008) mostrando que el clima emocional negativo se asocia a una mayor percepción de problemas sociales y a una desconfianza institucional alta, sucediendo lo inverso con el clima emocional positivo.
De manera esperable, las relaciones del clima emocional, la confianza en las instituciones y la percepción de problemas sociales son más fuertes con el bienestar social que con el bienestar psicológico, relejando que en el primero el objeto de valoración es el contexto social en el que los individuos se insertan.
En relación al bienestar social, los climas emocionales negativos reducen los niveles de aceptación, actualización y coherencia percibidos por los sujetos. Por su parte, los climas emocionales positivos refuerzan los niveles de integración, aceptación y actualización.
En bienestar psicológico, el clima emocional positivo parece aumentar la auto-aceptación pero reducir los niveles de autonomía. El clima emocional negativo, por su parte, no parece ayudar a que los individuos aumenten sus niveles de auto-aceptación y autonomía. Es interesante observar que la afectividad que se percibe en el ambiente se relaciona con las dos dimensiones que tienen que ver con el sí mismo y la independencia.
Los hallazgos reportados en este trabajo refuerzan el interés por continuar en la línea de investigación iniciada con el propósito de poner en relación aspectos micro y macro psicosociales del bienestar y las emociones. Aún con la limitación de la intencionalidad de la muestra, la replicación de estudios y la incorporación de diferentes variables sociodemográicas como psicosociales permitirán comprender de manera más acabada la complejidad del bienestar psicosocial. Actualmente, más allá de los periles y matices que se observan por el hecho de ser mujer u hombre, joven o adulto; y de la dependencia de esto respecto de la afectividad, conflictividad y confianza colectiva, se están incluyendo en el análisis otras variables psicosociales como el locus de control, la auto-percepción de clase social y el posicionamiento ideológico, entre otros.

1 **p<..01; *p<.05.

Referencias Bibliográficas

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Fecha de recepción: 11 de abril de 2012
Fecha de aceptación: 24 de julio de 2012