SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.19 número2Psicoanálisis posible en la era virtualMomentos electivos en la producción de la neurosis obsesiva: Acerca del historial freudiano del "Hombre de las Ratas" índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.19 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul./dic. 2012

 

Psicoanálisis

Prácticas contemporáneas de consumo de alcohol. Una perspectiva psicoanalítica

Contemporeary practices of alcohol consumption. A psychoanalytical perspective

 

Bousoño, Nicolás1

 

1 Licenciado en Psicología, UBA. Docente de la Cátedra Psicopatología I, Facultad de Psicología, UBA. Docente de la Cátedra Clínica de las toxicomanías, Facultad de Psicología, UBA. Integrante del proyecto de Investigación 2010-2012, programación científica UBACYT: "Relaciones entre las Toxicomanías y la Psicosis a Partir de la Orientación de Jaques Lacan". E-mail: nicobouso@live.com


Resumen
El escrito recorre algunos antecedentes de las formas de considerar la relación del hombre con el alcohol; básicamente las consideraciones que de esa relación se hicieron a nivel psicopatológico y especialmente la perspectiva freudiana de la misma. Luego describe una serie de prácticas actuales de consumo de alcohol, las que manifiestan de modo patente algunos de los efectos más destacados de la configuración cultural contemporánea. El trabajo concluye con el planteo de la diferencia que la respuesta del psicoanálisis ofrece a dichos efectos, en contraste con otras respuestas de la época.

Palabras clave:
Nosología; Psicoanálisis; Alcoholismo; Época

Abstract
The text covers some background on the ways of looking at man's relationship with alcohol; basically the considerations of this relationship made at psychopathology and especially the Freudian perspective of it. It then describes a series of current practices of alcohol consumption, which points out some of the more prominent effects of the contemporary cultural setting. The paper ends exposing the difference that psychoanalytical response offers to such effects.

Key words:
Nosology; Psychoanalysis; Alcoholism; Era


 

INTRODUCCIÓN
"Polvo finamente dividido", tal era el significado del vocablo al-kuhl; término árabe que en la antigüedad designaba un cosmético hecho a base de un pigmento oscuro, molido al extremo, que las mujeres aplicaban en los bordes de los párpados, las pestañas, las cejas o el pelo, para ennegrecerlos.
Con el tiempo y el desarrollo de las prácticas alquímicas, esa palabra comenzó a designar cualquier polvo molido finamente, ya sin importar cual fuera su función. El término alcohol, es el resultado del pasaje a Europa tanto de dichas prácticas como del vocabulario árabe que las acompañaba.
Por otra parte, esos alquimistas tenían la impresión que los gases y los vapores no eran materiales en el mismo sentido que los sólidos, por lo que los llamaban "espíritus". Las sustancias que desprendían espíritus les interesaban especialmente y en el Medioevo, el vino era la más importante de todas ellas. Cuando un líquido se evapora parece pulverizarse hasta desvanecerse, por lo que esos espíritus también fueron llamados "alcohol". Los alquimistas hablaban entonces del "alcohol del vino" y de "los espíritus del vino" para referirse a los componentes volátiles de éste. Un resto de ello es que aún hoy se denomina a las bebidas alcohólicas como "espirituosas".
Los sentidos que puede alojar la etimología del término alcohol, evocan que esas bebidas han funcionado a lo largo de la historia de la humanidad como una suerte de gozne, de bisagra, de vehículo para abrir la puerta a Otra dimensión, a una dimensión distinta de la que habitamos regularmente. Dimensión que J. Lacan señala con justeza como "el deseo de Otra cosa propiamente dicho".
"Esa dimensión no está únicamente presente en el deseo. Está presente en muchos otros estados, que son permanentes. La vigilia, por ejemplo (…) Velar, es lo que Freud menciona en su estudio sobre el presidente Schreber cuando nos habla de Antes de la salida del sol, el capitulo del Zaratustra de Nietzsche. (...) Antes del amanecer, ¿Es propiamente el sol lo que está a punto de aparecer? Es Otra cosa lo que está latente, lo que se espera en el momento de la vigilia".
"Y luego, el enclaustramiento. (...) Tan pronto un hombre llega a alguna parte, a la selva virgen o al desierto, empieza por encerrarse. (...) Se trata de establecerse en el interior, pero no es simplemente una noción de interior y de exterior sino la noción del Otro, lo que es propiamente Otro, lo que no es el lugar donde se está bien guarecido". "Diré más- si exploraran ustedes la fenomenología, como quien dice, del enclaustramiento, verían hasta qué punto es absurdo limitar la función del miedo a la relación con un peligro real".
"El estrecho vínculo del miedo con la seguridad debería resultarles manifiesto por la fenomenología de la fobia. Se darían cuenta de que, en el fóbico, sus momentos de angustia se producen cuando se percata que ha perdido su miedo, cuando empieza uno a quitarle un poco su fobia. En ese momento es cuando dice- Eh, Eso no puede ser. Ya no se en que lugares he de detenerme. Al perder el miedo he perdido mi seguridad". (La observación de Lacan se demuestra de una tremenda actualidad. Siendo la inseguridad una problemática extendida en la sociedad de nuestros días, en una civilización en la que pretendidamente todo es posible, cabe la interrogación por el efecto de la pérdida de algunos de los miedos que estaban presentes en otras configuraciones culturales).
"Hay también una dimensión en la que no piensan ustedes lo suficiente porque viven ahí como en el aire que respiran desde que nacieron, se llama aburrimiento. Tal vez nunca han pensado bien hasta qué punto el aburrimiento es típicamente una dimensión de la Otra cosa (...).
Son distintas clases de coartadas, coartadas formuladas, ya simbolizadas, de la relación esencial con Otra cosa".
"Para terminar, quisiera dirigir su atención hacia las diversas manifestaciones de la presencia de la Otra cosa institucionalizadas. Pueden clasificar las formaciones humanas que instalan las hombres por todas partes dondequiera que vayan, en función de la satisfacción que aportan a las diferentes formas de la relación con Otra cosa".
"Apenas llega el hombre a cualquier parte, construye una cárcel y un burdel, es decir, el lugar donde está verdaderamente el deseo, y espera algo, un mundo mejor, un mundo futuro, está ahí, vela, espera la revolución. Pero sobre todo, cuando llega a alguna parte, es muy importante que sus ocupaciones rezumen aburrimiento. Una ocupación sólo empieza a convertirse en seria cuando lo que la constituye, es decir, la regularidad, llega a ser perfectamente aburrida"
. (Lacan 1957-58, 181-82).

Deseo, vigilia, enclaustramiento, aburrimiento; coartadas de la relación a lo que Lacan llama "Otra cosa propiamente dicha"; la alteridad, una dimensión esencial a lo humano. Cómo se conciba esa Otra dimensión va a tener efectos decisivos, tanto a nivel social como subjetivo. Decisivos en relación a lo que se espera, a lo que sorprende y a como se lo trata; a lo que considera o no un problema y a sus soluciones posibles. Decisivos, por lo tanto, también en relación al lugar que se da al alcohol, al sujeto y a la posible relación entre ambos. Como lo indica Lacan, ninguna figuración agotará la ajenidad de esa Otra dimensión, aunque cada una tenga consecuencias específicas.
El presente trabajo recorre algunos antecedentes de la consideración que ha tenido la relación del hombre con el alcohol, para ubicar luego una serie de prácticas de actualidad, las que manifiestan de modo patente algunos de los efectos más destacados de la configuración cultural contemporánea y su relación a esa Otra cosa.

ANTECEDENTES
A lo largo de la historia, aún hoy en algunos lugares, las bebidas alcohólicas han sido vehículo de contacto o comunión con los dioses; basta pensar tanto en las fiestas paganas como en la misa católica. Es el hecho de que su uso sea enmarcado en un contexto simbólico - religioso - lo que da un sentido a su ingesta y una medida a sus efectos.
En la edad media se conoce el proceso de destilación, lo que marca un momento importante dentro de estos antecedentes. Ese proceso provoca un aumento notable, tanto de la ingesta de alcohol como de la preocupación por sus efectos, poniéndose de relieve para nuestra lectura la íntima articulación entre síntoma y cultura, siendo la técnica uno de los vehículos más eficaces.
La reflexión de los autores de la psiquiatría clásica, dio por resultado la concepción del alcoholismo como una enfermedad. A partir de 1850, gana fuerza en la conceptualización de los psiquiatras el criterio de deinir los problemas "mentales" -llamémoslos "estados anormales"- según el paradigma médico establecido por Sydenham y Bichat, es decir con un modelo anátomo-clínico-evolutivo.
A partir de los hallazgos de Bayle sobre la "parálisis general progresiva", se pretende describir "formas naturales" de las distintas enfermedades mentales, ubicando una causa biológica deinida y una evolución en términos de manifestaciones de inicio, un desarrollo y un desenlace.
Los efectos sostenidos de la ingesta de alcohol parecieran obedecer punto por punto a esta pretensión - hay una causa observable, con efectos puntuales y definidos en el corto, mediano y largo plazo - tanto que el alcoholismo figura desde 1850 casi sin modificaciones en las diferentes clasificaciones nosológicas de la psiquiatría; prácticamente hasta el día de hoy, ya que en ciertos ámbitos aún se considera al alcoholismo bajo esas premisas.
Es necesario agregar que algunos de los primeros psiquiatras - Esquirol y Griesinger, por ejemplo (Ackerknecht 1957, 35,47) - también consideraban que la ingesta de alcohol no solamente podía ser la causa de una enfermedad, sino también un efecto posible; es decir un síntoma de la enfermedad mental y no el motivo de ella; poniendo de manifiesto ya entonces una tensión aún presente que no permite que el problema se agote fácilmente.
Eso dio lugar a que muchos se dedicaran a la enorme tarea de describir detalladamente de los efectos del consumo de alcohol. Por ejemplo, Huss quien distinguió el delirio agudo del crónico (Ackerknecht 1957, 54). También Lasegue; quien diferenció el alcoholismo crónico, el subagudo y la dipsomanía y en 1881 escribió sobre el delirium tremens, subrayando el carácter visual, onírico escénico del delirio alcohólico, su aspecto de sueño vívido; "el delirio alcohólico no es un delirio sino un sueño" (Bercherie 1980, 63) dirá, en contrapunto con la descripción de la alucinación delirante. Del mismo modo, De Clerambault describe con detalles los efectos del consumo de alcohol, lo considera un reactivo, un catalizador que acelera los procesos de deterioro que atribuía a causas orgánicas (De Clérambault 1920, 95).
Este detallado trabajo descriptivo llega a un límite en su eficacia clínica y clasificatoria; límite que sólo va a ser superado a partir de un giro en el examen del tema. La consideración de los mecanismos psíquicos en la producción de los síntomas, más allá de la clasificación que aspiraba a reproducir el modelo de la medicina orgánica.

DESDE FREUD
Es en este punto donde se incluye Freud, su pensamiento, su práctica. Las menciones al uso y la función del alcohol son precisas en su obra. Su conceptualización - en términos de conflicto, de tensión - supone ciertos equilibrios entre elementos cuya deinición va variando a lo largo de su trabajo. En esta variación siempre reconoce el lugar de privilegio que puede tener el alcohol "en la economía libidinal" (Freud 1930, 74).
Hablar del lugar en la economía libidinal supone considerar al alcohol, ya no necesariamente como la causa de una enfermedad ni como un síntoma de ella, sino como un elemento funcional dentro de ese equilibrio inestable. ¿Cuál es su función? De muleta, de solución, de apoyo para soportar los pesares que la vida impone va a decir Freud. ¿Por qué apoyo? Porque proporciona una ganancia de placer inmediata con independencia de las limitaciones que impone el mundo exterior (Freud 1930, 75). El alcohol proporciona la satisfacción sexual que falta (Freud 1897, 314), la satisfacción sexual arrebatada al hombre por la cultura. El alcohólico dirá Freud, tiene con la botella un matrimonio feliz.
En consonancia con los desarrollos freudianos J. Lacan, tan temprano como en 1932, considerando al alcoholismo plantea que "... es preciso ver en la intoxicación misma no una causa primera, sino a menudo un síntoma de trastornos psíquicos, ya sea por representar una tentativa del sujeto por compensar un desequilibrio psíquico, ya por ser el estigma mismo de una deficiencia moral. En ambos casos las fallas psíquicas del terreno se manifiestan en las consecuencias de la intoxicación" (Lacan 1932, 111). En ese mismo texto, unos párrafos más adelante, extiende esa consideración a la intoxicación con diferentes sustancias.
Se advierten en el planteo de Lacan tanto la función que la intoxicación toma en la economía psíquica como la dimensión ética en juego, elementos que no abandonará nunca en su consideración del problema, más allá de la sustancia de la que se trate y de los elementos conceptuales que utilice.
Más adelante en su obra va a deinir a la droga en términos estructurales, desustancializándolas al decir que droga es lo que permite romper el matrimonio del cuerpo con el falo (Lacan 1975); o sea, lo que permite romper la relación de medida singular de cada uno con sus satisfacciones se convierte en tóxico.
J.A. Miller le da continuidad a esa idea, al plantear que los narcóticos permiten la huída - utiliza el término "insubordinación" - ante el servicio que uno de los sexos debe prestarle al otro; en deinitiva, una huída a plantearse los problemas de la relación entre los sexos (Miller 1993, 25).

ALCOHOL HOY
La época actual, con el empuje al consumo ilimitado que caracteriza al capitalismo hipermoderno, se mueve en el sent ido de la definición lacaniana. Es, desde esa perspectiva, una época toxicómana. Al orientarse por la pretensión de una satisfacción ilimitada e inmediata, a obtener por medio de objetos producidos por la técnica, muchos de los ideales generadores de sentido de otras épocas se esfuman, presentando nuestra actualidad una diversidad "alocada".
Si - como afirmábamos más arriba - cultura, sujeto y satisfacción se articulan estrechamente; entonces esta configuración cultural dará lugar a nuevos síntomas, los que incluyen también nuevas formas del uso de alcohol 1.
Para situar esto, tomamos fragmentos de un artículo publicado en el diario "Perfil" que describe varias prácticas de goce actuales, las que exponen claramente los efectos a nivel subjetivo de la extensión del discurso del capitalismo, el aislamiento y la fragmentación que produce en su extremo. Este artículo pone de manifiesto como el alcohol juega un papel, como un elemento más en ese equilibrio inestable; permitiéndonos advertir como el discurso capitalista hipermoderno puede articularse en la singularidad. El artículo se inicia reconociendo la extensión entre los jóvenes de una serie de prácticas que pasa a describir en forma de relato-reportaje lo que permite extraer de allí algunas consecuencias.

"BEBER CON EL CUERPO" (Oyhanarte 1911)
"Todo orificio es bueno"
Muchos jóvenes, en la Argentina y en el mundo, buscan actualmente un impacto más fuerte a través de medios "no orales" de consumo de alcohol: los ojos y la nariz, directamente de las botellas o vasos, y la vagina o el ano, a través de tampones embebidos en vodka que, rápidamente, atraviesa las mucosas y envía el alcohol directamente al torrente sanguíneo. Esta práctica inclusive ya ha ganado su nombre de drink: "tampax on the rock".
A través de las mucosas el alcohol se absorbe más rápido que por la vía normal de ingesta, ya que no pasa por el iltro del hígado, que absorbe el 90% del alcohol consumido por la boca. Además, se cree que es una forma de evitar el aliento a alcohol, y evadir posibles controles de los padres o policiales, aunque esto no es exactamente así."

Eyeballing
Sábado. Tres de la mañana. Un grupo de amigos se reúne. Mariano sugiere probar una nueva forma de tomar alcohol, sobre la que leyó en Internet: "vodka eyeballing". Esta consiste en verter un shot de vodka directamente en el ojo. Mariano arenga a sus amigos, quienes no ofrecen demasiada resistencia. Uno, dos, tres, y adentro (del ojo). La idea es hacerlo todos al mismo tiempo. Aplausos, risas, quejas de dolor que se entremezclan con gritos de entusiasmo. Los ojos lagrimean, arden. Pero no importa, hay que repetirlo. Una, dos, tres, hasta doce veces. El clima es festivo. Después de todo, es sábado a la noche.

Mariano y sus amigos tienen 17 años y van a uno de los colegios más prestigiosos de la zona norte de Buenos Aires. "La idea de eyeballing la tiré para probar, me daba intriga ver el efecto y los chicos se prendieron al toque", cuenta. Los efectos que sintió Mariano fueron inmediatos. "Se me prendió fuego el ojo, te quema el dolor, te mata". Lejos de parecer preocupado por las consecuencias a largo plazo, Mariano dice no arrepentirse, "somos un grupo muy curioso, en la vida todo es cuestión de probar".

El eyeballing aparece sobre todo en los Estados Unidos y el Reino Unido, países en los que la práctica está cada vez más generalizada. Las redes sociales constatan el fenómeno. En Facebook, por ejemplo, hay páginas de entusiastas, pero también grupos alarmados al respecto. Shayne Findley es estadounidense y creador del grupo "People against vodka eyeballing" (Gente contra el eyeballing). Explica "Armé el grupo porque quiero que la gente conozca los efectos, antes de que el eyeballing se propague aún más", comenta.
Lee Naughton es australiano y tiene 28 años. Vivió tres años en Londres, donde experimentó con eyeballing. "Definitivamente, no es lo más placentero que he probado. No me siento orgulloso de haberlo hecho y no lo repetiría". Los amigos se ilmaron mientras vertían alcohol en sus ojos, y esta es una constante en la mayoría de los que lo prueban. En YouTube hay cerca de 800 videos que muestran a jóvenes esta práctica.
Mariano admite que leyó en Internet sobre los efectos, pero le ganó la curiosidad. Y su caso no es el único.

Los cinco sentidos.
"La mejor forma de tomar tequila es una que involucra a los cinco sentidos", comenta Santiago, de 23 años. El ritual consiste en exprimir el limón en los ojos, aspirar la sal y tragar el alcohol. "Después te dan una cachetada, y eso involucra al tacto, y todos gritan de dolor, lo que incluye al oído", relata al describir la experiencia.
Santiago es licenciado en Comunicación. Este método se le ocurrió en un viaje de intercambio a los Estados Unidos. Admite que la práctica es muy dolorosa. El ojo arde por unos minutos, pero lo que perdura es el dolor en la nariz, que en ocasiones llega a sangrar. "Es muy molesto, pero ya no puedo tomar tequila de otra forma". Gonzalo, un rugbier de 26 años, cuenta que, cuando debutó en un club de Londres, los ingleses le hicieron atravesar el mismo ritual. "Lo que más me dolió fue la nariz, me ardió durante cuatro días", se queja.

Chilly Willy
Rafael tiene 23 años y es estudiante de Publicidad. En los pre boliches2, su grupo de amigos suele aspirar vodka de la tapa de la botella. "Lo bautizamos Chilly Willy. No hay explicación lógica ni para el nombre, ni para el motivo de hacerlo", admite. Belén tiene 24 años y estudia Medicina. Compartió varios pre boliches con Rafael y los amigos, y los vio probar el Chilly Willy. Al principio dudó en probarlo, "me parecía súper divertido y además uno de los chicos que lo hacía me gustaba. Quise intentarlo para parecer valiente", confiesa. ¿Qué la detuvo? Verlos cómo sufrían. "Los deja medio atontados", dice Belén. El objetivo no es emborracharse más rápido. "No sé si aspirar alcohol pega más, porque siempre que lo hacemos ya estamos de cama", bromea Rafael. "Lo único que genera es la diversión de ver sufrir al boludo que le toca hacerlo, nos reímos de
su 'caripela' de dolor".

Sniffeo
Ramiro revela que hay un nuevo ritual entre los consumidores de cocaína, llamado "sniffeo de vodka" (del verbo sniff, oler, en inglés) o "vodka snort". El alcohol es vaso dilatador, y al aspirarlo se liberan las vías nasales usualmente obstruidas por la cocaína y la mucosidad que se desprende por su efecto analgésico.

'Tampodka'
Nariz, ojos y boca no son los únicos modos de ingreso privilegiados. Se registran casos de jóvenes que mojan tampones con vodka y se los insertan en la vagina, en el caso de las mujeres, o en el recto, cuando se trata de hombres. Una joven de 18 años relata que, para prostituirse, necesita estar alcoholizada. Sin embargo, sus clientes no toleran el aliento a alcohol, por lo que ella usa tampones en el ano, embebidos en alguna bebida blanca. "El tampón actúa como un supositorio, el alcohol se absorbe a través de la mucosa anal y así llega más rápido a la cabeza generando un grado de intoxicación muy alto en muy poco tiempo".

Perspectivas
Aunque podría ser una línea de trabajo, no se trata para nosotros de hacer análisis sociológicos. El artículo señala con crudeza una forma de la soledad contemporánea que afecta a cada uno de los sujetos en su singularidad, el aislamiento en "la fiesta".
El alcohol, más que muleta es allí literalmente "la paja en el ojo"3. Un instrumento con el que se empuja a una satisfacción a-sexual, siempre un poco más allá, que vuelve mortífera a la Otra dimensión que citábamos en la introducción. No se trata allí del matrimonio feliz con la botella que describía Freud, no se toma allí para olvidar un amor ni para darse coraje en el abordaje del Otro sexo, sino de variados intentos por hacer consistir a la pareja moderna por excelencia: "la biología y la química".
La química aplicada sobre un organismo que en su desarticulación no llega a ser un cuerpo. Paradoja extrema; ya que sólo en el terreno de lo humano tales prácticas son posibles, a la vez que revelan lo profundamente ajena que puede ser la satisfacción para el hombre. Todo expuesto, además, para un ojo ciego que desde internet enmarca lo que sin el clima festivo que describe el artículo podría ser una inhumana sesión de torturas autoimpuesta.
Se pueden leer además, en las entrevistas, distintos efectos, bien actuales y que merecen un recorrido más detallado por sus distintas consecuencias; la moral (en Shayne Finley) y la vergüenza (en Lee Naughton) como límites, antes y después de la experiencia.
Hay también al menos dos modalidades diferentes en esas experiencias, Belén, dice haberse iniciado por que "le gustaba un chico"; Mariano, sólo él con su ojo. Modalidades que podrían indicar una relación distinta de cada sexo al gadget con el que se intenta anular la diferencia, y que se revelan una vez que la palabra comienza a jugar su papel, una vez puestos a hablar de eso. Esta inquietud será el tema de los futuros desarrollos de nuestro grupo de investigación.
Allí, en la palabra, se aprecia la posibilidad de la subjetividad. No por medio de la clasificación, ni de la abstinencia forzosa; sino haciendo un lugar, apostando a que Otra curiosidad que la que se manifiesta en esas prácticas se despliegue, que la Otra cosa advenga desde un borde menos mortífero.
Volviendo a Freud y para concluir. En la conferencia 20, lo sexual es deinido como lo indecoroso, aquello de lo que no está permitido hablar (Freud 1917, 277). Definición que indica el valor decisivo del lenguaje para la sexualidad humana, señala el valor de la vergüenza y reserva un lugar para lo que no se puede decir. Podríamos decir que hay sexualidad si hay lo indecoroso. Ante lo escandaloso, ante lo "todo dado a ver", ante la imagen mortificante de esas prácticas; la escucha del analista puede hacer un lugar que instale algo de lo íntimo. Vale allí entonces retomar el planteo de Lacan del Seminario 5, para hacer de la palabra la posibilidad de instalar algo del juego significante, de la alternancia que hace a ese aspecto humano de lo simbólico.

1 Ver los múltiples trabajos del Departamento de Toxicomanías y alcoholismo del Centro de Investigaciones del Instituto clínico de Buenos Aires (TYA) al respecto.

2 El término "pre boliche" designa en la Argentina a las reuniones de grupos de jóvenes, realizadas usualmente en la casa de alguno de ellos, previas a la concurrencia al local bailable (también llamado "boliche") en donde continuará la noche de diversión.

3 La frase juega con un equívoco. "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio" es un refrán popular que apunta a la actitud de poner el acento críticamente en los defectos ajenos sin apreciar los propios. A la vez "la paja" alude a la manera popular de nombrar la actividad masturbatoria. Por lo que frase "la paja en el ojo" aspira a condensar la satisfacción que se obtiene por la práctica de goce y la ignorancia de la propia falta.

Bibliografía

1- Ackernecht, E. (1957) "Breve historia de la psiquiatría". Eudeba, Bs. As. 1962.         [ Links ]

2- Bercherie, P. (1980) "Los fundamentos de la clínica". Ed. Manantial, Bs. As. 1986.         [ Links ]

3- Bercherie, P. (1995) "Presentación", en De Clerambault, G. "Automatismo Mental". Polemos, Buenos Aires. 2004.         [ Links ]

4- De Clérambault, G. (1920) "Automatismo mental y escisión del yo" en "Automatismo mental", Polemos, Buenos Aires. 2004.         [ Links ]

5- Freud, S. (1897) "Carta 79" en "Fragmentos de la correspondencia con Fliess" Obras completas, tomo 1. Amorrortu. Buenos Aires. 1992.         [ Links ]

6- Freud, S. (1917) "Conferencia 20. La vida sexual de los seres humanos". Obras completas, tomo 16. Amorrortu. Buenos Aires. 1994.         [ Links ]

7- Freud, S. (1930) "El malestar en la cultura". Obras completas, tomo 21. Amorrortu. Buenos Aires. 1994.         [ Links ]

8- Lacan, J. (1932) "De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad" Ed. Siglo XXI. Bs. As. 1975        [ Links ]

9- Lacan, J. (1975) "Clausura de las jornadas de carteles de la EFP", Inédito.         [ Links ]

10- Lacan, J. (1957-58) "El seminario, 5. Las formaciones del inconsciente". Ed. Paidós, Bs. As.1999.         [ Links ]

11- Miller, J.A. (1993) "Para una investigación del goce autoerótico", en AA.VV. "Sujeto, Goce y Modernidad", Atuel - TYA, Bs. As. 1993.         [ Links ]

12- Naparstek, F. (2005) "Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo". Ed. Grama. Bs. As. 2005.         [ Links ]

13- Naparstek, F. (2009) "Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo II ". Ed. Grama. Bs. As. 2009.         [ Links ]

14- Naparstek, F. (2010) "Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo ifiI". Ed. Grama. Bs. As. 2010.         [ Links ]

15- Oyhanarte, R. "Beber con el cuerpo. Tequila por la nariz, vodka por los ojos o la vagina". Diario Perfil.com. Buenos Aires. 27/3/2011. Disponible en. Http/www.diarioperfil.com.ar/edimp/0559/articulophp?art=28025&fd=0559. Documento capturado el 12/4/2011.         [ Links ]

16- Scarlato, E. "El alcohol, sus raíces etimológicas" en "Boletín de la asociación toxicológica argentina", año 18, núm. 64, págs. 28-30.         [ Links ]

Fecha de recepción: 9 de abril de 2012
Fecha de aceptación: 15 de octubre de 2012

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons