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Anuario de investigaciones

On-line version ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.20 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dec. 2013

 

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA

Eduardo Krapf en el Hospicio de las Mercedes. Contextualización institucional

Eduardo Krapf at the Hospicio de las Mercedes. Institutional contextualization

Jardon, Magali1

1Docente de Historia de la Psicología II, Facultad de Psicología, UBA. Investigadora Tesista de Proyecto UBACYT. E-mail: magajardon@hotmail.com 


Resumen:
El presente trabajo se propone indagar la inserción institucional del Dr. Enrique Eduardo Krapf (1901-1963) en el Hospicio de las Mercedes (inaugurado en 1863). Se procederá a la contextualización histórica e institucional del período en el cual este médico psiquiatra y psicoanalista de origen alemán estuvo vinculado con la institución (1937-1955).
La metodología abordada consiste en el análisis discursivo (Narvaja de Arnoux, E.) de fuentes primarias (resoluciones, publicaciones periódicas, textos, historias clínicas) y secundarias que refieren al tema investigado (Guerrino, 1982; Loudet & Loudet, 1971; Stagnaro, 1993; Carofile, 2001; Klappenbach, 2004; Navarlaz, 2010; Volmer, 2010; Rossi, 2010).

Palabras Clave:
Hospital Borda; Historia; Argentina

Abstract:
This paper aims to investigate the institutional integration of Dr. Enrique Eduardo Krapf (1901-1963) at the Hospicio de las Mercedes (opened in 1863). It will proceed to the historical and institutional contextualization of the period in which this german psychiatrist and psychoanalyst was tied to the institution (1937-1955).
The addressed methodology is based on a discourse analysis (Narvaja Arnoux, E.) about primary sources (resolutions, periodicals, texts,medical records) and secondary that refer to the topic under investigation (Guerrino, 1982; Loudet & Loudet, 1971; Stagnaro, 1993; Carofile, 2001; Klappenbach, 2004; Navarlaz, 2010; Volmer, 2010, Rossi, 2010)

Key Words:
Hospital Borda; History; Argentina


 

Sobre Eduardo Krapf
El 4 de julio de 1901 nace Enrique Eduardo Krapf, hijo del médico Juan Enrique (1874-1935) y de Ana Adelaida Ha-ase. Esta familia judía, como muchas en Europa Central había adquirido una respetabilidad social. Eran residentes de Nuremberg, en el estado de Baviera, cuna de Durero y núcleo de irradiación cultural desde la Edad Media. (Carofle, 2001). La familia Krapf pertenecía a la comunidad judía menos ortodoxa. Enrique Eduardo Krapf tuvo una educación laica que comenzó como era costumbre con las institutrices francesas y seguía con cursos particulares, durante años, entre niños de formación económica y social relevante. (Carofle, 2001)
A los 22 años se recibió de doctor en medicina, en la Facultad de Medicina en la Universidad de Leipzig, en 1923. Su tesis se inscribe en la tradición krepelianiana, y se tituló: "Los síntomas catatónicos en la locura maníaco-depresiva".

Se formó en el Servicio de Neurología de la Facultad de Ciencias Médicas de Hamburgo a cargo del Profesor Max Nonne (1861-1959). Gracias a un contrato entre este Servicio y el Hospital Alemán de Buenos Aires, Krapf viajó a la Argentina por primera vez en 1926. Conoció a Margarita Elene Hyrsch, que luego sería su esposa. (Carofle, 2001)

La actuación de Eduardo Krapf en nuestro país desde 1934
Con el golpe nacionalista de 1930 en Argentina se inicia un período de corrupción, fraude y decadencia.
La crisis económica de los años 30 trae como consecuencia fuertes migraciones internas de las áreas rurales a las urbanas. Redistribuye la población con un impacto similar al acontecido a raíz de la gran inmigración de principios del siglo XX. (Rossi, 2001)
A nivel de las políticas de salud se impone el modelo de Higiene Mental en psiquiatría. Este incorpora nociones de los modelos higienistas italianos y alemanes: basados en una diferenciación biotipológica de la sociedad. Se diseñan políticas de prevención de marcada raigambre eugenésica. (Rossi, 2001)
Un referente clave de este período fue el Dr. Gonzalo Bosch (1985-1967) director del Hospicio de las Mercedes entre 1931 y 1947.
Desde 1930 el Hospicio de las Mercedes había sido intervenido, quedando a cargo el Dr. A. Valenzuela. Sin embargo, Valenzuela enfermó; entonces, la Comisión de Asilos y Hospitales designó a G. Bosch como interventor. Al año siguiente, G. Bosch sería el director del Hospicio. Además de integrar la Comisión de Asilos, Bosch fue el primer presidente de la Liga Argentina de Higiene Mental. En 1930 publica "Clasificación de las Enfermedades Mentales". (Bosch & Ciampi, 1930). Esta clasificación diagnóstica aparece en las historias clínicas del Hospicio de las Mercedes.
El año en el que E. Krapf regresa a la Argentina es un período de cambios para el Hospicio de las Mercedes. En 1934 la Liga Argentina de Higiene Mental fundaba la Escuela de Visitadoras Sociales de Salud Mental, que funcionó en el Hospicio de 1935 a 1946. Con estas egresadas se creó el primer Servicio Social en el Hospicio (Volmer, 2010).
En 1934 también se reabrió la Escuela de Enfermería que funcionó hasta 1941, porque los títulos no acreditaban al momento de los nombramientos.
La actuación del Dr. E. Krapf desde su regreso a la Argentina en 1934 (había llegado por primera vez en 1926) fue destacada. En ese momento, el director del Hospicio de las Mercedes era G. Bosch, su padrino de la tesis "La influencia del ritmo estacional sobre la frecuencia de las enfermedades mentales. Contribución a una meteoropatología argentina" (Bosch, 1937)
E. Krapf había obtenido su segundo título de médico en la Universidad de Buenos Aires y se incorporó en 1937 al Hospicio de las Mercedes como médico agregado. En 1938 fue jefe Interino del Servicio de Admisión del Hospicio, y al año siguiente fue jefe de Servicio N° 12.
En el Hospicio se encontraba próximo a G. Bosch, E. Pi-chon-Riviére, Julio Peluffo, Mauricio Goldenberg (1916-2006).

Respecto de la atención en el Hospicio de las Mercedes, se inaugura una nueva modalidad que es la de los consultorios externos. Esto se le atribuye a la Liga de Higiene Mental fundada en 1929, aunque ya en 1924 funcionaban consultorios externos en el Hospital de Nacional de Alienadas (Actual Hospital de Salud Mental Braulio Moyano).

E. Krapf, además de ser un doctor reconocido dentro del Hospicio, tuvo una copiosa producción en las publicaciones periódicas argentinas. Algunas en las que participó fueron: Revista de Psiquiatría y de Criminología (1936-1950); Revista de la Universidad de Buenos Aires (1904-1963); Revista Argentina de Higiene Mental (1930-1947); Cursos y Conferencias (1931-1960); Index (1938-1946).

La actuación de Krapf en la década del 40
En el año 1940 en el Hospicio de las Mercedes se inauguran los pabellones A y B con capacidad para 850 camas. La población de pacientes para esa época era de 3.138, y en 1945 la suma se elevaría a 3.506. También se construyen una nueva cocina y nuevo taller de escobería. En la inauguración estuvo presente el ministro de Relaciones Exteriores y Culto Julio Argentino Roca (h).
En 1942 ocurren dos hechos que tendrían influencia en el Hospicio:
Por un lado se aprobó la implementación del Curso Superior de Médicos Psiquiatras, que comenzó en 1944 con sede en el Hospicio de las Mercedes. (Rodríguez Sturla, 2005). Ese mismo año Krapf fue Jefe de Psicología Experimental en la cátedra de Clínica Psiquiátrica (cuyo titular era Bosch); en 1947 dicta el curso de Psicología Médica hasta 1950 (su antecesor había sido Marcos Victoria). En 1948 Krapf fue profesor adjunto de Clínica Psiquiátrica (Facultad de Medicina UBA).
El otro hecho interesante fue la creación de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) en 1942. La APA contaba con un Instituto cuyo fin era formar psicoanalistas. Una parte importante de esa formación era brindar prácticas clínicas a los postulantes. Estas prácticas tuvieron lugar en el Hospicio de las Mercedes. Más adelante, mencionaremos la presencia de E. Krapf en la APA como miembro.

Respecto de los tratamientos en el Hospicio podemos afirmar que fueron utilizados los siguientes:
Malarioterapia: Bosch propició el uso de esta terapia, creando un Centro de Malarioterapia en el Hospicio de las Mercedes dirigido por Roque Orlando. En la revista Neuropsiquiátrica exponen 650 casos de parálisis general progresiva tratados allí. Lo que se proponía con este tipo de tratamiento era provocar fiebre palúdica en enfermos de parálisis general progresiva.
Electroshock: En 1940 G. Bosch, Enrique Pichón-Riviére (1907-1977) y Juan Carlos Montanaro fueron los primeros en utilizarlo y avalar sus resultados en pacientes esquizofrénicos, parafrénicos, catatónicos y maníacos. Según Guerrino esta era una práctica que Krapf no descartaba. {La Semana Médica, 1942) (Guerrino, 1982, p. 65). Mario Sbarbi y Mauricio Goldenberg aplicaron esta técnica, y en un artículo de 1949 revelan los efectos de la combinación del electroshock con la psicoterapia intensiva. Consistía en hacerle escuchar al paciente un disco fonográfico especialmente grabado para ese caso, en el que, basados en los antecedentes del enfermo, de la enfermedad y del cuadro clínico, dice M. Goldenberg: "Hacemos dilucidación, sugestión y persuasión".
Narcosis: Dentro del Hospicio de las Mercedes, E. Pichón Riviére utilizó la narcosis. En esta ocasión, E. Pichon-Riviére implementó el avispan sódico. "Es una sal sódica de ácido NMetil Cicloexenilmetilbarbitúrico muy soluble en agua y de eliminación rápida, y que parece desintegrarse sobre todo en el hígado. Es utilizado en cirugía menor, urología, obstetricia, etcétera, por vía endovenosa, intramuscular y rectal. Da una anestesia de 20 a 40minutos" (1971, p. 287). El autor tomó como referencia el libro publicado en el año 1943 de J. Stephen Horsley, en el que describe el método psicoterapéutico del narcoanálisis (Horsley, 1943). Presentó la experiencia, llevada a cabo en 15 casos, ante la Sociedad Argentina de Neurología y Psiquiatría: "El narcodiagnóstico o narcoanálisis o psicoanálisis farmacodinámico hace accesibles a la investigación planos de la personalidad casi imposibles de conocer de otra manera" (Pichón Riviére, 1971, p. 294). El auge de estos tratamientos mermará en la década del 50 con la llegada de los psicofármacos.

Entre 1946-1955 se inicia una nueva etapa, varios cambios se avecinan para el viejo Hospicio cuando asume como presidente Juan Domingo Perón en 1946 y crea la Secretaría de Salud Pública de la Nación, siendo Ramón Carrillo ministro de Salud. R. Carrillo fue médico egresado con medalla de oro de la Universidad de Buenos Aires, especializado en neurocirugía y profesor titular de Neurocirugía de la Universidad de Buenos Aires en 1943. R. Carillo se propuso dos objetivos: una nomenclatura uniforme de las enfermedades mentales y un sistema funcional de hospitales psiquiátricos.
Con el cambio de gobierno, cambia el director. El Dr. Héctor Piñero pasó a ser director del Hospicio de las Mercedes por un año, de 1947 a 1948. Luego será asesor en Psiquiatría del Ministerio, en 1949. Cabe destacar que quienes ascendían a directores eran los subdirectores; no se trataba de incorporaciones por fuera de la institución.
Luego de H. Piñero asume la dirección el Dr. Florencio Brumana (1899-1990), quien ejerció el cargo de 1948 a 1955. Nacido en Pigüé, en la provincia de Buenos Aires, el 13 de agosto de 1899, se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires, trabajó en el Hospital Rawson -vecino del viejo Hospicio- y se especializó en Neurología y Psiquiatría. En 1933 había sido jefe de servicio del Hospicio de las Mercedes, en 1947 subdirector y al año siguiente director. Fue docente de la Escuela de Visitadoras de Higiene Mental, la materia de segundo año de Medicina Legal.
En 1947 más de 1000 enfermos fueron trasladados a la Colonia Nacional de Alienados Domingo Cabred y a la Colonia de Oliva, en Córdoba, con el fn de realizar construcciones edilicias (se construye la torre de agua y un incinerador, se demuelen la Iglesia y la casa de Hermanas, aunque se habilita provisionalmente una capilla). Ese año también se crea el Servicio de Psiquiatría Juvenil, designándose como Jefe a Pichón Riviére, y el Servicio de Hemoterapia.

En octubre de 1949 se cambia la denominación Hospicio de las Mercedes por Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Hombres. Posteriormente, en 1967 por el de Hospital Nacional José T. Borda. En 1996, pasa a llamarse Hospital Neuropsiquiátrico José T. Borda, y hoy, Hospital Psicoasistencial Interdisciplinario José Tiburcio Borda.
El 25 de mayo de 1950 el ministro Carrillo pronuncia un discurso frente al nuevo edificio del Hospital. Previamente, había hablado el director del Hospital. R. Carrillo confesó que su sueño se había cumplido: "El de un Hospital Nacional de Neuropsiquiatría, digno de la República Argentina". Su planificación sanitaria se integraba en el Plan Analítico de Salud Pública, que integraba el procedimiento de planificación estatal argentino que se denominó Plan Quinquenal1. El Dr. R. Carrillo recordó su pasó por los hospitales de La Pitié y La Carité, resaltando estas dos cualidades que según él debían estar presentes siempre, la piedad y la caridad. Su discurso prosigue recordando la revolución del 25 de Mayo de 1810 y la comparó con la del 17 de octubre de 1945.
En nombre del Ministerio de Salud Pública, R. Carrillo menciona a colegas, enfermeros y enfermos del viejo Hospicio. Curiosamente, comienza con los médicos y enfermeros asesinados en manos de los propios enfermos del Hospicio. El doctor López Lecube, atacado con una cuchara preparada para ser utilizada como arma cortante. El doctor Lusish, quien había accedido a hablar con un enfermo a solas. En ese momento, el enfermo le disparó con un arma de fuego.
El 2 de enero de 1928 alrededor de 26 alienados del pabellón de delincuentes Lucio Meléndez se amotinaron. El enfermero Anastasio Expósito se negó a darles las llaves, y las arrojó fuera del alcance de los alienados. Fue atacado y recibió múltiples puñaladas, y quedó inválido sin posibilidad de continuar trabajando.
Entre los enfermeros, hubo dos muertos y cuatro heridos. En el discurso de R. Carrillo, se reflejan las condiciones de peligrosidad en el viejo hospicio. También, el ministro recordó otros aspectos interesantes: por ejemplo, la existencia de pensionistas. Además, había enfermos, como Pífano, que atendían el comedor de los practicantes. Este paciente solía reiterar: "Señores, fui burlado en la época del fraude y la violencia; por eso la formula no fue Alvear-Pífano".
¿Dónde está la participación de Krapf en todo esto? Krapf logró mantener su permanencia en la Institución en el periodo peronista, a diferencia de su grupo próximo: E. Pichon-Riviére, G. Bosch, M. Goldenberg.
Por otra parte, en 1950 R. Carrillo designa a una Comisión de doctores para confeccionar la Clasificación Sanitaria de los Enfermos Mentales adoptada oficialmente y redactar un Vocabulario de Psiquiatría en el que se estableciera con precisión el significado y la más correcta acepción de los términos empleados en la Clasificación a que se refiere la Resolución Ministerial N° 28.836, y los que son de uso corriente en la especialidad siguiendo las directivas del ministro R. Carrillo (1950). La Comisión estaba constituida por los doctores Héctor M. Piñero, asesor psiquiátrico del Ministerio; Arístedes M. Barrancos, ex secretario técnico de la Dirección de Hospitales Psiquiátricos y en ese momento adscripto al Servicio de Admisión del Hospital Nacional de Neuropsiquiatría; E. E. Kraft (sic); Braulio Moyano; Luis Martínez Dalke, y Juan F. Solari, jefe interino del servicio antes mencionado y jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Psiquiatría.
El presidente de la Comisión era el doctor H. Piñero.
El plazo para que La Comisión se expidiera era de seis (6) meses como mínimo a partir de la fecha de la Resolución N° 29.157.
La resolución 28.836 a la que hace referencia tuvo efecto un mes antes. En ella se explícita la Clasificación. La propuesta de R. Carrillo fue un nuevo criterio que permitía trabajar con diferenciaciones claras formulando una clasificación "sanitaria y racional" para las enfermedades mentales.
Las categorías diagnósticas debían posibilitar el fácil reconocimiento "de un enfermero, médico o juez" (Carrillo, 1950). Las cinco categorías más generales proponen diferencias objetivas y observables. Cada grupo es dividido a su vez en patologías primitivas o secundarias, y algunos diferencian ciertas patologías de causa ignota. En tercer lugar la clasificación dentro del subgrupo pretende nombrar de forma exhaustiva todas las formas y variantes en que se presenta la enfermedad.
A partir del año 1950 la clasificación de R. Carrillo aparece en las historias clínicas, agregada a través de un sello de goma que se estampa en la contratapa de las mismas.
El diseño estructural de las historias no se modifica hasta el año 1954, en que el cuadro de Clasificación de R. Carrillo aparece al comienzo de las historias, seguido de un apartado que permite dar cuenta de la variación en el curso evolutivo y de la especificación de la derivación que debe darse al paciente, según el diagnóstico resultante.
Las mismas son:
Las que pertenecen al grupo N° 1: Afrenia (sin inteligencia), que consiste en una demencia irreversible y cuya derivación institucional es la Colonia. El grupo N° 2: Disfrenia (peor, perturbado), es una psicosis remisible o curable, el destino es el Hospital. El grupo N° 3 tiene por nombre un neologismo propuesto por Carrillo: Kindinofrenia. Se trata de casos de peligrosidad manifiesta cuya institución de derivación sería el Kindinocomio. El grupo N° 4 -de tradición krepeliana- lo componen las Oligofrenias (retardo por insuficiencia mental) y serán tratadas en colonias-hogares. Finalmente, el grupo N° 5 son las Peirofrenias (neurosis y/ personalidad psicopática); el decurso institucional es el sanatorio (Navarlaz, 2010), también denominado instituto por Carrillo en otras ocasiones.

Al completar el cuadro diagnóstico se obtiene un número, indicado según sea su grupo, subgrupo, tipo, subtipo, entidad, forma, variante, subvariante y especie. Una vez completa la clasificación, arroja un número resultante de nueve cifras que va a ser el código que responda al diagnóstico del paciente.
Esta especificación excesiva lleva a la confusión y muchos cuadros no son completados por los médicos en las historias clínicas, que finalizan por expresar solamente un diagnóstico de acuerdo a la nosología clásica.
Por otra parte la clasificación de R. Carrillo propone un tipo diferente de tratamiento para cada una de las cinco formas más generales de diagnóstico. Así, para las afrenias indica la laborterapia; para las disfrenias, la fisioterapia; en las kindinofrenias, la terapia enmendativa; en las oligofrenias, la terapia pedagógica, y finalmente para las peirofrenias o fronterizos indica la psicoterapia.
De esta clasificación su autor nos dirá que algunos nombres fueron inventados por él y que son verdaderos neologismos que le permiten pensar la especificidad de la patología.
Uno de los conceptos inventados por R. Carrillo es el de kindinofrenia. Se trata de los sujetos con perversión de los instintos, ya sea primitiva o secundaria a una enfermedad mental diversa, según el autor.
En relación al término "disfrenia", refiere en una nota al pie que "fue conocida por el suscripto en un trabajo del doctor E. E. Kraft (Buenos Aires). Entiendo que es su creador. Pero el doctor Kraft la emplea con otro significado. Yo la hago sinónimo de psicosis" (Carrillo, 1950, p. 102)
En una publicación de La Semana Médica de 1944, el doctor E. Krapf se refiere a los disfrénicos como los "fronterizos", también conocidos como "personalidades psicopáticas" por la designación inglesa o alemana (Navarlaz, 2009). E. Krapf toma lo propuesto por Koch y agrupó tres variantes: primitivos o faltos de diferenciación; asténicos, con falta de fuerza, e infantiles, con falta de desenvolvimiento (Guerrino, 1982, p.183). Para Carrillo los fronterizos corresponden al grupo de las peirofrenias, utilizando disfrenia para denominar a las psicosis. Recurre a la etimología frenia: intelecto dis es el peyorativo en griego que quiere decir peor, malo, perturbado.
Esta preocupación por aunar criterios diagnósticos no fue solamente de Carrillo.
En 1948 se creó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se publicó la 6ta. edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades, que por primera vez incluyó un apartado sobre trastornos mentales. Más tarde, en 1952, surge la primera edición, DSM-I, como una variante del CIE-6. Debido a la disconformidad del público con estos desarrollos (tanto del DSM como del CIÉ), se fueron generando nuevas versiones de cada uno.
Cabe destacar que en la primera recomendación de la Comisión que el propio Carrillo convocó fue que se adoptara la Clasificación americana, cuestión que el ministro desaprobó completamente.
Es interesante destacar que en 1950 E. Krapf fue miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Había realizado su análisis didáctico con Ángel Garma y anteriormente con Melanie Klein, en Londres.
En 1952 en un texto llamado "Angustia, tensión, relajación. Contribución a la teoría y metodología del tratamiento de los trastornos psicogenéticos" (Krpaf, 1952), presenta 10 casos clínicos con sus respectivos diagnósticos. Entre ellos figuran: "Neurastenia con espasmos alimentarios", "Espasmo de escritor", "Neurastenia postinfeccio-sa", "Neurastenia postraumática con hipercusia y dolor ótico, insomnio en un neurasténico". Estos diagnósticos no se encuentran en las Historias Clínicas del nuevo Hospital Neuropsiquiátrico y Krapf refiere que son de su casuística personal.
Según el autor, "(...) la tensión psíquica se funda siempre en angustia (o, por lo menos en ansiedad: defino ansiedad como el efecto angustiante que acompaña una presión instintiva no satisfecha). (...) Se trata, en efecto de un verdadero círculo vicioso: la angustia se expresa, a través de la tensión psíquica que crea, en tensiones musculares; éstas, por ser "gestos", refuerzan la tensión psíquica angustiosa; ella, a su vez, causa mayores tensiones musculares, y así continúa el proceso "ad infnitum" o, mejor dicho, hasta tanto la tensión se reduce de algún modo (demasiado a menudo a través de una "descarga de emergencia" patológica) (Krapf, 1952, p. 35)

E. Krapf incluye dos estudios sobre "relajación":
1)  La relajación progresiva de Jacobson que consiste en la relajación sistemática de la relajación muscular en todas las condiciones que se acompañan de tensiones musculares. (Ob. Cit. P. 49).
Cuando el sujeto flexiona el bíceps se le dice: "Esto es lo que Ud. está haciendo, queremos que haga lo contrario".
2) El entrenamiento autógeno (autorrelajación concentrativa de Schultz). Se trata de inducir, a través de ciertos ejercicios fsiológicos y racionales, una modifcación general de la persona que permite... todos los rendimientos característicos para los estados sugestivos genuinos (Krapf, 1952, p. 62). También es "progresiva" ya que el entrenamiento se aplica en 6 pasos: 1) vivencia de pesadez. 2) vivencia de calor. 3) Tranquilización del corazón. 4) Tranquilización de la respiración. 5) Vivencia de calor en el abdomen. 6) Refrescamiento de la frente.
E. Krapf prefiere el tratamiento autógeno de Schultz, aunque no descarta el de Jacobson.
"Ya dije antes que la relajación se emplea, en el fondo, en todo psicoanálisis: acostarse en un diván signifca, de por sí, relajar la musculatura (y toda la persona)" (Krapf, 1952, p. 91). "Últimamente ensayé también "preparar" enfermos para la sesión psicoanalítica con un ejercicio previo de autorrelajación concentrativa, obteniendo así, en ciertos pacientes muy "inhibidos", una "soltura" asociativa mucho más satisfactoria." (p. 92)

Para fnalizar podemos dar cuenta de cómo se desvincula Krapf del viejo Hospicio de las Mercedes. Me gustaría mencionar antes de eso que el 17 de diciembre de 1951 se crea la Sociedad Interamericana de Psicología, siendo E. Krapf su primer presidente.

Desde el 1o de noviembre de 1953 gozó de una licencia sin goce de sueldo que le concedió el Poder Ejecutivo a partir del 1o de noviembre de 1953 para poder ocupar el cargo de Representante de la Federación Mundial para la Salud Mental en Ginebra, decreto N° 20.719 que autoriza Perón.
En 1955 Perón es destituido de su cargo y el peronismo es proscripto. Ese año, el ministro de Salud, R. Carrillo, se encontraba exiliado en Brasil. Ya había renunciado a su cargo en 1954. E. Krapf, por su parte, el 6 de septiembre de 1955, escribe una carta al director del Hospital Nacional de Neuropsiquiatría, Dr. R. Brumana, presentando su renuncia a la licencia y por ende a sus servicios en el Hospital. En la carta explica que el motivo es debido a que sus labores como representante de la Federación Mundial para la Salud Mental no habían finalizado.
El mismo director F. Brumana, siguiendo la tradición, dejaría de ser el director del Neuropsiquiátrico ese mismo año.

Conclusiones:
La contextualización institucional de E. E. Krapf resulta interesante por varias cuestiones. Por un lado, tenemos a un psiquiatra de tradición tomista y krepeliana trabajando en el gran Hospicio de las Mercedes. Esto nos hace reflexionar sobre las influencias que en nuestro país tendría la llegada de E. Krapf.
A su vez, lo encontramos próximo, en el plano institucional e ideológico, a los referentes de la época: G. Bosch, E. Pichon-Riviére, M. Goldenberg. A diferencia de estos referentes, E. Krapf logra permanecer en el Hospicio de las Mercedes pese a los cambios que se dan a nivel político. No sólo permanece en la Institución por 20 años sino que adquiere cada vez más prestigio, a tal punto que es convocado por el ministro de Salud para desarrollar un criterio clasificatorio-diagnóstico.
Su participación en otras instituciones, como la Asociación Psicoanalítica Argentina y la Sociedad Interamericana de Psicología, nos da cuenta de la actividad prolífica que tuvo este autor, como así también refleja los círculos que integraba.

1El Primer Plan Quinquenal (1947-1951) fue elaborado como respuesta al diagnóstico que previamente realizara el Consejo Nacional de Posguerra, creado en 1944 por decreto 23847. De los veintisiete proyectos enviados al Parlamento, destacamos los relacionados con el área de salud: a) Ley de organización de la sanidad pública; y b) Ley de Construcciones, habilitación y funcionamiento de los servicios de salud pública. La Ley de organización de la sanidad pública (Ley 13.012) ordena la realización de estudios e investigaciones de carácter sanitario, social, jurídico y estadístico tendiente a la redacción del proyecto de Código Sanitario y de Asistencia Social. La norma crea el Fondo Nacional de Salud y Asistencia Social para el financiamiento de las instituciones que se incorporarían al Código citado.
Por su parte, la Ley de construcciones, habilitación y funcionamiento de los servicios de Salud Pública (Ley 13.019), sostiene que con los impuestos a recaudar, se dispondrá de 200 millones de pesos anuales a distribuir entre las obras proyectadas para costear su funcionamiento y el de toda la organización de la salud pública. Con el programa formulado se ofrecerá al 65% de la población -la no pudiente- una asistencia médica completa, perfecta y gratuita; un 20% asistencia a tarifas reducidas, quedando un 15% de la población -la pudiente- dentro del ejercicio liberal de la profesión. La ley propone construir 25.000 camas en los hospitales generales, centros de salud urbana y rural, unidades sanitarias y hospitales obreros; 12.000 en el área de maternidad e infancia; 30.400 en el área de alienación mental y neuropsiquiatría; 10.000 para atender la tuberculosis; y 3.000 camas para la lepra.

Referencias

1- Bosch, G. & Ciampi, L. (1930). "Clasificación de las enfermedades mentales", Boletín del Instituto Psiquiátrico, 2, (5).         [ Links ]

2- Bosch, G. (1937). La influencia del ritmo estacional sobre la frecuencia de las enfermedades mentales. Contribución a una meteoropatología argentina. Facultad de Medicina.         [ Links ]

3- Bosch, G., Pichon-Riviére y Montanaro, J. (1942). "Electroshock y psicoterapia intensiva", La Semana Médica, II, pp. 1580-1585         [ Links ]

4- Carofle, A. (2001). "Un psiquiatra alemán en la Argentina". Temas de Historia de la Psiquiatría Argentina, 2, pp. 302-307.         [ Links ]

5- Carrillo, R. (1974). Clasificación Sanitaria de los enfermos mentales. Buenos Aires: Eudeba.         [ Links ]

6- Guerrino, A. (1982). La psiquiatría argentina. Buenos Aires: Editores Cuatro         [ Links ]

7- Horsley, S. (1943). Narcoanalisis. Londres: Oxford University Press.         [ Links ]

8- Krapf, E. (1952). Angustia, Tensión, Relajación. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

9- Krapf, E. (1943). Tomás de Aquino y la Psicopatología. índex         [ Links ]

10- Krapf. (1959). Psiquiatría. Buenos Aires: Paidos         [ Links ]

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Fecha de recepción: 30 de marzo de 2013
Fecha de aceptación: 2 de octubre de 2013