SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.21 número2Lo "no analizable": de la exclusión al fundamento índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.21 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul. 2014

 

Psicoanálisis

Modos del sufrimiento contemporáneo. Del síntoma al estrago

Modes of contemporary suffering. From symptom to havoc

Arca, Gabriela1; Mazzoni, M. Yanina2; Naparstek, Fabián A.3; Bousoño, Nicolás4

RESUMEN
En este artículo nos propusimos interrogar los modos del sufrimiento en la actualidad y de las condiciones de producción del síntoma, sus particularidades en la época y revisar la vieja noción freudiana de síntoma artificio de la transferencia tomando como referencia la enseñanza de Jacques Lacan y algunos de sus principales comentadores.

Palabras clave:
Epoca - Sintoma - Compuesto - Estrago

ABSTRACT
In this article we set out to question the ways of suffering today, the conditions of production, its peculiarities and its consequences from the notion of symptom as compound.

Key words:
Epoch - Symptom - Compound - Ravage

1 Docente de las Cátedras de Psicopatología I y de la materia Clínica de las Toxicomanías y el alcoholismo, Facultad de Psicología, UBA.

2 Profesora adjunta de la Cátedra de Psicopatología I y Jefa de Trabajos Prácticos de la materia Clínica de las Toxicomanías y el alcoholismo, Facultad de Psicología, UBA.

3 Profesor Titular de la cátedra de Psicopatología I y Profesor a cargo de la materia Clínica de las Toxicomanías y el alcoholismo, Facultad de Psicología, UBA.

4 Jefe de Trabajos Prácticos de la cátedra de Psicopatología I y de la materia Clínica de las Toxicomanías y el alcoholismo, Facultad de Psicología, UBA.

Introducción
En este artículo nos propusimos interrogar los modos del sufrimiento en la actualidad y de las condiciones de producción del síntoma, sus particularidades en la época y revisar la vieja noción freudiana de síntoma artificio de la transferencia tomando como referencia la enseñanza de Jacques Lacan y algunos de sus principales comentadores.

El síntoma como compuesto
Freud tempranamente piensa el síntoma como un compuesto, constituido por dos elementos heterogéneos. Uno, su cara de sentido y el otro, su cara pulsional, de anclaje somático, núcleo duro del síntoma recubierto por los sentidos.
Encontramos en este sentido la hipótesis que desarrolla en su texto Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad, donde ubica que al puro autoerotismo -anclaje somático pulsional sin sentido- se le viene a fusionar una representación: la fantasía. A esta composición Freud la llama soldadura. Es cuando el onanismo como soldadura ya no sea la vía para descargar la energía, cuando la fantasía haya caído bajo el imperio de la represión y mientras no se haya encontrado una satisfacción sustitutiva que están dadas las condiciones para la formación del síntoma.

Esta noción de síntoma, presente también en el historial de Dora, conserva la noción de dos elementos heterogeneos presentes en el síntoma: el núcleo somático y los sentidos: fantasías, identificaciones, etc.
En su texto Los nuevos caminos de la terapia analítica Freud retoma estas cuestiones y las precisa: "Los síntomas con derivaciones patológicas de los pacientes son de naturaleza compuesta. En su fundamento último los elementos de esta composición están constituidos por mociones pulsionales."1
Por otro lado cuando Freud aborda el estudio de las denominadas neurosis actuales, delimita un tipo de síntoma particular: los síntomas actuales que carecen de mecanismo psíquico, es decir carecen de sentido, y ubica que esto determina su condición tóxica: "ya sea que se exterioricen en las operaciones corporales o anímicas parecen ser de naturaleza tóxica"2
Se trata de síntomas particulares, ligados a cantidades de energía no ligadas, sin tramitación psíquica, que producen efectos muchas veces devastadores, cuyo único elemento parece ser el pulsional y por ello se vuelven tóxicos. El elemento somático sin la envoltura representacional aparece como algo que intoxica.

Las nuevas caras del síntoma
El síntoma clásico -ya desde Freud- y especialmente desde Lacan puede ubicarse como el recurso del sujeto para saber hacer con el Otro sexo, ya que no hay una fórmula de la relación entre los seres sexuados. Es un recurso frente al impasse de la relación sexual. Y este no hay relación es marca, huella traumática de goce.
En lo que puede considerarse una lectura clásica, como no hay relación sexual, hay síntomas; síntomas particulares propios de un parletre. No hay seres hablantes que no presenten síntomas, ya que los síntomas son producto del encuentro del lenguaje y la pulsión. Pero el síntoma clásico, el freudiano y el que recorre el primer o los primeros tramos de la enseñanza de Lacan no es el síntoma princeps de la clínica contemporánea.
Elaborando estas referencias, sostenemos que en esta época es característico que el síntoma no se presente con su cara de sentido si no, por el contrario, desprovisto de ella, con su cara tóxica descubierta, lo que da cuenta de sus efectos devastadores ante la ausencia de un tratamiento simbólico que atempere la toxicidad pulsional. Es el síntoma que Lacan desarrolla en su última enseñanza pero que ya encontramos en Freud a propósito de las neurosis actuales.
El síntoma ya no habla, no se da a la interpretación -algo que como antecedente en la enseñanza de Lacan está presente ya en su seminario sobre la angustia-.
Y esta ausencia de tratamiento simbólico de ese núcleo pulsional, esa falta de envoltura formal del síntoma es lo que le otorga un carácter particular.

El malestar contemporáneo también se caracteriza por su resistencia a la entrada en el discurso, haciendo muy difícil empalmar el goce autístico de la repetición, desde siempre presente en el síntoma, al Otro, al inconciente. Esta modalidad se caracteriza entonces justamente por la ausencia de mecanismo psíquico y por la toxicidad que esto implica, toxicidad devastadora que toma la forma del estrago.
El imperativo actual de un goce sin límite -simbólico imaginario- hace a los toxicómanos los sujetos paradigmáticos de la época.

Para el sujeto contemporáneo el consumo -de drogas pero también de esos objetos particulares llamados gadgets- no funciona como un síntoma que permite algún arreglo con ese continente oscuro que encarna la feminidad. Funciona en una lógica de prevención del encuentro con el Otro, con el Otro sexo.

De este modo, el parletre se ahorra el impasse de la relación sexual quedando a merced de un empuje de goce insaciable. La particularidad de este goce mortificante reside en que no esta regulado fálicamente, no está orientado por el Ideal y se reduce a una compulsión a gozar que lleva a lo peor. No hay fantasma que encuadre, ley que regule, síntoma que localice sino sólo pulsión de muerte sin tramitación simbólica.

Es a partir de esto que podemos ubicar una lógica que desplaza el modo del sufrimiento en la época, del síntoma al estrago: a partir de allí leemos este desplazamiento en términos de feminización. El estrago es concepto muy preciso en Lacan que queda directamente ligado a lo femenino, al no-todo en términos de infinitud, de sin límite. El no-todo femenino sólo tiene valor cuando es inscripto en la estructura de lo infinito: es un no-todo de inconsistencia, no de incompletud.
Lo propio del estrago, de lo femenino, es el sin-límite. Y han sido los estudios sobre la toxicomanía pioneros en este campo de investigación. La llamada tesis lacaniana sobre la droga y todo el trabajo de investigación que se produjo a partir de ella permitió advertir la particular modificación de la economía de goce en un sujeto cuando no es la lógica fálica la que comanda, cuando se encuentra suspendida en su función. Es la lógica no del síntoma-fantasma sino la del sin-límite propia del estrago. El sufrimiento en la civilización en la época sigue esta lógica: deslocalización e ininitización del goce sin regulación fálica.

Miller señala que "El campo de la cultura, al cual debe ser ampliado el campo del Otro es el espacio donde se inventan los semblantes, las formas de gozar, de satisfacer la pulsión parcial con semblantes... Esas formas de gozar son móviles"3.

La feminización del mundo contemporáneo
Ya en el año 1997 en su curso "El Otro que no existe y sus comités de ética", J.A. Miller y E. Laurent caracterizaron las transformaciones que atraviesa la civilización contemporánea en términos de feminización del mundo, concepción que fue retomada posteriormente por diversos autores y que tiene hoy absoluta vigencia. Una indicación más reciente de J.A. Miller en su curso "El ser y el Uno"4, sitúa que lo que caracteriza al siglo XXI, su corriente dominante, es una "aspiración a la feminidad".
La alianza entre ciencia, técnica y mercado - patente en el mundo contemporáneo- en su aspiración a la globalización conmueven la función de la excepción haciendo, por lo tanto, inconsistir al conjunto. La globalización, entonces, es un para todos que es más un para cada uno. Idea que recientemente E. Laurent nombró como individualismo de masa. Podemos afirmar, entonces, que el estallido del Todo a nivel de la civilización produce lo que J.A Miller indica como "el no-todo en todas partes"5. Esta aspiración a la feminidad es tributaria entonces de la época del Otro que no existe, del estallido del Todo, del Universal fálico. Sin embargo, la feminización no debe pensarse solamente como consecuencia de la caída o reducción de los valores fálicos, sino como un fenómeno con múltiples causalidades y efectos.
Podemos situar también que lo que mantiene al mundo unido -acaso atrapado- ya no es el orden simbólico, el significante amo, sino esa alianza entre ciencia, técnica y capitalismo. Esto implica un deslizamiento del discurso y una suerte de desarreglo de lo real, de desregulación, desde que ya no es el significante amo el que ordena, sino lo real bajo estas condiciones de alianza. Este desplazamiento supone modificaciones en la economía de goce del sujeto contemporáneo.
La modalidad que ha tomado el goce en nuestra época no responde a la lógica del padre en tanto interdictor, no se ordena en relación a una prohibición, sino que ha tenido lugar una positivización del goce, goce que no entra en una dialéctica, que no está afectado por una negativización.
Es decir que el conflicto clásico de la neurosis, el conflicto entre el ideal y la pulsión ha sido desplazado. En esta lógica que venimos planteando el ideal es la pulsión y es lo que J.A. Miller ha trabajado -a propósito de una referencia en Lacan- como el ascenso del objeto a al cénit de la civilización. Ya no son los ideales -I(a)- los que comandan las identificaciones, sino el a, sin velo.
Se impone entonces una pregunta: en estas coordenadas¿de qué ideal, de que identificaciones se trata? E. Laurent en su conferencia sobre "Las patologías de la identificación"6 ubica en las compulsiones a gozar -que son signo de la época- identificaciones sólidas, "de hierro", frente a la liquidez7 de los lazos sociales en la hipermodernidad en tanto orientan en una lógica de empuje a gozar, incesante, sin límite, mortífero y que F. Naparstek ha abordado en su trabajo sobre "la fiesta interminable"8.

Para concluir
Resta una pregunta que concierne a la experiencia analítica en esta época. Es la pregunta acerca de cómo saber arreglarse, cómo hacer para ser el partenaire de sujetos que son consumidos por un sufrimiento sin sentido y que no se dirigen al Otro.
Se trata de encontrar cada vez cómo hacer pasar ese sufrimiento ilimitado a la lógica del síntoma. Cómo operar ese forzamiento de la transferencia, forzamiento del síntoma para que haga lazo con el Otro.
En definitiva, cómo volver ese núcleo pulsional crudo un síntoma que desintoxique, que localice, que incluya al Otro y que se abra a la interpretación.

No hay respuestas simples, pero al menos frente a este estado de cosas, permanece presente para nosotros la comparación freudiana del analista con el químico. Freud no dudaba en equiparar el dispositivo analítico con una especie de laboratorio donde se produce un síntoma artificial -un síntoma sintético para estar a la altura de la época- al cual se le agrega, en su naturaleza autoerótica, en su condición de Uno, el dos, el lazo con el Otro. Es es la apuesta.

1 Freud, S. 1990 Los nuevos caminos de la terapia analítica en Obras Completas, T.XVII, p. 157, Buenos Aires: Amorrortu

2 Freud, S. 1990, La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna en Obras completas, T. IX, p.167, Buenos Aires: Amorrortu

3 Miller, J-A. 1998, Primera conferencia Brasileña, en Miller (Comp.) El síntoma charlatán, Barcelona: Paidós

4 Miller, Jacques-Alain, Curso de la orientación lacaniana: El ser y el uno, Inédito, 2011

5 Miller, J-A. 2005 El Otro que no existe y sus comités de ética, Buenos Aires: Paidós, p.76-77

6 Laurent, E. (2006, Diciembre) Las patologías de la indentificación en los lazos familiares y sociales, Conferencia dada en las Jornadas Anuales de la EOL, Buenos Aires, Argentina

7 Referencia a los trabajos de Zygmunt Baumann, en particular "La modernidad líquida".

8 Naparstek, F. 2009, La era de la fiesta permanente en Naparstek (comp.), Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo II, (pp. 9-21), Buenos Aires: Grama.

BIBLOGRAFÍA GENERAL CONSULTADA

1- Bauman, Z. (2003) Modernidad líquida, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina        [ Links ]

2- Freud, S. (1990) La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna en Obras completas, T. IX, Buenos Aires: Amorrortu        [ Links ]

3- Freud, S. (1990) Los nuevos caminos de la terapia analítica en Obras Completas, T.XVII, Buenos Aires: Amorrortu        [ Links ]

4- Freud, S. (1990) Fragmento de análisis de un caso de Histeria (caso Dora) en Obras Completas, T.VII, Buenos Aires: Amorrortu        [ Links ]

5- Freud, S. (1990) Sobre la justiicación de separa de la neurastenia un determinado sindrome en calidad de neurosis de angustia en Obras Completas, T.III, Buenos Aires: Amorrortu        [ Links ]

6- Lacan, J. (2006) El seminario, Libro 10, La angustia, Buenos Aires: Paidós        [ Links ]

7- Lacan, J. (2006) El seminario, Libro 23, El sinthome. Buenos Aires: Paidós        [ Links ]

8- Lacan, J. (1991) El seminario, Libro 20, Aún, Buenos Aires: Paidós        [ Links ]

9- Laurent, E. (2006, Diciembre) Las patologías de la indentificación en los lazos familiares y sociales, Conferencia dada en las Jornadas Anuales de la EOL, Buenos Aires, Argentina        [ Links ]

10- Miller, J-A. (2005) El Otro que no existe y sus comités de ética, Buenos Aires: Paidós        [ Links ]

11- Curso de la orientación lacaniana: El ser y el uno, Inédito, 2011        [ Links ]

12- Naparstek, F. (2009) Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholismo II, Buenos Aires: Grama         [ Links ]

Fecha de presentación: 7 de abril de 2014
Fecha de aceptación: 7 de julio de 2014

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons