SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.21 número2L. Althusser: responsabilidadLa tabla en Donald Meltzer índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Anuario de investigaciones

versión On-line ISSN 1851-1686

Anu. investig. vol.21 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul. 2014

 

Psicoanálisis

La especificidad del concepto de rasgo unario a la altura del seminario IX, La Identificación (1961-1962) de J. Lacan. Articulación y distinción entre el rasgo unario, el significante, la letra y el nombre propio

The specificity of the concept of unary to the height of the IX Seminar, The Identification (1961-1962) of J. Lacan trait. Articulation and distinction between the unary trait, the signifier, the letter and name

Haddad, M. Ivón1

1 Lic. en Psicología, UBA. Docente de la cátedra II de Psicopatología, Facultad de Psicología, UBA. Becaria de investigación UBACyT, Categoría Culminación de Doctorado. E-mail: mivonh@yahoo.com.ar

RESUMEN
En el presente trabajo se enmarca dentro de la siguiente beca Culminación de Doctorado UBACyT (2012-2014) de la Facultad de Psicología U.B.A: "El concepto de rasgo unario y su relación con la lógica del Uno en el Seminario 20, Aun de J. Lacan", dirigida por el Profesor Roberto Mazzuca.
El primero tiene como objetivo principal circunscribir la especificidad del concepto de rasgo unario a la altura del Seminario IX, La Identificación (1961-1962). Para cumplir con el mismo en primer lugar, destacaremos la importancia y la originalidad del concepto mencionado para pensar la identificación propia de la constitución del sujeto. Luego definiremos las siguientes nociones: significante, letra y nombre propio. Al mismo tiempo, distinguiremos estas nociones del rasgo unario.

Palabras clave:
Identificacion - Rasgo Unario - Significante - Letra - Nombre Propio

ABSTRACT
The present work is part of the following scholarship PhD Completion UBACyT (2012-2014) led by Professor Robert Mazzuca: "The concept of unary trait and its relation to the logic of the One in Seminar 20, Even J. Lacan ". The same main objective is to circumscribe the concept of specificity of unary to the height of the IX Seminar, The ID (1961-1962) trait. To comply with the same first, we highlight the importance and originality of the concept referred to think self-identification of the constitution of the subject. Then we define the following notions: significant, letter and name. At the same time, distinguish these notions of unary trait.

Key words:
Identification - Rasgo Unary - Significant - Letter - Own Name

INTRODUCCION
Lacan extrae el término Einziger Zug de los desarrollos sobre la segunda especie de identificación planteada por Freud en el texto "Psicología de las masas y análisis del yo" (Freud, 1921) para pensar la identificación al rasgo unario que da cuenta del surgimiento del sujeto. En palabras del autor: "Si identifico esta función del rasgo unario, si hago de él la figura develada de este Einziger Zug de la identificación, camino por el que fuimos conducidos el último año, puntualicemos aquí, antes de avanzar más lejos y para que ustedes sepan que no está perdido el contacto con lo que es el campo más directo de nuestra referencia técnica y teórica a Freud, señalemos que se trata de la segunda especie de identificación (...). Es como conclusión de la definición de la segunda especie de identificación que él denomina regresiva, en tanto ligada a algún abandono de objeto que define como objeto amado" (Lacan, 1961-1962, 37).
Subrayemos entonces que la identificación secundaria en Freud es definida como regresiva y parcial a un rasgo único (Einziger Zug) de un objeto amado u odiado (objeto de la serie edípica) y está ligada siempre a algún abandono o pérdida de objeto 1: "Es siempre en alguna medida ligado al abandono o a la pérdida de ese objeto, que se produce - nos dice Freud- esta especie de estado regresivo de donde surge la identificación que él subraya" (Lacan, 1961-1962, 37). Lacan aclara que partir de allí le permite indagar sobre el "significante puro" (Lacan, 1961-1962, 131)- que también va a definir como "diferencia pura, absoluta o radical" 2 y al mismo tiempo, dar cuenta del surgimiento del sujeto, de su constitución. Así, eleva la función del rasgo unario a un nivel inaugural. Se trata entonces de un concepto que remite a la relación primera del sujeto con el significante.
Podríamos precisar que, si bien el psicoanalista francés hace referencia al Einziger Zug en el Seminario VIII, La Transferencia (Lacan, 1960-1961) y en el escrito "Subver
sión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano" (Lacan, 1960), es recién en el Seminario IX, La Identificación (Lacan, 1961-1962) donde lo formaliza y lo precisa. Allí, sirviéndose del aporte de las matemáticas, produce un pasaje del "rasgo único" al "rasgo unario" y convierte a este último en el soporte de la identificación que hace surgir al sujeto.
De esta manera, Lacan realiza un cambio de paradigma en el modo en que va a entender el concepto de identificación ya que hasta esta época, el mismo tenía una fuerte pregnancia de lo imaginario fundamentalmente, en relación con los planteos sobre el estadio del espejo. Al mismo tiempo, sus teorizaciones se oponen al positivismo lógico principalmente, al principio de identidad de la lógica clásica. Es decir, la tesis de Lacan implica que la identificación se opone a la identidad.
Es importante subrayar que el rasgo unario se relaciona con el hecho de habitar en el lenguaje y con la falta estructural del objeto pero no se lo puede equiparar a ninguno de los dos. Como veremos en los desarrollos siguientes, este rasgo no es un significante en sentido estricto pero tampoco se trata del objeto sino que Lacan lo define como un "borramiento" o una "huella borrada"(Lacan, 1961-1962, 76-77). Se trata entonces de un concepto que permite articular lo simbólico con lo real e implica la huella que deja el objeto que falta por estructura. 3
En este sentido, Lacan va a plantear que la marca del sujeto es su "desaparición" 4 es decir, el sujeto va a surgir en la medida en que se identifica a una marca que implica el borramiento de las marcas, una marca sin sentido y sin representación que es condición del resto de las marcas, condición de la cadena significante que intenta representar al sujeto y darle un sentido al ser.
Siguiendo con el planteo anterior, podríamos decir que para poder circunscribir y formalizar la especificidad del rasgo unario, Lacan lo va a distinguir de otros conceptos. Es por eso que a continuación articularemos y diferenciaremos el rasgo unario de las siguientes nociones: significante, letra y nombre propio.

EL SIGNFICANTE Y EL RASGO UNARIO
A la altura del Seminario IX, La Identificación (Lacan, 1961-1962) Lacan plantea que "de lo que se trata en la identificación debe ser la relación del sujeto al significante" (Lacan, 1961-1962, 4). Allí, también declara la primacía que tiene el significante para pensar la estructura del sujeto: "la primacía que otorgo a la función del significante en toda realización digamos del sujeto" (Lacan, 1961-1962, 12).
Podríamos decir que el autor parte del significante para dar cuenta de la inauguración del sujeto pero poco a poco va a ir construyendo un concepto que no se ajusta a su lógica: el rasgo unario. Por eso, nos hemos propuesto distinguir estos conceptos.
En primer lugar podríamos decir que para Lacan el significante se define por su oposición y diferencia con otro significante: "lo que distingue al significante es sólo ser lo que los otros no son" (Lacan, 1961-1962, 26).Es decir, el significante implica la lógica binaria, el dos. Por eso el significante hace cadena, se encadena.
Sin embargo, el rasgo unario implica la función del Uno. El mismo se distingue del significante justamente en el punto en que no se encadena, no da cuenta de la diferencia significante sino- retomando lo que ya hemos planteado anteriormente- de lo que Lacan define como: "diferencia pura", "absoluta" o "radical". Y en algunos momentos también la nombra como "la diferencia como tal o en cuanto tal" (Lacan, 1961-1962).
Podríamos decir que se abre aquí la novedosa posibilidad de pensar con el significante un nivel donde no encontramos diferencias, un nivel que no puede ser definido por el significante en sentido estricto y da cuenta un Uno diferente de la unidad o totalidad.
Podríamos plantear entonces que la identificación al rasgo unario, que da cuenta del surgimiento del sujeto implica la función de un Uno que es condición de la estructura significante y "sostén" de esta identificación inaugural.

LA LETRA Y EL RASGO UNARIO
Entre los años 1961-1962, Lacan plantea que la identificación no tiene nada que ver con la identidad y que para soportar lo que designa el principio A=A, es decir, el principio de identidad de la lógica5 es necesario una "letra".
Al mismo tiempo, aclara que a partir de la noción de "letra" trata de dar cuenta de la "esencia del significante"6, aquello que permite distinguirlo del signo. En palabras del autor: "Si todo el mundo, y no solamente los lógicos, hablan de a cuando se trata de "a es a" (Lacan, 1961-1962, 30) no es por azar. Es porque para soportar lo que se designa, es necesario una letra", "... voy a tratar de mostrarles en la letra justamente esta esencia del significante, por donde él se distingue del signo" (Lacan, 1961-1962, 31).
De esta manera, poco a poco, Lacan nos introduce en lo que hace a la esencia del significante y subraya la función del Einziger Zug. Sin embargo en este trabajo, nos aclara que la letra no es el sopor te del significante (Lacan, 1961-1962, 32), ni el soporte de la identificación, sino que para pensar esto, necesita del concepto de "rasgo unario". Por eso, podríamos sostener que el concepto de "letra" tiene relación con la esencia del significante pero no se equipara con ella.
Siguiendo con lo que hemos dicho anteriormente, en la clase 97 Lacan- luego de trabajar la paradoja de Russell8 - plantea que la letra tiene en sí misma poderes, y hace reposar en ella todo el edificio de la lógica. Lacan dice: "la única cosa que los lógicos en cuestión no tienen exactamente lista, a saber la letra que utilizan es algo que tiene en sí mismo poderes (...) Pues si ilustramos esto en aplicación de lo que hemos dicho de que no se trate de ninguna otra cosa que del uso sistemático de una letra, de reducir, de reservar a la letra su función significante para hacer reposar en ella y solamente en ella todo el edificio lógico" (Lacan, 1961-1962, 81).
Así- como lo planteamos anteriormente- el principio de identidad no se puede sostener sino a partir de la función de la letra en tanto la misma implica un significante solo, aislado.
Por último, nos interesa subrayar especialmente que en este momento, Lacan trabaja el concepto de letra fundamentalmente ligado al concepto de nombre propio9.
En la clase 610, el psicoanalista francés propone: "En ese sentido en el que desde hace mucho tiempo hago intervenir a nivel de la definición del inconsciente, la función de la letra. Esta función de la letra, la he hecho intervenir para ustedes en un comienzo de manera poét ica; el seminario sobre "la carta robada" ("lettrevolée") en nuestros primeros años de elaboración, estaba allí para indicarles que algo, a tomar en el sentido literal del término lettre (carta, letra)- puesto que se trata de una misiva, era algo que podíamos considerar como determinante hasta en la estructura psíquica del sujeto: fábula sin duda pero que no hacía sino reunir la más profunda verdad en su estructura de función. Cuando hablé de "La instancia de la letra en el inconsciente", algunos años más tarde, puse, a través de metáforas y metonimias, un acento mucho más preciso. Llegamos ahora con este inicio que hemos hecho de la función del rasgo unario, a algo que nos va a permitir ir más lejos: planteo que no puede haber definición de nombre propio sino en la medida en que percibimos la relación de la emisión nominante con algo que en su naturaleza radical es del orden de la letra" (Lacan, 1961-1962, 49).
Podríamos decir que en la cita anterior, Lacan realiza una breve revisión de todo lo que nos ha enseñado hasta el
momento sobre la noción de letra11 y nos enseña que a partir de pensar la función del rasgo unario puede situarse también la relación de la letra y el nombre propio. Por eso, habla de la "emisión nominante".
Al mismo tiempo, Lacan nos aclara que quienes teorizan sobre el nombre propio y- en especial nombra a Russell- se olvidan la función que tiene la letra.
Es importante destacar que aunque en este momento12 la noción de letra no termina de ser formalizada, el autor produce diferencias con respecto a sus desarrollos previos.
Poco a poco la noción de letra empieza a mostrar su especiicidad y a separarse del significante en sentido estricto.
Por último, podríamos decir que la letra nos acerca y nos introduce en el concepto de rasgo unario por tratarse de un significante solo, que no se encadena y que no tiene significación. Sin embargo, podríamos plantear que Lacan hace un tratamiento distinto de estos conceptos durante todo el seminario que nos ocupa, ya que reserva para el rasgo unario la función específica de ser el soporte de la identificación y eso permite circunscribir su especiicidad conceptual.

EL NOMBRE PROPIO Y EL RASGO UNARIO
Una de las cuestiones que Lacan toma para la formalización del concepto de identificación y de rasgo unario a esta altura de su enseñanza es la importancia del nombre propio.En este apartado, situaremos algunas referencias importantes para pensar el nombre propio y luego, trabajaremos su articulación con el rasgo unario.
En la clase 613 , el autor se refiere a la fobia de Juanito14 y dice "vemos aquí ejempliicada ya esta función significante. Es aquí que quiero detenerme de nuevo hoy en lo que concierne al punto de partida de lo que tenemos que decir sobre la identificación. La función del significante en tanto ella es el punto de amarra de algo donde el sujeto se constituye, he ahí lo que va hacerme detener un instante hoy, en algo que me parece debe venir naturalmente al espíritu, no sólo por razones de lógica general, sino también por algo que ustedes deben palpar en vuestra experiencia: quiero decir la función del nombre" (Lacan, 1961-1962, 45).
Podríamos decir que Lacan necesita introducirnos en la función del nombre propio para poder pensar "el punto de amarra donde el sujeto se constituye" en relación a la identificación, y que creemos que implica la función del rasgo unario. Así, el nombre propio- como la letra- nos acerca a la función del rasgo unario.
En primer lugar, el psicoanalista francés marca la diferencia entre "noun"- el nombre deinido gramaticalmente, (el sustantivo) y "name"- que implica el nombre propio (Lacan, 1961-1962, 45).
Al mismo tiempo, resalta la impor tancia que tiene el nombre propio del paciente en todo análisis, y señala que siempre se debe prestar especial atención a cómo se llama el mismo, ya que esto nunca es indiferente.
De esta manera, comienza por preguntarse qué es un nombre propio, y para contestar esta pregunta primero recurre a la bibliografía sobre el tema. Toma fundamentalmente a dos autores: Bertrand Russell y Allan Gardiner.
A continuación, desarrollaremos brevemente lo que plantean estos autores para luego circunscribir la originalidad del planteo de Lacan.
Para empezar, podríamos decir que Russell15 plantea que hay en el lenguaje palabras con diferentes funciones y, en relación con el nombre propio, señala una función distintiva caracterizada por la posibilidad del lenguaje de particularizar los objetos. Por eso, el matemático propone que un nombre propio es "wordfor particular" o sea, una palabra para designar las cosas como tales.
Entiende esta particularización como una especie de localización, que depende de coordenadas matemáticas por ejemplo: "a la izquierda de o a tal altura".
Por eso, Lacan dice que el primer nombre propio para Russell es el "this" y que esto implica que el demostrativo ha pasado al rango de nombre propio.
De esta manera, para Russell, Sócrates no podría ser, por ejemplo, un nombre propio pues no podría ser considerado un particular ya que su nombre encierra una historia que excede la designación de un punto. Es por eso que Sócrates es para nosotros el maestro de Platón o el que tomó la cicuta y por eso, no puede considerarse como una palabra para designar lo "particular de su particularidad" (Lacan, 1961-1962, 47). Entonces, Sócrates no es, para Russell, una palabra que se sustrae del nombre de las cosas, de los sustantivos, de los verbos.
Por su parte, Gardiner se encuentra en las antípodas de los planteos de Russell y para desarrollar la función del nombre propio toma como referencia a John Stuart Mill y a un gramático griego que se llama DionysiusThrax.
En primer lugar, podríamos decir que este autor pone el acento en aquello que distingue un nombre propio de un nombre común. Plantea que esa distinción se dirime en relación con el sonido y el sentido.
En el caso del nombre común el sentido concierne al objeto sin embargo en el caso del nombre propio, no es tanto la ausencia de significado lo que lo caracteriza sino más bien, la prevalencia del sonido. Por eso, Lacan señala que para Gardiner el acento no está puesto sobre el sentido sino sobre el sonido en tanto que "distintivo". De esta manera, la función del nombre propio está compuesta de "sonidos distintivos" (Lacan, 1961-1962, 48). Y es esencialmente la diferencia sonora lo que distingue un nombre propio de otro.
Lacan critica este planteo porque dice que no prestamos atención al material sonoro siempre que pronunciamos un nombre propio como no lo hacemos tampoco en general cuando hablamos.
Podríamos decir que el psicoanalista francés sostiene que ambos autores desconocen la función de la letra en sus definiciones del nombre propio y por eso, propone - como lo hemos señalado en el apartado anterior- que no puede haber definición del nombre propio sin tener en cuenta la función de la letra.
Al mismo tiempo, comienza a hablar de la escritura16 y su relación con el nombre propio. Sostiene que " lo que representa el advenimiento de la escritura es: que algo que ya es escritura, si consideramos que la característica es el aislamiento del trazo significante, siendo nombrado, llega a poder servir para soportar a ese famosos sonido en el que Gardiner pone todo el acento en lo que concierne a los nombres propios". (Lacan 1961-1962, 52).
De esta manera, para Lacan, lo que soporta el sonido de un nombre propio se relaciona con el aislamiento de un trazo significante que ya es escritura. Aunque podríamos aclarar que- en correlación con lo que venimos-, por estar aislado, no es propiamente un significante en sentido estricto.
En continuación con la cita anterior, el autor nos enseña que una de las características del nombre propio es "que está más o menos ligado al trazo de su unión, no al sonido sino a la escritura" (Lacan, 1961-1962, 52). Una de las pruebas de ello es el hecho de que cuando tenemos ante nosotros escrituras que no podemos descifrar porque no conocemos su lenguaje, necesitamos esperar a tener una inscripción bilingüe.
Por eso, el psicoanalista francés se va a separar definitivamente de las teorizaciones anteriores sobre el nombre propio, y va a decir con todas las letras que: "lo que distingue un nombre propio (...) es que de una lengua a otra eso se conserva en su estructura, su estructura sonora sin duda" (Lacan, 1961-1962, 52) y así, "Cleopatra es Cleopatra" y "Lacan es Lacan" en todas las lenguas.
El nombre propio no se traduce de un lenguaje a otro, simplemente se traspone o se transfiere, y es esa justamente su característica. Y esto no es un hecho de contingencia, de impotencia o de no sentido, sino que aquí, yace la propiedad del nombre propio en la significación.
Nos interesa destacar entonces que el nombre propio no tiene significación y es en ese sentido que no puede traducirse sino "trasponerse" de una lengua a otra.
En palabras de Lacan: "Pero si justamente en este nivel aparece el nombre propio, en tanto que especifica como tal el enraizamiento del sujeto, está más especialmente ligado que otro, no a la fonetización como tal, a la estructura del lenguaje, sino a lo que en el lenguaje ya está listo, si puede decirse así, a recibir esta información del rasgo; si el nombre propio la lleva todavía, para nosotros y en nuestro uso, la huella bajo esta forma que de un lenguaje al otro no se traduce, ya que simplemente se traspone, se transfiere.." (Lacan, 1961-1962, 56).
Siguiendo con el planteo anterior, podríamos agregar que Lacan va a proponer un punto radical, en el origen del inconsciente, lugar donde el sujeto no puede saber su nombre como sujeto de la enunciación17. Nos dice: "...tenemos necesidad de suponer en el origen del inconsciente, es decir, eso por lo cual en tanto el sujeto habla, no puede sino avanzar siempre más adelante en la cadena, en el desarrollo de los enunciados, pero dirigiéndose hacia los enunciados, por ese hecho mismo, en la enunciación elide algo que es hablando con propiedad lo que no puede saber, a saber, el nombre de lo que él es en tanto sujeto de la enunciación" (Lacan, 1961-1962, 57).
De esta manera, el sujeto de la enunciación habla y nombra sin saber su nombre: "Es por lo tanto y por la menor de sus palabras, que el sujeto habla, que no puede hacer sino como siempre, una vez más, nombrarse sin saberlo, sin saber con qué nombre" (Lacan, 1961-1962, 57).
Es importante resaltar que se trata de una función que es la del sujeto pero no la del sujeto psicológico18 sino, como dice el psicoanalista francés: la del "sujeto en sentido estructural" (Lacan, 1961-1962, 52). Sin embargo, creemos que es importante aclarar que el concepto de estructura aquí remite a un lugar donde no hallamos aun la estructura significante, por lo cual decir "estructura" constituye en sí un problema.
Ahora podríamos decir que si con el nombre propio se intenta abordar la constitución del sujeto en este punto radical, esto nos conduce a la relación del nombre propio y el rasgo unario. Lacan nos enseña: "(...) el sujeto es lo que se nombra. Si nombrar es en principio algo que se vincula con la lectura del rasgo uno que designa la diferencia absoluta" (Lacan, 1961-1962, 61).
Al mismo tiempo, el autor plantea que el problema que le interesa es el "sujeto antes de toda nominación" (Lacan, 1961-1962, 63) o "el sujeto antes que se nombre, con el uso que puede hacer de su nombre simplemente por ser el significante de lo que hay que signiicar" (Lacan, 1961-1962, 63).
De esta manera - de lo expuesto hasta aquí- podríamos extraer dos niveles de análisis para pensar el nombre propio y su relación con la constitución del sujeto y el
rasgo unario: Un primer nivel de análisis que da cuenta del "sujeto antes de toda nominación", antes de "hacer uso" de su nombre propio. Este sería un momento constitucional, donde el sujeto se identifica al rasgo unario que implica el "borramiento" del objeto, lo cual nos remite a la escritura. A esto Lacan lo denomina "nominación latente" (Lacan, 1961-1962, 57).
Aquí, el nombre propio permite pensar ese punto imposible donde el sujeto de la enunciación no puede dar cuenta del quien y se relaciona con la marca (o mejor dicho: huella) que da cuenta de la desaparición del sujeto.
El nombre propio da cuenta de aquello que no se puede traducir, que no tiene significación. Por eso, podríamos decir que el nombre propio tiene una afinidad con el rasgo unario en tanto nombra allí donde hay una huella que remite a una falta. Lacan nos dice: "en razón de la afinidad, justamente, del nombre propio a la marca, a la designación directa del significante como objeto" (Lacan, 1961-1962, 52).
En otras palabras, el nombre propio tiene afinidad con la marca que implica la desaparición del sujeto, y al mismo tiempo del objeto y en ese sentido, no se ajusta a la lógica binaria del significante. El nombre propio nos permite pensar el lugar donde a partir del significante nos acercamos al objeto que falta por estructura o más bien, a su huella: el rasgo unario.
En este nivel, no ubicamos la lectura o las lecturas del nombre, sino que más bien señalamos un lugar "abierto a la lectura", un lugar que "llama", "espera" la lectura. El nombre propio nos permite circunscribir un lugar que remite a lo abierto, y es por eso que implica un lugar de interrogación.
Con todas las letras podríamos decir entonces que el nombre propio no se equipara al rasgo unario pero permite pensar este concepto, ya que no se trata de un significante que remite a otro sino que implica una marca sin significación. Este nivel no lo asociamos con nada del orden de la clasificación o del sentido que agota al ser sino que se vincula con una interrogación que abre a una lectura posterior.
En un segundo nivel de análisis, nos encontramos con el sujeto que "hace uso" de su nombre, aquél que "lee" el nombre propio y "lee" la huella que deja el objeto que falta por estructura. Podríamos decir que esto ya implica un "tratamiento", un acercamiento al "rasgo", a la marca (significante). Aquí, la lectura puede pensarse en relación al encadenamiento significante: S1...S2.
El nombre propio puede leerse de diferentes maneras pero dicha operación ya implica darle un sentido, una significación que en sí misma el nombre no conlleva. Siguiendo con este planteo, nos alejamos del lugar de abertura y nos ubicamos en lo que intenta cerrar.
Podríamos decir que "las" lecturas del nombre propio pueden ser "en plural", justamente porque el nombre propio remite a un lugar ligado a la abertura y a la escritura.
Por eso, consideramos que no hay "una" traducción del nombre propio porque nombrar es diferente de clasificar o de otorgarle atributos a un objeto.
Nombrar se relaciona con el lugar donde el objeto ha perdido sus atributos y sus rasgos. Es por eso que se relaciona con el concepto de rasgo unario. Proponemos entonces que el rasgo unario es la condición para que el nombre propio "llame" a la lectura y se relaciona con la escritura.
Para terminar con este apartado, podríamos decir entonces que nombrar no es darle significación a la huella (el rasgo unario) sino simplemente señalarla como tal. El nombre designa al sujeto allí donde es objeto, el nombre marca ese lugar donde el sujeto se encuentra con "la imposibilidad de nombrarse".

COMENTARIOS FINALES
En el presente trabajo hemos ubicado la especificidad del concepto de rasgo unario en relación con la identificación a la altura del Seminario IX, La Identificación (1961-1962).
Para ello hemos diferenciado al rasgo unario de otros conceptos claves.
En primer lugar, hemos separado al significante del rasgo unario destacando principalmente que el primero se define a partir de la lógica binaria y del encadenamiento, y que el segundo implica la función del Uno que no hace cadena. También hemos subrayado aquí la distinción entre la diferencia significante y la diferencia absoluta, pura o radical.
Posteriormente, hemos explorado la importancia de la letra y hemos establecido que la misma nos permite introducirnos un poco más en el concepto de rasgo unario ya que Lacan la define como un significante aislado y sin significación, soporte de la lógica y necesario para pensar el nombre propio. Sin embargo, hemos sostenido que estos conceptos no son equiparables, ya que Lacan reserva para el rasgo unario la función de ser el sostén de la identificación, la condición para el surgimiento del sujeto y de la cadena significante.
Por último, hemos abordado el nombre propio y hemos establecido que el mismo nos acerca aún más al rasgo unario en la medida en que Lacan lo relaciona con la escritura y con una marca sin significación que nombra al sujeto allí donde es imposible nombrarlo. Es decir, el nombre señala la marca de la desaparición del sujeto que da cuenta del rasgo unario.
Siguiendo con este planteo, hemos sostenido que el nombre propio "espera", "abre" a la lectura porque está ligado a una marca, a una huella que no significa nada.
De esta manera, hemos planteado que el nombre propio no se equipara conceptualmente al rasgo unario pues el rasgo unario es una marca simbólico real que implica el surgimiento del sujeto, huella inaugural sin sentido ni representación que da cuenta que de entrada el sujeto pierde su identidad y justamente, el nombre propio da cuenta de la imposibilidad de atraparlo o representarlo con un significante.
Al mismo tiempo, hemos destacado que la función del nombre no es entonces darle significación a la marca, a la huella (rasgo unario) sino simplemente señalarla como tal pues el nombre propio designa al sujeto allí donde es marca de un borramiento, allí donde aparece para desaparecer. Es decir, el nombre propio, en tanto no es un contenido y no tiene traducción, permite pensar el rasgo unario como primera marca del sujeto.
En conclusión, el rasgo unario es el concepto que le permite a Lacan formalizar la identificación que hace surgir al sujeto y por remitir a un nivel inaugural es pensado como condición tanto de la cadena significante como de la letra y del nombre propio.

1 En "Psicología de las masas y análisis del yo" (Freud, 1921) Freud dice: "Dilucidemos la identificación en unos nexos más complejos, en el caso de una formación neurótica de síntoma. Supongamos ahora que una niña pequeña reciba el mismo síntoma de sufrimiento que su madre; por ejemplo, la misma tos martirizadora. Ello puede ocurrir por diversas vías. La identificación puede ser la misma que la del complejo de Edipo, que implica la voluntad hostil de sustituir a la madre, y el síntoma expresa el amor de objeto por el padre; realiza la sustitución de la madre bajo el influjo de la conciencia de culpa: <Has querido ser tu madre, ahora lo eres al menos en el sufrimiento> He ahí el mecanismo completo de la formación histérica de síntoma. O bien el síntoma puede ser el mismo que el de la persona amada ("Dora", por ejemplo, imitaba la tos de su padre)", "(...) Es digno de notarse que en estas identificaciones el yo copia en un caso a la persona no amada, y en el otro a la persona amada. Y tampoco puede dejar de llamarnos la atención que, en los dos, la identificación es parcial, limitada en grado sumo, pues toma prestado un único rasgo de la persona objeto" (Freud, 1921, p 100-101).

2 A lo largo de todo el Seminario IX, La Identificación (Lacan, 1961-1962), Lacan utiliza indistintamente estos términos para referirse a la diferencia que está en juego en el Uno de la identificación. La misma se distingue de la diferencia significante, se relaciona con la "mismidad" (concepto que Lacan toma de Heidegger), lugar donde ya no subsisten las diferencias.

3 Lacan plantea que en el rasgo unario está borrado casi todo lo que lo distingue salvo el hecho de ser un rasgo: "se los he demostrado designado la última vez en ese rasgo unario, en esta función del palote como figura del uno en tanto no es sino rasgo distintivo, rasgo justamente tanto más distintivo como que está borrado casi todo lo que lo distingue, salvo ser un rasgo" (Lacan, 1961-1962, p 41 ). Además se refiere así a la relación entre el rasgo unario y el objeto: "definir la génesis del trazo, que es lo que hay de más destruido, de más borrado de un objeto. Si es del objeto que el trazo surge, es algo del objeto que el trazo retiene: justamente su unicidad" (Lacan, 1961-1962, p 56).

4 Al respecto por ejemplo Lacan plantea: "Esto no es un mal rasgo para que reconozcamos el paso del sujeto, cuando se trata de su relación al significante en la medida en que ustedes ya saben que todo lo que les enseño acerca de la estructura del sujeto tal como tratamos de articularla a partir de esta relación al significante, converge hacia la emergencia de esos momentos de fading propiamente ligados a esa pulsación en eclipse de lo que no aparece sino para desaparecer y reaparece para desaparecer de nuevo, lo que constituye la marca del sujeto como tal" (Lacan, 1961-1962, p 77).

5 Recordemos los tres principios de la lógica clásica: el principio de identidad, el principio de no contradicción y el principio del tercero excluido. Subrayemos además que todo el seminario dedicado al tema de la identificación representa una fuerte crítica al positivismo lógico principalmente, al principio de identidad de la lógica.

6 Inmediatamente después de esta aclaración, Lacan introduce la escritura china para pensar la letra.

7 Clase del 24-01-1962.

8 Este pensar implica pensar el conjunto de todos los conjuntos que no se comprende a sí mismo.

9 Lacan trabaja estos conceptos fundamentalmente, en las clases del 20-12-1961 y del 10-01-1962. Recordemos que trabajaremos el concepto de nombre propio en el próximo apartado.

10 Clase del 20-12-1961.

11 Recordemos que, previamente, en el escrito "La instancia de la letra o la razón desde Freud" Lacan define a la letra como "ese soporte material que el discurso concreto toma del lenguaje" (Lacan, 1957, p 475). Aquí, la letra queda muy ligada a la estructura significante. Por eso, Lacan dice: "lo que llamamos letra, a saber la estructura esencialmente localizada del significante" (Lacan, 1957,p 481). Por otro lado, es importante- como ya hemos señalado- tener en cuenta como desarrollos previos sobre el tema lo que Lacan plantea en el seminario sobre "La Carta Robada".

12 Es importante subrayar que en sus últimos seminarios, Lacan da un vuelco en el modo de concebir el concepto de letra. O sea, no sigue sosteniendo de la misma manera lo que desarrolla en este seminario.

13 Clase del 20-12-1961.

14 Allí plantea que la fobia de Juanito tiene una función de artificio ya que introduce un resorte significante clave que le permite al sujeto no estar completamente a la deriva del capricho materno. Lacan dice que se trata de su "identificación fundamental", de la defensa de sí mismo contra la captura original del mundo materno. (Lacan, 1961-1962, p 44 y 45).

15 Lacan dice que Russell se encuentra en la posición del lógico. Recordemos que una de sus obras fundamentales es Principia mathematica y uno de sus mayores esfuerzos en matemáticas conduce a lo que se denomina la "teoría de conjuntos". Por otro lado, una referencia fundamental para el tema del nombre propio es su obra significación y Verdad.

16 Toma como referencia el libro "Historia de la escritura" James Févier.

17 Lacan nos va a señalar una relación entre lo que denomina el "acto de enunciación", la nominación y el inconsciente. Dice: "En el acto de la enunciación tenemos esta nominación latente, concebible como siendo el primer núcleo, como significante de lo que enseguida va a organizarle como cadena giratoria, tal como desde siempre se las he presentado por ese centro, ese corazón hablante del sujeto que llamamos "inconsciente". (Lacan, 1961-1962, p 57).

18 Se trata del sujeto del desconocimiento, sujeto del deseo.

BIBLIOGRAFIA

1- Aramburu, J. (1998) "El rasgo unario y el objeto", en Los fundamentos de la clínica psicoanalítica, EUDEBA, Buenos Aires, pp. 195-209.         [ Links ]

2- Balint, M. (1979) La falta básica, Paidós, 1982, Barcelona.         [ Links ]

3- Bassols, M. (1997) "¿Con qué se identifica usted?". En Más uno, nº 2, Buenos Aires, agosto de 1997, p. 9-13.         [ Links ]

4- David, M. y otros. (1998) Las identificaciones. Confrontación de la clínica y de la teoría de Freud a Lacan, Nueva Visión, Buenos Aires.         [ Links ]

5- Dör, J. (1985) "El estatuto del sujeto y la función del rasgo unario", en Introducción a la lectura de Lacan, La estructura del sujeto, Ed. Gedisa, Barcelona, 1994, pp. 71-126.         [ Links ]

6- Freud, S. (1905) "Fragmento de análisis de un caso de histeria". En Obras completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1998, vol. 7, p. 2-107.         [ Links ]

7- Freud, S. (1921) "Psicología de las masas y análisis del yo". En Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1999, vol. 18.         [ Links ]

8- Freud, S. (1923) "El yo y el Ello". En Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1999, vol. 19.         [ Links ]

9- García, G. (2009) En torno de las identificaciones, Claves para la clínica, Otium Ediciones, Buenos Aires.         [ Links ]

10- Godin, J.-G. (1986) "Se soutenir du traitunaire", en Actes de l'École de la Cause freudienne, París, noviembre de 1986, pp. 113-115.         [ Links ]

11- Guy, L. (2010) El sujeto según Lacan, Teoría y ensayo, Buenos Aires.         [ Links ]

12- Kaltenbeck, F. (1999) ‘Introduction à la cliniquelacanienne de l'identification', en Les feuillets du Courtil, N° 17, marzo de 1999, Champfreudien en Belgique; A.C.F. Lille, Leers Nord, p.9-15.

13- Klein, M. (1955) "Sobre la identificación". En Klein y otros, Nuevas direcciones en psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1965, p. 301-334.         [ Links ]

14- Haddad, M. (2009-2012) "Histeria, identificaciones y topología en la obra de J. Lacan en el período 1961-1968". Proyecto de beca Ubacyt. Maestría en Psicoanálisis, Facultad de Psicología, U.B.A. Buenos Aires.         [ Links ]

15- Haddad, M. (2009) "La soledad de lo Uno". I Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, XVI Jornadas de Investigación, Quinto Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. "Psicología y sociedad contemporánea: cambios culturales". Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.         [ Links ]

16- Haddad, M. (2010)"El concepto de Identificación en el Seminario 9 de J. Lacan". XVII Jornadas de Investigación. Sexto Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. "Clínica e Investigación. Contribuciones a las Problemáticas Sociales". Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.         [ Links ]

17- Haddad, M. (2010) "Aportes a la noción de identificación en Psicoanálisis. Un recorrido posible de la obra de Freud y de Lacan". XII Congreso Metropolitano de Psicología. "Psicología y sociedad. Abordajes psicológicos, prácticas clínicas y comunitarias y políticas públicas". Buenos Aires.         [ Links ]

18- Haddad, M. (2010) "La Identificación y la función del analista en la cura psicoanalítica". V Congreso Argentino de Salud Mental. "Trauma, Historia y subjetividad". Buenos Aires.         [ Links ]

19- Haddad, M. (2011) "La función del rasgo unario" En Memorias de las XVIII Jornadas de Investigación, séptimo encuentro de Investigadores de Psicología del Mercosur, III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, UBA, Buenos Aires.         [ Links ]

20- Haddad, M. (2012) "¿Estigma o estigma? Algunas reflexiones sobre el concepto de identificación y el diagnóstico en Psicoanálisis". En ¿Diagnóstico o estigma? VII Congreso Argentino de Salud Mental. Buenos Aires.         [ Links ]

21- Heidegger, M. (1988) Identidad y diferencia, Ed. Anthropos, Barcelona, 2008.         [ Links ]

22- Lacan, J. (1957) "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud", En Escritos 1, Ed. Siglo XXI. Buenos Aires.         [ Links ]

23- Lacan, J. (1958) "La dirección de la cura y los principios de su poder", En Escritos 2, op. cit., 2003, p. 565-626. Ed. Siglo XXI. Buenos Aires.         [ Links ]

24- Lacan, J. (1960) "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", En Escritos 2, Siglo XXI, Buenos Aires.         [ Links ]

25- Lacan, J. (1961) "Observaciones sobre el informe de Daniel Lagache: Psicoanálisis y estructura de la personalidad", En Escritos 2, Siglo XXI, Buenos Aires.         [ Links ]

26- Lacan, J. (1961-1962) El seminario Libro 9:La Identificación, (1962-1963), Inédito.         [ Links ]

27- Lacan, J. (1966) "Posición del inconsciente", En Escritos 2, Siglo XXI, Buenos Aires.         [ Links ]

28- Laplanche, J. y Pontalis, J.B. (1967) Diccionario de psicoanálisis.         [ Links ]

29- Laurent, E. (1999) Las paradojas de la identificación, EOL. Paidós, Buenos Aires.         [ Links ]

30- Luterau, L. (2009), Lacan y el barroco. Hacia una estética de la mirada. Grama. Buanos Aires.         [ Links ]

31- Mazzuca, R. (2003): "Las identificaciones en Freud: un conjunto heteróclito". En Cizalla del cuerpo y del alma. La neurosis de Freud a Lacan, Berggasse 19, Buenos Aires, 2003, p. 335-54.         [ Links ]

32- Mazzuca, R. (2004) "Las identificaciones freudianas en la obra de Lacan". En Memorias de las XIV Jornadas de Investigación: "Psicología, sociedad y cultura", Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 2004, tomo III, p. 90-92.         [ Links ]

33- Mazzuca, R. y cols. (2005) "La identificación en el primer Lacan". En Memorias de las XII Jornadas de Investigación Primer Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur: "Avances, desarrollos e integración regional, Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 2005, Tomo III, págs. 123 a 125.         [ Links ]

34- Mazzuca, R. y cols. (2006) "La identificación en el momento inicial del estructuralismo de Lacan". En Memorias de las XIII Jornadas de Investigación Segundo Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur: "Paradigmas, métodos y técnicas", Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 2006, Tomo II, págs. 416 a 419.         [ Links ]

35- Mazzuca, R. (2006) "La multiplicidad de las identificaciones en Freud y Lacan". En Patologías de la identificación en los lazos familiares y sociales. Buenos Aires, EOL, 2007, p. 13-16.         [ Links ]

36- Mazzuca, R. (2006) "Las identificaciones en la primera parte de la obra de Lacan (1931-1959)". En XIV Anuario de Investigaciones, Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, año 2006, tomo II, p. 75-83.         [ Links ]

37- Mazzuca, R. y cols. (2007) "La difícil génesis del concepto de identificación simbólica". En Memorias de las XIV Jornadas de Investigación y Tercer Encuentro de Investigadores del Mercosur: "La investigación en psicología, su relación con la práctica profesional y la enseñanza", Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 2007, Tomo III, págs. 187 a 190.         [ Links ]

38- Mazzuca, R. y cols. (2007) "La primera formulación del concepto
de identificación simbólica de Jacques Lacan". En Memorias de las XIV Jornadas de Investigación Tercer Encuentro de Investigadores del Mercosur: "La investigación en psicología, su relación con la práctica profesional y la enseñanza", Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 2007, Tomo III, págs. 191 a 193.

39- Mazzuca, R. y cols (2008) "La diversidad de identificaciones en la obra de Jacques Lacan en el período 1958-1961". En Memorias de las XV Jornadas de Investigación y Cuarto Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur: "Problemáticas actuales. Aportes de la investigación en Psicología".Universidad de Buenos Aires, 2008.         [ Links ]

40- Mazzuca, R. y cols. (2009) "La identidad de la diferencia y un nuevo estatuto para el inconsciente". En Memorias del I Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, XVI Jornadas de Investigación y Quinto Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur: "Psicología y sociedad contemporánea: cambios culturales", Facultad de Psicología de la UBA, Buenos Aires, 2009, Tomo III, págs. 232 a 235.         [ Links ]

41- Mazzuca, R., Proyecto UBACyT P036, 2008-2010. El concepto de identificación: sus transformaciones, variedades y relaciones con la estructura de la histeria en el último período de la obra de Lacan (1974-1981), Facultad de Psicología, U.B.A, Secretaría de Investigaciones, Buenos Aires.         [ Links ]

42- Mazzuca, R. y cols. (2000): Las dos clínicas de Lacan. Introducción a la clínica de los nudos, Tres Haches, Buenos Aires, 2000, 159 págs.         [ Links ]

43- Mazzuca, R. (2013) "Los conceptos lacanianos en la psicopatología" en Psicopatología: clínica y ética, Grama, Buenos Aires.         [ Links ]

44- Miller, J. (2008) "La sutura. Elementos de la lógica significante" en Matemas II, Manantial. Buenos Aires.         [ Links ]

45- Miller, J. (2010) "La topología en la enseñanza de Lacan", en Matemas I, Manantial. Buenos Aires.         [ Links ]

46- Miller, J. (2011) Los signos del goce, Ed. Paidós. Buenos Aires.         [ Links ]

47- Nancy, J. y Lacoue-Labarthe, P (1973), "El título de la letra (una lectura de Lacan", en Serie crítica analítica, Ediciones Buenos Aires.         [ Links ]

48- Nasio, J. (1988) "El concepto de identificación", en Enseñanza de 7 conceptos cruciales del psicoanálisis, 4° edición, Ed. Gedisa, Madrid, 1996, p.133-178.         [ Links ]

49- Nemirovsky, F. (2007) "Rasgo unario", Lacaniana 5/6. Los nombres del padre, Año 4, Ed. Grama, Buenos Aires, pp. 336-338.         [ Links ]

50- Safouan, M. (2001) "La identificación (1961-62)" en Lacaniana. El seminario de Jacques Lacan 1953-1963, Paídos, Buenos Aires, 2003, pp. 177-218.         [ Links ]

51- Saussure, F. (1945) Curso de Lingüística General, Editorial Losada, Buenos Aires, 1997.         [ Links ]

52- Seldes, R. (2007) ‘Identificación', en Lacaniana 5/6. Los nombres del padre, Año 4, Ed. Grama, Buenos Aires, pp. 205-208.

53- Soler, C. (2011) "Finales de análisis, historia y teoría" en Finales de análisis, Manantial. Buenos Aires.         [ Links ]

54- Schejtman, F. (2009) "Identificación de la epidemia", en Porciones de nada, Ed. Del bucle, Buenos Aires.         [ Links ]

55- Schejtman, F. (2013) "Clínica psicoanalítica: Verba, Scripta, Lectio", en Psicopatología: Clínica y ética, Grama, Buenos Aires.         [ Links ]

56- Schejtman, F. (2013) "La introducción a los tres registros", en Psicopatología: Clínica y ética, Grama, Buenos Aires.         [ Links ]

57- Zaloszysc, A. (2007) "Hay lo Uno", en Los nombres del padre, Revista lacaniana de psicoanálisis N° 5/6 Año 4, EOL, Buenos Aires.         [ Links ]

Fecha de presentación: 4 de abril de 2014
Fecha de aceptación: 25 de agosto de 2014

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons