SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue11"En defensa de la fuente de trabajo": demandas y prácticas de movilización en una empresa recuperada de Buenos AiresOrigem Migrante author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Avá

On-line version ISSN 1851-1694

Avá  no.11 Posadas July 2007

 

ARTÍCULOS

Usos del pasado, memoria e identidad entre un grupo de descendientes de inmigrantesirlandeses de Buenos Aires. Una lectura a partir de dos héroes culturales.1

Elisa Palermo*

1 Los datos utilizados para la realización del presente artículo han sido extraídos del trabajo de campo realizado entre Abril y Diciembre de 2005 para llevar a cabo mi tesis de licenciatura que se cita en la bibliografía general al final de este trabajo.

*Licenciada en Ciencias Antropológicas, UBA. E-mail: elisapalermo@yahoo.com.ar

Resumen

Empujados por el hambre, la pobreza y la falta de libertades religiosas y políticas, muchos irlandeses emigraron a nuestro país hacia mediados del siglo XIX. Actualmente, descendientes de esos inmigrantes continúan festejando y conmemorando fechas patrias y religiosas irlandesas, nucleándose en diferentes instituciones creadas por sus ancestros y compartiendo momentos y pasatiempos en clubes irlandeses. El presente artículo se propone analizar cómo, a través de dos personajes históricos (el Padre Fahy y el Almirante Brown), estas personas unidas en lo que ellos llaman "comunidad", recrean simbólicamente el pasado, logrando autolegitimarse en el tiempo y el espacio, uniendo el presente con "ambos" pasados -el argentino y el irlandés- y construyendo una identidad dual que, sin dejar de lado las tradiciones y costumbres heredadas de sus raíces irlandesas, trasciende lo "irlandés" para amalgamarse con e insertarse en el plano mayor de la nación que adoptó y albergó a sus padres y abuelos.

Palabras clave:  Identidad; Memoria Colectiva; Usos del Pasado.

Abstract

As a result of hunger, poverty and lack of political and religious liberties in Ireland, a great number of Irish immigrants arrived to Argentina in the mid of the nineteenth century. Still nowadays, descendents of those immigrants continue to celebrate and commemorate Irish festivities and national days, to participate in Irish-argentine institutions founded by their ancestors and sharing hobbies in Irish clubs. The present article intends to analyze through two historic figures (Father Fahy and Admiral Brown), the way in which these people, joined in what they call "community", symbolically recreate the past, being able to legitimate themselves in time and space, joining their present with both pasts -the argentine and the Irish pasts- and being able to construct a dual identity that, without forgetting costumes and traditions inherited by their Irish routes, goes beyond "the Irish" to amalgamate with and place into the nation that adopted and sheltered their parents and grandparents.

Key Words: Identity; Collective Memory; Uses of the Past.

Fecha de recepción: Agosto 2007
Fecha de aprobación: Octubre 2007

Introducción2

"Prácticamente todos nos sentimos cien por ciento argentinos pero también de la misma forma identificados con nuestras raíces y muy orgullosos de tratar de vivir de acuerdo a las normas de conducta, tradición y religión de nuestros ancestros".

Esta era la respuesta de uno de mis "informantes" ante mi pregunta acerca del significado del lema del periódico irlandés The Southern Cross que reza: "Expresando nuestra plenitud Argentina desde lo ancestral irlandés". Pero enseguida nos vienen a la mente algunas preguntas: ¿no aparece como contradictoria esta pretensión de ser plenamente argentinos a la vez que se asume una identificación con "nuestras raíces", que son irlandesas? ¿Cuál es el papel que han jugado estas raíces, este pasado, en la construcción de su identidad colectiva? ¿Cómo es que se define esta identidad? ¿Cuáles son los elementos que, a lo largo del tiempo, han servido para modelarla? Intentemos comprender mejor.

El florecimiento en la Argentina de la mayor parte de las instituciones irlandesas orientadas a nuclear a la comunidad3 se produjo hacia finales del siglo XIX,4 momento que coincide con la mayor apertura de la comunidad irlandesa hacia el exterior y con el comienzo de la preocupación de la dirigencia argentina por trazar los rasgos definitivos del ser nacional (Bertoni, 2001:165).5 Por otra parte, los descendientes de estos inmigrantes comenzaron a contraer matrimonio con personas pertenecientes a otras comunidades, a "mezclarse", más o menos tres generaciones después de llegados los primeros inmigrantes alrededor de la década de 1840. Es decir que podemos pensar el surgimiento de las instituciones orientadas a aglutinar y unir a la comunidad como parte de un proceso dual o como una respuesta orientada a contrarrestar los efectos de dicha apertura, en definitiva, como las dos caras de una misma moneda. ¿Cómo integrarse del todo a la sociedad argentina y seguir, de todos modos, siendo "fieles" a la memoria de sus padres o abuelos? ¿Cómo ser parte de este país de adopción y a la vez conservar lo que ellos llaman sus "raíces"?

A priori, podemos decir que las diferentes instituciones creadas permitieron mantener las tradiciones y costumbres irlandesas, ayudando a mantener una continuidad con el pasado irlandés. Pero para mis interlocutores, es decir, hoy en día, para los descendientes de ese pasado de apertura y agregación, la Argentina se constituye ahora en una especie de "segundo" pasado, un "otro" pasado, otra patria que necesitan incorporar en su presente, en sus relatos, en su memoria y en su identidad. Y quizás, es ahí donde debemos buscar el punto de partida de esa identidad ambivalente que plantea el discurso de sentirse argentinos pero irlandeses a la vez. Para bucear en las respuestas a estas preguntas, me abocaré al análisis del acto6 en conmemoración de los doscientos años del nacimiento del Padre Fahy7 y al análisis y descripción del "Encuentro anual Argentino - Irlandés" en el que lo "irlandés" se mezcla con lo "argentino" de una manera peculiar, y en el que, como veremos, se producen públicamente narrativas que refieren a las figuras Fahy y del Almirante Brown,8 figuras que serán traídas al presente a través de iconografías, homenajes y discursos.

Bricolage argentino - irlandés.

Una vez al año, los descendientes de inmigrantes irlandeses de la Argentina se reúnen. Se lleva a cabo, entonces, lo que ellos llaman el "encuentro anual". Si bien para festejar la fecha patria irlandesa, el 17 de Marzo, se realizan diferentes misas, actos y reuniones en las diferentes localidades e iglesias, nada tienen que ver estos encuentros patrios y religiosos con el encuentro anual, el "Encuentro Nacional Argentino-Irlandés" que está orientado a una reunión que trascienda los límites de cada localidad y que llama a participar a los descendientes de irlandeses que viven en diversas zonas del país. Esta reunión9 tiene la característica de ser organizada con el objetivo -como su nombre lo indica- de encontrarse, de juntarse, de unirse en el espacio y en el tiempo y compartir un día, una parte de sus vidas.

El día 5 de Noviembre de 2005, tuve la oportunidad de participar del XXXIV encuentro que se realizó en San Miguel del Monte (Provincia de Buenos Aires). El evento comenzó alrededor de las 11.00 horas con una apertura en las puertas del Palacio Municipal en la que una orquesta ejecutó música al tiempo que el grupo de danza Guardia del Monte llevaba a cabo una coreografía pertinente. Hacia el fondo, en la entrada del Palacio Municipal, podía apreciarse a unos chicos vestidos con los colores de la bandera irlandesa, llevando las banderas de ambos países. Luego de esta inauguración, las autoridades municipales realizaron un discurso y recepción dentro del edificio. Posteriormente nos movilizamos hacia un monumento al Almirante Brown que se encuentra detrás del edificio, se entonaron las estrofas de los himnos nacionales argentino e irlandés y se efectuó allí un homenaje al prócer. Antes de dirigirnos a la Irish Race Society of Monte donde se llevaría a cabo el almuerzo, se ofreció una misa en la capilla local, que se encuentra en diagonal a la municipalidad. Una vez llegados a la sociedad rural, participamos de un almuerzo que se componía básicamente de asado. Después del almuerzo, hubo música (folklore argentino y música típica de Irlanda) y grupos en vivo de música y danzas irlandesas. Acompañaban el evento diferentes stores y stands con regalos, "souvenirs" y otros productos irlandeses, libros de historia irlandesa y mitología  celta10 y cerveza tirada artesanal, etc. A la hora de la merienda (alrededor de las 17.45 horas) se sirvió té irlandés con scons, con lo cual se daba casi por terminado el evento.

El relato acerca de este acontecimiento nos permite apreciar la manera en que este encuentro "lo irlandés" se conjuga con "lo argentino" de una manera particular. Por un lado, y en un comienzo, nos encontramos con una inauguración en el Palacio Municipal, donde el intendente local dio inicio al evento con una recepción al embajador de la república de Irlanda en la Argentina, al presidente de la Federación de Sociedades Argentino - Irlandesas y al presidente de la Irish Race Society of Monte. Vemos aquí, cómo se entremezclan elementos nacionales argentinos -como el edificio municipal y las autoridades municipales locales, acompañados por la bandera y el himno nacional argentinos- con elementos irlandeses -como la bandera irlandesa, las diferentes autoridades de instituciones argentino-irlandesas, las estrofas del Soldier's Song y el evento en sí mismo, organizado por y para los descendientes de inmigrantes de esta nacionalidad. Agreguemos a esto, el homenaje al Almirante Brown: prócer argentino de nacionalidad irlandesa, este héroe nacional vivió en la Argentina y luchó por la libertad de esta tierra. Posteriormente, la misa realizada en la iglesia local que contó con características típicas de cualquier misa católica pero con particularidades referentes al catolicismo irlandés, con relatos del sacerdote acerca de la vida cotidiana de los irlandeses en Irlanda antes de la emigración y la posterior llegada al campo de la provincia de Buenos Aires, se cantaron también algunas canciones y se realizó un discurso centrado en la figura de San Patricio.11 Por otro lado, nos encontramos con un almuerzo considerado como típicamente argentino, el asado, sumado al típico té irlandés con sus scons. La coexistencia de elementos irlandeses y argentinos puede apreciarse también en la música: si bien es cierto que predominaron la música y los bailes típicos irlandeses, también es cierto que no faltó el folklore argentino que, de hecho, fue lo primero en escucharse y con lo que los concurrentes se animaron a bailar y a "revolear" pañuelos. Por último, los stands y la cerveza artesanal. Estos sí eran ámbito puro de productos referentes a lo "irlandés" pero made in argentina.

Esta descripción nos sirve como punto de partida para que intentemos comprender la manera en que conviven diferentes elementos argentinos e irlandeses definiendo una identidad dual, ambivalente. Para ello centraremos nuestro análisis en la manera en que el pasado (a través de las figuras del Padre Fahy12 y del Almirante Brown) es utilizado simbólicamente para crear un puente de unión entre ambos países. Haremos hincapié, en esta dirección, en los discursos de los informantes rastreando por intermedio de éstos la manera en que los diferentes elementos arriba mencionados se amalgaman y son amalgamados permitiendo constituir y definir la identidad de los descendientes de irlandeses hoy en la Argentina.

El Padre Fahy, el Almirante Brown y los relatos de origen de la comunidad.

Los recuerdos de la comunidad están plasmados, han sido creados y conformados en una importante cantidad de relatos escritos (y orales) que circulan al interior de ella, y que son publicados a través de las diferentes instituciones que la representan. Pero, como plantea Peel (1984), los eventos que en ellos se relatan, deben ser "plausibles" para su audiencia, es decir, son versiones con las que los miembros de la comunidad concuerdan, están sustentados en convicciones sustanciales que la colectividad sostiene acerca de algunas episodios de su pasado (Peel, 1984:112). Para comenzar, mencionemos brevemente algunos hechos adjudicados al Padre Fahy por las personas de la comunidad.

La década de 1840 fue trágica en la historia de Irlanda. Las fuentes14 y algunos de  mis informantes nos indican que el Padre Fahy organizaba colectas de dinero y que todo aquello que se reunía era enviado a Irlanda para colaborar con las personas afectadas por la Gran Hambruna15 y que insistía en su confianza en este país, instando a sus connacionales a emigrar.16 Relatan también que el Padre Fahy fue quien tomó la iniciativa de fundar un hospital irlandés con el objetivo de atender a los irlandeses que arribaban a Buenos Aires con un precario estado de salud y necesitaban atención médica debido a las malas condiciones en que viajaban desde Irlanda. En el año 1848 abrió las puertas de ese hospital17 en una casa alquilada en la calle Tucumán.  

En 1855, el Padre trajo a la Argentina a las Hermanas de la Misericordia (Sisters of Mercy), quienes se encargarían del hospital y, más adelante, de un colegio para mujeres que el Padre les ayudaría a fundar. Según se lee en los relatos escritos, el Padre Fahy preocupado por la escasez de clero en el país, también costeó la carrera de jóvenes irlandeses en el All Hallows College de Irlanda para las misiones en la Argentina. Doce sacerdotes llegaron al país para colaborar con él. 18

Para el análisis que sigue es necesario mencionar el hecho de que estas fuentes aluden, también, a la amistad del Padre con quien fuera el fundador de la Armada Argentina: el Almirante Guillermo Brown, otro personaje histórico de quien hablaremos más detenidamente debido al significado que adquiere para esta comunidad. El Padre Fahy habría sido quien lo asistió espiritualmente en el momento de su muerte y quien informó al Gobierno Argentino de esta pérdida el día 5 de Marzo de 1857, además de ser quien pronunciara las palabras y oraciones finales en el momento de la inhumación de su cuerpo. Hoy, significativamente, los restos de uno y de otro descansan a pocos pasos de distancia en el cementerio de la Recoleta debido a la relación que ambos tuvieron con el estado argentino.

Hagamos referencia, finalmente, a la muerte del Padre. Durante 1871, la ciudad de Buenos Aires fue azotada por una epidemia de fiebre amarilla. Los sacerdotes eran llamados continuamente para atender a los enfermos y moribundos y el padre Fahy, de edad ya avanzada, acudía permanentemente a estos llamados. Cuentan casi todos los relatos que de él hablan, que fue llamado para atender a una señora italiana que había contraído la enfermedad y un amigo suyo le señaló que siendo ella italiana y siendo él capellán de los irlandeses no tenía necesidad de exponerse al contagio ya que podía ser atendida por su propio pastor. A estas palabras el Padre Fahy habría contestado: "Charity knows no country".19 Atendió a esta mujer y siguió atendiendo a otros enfermos pero pocos días después contrajo la enfermedad y murió el 20 de Febrero de 1871. Es sumamente interesante este relato ya que pone de manifiesto la tensión entre diferentes colectividades y su resolución por intermedio de un mediador irlandés (el Padre Fahy) que estaría aquí simbolizando o expresando la idea del "crisol de razas" argentino.

Los restos de este sacerdote fueron sepultados en el panteón del clero en el cementerio de la Recoleta hasta que en el año 1912, una comisión de damas de la Asociación San José levantó un monumento de granito irlandés en ese mismo cementerio. En la revista publicada por la Asociación Católica en el centenario de su muerte encontramos la versión de que Monseñor Aneiros, en ese entonces Gobernador en sede vacante del Arzobispado, habría declarado que, de no mediar la epidemia, el Padre Fahy hubiera sido sepultado en la Catedral de Buenos Aires: "entre los bienhechores insignes de la Iglesia y el Estado argentinos"(A.C.I., 1971:24). Más allá de la veracidad total o parcial del relato, lo importante aquí es que nos preguntemos ¿qué significado adquiere para esta comunidad el hecho de que el Padre Fahy haya sido considerado por parte del gobernador local como un bienhechor de este país y que haya sido digno de ser sepultado en la Catedral local? En On Collective Memory, Maurice Hallbwachs (1992), plantea que las ideas de una sociedad están siempre encarnadas en personas o grupos. Por lo tanto, las sociedades -que pronuncian juicios acerca de las personas mientras están vivas o después de su muerte y sobre las hazañas que éstas realizan- incluyen entre todos sus recuerdos más importantes no sólo un fragmento de su experiencia sino también una especie de reflexión sobre su pensamiento (Hallbwachs, 1992:175). A partir de esta concepción, el autor establece que lo que denomina marcos de memoria no es otra cosa que concatenaciones de ideas y juicios que sirven al grupo para construir su memoria colectiva. Las personas o grupos que encarnan estos ideales a través de un título, una virtud o una cualidad existen en el paso del tiempo y dejan su huella en la memoria de las personas y de la comunidad (Hallbwachs, 1992:188). Es decir, lo que esta comunidad guarda en su memoria, como las características de este pastor, son cualidades que ellos ven como positivas, en el sentido de ser útiles -de algún modo- a su vida en el presente. Hablamos del Padre Fahy, a quien mis informantes describen como el irlandés "destacado", "diferente", de una caridad "que no conoce patria", "solidario", "trabajador", "ante todo cristiano", "noble capellán", que "cumplió con su misión de amor al prójimo" y de quien el Padre Tumulty en la conmemoración por los doscientos años de su nacimiento dijo que "era irlandés pero también argentino porque era cristiano y como tal se debía a todos".19 Para la comunidad argentino-irlandesa de Buenos Aires el Padre fue, además,un "líder espiritual", a quien AS20, una de mis informantes describió como "muy importante para la unión de la comunidad que estaba desperdigada por toda la provincia de Buenos Aires"y de quien se dice que fue durante casi 30 años "cónsul, jefe de correos, juez, pastor, intérprete y proveedor de trabajo, maestro, secretario, abogado, banquero y fiador de los irlandeses en Argentina" (The Sou- thern Cross, 1975:24). El Padre Fahy se convierte así en el depositario de las cualidades que la comunidad ve como ideales y en un articulador social primario. Esta comunidad de descendientes de irlandeses adquiere un sentido de la unión a través de este capellán hacedor de ella: la comunidad estaba desperdigada y el Padre Fahy vino a unirlos. De esta manera, el Padre recibe en la memoria de estos descendientes el papel de mediador, se transforma en un aglutinador de la colectividad gracias a quien están unidos. En tanto héroe cultural, el origen de la comunidad (el comienzo de esa unión), su organización, su articulación dependen directamente de su figura. En los diferentes relatos de mis informantes aparecen menciones a diferentes benefactores de la comunidad, muchas personas que colaboraron intensamente para que pudieran llevarse a cabo diferentes obras, para fundar diferentes instituciones, hospitales, escuelas, personas, congregaciones e instituciones que no pasan inad-vertidas en los recuerdos de los integrantes de esta comunidad; sin embargo, es el Padre Fahy el personaje elegido a la hora de hablar "del irlandés destacado". Y no es casualidad que sea un sacerdote la persona que adquiere este significado. El hecho de que sea un sacerdote implica ser alguien que contaba principalmente con la cualidad (valorada como positiva por parte de la comunidad) de ser profundamente cristiano. Parafraseando nuevamente a Halbwachs (1992), el Padre Fahy ha permeado la memoria de la comunidad, pero debido a que "la sociedad trabajaría en vano si intentara recapturar en una forma puramente concreta una figura en particular o un evento que ha dejado una fuerte huella en su memoria" (Halbwachs, 1992:188. Mi traducción), la imagen de este Padre se ha transformado, adquiriendo un significado, siendo ahora una enseñanza, una noción, un símbolo, convirtiéndose en un elemento del sistema de ideas de la comunidad, en parte de ese marco de memoria colectiva que sirve como señal, que refiere exclusivamente al pasado y sobre el que descansa la memoria individual. De este modo, su figura es traída al presente como padre fundador de lo que es hoy la comunidad.

Intentemos, ahora, dirigir nuestra mirada a la manera en que se unen en el discurso las figuras del Padre Fahy y el Almirante Brown. Procuraremos analizar la forma en que la comunidad, a través de los recuerdos y la memoria, establece relaciones entre estos personajes históricos irlandeses y la historia argentina creando un puente de unión entre sus dos patrias. Durante el encuentro que presencié se puso de manifiesto la manera en que el pasado histórico nacional argentino era un marco en el que las narrativas acerca del devenir de la comunidad encontraban sentido (Visacovsky, 2002:41). Esta mirada nos permitirá entender mejor la construcción de una identidad argentino-irlandesa o hiberno-argentina, ese "sentirse profundamente argentinos" pero identi-ficados con y viviendo de acuerdo a las normas de sus antepasados irlandeses. Para ello deberemos hacer, en primer lugar centrarnos en la figura de Guillermo Brown.

El Almirante Brown

William Brown22 nació en Foxford, Irlanda, en Junio de 1777. De familia católica, siendo todavía un niño emigró con su padre a Estados Unidos pero al poco tiempo quedó huérfano. Comenzó su carrera como marino ingresando como grumete en una embarcación norteamericana. Navegó durante diez años el océano Atlántico hasta que fue apresado en 1796 por un buque inglés y obligado a prestar servicios allí. Esta nave fue, a su vez, apresada por un navío francés que lo llevó como prisionero de guerra a Francia de donde logró fugarse. Pudo llegar hasta Inglaterra donde contrajo matrimonio con Elizabeth Chitty a mediados de 1809. Y a fines de ese mismo año viajó al Río de la Plata, instalándose primero en Montevideo para luego ir a Buenos Aires, en donde compró una goleta con intenciones de dedicarse al comercio. Siendo testigo de la Revolución de Mayo, adhirió al movimiento y en 1814 aceptó el mando como comandante en jefe de una escuadrilla para hacer frente a los buques españoles. Comenzó así, una larga historia de luchas al mando de diferentes escuadras como teniente coronel para defender en el mar la libertad argentina contra los realistas y las flotas brasileñas. Sus victorias más importantes fueron las batallas de Juncal y Quilmes y el histó-ricamente conocido combate de Los Pozos. Responsable principal de triunfos que serían de sumo valor para la historia de la independencia argentina y americana, sentó las bases para la gesta libertadora de San Martín. Uno de mis informantes me aconsejaba tener en cuenta al Almirante Brown y no perder de vista su importancia ya que:

"San Martín no hubiera podido hacer lo que hizo si Brown (el viejo Bruno, como lo llamaba Rosas) no hubiese hecho y luchado lo que luchó. Muchas veces se dice que era un pirata pero un corsario23 que vino a la Argentina y como venía de un lugar donde no había libertad le gustó la idea de luchar por la libertad de este país".

Pero ¿qué se me estaba diciendo al advertirme el no perder de vista su importancia? ¿En qué radica esa importancia? ¿Qué significa que Brown haya luchado por la independencia argentina y que haya sido indispensable para la lucha llevada a cabo por San Martín? A través de esta frase pronunciada por este informante podemos vislumbrar parte del sentimiento, de la importancia que para los descendientes de inmigrantes irlandeses tiene el hecho de que haya habido un irlandés que luchó por la libertad de este país. Por un lado, vemos cómo aparece aquí la idea de libertad encarnada en la figura de una persona, Guillermo Brown que representa, también, a los dos países. El almirante luchó por la libertad argentina porque era irlandés y sabía lo que significaba estar bajo la dominación extranjera. Pero además, mi interlocutor hacía hincapié en que San Martín (el "Padre de la Patria" para la Argentina) no hubiese "podido hacer lo que hizo", es decir contribuir decisivamente con sus luchas a la independencia argentina, si no hubiese sido por las previas victorias del Almirante Brown. En relación con esto leamos parte del discurso realizado en homenaje al Almirante el día del encuentro en el que, haciendo referencia al triunfo en Montevideo contra el asedio español el 17 de mayo de 1814, se decía:

"Este triunfo fue estratégica y políticamente tan importante que San Martín que ya estaba preparando su expedición libertadora a Chile y Perú vio así asegurada su retaguardia y es por eso que expresó que el triunfo naval de Montevideo era el triunfo más importante producido desde la Revolución de Mayo. Por esa razón la marina ha instituido el día 17 de mayo como día de la Armada Argentina. No sólo era un gran marinero y un valioso combatiente era, sin duda, un ídolo popular".    

En esta misma dirección, encontramos las palabras que Denis McDonnel (entonces presidente de la Sociedad Irlandesa de Pergamino) utilizó en 1990 en la peregrinación a Luján para darle la bienvenida al Embajador Bernard Davenport:

"Usted representa a un país cuyos hijos como el Almirante Brown, un insigne sacerdote como el recordado Padre Antonio Fahy que al morir dijo que la caridad no tiene fronteras y otros cuyos nombres se encuentran inscriptos con honor en las páginas de la historia argentina" (Deane Reddy 2000:30)

Remarcar, aquí, la procedencia irlandesa de Brown, alinearlo por un lado en el campo de la propia ascendencia, del propio origen y, por otro, en el campo de un prócer como San Martín, tan reconocido en la historia argentina, es clave a la hora de construir una identidad anclada en el pasado "oficial" argentino. Por eso, este homenaje implica traer al presente esta historia "no contada" o poco contada, iluminar esa parte del pasado que se cree olvidado injustamente. La memoria de la comunidad argentino-irlandesa es construida a partir de estos recuerdos de eventos y personajes que entretejen su devenir con la historia y el pasado argentinos y a través de estos ancestros, que representan la unión entre ambos países, el propio devenir del grupo es narrado y los parti-cipantes de estos actos se sienten identificados, siendo parte de una misma historia.

En este mismo sentido, no debemos dejar pasar inadvertido el hecho de que las figuras del Padre Fahy y del Almirante Brown se enlazan en este discurso como lo hacen en muchos otros. Ambos son personajes históricos a los que se recurre gran cantidad de veces para trazar uniones entre Irlanda y Argentina, a la hora de manifestar y explicar la relación entre los irlandeses que vinieron a poblar estas tierras y los argentinos. A través de estas narraciones se expresa que aquellas personas históricas que han sido de importancia para la vida de los inmigrantes irlandeses en la Argentina son o deberían ser igual de importantes para nosotros en la Argentina porque lo que ellos hicieron, lo hicieron en, por y para este país. Al respecto de esto, KF24 me decía que quisiera: "fomentar un proyecto para que se estudie la figura de Brown en las escuelas, cosa que debería hacerse en todas las escuelas de la Argentina, en realidad". KF agregaba que considera que en la Argentina no es suficientemente bien reconocido todo lo que el Almirante Brown hizo por la libertad de este país, que esto es lo que suele suceder aquí con nuestros próceres y con muchas de las personas que dan todo por él y que nunca se los reconoce. Pero en este reclamo, se reclama algo más que el lugar del viejo bruno en la historia argentina, se reclama a la vez el reconocimiento de la sociedad argentina en general para con todo aquello que los irlandeses inmigrantes y sus descendientes han hecho por el país. Veamos una frase del periódico The Southern Cross:

"En una palabra puede afirmarse sin temor a errar que Irlanda ha aportado por medio de sus hijos mucho de lo que hoy constituye el pueblo argentino y su patri-monio cultural y económico" (Coghlan 1975:29. Subrayados míos)

Vemos con este ejemplo cómo se recurre a otros personajes menos conocidos (como los padres o los abuelos25) porque habiéndose integrado al campo y a la producción ovina, a la educación o habiendo formado parte de la generación del '80, de alguna manera ayudaron a construir la Argentina. Es la historia de personajes cuyas raíces pueden rastrearse en Irlanda, pero que tuvieron importancia a nivel político, económico, religioso, médico, etc. en este país. Al respecto JO26 me decía que: "muchos irlandeses participaron de la vida política, entre los militares y fueron parte de la Generación del '80 que dio el gran impulso para el desarrollo del país" (Subrayado mío). En esta misma dirección, transcribo otra parte del discurso realizado en la apertura del encuentro en Noviembre para dar cuenta de estos irlandeses "ignotos" como sus abuelos que ayudaron  a construir el país:

"La comunidad irlandesa que hoy supera los varios cientos de miles de habitantes mayoritariamente argentinos descendientes de aquellos pobladores que desde hace dos siglos fueron llegando a nuestras costas, en busca de mejores horizontes, nuevos horizontes para sí y para sus descendientes. Ocupan un lugar muy importante en nuestro país, gente laboriosa, han contribuido al desarrollo de la nación actuando en todos sus campos". (Subrayado mío)

Pero ¿cuál es ese lugar? Acaso, un lugar que debería ser reconocido por parte de la nación pero que sienten que no lo es tal como lo expresaba KF en relación con el Almirante Brown. Más adelante el discurso giraría en torno a estos antepasados que han estado siempre presentes en todos los sectores de la vida nacional, brindando su fe, su trabajo, su cultura y cuando fue necesario su sangre y su vida. Son sus abuelos que supieron vestir el uniforme de la nación y que se integraron totalmente a la Argentina, y que "sin dejar de ser irlandeses fueron profun-damente argentinos". Son, estos ancestros, nuevamente aquí, personajes de la propia ascendencia que unen en su persona, en su propio cuerpo a sus dos patrias. De esta forma, los descendientes de la diáspora irlandesa expresan la manera en que contribuyeron con el progreso de la nueva tierra sin nunca perder de vista su "herencia" irlandesa o los lazos de unión con su madre patria. En este acto de expresar todo "lo hecho" por irlandeses en la Argentina, se intenta echar luz sobre una historia que se siente poco iluminada injustamente y cuyo conocimiento y reconocimiento se reclama.

Pero, retomando ahora el análisis de la figura del Almirante Brown, así como veíamos anteriormente la manera en que se condensan en la figura del Padre Fahy aquellos elementos y características que son las apreciadas y valoradas por el grupo, lo mismo podemos decir del Almirante Brown -"su honestidad, su bondad, su fidelidad" (The Southern Cross,1975: 36)-, un antepasado, un personaje al que se suma el heroísmo y la valentía de haber luchado por la libertad de esta patria, hecho que los posiciona, de alguna manera, como legítimos herederos de ese pasado histórico argentino. A través de su figura se muestra legitimidad en el presente:

"El Almirante Guillermo Brown, arquetipo de marino, gran conductor, práctico y estratega de altísimo nivel es para nuestro país el padre de la patria en el mar [...] valiente hasta la temeridad, su arrojo era proverbial, y era tal su capacidad militar operativa que Mitre pudo decir que Brown sobre la cubierta de su buque valía por toda una escuadra".27   

Vemos en esta ocasión, la cantidad de adjetivos valorativos (positivos) que son utilizados para describir la personalidad de este per-sonaje y, lo más importante, la manera en que es traída a escena la palabra de Mitre acerca del Almirante. Retomar las palabras de Mitre es, sin duda, una forma de dar autoridad legítima (partiendo de un personaje histórico y de un historiador oficial argentino que escribió la Historia de San Martín) al homenaje, a la memoria, a los aspectos positivos del prócer. Es traído a escena en tanto "discurso autorizado". Como expresa Marshall Sahlins en Islas de Historia (1997:31), todo acontecimiento se desarrolla a la vez en dos niveles, por un lado, como acción individual y, por otro, como acción colectiva, como relación existente entre ciertas historias de vida (la del Almirante Brown, en este caso) y la historia de la existencia de las sociedades. El autor sostiene que el proceso histórico se desarrolla como un movimiento continuo y recíproco entre la práctica de la estructura y la estructura de la práctica. Tal es así que el acontecimiento, lo contingente, adquiere dimensión histórica sólo cuando es significativo, vale decir, cuando adquiere valor sistemático dentro de un proyecto cultural. El Almirante William Brown fue un irlandés que ayudó a construir esta Argentina, y este relato les sirve a estos descendientes para arrogarse el derecho de pertenencia a esta tierra, un lugar y un espacio legítimos en este país, dentro de esta sociedad. Partiendo de la idea, como señala Sahlins (1997), de que el acontecimiento no puede ser comprendido al margen de los valores que el grupo le atribuye, esta narrativa del pasado, podemos decir, confiere legitimidad al hecho de que ellos como hijos de irlandeses estén hoy en estas tierras. De esta manera, ese hecho histórico en particular cobra sentido dentro del orden cultural de esta comunidad. Apropiarse de ese pasado, ser parte de él a través de la figura de este héroe cultural de la Argentina es necesario para explicar y justificar su presente y para fundamentar el futuro. Es en la adscripción a la genealogía del Almirante Brown donde se juega, para ellos, la legitimidad en relación con un lugar y un espacio propios en la construcción de este país que adoptó a sus abuelos. Ser descendientes del protagonista de esa historia gloriosa, estar alineados en su misma genealogía, funciona para ellos de manera ejemplar, paradigmática para el presente (Visacovsky, 2002:52), actúa como marco de referencia a partir del cual interpretan su propio devenir, su propia historia. La vida del Almirante entra, así, dentro de la lucha por alcanzar términos plenos de significado con los que construir una sensación de pertenencia. Y nos sirve, asimismo, para observar la compleja relación que emerge entre la historia (oficial) argentina, la historia de la diáspora irlandesa, la comunidad y la identidad.   

Tomemos como ejemplo una nota de The Southern Cross en la que se habla de la amistad que unió a estos dos personajes y en la que son caracterizados como los dos irlandeses más renombrados y venerados de la Argentina. En ella se habla de la muerte de Guillermo Brown y se dice que al Padre Fahy le tocó el consuelo de atender al "viejo Bruno" cuando a éste le llegó su último momento. "Fiel a su fe irlandesa el 'Señor del Plata' recibió al 'Señor de la Historia' para con él entrar para siempre en la gloria"27 (The Southern Cross, 1975:108-109). Y en otra nota del periódico se vuelve a mencionar este tema: "[El Padre Fahy] fue íntimo amigo del Almirante Brown, ese héroe nacional de cuyas hazañas están llenas las páginas de la Historia Argentina" (The Southern Cross, 1943:13). En esta misma publicación, se menciona el hecho de que fue el Padre Fahy quien comunicó la muerte del Almirante al entonces gobernador. 28 Vemos, aquí, nuevamente cómo se articulan ambos personajes entre sí y a la vez con la Argentina, "el Señor del Plata" es un irlandés y también lo es el "Señor de la Historia" y los títulos que se usan para nombrarlos hacen, sin embargo, referencia a la Argentina: el Río de la Plata y la historia argentina y con ellos, la historia de los inmigrantes irlandeses en la Argentina. Esto nos sirve, además, para ver la importancia que la comunidad le asigna al hecho de que hayan sido amigos ya que considera que el apoyo espiritual, la fe y el coraje que el Padre ofreció al Almirante fueron determinantes en la lucha por la independencia y la soberanía argentinas.

Durante el homenaje que se realizó el día del Encuentro anual, podían apreciarse junto al monumento del Almirante Brown, las banderas argentina e irlandesa y los himnos entonados de estos dos países. Todos estos elementos guardan y recrean el pasado (Guber, 1994:30), pero lo más importante es que el monumento a este héroe cultural exhibido junto a las banderas y el discurso pertinente conforman lo que Michael Taussig llama portales que "son en verdad puertas al mundo fantástico de la representación de la historia de la nación" (1992:489). La idea, la imagen de nación que en ellos se expresa tienen la fuerza "mágica" para unir en un mismo pasado a argentinos e irlandeses (y sus descendientes, los allí presentes) y esta fuerza, como dice el autor, "depende de la forma de narrar la nación"(Taussig, 1992:489). Entendiendo la historia como una narración en la que fragmentos del pasado encuentran sentido en un relato mayor (Guber, 1994:27), veamos parte del discurso realizado en homenaje a Guillermo Brown en San Miguel del Monte:

"[...] El Almirante Brown es la consagración a la religión sublime del deber, la prioridad a la bandera de la patria adoptiva, el culto al honor militar y la práctica de las virtudes públicas y privadas que realzan la magnitud de sus hazañas y la altura moral del héroe republicano".   

Tal es así, que el relato de la historia del Almirante, el discurso en homenaje a su servicio por la independencia argentina, la admiración hacia su valentía y honor, se han trasformado, utilizando las palabras de Rosana Guber (1994:28), en "una instancia de recuperación histórica" de un pasado glorioso que se relaciona con ellos a través de este ancestro y que se inscribe, ahora, en una nueva trama de sentidos. El rito, entendido aquí bajo la forma de ceremonia, produce una manera peculiar de acceso al pasado, da valor y significado a la vida de estos descendientes que lo llevan a cabo, comporta un profundo significado en relación con la vida de la comunidad y moldea a la vez su memoria (Connerton, 1989:49-50). Vemos aquí que las ceremonias refieren explí-citamente a personas y eventos prototípicos. Pero ¿qué es lo que es representado en estas ceremonias conmemorativas? Siguiendo a Connerton (1989), podemos decir que a través de ellas, la comunidad re-cuerda (y yo agregaría, fortalece) su identidad como representada por y contada en una narrativa maestra. El Almirante Brown sirvió a la independencia de la Nación, vino a luchar por la libertad argentina y a través de la ceremonia en su homenaje, el pasado es recreado simbólicamente. El día del Encuentro anual era conmemorado "el padre de la patria en el mar y precursor de nuestra marina de guerra: Almirante Guillermo Brown".29

Entonces, el pasado, recreado a través de la figura de este prócer, existe a la luz del presente y de estos descendientes que le dan sentido. Ser descendientes de este "padre de la Patria en el mar", "precursor de nuestra marina de guerra", "fundador" de la Argentina, fundador de este espacio que también sus abuelos ayudaron a construir (ya sea a través de "ganarle" terreno a los indígenas, ya sea a través del impulso a la economía bovina, ya sea a través de esos hombres irlandeses que fueron parte de la generación del '80 que dio el gran impulso al progreso de la Nación) les permite ligar sus orígenes en uno y otro sentido, crear el puente de unión entre sus "dos" patrias y sus "dos" pasados -uno que ancla sus raíces en Irlanda y otro en la Argentina-, con el presente y con el futuro.

El Padre Fahy.

En otro orden de sucesos y para ahondar en el análisis, centrémonos ahora en la figura del Padre Fahy, esta vez en el día de la conmemoración de los doscientos años de su nacimiento. Dicho homenaje se llevó a cabo en ese centro de recuerdos, en ese lugar sagrado que para muchos es el cementerio y donde los actos que en él se llevan a cabo permiten suspender la ilusión del tiempo mundano (Connerton, 1989:43). Como apuntábamos anteriormente, los restos de este capellán descansan en el cementerio de la Recoleta, debajo de un importante monumento sepulcral que fue levantado por iniciativa de las Señoras de San José. El monumento, realizado íntegramente en granito irlandés, se levanta bajo una enorme cruz celta, en sus caras visibles podemos ver ángeles, uno mira hacia adelante y posee en sus manos una placa que reza Father Fahy, hecha también en piedra. Por encima de este ángel, se alza el busto del capellán y, por debajo, varias placas recor-datorias guardan los secretos y las memorias de otros aniversarios y conmemoraciones. Según Paul Connerton (1989:44), un acto conme-morativo es parte de una acción ritual, es una forma de representación simbólica, un acto expresivo que permea el comportamiento y la mentalidad no ritual. En este sentido, su importancia radica en que adquieren un significado con respecto a acciones no rituales, en relación con toda la vida de la comunidad (Connerton, 1989: 45). Este tipo de ceremonias que pretenden una continuidad con el pasado, establece el autor, refieren explícitamente a personas prototípicas y a hechos, ya sea de existencia histórica o mitológica. Participar de un ritual conlleva poner el cuerpo, actuarlo y, sobre todo, convenir con su significado. El ritual, entonces, tiene la capacidad de dar valor y significado a la vida de las personas que lo actúan y, para ello, deben ser actos formalizados, estilizados, estereotipados, repetitivos o susceptibles de cambios sólo dentro de ciertos límites (Connerton, 1989:44). Pero intentemos comprender el homenaje que aquí nos ocupa. Siguiendo el análisis de este autor, podemos decir que esta ceremonia conmemorativa juega un rol significativo en la memoria de la comunidad. A través de ella la comunidad recuerda su propia identidad como representada por y expresada en una narrativa maestra. A través del acto conmemorativo, los ex alumnos del Instituto Fahy,30 buscaban crear un puente de conexión entre el pasado y el presente. Podemos ver, entonces, cómo en este acto colectivo de recordar y rendir culto al pasado se reafirma y constituye la identidad social de este grupo en el presente. Durante este homenaje, para dar comienzo al almuerzo llevado a cabo en la antigua casona de Belgrano -sede de la Asociación de ex alumnos del Instituto Fahy-, el presidente de dicha asociación hacía referencia a la relación entre el Padre Fahy y las autoridades argentinas, para ello recurría a una frase de Bartolomé Mitre31 en la que éste hacía referencia al capellán en su fallecimiento: "Me gustaría agradecer la presencia de todos ustedes en este día primaveral haciendo hincapié en el legado que nos dejó el Padre Fahy, en su ejercicio al prójimo, a la comunidad y al apoyo a nuestras instituciones con generosidad y desinterés, reiterando aquella frase de Mitre que lo dice todo: "honrar la memoria del Padre Fahy es honrar la raza humana en los grandes y generosos móviles que a veces la animan y de la que él fue tan alto y digno representante". Nuevamente se retoman significativamente en el discurso las palabras de Mitre. En esta oportunidad para hablar del Padre Fahy. En tanto palabras de quien fuera presidente de los argentinos, éstas intentan hablarnos de la importancia que el Padre tuvo a nivel local, lo ubican no ya como un irlandés que vino para abocar su labor a su comunidad sino como un prelado de origen irlandés pero cuya obra no se detuvo en la vida de los irlandeses llegados al Plata durante la segunda mitad del siglo XIX, estableciendo un puente de unión entre ambos países, entre argentinos e irlandeses en el pasado y entre ese pasado y el presente. Estas memorias del pasado permiten a esta comunidad de descendientes de irlandeses legitimarse históricamente como pueblo (Bonfil Batalla, 1992: 174), como irlandeses pero, a la vez, como parte de esta Argentina. "[...] El recuerdo del Padre Fahy ingresa ya en el segundo centenario y sepan todos, argentinos33 de hoy y de mañana, que hace un siglo murió por Dios y por su Patria adoptiva un sacerdote irlandés, al que la circunstancias de la vida y su amor al prójimo le hicieron cambiar el delicado trébol por nuestro rústico cardo azul" (The Southern Cross, 1971: 1.Subrayados míos). Una vez más en este discurso la figura del capellán es evocada en tanto héroe mediador entre la patria de origen y la de destino. En él se habla de la Irlanda que se dejó atrás y de la Argentina adoptiva, ambas unidas en la persona del Padre. Pero al hablar de cambio, se habla de un pasaje, de una "ruptura" con el país de origen. Y en el dejar atrás Irlanda para cambiarla por la Argentina se opera una apropiación de esta última. En esta forma de narrar el pasado la Argentina es contada no ya como "país de inmigración" sino como "país de adopción", como un nuevo espacio, creándose así las bases para una identidad que, recreada y repensada desde el hoy ancla sus raíces en ambos pasados, en ambos países. Pero para hacer efectiva la apropiación debió sobrevenir un cambio en el nivel de las representaciones que les permitiera reinter-pretar la nueva forma de vida (Cañás Bottos, 2005:118) y el nuevo espacio. Debieron reinterpretarla como ruptura con un pasado sentido como injusto y doloroso pero manteniendo una continuidad con aquella parte de su pasado que no era sentida de tal forma y con la cual no se necesitaba romper y, por otro lado, ajustarla a la historia nacional. Están acá en la Argentina porque sus ancestros "debieron" irse pero esta ruptura, este quiebre histórico con el pasado, es reconstruido a través de estos personajes que dan cuenta de un pasaje "armonioso" y "heroico" al nuevo espacio. De esta manera, el cambio espacial, social y cultural no fue un problema de contacto y articulación cultural sino un problema a partir del cual repensar las diferencias a través del contacto (Gupta y Ferguson, 1997:37). Y dejando sus huellas en el camino del devenir del grupo, la historia del contacto es releída desde el presente. Es por medio de la construcción y difusión de estas visiones del pasado -recreadas desde el hoy (a través de los actos, los discursos, las conmemoraciones, etc.)- que se fomenta un sentido de pertenencia (Brow 1990:9) tanto al grupo como a esta tierra. De la misma manera en que sucede con el Almirante Guillermo Brown, ubicarse como descendientes del Padre Fahy, ser parte de esa genealogía, da lugar a una reafirmación de su identidad social en el presente (Bonfil Batalla, 1992:174). Tanto uno como otro, son personajes históricos que permiten unir en la memoria los espacios de emi-gración e inmigración, lo que dejaron con lo que forjaron. Son íconos de la unión entre ambos países, héroes mediadores entre allí y aquí, héroes culturales, padres genealógicos. Las narrativas sobre el pasado entendidas aquí como "dimensiones de la realidad social que las produce"(Visacovsky, 2004:151) resultan cruciales a la hora de entender las diferentes categorías de irlandés y argentino (Argentina, Irlanda, cardo azul, trébol) y el lugar que se les da a estos personajes históricos. En tanto miradas retrospectivas acerca del pasado, que interpretan y reinterpretan las experiencias vividas y acumuladas, como explica Visa-covsky (2004), la apropiación de estas categorías responde a una necesidad posterior en el tiempo al contexto en que tales acontecimientos se produjeron, se convierte así en eslabón del proceso de construcción y constitución de la Nación Argentina, es parte esencial de la necesidad de reafirmar una herencia histórica que legitima la presencia en este espacio, en esta Nación. La memoria de la comunidad argentino-irlandesa es construida a partir de estos recuerdos de eventos y personajes que entretejen su devenir con la historia y el pasado argentinos y, a través de estos ancestros que representan la unión entre ambos países, el propio devenir del grupo es narrado y los participantes de estos actos se sienten identificados, siendo parte de esa misma historia. Así, la identidad de personas "cotidianas" (ordinary) está íntimamente ligada a figuras históricas (Davies, 1989:178). Resulta, entonces, que mantener vivas estas memorias del pasado, como por ejemplo, a través del encuentro y de cada uno de los actos y discursos que en él se llevan a cabo y de los actos conmemorativos crea un ámbito decisivo, crucial para la consolidación y reconsolidación de la identidad del grupo (Briones, 1994: 109).

Palabras finales: fragmentos del pasado en la construcción de la identidad.

Oponiéndose a la extendida noción en antropología de que el pasado es un recurso simbólico plástico e ilimitado, Arjun Appadurai (1981) plantea que el pasado es un recurso cultural sujeto a reglas culturalmente variables, que tienen como objetivo regular la debati-bilidad inherente a él. El pasado es, por lo tanto, finito, limitado. Pero existen diferentes formas de apropiarse, transmitir y reinterpretar los relatos acerca de ese pasado. Decíamos anteriormente que en el pasaje hacia la Argentina ocurrió un quiebre con el pasado irlandés. Ruptura que es restablecida desde el presente a través de los personajes que hemos analizado a lo largo de este artículo. Si partimos de la idea de que los testimonios de historia oral no son simples registros más o menos precisos de acontecimientos pasados, sino que son productos culturales complejos que comprenden interrelaciones entre memorias privadas y representaciones públicas (Briones, 1994:114), estaremos en condiciones de entender la manera en que este grupo echa mano de diferentes relatos para construir la propia historia. Hemos visto que, además de una identificación con su pasado irlandés, la identificación nacional con la Argentina no sólo no es cuestionada sino activamente buscada (Cañás Bottos, 2005:119): en el momento de decirlo explícitamente, hay una adscripción a la sociedad mayor, una postulación de homogeneidad con la comunidad nacional argentina. Pero, ¿a qué podemos adjudicar esta especie de "ambigüedad" en el discurso? Mi planteo es que sirve para establecer un lugar propio dentro de la historia nacional (sin dejar, por ello, de lado los orígenes de sus antepasados), legitimando su espacio, su lugar de pertenencia a este país, como respuesta a un miedo a ser "otro". En este contexto, tanto la adscripción a un grupo "básico" como la identificación con una comunidad mayor, sirven para construir un sentido local de pertenencia y devenir (Briones, 1994:116). Es a través de estos relatos acerca de sus antepasados (sus héroes culturales, en el caso aquí analizado) que los descendientes de la diáspora irlandesa se cuentan a sí mismos. Si partimos de la noción de que, como versiones del pasado construidas culturalmente, estas narrativas dan cuerpo al sentido de identidad del grupo (Brow 1990), veremos que, independientemente de la veracidad de los relatos, lo importante es que en la narración que se hace acerca de ese pasado, las diferencias se suprimen, operándose un proceso de "idealización" que "limpia la cara" a ese pasado "para hacerlo encarnación palatable de 'valores nacionales'"(Briones, 1994:116). Entonces, estas narraciones ubican en el pasado aquello que el grupo considera significativo, desde el momento y desde el lugar en el que son narradas (Cañas Bottos, 2005:119). Al crear una conciencia generalizada de la historia, de las tradiciones, de los mitos, de los personajes históricos, de las leyendas de la comunidad, la colectividad dio lugar a que la idea de grupo (étnico) se cristalizase en la mente de la mayoría de sus miembros (Smith, 1997:11). Y a través de ese cono-cimiento, de esa cultura colectiva, establecen quiénes son, de dónde vienen, por qué están aquí. Siguiendo a Gupta y Ferguson (1999:38), decimos que estos ejemplos nos sirven para plantear que en este juego cultural de la diáspora (irlandesa) las líneas familiares entre "aquí" y "allí" (que, agrego, son también el ayer y el ahora) se tornan borrosas. Al hablar de la Argentina, de los argentinos, de Irlanda, de los irlandeses, al hacer comparaciones entre unos y otros, al alinear a sus próceres al campo tanto de un país como de otro, estos individuos se construyen a sí mismos como sujetos atravesados por esos dos países, por sus historias, por sus pasados y por sus presentes. Y se manifiesta, así, el carácter heterogéneo que adopta la construcción de la identidad en estos descendientes. A través de estos relatos podemos observar que se asume, de alguna manera, una identidad dual. Una identidad de carácter heterogéneo pero unificado a la vez porque a través de estas formas elegidas de narrarse a sí mismos, estas expresiones hacen un solo sentido de las identidades en juego. Pero en este sentido unificado de la identidad es crucial recordar el pasado, porque es relacionando el pasado con el presente que las memorias adquieren importancia: "La primer función de la memoria, entonces, no es preservar el pasado sino adaptarlo de manera tal que sirva a los fines de enriquecer y manipular el presente. [...] Las memorias (son) eclécticas, selectivas reconstrucciones basadas en acciones y percepciones subsecuentes y en códigos siempre cambiantes con los que delineamos, simbolizamos y clasificamos el mundo que nos rodea" (Lowenthal, 1990:210. Mi traducción). La memoria, por lo tanto, puede ser entendida como activamente producida, como abierta a disputas. Si partimos de la idea de que la pretensión de conocer el pasado es utilizada para justificar el presente, entonces, no perderemos de vista la legitimidad que la historia (y preferentemente, una historia prestigiosa) confiere al grupo en su "self-understanding" (Tonkin, McDonald, Chapman, 1989:8). Hemos visto que la comunidad hiberno-argentina de Buenos Aires comenzó a integrarse a la sociedad nacional argentina entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En su trabajo De la etnia a la Nación, Rosana Guber (1995) plantea que con la constitución de los estados modernos se institucionalizó un aparato centralizado, que implicó la instauración de una nueva matriz temporo-espacial. La Nación encarna esa matriz que posibilitó que diferentes e independientes formaciones político-culturales se condensaran bajo una misma administración y gobierno. Esto es, plantea la autora, lo que ha dado lugar a que ciudadanos provenientes de diversas regiones pudieran imaginarse a sí mismos como miembros de una misma comunidad histórica, cultural y territorial. Sin embargo, esta concepción no debe llevar a equívocos y no debe, por lo tanto, perder de vista el hecho de que formas alternativas de pertenencia social siguen siendo puestas en juego. Y como podemos ver en los descendientes de los primeros inmigrantes irlandeses, la afiliación alternativa a ese grupo étnico sigue siendo utilizada para autodefinirse y darse legitimidad pero siendo amalgamada al mismo tiempo a la historia "oficial" argentina. Las narrativas del pasado que hemos analizado aquí, son elementos que simbolizan las uniones de la comunidad con el país que adoptó a sus abuelos y cumplen el rol de establecer las relaciones entre memoria e identidad. Y es justamente la memoria el medio central a través del cual las identidades son construidas (Olick y Joyce, 1998). Y decimos: construidas porque el término "identidad" es a menudo enten-dido como un conjunto limitado y distintivo de características que se suponen definen a uno en comparación con otros, lo que implica pensarla sin cambios siendo igual a sí misma a través del tiempo (Guber, 2004:221). En cambio, creemos, los grupos humanos se modifican en sus prácticas según el contexto cultural, social e histórico en el que se encuentran y, por lo tanto, el concepto de identidad no puede dejar afuera las relaciones sociales, los encuentros con otros grupos y depende a la vez del lugar que dichos grupos ocupan en la sociedad (Guber, 2004:221). Al llegar a una tierra ajena, aquellos primeros extranjeros se cohesionaron para enfrentar lo desconocido y "olvidar" los dolores pasados. Pero avanzadas las generaciones, una vez instalados y al haber convertido a esta tierra en su lugar de existencia y presionados por la compulsiva incorporación a la sociedad nacional, la comunidad argen-tino irlandesa de Buenos Aires debió buscar, definir y redefinir su identidad. Y en ese intento buscó congeniar sus dos orígenes, resta-bleciendo la continuidad con un pasado sentido como injusto pero siendo "fieles" tanto a su país de origen y a sus ancestros como a su país de adopción. La colectividad optó, así, por un recorte en la construcción de su identidad que no dejara de lado ni a sus antepasados (y sus orígenes) ni a la sociedad mayor argentina que, en su intento de producción de identificaciones nacionales, "trabajaba" para incor-porarlos en su proyecto civilizatorio. Podemos decir que, habiendo sido marginados en su historia tradicional, necesitan ahora recobrar su enterrado pasado. Es en el acto colectivo de recordar ese pasado es-tos descendientes de inmigrantes irlandeses reafirman su identidad social en el presente (Visacovsky, 2004:154). En tanto proceso inmerso en rela-ciones sociales presentes pero también en sistemas de significación heredados del pasado, la representación de la historia, las versiones del pasado construidas culturalmente dan cuerpo a la identidad del grupo, creando el ámbito esencial para construir, consolidar y reconsolidar su identidad colectiva (Briones, 1994:109). Es acomodando las cosas recor-dadas a las necesidades del presente como se abre camino el proceso de construcción de esa identidad.

Notas

2 Muchos irlandeses llegaron a la Argentina en la década de 1840 a consecuencia de repetidas malogradas cosechas y hambrunas provocadas por una plaga conocida como roya que atacaba a las plantaciones de papa, principal alimento de la dieta campesina irlandesa. Pero no sólo este factor debe ser considerado a la hora de analizar dicha emigración, ya que también el sometimiento político irlandés a Gran Bretaña -que iba en detrimento de libertades políticas y religiosas- debe ser tenido en cuenta. La mayoría de los irlandeses llegados a este país, se estableció en el campo de Buenos Aires y se incorporó a la principal actividad de ese período: la cría de ovejas. A lo largo del tiempo, esos inmigrantes crearon una gran cantidad de instituciones para mantenerse unidos que hoy en día siguen existiendo y nucleando a sus descendientes. Para una historia de la inmigración irlandesa a la Argentina, véase Korol y Sábato. 1981. Cómo fue la inmigración irlandesa a la Argentina. Buenos Aires: Editorial Plus Ultra. Murray; Edmundo. 2004. Devenir Irlandés. Narrativas íntimas de la emigración irlandesa a la Argentina (1844 - 1912). Buenos Aires: Eudeba.

3 El periódico irlandés The Southern Cross fue creado por Monseñor Dillon en el año 1875 y sigue funcionando hoy en día con una tirada mensual.

4 "Comunidad" es la palabra que estas personas utilizan para autodenominarse y es por eso que la tomo en este artículo para el subsiguiente análisis. Aún así, quiero dejar aclarado desde un comienzo que no tomo el concepto de "comunidad" en tanto unidad social uniforme, igual y homogénea. Siguiendo a Brow (1990), propongo que "comunidad" implica un sentido de pertenencia que combina tanto elementos cognitivos como afectivos, tanto un sentido de solidaridad como la comprensión de una identidad compartida pero que, agrego, no deja de lado, sin embargo el conflicto, las diferencias, la diversidad y la contradicción al interior de la vida social del grupo (Pratt 1987. Citado en Briones-Golluscio 1996).

5 Cito aquí sólo algunos ejemplos: el periódico The Southern Cross fue fundado en 1875, la Asociación Católica Irlandesa en 1881, la escuela Santa Brígida comenzó a funcionar en 1899, el primer edificio de lo que sería posteriormente el Instituto Fahy Farm fue creado en 1891

6 Para una profundización acerca de la cuestión del nacionalismo véase: Hobsbawn, Eric. Naciones y nacionalismo desde 1780. Barcelona, Editorial Crítica, Segunda edición, Marzo de 2004. Anderson, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. Fondo de Cultura Económica, 1991. Gellner, Ernst. Naciones y nacionalismo. Buenos Aires, Alianza Editorial. 1991. Smith, Anthony. La identidad nacional. Madrid, Trama editorial. 1997.

7 Llevado a cabo el día 25 de Septiembre de 2005, el acto comenzó en el cementerio de la Recoleta donde descansan los restos del Padre Fahy y continuó con un almuerzo y merienda que se llevó a cabo en una antigua casona de Belgrano donde funciona la Asociación de ex alumnos del Instituto Fahy Farm.

8 Un capellán irlandés llegado a la Argentina en 1843 para asistir espiritualmente a la comunidad irlandesa y que, como veremos, surge de los diferentes relatos como un articulador de esta colectividad.

9 Un prócer de la historia argentina que, habiendo nacido en Irlanda, luchó por la independencia de la Argentina.

10 Esta reunión se realiza una vez por año, hacia la primavera y es organizada por la Federación de Sociedades Argentino - Irlandesas (que nuclea a todas las asociaciones locales) y la asociación local que se ofrece o es invitada para realizar el encuentro. El primero de dichos encuentros se realizó en Venado Tuerto en el año 1968 y, a partir de ese momento, comenzó una historia de "encuentros" que se ha abierto camino hasta hoy.

11 Todos éstos, elementos vinculados a la existencia de un mercado que se ha ganado un cierto espacio en Buenos Aires en los últimos años de la mano con el festejo de la festividad de San Patricio que ha crecido y ha encontrado un lugar propio en los pubs de la noche porteña.

12 Figura que sintetiza en Irlanda lo religioso y lo nacional siendo su festividad una fecha patria. Para mayor información acerca del Patrono irlandés véase Morales, Máximo. La leyenda de San Patricio, Patrono de Irlanda. Buenos Aires, Editorial TirNanOg, 2006.

13 Antonio Domingo Fahy nació en Loughrea, Condado de Galway, Irlanda, en el año 1804. Aún siendo niño, ingresó en la orden de predicadores y continuó sus estudios eclesiásticos en el Convento de San Clemente, donde fue ordenado sacerdote. En 1832, partió hacia América del Norte donde los Padres Dominicos se habían encargado de la guía espiritual de una vasta zona en Kentucky y Ohio, que en esos años comenzaban a ser colonizadas. Después de siete años de trabajo en Estados Unidos, volvió a Irlanda por orden de sus superiores. El 13 de Junio de 1843, el Padre Antonio Fahy llegó a Buenos Aires, enviado por el arzobispo de Dublín en respuesta a los incesantes pedidos de la comunidad irlandesa de Buenos Aires que reclamaba el envío de un sacerdote irlandés para ser atendida. Según los relatos de mis informantes y de publicaciones que circulan al interior de la comunidad, a partir de este momento habría sido central en la vida comunitaria, convirtiéndose en pilar indispensable para la vida de sus compatriotas residentes en el Plata (El Padre Fahy. Homenaje de la Asociación Católica Irlandesa en el centenario de su fallecimiento 1871 - 1971, 1971).

14 Toda la información utilizada en este punto ha sido recopilada de: Celebramos la vida. Instituto Fahy, Moreno. (Publicación interna realizada para el festejo por los setenta y cinco años en Moreno). El Padre Fahy. Homenaje de la Asociación Católica Irlandesa en el centenario de su fallecimiento 1871 - 1971, Editorial Irlandesa de Buenos Aires, Buenos Aires, 1971. Asociación Católica Irlandesa 1883 - 1983 (Publicación realizada en homenaje a Antonio D. Fahy y a Mons. Patricio Dillon al cumplirse los cien años de vida de la Institución). The Southern Cross, Año 130, Nro. 5896, Enero de 2005. The Southern Cross, Año 125, Noviembre de 2000, Edición Especial, Número Aniversario. Es necesario tener en cuenta que son todas versiones que circulan al interior de la comunidad.

15 La Gran Hambruna (Great Famine) tuvo lugar en Irlanda entre los años 1845 y 1849. Si bien a lo largo del siglo XIX, se habían producido diferentes malas cosechas, la de este periodo es particularmente conocida por los daños que causó entre la población que fue diezmada. La población irlandesa había crecido de manera importante durante ese siglo, la mayor parte de ella eran agricultores cuyo alimento principal y básico era la papa. La magnitud del desastre se debió en parte a la indiferencia o incapacidad del gobierno británico de reaccionar a tiempo y encontrar una solución (Korol y Sábato, 1981).

16 "Recomiendo encarecidamente a los labradores sobrios e industriosos que dirijan sus pasos a este país, donde encontrarán una amplia recompensa por su trabajo. La salubridad del aire, la fertilidad del suelo, la riqueza en minerales, sus espléndidos ríos, combinan para invitar al pobre a venir hasta él. El Gobierno extiende la máxima protección al extranjero y los nativos son proverbialmente hospitalarios y generosos" (A.C.I. 1971:12-13). Carta que el Padre enviara al arzobispo de Dublín, en la que se manifiesta esa confianza.

17 Según los diferentes relatos, el hospital se sostenía gracias a los fondos que la comunidad irlandesa destinaba a ello. En 1850, el Padre adquirió la propiedad donde funcionaba el hospital y la donó un año más tarde a los católicos irlandeses residentes en Buenos Aires. El hospital funcionó hasta 1874, momento en que fue clausurado y el edificio donde funcionaba fue cedido a la Asociación Católica Irlandesa (A.C.I.) por quien fuera el último sobreviviente de la comisión que había recibido la donación en 1851. La donación hecha ante escribano se hizo en favor de los irlandeses residentes en Buenos Aires y de los que llegaren a venir a estas tierras y en nombre de todos ellos a los cinco hombres que componían en ese entonces la comisión administrativa del Hospital General de Irlandeses Católicos.

18 Entre ellos llegó Monseñor Dillon, quien fue Dean de la Catedral de Buenos Aires, senador de esta misma provincia y fundador del periódico The Southern Cross.

19 La caridad no conoce Patria.

20 El Padre Tumulty es párroco de la Iglesia San Juan Bautista y concurrió al acto conmemorativo realizado en el Cementerio de la Recoleta en homenaje al Padre Fahy por los 200 años de su nacimiento. Estas palabras fueron desgrabadas de mi grabación personal.

21 Nieta de irlandeses llegados a la Argentina en 1848, escapando de la hambruna ya mencionada.

22 Los datos referentes a la vida e historia del Almirante Brown que forman parte de este relato fueron recogidos de http://www.ara. mil.ar/historia/heroes/brown.com (sitio oficial de la Armada Argentina); http://www.almirantebrown.gov.ar/información_general/historia6.htm;

23 Alude, me explica, a la idea de pelear por un lugar.

24 Nieto de irlandeses.

25 En cuyo caso, la dimensión histórica es apropiada de manera afectiva.

26 Nieto de inmigrantes irlandeses.

27 Parte del discurso realizado el día del Encuentro anual en homenaje al Almirante Brown.

28 "El Señor del Plata" y "el Señor de la Historia" hacen referencia al Almirante Brown y al Padre Fahy, respectivamente.

29 Reproduzco aquí las palabras que en esa nota se transcriben como las utilizadas por el Padre Fahy para anunciar al gobernador de la desaparición del fundador y jefe de nuestra armada: "Animado por los consuelos que presta nuestra santa religión, él esperaba con la dignidad y serenidad más tranquila su última hora y entregaba su alma en manos del Creador poseído de la más ilimitada confianza en la misericordia divina. Él fue, Señor Ministro, un cristiano cuya fe no pudo conmover la impiedad, un patriota cuya integridad la corrupción no pudo comprar y un héroe a quien el peligro no pudo arredrar".

30 Palabras de la presentadora para introducir el homenaje a este prócer.

31 Pero no solamente ellos, ya que de dicho acto participaron muchas personas de la comunidad que no son ex alumnos de esa escuela.

32 Durante la administración del General Bartolomé Mitre, el Padre Antonio Fahy fue nombrado por decreto Canónigo Honorario de la Catedral de Buenos Aires.

33 Estas palabras aparecieron en un artículo -atribuido al General Mitre- publicado en el diario La Nación el día de la muerte del Padre Fahy (El Padre Fahy. Homenaje de la Asociación Católica Irlandesa en el centenario de su fallecimiento, 1871 - 1971).

34 Quisiera decir que es llamativo en esta frase el hecho de que quien habla se desagrega del conjunto de los argentinos. Dice "(ustedes) argentinos" a pesar de la insistencia recurrente durante mis entrevistas y charlas en remarcar que "nosotros somos argentinos".

Bibliografía

1. Appadurai, Arjun. 1981. "The past as a scarce resource". En Man, New Series, Vol. 16, No. 2.         [ Links ]

2. Asociación Católica Irlandesa 1883 - 1983 1983. (Publicación interna realizada en homenaje a Antonio D. Fahy y a Mons. Patricio Dillon al cumplirse los cien años de vida de la Institución).         [ Links ]

3. Anderson, Benedict. 1991. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

4. Bertoni, Lilia Ana. 2001. Patriotas, Cosmopolitas y Nacionalistas. La construcción de la nacionalidad argentina a fines del siglo XIX. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

5. Bonfil Batalla, Guillermo. 1992. Identidad y Pluralismo Cultural en América Latina. Fondo Editorial del CEHASS, Editorial de la Universidad de Puerto Rico.         [ Links ]

6. Briones, Claudia. 1994. "Con la Tradición de todas las generaciones pasadas gravitando sobre la mente de los vivos: Usos del pasado e invención de la tradición". En: RUNA v. XXI, Buenos Aires.         [ Links ]

7. Brow, James. 1990. "Notes on Community, Hegemony and Uses of the Past". En: Anthropological Quarterly, 63: 1. Traducción para la cátedra de Etnolingüística. Docente titular a cargo: Dra. Lucía A. Golluscio. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires.         [ Links ]

8. Cañás Bottos, Lorenzo. 2005. Christenvolk. Historia y etnografía de una colonia menonita. Buenos Aires: Antropofagia.         [ Links ]

9. Celebramos la vida. Instituto Fahy, Moreno. 2004. (Publicación interna realizada para el festejo por los setenta y cinco años de la inauguración del Instituto en Moreno).         [ Links ]

10. Coghlan, Eduardo A. 1981. Andanzas de un irlandés en el campo porteño (1845 - 1864) Ediciones Culturales Argentinas, Secretaría de Estado de Cultura, Ministerio de Cultura y Educación.         [ Links ]

11. Connerton, Paul. 1989. How societies remember. Cambridge: Cambridge University Press.         [ Links ]

12. Davies, Douglas. 1989. "Mormon History, Identity, and Faith Community". En: Tonkin, Elizabeth; McDonald, Maryon and Chapman, Malcolm (eds.) History and Ethnicity. London and New York: Routledge.         [ Links ]

13. El Padre Fahy. Homenaje de la Asociación Católica Irlandesa en el centenario de sufallecimiento 1871 - 1971. 1971. Buenos Aires: Editorial Irlandesa de Buenos Aires.         [ Links ]

14. Gellner, Ernst. 1991. Naciones y nacionalismo. Buenos Aires: Alianza Editorial.         [ Links ]

15. Guber, Rosana. 1994. "Hacia una antropología de la producción de la historia". En: Entrepasados IV (6), Buenos Aires.         [ Links ]

16. Guber, Rosana. 1995. "De la Etnia a la Nación". En: Cuadernos de Antropología Social No 8, Buenos Aires.         [ Links ]

17. Guber, Rosana. 2004. De chicos a veteranos. Memorias argentinas de la guerra de Malvinas. Buenos Aires: Antropofagia.         [ Links ]

18. Gupta, Akhil y Ferguson, James. 1992. "Beyond Culture: Space, Identity and the Politics of Difference". En Culture, Power, Place. Explorations in critical Anthropology. Durham: Duke University Press.         [ Links ]

19. Hallbwachs, Maurice. 1992. On Collective Memory. Chicago: The University of Chicago Press.         [ Links ]

20. Halperín Donghi, Tulio. 1998. "¿Para qué la inmigración? Ideología y política inmigratoria en Argentina (1810 - 1914)". Y "1880: un nuevo clima de ideas". En El espejo de la historia. Problemas argentinos y perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.         [ Links ]

21.Hobsbawn, Eric. 2004. Naciones y nacionalismo desde 1780. Barcelona: Editorial Crítica (2da. Ed.         [ Links ]).

22. Lowenthal, David. 1990. The past is a foreign country. Cambridge: Cambridge University Press.         [ Links ]

23. Olick, Jeffrey and Robbins, Joyce. 1998. "Social memory studies: From 'Collective Memory' to the Historical Sociology of Mnemonic Practices". En: Annual Review of sociology 24.         [ Links ]

24. Palermo, Elisa G. 2006. Entre Irlanda y la Argentina. Historia, identidad y memoria en la comunidad argentino-irlandesa de Buenos Aires. Tesis de Licenciatura, Mimeo. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras. Departamento de Ciencias Antropológicas.         [ Links ]

25. Peel, J. D. Y. 1984 "Making History: the past in the Ijesha present". En Man, 19.University of Liverpool.         [ Links ]

26. Sahlins, Marshall. 1997. Islas de historia. La muerte del capitán Cook. Metáfora, antropología e historia. Barcelona: Editorial Gedisa (3ra. Ed.         [ Links ])

27. Smith, Anthony. 1997. La identidad nacional. Madrid: Trama Editorial.         [ Links ]

28. Taussig, Michael. 1992. "La magia del Estado: Maria Lionza y Simón Bolívar en la Venezuela contemporánea". En: Gutierrez Estévez, M. León-Portilla, M. Gossen, G. H. Klor de Alva, J. J. (eds.), De palabra y obra en el nuevo mundo, Encuentros interétnicos. Madrid: Siglo XXI de España.         [ Links ]

29. Tonkin, E. McDonald, M. Chapman, M. (eds.) 1989. "Introduction. History and Social Anthropology". En: Tonkin, E. McDonald, M. Chapman, M. (eds.) History and Ethnicity. London and New York: Routledge.         [ Links ]

30. Visacovsky, Sergio E. 2004. "Un concepto de realidad en el análisis de las narrativas sobre el pasado". En: Revista de Investigaciones Folklóricas, Vol. 19.         [ Links ]

31. Visacovsky, Sergio E. 2002. El Lanús. Memoria y reconstrucción política de una tradición psiquiátrica y psicoanalítica argentina. Buenos Aires: Alianza Editorial.         [ Links ]

Material extraído de The Southern Cross.

32. The Southern Cross, Año 130, Nro. 5896, Enero de 2005. "Cuando las 'Señoras' vienen marchando..." Suplemento difundido por The Southern Cross en Octubre de 2004.         [ Links ]

33. The Southern Cross. 1875 - 2000: Ciento veinticinco años latiendo, uniendo e informando con la Comunidad Argentino Irlandesa. Año 125, Noviembre de 2000. Edición especial. Número Aniversario.         [ Links ]

34. The Southern Cross. Número del Centenario. Buenos Aires, Año 1975. The Southern Cross. Buenos Aires,Friday, February 26, 1971.         [ Links ]

35. The Southern Cross. Buenos Aires,Friday, September 3, 1943.         [ Links ]

35.Coghlan, Eduardo. 1975. "Orígenes y evolución de la colectividad hiberno - argentina". En: Número del Centenario de The Southern Cross. Buenos Aires.         [ Links ]

36. Deane Reddy, Teresa. 2000. "El sabor del encuentro". En: The Southern Cross. 1875 - 2000: Ciento veinticinco años latiendo, uniendo e informando con la Comunidad Argentino Irlandesa. Año 125, Edición especial, Número Aniversario.         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License