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Avá

On-line version ISSN 1851-1694

Avá  no.28 Posadas June 2016

 

RESEÑA

Las tramas del cartón. Trabajo y familia en los sectores populares del Gran Buenos Aires, de Gorbán Débora.

Colección Etnografía de los sectores populares, Buenos Aires: Editorial Gorla. 2014

Fecha de recepción del original: agosto de 2016.
Fecha de aprobación: diciembre de 2016. 


"Las tramas del cartón…", es versión en formato libro de la tesis con la que su autora, la rosarina Débora Gorbán, obtuvo el doctorado en Ciencias Sociales. Antes se recibió de licenciada en Ciencia Política y Magister en Investigación en Ciencias Sociales, y actualmente se desempeña como investigadora del CONICET con sede en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

La obra ofrece una pormenorizada descripción etnográfica de las características y formas organizativas de un grupo de varones y mujeres que habitan barrios pobres de la zona norte del Conurbano Bonaerense y se dedican a la práctica de la recolección de residuos reciclables popularizada como 'cartoneo'. La especificidad de esta población está dada por el hecho de que comparten en un contexto histórico y social específico (2000-2007), el abordaje de la formación especial conocida como "Tren Blanco" o "Tren de los cartoneros" de la línea Mitre, medio en el que se trasladan junto a sus carretas, desde la estación José León Suárez hacia distintos barrios de la zona norte de la Capital Federal, donde en horario vespertino y nocturno, efectúan su tarea1.

Una sensación de constante movimiento caracteriza este trabajo, por lo que bien podría ser clasificada como una obra inquieta. Ello, no sólo porque se desplaza sobre los recorridos de dichas personas en sus migraciones internas, registrando sus trayectorias de vida y explorando sobre las vicisitudes de su organización doméstica. Ni porque el trabajo de campo involucró acompañamientos en diferentes esferas (los ambientes de la vivienda, la salida del barrio, el viaje en tren, la recolección en calles y avenidas porteñas, la espera en la estación, el retorno, el destino de los materiales y objetos). Además, y sobre todo, es una obra inquieta esencialmente porque su autora desafía permanecer varada en cualquier cómodo supuesto gnoseológico y ejercita un permanente extrañamiento. Así, avanza sobre un aparente estado de carencia (no tener trabajo estable) como razón harto común para justificar iniciarse y permanecer en la actividad, para ahondar en la comprensión de la trama simbólica del grupo familiar y de las relaciones que contribuyen a definir de una manera específica los proyectos individuales, complejizando una perspectiva analítica enriquecida tanto por elementos sustanciales como por sutilezas, matices y anécdotas.

Dentro de los grupos familiares, resultan ser mujeres los casos analizados con mayor detenimiento. Ello permite a la autora observar que la pérdida del trabajo del cónyuge se referencia comúnmente como un momento de ruptura respecto del devenir de su rol y trayectoria asociados a tareas de cuidado como madres y esposas, inaugurando o reforzando a partir de entonces su lugar de proveedora. Y aunque no se refieran a su actividad como trabajo, se trata de generar recursos que no sólo ayudan, sino que resultan fundamentales para la manutención y sostenimiento del hogar y la familia. De este modo, las tareas no remuneradas del cuidado (reproducción en el ámbito doméstico) y el 'cartoneo' (productividad en la calle) se imbrican en las responsabilidades del mismo rol. La salida de las mujeres a 'cartonear' tensiona pero no anula la dicotomía que asocia la calle a un espacio masculino y el hogar a uno femenino, y por eso para otras mujeres (parientes y vecinas), 'cartonear' envuelve una desatención del hogar.

Gorbán recupera también la dimensión histórica, subjetiva y estructural en que se despliega el 'cartoneo' como estrategia individual, para lo que recurre a las nociones bourdieulianas de "trayectoria" y "sentido práctico". La primera, para reconocer las condiciones estructurales que definen las estrategias particulares y las opciones posibles en la vida de los sujetos. Y la segunda para dar cuenta de las elecciones razonables en el marco de una disposición de sentidos construida histórica y socialmente entre los grupos pertenecientes a los sectores sociales excluidos, que a su vez resultan funcionales para el sostenimiento y desarrollo de las sociedades capitalistas (Bourdieu, 1997; 2006; 2007).

El rastreo sobre la historia de las distintas figuras urbanas vinculadas a la recuperación de desechos en la Ciudad de Buenos Aires no es exhaustivo. La descripción de las distintas etapas en que se clasifica el tratamiento de los residuos en este espacio urbano se apoya en fuentes secundarias y en interpretaciones ya legitimadas en el ámbito de los estudios académicos. Sin embargo, resulta suficiente para que el derrotero por los antiguos 'raneros' y 'cirujas' permita recuperar genealogía y actualizar memoria práctica, pero en relación a la cual la coyuntura establece distancias. Es que se pueden reconocer tanto continuidades como rupturas entre el Barrio de las Ranas de Parque Patricios de principios del siglo XX y el Tren Blanco contemporáneo, dado que en apariencia los sujetos involucrados antes y ahora hacen lo mismo: recolectan residuos para después venderlos. Pero el presente surge desde una configuración social y moral novedosa, encarnada por otro tipo de cuerpos, que incluso le otorgan un sentido distinto a esa misma tarea, y que otros sectores sociales además ponderan como ambientalmente heroica.

El tránsito de quienes 'cartonean' tiene una dirección y un sentido que involucran un posicionamiento, una ubicación, un desde donde. Dicho rumbo resulta exactamente contrario al que en la entrada bajo la denominación "Tren cartonero" ilustra Wikipedia, cuando señala que se trata de ferrocarriles "para trasladar cartoneros desde el centro de Buenos Aires hacia los suburbios" (Wikipedia, visita 24-05-2016, nuestro subrayado). Gorbán enfatiza que a la Capital, donde están los bienes que aún no se poseen, se va. Es decir, del barrio se sale y a la Capital se va. Ella resalta la gran importancia que le imprimen sus interlocutores al traslado como estrategia productiva y de socialización, en cuanto a que es allí, en los desplazamientos permanentes del barrio a la ciudad (y en el barrio y en la ciudad), el espacio en que se visibilizan límites, posibilidades y expectativas.

La autora demuestra que se sale con la carreta por una heterogeneidad de motivaciones, y no sólo para ejecutar la acción de recolectar residuos para posteriormente venderlos como modo de sustento. Sin desconocer en absoluto la postergación social y económica entre los actores que se dedican a dicha práctica, se trata de apreciar la elección de una opción entre alternativas posibles, y no necesariamente del último recurso disponible. En el mismo sentido, su conceptualización del término "pobreza" no solamente alude a privación y carencias pasibles de ser medidas por el nivel de ingresos o la satisfacción-insatisfacción de las necesidades básicas. En consonancia con los planteos de la sociología crítica, Gorbán estructura el análisis sobre las "estrategias de reproducción". Así, resulta esclarecedor el capítulo 3, en cuanto identifica la diversidad de "calificaciones" y percepciones de las mujeres y varones que salen a 'cartonear' con respecto a su propio trabajo. La autora afirma que en ninguno de los testimonios de las mujeres aparece la palabra "trabajo", sino más bien expresiones como "salir", "cartonear", "agarrar la carreta". Por otro lado, los hombres lo definen como un trabajo a cuenta propia o como un trabajo temporario hasta que salga alguna otra "changa".

La informalidad es una característica estructural del grupo de personas entrevistadas, en cuanto a que no aparece ni como horizonte ni como recuerdo la experiencia de un trabajo asalariado. En este sentido, el estudio resulta un aporte conceptual y metodológico importante al debate sobre inclusión-exclusión y formalidad-informalidad que ha marcado una época importante entre quienes estudian a los sectores populares. Esta perspectiva permite también pensar los recorridos y lazos invisibles entre los barrios pobres o de los márgenes de la ciudad de Buenos Aires donde habitan, y los del centro, en donde encuentran su mercancía. Es allí donde, además, existe la posibilidad de trastocar en cierta medida, los modelos que las y los sujetan y definen en sus barrios de origen.

Pero ese espacio sobre el que se desplazan, en ocasiones, también reproduce los roles y expectativas que conforman los cuerpos de quienes van con la carreta. Tal es el caso de los niños y niñas que "juegan" mientras "trabajan". Nuevamente, la condición de mujer y de jóvenes impone a las protagonistas algunos límites para esos desplazamientos en el espacio público, y se evidencian tareas de producción-reproducción diferenciadas por género y por edad. De acuerdo a los casos registrados, la autora va descubriendo que las mujeres salen a la esfera pública para obtener recursos, pero también para alejarse del hogar y del barrio estigmatizado, para darse una distracción lúdica que evita el aburrimiento y pone entre paréntesis ciertos roles asignados y asumidos, para desempeñar un papel valorado en el universo simbólico de la dinámica familiar y la trama barrial; salen para generar los ingresos centrales a la manutención, pero también salen para escabullírseles a los mandatos y obligaciones, para ganar independencia y autonomía. En definitiva, salen tanto porque no hay trabajo como porque salir es ir a trabajar, aunque se nombre a la práctica de cualquier otro modo.

Como se indicó, el Tren Blanco es el medio de transporte que conecta el lugar donde se habita y el territorio de la recolección. El capítulo 5 está referido a su génesis y cumple ese mismo rol conector en la estructura narrativa del libro, actuando como gozne entre la caracterización del universo familiar y el análisis del ámbito laboral de los recolectores. Es interesante notar como habiendo surgido de las quejas y el rechazo de los otros pasajeros a la incomodidad que ocasionaba la masiva presencia en los coches de cartoneros con carretas, el tren blanco no sólo se erige en símbolo de orgullo y reivindicación que aglutina y fortalece una identidad colectiva, sino que también adquiere fuerte presencia en la organización cotidiana relativa a lo laboral, estableciendo regularidades con horarios de inicio y fin de la jornada, pautando ritmos de recolección y brindando la oportunidad de transportar objetos de significativo volumen y peso. Por eso su sustitución por camiones a partir del año 2008, no sólo va a implicar un cambio en el modo de viajar, sino que va a trastocar muchos aspectos de la práctica aquí retratada. Desafortunadamente ese reemplazo, por razones que el libro obvia tratar, marca el límite del período estudiado.

El trabajo de Gorbán destaca permanentemente la diversidad de las formas prácticas de llevar a cabo la experiencia de recolectar reciclables, y la común importancia del instrumento de trabajo que es la carreta, que sus propietarios particularizan y adornan pero no prestan. De hecho, carreta, cuerpo y carga constituyen una suerte de unidad compleja de procesamiento de información y toma de decisiones, a través de la que se definen muchos rasgos de la actividad. En sus propias palabras: "La carreta y lo que con ella se obtiene no sólo debe ser analizada en términos de los recursos destinados a cubrir necesidades del hogar, sino que como he intentado mostrar en estas páginas debe ser situada en la red de reciprocidades en la que los sujetos se encuentran. Así, cuando Nora sostiene que con la carreta 'mantiene la casa', no sólo se refiere a lo que puede recolectar y vender, sino a los recursos materiales y simbólicos que son puestos en movimiento a partir de su salida a cartonear. El ingreso de lo que se obtiene con la carreta no comprende solamente el dinero obtenido por la venta de papeles, cartones y otros materiales, sino la diversidad de objetos que se consiguen: electrodomésticos, muebles, ropa, los alimentos, los frascos de perfume. Pero también se trata de la red de relaciones que se construye alrededor de la carreta, entre quienes salen y quienes se quedan, entre quienes van a la ciudad y los que allí viven o trabajan" (Gorbán, 2014: 219). 

En efecto, lo que se recolecta o se adquiere durante los recorridos tiene distinciones; por un lado están los "materiales" que se discriminan de acuerdo a su tipo (papeles, cartones, plásticos, botellas, vidrios, metales, textiles, papeles y cartones), pero como se venden por peso no se singularizan. Algunos de ellos (los escasos y con alto valor comercial) pueden ahorrarse durante un tiempo (como el papel blanco y las latitas de aluminio). Por otro lado, están las "cosas" donde caben principalmente artefactos domésticos en desuso, muebles, juguetes, calzados y ropa. Ciertos elementos específicos (como los frasquitos de perfumes o las antigüedades) que tienen una red de compradores definidos, también conforman esta categoría. Los "alimentos", como restos de comida o sachet de leche, pertenecen a la última categoría y se contabilizan como parte que contribuye al presupuesto familiar. El modo como los y las recolectoras se vinculan con estas distinciones marca a su vez su relativa expertise en el oficio, y así, entre ellos, hay unos que juntan lo que otros cartoneros descartan, y unos que pasean mientras otros trabajan.

La autora descubre que toda la actividad está pautada en función de la organización del tiempo. No sólo el tren impone horarios de salida y retorno, sino que también los recorridos por las arterias de la ciudad están gradualmente cronometrados en base a interacciones por sendas que conforman edificios y comercios a los que hay que llegar en el instante oportuno; es que sólo con rutina laboral por esos circuitos los recolectores se hacen conocidos y ganan porteros que a partir de entonces pasan a reservar el material con exclusividad. Sólo así se establecen relaciones de las que las partes se apropian mutuamente (el encargado del edificio pasa a ser "tu portero", y el recolector "su cartonero"). Aquí se rescata la descripción del entramado de "reciprocidad" sobre la que se estructura la relación entre quienes recolectan (brindando un servicio y respetando reglas) y quienes ofrecen el material (las familias, los comerciantes, los porteros).

Como la venta no se produce al final de la jornada en la ciudad proveedora sino en los días sucesivos en depósitos ubicados en las cercanías del barrio, el patio del hogar es el ámbito propio donde se evalúa con mayor detalle lo que se obtuvo, y se distingue lo que sirve para la venta, intercambio, ahorro, uso, decoración o donación. Interesada por los intersticios, en los capítulos 7 y 8 la autora vuelve a desarmar la concepción que escinde el espacio doméstico (privado) y lo opone al espacio laboral (público), y muestra como en el patio y en el comedor de la vivienda, en distintos horarios, mientas unos duermen y otros trabajan, la razonabilidad económica se entrecruza con las prácticas y los roles tradicionales asignados al género.

Junto a la carreta momentáneamente vacía que espera el inicio del próximo recorrido, la obra inquieta se detiene. Ya volverá a arrancar la trashumancia como experiencia cotidiana de familias atravesadas en y por la búsqueda de cosas, sobre las que gracias a Gorbán ahora conocemos bastante más.

Pablo J. Schamber* y María Eugenia Bordagaray**

* Antropólogo. Docente UNLa/UNAJ. Investigador UNQ., CONICET, DEyA, Email: pjschamber@hotmail.com

** Historiadora. Docente UNQ. Becaria posdoctoral UNLa., CONICET, IPN, Email: eugebordagaray@yahoo.com

NOTAS

1Este servicio diferencial funcionó entre los años 2001 y 2007. Para referencias sobre los cartoneros del Tren Blanco, remitimos a los trabajos de Paiva (2008) y Villanova (2015).

BIBLIOGRAFÍA

1. Bourdieu, Pierre 1997. "La ilusión biográfica". En Bourdieu, P. Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción. Barcelona, Anagrama.         [ Links ]

2. Bourdieu, Pierre 2006. Campo del poder y reproducción social. Elementos para un análisis de la dinámica de las clases. Córdoba: Ferreyra Editor.         [ Links ]

3. Bourdieu, Pierre 2007. El sentido práctico. Argentina: Siglo XXI        [ Links ]

4. Paiva, Verónica 2008. Cartoneros y cooperativas de recuperadores - Una mirada sobre la recolección informal de residuos. Área Metropolitana de Buenos Aires, 1999-2007. Buenos Aires: Prometeo.         [ Links ]

5. Villanova, Nicolás 2015. Cirujas, cartonero y empresarios. La población sobrante como base de la industria papelera (Buenos Aires 1989-2012). Buenos Aires: Ediciones ryr.         [ Links ]

 

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